Prehistoria apuntes Paco

October 10, 2017 | Autor: Amaruski Belikov | Categoria: Prehistoric Archaeology, Prehistory
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Tema 1: Introducción a la Prehistoria Este tema pretende introducir al alumno en el concepto de Prehistoria. Este término es considerado como poco adecuado a la realidad de la ciencia histórica, aunque se mantiene por inercia y por no encontrar otro mejor que lo sustituya. En las líneas siguientes vamos a abordar su estudio sirviéndonos de algunos párrafos extraídos del manual que hemos seleccionado como referencia, de manera que podamos contrastar las explicaciones dadas en clase con otro autor con el que el alumno esté familiarizado. Hemos articulado la discusión en torno a dos ejes fundamentales, la Prehistoria como una etapa histórica más, dentro del decurso histórico, y como Ciencia, desde la perspectiva que construye y se sirve de recursos científicos. ¿Qué es la Prehistoria? Bajo una misma disciplina, la Historia, se han creado un conjunto de áreas de conocimiento diferenciadas en base a una determinada delimitación en la escala temporal, y se utilizan términos como Prehistoria o Historia en función del momento histórico concreto que estudiamos. Tradicionalmente, su rasgo diferenciador es la invención y la utilización de la escritura, acontecimiento que se produjo en Asia Occidental (Mesopotamia) en el 3.300 A.c. y mucho más tarde en otras zonas del mundo. En consecuencia, es un único acontecimiento histórico en el que se apoya esta visión para utilizar uno u otro término. El objetivo de estudio de ambas disciplinas es el estudio de las comunidades humanas. La Prehistoria estudia los grupos humanos anteriores al conocimiento de la escritura y la Historia se encarga del estudio de las comunidades humanas que utilizan los textos escritos. Pero también se utiliza la arqueología para suplir carencias en las fuentes escritas, y para obtener estudios mucho más completos en épocas históricas. La escala temporal dentro de la Prehistoria no es uniforme ni estática, sino que varia en función del espacio geográfico que se estudia. Los inicios de la humanidad se localizan geográficamente en el continente africano, con una cronología aproximada de unos 4,5 m.a., sin embargo en Europa las ocupaciones más antiguas no se remontan más allá de los 800.000 años. En Oriente próximo la Prehistoria finaliza alrededor de los 3.000 años, mientras que en Nueva Zelanda llegaría hasta el descubrimiento de esos territorios por los exploradores hacia el 1400 d.c., en otros continentes como en Australia llega hasta el 1788 d.c. ¿Qué es la Arqueología? Por Arqueología se entiende, según la definición clásica, la disciplina que se encarga de la recuperación, descripción y estudio sistemático de la cultura material del pasado. Pero, ¿Hasta donde llega el pasado? Normalmente podemos decir que hasta hace un momento, por lo que podemos hablar de arqueología, más como metodología para estudiar los restos materiales

Una definición reciente de la arqueología la encontramos en el libro de Renfrew y Bahn (1993): "El objetivo de la arqueología es la comprensión del género humano, es decir, comprender la historia de las sociedades humanas. Por tanto constituye tanto una disciplina humanística como una ciencia humana." Los objetos que descubren los arqueólogos/as, no dicen nada en si mismos, somos nosotros, en el presente, los que debemos darles sentido. Desde este punto de vista la práctica del arqueólogo/a es bastante similar a la del científico, recogemos los datos (evidencias), realizamos experimentos, formulamos hipótesis, las contrastamos con más datos y como conclusión elaboramos un modelo. Las evidencias son los objetos arqueológicos, la hipótesis son todas aquellas proposiciones que hacemos para explicar los datos, y los modelos los elaboramos a partir de la observación que parece idónea para explicar el patrón que presenta la evidencia. La reconstrucción de las sociedades del pasado es el objetivo final de la Prehistoria. El estudio de los restos materiales dejados por los grupos humanos a lo largo de su historia, nos informan sobre la gran diversidad de formas y modos de vida que han ido realizando los seres humanos a lo largo de su historia evolutiva. El reconocimiento de esa variabilidad y diversidad de la experiencia humana, en el tiempo y el espacio, permite formular las bases con las que analizar los procesos de cambio evolutivo e histórico. En gran medida, esas nociones de cambio están estrechamente relacionadas con los materiales, restos y residuos generados por los grupos humanos a lo largo del tiempo. Las variaciones en los objetos realizados y los materiales utilizados en su elaboración, permiten abordar el estudio de esas sociedades, al acercarnos a las diversas esferas que están integradas en esos grupos del pasado. La Prehistoria como disciplina histórica, presenta importantes paralelismos con otras disciplinas, especialmente con la Antropología Cultural. De hecho, en estos momentos se esta asistiendo a una importante reevaluación del significado del estudio de los materiales a raíz de la inclusión de conceptos originalmente desarrollados desde la Antropología y que han sido aplicados para interpretar y comprender la extraordinaria variabilidad que ha desarrollado la experiencia humana a lo largo del tiempo y del espacio. La Prehistoria 1. La Prehistoria como etapa histórica 2. La Prehistoria como Ciencia 1. La Prehistoria como etapa histórica: “El término Prehistoria se refiere tanto a una etapa de la Historia que tradicionalmente

ha estudiado a los seres humanos y su cultura desde sus orígenes hasta la aparición de la escritura, como a la disciplina científica que la estudia” J.J. Eiroa, Nociones de Prehistoria General, p. 11 ¿Qué debemos entender como etapa histórica al hablar de Prehistoria? La Prehistoria es la primera etapa conocida de la Historia del Hombre. Su historia no comienza con la aparición de textos escritos sino que se amplía hacia abajo, de manera que puede rastrearse la vida de los seres humanos desde su aparición como especie e,incluso, desde mucho antes, cuando se puede rastrear aquellas especies anteriores que se relacionan filogénicamente con ella. ¿Puede hablarse de Historia antes de la Historia? La Historia de la Humanidad comienza en momentos anteriores a la aparición de la escritura. En este sentido el término prehistoria parece referirse a esa etapa anterior al nacimiento de la escritura, a unos momentos en los que no se podría abordar el pasado del hombre de manera científica. Esta concepción de la Prehistoria –con mayúsculahoy no puede mantenerse, ya que la Prehistoria posee hoy día unas técnicas, metodología y campo de estudio específico que la configuran como ciencia. Ello significa que el término PREHISTORIA hoy no significa antes de la Historia sino la denominación de una etapa histórica sin más. Ya no es posible mantener esa carga peyorativa que equivalía a los momentos anteriores a otros que sí los poseían. ¿Si Prehistoria es Historia porqué se habla de etapa previa? Porque la tradición sigue pesando mucho. Esa etapa previa hoy es científica y sus conclusiones poseen tanta validez como los de cualquier otro momento histórico. Lo ahora se entiende por etapa previa es simplemente una ampliación de los períodos históricos por abajo, alcanzando a etapas en los cuales los únicos documentos se se poseen para estudiar a las comunidades humanas son los vestigios materiales. ¿Tiene sentido hoy el vocablo Prehistoria? Los conceptos y las palabras pesan mucho. Es cierto que el término prehistoria parece inadecuado, pero no se ha encontrado otro mejor que lo reemplace. Nos hemos acostumbrado a él y en la actualidad parece irreemplazable. Sabemos que posee connotaciones que lo contaminan de ambigüedad y de dudas, pero cualquier otro término también los poseería. Por ello se mantiene, aunque discutamos la conveniencia de mantenerlo. 1. La Prehistoria como etapa histórica “Aunque la tradicional periodización de la Historia pasa hoy por una seria revisión, en general se siguen respetando los términos Prehistoria, Edad Antigua, Edad Media, etc., como apuntó Roderick Floud. Hoy es evidente que las modernas categorías historiográficas han propuesto nuevos niveles conceptuales en la Historia…Sin embargo, los tradicionales términos que desde mucho tiempo atrás han definido las etapas históricas, siguen teniendo un evidente valor referencial, que se hace patente

hasta en las denominaciones de los departamentos universitarios de las facultades de Historia. Así, la Prehistoria sigue entendiéndose como una disciplina histórica, pese a su constante renovación metodológica, que la ha convertido en una disciplina “científica” en la que los estudios de laboratorio tienen tanta importancia como los de gabinete”. J.J. Eiroa, Nociones de Prehistoria General, p. 11 2. La Prehistoria como Ciencia “La Prehistoria ha sido concebida como una disciplina histórica, entendida ésta como el análisis del pasado de la humanidad, porque orienta su estudio y el de sus manifestaciones culturales en las dimensiones de espacio y tiempo. Pero también es una disciplina científica porque, para estudiar los conceptos y la dimensión formal, ha desarrollado una serie sistemática de métodos y técnicas de estricto carácter científico, aprovechando los avances tecnológicos de los distintos aspectos parciales de la ciencia” J.J. Eiroa, Nociones de Prehistoria General, p. 11 La Prehistoria como Ciencia: discusión Además de ser una disciplina histórica, la Prehistoria es una Ciencia. Ello es así porque “ha desarrollado una serie sistemática de métodos y técnicas de estricto carácter científico”. Ello significa que es ciencia porque posee métodos y técnicas que le son propias, aunque algunas de ellas hayan sido tomadas de otras ciencias. Su cientificidad está avalada por su forma de trabajar (método) y por la especificidad de su campo de estudio (las sociedades humanas anteriores a la aparición de la escritura). Método y campo de trabajo son los dos pilares de su cientificidad, que nos es menor que la de cualquier otra ciencia. Por todo ello podemos concluir que la Prehistoria es Ciencia porque posee una Metodología (técnicas aplicadas) específicas que le son propias, porque posee un campo de estudio específico: las instituciones humanas en el espacio y tiempo en el que no existe documentación y porque construye ciencia, es decir, sus resultados tienen validez y pueden ser contrastados, huyendo de la subjetividad.

Tema 2. El Cuaternario. 1.- Características generales 2.- Periodización 3.- Oscilaciones climáticas 4.- Fauna y Flora 5.- El mar y la costa 1.- Características generales El relieve del hemisferio norte posee una larga historia geológica. Las unidades de relieve que encontramos datan de diferentes momentos y están formadas por rocas de muy diferentes etapas y forman capas o estratos deposita¬dos unos sobre otros, de forma que los estratos más recientes siempre son los que están encima, salvo que algún movimiento haya alterado este orden natural y apa¬rezcan así plegamientos y fracturas. Las rocas son materiales que se encuentran en la corteza terrestre. Están formadas por uno o más componentes. En muchas ocasiones son producto de los detritos o descomposición de otras rocas. Se pueden clasificar, atendiendo a criterios de formación y génesis, en: - Rocas ígneas. Las rocas ígneas se formaron en la profundidad de la corteza terrestre como consecuencia de un lento y progresivo enfriamiento del magma. - Rocas sedimentarias. Este tipo de rocas se caracteriza por encontrarse depositadas de forma horizontal, ya que proceden de la descomposición y sedimentación de otras rocas o minerales. Pertenecen a este grupo las areniscas, las pizarras, las calizas y los conglomerados. - Rocas metamórficas. Las rocas sedimentarias que son introducidas dentro del manto y sometidas a altas presiones y temperaturas elevadas terminan por alterar las capas de sedimentos, produciéndose un metamorfismo, cambios en la forma y composición de las rocas, de donde toman su nombre. Pertenecen a este grupo las pizarras, los esquistos, el gneis y las cuarcitas. La histórica geológica de la Península Ibérica está condicionada por las placas tectónicas eurasiática y africana, fundamentalmente a través de las orogenias herciniana y alpina, que han conformado las unidades del relieve tal y como se nos presenta. 2.Periodización Era Arcaica o Precámbrico

Tuvo lugar hace unos 4.000 millones de años. En ese momento podemos afirmar que se encontraban tierras emergidas en lo que hoy llamamos Península Ibérica. Era Primaria o Paleozoica Comenzó hace unos 570 millones de años. En sus comienzos tuvo lugar la fragmentación de la Pangea, gran placa unitaria que conformaba la única tierra emergida, rodeada de mar, a modo de gran isla descomunal. Su fragmentación dio lugar a dos grandes placas o continentes –Laurasia y Gondwana- separadas por el llamado mar de Thetis. El choque de los fragmentos de la primitiva Pangea provocó dos fenómenos distintos. Por un lado dió lugar al vulcanismo existente hoy en la Tierra; por otro forzó el arrugamiento de su superficie, plegándose y comprimiéndose las rocas sedimentarias formadas recientemente. Se trata de la primera gran orogenia conocida, la Caledoniana, que tuvo pocos efectos en la Península Ibérica. No ocurrió así a partir del Carbonífero, momento en el que la aproximación de las placas provocó una de las orogenias que más afectó a la Península Ibérica, la Herciniana que dio lugar al plegamiento de los sedimentos que se habían depositado sobre ella hasta ese momento. El resultado fue la emergencia de cadenas montañosas de dirección NO-SE en el todavía indefinido territorio peninsular. Entre las masas emergidas del continente africano y euroasiático se formó una gran fosa de subducción, el llamado mar de Thetis, depósito de materiales procedentes de la intensa erosión continental. Las altas temperaturas a las que fueron sometidos los materiales sedimentarios como consecuencia del choque entre los bloques africano y euroasiático hicieron posible la metamorfosis de las rocas. Posteriormente se formaría un gran geosinclinal que hizo aflorar rocas plutónicas cristalinas, como granitos en los Pirineos. Producto del proceso de metamorfización de los materiales depositados encontramos en la Meseta pizarras, procedentes de los depósitos de arcilla. En los Picos de Europa este proceso fue más intenso, dando lugar a formaciones de caliza. En la Sierra Morena las areniscas se convirtieron en cuarcitas, formando las partes más elevadas y en resalte. De esta manera se fue configurando el Macizo Hespérico, constituido por un zócalo endurecido que se corresponde con el actual centro de la Península, estando representado por la mayor parte de la actual Meseta. Cabe reseñarse que este territorio, aunque conocería inundaciones parciales en momentos posteriores, nunca volvería a encontrarse totalmente cubierto por el mar. Era Secundaria o Mesozoico Comenzó hace unos 230 millones de años. Se caracteriza por la calma orogénica. Ello facilitó la erosión y sedimentación de materiales en los fondos marinos. Igualmente relevantes son las transgresiones marinas. Estos cambios en el nivel del mar estaban ocasionados por el deshielo provocado por el final del período glaciar. El resultado fue la subida del nivel del mar y el sumergimiento de las tierras situadas a cotas poco elevadas. Prueba de esta situación en áreas interiores de la Meseta es la presencia de numerosos fósiles marinos en amplios espacios de su territorio. La retirada del mar es conocida como regresión marina. Las regresiones marinas suceden a las transgresiones marinas, fenómeno inverso que consiste en el avance del

mar sobre la superficie terrestre. En momentos de regresiones marinas los relieves formados en el período herciniano se siguen erosionando. Por otra parte estos relieves servían de barreras a las transgresiones. Cada invasión del mar provocaba la formación de unos materiales diferentes a los que se da el nombre de la etapa o trasgresión correspondiente (Triásico, Jurásico y Cretácico). No todas las zonas de España conocieron las invasiones marinas y, por consiguiente, no están presentes todas estas etapas geológicas. Así sobre el mar que se extendía en el espacio que luego ocuparía el valle del Ebro se depositaron materiales que, como consecuencia de su peso, facilitaron su hundimiento, provocando durante el Terciario la emersión del Macizo del Ebro. En sentido contrario, la Meseta y los Pirineos comenzaron a aligerar su peso debido a la erosión, posibilitando la elevación posterior de la Meseta y la formación del geosinclinal del Pirineo. Era Terciaria o Cenozoico Comenzó hace unos 65 millones de años y resultó decisiva para la configuración de la península Ibérica. Dentro de ella debe reseñarse el plegamiento alpino, producto del choque entre las placas euroasiática y africana, entre las cuales se encontraba la subplaca ibérica, dando como resultado dos potentes formaciones montañosas en sus zonas de contacto, los Pirineos entre la placa euroasiática y la subplaca ibérica y la Penibética con la africana. En este plegamiento se producirá un efecto distinto según la naturaleza del material depositado. Así donde los materiales son recientes, del mesozoico, se produce su plegamiento, como ocurre en las cordilleras Béticas y la Costero Catalana. En tanto que donde los sedimentos son más antiguos y, por tanto, más duros y quebradizos, se fragmentan en grandes bloques de enorme dimensión, dando lugar al llamado relieve en fractura o germánico con áreas elevadas (horst) y hundidas (graben). Así sucede en el Centro y Occidente de la Península. Este mecanismo es el que provoca la elevación del Sistema Central, producto de la fracturación de la placa y del empuje que las masas graníticas fundidas realizan de abajo arriba. En los bordes de la Meseta, en la cordillera Cantábrica y en la Ibérica se va a producir la compresión de una cobertera plástica poco potente sobre el zócalo rígido, dando como consecuencia la aparición de un relieve característico denominado sajónico o de plegamiento. Este proceso de formación de nuevas cordilleras integra, en algunas ocasiones, a restos de macizos más antiguos que ya habían desaparecido. A sus pies se encuentran zonas hundidas o depresiones, conformadas como profundos valles o brazos marinos –tal es el caso del actual valle del Guadalquivir y del Ebro- donde se depositan gran cantidad de sedimentos procedentes de las montañas circundantes, de manera que se va produciendo una lenta colmatación con arcillas, margas y calizas que los irán rellenando. Esta acumulación de materiales también se observa en la Meseta, donde configuran los depósitos terciarios. Otro cambio de enorme trascendencia lo constituyó el cierre del estrecho de Gibraltar que dejó aislado al mar Mediterráneo. Como en el caso del plegamiento alpino, su origen hay que buscarlo en el empuje de la placa africana sobre la euroasiática. Su reapertura solo se conseguirá después de un millón y medio de años, quedando definitivamente separados los continentes de Europa y África.

Otro fenómeno reseñable que se relaciona con el plegamiento alpino es el constituido por el vulcanismo, que se localiza en áreas de debilidad tectónica. Así sucede en el reborde sur del macizo Hespérico, en Campos de Calatrava, en la provincia de Ciudad Real, y en la zona de contacto de esta subplaca con la placa euroasiática, en la comarca de Olot (Gerona). En ambos casos todavía podemos localizar manifestaciones volcánicas residuales. Caso aparte lo constituyen las Islas Canarias, donde el vulcanismo sigue constituyendo un condicionante esencial del relieve. Era Cuaternaria Esta Era comenzó hace unos dos millones de años y llega hasta la actualidad. Muchos estudiosos del clima consideran que, de hecho, nos encontramos hoy en un período interglaciar, caracterizado por la tendencia a la aridez y las temperaturas elevadas. El fenómeno más característico de esta Era lo constituyen las glaciaciones, producto de un enfriamiento general de la atmósfera que dio lugar a la formación de una espesa capa de hielo sobre amplias zonas de la superficie del planeta. Las glaciaciones conocidas son las denominadas Günz, Mindel, Riss y Würm, aunque existen evidencias de una anterior, potentísima que recibe el nombre de Biber-Donau. El momento de cambio climático está representado por unas oscilaciones climáticas que duraron unos mil años y provocaron el deshielo y la vuelta al hielo consecutivos de los glaciares. Estos avances y retrocesos del frío se hallan bien documentados y sirven al prehistoriador para fijar cronologías absolutas. Fenómeno asociado al cambio climático es la basculación de la placa hespérica en sentido Oeste, provocando el levantamiento de la costa levantina, que deja al descubierto albuferas y barras arenosas formadas en el fondo marino, en tanto que la costa gallega y litoral portugués se hunden en el Atlántico, ocasionando un encajonamiento de los cauces fluviales que conocemos con el nombre de rías. Este mismo fenómeno dio lugar a la actual configuración de las cuencas fluviales, cuya formación está en relación directa con el plegamiento alpino pero que ahora adquiere su definitiva jerarquización, provocando que ríos que antes enviaban sus aguas hacia el Mediterráneo ahora cambien su trayectoria hacia el Atlántico, como así ocurre con el río Duero. Si resulta interesante y sorprende la configuración del espacio peninsular, aún más sugestiva es la perspectiva del fenómeno climático y biogeográfico de éste en momentos en los que el hombre está interactuando con la naturaleza. Por ello vamos a centrarnos en los dos grandes momentos que se han definido para el Cuaternario – Pleistoceno y Holoceno- repasando qué tipo de clima y, asociado a él, que especies vegetales y animales se desarrollan. Debemos tener en cuenta que los seres vivos se adaptan a las condiciones medioambientales, produciéndose variaciones de importancia dentro de ellas cuando se producen los cambios climáticos. Podemos señalar que las más importantes de esas variaciones están relacionadas con la extinción de determinados taxones que no logran readaptarse a las nuevas condiciones, la aparición de otras por colonización o por procesos de evolución. El estudio de todas las formas de vida durante la Prehistoria es un elemento esencial para entender el medio en el que se desenvolvía el hombre en esos momentos cruciales en el proceso de configuración de la humanidad moderna. Nos interesa la evolución de la vida de las especies actuales y extinguidas porque desentrañando los mecanismos de

dicho proceso estamos también estableciendo de manera directa cómo sucedió nuestra propia evolución en cuanto especie. Cuanto más sabemos sobre los mecanismos de aparición y evolución de los seres vivos mejor conocemos nuestro proceso de diferenciación y emergencia como especie diferenciada dentro del grupo de los Primates. El interés por todas las formas de vida presentes en un yacimientos está motivado fundamentalmente porque permiten poner fechas de manera absoluta a la vida de ese emplazamiento, pero también para observar las relaciones que se establecen entre el grupo humano y el medio: qué tipo de economía posee –depredadora (cazadorrecolector), productiva (ganadero, agricultor)-, qué tipo de fijación mantiene respecto al territorio –itinerante, permanente, nomadeo, etc.- o qué tipo de hábitat establece (campamentos al aire libre, cabañas, cuevas, aldeas, etc.). Debemos tener en cuenta que las relaciones que el hombre estable con el medio en todo momento están motivadas por un interés del grupo articulado en torno a tres grandes áreas de interés: la búsqueda de alimento, la obtención de útiles y herramientas y como elemento de inspiración a la hora de manifestar su sensibilidad artística y expresar sus creencias. 3. El Clima. Oscilaciones climáticas: El clima del Cuaternario comienza a configurarse durante la etapa denominada Villafranquiense, que hasta hace poco se incluía como fase final del Terciario. Se trataba de una fase de clima cálido y lluvioso que pronto se fue degradando hasta desembocar en la primera gran etapa glaciar conocida, la glaciación Günz. De esta manera el Pleistoceno dará comienzo a modo de bisagra, enlazando las últimas fases del Plioceno –final del Terciario- con las sucesivas fases de intenso frío y períodos interglaciares que lo recorren hasta desembocar en el clima actual –Holoceno-. El Pleistoceno arrancará con una primera fase, conocida como Plesitoceno Inferior que dura aproximadamente ochocientos mil años, desde hace 1.600.000 hasta hace 700.000 años. A lo largo de ellos se producirá el empeoramiento climático, acompañado de erupciones volcánicas que afectaron al Centro de Francia y al Noreste peninsular. Sus fases finales estuvieron marcadas por la regresión de los hielos que habían cubierto el continente europeo, salvo en sus áreas más meridionales. Al mismo tiempo que retrocedían las cubiertas de hielo se producían fenómenos tectónicos que afectaron fundamentalmente a las áreas litorales mediterráneas. La fauna mediterránea y la flora termófila que se había conservado en los fondos de valle más resguardados iniciará la colonización de los espacios que se liberaban de los hielos perpetuos, formándose masas forestales con especies mal adaptadas al frío y que en esos momentos encontraban mejores condiciones para su supervivencia, como el nogal, el plátano o el castaño. La fauna, por su parte, presentaba una clara dualidad entre los taxones supervivientes de etapas terciarias -como los caballos de tres dedos, los simios y los carnívoros de grandes dientes- y las nuevas formas más parecidas a las especies actuales como los uros, bóvidos, caballos y elefantes. Un recalentamiento generalizado puso fin hace unos 700.000 años al Pleistoceno Inferior. Se trataba de un período interglaciar, el Günz-Mindel que se extendió durante 50.000 años. Esta etapa está mal conocida y dio paso al Pleistoceno Medio que se desarrolló hace 700.000-130.000 años antes del presente. Este período interglaciar sería

seguido de una nueva etapa glaciar que duraría 350.000 años, la glaciación de Mindel. Sus efectos sobre la fauna y la flora no se hicieron esperar. Los bosques surgidos como consecuencia de las mejores condiciones climáticas del momento cálido con el que se inició el Pleistoceno Medio sufrieron un claro retroceso hasta quedar aislados en los valles mejor protegidos, donde las especies más resistentes lograron sobrevivir, al tiempo que avanzaba la tundra y la taiga en el conjunto del territorio. La fauna corrió una suerte similar. El intenso frío ocasionó la desaparición de las últimas especies supervivientes del Villafranquiense, que fueron sustituidas por otras mejor adaptadas al clima caracterizado por el intenso frío como el glotón, el zorro polar o el buey almizclero. Un nuevo período de temperaturas elevadas y abundante humedad señaló el final de la glaciación Mindel. Durante el interglaciar Mindel-Riss las masas forestales de encinas, pinos y abetos volvieron a colonizar el paisaje, abandonando los abrigados valles en los que se habían refugiado durante los fríos intensos. La fauna, sin embargo, presentaba el mantenimiento de especies muy adaptadas al frío como el ciervo de las turberas, el uro y el mamut, ubicados en latitudes donde el clima frío sigue rigiendo, en tanto que los espacios más cálidos eran ocupados por simios, guepardos, búfalos, rinocerontes, hipopótamos o elefantes. El Pleistoceno Medio se despide con otro cambio climático, la vuelta al dominio del glacis como consecuencia de la severa glaciación Riss, marcada por períodos de frío intenso que se extendería durante unos cien mil años. Su impacto sobre la fauna sería también drástico, extendiéndose en las áreas más favorables poblaciones de ciervos y grandes paquidermos como el mamut y el elefante antiguo. El Pleistoceno Superior se inicia con un fuerte recalentamiento que provoca el deshielo del Inlandsis y una retirada de los glaciares alpinos. Como consecuencia se produce una transgresión marina que lllegó a provocar una subida de más de 10 metros en algunos lugares de la costa. El período interglaciar Riss-Würm se desarrolló entre el 130.000 y el 100.000 antes del presente. A nivel continental se caracterizó por un gran avan¬ce de la vegetación arbórea que colonizó todo el espacio libre de hielo. Por los restos localizados en terrazas de ríos y playas fósiles puede desprenderse que la fauna de ese momento se correspondía con la propia de climas cálidos. Los artefactos asociados a ellas pertenecen a culturas de tradición Achelense y Musteriense. El clima cambió nuevamente hace unos 70.000 años, pasando a una fase caracterizada por el frío y la pluviosidad durante unos 20.000 años e intensamente frío y seco a partir de ese momento. El paisaje europeo hace 40.000 años volvió a cambiar. Regresaron los glaciares y la masa de hielo acumulada sobre el continente supuso una importante regresión marina, descendiendo el nivel del mar varias decenas de metros. El impacto sobre la vegetación fue riguroso. En los espacios libres de hielo los árboles son sustituidos por las estepas y praderas, asociándose a ellos una fauna propia de ambientes fríos como el mamut, el rinoceronte lanudo, el rebeco, la cabra montés o el antílope saiga. Muchos pequeños mamíferos emigraron buscando áreas menos inhóspitas. Otras especies, como el homo neanderthalensis, no pudieron resistir el conjunto de cambios y desaparecieron. Algunos autores señalan un cambio dentro de esta última glaciación Würm. Así hacia el 35.000 antes del presente sitúan un punto de separación que no tiene apoyatura

bioclimática sino cultural. El inicio del Paleolítico Superior con la presencia de una nueva especie humana, el homo sapiens sapiens y el desarrollo de culturas más evolucionadas dentro de las cuales se produce el fenómeno mágico de la aparición del arte. Por lo demás, el clima siguió siendo igual de frío durante más de 15.000 años y las especies vivas, tanto vegetales como animales, se mantuvieron en esta etapa, que conocería oscilaciones de escasa relevancia y que sólo hacia el 10.000 antes del presente comienza a presentar cambios de gran calado, dándose señales que alertaban del gran cambio climático, las oscilaciones, que pusieron fin al Pleistoceno y condujeron al Holoceno, con el conjunto de cambios de tipo bioclimático y culturales que ello supuso. El paso del Pleistoceno Superior al clima actual u Holoceno no se produjo de manera lineal sino que entre ambos períodos se extendió un largo período de fases intermedias que se conoce como Tardiglaciar, encuadradas a caballo entre Pleistoceno y Holoceno. En torno al 9.800 antes del presente se produjo la primera oscilación climática relevante, conocida como oscilación climática de Alleród, caracterizada por una tendencia a las temperaturas cálidas que provocaron la retirada de los hielos acumulados durante la glaciación de Würm. Esta mejoría sería transitoria, volviendo el clima frío hacia el 8.200. En torno a este momento se sitúa la llegada del Holoceno. Este período tampoco presenta una continuidad dentro de él, distinguiéndose momentos en los que la temperatura tiende a elevarse frente a otros que retrocede a bajas temperaturas. Sus inicios son conocidos como etapa Preboreal, con clima frío y seco con tendencia a suavizarse. Llega hasta el 8.800 antes del presente. La elevación de las temperaturas se conoce como etapa Boreal, desarrollada entre el 8.800 y el 7.500 antes del presente. El incremento de las temperaturas culmina con la etapa Atlántica, dándose temperaturas más elevadas que en el momento actual. Hacia el 4.500 antes del presente el alza de las temperaturas se invirtió, dando paso a la etapa Subboreal, más fría y seca. Finalmente hacia el 3.700 antes del presente da comienzo la fase actual conocida como Subatlántica. En resumen podemos señalar que durante estos últimos ocho mil años nuestro territorio se ha configurado tal y como se encuentra hoy. Las especies vegetales y animales adquieren los rasgos con las que las conocemos y el continente europeo se conforma en sus rasgos presentes, interviniendo en dicha configuración la elevación del nivel del mar, que deja territorios que antes estaban unidos como islas y una elevación de las masas continentales por isostasia, al perder el peso que suponía la enorme masa de hielo sobre la placa. 4.- Fauna y Flora En el continente europeo encontramos durante el Cuaternario unos biotopos muy diferenciados. En las áreas próximas al Inlandsis se extiende la tundra, territorio cuyo subsuelo permanece helado durante todo el año –permafrost- lo que impide el desarrollo de vegetación arbórea, reduciéndose ésta a especies estacionales como los líquenes y musgos. La fauna asociada a este biotopo lo constituyen los glotones, las liebres polares, el zorro polar, los lemmings, el reno de la tundra y los grandes mamíferos como el buey almizclero, el rinoceronte lanudo y el mamut. Cuando el suelo sufre deshielo pueden desarrollarse especies arbóreas como las coníferas, apareciendo la taiga y el bosque subártico, similar al que hoy encontramos en el norte de Rusia y Siberia. Aquí se localizaban glotones, linces, osos pardos, ciervos, renos y uros. En

zonas más templadas señoreaba el bosque formado por especies de caducifolios y perennifolios, ampliándose la fauna descrita para el bosque subártico con otras especies como hipopótamos, rinocerontes, bisontes y elefantes. La estepa continental mantenía zonas de bosques formados por especies de hoja perenne que alternaban con pastizales y praderías, algo similar al espacio de transición actual entre Siberia y el dominio de la estepa, ampliándose las especies localizadas en las zonas templadas con liebres, marmotas, ardillas, antílopes y varias especies de équidos. Degradación árida de esta estepa era la formada por grandes extensiones de especies herbáceas, con escasa presencia de matorral –la estepa continental cálida- cuyos cálidos veranos se alternaban con crudos inviernos en los que se daban abundantes nevadas. Su fauna característica estaba constituida por lepóridos, ardillas, antílopes de estepa y équidos, algunos de los cuales han llegado relictualmente hasta nuestros días, como el equus przewalskii, la única especie de caballo verdaderamente salvaje que encontramos en territorio de la actual Polonia. Finalmente debemos reseñar un biotopo fósil desaparecido. Se trata de la estepa loésica, caracterizada por un clima de permanente frío que se prolongaba hasta el verano y en el que los loess se cubrían con especies herbáceas de escaso desarrollo. Su fauna era similar a la correspondiente a la reseñada para la estepa, dándose además especies como la liebre, el zorro polar, el reno de la tundra, el rinoceronte lanudo, el buey almizclero, el bisonte de la estepa y el mamut. Hasta aquí se ha planteado el medio en su diversidad geográfica pero debemos tener presente que la Península Ibérica se encuentra sometida, como Europa en su conjunto, a una intensa variabilidad de modelos climáticos que nos llevan desde los momentos de mayor rigor glaciar hasta las etapas de clima bonancible. El extenso lapso de tiempo que abarca la Prehistoria veremos cómo es recorrido por esta sucesión hasta desembocar, como ya se ha anunciado en páginas anteriores, en el modelo actualmente imperante, caracterizado por la tendencia a la aridez y la elevación de las temperaturas. 5. El mar y la costa. Debemos tener presente que la línea de costa en la prehistoria no coincidía con el nivel actual. En los momentos de intenso frío, la acumulación de hielo sobre las masas continentales redujo el nivel del mar de manera sensible. Se calcula que en los momentos de mayor acumulación de hielo en nivel del mar bajo entre 50 y 70 metros bajo el nivel actual. Esta situación conlleva una ocupación de la línea litoral muy distinta a la que podemos encontrar hoy. Las estaciones ocupadas por el hombre en la línea de costa se encuentran ahora sumergidas a más de cuarenta metros bajo el nivel del mar. Su estudio hasta ahora resulta muy complicado. Sólo podemos abordar el análisis de los yacimientos superiores o ubicados en el interior. A la hora de analizar el poblamiento y la captación de los recursos ello distorsiona los resultados.

Tema 3 La evolución humana I. El origen del Hombre Introducción Taxonomía Homínidos primitivos. El género Homo Yacimientos españoles INTRODUCCIÓN. EL CREACIONISMO Por Creacionismo entendemos la explicación teológica de la realidad que nos circunda 1. El Creacionismo suponía aceptar que toda la Naturaleza era resultado de un Ser Superior (Dios o dioses) 2. El Creacionismo se sustenta en la Verdad revelada a los hombres por la Divinidad 3. El Creacionismo manifiesta la permanente cualidad de los seres vivos creados 4. El Creacionismo es, por lo tanto, inmutable. EL FIJISMO O TEORÍAS FIJISTAS Representa los primeros intentos filosóficos o especulativos de explicación de la aparición de los seres vivos Su fundamento es el mantenimiento del hecho de que los seres aparecieron y se mantienen siempre diferenciados y con las mismas características a lo largo del tiempo Se trataría de explicar el Creacionismo desde postulados de la Filosofía Las primeras teorías fijistas eran muy simples, aunque tenían base empírica: Teoría del homúnculo. El hombre se fecundaría con todos sus atributos Teoría de la Generación espontánea: Considera que el esperma iría ya el nuevo ser con todos sus caracteres Algunas teorías fijistas: a) teoría de la vis plastica

Se trata de una teoría predarwiniana. Supone que la naturaleza posee una fuerza moldeadora que explicaría su existencia y su fundamento está en el capricho de la naturaleza -ludus naturae- que llevaría a confeccionar formas caprichosas simulando seres vivos o herramientas. Un elemento muy conocido son las llamadas piedras de rayo. Estos útiles -hachas pulimentas- se habrían confeccionado como consecuencia de la caída de un rayo y no como producto humano b) Teoría catastrófica. Georges Cuvier (Geólogo y paleontólogo) Cuvier publica en 1817 el estudio conocido como Le Regne animal distribué d’après son organisation. El principio del catastrofismo se fundamenta en el hecho de la existencia de fósiles que deben ser explicados. El mecanismo explicativo resultaría la actuación natural puntual o catástrofe. En cada una de ellas se produciría la extinción de seres que se localizan en niveles geológicos. Las diferentes catástrofes habrían obligado al Creador a una actuación reparadora, lo que enlaza la teoría catastrofista con el Creacionismo. Las primeras teorías sobre el origen de la vida: El evolucionismo: Teoría de Juan Bautista Lamarck. Fue un Naturalista de principios del siglo XIX. Publica Filosofía zoológica (1809) donde se contiene su teoría conocida como “la función crea el órgano”. Principios de la teoría de Lamarck: 1. Influencia del medio: los cambios en el medio ambiente son los que provocan nuevas necesidades en los seres vivos 2. Como consecuencia de los cambios en el medio los organismos deben adaptarse, modificando el uso/desuso de sus órganos. 1. Un uso continuado de un órgano acelera su crecimiento 2. El desuso continuado provoca su anquilosamiento 3. Ley de carácter adquirido: Las modificaciones orgánicas se transmiten genéticamente. Así los órganos más utilizados se desarrollan más y los no utilizados tienden a desaparecer. 4. Conclusión: El mecanismo de cambio es por acumulación de caracteres adquiridos a lo largo de muchas generaciones. b) El evolucionismo: La selección natural de Charles Darwin (1809-1882) Va a estructurar sus teorías a partir del segundo viaje de la Beagle (1831-1836). Publica: Diarios del 2º viaje de HMS Beagle (1837-1839) y posteriormente El origen de las especies mediante la selección natural o la conservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida (22 noviembre 1859). En 1871 aborda El origen del hombre. Influencias:

Lyell-Geología Wallace- Selección natural Malthus-Crecimiento de la población y escasez de recursos Mecanismos de la SELECCIÓN NATURAL 1. Solo los individuos mejor adaptados logran sobrevivir 2. Solo los individuos más adaptables logran la supervivencia ante un cambio en el medio TAXONOMÍA ταξις = ordenación νομος = norma El hombre dentro de la Naturaleza Reino Animal Filum Cordados Subfilum Vertebrados Clase Mamíferos Orden Primates Semiorden Haphorrhini Suborden Anthropoidia Infraorden Catarrhini Superfamilia Hominoidea Familia Hominidae Subfamilia Homininae Tribu Hominini Genero Homo Especie Homo Sapiens Regla Mnemotécnica: El rey es un filósofo que ordena para su familia géneros de

buena especie II. HOMÍNIDOS PRIMITIVOS

Dentro del reino animal y siguiendo los criterios de clasificación de la zoología, el ser humano se identifica como un mamífero perteneciente al orden de los primates, suborden de los simios, superfamilia Hominoidea, familia de los homínidos y, finalmente, como perteneciente al género Homo. No nos debe extrañar que los humanos compartamos un gran número de características con los simios (monos sin cola), ello significa no sólo que tuvimos un antepasado común, sino que a través de su estudio encontraremos las pistas sobre la evolución y el comportamiento de nuestros ancestros. Por lo tanto, los primates no humanos nos ofrecen un modelo único para comprender los orígenes humanos. Cuando utilizamos el término Homínido nos estamos refiriendo a los géneros enumerados como hominidae. Mientras que el término humano se aplica únicamente a los individuos anatómicamente modernos y reconocibles como tales, es decir, Homo sapiens sapiens. Desde una perspectiva biológica el ser humano es clasificado zoológicamente como un mamífero, que pertenece al orden de los primates, a la superfamilia hominoidea, a la familia de los homínidos y al género Homo. Hoy día ya no hay ninguna reserva en afirmar que los homínidos y los chimpancés somos parientes próximos, que tuvimos un antepasado común y que compartimos el 99% de nuestro material genético. Pero donde el trabajo de los investigadores está aún por concluir es en hallar los mecanismos y las causas que condujeron a una línea de primates que evolucionaron hasta los homínidos

¿Qué son los primates? El término "Primate" significa el primero de la lista y se debe a Linneo, quien lo utilizó por primera vez en 1758 en la décima edición de su obra "Sistema Naturae" para designar al grupo que incluye al hombre y a los simios. En la actualidad la noción de

primate sigue siendo la misma, pero engloba las formas originarias, es decir, los antepasados comunes de los monos y del género Homo. Son mamíferos placentarios en su mayoría arborícolas, descendientes de los insectívoros. Cuando decimos vida arborícola, estamos asumiendo una serie de transformaciones y de adaptaciones que aún permanecen en los primates de hoy, sin excluirnos a nosotros mismos. Estas adaptaciones son: -

Manos capaces de sujetarse a las ramas y de coger pequeños alimentos

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Extremidades con cinco dedos

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Presencia del pulgar oponible al resto de los dedos que le convierte en una mano prensil

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Dedos provistos de uñas planas para poder tener precisión

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Ojos juntos y dirigidos hacia delante para tener visión estereoscópica, en tres dimensiones, básicamente para facilitar el desplazamiento por las ramas de los árboles y ven en color lo que les sirve para diferenciar las tonalidades de la comida

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Habilidad para permanecer de pie o para dejar los brazos libres para agarrarse o manipular comida

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Postura vertical del tronco en posición erguida y Foramen Magnum oblicuo y bajo

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Desarrollo del cerebro y progresiva reducción de la cara

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Localización pectoral de las glándulas mamarias

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Largo periodo de desarrollo juvenil

¿Qué son los homínidos? -

Son primates no arborícolas

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Cuerpo erguido y viven en el suelo

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En su desarrollo postnatal aprenden a permanecer en posición bípeda permanente. Por lo tanto es una conducta adquirida, no es un acto reflejo innato como en el resto de animales. Una prueba es que los niños ciegos nunca intentan caminar de pie a no ser que se les enseñe.

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Su cráneo es globular

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Su cara es reducida

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Sus hemisferios cerebrales son enormes, con circunvoluciones bien desarrolladas

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Su columna vertebral presenta una curvatura lumbar

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Su pelvis es ancha y reducida

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El pie presenta un dedo pulgar no oponible al resto

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La dentadura es menos fuerte que la de los antropoides

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Los caninos son pequeños

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Los premolares inferiores tienen dos cúspides

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Pérdida de la cola

BIPEDISMO Introducción La originalidad de los homínidos reside en tres rasgos que parecen haber evolucionado de forma independiente: el bipedismo, la estructura dentaria y el tamaño del cerebro. De todos ellos, el primer sistema en evolucionar fue el bipedismo. Los restos de Sahelanthropus, Orrorin, Ardipithecus y A. anamensis con una cronología entre los 7 y los 4’2 ma., así como las huellas fósiles del yacimiento de Laetoli (con 3’7 ma.) nos muestran que los primeros homínidos eran bípedos. Por lo tanto, la historia del origen del linaje humano es básicamente la historia del origen del bipedismo, y podemos remontarla hasta los 7 millones de años. El bipedismo es una forma de desplazarse en la que únicamente están implicadas las extremidades inferiores. La comunidad científica está de acuerdo en que el bipedismo es una forma lenta de locomoción. Por lo tanto, hemos de rechazar la idea de que los homínidos adquieren esta forma de desplazarse para alcanzar mayor velocidad y así escapar de los predadores. Otra hipótesis argumenta que el cambio que supuso el pasar de vivir en un medio arbóreo a uno terrestre fue la causa que originó el bipedismo. Sin embargo, los chimpancés y gorilas son terrestres y no obstante cuadrúpedos, ya que usan los nudillos

de las manos para desplazarse. No hemos de olvidar que la selección natural actuó bajo similares entornos e idénticas condiciones ecológicas, tanto en los simios como en los homínidos, y las modificaciones que se produjeron en el aparato locomotor no necesariamente tienen que conducir al bipedismo. Muchos investigadores sostienen que el bipedismo se originó de forma gradual. De este modo, y según este planteamiento, tanto en la braquiación o desplazamiento a través de las ramas de los árboles, como en la forma de caminar de los chimpancés y gorilas, apoyándose en los nudillos, podríamos encontrar el ancestro de los homínidos bípedos. En un trabajo reciente, Richmond y Strait estudian el brazo, mano y muñeca del A. anamensis y A. afarensis, demostrando que su configuración es similar a la de los grandes monos africanos. Por tanto, los homínidos debieron compartir un antepasado común con chimpancés y gorilas que se desplazaba usando las extremidades superiores e inferiores. El contexto medioambiental en el que se generó el bipedismo ha sido otro de los temas ampliamente discutido, planteándose entonces que fueron los cambios ambientales (básicamente desaparición del bosque) el motor de cambio que conduce al bipedismo. Sin embargo, hoy sabemos que los primeros bípedos se documentan en medios forestales, por lo que no hay pruebas de que fueran los ambientes abiertos los que causaron la aparición del bipedismo.

La anatomía del bipedismo La adopción de la postura bípeda de los homínidos conlleva modificaciones esqueléticas y musculares en el cráneo, la caja torácica, columna vertebral, zona pélvica, en la posición del centro de gravedad, en los miembros inferiores, pie y miembros superiores. Para que el bipedismo sea posible, los homínidos han tenido que reestructurar toda la arquitectura del esqueleto. En el cráneo se modifica la posición del agujero occipital y la forma en que se inserta la columna vertebral. En los homínidos, el cráneo se mantiene en equilibrio en relación con la columna vertebral, con la que se inserta verticalmente. Cuando observamos los modelos de los cuadrúpedos terrestres, vemos cómo la columna se inserta oblicuamente y necesita unos poderosos músculos para la sujeción del cráneo. La caja torácica en los homínidos tiene forma de tonel mientras que en los primates

tiene forma de embudo. La morfología es producto de la forma de desplazarse, ya que el uso de los brazos al caminar posiciona el peso del cuerpo en un punto distinto del de los homínidos. La columna vertebral de los homínidos está curvada en su parte inferior. Los primates tienen una columna que presenta dos curvaturas, mientras que los homínidos tienen una columna con cuatro curvaturas. Esta modificación es necesaria para adquirir la verticalidad, amortiguar el peso del cuerpo cuando caminamos y para que el centro de gravedad caiga en el polígono que forman los talones. La pelvis de un bípedo es bastante diferente de la de un cuadrúpedo. La mayor diferencia reside en las alas del hueso iliaco, que son más cortas y anchas en los homínidos y se orientan hacia los lados del cuerpo. En los otros primates son largas y estrechas, orientándose hacia el dorso. La estructura de los bípedos es necesaria para soportar el peso del cuerpo cuando la pierna está en la fase de balanceo. El centro de gravedad de los homínidos se sitúa en una posición mucho más baja que en el resto de los primates. En el ser humano, este centro de gravedad se sitúa en la pelvis, mientras que en los otros primates se encuentra por encima, y está ligado con el mantenimiento del equilibrio. Si nos fijamos en la distribución de la masa muscular, los homínidos aumentan los músculos de las extremidades inferiores y disminuyen la del tronco. Los miembros inferiores adquieren una mayor longitud y musculatura en los homínidos. El cuerpo del fémur se inclina hacia dentro, con el objeto de compensar el ensanchamiento que se produce en la pelvis. Lo más llamativo sobre el fémur de un bípedo es que muestra un ángulo interior desde la cadera a la rodilla que se conoce con el nombre del ángulo Valgus, que es característico de los homínidos. El pie en los homínidos presenta una bóveda en su planta con dos curvaturas, una en el plano transversal y otra en el longitudinal, así como un hueso del talón muy desarrollado. Los dedos son cortos y paralelos entre ellos. El dedo pulgar nunca es divergente de los otros dedos del pie y no sirve para agarrar objetos. Otra característica es que los miembros superiores se acortan en los homínidos, llegando en el Homo sapiens hasta la mitad de su altura, mientras que en los antropoides los brazos tocan el suelo.

Las pruebas fósiles

Los diferentes trabajos de campo van descubriéndose nuevos restos que destruyen el paradigma existente y crean nuevas fronteras en el conocimiento. Hasta hace bien poco las pruebas fósiles para hablar de bipedismo residían en el yacimiento de Laetoli (3'7 ma.), en los aún no publicados restos de Ardipithecus (4'4 ma.), y en el Australopithecus anamensis (4'1). Los trabajos llevados a cabo por Pickford y Senut en Kenya a finales del 2000 han llevado la constatación del bipedismo a los 6 ma., retrasando las primeras pruebas fósiles sobre la existencia del bipedismo unos 2 millones más allá de lo conocido. Nuevamente el descubrimiento de un cráneo de la especie Sahelanthropus tchadensis remonta el bipedismo hasta los 7 millones de años, siendo en este caso la base del cráneo y las inserciones musculares en la parte posterior los rasgos que indican un claro bipedismo.

El primer podograma El pie humano es una de las adaptaciones más características para poder desplazarnos de forma bípeda, se trata de 26 huesos que se mueven tras cada movimiento. La primera prueba indirecta de que los homínidos caminaban de forma bípeda son las huellas de Laetoli (Tanzania). Este yacimiento excepcional nos muestra las improntas o negativos dejados sobre un suelo embarrado por distintos animales, entre ellos unos homínidos, hace unos 3’7 millones de años. Las huellas de Laetoli fueron descubiertas por el equipo de Mary Leakey en 1978, excavadas en parte y recubiertas después con arena para su protección. Sin embargo, las semillas de acacia germinaron y las raíces afectaron a las huellas, por lo que a partir de 1993 la fundación Getty llevó a cabo un proyecto de restauración y conservación de este yacimiento. El yacimiento consiste en unas huellas fósiles dejadas por una criatura similar al Australopithecus afarensis o A. anamensis al caminar sobre una capa de cenizas volcánicas, formadas hace unos 3’7 millones de años. Han quedado conservadas debido a que la erupción de un volcán próximo el Sadiman dispersó una ceniza rica en carbonatita (cemento natural) que al secarse se solidifica. Inmediatamente después, una fina lluvia convirtió en barro la capa de ceniza y cuando todavía estaba húmeda una

auténtica "caja de fieras" según Roger Lewin cruzó por ella, quizás huyendo de la erupción. Liebres, mandriles, antílopes, elefantes, etc., (en total cerca de una veintena de especies distintas) dejaron sus pisadas en el cemento, antes de que fraguara, al igual que 2 ó 3 homínidos que se unieron al éxodo. Finalmente, la colada en solidificación fue recubierta por más ceniza, quedando oculta hasta que la meteorización la expuso a la vista en 1976. Las huellas de homínido en Laetoli consisten en dos hileras de pisadas, paralelas y separadas unos 25 cm unas de otras. En una línea, las huellas son más pesadas y más grandes y están bordeadas de salpicaduras, como si el terreno estuviera fangoso. Las otras son más pequeñas y ligeras y están más definidas, como si hubieran sido hechas en un terreno algo más endurecido. La longitud de los pasos es de unos 38 cm, por lo que se les supone una altura a los homínidos que las generaron entre 1.20 y 1.40 metros. El estudio fotogramétrico ha revelado que el modo de caminar era absolutamente igual al nuestro, con los mismos puntos de apoyo: el talón, la cabeza del primer metatarso, el arco de la planta elevado y el pulgar alineado (no divergente). Hace 3’7 ma. en Laetoli tenemos pruebas de la locomoción bípeda, que bien podríamos llamar el primer podograma de la humanidad. La iconografía más extendida de Laetoli es la que muestra a tres individuos. Dos de ellos, uno más grande que otro, caminaban en paralelo, uno junto al otro. El tercer individuo caminaba, detrás de ellos, de manera que sus huellas se sobreimponían a las del individuo más grande.

Modelos sobre el origen del bipedismo Buscar el origen y los factores que condujeron a los homínidos a adoptar la locomoción bípeda, es uno de los temas que más ha apasionado a los estudiosos de la evolución humana. Cada planteamiento se ha asociado a nuevos datos conocidos sobre la forma de vida y el medio en el que viven y se desarrollan los primeros homínidos. Así, cuando se planteó que los homínidos vivían en espacios abiertos, se pensó que el bipedismo sería una adaptación necesaria para protegerse de los depredadores, aumentar la visibilidad en la sabana africana o simplemente como una forma de mostrar su agresividad en los enfrentamientos con otros machos. Repasaremos los planteamientos que han tenido un mayor impacto en la comunidad

científica y que podemos agrupar en los modelos del forrajeo a grandes distancias; modelos basados en el comportamiento materno; teorías fundamentadas en la estrategia reproductora de los homínidos y finalmente la hipótesis basada en la regulación de la temperatura corporal.

Modelos basados en el forrajeo a grandes distancias Los homínidos para obtener los alimentos necesitarían desplazarse por el paisaje, presentándose el bipedismo como una adaptación necesaria y básica. De este modo, los homínidos podrían recorrer el territorio buscando recursos alimenticios que una vez encontrados trasladarían hasta lugares seguros para su consumo. En 1983, Pat Shipman planteó que los primeros homínidos eran carroñeros, que vivían ahuyentando a los carnívoros de sus matanzas y robándoles la carne, llevándola luego a un lugar seguro para su consumo. La crítica más generalizada fue que los Australopithecus no consumían carne, y que su dieta estaba formada por hojas y frutos frescos. Hoy ya no se puede mantener la crítica, ya que el estudio de los isótopos estables en el esmalte dentario de los homínidos –A. africanus- consolidan la idea de que el consumo de carne era alto en la dieta de los primeros homínidos. Dentro del mismo modelo incluimos la propuesta hecha por P. Rodman y H. McHenry de la Universidad de California, que sugieren que el bipedismo fue una respuesta al cambio que se produjo en la distribución de los recursos dietéticos durante el Mioceno Medio: entre los 7 y los 5 ma, el ambiente se vuelve más seco y las fuentes de recursos se hacen más dispersas y escasas en el paisaje. Esto pudo haber forzado a nuestros ancestros a cubrir mayores distancias en la búsqueda del alimento básico, y el bipedismo habría sido una buena respuesta, ya que es más eficiente que el cuadrupedismo convencional cuando nos desplazamos andando y hemos de recorrer grandes recorridos. Los chimpancés son un 50% menos eficaces, energéticamente hablando, que los cuadrúpedos convencionales (caballo, ciervo), tanto cuando andan por el suelo como cuando marchan con los nudillos. Por lo tanto, para que el bipedismo pudiera desarrollarse entre los primates, todo lo que se necesitaba era la presencia de una modificación ecológica -mayor dispersión de los recursos en el paisaje- favoreciéndose aquellas especies que adoptan el bipedismo como una ventaja selectiva.

Por lo tanto, ante una fuente de alimentos más dispersa la adaptación bípeda representa una mayor eficiencia energética en la locomoción y ésta bien pudo ser una fuente más dispersa de alimentos. Tomando las palabras de Rodman y McHenry, el bipedismo fue "una forma de vivir donde un simio no podía vivir", no siendo necesario postular razones especiales tales como las herramientas o el transporte para explicar la emergencia de este nuevo método de locomoción. Al moverse en ambientes más abiertos, los homínidos tuvieron que buscar alimento cada vez más lejos. El bipedismo les permitió desplazarse lo suficientemente lejos como para encontrar la comida necesaria, pero eso requería más tiempo con lo que se desgastaría su tiempo social y de descanso, al igual que estar activos en horas de más calor o moverse más rápidamente, aumentamos la temperatura del cuerpo. Al resolver los problemas energéticos - alimentación -, chocamos con otros de temperatura del cuerpo. Resolver un problema en una dirección nos lleva a crear otros. Este es el dilema de la evolución que afectan a la conducta social de los homínidos, ya que tienen que dedicar menos tiempo al descanso y a las relaciones sociales y ello conlleva modificaciones en la composición de los grupos.

Modelos basados en el comportamiento materno Bajo la idea central de que las crías humanas nacen muy indefensas y son incapaces de agarrarse a su madre como lo hacen las de las otras especies de primates, Nancy Tanner plantea que el bipedismo surge como una manera de facilitar a las madres el transporte de su prole. Las crías humanas son dependientes porque tienen el cerebro más grande que el de los otros primates, y necesitan más meses de gestación para que alcancen el desarrollo óptimo. El tiempo de gestación humana es más corto de lo que debiera ser para el tamaño de nuestro cerebro. Si los humanos retardaran el momento del parto hasta que su desarrollo cerebral fuera completo, su cabeza sería demasiado grande para pasar por el canal obstétrico. Por tanto, al nacer con un grado de desarrollo cerebral incompleto, las crías humanas dependen totalmente de los adultos para su subsistencia. Tanner piensa que los primeros homínidos tuvieron crías tan dependientes como las de los humanos modernos. Sin embargo, esta teoría presenta algunos problemas, entre otros que los primeros homínidos tenían una capacidad cerebral más parecida a la de los chimpancés que a la del ser humano actual. De ese modo, es inverosímil pensar que sus

crías fueran totalmente dependientes, y más incomprensible que no fueran capaces de sujetarse a sus madres como hacen los simios. Por tanto, la teoría de Tanner sobre el origen del bipedismo como medio de transporte de las crías no tiene en la actualidad un apoyo empírico suficiente.

Modelos basados en las estrategias reproductivas El estudio y publicación del A. afarensis más completo y mejor conservado –Lucy-, hizo que a principios de los ochenta Lovejoy propusiera un modelo para explicar el bipedismo enmarcado en las estrategias de reproducción de los homínidos. Este modelo puede ser complementado en sus lógicas lagunas con los trabajos de Fisher. Los grandes monos africanos siguen la estrategia reproductiva basada en tener pocas crías y dedicarles mucho tiempo a su cuidado. Normalmente tienen una cría cada 5 o 6 años. La explicación biológica reside en el amamantamiento y cuidado de la cría que inhibe en la hembra el inicio de un nuevo ciclo reproductivo. Los homínidos es evidente que han aumentado ese índice de natalidad superando el umbral de la incertidumbre de una sola cría. Pero, ¿qué hicieron distinto los homínidos a los demás monos africanos? Según Lovejoy, transformarse en bípedos. Una menor movilidad de la hembra y en general del grupo hace que se gaste menos energía y se consigue asegurar en un porcentaje elevado la supervivencia de la prole, ya que tanto la madre como las crías gozan de la protección del grupo y se exponen en menor medida a los predadores. Lovejoy plantea que a menor movilidad se consigue una mejor adaptación, y por tanto una probabilidad mayor de que las crías se puedan valer antes por sí mismas. Esto mismo conlleva que la madre inicie un nuevo ciclo de reproducción, por lo que se reduciría el tiempo entre los partos. Sin embargo, la menor movilidad hace más difícil conseguir comida y a la vez supone más bocas que alimentar. Por lo tanto, si en el planteamiento de Lovejoy introducimos un poco de cooperación del grupo, los machos transportarían comida para alimentar a las crías y a las hembras. La hembra puede disponer de ayuda y vivir en una unidad social inteligente, con todas las ventajas e inconvenientes que podamos encontrar. Si uno se hace menos móvil puede hacerse más bípedo. Si uno no tiene que correr mucho, puede permitirse ser menos eficiente en la carrera y ganar en capacidad para coger y transportar comida adicional que se necesita a medida que aumenta el número

de crías. La hembra a su vez también ha mejorado, cuando era cuadrúpeda sólo tenía una mano libre, ahora puede disponer de dos. Llegados a este punto, Lovejoy plantea que el bipedismo generará la monogamia y con ello se conseguiría rebajar la agresividad entre los machos del grupo. Para argumentar este último punto, Lovejoy llama la atención sobre el comportamiento de chimpancés y gorilas. Las hembras abandonan los grupos en los que se han criado cuando llegan a la pubertad y se integran en otros grupos distintos. Pero cuando llega al nuevo grupo la hembra tiene una cría, los machos del grupo matarán a su prole, pues están muy interesados en que la madre esté disponible cuanto antes para ser fecundada. Para que un macho cuide a la hembra y las crías, tiene que estar seguro de que lleva sus propios genes, y la forma de estar seguro de la paternidad era la monogamia. Según Lovejoy, los homínidos actuarían del mismo modo. La locomoción no consiste en un simple desplazamiento sino que forma parte del mecanismo total de supervivencia de la especie, el cual incluye tanto el apareamiento, la socialización, la comida y el juego infantil. De este modo, las críticas hacia el modelo planteado por Lovejoy han sido numerosas. El aumento de la natalidad no parece ser el elemento clave para explicar el bipedismo, ya que los índices de natalidad en las sociedades no agrícolas es de un niño cada 5 años, muy comparable a la de los chimpancés, con una cría cada 4 u 8 años. En cuanto a la colaboración del macho en la aportación de alimentos y en el cuidado de las crías, si analizamos las sociedades pre-agrícolas vemos que es la hembra la que aporta el 80 % de las calorías totales de la dieta, mientras que el varón caza en zonas alejadas, o sigue a las manadas de animales, no superando el 20% la contribución de éstos en la dieta. La parte más débil de la hipótesis de Lovejoy reside en su explicación de la formación de la pareja y del núcleo familiar. Su lógica reside en suponer que el varón ha de estar seguro de que la descendencia es realmente suya. Esto implica adoptar un sistema monógamo como el del gibón, pero en las especies con un sistema monogámico ambos sexos tienen un tamaño similar. En los primeros homínidos hay un marcado dimorfismo sexual, lo que hace poco probable que los primeros homínidos fueran monógamos. Dentro de los modelos basados en las estrategias reproductivas, no podemos olvidar el

planteado por Helen Fisher con respecto al cuidado de las crías y la aportación del alimento básico, que se conoce bajo el epígrafe del contrato sexual. Esta hipótesis pone de relieve que los cambios ocurridos en la sexualidad femenina fueron tan importantes para la evolución humana como la aparición del bipedismo. Así, esta autora plantea que la especie humana es la única que continuamente esta dispuesta a mantener relaciones sexuales. La explicación, según Fisher, reside en los cambios que condujeron a la aparición de los homínidos. El bipedismo trajo consigo la modificación de la pelvis, y con ello la reducción del canal obstétrico, con lo que los partos se habrían vuelto más difíciles. Algunas hembras alumbrarían a sus crías de modo prematuro, que tendrían una cabeza más pequeña y traspasarían mejor el canal del parto, con todo ello asegurarían la supervivencia de las propias hembras. Si las crías nacen de forma precoz, necesitan más meses de cuidados, lo que implicaría una menor movilidad de las hembras frente a los machos. Según Fisher, es en este momento cuando surge un pacto con los machos: el contrato sexual.

Modelos basados en la regulación de la temperatura corporal Peter Wheeler ha estudiado cómo los seres humanos regulan la temperatura del cuerpo y la ha puesto en relación con la postura erguida, la desnudez y el sudor, planteando uno de los modelos que más reconocimiento tiene entre la comunidad científica. Bajo la premisa de que los mamíferos terrestres presentan un problema de aumento de la temperatura del cuerpo o hipertermia, tanto cuando realizan actividades musculares como si su hábitat está en zonas ecuatoriales, plantea que han tenido que desarrollar mecanismos de protección para los tejidos corporales, el cerebro y especialmente para el sistema nervioso. Los homínidos han evolucionado en un contexto de estrés térmico, por lo que el bipedismo pudo ser la solución al problema termodinámico en su organismo: al separar el cuerpo del suelo nos beneficiamos de las brisas para refrescar el cuerpo, alejamos el cuerpo de un foco de calor -el suelo- y exponemos una menor superficie al sol en las horas de máxima altura. Si desaparece la cubierta de árboles estamos expuestos a una mayor radiación solar y por lo tanto tenemos que enfriar nuestro cuerpo de alguna manera, la respuesta es la posición bípeda, consiguiendo una menor exposición a los rayos del sol y a la vez necesitaremos una menor cantidad de agua para vivir. Por otro lado llama la atención que los humanos apenas tengan pelo en su cuerpo en

comparación con los mamíferos. El elefante, rinoceronte, ballenas, etc., tampoco tienen pelo en el cuerpo y la explicación no pasa por pensar que los humanos o los elefantes tuvieron una fase de su evolución acuática sino que compartieron un problema común: El control de la temperatura de su cuerpo. Si comparamos la densidad de glándulas sudoríparas y el índice de sudor, éste es mucho más elevado en los humanos que en los primates. Ello conlleva un coste energético considerable, ya que somos criaturas muy sedientas. Los humanos regulamos la temperatura del cuerpo a través de la piel y mediante el sudor, permitiendo de ese modo que el calor del centro del cuerpo se disipe hacia la piel. Tanto la ausencia de un denso pelo corporal, como la abundancia de glándulas sudoríparas y la posición bípeda, son un conjunto de innovaciones que se dan en los humanos actuales y que probablemente también debieron darse entre nuestros antepasados homínidos. El modelo Wheller de la termorregulación esta planteado para individuos estáticos expuestos al sol, no para individuos que caminan por el paisaje. Caminar conlleva más cambios térmicos de lo que estaba previsto. Hay actividades como la recolección o desplazamientos en busca de recursos que son compatibles con la sombra Ruxton plantea un modelo que sugiere que la postura erguida, probablemente evolucionó por razones que nada tienen que ver con la regulación de la temperatura corporal, aunque esta termorregulación favorece la caída del pelo corporal. Planteando que una progresiva pérdida del pelo corporal permitiría a los individuos estar activos en ambientes calurosos (al anochecer y al amanecer) sin que se produzcan sobrecalentamientos. Asumiendo que los primeros homínidos tenían similar reacción a hipertermia que los humanos modernos, se calcula que los homínidos cubiertos de pelo sólo habrían sido capaces de caminar bajo la luz del sol (suponemos cielos despejados y una temperatura máxima del aire cerca del suelo de 40 ° C) durante 10-20 minutos antes de un sobrecalentamiento suficiente para inducir síntomas de calor accidente cerebrovascular, similar tanto en hombres como en mujeres. Conforme estos homínidos van perdiendo el pelo o aumentando la capacidad de sudoración, va aumentando el tiempo que pueden estar expuestos sus habilidades. El modelo que plantea Ruxton sugiere que sólo cuando la pérdida del cabello y la capacidad de sudoración alcanza los niveles de los humanos modernos, podían los

homínidos estar activos durante el día en ambientes cálidos y abiertos. La selección ha favorecido comportamientos como caminar a primera o ultima hora del día. Desarrollar el proceso de sudorización antes de la pérdida del pelo corporal

Candidatos a antepasados comunes •

Ardipithecus Ramidus o Entre los 6 y 7 m.a. o Reducido prognatismo subnasal sin diastema canino o Cerebro entre 320- 380 gramos. o Anchos y continuos torus supraorbitales o La base del cráneo y las inserciones musculares en su parte posterior indican un claro bipedismo. Tenía una altura no superior a la del chimpancé común o Pequeños caninos con grueso esmalte dentario

- Esta especie fue definida a partir de los descubrimientos que se llevaron a cabo entre los años 1992 y 1993 en la localidad de Aramis (Etiopía), situada en el valle medio del río Awash. A partir de entonces se ha estado trabajado constantemente, prueba de ello es la publicación en 2009 de 11 artículos en una misma revista de Science. Se data alrededor de 4’4 ma Hoy día sabemos que vivía en los árboles y que se desplazaba utilizando las cuatro extremidades, en el suelo podía permanecer erguido en recorridos muy cortos, por lo tanto no podemos considerarlo como un homínido. Presenta algunos caracteres primitivos como los dedos grandes de los pies que se pueden oponer de forma similar a como lo hacen los monos, y le permite trepar a los árboles y caminar entre las ramas. Podemos afirmar que no se encuentra en la misma línea evolutiva que los chimpancés modernos ya que su estructura dentaria muestra unos caninos poco desarrollados y por tanto no puede utilizarlos para intimidar en los conflictos sociales y nos demuestra que eran poco agresivos. Los molares son bastante pequeños y el esmalte dentario es delgado. La fina capa de esmalte dentario parece indicar una dieta semejante a la de un chimpancé, un omnívoro que consume mucha fruta. Sabemos que el A. ramidus vivió en un bosque o ambiente arbolado, tratándose de un

paisaje más cerrado que el de cualquier homínido posterior. Se conoce una nueva especie dentro de este género Ar. Kadabba que presenta una cronología de 5’8 ma, aunque hoy es mucho menos conocido que el ramidus.

Orrorin tugenensis Hasta el año 2000 el yacimiento de Lukeino (Kenia) era tan solo un molar inferior. Se consideraba como el representante de un ancestro común del lado de los chimpancés y homínidos. Con una cronología entre 6'3 y 5'6 ma, se posicionaba como un resto muy antiguo pero sin poderse atribuir a ninguna especie concreta. Con la llegada del nuevo milenio los investigadores Pickford y Senut han encontrado en la formación de Lukeino unos 13 restos de homínido asociados con fauna, que corresponden tanto al esqueleto postcraneal (fémur y húmero) como a fragmentos de mandíbula y dientes. El material se sitúa en depósitos lacustres y fluviales que han podido ser datados radiométricamente tanto en la base, 6'2 ma, como en el techo 5'65 ma A partir de estos restos se define un nuevo género Orrorin (original man) y una nueva especie Orrorin tugenensis. El estudio de este género muestra que caminaba bípedo y que se trata de un ancestro directo de los humanos modernos, por lo que todos los australopitecos deben ser relegados a una rama lateral en favor del Orrorin. Posee unos caninos relativamente pequeños y unos molares robustos, lo que se interpreta como una especie cuya dieta se basaba en el consumo de fruta y vegetales. Sus molares son más pequeños que los del Australopithecus y de una talla similar a los del Ardipithecus. Orrorin confirma que los molares pequeños con una gruesa capa de esmalte es un rasgo arcaico de la línea de los homínidos, que retiene el clado del Homo. Los australopitecos mantienen la estructura del esmalte grueso en los dientes pero desarrollan una megadoncia. Los elementos postcraneales sugieren que Orrorin era bípedo y que conservaba agilidad para subir a los árboles.

Sahelanthropus tchadensis El trabajo continuado de Michel Brunet en la zona del Chad ha llevado consigo el descubrimiento de seis homínidos en la parte central de África, se cuenta con un cráneo

casi completo que ha constituido una nueva especie y un nuevo género Sahelanthropus tchadensis. Su antigüedad entre 6 y 7 ma se ha obtenido de forma indirecta por el estudio de la fauna, que se asocia a los conocidos yacimientos de Lukeino y Lothagam (Kenia) datados entre 7 y 6 ma. Este nuevo género (Sahelanthropus) posee bastantes caracteres derivados que encontramos en los homínidos posteriores (Kenyanthropus y Homo): -

Reducido prognatismo subnasal sin diastema canino

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Anchos y continuos torus supraorbitales

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La base del cráneo y las inserciones musculares en su parte posterior indican un claro bipedismo. Tenía una altura no superior a la del chimpancé común

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Pequeños caninos con grueso esmalte dentario. Más delgado que en los australopitecos y muy parecido al de los humanos.

Igualmente se documentan rasgos primitivos como: -

Cráneo relativamente alargado con un volumen endocraneal entre 320 y 380 cm3, le hace muy similar a los gorilas machos actuales.

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Cuando observamos la parte trasera del cráneo es un chimpancé, si lo miramos de frente pasa por un australopitecos de 1’75 ma (australopiteco avanzado). Este cráneo presenta un mosaico de caracteres, tanto arcaicos como derivados, lo que nos indica una posición filogenética como ancestro común de homínidos y chimpancés. Con una cronología de más de 6 ma nos plantea que la separación entre ambos se produjo con anterioridad de lo que nos indican los relojes moleculares.

Todo ello plantea algunos interrogantes sobre algunas de las especies colocadas en el club de los homínidos. Si estos restos ya presentan caracteres que después aparecen en el Homo, cómo debemos considerar a los australopitecos, ya que el aspecto del australopiteco es más parecido al de los simios que a los fósiles antiguos como el Sahelanthropus.

Australopithecus anamensis Cronología: Entre 4'2 ma y 3'9 ma

Distribución geográfica: África Oriental En 1995, la paleoantropóloga Meavy Leakey encontró en Allia Bay (Kenia ) una nueva especie de Australopithecus que tiene 4'1 ma y se denominó A. anamensis (Leakey y Walker 1997; Leakey, Feibel et al. 1998). Anam significa “lago” en la lengua local del Turkana. Sería, por tanto, el australopitecino del lago Se han encontrado restos del maxilar y de la mandíbula que presentan unas ramas laterales paralelas en forma de - U -, y recuerda a la de un chimpancé o gorila más que a la de los homínidos. Así mismo, se han localizado más de 50 piezas dentarias aisladas que nos permiten saber que sus caninos son similares a los del Ar. ramidus, ya que el esmalte dentario de los molares es grueso cuando lo comparamos con los Australopithecus y delgado cuando se compara con los chimpancés. También hay un fragmento de temporal (hueso del cráneo) del que apenas se ha podido decir nada. Los restos del esqueleto postcraneal se reducen a un fragmento de húmero, un radio, algunas falanges de la mano y una tibia, que corresponden a distintos individuos. El estudio de los mismos nos permite saber que el A. anamensis caminaba erguido 500.000 años antes que se formaran las huellas de Laetoli y lógicamente no utilizaba las extremidades superiores en la locomoción. En general, su forma de desplazarse era similar a la del A. afarensis. La fauna con la que se asocia el A. anamensis en Kanapoi indica un medio seco, posiblemente abierto con arbustos, mientras que en Allia Bay se puede hablar de un bosque de galería. Estos datos contrastan con las reconstrucciones paleoambientales del Ar. ramidus, que como hemos dicho se asocia con bosques cerrados. Todo ello sugiere y apoya la hipótesis de que el bipedismo se desarrolló en espacios cerrados y por lo tanto la posición bípeda no puede considerarse como un comportamiento específico de espacios abiertos (sabana), tal y como muchos paleoantropólogos han propuesto. Kanapoi y Allia Bay son los yacimientos que conocemos con restos A. anamensis y ambos están en contextos fluviales, es decir, que han sufrido un transporte por acción del agua. Se acepta que los individuos vivieron en esos ambientes porque se asume que los restos fósiles fueron presa de los carnívoros y estos no acostumbran a transportar a las presas grandes distancias para su consumo.

Australopithecus afarensis

Cronología de 3'9 a 2'8 ma. Distribución geográfica: Kenia, Etiopía, Tanzania (África Oriental) y África Central (Chad) Lucy o A.L. 288-1 es el Australopithecus afarensis mejor conservado y más completo que conocemos. Se ha recuperado un 40% de su esqueleto y aún podemos reconstruir mucho más si consideramos que parte de los huesos que faltan pueden conocerse a partir de los que ya existen. Se le atribuye una cronología de 3'1 millones de años y podríamos hacer una ficha personal de este resto -

Cuando murió tenía una edad aproximada de unos 20 años. Se ha podido saber porque las muelas del juicio ya habían crecido, pero todavía sin mucho desgaste.

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Con una altura entre 1'10 y 1'20 y un peso de unos 25 kilos. Estos datos los conocemos a través del estudio del fémur y de sus relaciones con otros huesos. Es algo menor que la altura calculada para los individuos que dejaron sus pisadas en Laetoli, se supone que también A. afarensis (1'30)

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La causa de la muerte debió ser algo que sucedió de forma súbita, no hay marcas de predadores en los huesos por lo que se supone fue rápidamente recubierta por un fino sedimento.

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La estructura del cuerpo es muy semejante a la nuestra. El húmero representa el 85% del fémur. Actualmente esta proporción es del 75%.

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La estructura dentaria muestra unos incisivos desarrollados mientras que los caninos y molares no son de gran tamaño, adaptación típica de los que mantienen una dieta frugívora.

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La dentadura del afarensis, sin grandes molares ni grandes caninos y con unos incisivos desarrollados, nos indica una adaptación idónea para una dieta frugívora, aunque ocasionalmente pudiera ser omnívoro. Recordemos que un individuo que come mucha fruta debe poseer la habilidad de subir bien a los árboles.

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Las extremidades superiores son largas y las inferiores cortas, junto a una mano y un pie con falanges curvas y no rectas, presentando rasgos típicos de los animales arborícolas. Los afarensis muestran una estructura anatómica que les facilita la locomoción tanto en los árboles como en el suelo.

El hallazgo de 13 individuos en Hadar (Etiopía) en el yacimiento A.L. 333 confirma que vivían en grupos, como hacen chimpancés y gorilas actuales. El primer espécimen encontrado en Hadar era un hueso de la rodilla que tiene una datación de 3'5 ma. Este resto probó que el afarensis era bípedo, porque el eje del fémur no era en ángulo recto con la rodilla sino que presenta un cierto ángulo hacia el interior. Por tanto, se puede afirmar con seguridad que el A. afarensis era bípedo, aunque probablemente no era como el de los humanos modernos, mantenía rasgos en su esqueleto que nos hablan de una adaptación a trepar a los árboles. Es interesante resaltar la importancia del ya citado yacimiento A.L. 333. Con restos parciales de 13 individuos que aparentemente murieron conjuntamente de un desastre natural, habitualmente nos referimos a ellos como la primera familia. Aquí vemos un marcado dimorfismo sexual en el tamaño de los cuerpos de los machos y las hembras, parecido al que mantienen los grupos de gorilas. El tipo de estructura social que genera ese marcado dimorfismo se construye comúnmente alrededor de una banda de hembras, junto con su descendencia inmadura y un macho adulto. Los varones jóvenes salen del grupo cuando llegan a ser maduros, evitando de este modo apareamientos consanguíneos. Este descubrimiento supone una temprana expansión de los homínidos hacia el centro de África, ya que esta especie se sitúa a 2.500 kilómetros del este Africano y su cronología es de unos 3'5 millones de años. Se ha encontrado la porción anterior de una mandíbula que presenta una superficie plana y vertical, sin los fuertes refuerzos transversales de los demás australopitecos. Este aspecto le aproxima al género Homo, mientras que un premolar con tres raíces de gran tamaño (un rasgo primitivo) relacionan al A. bahrelghazali con los parántropos Estos restos ponen en crisis la hipótesis de Yves Coppens con respecto al origen del bipedismo y de los primeros homínidos, ya que este autor planteaba que en el Oeste Africano persisten los bosques y con ellos los homínidos arbóreos (ancestros de los monos actuales), mientras que en el Este con un medio seco de sabanas africanas emergen los homínidos.

Australopithecus sediba Cronología: de 3 a 2 ma

Distribución geográfica: África del Sur Se han encontrado dos esqueletos, uno juvenil entre 10-13 años y una mujer adulta, muy completos en el yacimiento de Malapa (Africa del Sur). Presentan algunos rasgos que encontramos en los simios, tales como el pequeño cerebro, brazos largos, cuerpo pequeño, canal del parto estrecho. Otra parte de rasgos son humanos, así nos hablan de dedos cortos, un largo pulgar que le da precisión a la hora de coger objetos o agarrase a las ramas, y un cerebro que ha comenzado a reorganizarse como el de un ser humano Los investigadores que lo han descubierto lo presentan como un fósil que tienes rasgos arcaicos y evolucionados, por lo que para ellos es parte de esa especie intermedia que avoca en el género Homo.

Australopithecus garhi Cronología: de 3 a 2 ma Distribución geográfica: África Oriental Los trabajos que se llevan a cabo en la zona del Middle Awash en Etiopia, dieron como resultado la publicación en 1999 de una nueva especie de Australopithecus que se posiciona con una cronología de 2'5 millones de años y una capacidad craneana relativamente pequeña, de unos 450 cc El holotipo o individuo concreto que sirve como referencia para definir la especie lo conforman algunos fragmentos del cráneo y un maxilar con dentición. También se conocen restos de las extremidades inferiores y algunas falanges del pie que nos muestran que son similares a las del afarensis en tamaño y en curvatura. Por lo tanto, le podemos asignar a esta especie la misma locomoción mixta que al afarensis, es decir, una capacidad para trepar por los árboles junto al bipedalismo terrestre. Algunos rasgos de la estructura dentaria hacen pensar en su similitud con el género Homo. Según Tim White el A. garhi desciende del A. afarensis debido al gran tamaño que presentan los molares (megadoncia) y se posiciona como un fuerte candidato a ser el ancestro del género homo. En el mismo nivel estratigráfico, con 2'5 ma, se han documentado huesos de herbívoros con señales de descarnado así como huesos fracturados para obtener la médula, lo que parece indicar que fueron procesados por los homínidos. ¿Fueron los Australopithecus o fue el género Homo? La respuesta por el momento es Homo, pero es posible que no se tarde mucho en documentar objetos líticos transformados por Australopithecus.

Australopithecus africanus Cronología: de 2'8 a 2'3 ma Distribución geográfica: África del Sur Se localiza en el Sur de África, con una cronología entre 2'8 y 2'3 ma. Es una forma de homínido bastante más moderna que el afarensis. Con una capacidad craneana de 500 cc, no se han encontrado restos de instrumentos líticos asociados a este homínido, a pesar de las afirmaciones de R. Dart de que poseían una industria en hueso, diente y cuerna, conocida como cultura osteodentoquerática, está no esta aceptada como valida.. La pelvis del A. africanus está perfectamente adaptada a la posición bípeda, aunque su pie muestra rasgos que nos indican que subían habitualmente a los árboles. Por tanto, podemos decir que es una especie con dos posibles modos de locomoción en su estructura anatómica. Su estructura dentaria se estaba especializando hacia una línea diferente de la del género Homo, con unos caninos e incisivos desproporcionadamente pequeños y molares muy grandes, y unos desgastes dentarios similares a los que encontramos en los modernos primates que se alimentan principalmente de fruta. Los estudios isotópicos sobre la dieta del africanus muestran que comía frutos secos que abrían con sus dientes y mandíbula. La alimentación más probable es la omnívora, tipo de dieta en la que se ingiere todo tipo de substancias orgánicas, tanto vegetal (muy fibrosas) como animal. Todo ello nos hace plantearnos que la mayor parte de su tiempo lo pasaba en espacios abiertos más que en los bosques densos. Se considera que tenía una estatura de 1'30 metros y que pesaba entre los 20 y 30 kilos, con unas piernas cortas y fuertes, y unos brazos largos. La forma de la cara es muy simiesca, con un marcado prognatismo facial, fuertes pómulos y arcos superciliares muy marcados. La esperanza de vida es de unos 22 años, calculada a partir de unos 400 restos dentarios analizados. Es probable que usara objetos de forma funcional, sin poseer la capacidad ni la técnica de transformar la materia de forma sistemática, quizás porque la habilidad manual no se lo permitía todavía. La causa de la muerte de estos homínidos siempre es un misterio que muchas veces

queda sin resolver; el niño de Taung parece ser que fue objeto de predación de un águila – unos pequeños hoyos sobre la cima del cráneo que nadie había explicado satisfactoriamente parece ser la prueba irrefutable-. Australopithecus africanus se conoce bien en tres yacimientos sudafricanos: Taung, Sterkfontein, y Makapansgat. Todos ellos son en cueva y les corresponde un paisaje de bosques. Si comparamos las especies mejor conocidas de Australopithecus, cabe resaltar que el afarensis había iniciado el camino de pequeños caninos y premolares complejos. El africanus había completado el segundo paso: caninos suficientemente pequeños y premolares de mayor tamaño. El afarensis tenía un diastema que le daba una forma dental en forma de U. El africanus había perdido ese diastema y tenía una forma dental parabólica. El primer premolar inferior era bicúspide. Las manos de A. afarensis no tienen ni la fuerza suficiente ni la precisión para agarrar objetos. Las del africanus poseen la fuerza pero no la precisión. A. africanus era bastante primitivo en algunos aspectos de su esqueleto postcraneal, con rasgos compartidos con afarensis: - En los hombros, su articulación es ascendente en lugar de lateral como en los humanos. - Los dedos del pie son largos y curvos, la posición del pulgar permite coger objetos. Los huesos del pie parecen equidistantes entre los de los simios y los de los humanos modernos. - El índice de relación entre la longitud de las piernas y la longitud de los brazos era intermedio entre simios y humanos. Los simios tienen brazos largos y piernas cortas, los humanos brazos cortos y piernas largas, justo lo contrario. Hay dos hipótesis que explican la retención de estas características primitivas en afarensis y en africanus: 1. La hipótesis del equipaje. Plantea que africanus y afarensis se habían desplazado al modo de vida de vida terrestre, pero habían conservado algunos rasgos primitivos, que eran útiles para vivir en los árboles y que tardaron en desaparecer. Por ello, aún se sigue pensando que estas características primitivas son simplemente exceso de equipaje

del que estos homínidos aún no se habían desecho. 2. El segundo enfoque es el funcional. Esta hipótesis afirma que los aspectos primitivos de afarensis y africanus no eran meramente un exceso de equipaje, sino que refleja el comportamiento real de estas especies. La idea es que afarensis y africanus todavía estaban comprometidos con una vida en la que ascender a los árboles era importante, y por ello retuvieron algunos aspectos primitivos en los hombros, pies e índice húmero femoral entre miembros.

Kenyanthropus platyops Cronología: 3'5 a 3'2 ma. Distribución geográfica: África del Este Los trabajos de campo en el West Turkana (Norte de Kenia) llevados a cabo por el equipo de Meavy Leakey, a lo largo de 1as campañas de 1998 y 1999, dieron como resultado el descubrimiento de un cráneo muy completo (WT-40000), un temporal, dos fragmentos de maxilar y algunos dientes aislados, que configuraban un cuadro morfológico de un homínido grácil. Cronológicamente se sitúan entre 3'5 y 3'2 millones de años, lo que le posiciona con una antigüedad superior al millón y medio de años con respecto de los primeros representantes del género Homo. Su estudio y comparación anatómica les llevo a crear un nuevo género el Kenyanthropus que incluye las especies K. playtops y K. rudolfensis, este último había sido atribuido anteriormente al género Homo. La nueva especie el Kenyanthropus platyops, muestra semejanzas con el KNM-ER 1470 (K. rudolfensis u Homo Rudolfensis) tales como la cara plana bajo el hueso de la nariz, ausencia de depresión por encima de las cejas y la forma de la frente. Sin embargo se trata de especies distintas ya que K. platyops muestra un cerebro mucho más pequeño el que el K. rudolfensis. Kenyanthopus nos muestra un cerebro pequeño, con una cara plana y con pequeños molares, estos rasgos contrastan con el A.afarensis único homínido conocido de este periodo que se caracteriza por molares grandes y cara proyectada hacia fuera. Por otro lado el descubrimiento del Orrorin tugenensis que muestra pequeños molares parecidos a los humanos, nos hace plantearnos que los grandes molares no están en la línea de los humanos y entonces el A. afarensis estaría fuera de la línea del género Homo.

Kenyanthropus rudolfensis u Homo Rudolfensis Cronología: 1'9 a 1'6 ma. Distribución geográfica: África del Este K. platyops K. rudolfensis El fósil más conocido es el KNM ER-1470 (Turkana Oriental) datado en 1'9 ma, durante mucho tiempo se atribuyó a género Homo (H. rudolfensis), tras la creación del género Kenyanthropus en el año 2000, esta especie se incluye en este mismo grupo como K. rudolfensis. Presenta las siguientes características: -

Cara grande y aplanada

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Capacidad craneana alta (750 cc)

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Dientes bastante grandes, al igual que la mandíbula

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Suaves arcos superciliares

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1,5 metro de altura y 52 kg de peso

Paranthropus aethiopicus Cronología: 2'7 - 2'3 ma.. Distribución geográfica: África Oriental. El Paranthropus aethiopicus fue descubierto en 1985, en el este de África (Kenia y Etiopía) concretamente al oeste del lago Turkana. Presenta una capacidad craneana de 410 cc y esta datado entre 2'7-2'3 millones de años. Su presencia en el registro fósil coincide con la crisis climática que se documenta hacia los 2'5 ma. Con unos molares grandes, mandíbulas masivas, con una cresta sagital desarrollada en la que se inserta el músculo temporal para la masticación, con unos arcos zigomáticos grandes y en general unos huesos faciales espesos, nos ilustra muy bien lo que es la anatomía de una masticación dura. Fue calificado de forma caricaturesca como una "trituradora viviente" de su época, debido a su marcada cresta sagital y por la estructura del maxilar. La cara tiene una forma aerodinámica y proyectada hacia delante por su necesidad de triturar alimentos con estructura dura o también denominados coriáceos. Se considera como un probable antepasado del boisei. El aethiopicus era sorprendentemente primitivo en algunos aspectos, más primitivo que africanus.

Paranthropus boisei Cronología: 2'3 a 1'2 ma Distribución geográfica: África Oriental Paranthropus boisei es un homínido exclusivamente este africano, bien representado en Turkana Oriental, Olduvai y Omo. Su rango cronológico se extiende entre 2'3 y 1'2 ma, presentando una capacidad craneana estimada en 535 cc. En los yacimientos de Turkana Oriental y Olduvai, se encuentra asociado a restos de Homo habilis, el cual fue contemporáneo o incluso anterior. De la misma forma, en estos yacimientos se han encontrado restos de Homo ergaster, con 1'5 ma lo que los hace contemporáneos a los últimos P. boisei. El P. boisei posee una dentadura que está bien adaptada a una alimentación coriácea (semillas y bulbos), al igual que el robustus, y que es característica de un medio árido. Es decir, con molares muy grandes para triturar. Mientras que las coronas de nuestras muelas tienen un centímetro, las de boisei tenían 2'5 cm, lo que les dio el sobrenombre de cascanueces El boisei se documenta en el Este África con una cronología que va desde 2'3-1'3 ma, era un masticador sumamente pesado. Tenía mandíbulas y molares enormes, con una cresta sagital y unos arcos zigomáticos muy masivos. P. boisei se descubrió en el desfiladero de Olduvai (Tanzania), por Mary Leakey en 1959. Al principio se llamó Zinjanthropus boisei (Zinj significa "este de África", anthropus significa "humano") y boisei era el nombre del patrocinador de los trabajos de los Leakey en Olduvai. Con posterioridad (1968), Richard Leakey comenzó a excavar en el lago Turkana, zona oriental de Kenia, y encontró cantidades masivas de homínidos con una cronología de entre 2 a 1'3 ma. Turkana Oriental es un sitio óptimo, pero con una geología muy compleja. Las capas volcánicas se denominan con tres letras KBS (Kay Behrensmeyer site). Muchos especímenes de boisei provienen del Turkana Oriental, así como los cráneos mejor conservados: KNM-ER-406 y KNM-ER-732. En Peninj (Tanzania), no lejos de Olduvai, se ha hallado una mandíbula de P. boisei. Esta se adapta casi exactamente en la cara de OH 5 de Olduvai (otro boisei), sin embargo no son del mismo individuo. En Chesowanja, valle de Baringo (Kenia ), en la misma localidad donde se encontró el molar de Ngorora y el molar de Lukeino, se

recuperó un cráneo muy fragmentado de P. boisei con una cronología de 1'4 ma.

Paranthropus robustus Cronología: 1'8 a 1 ma. Distribución geográfica: África del Sur Los términos robustus versus gráciles se empezaron a utilizar en África del sur, donde se documentan tanto el A. africanus (forma grácil) como el P. robustus (forma robusta). El término robusto se aplicaba a las formas masivas, musculares y enérgicas, mientras que los gráciles son las formas delgadas, menos enérgicas y de menor tamaño. Hoy día estos términos se aplican de forma más general incluyendo aspectos como la especialización del aparato masticador. La estructura ósea entre los parántropos es muy gruesa, con una marcada protuberancia craneal o cresta sagital y una capacidad craneana que oscila entre 550-600 cm3. Debía medir sobre un metro y medio y pesaba unos 50 kg. Se ha podido demostrar su evolución a partir de los A. africanus. En el yacimiento de Drimolen aparecen restos de machos y hembras en una misma brecha. Gracias a esta muestra, podemos conocer el marcado dimorfismo sexual que se observa entre ambos géneros, constatándose además que el Paranthropus muestra una amplia variabilidad métrica en la que se incluyen todos los restos que se conocen en Sudáfrica. Su dentición está completamente especializada en una alimentación dura, con una dieta compuesta por raíces, bayas, brotes, tubérculos y semillas. Presenta unos molares y premolares grandes y alineados casi perpendicularmente, con incisivos y caninos que son de dimensiones reducidas. Es muy probable que si consumían diferentes tipos de alimentos, vivieran en ambientes distintos y consecuentemente no tuvieron las mismas adaptaciones que los Australopithecus. Paranthropus robustus está documentado en los yacimiento sudafricanos de Swartkrans con 1'8- 1'6 ma, Kromdraai con 2'1-1'9 ma y Drimolen entre 2-1'5 ma. Todas las dataciones son bioestratigráficas, es decir, obtenidas a partir de la fauna a las que se asocian los restos de homínido. El P. robustus posee cresta sagital, prognatismo facial y un marcado arco zigomático. Pero no eran caracteres tan marcados como en el aethiopicus. En realidad, el P. robustus era el menos robusto de los parántropos y compartió las características

derivadas de A. africanus. La reconstrucción paleoambiental del sur de África muestra que entre el tiempo de africanus y de robustus el ambiente había cambiado de un periodo pluvial al interpluvial. Al robustus le tocó vivir en un ambiente más seco y duro.

Antiguos Homo (habilis y rudolfensis). Recientes Australopithecus habilis y Kenyanthropus rudolfensis El primer descubrimiento de Homo habilis se llevo a cabo en el Lecho I de Olduvai a inicios de 1960. Esta especie fue definida en 1964 por L. Leakey; Ph. Tobias y J. Napier. Los criterios que se utilizaron para incluirlo en el género Homo fueron su capacidad craneana y el aparecer asociado a industrias líticas. El H. habilis presenta una dentición reducida, presentando unos caninos, premolares y molares más pequeños de lo que se esperaría basándose en el tamaño de su cuerpo. Por otro lado, tiene el diastema o mella simiesca entre los caninos e incisivos superiores, rasgo probablemente heredado del A. afarensis, ya que la especialización de la dentición en el resto de Paranthropus (aethiopicus, robustus y boisei) hace que presenten un arco dental completamente cerrado. En vista de la enorme diversidad que presentaban los restos encontrados de Homo habilis (distintas morfologías faciales, dentarias y en el tamaño del cerebro), en 1986 Alexeev planteó que no estábamos ante un único primer representante del género Homo sino ante dos, proponiendo una especie pequeña, H. habilis (2’4-1’8) y otra grande, H. rudolfensis (1’9-1’6) . El fósil más conocido es el KNM ER-1470 (Turkana Oriental) datado en 1'9 ma, que es el que se ha venido en denominar Homo habilis Grande (H. rudolfensis), hoy día Kenyanthropus rudolfensis, y presenta: KNM ER-1470 KNM ER-1380 -

Cara grande y aplanada

-

Capacidad craneana alta (750 cc)

-

Dientes bastante grandes, al igual que la mandíbula

-

Suaves arcos superciliares

-

1,5 metro de altura y 52 kg de peso

El fósil KNM ER-1813 (2’4-1’8), se ha venido en denominar Homo habilis (pequeño),

actualmente Australopithecus habilis, y presenta: -

Pequeña cara

-

Cerebro pequeño (500 cc)

-

Mandíbula pequeña con dientes semejantes a los humanos en cuanto al tamaño

-

Marcados y curvados arcos superciliares

-

1 metro de estatura y 32 kg de peso

Ubicación geográfica de los yacimientos Los yacimientos con restos de habilis y rudolfensis se sitúan tanto en el Este como en el Sur de África. En el Este de África destacamos los yacimientos de: -

Olduvai. El primer Homo descubierto fue OH 7, datado entre 1'8 y 1'6 ma. Aparece asociado a instrumentos líticos y por lo tanto se asignó a la especie H. habilis por la capacidad para fabricar herramientas. Desde el inicio se asumió que habían ocupado el mismo nicho ecológico que el A. boisei.

-

Este de Turkana. Género Homo desde 2 a 1'6 ma. Los instrumentos aparecen sobre 2'3-2'5. El resto más conocido es el KNM-ER-1470, datado sobre los 2 ma.

-

Omo. Los restos de Homo van desde 1'9 a 1'7 ma. Las herramientas aparecen a 2'4 ma.

-

Chemeron. Un hueso temporal datado sobre los 2 ma, asignado recientemente a los primeros especímenes de Homo.

En el Sur de África, los yacimientos que presentan restos de Homo e instrumentos se datan alrededor de los 2-1'5 ma. -

Sterkfontein. Famoso por sus especímenes de A. africanus, presenta en el miembro 5 datado entre 1'5 y 2 ma abundantes restos de Homo y de instrumentos líticos.

-

Swartkrans. Los restos de Homo y herramientas se encontraron junto con A. robustus con una datación de 1'6 a 1'8 ma.

Revisando la historia: Homo y Australopithecus Los criterios que clásicamente se han marcado para incluir los restos fósiles en el género Homo han sido cuatro: 1. El volumen cerebral, que en un principio se situó en 700 cc y que tras el descubrimiento del primer Homo habilis en Olduvai se rebajó a 600 cc para que entrara en el rango especificado. 2. La posesión de un lenguaje, es decir, la capacidad de comunicarse mediante el habla 3. Habilidad para manufacturar instrumentos 4. Poseer la capacidad de coger objetos con precisión Cuando repasamos de forma crítica los elementos diferenciadores, vemos cómo todos ellos plantean problemas. El volumen endocraneal se relaciona con el peso del individuo y no siempre conocemos esa información de los restos fósiles, por lo que se restringe su información en la mayor parte de los casos a un mero significado biológico. Las funciones del lenguaje se infieren a partir del tamaño del cerebro, pero el problema se centra en que las áreas del cerebro que se relacionan con el lenguaje no son bien conocidas en los primeros homínidos y por tanto se ignora su desarrollo, utilizamos únicamente las modificaciones anatómicas que se dan en la morfología del cráneo como argumento para hablar de lenguaje. La precisión de las manos no es un rasgo exclusivo de los humanos y no tiene por qué estar presente en los primeros homínidos. Finalmente, la conexión entre instrumentos y Homo presenta serios problemas, ya que los primeros instrumentos aparecen entre 2'6 y 2'3 millones de años y eso supone que tanto los Australopithecus, Kenyanthropus como los Paranthropus podrían ser también los autores de las primeras industrias. En el reciente trabajo de Wood y Collar, se publica una tabla donde estos autores relacionan seis criterios funcionales que definen una especie con los distintos restos de homínidos. Los criterios definidos en las columnas son Australopithecus y H. sapiens moderno: 1. Tamaño del cuerpo 2. Forma del cuerpo 3. Forma de desplazarse. Cuando se reconstruyen las proporciones de los cuerpos de los homínidos, podremos hablar con mayor seguridad de su locomoción

4. Mandíbulas y dientes 5. Crecimiento y desarrollo 6. Volumen endocraneal

Cómo reconstruir la historia evolutiva de las distintas especies de homínidos En Paleoantropología existen dos corrientes de pensamiento en cuanto a la forma de ordenar y clasificar a los restos fósiles en una especie: La línea filogenética basada en la biología y la cladística que se apoya en la morfología. La Filogenética plantea que una especie se define por las poblaciones naturales de animales que son reproductivos entre sí. Hoy día los humanos somos una misma especie, pero cuando trasladamos al pasado este criterio se hace de difícil contrastación. La Cladística plantea que las especies se pueden definir basándose en los caracteres morfológicos que presentan, bien sean heredados y por tanto compartidos con los ancestros, o derivados, es decir compartidos con las formas más modernas o evolucionadas. El análisis cladístico consiste en seleccionar los rasgos que son derivados en los fósiles y utilizarlos para establecer relaciones evolutivas de descendencia. El cladograma representa en forma de árbol las relaciones de parentesco, pero es un árbol sin antepasados, situándose todas las especies comparadas en el extremo de las ramas.

Homo Ergaster Se ha documentado en África con una antigüedad de 1'9 ma. Los restos más significativos son el WT 15000 y ER 3733, que derivan, con toda seguridad, de alguna de las formas de A. habilis (ER- 1805). Tradicionalmente estos restos han sido clasificados como H. erectus por la semejanza morfológica que presentan y se caracterizan por: - Capacidad craneana entre 848 y 908 cc , y por tanto mayor que la del A. habilis y K. Rufolfensis - Posee arcos supraorbitales pronunciados - La cara es pequeña, con una nariz prominente - Presenta una disminución del tamaño de premolares y molares, lo que implica una

dieta omnívora en la que las proteínas animales juegan un papel importante - El cráneo es bastante anguloso y presenta unas paredes óseas muy delgadas - Se asocia a las tecnologías olduvayense y achelense - Escaso dimorfismo sexual entre machos y hembras Uno de los restos que mejor se conserva es el del niño de Turkana WT- 15000 (Kenia) también llamado niño de Nariokotome, con una antigüedad de 1'6 ma: -

Es un esqueleto prácticamente entero hallado en 1984, a orillas del lago Turkana en un lugar denominado Nariokotome

-

Presenta una altura de 1.60 metros. Al no haber completado aún su crecimiento, se estima que probablemente hubiera alcanzado en su edad adulta los 1´80 m.

-

Presentaba piernas largas y constitución robusta

-

A partir del patrón dentario, su edad se ha calculado en 12 años, ya que todavía no habían aparecido algunas piezas permanentes y presentaba algunos dientes de leche.

Homo erectus El concepto de H. erectus como una etapa identificable de la evolución humana deriva del primero de los especímenes que se encontro en Asia a finales del siglo XIX. Concretamente nos referimos a E. Dubois, quien en 1891 encuentra el hombre simio de Java (Pitecanthropus). Hoy en día se considera que el H. erectus es una especie bien delimitada en el tiempo y en el espacio, con un linaje evolutivo separado de otras especies de Homo por sucesos cladogenéticos de especiación. Perdura en Asia hasta los 100.000 años de antigüedad. Se localiza en Indonesia y China hace unos 2 ma, en África con 1'2 en el lecho II de Olduvai. Hoy consideramos que el H. erectus es una vía muerta en el camino a la evolución de los humanos modernos. El nombre H. erectus debe abolirse enteramente de los restos europeos, y todos sus fósiles tienden a clasificarse dentro del grupo H. antecessor y H. heidelbergensis. Los paleoantropólogos consideran que los caracteres anatómicos que presenta el Homo erectus son suficientemente distintivos como para poder reconocer en ellos una nueva etapa de la evolución humana. Esos caracteres son:

-

Esqueleto robusto formado por huesos muy espesos.

-

La cavidad craneal es baja, plana y angulosa, con engrosamiento de las paredes óseas en la línea central y en la parte posterior.

-

Capacidad craneal media de unos 1000 cc (entre 700 cc en sus inicios y 1300 cc los más modernos).

-

Arco supraorbital macizo y grande, con una alineación recta y gruesa.

-

Depresión post-orbital marcada, frente huidiza.

-

Mandíbula robusta y desprovista de mentón.

-

Torus occipital

-

Prognatismo alveolar

-

Los premolares tienen 2 cúspides y los molares son morfológicamente muy próximos a los del hombre moderno.

-

Anatomía del aparato fonador preparada para el lenguaje.

Registro fósil en África y Eurasia Desde que Eugene Dubois, profesor de anatomía de la Universidad de Amsterdam, se marchó a fines del siglo pasado a Indonesia (Sudeste asiático) a fin de encontrar el eslabón perdido, han sido numerosos los hallazgos adscritos a Homo erectus. En 1891, el propio Dubois localizó cerca del pueblo de Trinil algunos dientes y una calota craneal, que atribuyó a Pitecanthropus (Homo) erectus. Dubois no pudo convencer al resto de investigadores de la importancia de sus descubrimientos, y estos restos no adquirieron la relevancia que merecían hasta la década de los años 30, tras los hallazgos de restos similares en otro yacimiento asiático: Zhoukoudian. Uno de los interrogantes que todavía persisten en torno a este hallazgo es su cronología. Se han dado fechas que van desde 1 a 0'5 ma. A lo largo de estos casi 100 años, se han propuesto teorías muy dispares y en la actualidad la problemática reside en considerar al Homo erectus: 1. Como un estadio evolutivo con una especie única, H. erectus, que englobaría al espectro de poblaciones humanas que aparecen en un amplio arco cronológico, desde 1'5 hasta 0'2 ma, con una extensa distribución geográfica que ocupa el continente

africano y gran parte del continente eurasiático, desde la Península Ibérica hasta el Lejano Oriente (China y al archipiélago de Indonesia). 2. Como una diversidad de poblaciones biológicas que se suceden a lo largo del arco temporal (1'5-0'2 ma) y que corresponde a distintas especies. En esas comunidades se aprecia un fuerte de regionalización que produciría la coexistencia de varias líneas evolutivas. Según esta premisa, la categoría H. erectus debería reservarse exclusivamente a las poblaciones humanas documentadas durante el Pleistoceno Inferior y Medio en el sudeste asiático (China - islas de Java y Sumatra). Esta dicotomía va a ser básica a la hora de analizar y discutir el rol evolutivo de Homo erectus y la aparición de Homo sapiens.

África: Homo ergaster y Homo erectus Los fósiles más antiguos se asignan a H. ergaster, especie que se origina en África. Cuando llegamos a 1'2 ma es cuando empiezan a documentarse restos de H. erectus.

Turkana El fósil más antiguo es el cráneo KNMER 3733 de Koobi-Fora con una datación entre 1'8-1'5 ma. Otro fósil muy bien conocido es el WT-15000, niño de Turkana, que se conserva en muy buen estado y del que se ha encontrado el esqueleto prácticamente completo.

Olduvai Otro cráneo significativo con una capacidad encefálica superior al anterior es OH9 de Olduvai, recuperado en el yacimiento FLK-I, con una datación de 1'1 ma. Este se recuperó dentro de un contexto arqueológico junto a grandes mamíferos e industria manufacturada (numerosos bifaces). Estos hallazgos señalan una evolución de Homo erectus en el Este de África, mientras que otros homínidos del mismo grupo han iniciado su dispersión por Asia. No se han documentado más restos humanos hasta bien entrado el Pleistoceno Medio, aunque recientemente se ha descubierto un cráneo completo en Eritrea, de cerca de 1 ma.

Norte de África En 1954, Arambourg excavó el yacimiento de Ternifine (Tighennif, Argelia) recuperando tres mandíbulas y un parietal humano. Las mandíbulas presentan significativas diferencias de tamaño, lo que evoca un marcado dimorfismo sexual. Junto a estos restos se recuperaron grandes mamíferos: bóvidos, elefante, hipopótamo, rinoceronte, junto a abundante industria lítica Achelense. La bioestratigrafía y el paleomagnetismo (periodo normal Bruhnes) lo sitúan cronológicamente en el Pleistoceno Medio (menos de 0'7 ma). Al tratarse de excavaciones antiguas no se retuvieron informaciones contextuales que permitan precisar la interrelación entre industria lítica y fauna. Los yacimientos de Sale con 0'35 ma y Rabat 0'12 ma (Marruecos) se han documentado hallazgos aislados y aparentemente sin restos arqueológicos asociados. Concretamente, se ha recuperado un fragmento de bóveda palatina y una porción de mandíbula muy robusta y sin mentón.

HOMO HEIDELBERGENSIS Surgió hace más de 600 000 años y perduró al menos hasta hace 250 000 años. Su nombre científico deriva de la proximidad de la ciudad de Heidelberg (Alemania) al lugar donde fueron hallados los primeros fósiles, lo que subraya el hecho de que se trata de los primeros homo que alcanzaron las estepas del centro y norte de Eurasia. Entre Homo

antecessor,

de Atapuerca (España), heidelbergensis).

cuyos

y

Presenta

los

fósiles H.

en

se

han

hallado

neanderthalensis existió general

caracteres

en esta

las

especie

intermedios

erectus /Ergaster y el H. sapiens, incluido un torus occipital hendido

colinas (H.

entre H.

y una gran

capacidad neurocraneal. En el Homo heidelbergensis se hace patente un predominio de la dieta carnívora con evidencias de caza. La presión evolutiva para que se desarrollara la caza se derivaría de las condiciones ecológicas del territorio que colonizaron: Europa era fría y durante seis meses existían muchos menos recursos alimenticios vegetales que en África, el carroñeo y el cleptoparasitismo (robar presas a los animales predadores) no aportaba suficientes nutrientes lo que habría inducido (por selección) a la aparición de conductas sociales dedicadas a la caza: bandas de heidelbergensis se organizaban para perseguir a

otros animales y ultimarlos en trampas naturales (precipicios, pantanos) o arrojándoles grandes hachas líticas bifaces e, incluso, rústicos venablos de madera aguzada El descubrimiento más antiguo de fósiles de la especie es una mandíbula inferior, encontrada en 1907 por el trabajador de una mina en Mauer, cerca de Heidelberg. Se estima que esta mandíbula data de 600.000 años AP. Posteriormente, en una cueva llamada Caune de l'Arago, en Francia, se encontraron los restos fragmentarios de una docena de individuos. El más completo es la cara y parte de la caja craneana de un individuo conocido como Hombre de Tautavel, que data de cerca de 450.000 años BP. En la Sima de los Huesos en la Sierra de Atapuerca (España), se encontraron 5.000 fósiles pertenecientes a unos 30 individuos, que datan de hace 400 000 años, considerados antepasados de los neandertales, restos estos que están muy bien conservados; entre ellos destacan el cráneo número 5 (llamado popularmente "Miguelón") que está completo, y del cual recientemente se realizaron estudios que dan cuenta de una lateralidad en el cerebro (era diestro), y una pelvis muy bien conservada de un individuo conocido popularmente como "Elvis". Los Homo heidelbergensis mostraban una creciente corpulencia física, expresada en el aumento de la talla, 1,75 a 1,80 metros y cerca de 100 kg de peso (media masculina). Las mandíbulas también poseían una gran fuerza y robustez a causa del estrés al cual eran sometidas. El conjunto de estos fósiles revelan un homínido con un cráneo más "inflado" que el de ningún H. erectus/H. ergaster, aunque todavía posee arcos supraciliares. La parte trasera del cráneo es más redondeada que en H. erectus/H. ergaster, y las mejillas son infladas, como en los neandertales, aunque la cara es más plana. Su capacidad neurocraneal no dista mucho de la del hombre moderno, rondaba los 1350 cm³. El análisis morfológico de los fósiles atribuidos a esta especie ha permitido proponer dos clados: el primero une la mandíbula de Mauer, los fósiles de Arago e incluso Petralona, con un grupo cosmopolita que incluye los cráneos de Kabwe y Bodo en África y Dalí y Jinniushan en China; el segundo incluye los fósiles de Steinheim, Reilingen y la Sima de los Huesos en Atapuerca y estaría más relacionado con el hombre de Neandertal, en la medida en que presenta junto con este varias sinapomorfias.

El análisis

genético y

el

estudio

de

la

evidencia

dental

confirman

esta

diferenciación, pero además, el hecho de que una población tan antigua como la de la Sima de los Huesos presente morfologías muy neandertales, obliga a considerar que podría ser que a partir de una población como esta, por un cuello de botella, en algún refugio climático, haya surgido la especie H. neanderthalensis. Hace pocas semanas salió la noticia de la secuenciación del ADN mitocondrial de un fémur procedente de la Sima de Los Huesos ha mostrado mayor relación con los fósiles siberianos del Homínido de Denísova que con el ADN neandertal, lo que abre paso a la hipótesis de una compleja relación entre las distintas especies de Homo en Eurasia. Dentro de su tecnología encontramos los bifaces, hendedores, etc. Dentro de lo que se denomina Modo 2 o Achelense HOMO NEANDERTHAL Introducción Los primeros restos descubiertos de Homo neanderthalensis se remontan a los primeros años del siglo XIX: En 1830, el paleontólogo belga Schmerling encuentra un fragmento de cráneo de un niño entre 2 y 3 años en la cueva de Engis (Bélgica). En la Roca de Gibraltar, es encontrado un cráneo del que se da noticia en 1848 en la revista Gibraltar Scientific Society. El descubrimiento de la Cantera de Forbes es olvidado hasta que bastantes años más tarde es redescubierto en los fondos del museo. En 1856 los trabajadores de una cantera del valle de Neander (Düsseldorf), encontraron en la cueva de Feldhofer un fragmento de cráneo y algunos huesos de las extremidades. Fue este Descubrimiento el que le dará el nombre a la especie. En estos momentos no había aparecido fuera de Europa ningún resto humano. Darwin no había publicado ninguna de sus obras claves (1856 y 1871). Las ideas sobre la evolución humana se encuadraban en un esquema donde no tenían cabida las formas neandertales. Los restos que se habían encontrado en Neander, en especial el cráneo, se presentaban a los ojos de la época como pertenecientes a una criatura atípica cargada de bestialidad y bastante atrasada. A principios del siglo XX se multiplican los descubrimientos y hoy día es muy

abundante el registro fósil. Actualmente se atribuye el término neandertal a los grupos humanos portadores de la cultura Musteriense.

Esquema evolutivo El hombre de Neandertal evoluciona en Europa desde el Homo heidelbergensis en condiciones de aislamiento geográfico y genético. Se clasifica como Homo neanderthalensis y sus caracteres empiezan a documentarse hacia los 230.000 años (Neandertales Progresivos); a los 100.000 años lo encontramos plenamente caracterizados (Neandertales Clásicos). A menudo a las primeras formas neandertales se les ha considerado como una subespecie de los humanos modernos, y se clasificaban taxonómicamente como Homo sapiens neanderthalensis, hoy día se les considera como una especie distinta (Homo neanderthalensis) tanto por las diferencias morfológicas que presentan como por el aislamiento genético que se desprende del estudio del Homo sapiens y Homo neanderthalensis. Bajo el término Homo heidelbergensis abarcamos desde la mandíbula de Mauer (Alemania) hasta los restos de la Sima de los Huesos (Atapuerca). Se trata de una especie exclusivamente europea y antecesora de los neandertales. Los fósiles del Pleistoceno medio africano aunque son muy similares a los del Pleistoceno medio europeo serían los antecesores de l Homo sapiens (Arsuaga 1999). Podemos decir que a partir de un antepasado (Homo ergaster u Homo erectus) de gran complexión física con caderas anchas y cerebro reducido, evolucionaron dos líneas independientes en Europa y África. La primera condujo a los neandertales y la segunda a los humanos modernos. Ambas líneas aumentaron su tamaño cerebral, pero mientras los neandertales conservaron el modelo corporal robusto y ancho de sus antepasados, los humanos modernos redujeron anchura en caderas y tronco, disminuyendo el peso corporal. Geográficamente, los neandertales no se encuentran fuera de Europa, Próximo Oriente y partes centrales de Asia, estando consensuado que evolucionaron en Europa y desde ahí se expandieron a las áreas vecinas. Los neandertales fueron reemplazados más rápidamente de lo que ellos habían tardado en evolucionar, por poblaciones anatómicamente idénticas a los humanos modernos,

entre los 40.000 y 30.000 años antes del presente. Las ocupaciones neandertales más tardías las encontramos en Italia, Portugal y España, con una cronología de 30.000 años, lo que nos indica una pervivencia cuando ya habían desaparecido en muchos lugares de Europa. Durante miles de años coexistieron con los humanos modernos como poblaciones en mosaico en el territorio europeo

Morfología del Homo neanderthalensis Presenta una morfología muy particular en el cráneo y en el esqueleto postcraneal. Tradicionalmente explicada como características de poblaciones adaptadas a climas extremadamente frías.

Cráneo y Cara Es alargado y aplanado, su longitud está acentuada por la protuberancia occipital (moño), típica de los neandertales y que la heredan de sus ancestros. La capacidad craneana media es de unos 1.500 cc, sobrepasa a la actual estimada en unos 1.400 cc. No debemos olvidar que son homínidos con una gran talla corporal y cuando relacionamos el peso del cuerpo con el tamaño del cerebral nos encontramos con un índice de encefalización inferior al del Homo sapiens. Otro rasgo muy característico es la apófisis mastoide, que apenas sobresale de la base del cráneo. En ella se inserta el músculo esternocleidomastoideo. La cara presenta un aspecto tosco, con un vomer fuerte, que nos indica una nariz ancha y prominente. Puede tratarse tanto de una adaptación a un clima glacial (frío y seco), ya que la abertura nasal sirve de cámara de compensación entre frío y calor, humedad y sequedad, como de una forma de eliminar el calor generado por su forma de vida muy activa. Bajo una frente huidiza presenta unos arcos superciliares muy marcados. La mandíbula es robusta y no presenta mentón: -

Los arcos dentales están desplazados hacia adelante, creando el espacio retromolar en el que cabría un cuarto molar. Le da al rostro un marcado prognatismo.

-

Los incisivos (grandes) contrastan con los molares (pequeños), lo que es un signo de que en su dieta la carne era importante.

-

Probablemente la boca es utilizada como un tercer brazo, a fin de mantener

inmóviles o tensos los objetos durante el trabajo de la piel o del cuero, tal y como realizan los esquimales actuales. Está atestiguado en el registro la presencia de cortes en los incisivos, así como unos desgastes muy marcados. Desgaste incisivos y espacio retromolar

Miembros anteriores y posteriores El antebrazo es bastante corto, en relación con el brazo, y la parte inferior de las piernas relativamente cortas. Curiosamente estos son los caracteres que actualmente se encuentran en las poblaciones esquimales y laponas, con una adaptación al clima frío. Se ha estimado una altura entre 1.70 y 1.60, que se explica basándose en el dimorfismo sexual (unos 10 cm es idéntico a la población actual). Ambos sexos eran de constitución robusta. Aunque como vemos eran de menor estatura a la actual, algunos esqueletos llegan hasta 1,80. En la actualidad tiende a verse el tamaño del cerebro en relación con el tamaño del cuerpo y con la temperatura ambiente en la que vive una población, y ambos son factores interdependientes: -

Pobladores de latitudes altas (frías) presentan un cerebro y un cuerpo de mayor tamaño

-

Pobladores de latitudes más cálidas presentan un cuerpo y un cerebro de menor tamaño.

Huesos y estructura social Una gran parte de esqueletos muestran en sus huesos fracturas curadas en vida, lo que nos indica: -

Que debían realizar trabajos relacionados con la fuerza y con la habilidad física

-

Que los miembros de la comunidad deparaban algún tipo de cuidado hasta que se soldaban las fracturas y podían incorporarse de nuevo a las actividades cotidianas

Lo que hace indudable es la existencia de una estructura social solidaria, tanto por el cuidado que deparan hacia los enfermos y desvalidos como hacia los viejos. En algunos restos se estima su edad en más de 40 años, los individuos cuando

envejecen pasan a depender de los demás, que son quienes les procuran los alimentos. El haber encontrado esqueletos de edad elevada, así como otros con malformaciones, nos permite atribuir a los neandertales la supervivencia postreproductiva, es decir, la supervivencia por encima de la edad fértil, que parece ser se suponía una prerrogativa de los humanos modernos. Al neandertal se le considera que ya posee las bases morfológicas para desarrollar un lenguaje; En Kebara (Israel) se ha hallado un esqueleto casi completo de Neandertal, en el que se conservaba el pequeño hueso hioides, situado debajo de la lengua. Su estudio ha demostrado que es idéntico en cuanto a forma y dimensiones al del hombre moderno, si bien es muy pequeño cuando tenemos en cuenta la robustez del neandertal. Normalmente se asume que poseían un lenguaje como el nuestro.

Condiciones paleoclimáticas entre 130.000 y 30.000 años La fase cronoclimática en la que se sitúa el neandertal es la última glaciación (Würm) y por lo tanto la mejor conocida, ya que sus depósitos no han sido destruidos por otra posterior. Entre 130.000 y 30.000 años se distinguen las siguientes fases (Labeyrie 1984): -

Fase 1: Interglaciar de 130000 a 115000 (estadio isotópico 5e). Empieza de forma muy abrupta, por lo que el nivel del mar asciende de forma rápida y los hielos retroceden súbitamente. Las aguas subtropicales alcanzan las islas británicas, y encontramos en el Támesis especies como el hipopótamo con 120.000 años. La palinología nos indica que se produjo una intensa forestación, siendo el momento en el que los bosques caducifolios del Norte y las pluviselvas ecuatoriales alcanzan su máxima expansión.

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Fase 2: de 115.000 a 75.000 (5d-a): Hacia los 115000 años atrás se produce un descenso notable de las temperaturas, lo que lleva consigo una disminución de la megafauna en las latitudes boreales.

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Fase 3 de 75000 a 30000 (4 y 3): El clima está en un constante cambio hacia el frío

Se considera que las condiciones climáticas han desempeñado un papel crítico en la selección de los rasgos neandertales clásicos, que se relacionan con unas condiciones ambientales frías y áridas; al igual que con las estrategias de subsistencia que

desarrollan (caza y carroñeo), así como en la implantación topográfica que observamos de los yacimientos. Las oscilaciones climáticas en que les toca vivir, les obliga a cazar animales distintos en función del momento, lo que implica cambiar las estrategias de caza en función de la fase climática: -

Fase fría: Donde dominan las estepas, con unas temperaturas inferiores a los 8º de la actual y habitadas por caballos, renos, mamuts, bisontes, rinocerontes lanudos, cabras montesas, etc. El pino es el único árbol representado en el registro polínico y probablemente sobrevivió en los lugares más protegidos.

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Fase cálida: Volvían los bosques junto con el ciervo, jabalí, megaceros, corzo, bóvidos.

Estrategias de subsistencia Los Neandertales eran cazadores y forrajeros de animales y plantas. Su esperanza de vida estaba entre los 40 y 45 años de edad. Practicaban una caza de proximidad. Para ello utilizaron lanzas de madera, a veces con puntas enmangadas, por lo que la distancia con la presa era muy pequeña y las probabilidades de sufrir heridas y accidentes eran elevadas. Este fenómeno ha quedado reflejado en los restos esqueléticos de los neandertales, en los que abundan fracturas y traumas. Entre sus estrategias no hemos de excluir la caza masiva de herbívoros, empujándolos hacia precipicios. Es más probable que condujeran a presas aisladas tales como caballos o mamuts hacia pasos angostos o valles estrechos, donde podrían cazarlos más fácilmente. En algunos yacimientos se ha propuesto que en la conducción de animales seguramente se ayudaron del fuego (p.ej. la Cotte de St. Brelade, Jersey). Esto sugiere que esas gentes debían disponer de unos conocimientos topográficos muy buenos del terreno en el que se movían. De igual forma, implica que debieron disponer de amplios conocimientos sobre el comportamiento de sus presas. Durante el Paleolítico Medio, existe un fuerte debate sobre si se puede hablar de caza o carroñeo de grandes animales, y es posible que combinasen ambas estrategias. En las zonas septentrionales, y ante unos medios fuertemente condicionados por un clima riguroso, la explotación de vegetales debería representar una pequeña parte de su dieta, y seguramente su subsistencia debería estar relacionada con la posibilidad de disponer

de carne y tuétano de origen animal, a fin de suplir esas deficiencias. Cuando hablamos de caza no sólo se hace referencia al hecho de matar una presa, lo mismo que el carroñeo no es únicamente vagar por el paisaje en busca de carne. Ambos implican una planificación y conllevan dirigirse a puntos del paisaje en los que existen probabilidades de que encontraran algún tipo de recurso con los que equilibrar el gasto energético derivado de desplazarse por el paisaje o del propio mantenimiento de una estructura corporal que ha sido definida como energéticamente costosa. Debemos recordar que la anatomía neandertal se define como hiperdesarrollada. La cuestión de si los neandertales eran capaces de planificar sus actividades ha sido un tema que ha generado fuertes polémicas. Algunos autores consideran que obtenían el alimento caminando a lo largo del día. La anatomía robusta y musculosa del neandertal le permitiría desplazarse continuamente de un lugar a otro en todo tipo de terreno. En esos desplazamientos se abastecerían de nutrientes. Así, Binford afirma que carecían de la capacidad para preveer la disponibilidad de recursos, en un paisaje dinámico y cambiante. Existe un fuerte debate sobre si las gentes neandertales realizaban a cabo seguimientos estacionales de las manadas de animales permaneciendo de forma relativamente estable en la misma área geográfica durante la totalidad del ciclo anual. Esta cuestión obedece a que se desconoce en gran medida cuándo son ocupados los yacimientos, si se realiza durante la totalidad del ciclo anual, o por el contrario se instalan durante épocas concretas, reutilizando a lo largo de períodos temporales amplios los mismos lugares Posiblemente, y aunque no es una innovación propia del Paleolítico Medio, si que se puede afirmar que las gentes neandertales controlaban el fuego, que se convierte en un aliado básico para poder habitar en el continente europeo en unas condiciones ambientales rigurosas. El fuego se convierte en un instrumento básico, utilizado para cocinar el alimento y protegerse del frío. La caza y el carroñeo deben verse como estrategias en términos de planificación, de movilidad, tamaño del grupo y de la posible capacidad de almacenar víveres. En algunos yacimientos se dan unos altos índices de especialización en la caza de determinadas presas, en función de los recursos regionales: -

En La Cotte de Saint Brelade, con 180.000 años de antigüedad, se encuentran acumulaciones de huesos de mamut y rinoceronte, que se interpretan como animales que fueron conducidos hasta un promontorio granítico por el que

fueron despeñados. -

En Combre Grenal (Francia) hacia los 75.000 se documentan una gran cantidad de restos de reno (fase fría) y en estratos más antiguos (fase templada) domina el ciervo común.

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En el yacimiento de La Borde (Francia) el Bos primigenius (uro) constituye el 93% de los restos animales, en los estratos de hace 120.000 años, lo que implica que los neandertales habían llevado una caza sistemática de estos animales.

Frente a esta perspectiva, otros autores consideran que la caza se centraba exclusivamente en la obtención de animales de tamaño mediano y pequeño (como ciervo, reno o corzo), mientras que los grandes animales como el bisonte, rinoceronte, mamut o elefante se obtendrían fruto del carroñeo. Se ha postulado que los grupos neandertales eran capaces de evaluar las necesidades que disponían para su subsistencia. Eso implica que se aportan a los lugares donde viven, los animales descuartizados.

Implantación en el espacio Se ha observado que en la implantación topográfica de los yacimientos musterienses, los neandertales tuvieron en cuenta los siguientes factores: -

Afloramientos de Materia Prima.

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Vías de migración de las presas

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Intersección de varios ecosistemas (bosque, zona abierta, alta montaña).

Por tanto, la elección de los espacios geográficos y las diversas funciones que desarrollan en cada sistema es lo que nos está indicando que desarrollan unas relaciones sociales muy elaboradas. El estudio de las materias primas puede ayudarnos a tener una idea más exacta de la movilidad de estos grupos, en general se observa que por ejemplo el aprovisionamiento local de materias primas oscila en un radio de 5 Km y representa entre el 55 y 98%. Con los estudios se aprecian que a mayor distancia del afloramiento de materia prima le corresponde un mayor valor de uso, siendo su transformación en instrumentos el índice que nos lo muestra.

Neandertal y hábitat El rasgo dominante es la ausencia de estructuración del hábitat. Hasta que no llegamos a cronologías recientes -60.000 años -, no se documentan elementos como hogares estructurados, agujeros de postes de las estructuras de hábitat, pozos para el almacenamiento o zanjas para la construcción de viviendas. Los yacimientos del Norte de Europa conservados en posición primaria (Maastricht Belvedere, Biache, etc.) se presentan desestructurados a nivel espacial, lo que ha llevado a pensar que el neandertal no incluía en sus pautas de comportamiento la asignación de áreas especificas en función del trabajo realizado. Lo único que podemos diferenciar a nivel de conducta son lugares de talla y de descuartizado de animales. A partir de los 60.000 el panorama cambia radicalmente y encontramos estructuras de combustión complejas en Vilas Ruivas (Portugal). En Molodova (Rusia) se documentan tanto hogares como cabañas o paravientos.

Sistemas técnicos en el Paleolítico Medio Cuando se estudia la tecnología lítica vemos que se presentan de manera simultánea varios métodos de talla, principalmente el método Levallois y el método Discoide, ambos asociados con una técnica de percusión directa. El método discoide se le considera un método de talla poco elaborada, los productos se obtienen por percusión directa sin que el desprendimiento sea precedido por una preparación especial. Se escogen puntos donde golpear teniendo en cuenta la morfología del núcleo. Las lascas presentan siluetas y espesores variables, no se dan las formas estereotipadas. El método Levallois adquiere un enorme desarrollo a lo largo del Paleolítico Medio. Se denomina de ese modo porque se documentó por primera vez en la población de Levallois, en los alrededores de París. Se lleva a cabo con percutor de piedra utilizado con percusión directa. El concepto Levallois nos indica una concepción volumétrica particular del núcleo y de su modo de explotación: -

Los núcleos se preparan mediante la creación de dos superficies convexas asimétricas. Una es la superficie de talla, de donde se obtienen las lascas y la otra es la plataforma de talla, donde se prepara la plataforma sobre la que golpeamos y el talón de la extracción. Ambas superficies no son

intercambiables en una secuencia de talla levallois. -

La obtención de los productos levallois se lleva a cabo siguiendo un plano de fractura paralelo o subparalelo al plano de intersección. La obtención de lascas levallois está limitado al volumen que presenta la superficie de talla.

Variabilidad industrial Ha sido estudiada con detenimiento a través de la tipología. Se ha de destacar la figura de F. Bordes quien, basándose en la morfología de los objetos líticos musterienses, diferenció en los años 60 las siguientes facies industriales dentro del Paleolítico Medio: -

Musteriense de tradición achelense: Caracterizado por la presencia de bifaces triangulares y cordiformes, junto a raederas, denticulados y puntas.

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Musteriense típico: Caracterizado por abundantes raederas, con algunos denticulados y puntas. Son raros o ausentes los bifaces y cuchillos de dorso.

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Musteriense de denticulados: Dominan denticulados y muescas, con un pequeño porcentaje de raederas y puntas. Bifaces y cuchillos de dorso ausentes.

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Musteriense Tipo Quina o Ferrassie. Caracterizado por una alta proporción de raederas pero con retoque escaleriforme y bifacial.

F. Bordes explica las distintas facies atribuyéndolas a distintos grupos neandertales que coexistieron pero que apenas tuvieron contacto entre sí. Actualmente se piensa que es inverosímil que los distintos grupos hayan podido existir de forma separada y aislada en un mismo territorio sin influenciarse durante tan largo periodo de tiempo. Para Binford, las facies propuestas por Bordes son en realidad distintos componentes integrados en un sistema regional más amplio. Así, Binford propone la existencia de: -

Campamentos Base: En los que se elabora y reparaba el utillaje, además de preparar y consumir el alimento.

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Campos de Trabajo: Lugares a los que el grupo acudía en busca de comida y materias primas

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Estaciones de Pernocta: Debido a la gran movilidad que se asume a estos grupos. La disposición de los recursos variaba con los cambios estacionales y con los cambios climáticos, por lo que el neandertal se movía mucho por el paisaje, generando este tercer tipo de asentamiento.

En general podemos afirmar que dispone de un utillaje muy variado, pero de él se ha de destacar: -

La homogeneidad cultural.

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Ausencia de innovaciones que preludien la gama de artefactos y variaciones características del Paleolítico Superior

Aspectos simbólicos del mundo neandertal Una de las polémicas más relevantes en torno al contexto cultural neandertal es la existencia de elementos que indiquen el desarrollo de una capacidad cognitiva compleja. Se ha argumentado que la existencia de elementos de ornamentación o que denoten actividades no estrictamente relacionadas con la subsistencia, podrían considerarse como visualizadores de un entramado cognitivo complejo. En algunos yacimientos aparecen lo que se ha venido ha denominar objetos curiosos a los que se les ha atribuido cualidades estéticas, sin ningún valor o función práctica, por ejemplo en Arcy-Sur-Cure (Francia) se han encontrado fósiles marinos y nódulos de pirita y en Tata (Hungría) un canto rodado con dos líneas que se cortan en cruz. Periódicamente, se publican restos que presuntamente serían considerados como elementos probatorios de esta compleja capacidad. Así, recientemente, se señaló que en el yacimiento de Divje Babe I (Eslovenia) apareció un fémur de oso con varias perforaciones alineadas y que se interpretó como un antiguo instrumento musical, posiblemente la flauta más antigua de la historia humana. Este curioso hallazgo se encontró asociado a restos atribuidos al Paleolítico Medio. Frente a esta posibilidad, se ha postulado que los posibles orificios realizados para que pudieran ser emitidos sonidos, en realidad corresponden a marcas dejadas por osos de las cavernas que habitualmente suelen clavar sus caninos sobre huesos de otros osos, originando depresiones circulares. Es decir, no existe ningún elemento que valide la existencia de una flauta en el yacimiento de Divje Babe.

Primeras inhumaciones Es en el Paleolítico Medio Reciente, al inicio de la última glaciación (Würm) y en contextos musterienses, donde aparecen las primeras inhumaciones voluntarias. Estas inhumaciones y los objetos puramente estéticos, nos marcan un cambio en el

comportamiento de estos grupos humanos, que no queda reflejado en los conjuntos industriales, ya que en ellos nada parece cambiar. Cuando encontramos Inhumaciones en las que hay un cadáver, así como elementos materiales que le acompañan, nos enfrentamos a lo que se ha venido en denominar ritual de enterramiento, que es el primer signo tangible en una sociedad de cazadores recolectores de la manifestación de sentimientos y creencias en los restos arqueológicos. Aproximadamente se han encontrado unas 20 sepulturas entre Europa y Asia, algunas de ellas contienen ofrendas funerarias, siendo Francia es el país donde los descubrimientos son más numerosos.

Chapelle-aux-Saints (Correze, Francia) En 1908 los abades Bardon y Bouyssonie, encuentran una fosa rectangular excavada en el substrato calcáreo de la cueva. El cadáver se apoya sobre la espalda con las piernas replegadas sobre el lado. Corresponde a un neandertal adulto. Se le conoce con el nombre de "Old man" de la Chapelle, esta persona tenía unos 40 años y sufría artritis y fracturación de la mandíbula. Es evidente que precisaba de los cuidados del grupo para sobrevivir.

Ferrassie (Francia) En la zona exterior al abrigo se han encontrado fosas de forma oval, pero sin cuerpos en el interior, puede haber desaparecido el cadáver por descomposición total o puede haber sido objeto de perturbaciones de carnívoros. Igualmente aparecieron pequeños túmulos, uno de ellos contenía los restos de un niño de unos 23 meses, siendo muy probable que todos ellos sean enterramientos. Hasta el momento se han localizado 8 individuos en un mismo nivel: Un varón, una mujer, un joven de unos 10 años, dos niños entre 2 y 3 años de edad y 3 fetos.

Shanidar (Irak) Durante las excavaciones llevadas a cabo en los años 50, se encontraron al menos 7 individuos. En uno de los enterramientos, los análisis polínicos han documentado la presencia de polen de flores silvestres, lo que inicialmente se ha interpretado como una forma de ornamento funerario. Posteriormente se ha sabido que tienen propiedades

terapéuticas. Actualmente se ha argumentado que podría tratarse de percolaciones de granos de polen en el sedimento a través de las alteraciones postdeposicionales, por lo que sería en realidad una ofrenda ritual sino más bien producto de acciones naturales .

Dederiyeh (Siria) Presenta un enterramiento intencional de un niño neandertal de unos 2 años de edad. El cuerpo descansaba sobre la espalda, con los brazos extendidos y las piernas flexionadas. Junto a la cabeza se documentó un fragmento de caliza y un pequeño objeto de sílex en el pecho. Posiblemente estos materiales sean objetos depositados como ofrendas rituales en la sepultura.

Kebara (Israel) Uno de los estratos musterienses ha dado una inhumación de un individuo varón entre 20 y 30 años, que había sido colocado sobre su espalda y con la mano derecha a nivel de la escápula izquierda y la mano izquierda a la altura de las vértebras lumbares. El cráneo no ha aparecido pero las vértebras están en conexión anatómica lo que sugiere que no hubo alteraciones tras la deposición del cadáver. No aparece ningún elemento que haya sido considerado como ajuar y ha sido datado alrededor de los 60.000 años.

Amud (Israel) En esta cueva se han documentado 18 neandertales, de los que tan solo tres permiten hablar de enterramientos intencionados, por encontrarnos con algunos huesos en conexión anatómica y las extremidades flexionadas. Únicamente en Amud 7 podemos hablar de asociación entre ofrendas (maxilar del ciervo) y enterramiento. Datados entre 60.000 y 50.000 años, ninguno de ellos presenta la excavación de la sepultura en el sustrato, sino que fueron depositados en la superficie de la cueva o aprovechando, en algunos casos, las depresiones naturales que presentaba.

Teshik Tash (Rusia) Ha aparecido otro ejemplo de ritual funerario, formado por numerosos pares de cuernas de cabra, dispuestas alrededor del individuo, igualmente existe un hogar en una zona

muy próxima y asociado a la sepultura, lo que indicaría un cierto tipo de rito. EL HOMO SAPIENS. HACE 35.OOO AÑOS EI Homo sapiens aparece bruscamente durante la última glaciación hace entre 40.000 y 35.000 años Se caracteriza por una talla bastante elevada (1,65 de media), la frente recta, la cara aplanada y sin prognatismo, así como un mentón desarrollado: Los arcos supraciliares han desaparecido y la media de la capacidad craneana es de 1,400 cms. Los rasgos físicos ofrecen un gran polimorfismo que evoca la actual diversidad racial. EL HOMBRE MODERNO EN EUROPA En 1823, Buckland descubre en la cueva de Paviland (País de Gales) los huesos coloreados en rojo de la famosa “Red lady of Pavilland” que fueron depositados en el Museo de Oxford y cayeron en el olvido. En 1913 Sollas inicia un nuevo estudio del cráneo y demuestra que probablemente la “Dama Roja” era un hombre y estaba datado en el Auriñaciense. En 1866, el yacimiento de Solutré (Saone_et Loire) proporcionó a sus exploradores numerosos restos óseos humanos. Dos años más tarde , a raíz de la construcción del ferrocarril de Agen a Perigueux, los obreros descubrieron cinco esqueletos humanos en un lugar llamado Cro-Magnon, en Dordoña. A partir de este momento los hallazgos se multiplicaron: - 1872, un esqueleto de Laugerie Basse (Dordoña) y descubrimiento del Hombre de Menton en Grimaldi (Liguria). - 1888, un esqueleto en Chancelade (Dordoña). - 1894, un enterramiento con l4 individuos en Predmost, en Moravia - 1909, descubrimiento del Hombre Combe Capelle (Dordoña), adquirido por el Museo de Berlín, - 1914, hallazgo de un enterramiento con dos esqueletos en Obercassel, cerca de Bonn (Alemania). En la actualidad los descubrimientos de hombres fósiles de este tipo se pueden contar por centenares. Los yacimientos del Paleolítico superior de Combe-Capelle, CroMagnon y Chancelade han proporcionado restos humanos pertenecientes respectivamente al Perigordiense Inferior, al Auriñaciense y al Magdaleniense.

TEMA 4 El Paleolítico Inferior Introducción El Paleolítico Inferior en África El Paleolítico Inferior en Asia El Paleolítico Inferior en Europa Yacimientos españoles Introducción: El Paleolítico Inferior es la etapa del Paleolítico situada entre los 2.5 millones de años y los 100.000 ap. Se asocia a las primeras culturas materiales. Se extiende por África, Asia y Europa. Homínidos: H. Habilis H. Ergaster H. Erectus H. Antecessor Períodos: Clas. Tradicional Clas. Actual Peble Culture Paleolítico inf. Arcaico Abbevillense Paleolítico inf. Clásico Achelense Paleolítico inf. Clásico Micoquiense Paleolítico inf. Clásico Tayaciense Paleolítico inf. Clásico La cultura de cantos rodados Características: Es llamado también olduvayense. Designa cultura de H. habilis y ergaster. Cultura de cantos trabajados toscamente por percusión directa. Humano: Homo habilis y ergaster. Se extiende por África y Mediterráneo. El Abbevillense (Abbeville-Francia) Características:

Deriva su nombre de Abbeville (Somme). Designa cultura en torno a la glaciación Mindel. Cultura de Bifaces. Humano Homo Erectus. El Achelense (St.Acheul-Francia). Períodos: Clas. Tradicional

Clas. Actual

Pre-Chelense Modo 1-Cult. Cantos rodados Abbevillense Modo 2-Achelense Inferior Achelense Inferior Modo 2-Achelense Medio Achelense Medio Modo 2-Achelense Medio Achelense Superior Modo 2-Achelense Superior Micoquiense-Tayaciense Modo 2-Achelense Superior El Paleolítico inferior en África La Peble Culture: Vamos a reseñar las facies más caractrerísticas: Facies Shungura: Yacimiento: (Omo)2.5/1.4 MA: Homínido asociado a ella : Homo habilis: Útiles: Cantos trabajados mono/bifacialmente Facies Afar: Yacimientos: (Hadar) 2.6/1.0 MA. Homínido asociado a ella: Homo habilis. Útiles: Talla de cantos rodados mono/bifacialmente rudimentaria. Olduvayense: Yacimientos: Rift Valley 1.8/0.5 MA. Homínidos asociados a ella: Homo habilis. Manifestaciones culturales: 1ª manifestaciones de hábitat (piedras y huesos): Choppers y Chopping Tools. Tecnología lítica: Percusión directa y escasa especialización Melka Kunturé: Yacimientos: 1.7 MA H. habilis/1.5 MA Homínidos: Homo erectus. Manifestaciones culturales: Restos de hábitat. Tecnología lítica: Industria poco diversificada de cantos rodados Achelense. Se extiende por toda África. Enlaza con las industrias más arcaicas, evolucionando a partir de los Chopping Tools. Se relaciona con Homo erectus. Desde 1.0 MA/280.000 AP. Fósil director el Bifaz, aunque también se encuentra el aprovechamiento de lascas, sobre todo en fases finales. A partir de África se extiende por Asia y Europa. El Paleolítico inferior en Asia Achelense. Tradicionalmente se dividía en dos grandes complejos que se desarrollaron paralelos: guijarros y bifaces. Hoy se conoce bien el avance de Homo erectus por todo el territorio: China: Presencia muy antigua: 800.000 /42.000 AP: Cueva de Zhukutian (Theillard de Chardin) India: Valle de Soan. Posee dos facies (Presoaniense y Soaniense) Indonesia: Hallazgos muy antiguos (Javanthropus). Novedades: Homo Floresiensis. Se trata de una evolución de rectos asiáticos en un biotopo cerrado y de escasa superficie.

Su importancia radica en la pervivencia y evolución de un grupo humano dentro de un medio sin posibilidad de intercambios y con escasez de recursos (reducción de la talla, endogamia, etc.). El Paleolítico inferior en Europa Encontramos tres áreas diferenciadas: Septentrional (Heidelberg); Central (DordoñaIslas Británicas) y Mediterránea (Italia, España, Balcanes). Paleolítico inferior en la península Ibérica: Pueden establecerse tres áreas diferenciadas: Área Septentrional (Se caracteriza por tener fuertes relaciones con el Continente) Área Meridional (Muy influenciada por el Paleolítico inferior Norteafricano) Área sincrética: Meseta (Posee características del área septentrional y meridional)

Tema 5: El Paleolítico medio 1.- Características del Paleolítico medio y de las Industrias Líticas 2.- El Paleolítico Medio en África y Asia 3.- El Paleolítico Inferior en Europa: Los Complejos Musteriense 4.- La transición al Paleolítico Superior: El Chatelperroniense El clima del Paleolítico medio: Finales interglaciar Riss-Würm y primeros períodos interglaciares (120.000-35.000 AP El Hombre del Paleolítico medio: características físicas del Hombre de Neandertal. Destaca la forma de su cabeza: dolicocéfala, ligeramente aplanada, con una capacidad craneana bastante elevada (1.450cm3); presenta asimismo prognatismo facial, con un mentón mínimo en una fuerte mandíbula, nariz chata y unos ojos aparentemente hundidos bajo salientes arcos supraorbitales. Un cuerpo robusto con una estatura media aproximada de 160 centímetros, brazos ligeramente alargados con un especial desarrollo del brazo en relación con el antebrazo. Todas estas características morfológicas pueden s ser el resultado de una adaptación para conservar el calor corporal en un ambiente glaciar El Medio ambiente del Paleolítico medio: La variabilidad de las condiciones climáticas que se suceden en el Paleolítico medio, como el cambio entre la relativa benignidad del interglaciar Riss/Würm y los rigores del Würm, impulsaron a estos grupos de cazarecolectores a buscar refugios, más protegidos que los habituales al aire libre, en abrigos rocosos y cuevas, intentando además que éstos estuvieran situados en corredores naturales, preferiblemente cercanos a la costa y a baja altitud, lugares de tránsito con varios nichos ecológicos, en los que se dedicaban a una caza oportunista, lo cual les permitía una obtención de recursos diversificada, a la vez que les facilitaba la movilidad entre los distintos espacios explotados. Un dato que puede ser vinculado a esta movilidad es el ciclo de ocupación / desocupación. Técnicas: Son fundamentalmente dos: Tradición achelense y Musteriense típico. Hábitat: Aparecen cabañas y refugios. Creencias: Prácticas funerarias ( la Ferrassie). Liturgia: Recopilación de huesos animales y decoración craneal post mortem Sociedad : Se organizan en hordas (grupos humanos de 30/50 individuos) que practican una economía depredadora de caza y recolección. Importa señalar el cuidado de discapacitados y ancianos. El Paleolítico Medio en África. África sigue siendo en el Paleolítico medio un espacio de gran interés para observar el desarrollo de las industrias más antiguas. También en África se va a desarrollar el ciclo formativo de sapiens a partir de la evolución de erectos, que posteriormente poblarían el planeta, en detrimento de neanderthal. Todo

ello confiere al continente africano un valor primordial. Áreas de interés africano: a) Norte de África. En la franja norte del continente se desarrolla la cultura ateriense. Sus características más sobresalientes son: Escasez de piezas confeccionadas con técnica levallois. Abundancia de piezas pedunculadas, Puntas denticuladas y Raederas b) Área del Alto Nilo. En Nubia se desarrollan grupos representados por yacimientos al aire libre, todos ellos poseen técnica levallois. Se diferencias claramente tres grupos: a) Similar la musteriense típico b) Similar al musteriense con denticulados c) Un tercero grupo cuyos rasgos poseen características autóctonas y que no se relacionan con el musteriense. c) Franja del Sur de África. La característica más importante de este grupo es la ausencia de retoques en las piezas trabajadas. Se singularizan dentro de este territorio dos espacios diferenciados por las piezas encontradas: d) Un espacio interior que se caracteriza por el predominio de útiles obtenidos mediante técnica levallois e) Un espacio costero en el que se alternan los yacimientos en los que existe un predominio de raederas, de puntas o denticulados El Paleolítico medio en Asia. Se trata del continente peor estudiado hasta la fecha. No se han excavado grandes yacimientos ni los suficientes para poder diferenciar características propias ni realizar una diferenciación regional. Podemos singularizar los siguientes espacios: a) Sector suroccidental (Turquía, Líbano, Siria e Israel y algunos puntos de Irak). Es la zona mejor explorada y la que ha proporcionado más y mejores yacimientos. Se caracteriza por un musteriense que no difiere del europeo: a) Líbano: Ksar Akil (41800 AP) y Ras el Kelb (52000 AP) b) Siria: Fundamental en el estudio de la región es la cueva de Jabrud. En sus niveles de ocupación se identifican desde el musteriense de tradición achelense a un micromusteriense parecido al de Grecia e Italia (nivel 5) Por ello a una variedad del musteriense tipo quina se le denomina jabrudiense c) Israel: Fundamental es el grupo de cuevas de Monte Carmelo (Skhül y Tabun con una fijación cronológica de 37750 aC). En los yacimientos citados se localizan restos de neanderthales progresivos. En Judea se halla en yacimiento de Abu-Sif. d) Turquía: El musteriense típico está representado en los yacimientos de Bel Dasi y Bel Bidi El Paleolítico medio en Europa: Los Complejos Musteriense. Para F. Bordes, el

Musteriense define las industrias würmienses regionales del Suroeste de Europa. Este concepto se está flexibilizando en la actualidad, en el suroeste de Francia o Cantabria, que representan conjuntos musterienses cuya cronología es muy alta. La identificación de los cazadores del Paleolítico medio partió de la industria lítica, conceptuada básicamente como una industria de lascas. F. Bordes realizó una sistematización del Musteriense, siguiendo un sistema de porcentajes, definiendo el musteriense como un complejo basado en un mismo espectro de útiles. Dentro de este espectro, aisló cuatro grupos en los que se puede representar la técnica Levallois: - Musteriense de tradición achelense: Para los niveles que contenían bifaces que eran musterienses. Dentro de este grupo, estableció una subdivisión: - Musteriense de tradición achelense tipo A: caracterizado por la existencia de determinado tipo de bifaces, raederas... desarrollo amplio de los útiles del Paleolítico superior: cuchillos de dorso. - Musteriense de tradición achelense tipo B: caracterizado por la persistencia muy escasa de bifaces, gran desarrollo de cuchillos de dorso, desarrollo laminar de la industria, abundancia de útiles de Paleolítico Superior, descenso de los útiles musterienses. - Musteriense típico: Ausencia o evidencia limitada de bifaces atípicos, bajo porcentaje de cuchillos de dorso, presencia aún menor de denticulados, porcentaje de raederas bajo. Facies levallois. - Charentiense o Musteriense de tipo quina - ferassie: que se subdivide en: - Musteriense tipo quina: caracterizado por la casi ausencia de técnica levallois, con lascas cortas y espesas, y un índice laminar bajo y por una fuerte proporción de raederas, mayoría de tipos especiales, y las raederas con retoque bifacial. - Musteriense tipo ferassie: constituye las facies levallois del tipo quina, caracterizándose por la aparición de esta técnica en conjuntos con una fuerte proporción de raederas. Los denticulados persisten en proporciones muy débiles, desarrollándose en los niveles tardíos. - Musteriense de denticulados: constituye uno de los tipos más claros del musteriense, denticulados y muescas con débiles o muy débiles porcentajes de otros tipos. - Vasconiense o musteriense tipo "olha": ha sido aislado como un tipo regional para explicar las industrias con hendedores que aparecen en el propio país vasco francés y en la cornisa cantábrica. Se caracteriza por unos conjuntos de tipo quina o charentiense evolucionados y la presencia de hendedores. La transición al Paleolítico Superior: El Chatelperroniense. En el interestadio Würm II/III tienen lugar las culturas de transición del Paleolítico medio y de los inicios del Paleolítico superior: el Musteriense terminal (o de tradición achelense); el Chatelperroniense y el Auriñaciense arcaico. Las especies humanas protagonistas o

implicadas en esta transición cultural son los varios tipos de Homo, tanto neandertales como sapiens.

Tema 6. El Paleolítico superior. 1.- Características del Paleolítico superior 2.- El Paleolítico superior en África, Asia y Europa 3.- El Paleolítico superior en América 4.- Las manifestaciones artísticas del Paleolítico superior Características Generales. Nos encontramos ante un período caracterizado por muchas novedades en corto plazo de tiempo (25.000 años). Principal novedad: Aparición del H. sapiens sapiens. En los primeros años coexiste con neanderthal (desaparece en torno a 29-27000 AP) Novedades climatológicas: El Paleolítico superior se encuadra en estadios würmienses. Ello implica su inclusión en el Pleistoceno superior, aunque no se inicia con los comienzos de esta etapa climatológica, ya que sus inicios coinciden con el interestadio würm II (35.000 AP), desarrollándose a partir de él hasta würm IV y período tardoglaciar (10.000 AP). Estas cronologías implican alternancias de períodos muy fríos y de intermedios algo más cálidos. Las repercusiones de estos vaivenes climatológicos en la fauna y flora resultan evidentes, así como su correlato ecológico, con instalaciones de grupos humanos en áreas ahora inaccesibles por encontrarse bajo el litoral marino, ya que el máximo glaciar implicó una regresión marina como consecuencia de la detracción de masa líquida en beneficio de los hielos. Todo ello conlleva que no puedan ser estudiados muchos de los emplazamientos litorales, ahora sumergidos. Novedades tecnológicas: En este momento se produce unadiversificación del utillaje y novedades técnicas relacionadas con la talla, que se refleja en la talla por percusión indirecta y por presión. Además se observan novedades tecnológicas, representadas por la diversificación del utillaje y por las novedades técnicas relacionadas con la talla (talla por percusión indirecta y presión).Debemos partir del hecho de conocer sólo una pequeña parte del utillaje. Este período conoce avances espectaculares relacionados con: - Tipo de talla (percusión indirecta y presión). - Volumen del útil y eficacia (peso total y proporción del área laboral en relación a la masa total). - Diversificación del utillaje: Aparecen útiles que hasta ahora no se daban (azagaya, propulsor, arco y flecha, buriles, anzuelos, cuchillos, piezas con escotadura, etc.). - El hueso y el asta se utilizan de manera profusa, sobre todo en etapas avanzadas. - Tendencia general a la reducción considerable del tamaño (inicios del microlitismo) Novedades ecoambientales: alternancia de periodos fríos y cálidos. Las alternancias de períodos fríos y cálidos supusieron en el hemisferio norte unos cambios drásticos que

implican cambios en fauna y flora y nivel del mar. En períodos fríos la fauna se integra con renos, mamut, bisonte, cabalo alanudo, etc. El nivel del mar se encontraba a 50/70 metros más bajo que hoy, con ocupaciones litorales. Gran parte de la superficie conoce una gruesa capa de hielo permanente, con activación de la érosión glaciar. La flora es típicamente de tundra y taiga, con grandes espacios ocupados por el suelo permafrost (suelo permanente helado, que sólo conoce un deshielo superficial que permite el crecimientos de plantas herbáceas de desarrollo estacional, en tanto que el subsuelo se mantiene helado todo el año). En períodos cálidos la fauna cambia con la incorporación de ciervos, jabalíes y corzos. Asciende el nivel del mar, ocupando áreas litorales que quedan inundadas. Novedades de hábitat: ocupación de diferentes abrigos o formación de cabañas. Novedades sociales: agrupamientos de individuos y prácticas sociales (jerarquías). Quizá sea el primer intento de organización suprafamiliar. Ello implica el establecimiento de relaciones no basadas en parentela. Para su cohesión se establecerían ritos y fórmulas de reconocimiento. La presencia de los llamados “bastones de mando” podría traslucir la detentación de mando o jerarquía dentro del grupo suprafamiliar. los espacios referenciales o santuarios se les ha puesto en relación con esta cohesión grupal. Novedades culturales: magia, ritual, arte, simbolismo, prácticas funerarias Novedades técnicas: aparición del propulsor, del arpón, del anzuelo y posiblemente del arco y la flecha. Novedades en la captación de recursos: La economía del Paleolítico superior es depredadora. Ello quiere decir que no produce sino que se consume lo que la Naturaleza ofrece (caza, pesca, recolección). Existen indicios de un cambio económico, que se produciría al final del período: el mesolítico, El cambio a otra economía: en las manifestaciones artísticas se dan representaciones de posibles vallas o empalizadas y el grupo humano tutelaría al rebaño. Etapas del Paleolítico superior: Auriñaco-perigordiense Solutense Magdaleniense La Cultura Auriñaciense . A partir del 38000 AP sustituye al Musteriense. Su foco original es oriental. Se extendió desde Europa oriental hacia Occidente (Se desconoce su hogar ancentral). Duración: entre 38000 y 28000 AP. Climatología: Estadios glaciares muy fríos con picos extremos y repuntes de clima más suaves de unos cien años. Tecnología. a) Tecnología Lítica: Desarrollo de industria laminar:

- Talla de percusión indirecta (grandes láminas, muy espesas - Presión.(Laminillas de pequeño formato) Tipos: láminas retocadas en forma de escamas, raspadores carenados, buriles facetados, laminillas retocadas semiabruptamente. b) Tecnología Ósea. Con hueso se confeccionan: Azagayas (base hendida, entera o biselada), Enmangues de herramental, Alisadores, Punzones, Cinceles, Bastones perforados, Varillas biseladas, Objetos muebles (zoomorfos como representaciones de mamut), Azagaya de base hendida Novedades culturales: inicio de las primeras manifestaciones artísticas, constancia de inicios de la domesticación de animales (cánido de Grotte Goyet (Bélgica) Etapas del Período Auriñaciense 1. Musteriense final o Auriñaciense de transición 2. Auriñaciense arcaico 3. Protoauriñaciense 4. Auriñaciense clásico o pleno La cultura Solutrense: es la fase del Paleolítico superior medio en Francia y España. Evoluciona a partir del Ateriense africanoGravetiense (paralelo al Auriñaciense). Se encuadra entre el 22000 y el 18000 AP, aunque en comarcas llega hasta 16/15000 AP. Climatología: Muy extremada (estadial würm III), con oscilación templada de Paudorf al final del período. Tecnología. Etapa de grandes novedades. Destaca la técnica del retoque plano y estrecho, aplicado unifacialmente. Los tipos característicos son las hojas de sauce y laurel Etapas: 1. Solutrense inferior. Caracterizado por punta retocadas sin invadir el cuerpo 2. Solutrense medio, Caracterizado por las hojas de laurel con retoque invasor bifacial 3. Solutrense superior. Caracterizado por hojas de sauce con retoque laminar unifacial El arte del Paleolítico superior Concepto de arte rupestre Aparición

Teorías sobre el arte rupestre Manifestaciones: Arte mueble y Arte inmueble Técnicas Concepto de arte rupestre. El arte aparece hace unos 30.000 años de manera fulgurante. Por primera vez es el hombre actual, H. sapiens sapiens el ejecutor de estas maravillosas realizaciones. Debemos señalar la dicotomía entre últil y expresión artísticas. El últil es una herramienta, un objeto utilitario. En algunos de ellos se ha querido ver una expresión artística, pero su función es la servir de herramienta. Por el contrario la obra de arte expresa sentimientos, emociones, es la elaboración intelectual que posee otras funciones. Aparición. Nunca antes del paleolítico superior se habían localizado obras artísticas. El arte surge ligado al hombre actual de manera madura. Teorías sobre el arte rupestre. Se han formulado muchas teorías sobre el origen y significación del arte cuaternario. Ninguna de ellas satisface por completo: Teoría del arte por el arte. En un primer momento se consideró que la parición del arte no debería poseer otra explicación que el propio placer de llevar a cabo la obra artística. Winckelmann es el principal representante de esta teoría, que hoy consideramos totalmente desfasada. Teorías mágico-religiosas Las teorías mágico-religiosas parten del hecho de considerar las representaciones artísticas como elementos de prácticas y rituales que han llegado hasta nosotros de manera incompleta, pero que el hombre primitivo llevaría a cabo dentro de sus estrategias vitales. Estas teorías pueden nucleares en torno a tres apartados: teoría de la magia simpática, de la magia propiciatoria y teoría religiosa del santuario. a) Teoría de la magia simpática. Esta teoría se fundamenta en la correlación que se establecería entre objeto real y objeto representado. Todo acto inferido sobre la imagen representada tendría un correlato sobre la imagen real. Poniendo un ejemplo actual nos encontraríamos con prácticas semejantes al vudú. Así el alanceamiento del animal representado comportaría su muerte y, por lo tanto, al salir a cazar el ejemplar real, ya se encontraría espiritualmente muerto, facilitándose su captura. b) Teoría de la magia propiciatoria. En este caso la magia parte de la idea de poder inferir en la realidad a trevés de prácticas rituales. Como el grupo humano no conoce los mecanismos de reproducción, que intentarían promover mediante prácticas de magia propiciatoria ante una situación de disminución de contingentes humanos o animales. c) Teoría religiosa del santuario. Se parte de una simple correlación: si el hombre actual posee espacios sacrales o santuarios, es posible plantear que el hombre primitivo tuviese esa misma pulsión de llevar a cabo ritos o ceremonias en espacios de espacial

significación, donde se representarían escenas o elementos que estarían directamente relacionados con esas prácticas. La acumulación de arte en determinados espacios recónditos avalaba esa teoría. A partir de ella se explica que Altamira recibiese el apelativo de “Capilla Sixtina del Arte Rupestre”. Teorías estructuralistas El estructuralismo lingüístico que surge a mediados del siglo XX con Ferdinand de Saussure va a llegar muy pronto al campo de la cultura. Será Francia la que acoja en mayor medida estas interpretaciones, aunque sus partidarios se encuentran repartidos por todo el mundo. La idea básica es establecer una articulación del concepto artístico en significado y significante, siguiendo miméticamente la elaboración del signo lingüístico. Visto así las representaciones artísticas vendrían a constituir el significante de un signo artístico que también poseería un significado, con una relación arbitraria entre ambos. Además los prehistoriadotes del arte cuaternario se pondrían a trabajar sobre un catálogo de signos y su estructuración dentro del recinto en el que se ubican. De esta manera se van a elaborar unos completos catálogos de signos que se estructuran en símbolos, ubicación y articulación espacial que han servido como fundamento de catálogos muy completos. Sin embargo los propios estructuralistas han caído en la trampa de su propia teoría al señalar que es imposible conocer la significación del arte cuaternario de manera completa al no poseer más que una parte del signo cultural, su significante. Así sería imposible llegar a conocer su significado, perdido para siempre al ser arbitraria la relación entre los dos elementos constitutivos del signo. Ello supone un reconocimiento de la incapacidad de esta teoría, aunque a nivel práctico los trabajos de Bordes o de Laming-Emperaire han sido decisivos para el conocimiento del arte cuaternario. Nuevas teorías antropológicas. Ninguna de las teorías vistas anteriormente han podido explicar la aparición del fenómeno artístico en el Paleolítico superior. Hoy las teorías antropológicas se dirigen a buscar unas explicaciones que están ligadas a la cohesión del grupo, en unos momentos en los que las hordas que ocupan un mismo territorio buscarían estrategias que les permitiesen reconocerse como componentes del mismo grupo, evitando los enfrentamientos entre ellos. De esta manera la teoría del santuario se reactivaría recientemente señalando que en estos lugares recónditos de algunas cavernas se llevarían a cabo rituales de reconocimiento entre los grupos presentes en ese santuario. Una versión de esta teoría es la explicación pedagógica, según la cual no se trataría de diferentes grupos sino de un único grupo que en momnentos claves de la vida – posiblemente pubertad- el contingente del grupo se internaría en la cueva donde se les mostrarían estrategias vitales –en Álora parece que se mostraría la dinámica de determinados rebaños que se trasladaban entre montañs y valles, en Rouffignac la existencia de un pozo en la zona más interna de la cueva podría estar relacionada con ritos iniciáticos de muchachas, según se desprende de un antropomorfo allí ubicado y de la reciente interpretación de estar elaboradas estas manifestaciones artísticas por mujeres. Manifestaciones: Arte Mueble y Arte Inmueble. Se ha tendido a sobrevalorar el arte inmueble, sobre todo las pinturas rupestres, en detrimento del arte mueble. Debe señalarse que arte mueble e inmueble van asociados y responden a un planteamiento

global. La magnificencia de la pintura rupestre, sobre todo los grandes conjuntos de la Dordoña, Cantábrico y Sur peninsular, no deben restar importancia al extraordinario arte mueble que comprende figurillas femeninas –las llamadas Venus- adornos de los llamados bastones de mando o azagayas, figuras de animales de un gran realismo y manifiesta expresividad, tanto las ejecutadas con técnica de talla como de grabado. El soporte, que marca la diferencia entre arte mueble e inmueble, no concede primacía de una manifestación sobre otra, aunque debemos señalar que ls importancia concedida a los grandes conjunto de policromos de Altamira o Lascuax ha eclipsado a veces otras manifestaciones artísticas tan meritorias como las reseñadas. Técnicas Pintura: Pincelado, tamponado, aplicación, propulsión. La pintura ha conocido un intenso estudio de sus técnicas y pigmentos. Hoy se conoce muy bien de manera pormenorizada en cada yacimiento. Las técnicas artísticas que se evidencian son el pincelado, el tamponado, la aplicación y la aerografía o propulsión. El pincelado se utiliza fundamentalmente en la elaboración de contornos. El tamponado consiste en empapar una gamuza o piel de animal en el pigmento y aplicarlo sobre la superficie. Es un excelente recurso para rellenar el interior de las figuras. La aplicación directa del pigmento se ha constatado en muchas cuevas, donde han aparecido patelas y restos de pigmentos en niveles correspondientes al momento de elaboración de las pinturas. La humedad de la cueva actuaría con el pigmento seco a modo de fresco, incorporándolo a la pared. Así ha llegado hasta nosotros. Finalmente la propulsión o aerografía es la técnica aplicada a las conocidas como manos negativas. Se han dado varias hipótesis sobre su modo de realización. Hoy sabemos cómo en la Cueva de Doña Trinidad en Álora se llevó a cabo mediante una patela que servía de recipiente y dos huesos de ave, con los que se conseguía un efecto venturi. En cualquiera de las técnicas pictóricas los pigmentos utilizados fueron el carbón vegetal para el negro y óxidos de hierro para el rojo y ocre. No hay constancia del uso de la clara de huevo o de sangre, aunque en algunas publicaciones se ha señalado su uso. Grabado: esta técnica consiste en siluetear la figura representada mediante la incisión de un buril. Además del contorno, también se graba el algunos casos el pelaje, creando zonas diferenciadas al insistir en unos espacio más que en otros o dejar sin trabajar otras partes. En la cornisa cantábrica poseemos excelentes piezas de pizarra o caliza en las que aparecen grabadas cabezas o ciervos de un gran naturalismo. El grabado puede ir sólo, realizándose la figura solamente con esta técnica, como ocurre en cuevas cuyo material es granulado e impide la fijación de pintura, en placas de piedra, sobre hueso, asta o marfil; o bien asociado a pintura, constituyendo una fase previa del dibujado de la figura. Así ocurre en Altamira, donde la mayor parte de las represtaciones pictóricas poseen un trazado previo de grabado. Ello no debe generalizarse a todas las pinturas. Así conocemos que las figuras de la Gran Sala de Lascaux se realizaron sin grabado previo, que fue sustituido por el contorno realizado con carbón. Tallado: la talla de objetos es. Junto al grabado, la técnica más generalizada en el arte mueble. La talla se realizaría sobre soportes muy variados, entre los que cabe citar el hueso, asta, marfil, piedra, etc. Algunos objetos sobresalen por su perfección y delicadeza, como es el caso de las llamadas Venus esteatopígicas o calopígicas, el bisonte herido que se lame la herida o la cabeza de caballo relinchando.

Modelado: Poseemos magníficos ejemplos de bisontes modelados en la arcilla tierna de la cueva, que sirvió para completar el repertorio grabado o pintado en su parte superior.

Tema 7. El Epipaleolítico y el Mesolítico Concepto y terminología Características Clima y Fauna Etapas El Capsiense Concepto y terminología Epipaleolítico (más allá del Paleolítico) Mesolítico (Entre las edades de la piedra) Ambos son terminología evolutivistas diseñada por Obermaier y Clark. Se han asentado desde el principio. Con ambos términos se intentaba encontrar el paso del Paleolítico al Neolítico. Se trata, ambos casos de una FASE INTERMEDIA de las hordas de cazadores y recolectores. Su cronología se ha establecido en el tardoglaciar (10.000- 8. 000 AP) una fase intermedia entre el final del Paleolítico (sociedades de cazadores-recolectores) Mesolítico. Aparece en primer lugar. Señala las fases de sociedades que han comenzado utilizar sistemas de obtención de alimentos a modo de transición hacia el Neolítico y hacia la plena actividad agrícola. Epipaleolítico. Término más reciente. Se aplica a culturas en cuyas sociedades se mantenían formas de vida propias del Paleolítico (caza-recolección). Visto así sólo es posible hablar de Mesolítico en sociedades que presentan innovaciones en su modo económico, ligado a la produccción y ello, en palabras de Bernat Martí, sólo se dio en el Medio Oriente próximo, exportándose al resto de los grupos que se mantenían en un modo Epipaleolítico. Clima: El Epipaleolítico se extiende por las fases Pre-Boreal, Boreal, Atlántica, SubBoreal y Sub-Atlántica, caracterizadas todas ellas por temperaturas más elevadas que en la fase glaciar del Paleolítico Superior y por periodos de humedad oscilantes (“óptimo climático”). La retirada de los hielos facilita la ocupación de las latitudes más al Norte, generándose nuevas formas de adaptación al medio. Fauna. Desaparición de los grandes animales como bisontes y mamuts, y adaptación de renos y caballos al nuevo entorno climático. Durante mucho tiempo se pensó que el Epipaleolítico correspondía a una época de gran colapso de la fauna. Para algunos, la microlitización de la industria lítica se explicó por la adaptación de ésta a la fauna existente en el momento (pequeños animales). A veces se ha señalado la existencia de un gran crecimiento demográfico como resultado del “óptimo climático”. Esta afirmación parece aventurada porque no se tienen datos suficientes sobre la demografía

y se tiende, en ocasiones a hacer paralelismos con etapas históricas posteriores cuando el registro arqueológico es mayor. Características técnicas. 1. Tendencia a la Microlitización de la industria lítica. Los útiles se realizan a partir de láminas o lascas minúsculas que se obtienen de núcleos prismáticos y por medio de los retoques abruptos. 2. Mantenimiento de las formas y tipos ya conocidos en el Paleolítico superior (raspadores, buriles, hojas retocadas, perforadores). 3. Diversificación regional de los útiles típicos y exclusivos de este periodo. Rasgos básicos y tipológicos. Tres son también los grandes tipos líticos novedosos del Epipaleolítico/Mesolítico: 1. HOJITAS. Son hojas pequeñas, no mayores de 12 milímetros, retocadas o no y que debieron servir como complemento a armas fabricadas a partir de mangos de hueso o madera . 2. GEOMÉTRICOS. Los geométricos son piezas sobre lascas e incluso hojitas a las que, por medio de retoque abrupto se les ha dado formas de triángulo, rectángulo o trapecio, rombo y segmento de círculo. 3. PUNTAS. Siempre sobre lámina, las puntas se diversifican en las distintas culturas que componen el Mesolítico (al menos en Europa) pero mantienen, en muchos rasgos, aspectos semejantes a los del Paleolítico Superior. Etapas: EPIPALEOLÍTICO ANTIGUO O INICIAL (10.000/7.500 a. C.). Se abre con la cultura denominada AZILIENSE (de Mas d´Azil, en Francia), heredera del Paleolítico Superior Magdaleniense y cuya industria lítica está caracterizada por las denominadas puntas azilienses, siempre sobre hojitas de dorso convexas a modo de los cuchillos de Chatelperron; y por los raspadores unguiformes, raspadores cortos sobre lasca, con retoque abrupto y semejantes a la forma de la uña. La industria lítica se complementa con una industria ósea de arpones, habitualmente de una sola fila de dientes y con una perforación basal en forma de ojal. Especial mención merecen los cantos rodados decorados con pintura esquemática. En este periodo destaca también la cultura SAUVETERRIENSE (de Sauveterre-la-Lémance, Suiza), cuyo fósil característico es la punta Sauveterriense, que pervive en otras culturas posteriores. EPIPALEOLÍTICO MEDIO (8.200/7.500 a. C.). La cultura central es el TARDENOISIENSE (región de Tardenois, Francia), con abundantes puntas tardenoisienses, y geométricos. EPIPALEOLÍTICO FINAL (5.000 a. C.-3.500 a. C.). Aun perviviendo algunas de las culturas anteriores, se produce una cierta generalización de la industria macrolítica a través de facies culturales como el CAMPIÑENSE (que pervive hasta la Edad de los

Metales), el VALORGUIENSE o el TARDIGRAVETIENSE FINAL, que, incorpora cuchillos de dorso y microlitos junto con hachas, y grandes raspadores, quizá piezas que se relacionan con el trabajo de la madera en una época de avance de los bosques. CAPSIENSE. Industria típicamente mesolítica en la que hay un claro predominio del microlito y del retoque abrupto. Se aplica a todo tipo de geométricos, a puntas y a perforadores. Se diferencian triángulos y trapecios . Su técnica tiene cierta prestancia el retoque de buril. La industria ósea casi no existe, si dejamos de un lado el trabajo de huesos destinado a fabricar copas y máscaras rituales, que constituyen elementos muy significativos del Capsiense.

Tema 9: El Neolítico Esquema: La Revolución neolítica. Concepto y rasgos Neolitización: el evolucionismo y el difusionismo Etapas del Neolítico El arte neolítico El Megalitismo

La Revolución neolítica. Concepto y rasgos. Hasta hace poco tiempo se ha venido prestando mayor atención a un rasgo definitorio de la nueva etapa histórica una manera nueva de trabajar la piedra: el pulimento. De hecho el término Neolítico responde al hecho de encontrarnos con un nuevo elemento tecnológico. De ahí se pasó a la denominación de piedra nueva que designa a la etapa histórica. Sin embargo hoy ser pone más el énfasis en otros aspectos, ya que el pulimento de la piedra no sustituye a las tradicionales técnicas de talla que se mantienen en gran medida. La diferencia con las etapas anteriores viene marcada por la llamada Revolución Neolítica. Se trata de la gran revolución que ha afectado a toda la población humana. Coincide con el cambio climático y supuso una profunda y permanente modificación de hábitos y estructuras del grupo humano. También la adquisición de técnicas y recursos que en la mayor parte de los casos no estaban siquiera iniciados en etapas anteriores. Vamos a señalar los aspectos en los que se producen cambios relevantes: Sociales: 1. Paso de la horda al grupo familiar extenso 2. Estratificación social: aparición de castas y oficios 3. Sedentarización: aparición de poblados, terrenos de labor, establos 4. Solidaridad grupal-identificación de la no pertenencia. Culturales: 1. Nueva religiosidad: Diosa Madre 2. Nuevas expresiones artísticas: arte esquemático, macroesquemático, figurillas, sobre cerámica. 3. Cerámica: Aparición de recipientes para contener cereal o líquidos

Económicos: 1. Cambio de una economía depredadora a otra productora (agricultura y ganadería) 2. Existencia de excedentes: Se produce más de lo necesario para vivir. Ello implica almacenamiento. 3. Control del excedente: a la larga ello implica inicios de la escritura y la contabilidad 4. Aparición de intercambios y el inicio del fenómeno del comercio Hábitat: La sedentarización impone la aparición de construcciones Cabañas: elemento nuclear del hábitat humano Santuario: espacio sacral diferenciado Espacios destinados a terrenos de labor Área destinada al ganado (establos, campos cerrados, etc.) Espacios funerarios: túmulos, dólmenes, cuevas sepulcrales Delimitadores del espacio: megalitos Neolitización: teorías evolucionistas o difusiomnistas. Se han señalado dos vías de acceso a la neolitización (el proceso mediante el cual una comunidad accede al Neolítico): • La transformación dentro del propio grupo humano: evolucionismo. Existe la discusión sobre en cuántos núcleos se produjo el fenómeno neolitizador: Próximo Oriente, Indo, Río Amarillo, Yucatán, etc. • La aparición en pocos espacios y su difusión por contacto: difusionismo. La principal dificultad es saber quién difundió a quienes. A veces los difusionistas se equivocan al plantear adquisiciones que son desarrollo de la propia comunidad (ejemplo de la cerámica). Etapas. El proceso neolitizador se ha sintetizado independientemente de las cronologías precisas:

en

tres

gran

etapas,

1. Neolítico inicial: se corresponde a los establecimientos originarios. Se le suele denominar pre-cerámico. Hay que señalar que esta etapa inicial no se encuentra atestiguada en la mayor parte de los establecimientos neolíticos, ya que supone el paso de grupos que evolucionan desde el Mesolítico al Neolítico, fenómeno que ya hemos señalado sólo se dio en determinadas áreas, frente a las transformaciones de los grupos epipaleolíticos que mantuvieron sus estrategias de cazadores-recolectores hasta su neolitización. 2. Neolítico pleno: momento en el que la neolitización alcanza a la mayor parte de los

grupos humanos. Se identifica la economía productora y la cerámica. 3. Neolítico final: etapa de transición hacia el Calcolítico. Se desarrolla el fenómeno megalítico y el desarrollo de los poblados, algunos de ellos fortificados. El arte neolítico. Las manifestaciones del arte en el Neolítico difieren de las correspondientes a períodos anteriores. Pueden señalarse las siguientes características: 1. Ubicación: El arte abandona la cueva y se manifiesta al aire libre, en solapos y solanas. 2. Soporte: El arte mueble incorpora nuevos soportes a los anteriores: hueso, cerámica, placas de piedra pulimentada, metales nobles nativos, etc. a. Piedra: Se utilizan abrigos rocosos al aire libre b. Hueso: Representaciones zoomorfas o humanas sobre hueso, marfil o asta. 3. Temática: Abunda la representación de escenas de caza, recolección, rituales, etc. Se incorpora la figura de la Diosa-Madre neolítica. 4. Composición: Generalmente son escenas integradas, frente a la representación zoomorfa aislada de etapas precedentes. 5. Estilo: Frente al naturalismo del arte cuaternario, el neolítico tiende al esquematismo, utilizando colores planos en lugar de la policromía anterior. En pintura parietal se conocen estilos como el esquemático, macroesquemático, etc. 6. Técnicas: Ahora se produce una diversificación, sobre todo en la cerámica, que conoce una variedad de técnicas decorativas (incisa como la cardial, impresa, aplicada y de empaste) El Megalitismo. El fenómeno megalítico está relacionado con las etapas finales del Neolítico. Supone el desarrollo de construcciones especializadas. La base de la construcción es el ortostato 1. Según su número puede ser: 2. 1 menhir 3. 3 trilito 4. Dispuestos en fila: Alineación 5. Dispuestos en círculo: círculo o cronlech 6. Dispuesto en forma de cueva artificial: túmulo, dolmen o megaxilito Funciones: Los megalitos poseen una función específica, que está relacionada con los rituales, las prácticas funerarias, etc., pero además, los megalitos son delimitadores del

territorio. Su propia ubicación los convierte en elementos de referencia espacial, que muchas veces ha llegado hasta etapas modernas.

Tema 10: El Calcolítico Calcolítico: término (calcos=cobre y litos=piedra). Ello significaría Edad del Cobre. También se denomina Eneolítico (del latín eneos=cobre CONCEPTO DE CALCOLÍTICO: RASGOS ARQUEOLÓGICOS BÁSICOS El Calcolítico (Edad del Cobre o Eneolítico) es una etapa de profunda indefinición pues arqueológicamente, en realidad, se distingue muy poco del Neolítico Final, por un lado, y del Bronce inicial, por otro, siendo sólo identificable, en sus fases arqueológicas finales, con el Vaso Campaniforme, que coincide ya con una época de plena actividad metalúrgica en Europa. • Etimológicamente, el Calcolítico se refiere al periodo de la Prehistoria –primero en la Edad de los Metales y de cronología absolutamente dispar en las distintas regiones europeas– en el que empieza a emplearse la metalurgia del cobre como primer mineral metálico con que el hombre contacta.

EL CALCOLÍTICO: LA ACTIVIDAD METALÚRGICA. GEOGRAFÍA Y CLAVES DEL ORIGEN

Las fechas más antiguas de actividad metalúrgica europea están documentadas para los Balcanes (casi desde el IV milenio a. C.), donde las minas de MARTIZA (Karanovo, Bulgaria) o AI BUNAR (Gumelnitça, Bulgaria) han dado las fechas más antiguas de explotación de cobre a cielo abierto.

Estando en auge las teorías difusionistas, se consideró que el origen de estos focos se debía exclusivamente al contagio de estas zonas con el Próximo Oriente y de modo especial con Anatolia. Hoy, en cambio se piensa en un origen local, eso sí, para que surgiera allí dicha actividad metalúrgica hizo falta la presencia de gentes del Neolítico final con gran hábito de localizar piezas minerales para la fabricación de objetos de adorno y el gran desarrollo de las técnicas de fabricación cerámica.

EUROPA Y LOS FOCOS INDEPENDIENTES DE INVENCIÓN

• Tesis orientalista (Childe) : de Mesopotamia a Anatolia y por Troya a Europa • Implantación y difusión de los primeros cobres: • Focos autóctonos (Renfrew): _ Balcanes y Península Ibérica • Pueblos indoeuropeos de las estepas ¿protoindoeuropeos? • Vaso Campaniforme

LA METALURGIA CALCOLÍTICA EN EUROPA

Desde el IV milenio a. C. se explota la mina de AI BUNAR (Stara Zagora, Bulgaria), una explotación a cielo abierto que contactaba con los filones a partir de cortes de varios kilómetros abiertos con picos de asta o de cobre. Semejante sistema se debió utilizar en RUDNA GLAVA (Vinca-Plocnik, Serbia). Parece que inicialmente serían explotaciones metalúrgicas destinadas a la exportación de la materia prima pues apenas hay restos de objetos fabricados con el metal extraídos y los que hay son de pequeño tamaño. Más tarde empezarían a fabricarse piezas relacionadas con el trabajo metalúrgico a través de moldes y de la forja de piezas en frío o caliente.

Esta actividad metalúrgica que se documenta en los Balcanes pasa enseguida al Egeo, donde empezamos a encontrar explotaciones mineras asociadas a culturas del Calcolítico (cultura de CUCUTENI-TRIPOLJE) como las de SITAGROI II en las que ya se aprecia un gran interés por la explotación del cobre. Sin embargo, en estas áreas es más frecuente, en fecha temprana encontrar una preocupación por el cobre exclusivamente de tesaurización, acumulando el cobre –como también el oro– como elemento de valor o exótico y sirviendo de ajuar en las tumbas.

En el resto de culturas de la Europa Atlántica y Mediterránea la actividad metalúrgica de producción de útiles de cobre corresponde con un horizonte cronológico asociado al Vaso Campaniforme, ya casi en los finales del III milenio a. C.

EL CALCOLÍTICO EN EUROPA

1. CARACTERÍSTICAS GENERALES 1.1. IV-III mil. a.C. indicadores de cambios: – Península Ibérica: indicios técnicas de irrigación. – Arado: Dinamarca, islas Británicas y Alpes. – Revolución de los productos secundarios: • ganado vacuno para tracción • carro • consumo lácteos • aprovechamiento de la lana (1/2 III milenio a.C.) – Metalurgia: dos núcleos independientes: • Norte Balcanes: IV mil. a.C. • Sur Península Ibérica 2/2 IV mil. a.C.

1.2. La consolidación de la jerarquización Organización social – Indicadores de diferenciación social: • Variedad en sistema de enterramiento • Aspecto espacial de necrópolis • Distribución territorial asentamientos • La jerarquización social – Europa central y suroriental • Patrón de asentamiento desigual • Diferencias mundo funerario: tumbas principescas

– Europa occidental • Tumbas colectivas • Monumentos de la comunidad • Patrón de asentamiento jerarquizado

EL CALCOLÍTICO EN LOS BALCANES Los Balcanes, núcleo metalúrgico independiente: – Núcleo más antiguo de Europa – Condiciones : • región rica en minerales de cobre. • capacidad tecnológica. • Sociedades complejas. – Complejidad de la organización social: • Necrópolis de Varna (Bulgaria) – Contrastes en la riqueza de los ajuares: sociedad jerarquizada. Cultura de Tiszapolgár (Hungría): nuevo elemento de prestigio en las tumbas: los caballos. Origen: - ±4.000 AC: Vinça: cobre nativo Grupo de Vinça • Minas de Rudna Glava • Martillos sobre guijarros • Figurillas femeninas Grupo de Gumenitsa (Bulgaria) • Fundición de metales en molde

• Objetos característicos • Minas Ai Bunar - Necrópolis de Varna - 300 fosas • Ajuares diversificados – jefes, – sacerdotes, – guerreros – gentes plebeyas • Tumba 43 • Cenotafios • Tumbas de artesanos • Tumbas simples • Estratificación social

LA ESTEPA EUROPEA Primer Neolítico • Neolítico final-Calcolítico (4500-3500 AC): civilización kurgana        

Amplia variedad regional Economía basada en la ganadería Metalurgia autóctona? Hábitat Defendido por fosos Ritual funerario Rasgo común: Incipientes diferencias sociales

• Calcolítico medio (IV-III mil.AC)

– Extensión: norte del Caspio, sur de Rusia y este de Ucrania – Amplia variedad regional – Mundo funerario - Sepultura principesca de Maykop - Ajuares funerarios – Extensión por centro-europa (culturas kurganizadas) • La cerámica cordada • Las hachas de combate EL CALCOLÍTICO EN CENTROEUROPA 4.1. Civilización de Baden (3600-2800 aC) - Extensión: Austria, el sur de Hungría y el noroeste de Yugoslavia - Asentamiento:    

Cerca de terrazas fluviales Edificios singulares Fortificaciones Pleno dominio de la metalurgia

- Empleo del carro - Agricultura extensiva - Mundo funerario

EL CALCOLÍTICO EN CENTROEUROPA 4.2. La cultura del Ánfora Globular - Extensión: río Elba en el este de Alemania a través de Polonia, hasta Ucrania - Cronología: 3.570 - 2.470 cal a.C. - Fósil director: cerámicas de cuerpo globular y cuello cilíndrico decoradas con incisiones o impresiones de cuerda

- Mundo funerario:  

Reutilización tumbas megalíticas TRBK Construcción cámaras sepulcrales (similares a los kurganes)

_ 4.3. La cultura de la Cerámica con Impresiones de Cuerda • 2900 - 2350 cal. a.C • Economía trashumante • fabricación de elementos de cobre Hachas decoradas Brazaletes en espiral • Mundo funerario Fosas cuadrangulares revestidas y cubiertas por túmulo Ajuares característicos

EL CALCOLÍTICO EN EL MEDITERRÁNEO 5.1. Italia septentrional: Grupo de Remedello • 3300-2400 aC • valle del Po, Lombardía y la llanura de Venecia • entre el Mediterráneo y Europa Central • Mundo funerario – Inhumaciones en fosa –

Ajuares metálicos

Las islas del Mediterráneo –

Sicilia

– – – –



– – –



Conca d´Oro Tumbas colectivas en cuevas artificiales Cerámica Cerdeña o facies Filigosa y Abealzu (Calcolítico antiguo) o templo con terrazas de Monte de Accoddi o Estatuas-menhir Cerdeña o Cultura de Monte Claro o Expansión agrícola: poblados en llanura o Primeras fortificaciones o Hipogeos en pozo

Malta Fase Zebbug o enterramientos colectivos o estatuas-menhir. Fase Mgarr o hipogeos o templos de planta o trilobulada.

Fase Tarxien  grandes templos megalíticos de fachadas elevadas y patios interiores  Hall Saflieni

EL CALCOLÍTICO EN EUROPA OCCIDENTAL El sureste de Francia _ III mil AC: – – –

Jerarquización del poblamiento: centros fortificados con murallas y torreones (Fontbouisse) Monumentos megalíticos Metalurgia

La cultura de Millares IV-III mil AC o o o o

Extensión: Almería, Granada y Murcia Poblamiento: polarización Características comunes de estos yacimientos destacarían: La presencia de fortificaciones, lo que contrasta con las

o poblaciones neolíticas precedentes, dispersas y con pocas o protecciones. o Viviendas de planta circular de hasta seis metros de diámetro y construidas en piedra. o Necrópolis en el exterior de los poblados, con abundancia de enterramientos megalíticos colectivos, tipo tholos en las zonas bajas y también cuevas e hipogeos hacia el interior. o Temprana metalurgia del cobre. o Auge de los intercambios.

LA CULTURA DEL VASO CAMPANIFORME Se asocia a los inicios de la metalurgia Se extiende por toda Europa Origen Renano o Atlántico Sus rasgos definitorios son: Inhumaciones en cista Intrusiones en sepulturas megalíticas Presencia de una cerámica característica denominada campaniforme por su perfil característico o Trío de tipos: cazuela, vaso y cuenco o Decoración característica de tipo incisa en forma de aplicaciones de cuerdas (cordados), de peine o ruedecilla, completada con rellenado de pasta blanca. o Presenta una larga perduración que lleva desde el tránsito del Neolítico final al Bronce medio con una secuencia que se ha sintetizado en: o o o o o o o

• Fase antigua: Campaniformes marítimos y cordados • Fase plena: Horizonte Ciemposuelos • Fase tardía: Campaniformes tipo Silos y evolución a formas de Protocogotas

LA EDAD DEL BRONCE CRONOLOGÍA • La metalurgia del bronce propiamente dicho no se empezará a usar en la Península Ibérica hasta pasado el 1.200 a. C. Desde los primeros trabajos con el cobre,que ya estudiamos en el Calcolítico, hasta bien entradoel Bronce Medio, la Península Ibérica trabajará sobretodo el bronce arsenical, siempre menos perfecto que el bronce estamnífero, que obtiene su perfección en una aleación que no aporte más del 10% de estaño. Ni siquiera las grandes culturas metalúrgicas del Bronce Peninsular (Sudeste) utilizarán el bronce estamnífero hasta casi el Bronce Final. INDUSTRIA METALÚRGICA ÁREAS DE PRODUCCIÓN • Conocemos –sobre todo en El Argar– algunos hornos a cielo abierto y crisoles, aunque la mayor documentación sobre el proceso de fabricación nos la dan los restos de escoria así como los moldes bivalvos sobre los que se fabricarían las hachas planas típicas del horizonte del Bronce Inicial. • La industria metalúrgica del Bronce Peninsular comienza con la herencia de piezas ya recibidas a través del Calcolítico Final y propias del horizonte del Campaniforme como son las puntas Palmelas, los adornos de oro o el puñal de lengüeta (abundantes en yacimientos de la Meseta). Sólo en el Sudeste existen desde el Bronce Inicial piezas que se convierten en típicas del horizonte cultural Argárico (espadas de hoja ancha, alabardas, hachas planas, punzones, cinceles…) y un desarrollo notable de la orfebrería (diademas y espirales de oro y plata). También Galicia manifiesta desde fecha temprana, por los contactos atlánticos, cierto desarrollo metalúrgico. Al margen de zonas en las que hay elementos metalúrgicos que remiten a la herencia Calcolítica, dos son los focos principales de la metalurgia: 1. Sudeste. Es la zona metalúrgica por excelencia en la que, sobre todo en torno de El Argar, se procede a la localización de yacimientos mineros y a su transformación. En esta áreas se innova en formas creando puñales cortos, espadas anchas y largas, hachas planas y alabardas. En cualquier caso se trata de bronce siempre arsenical. 2. Galicia y la Meseta. Estas zonas, de influjo atlántico y no mediterráneo han dado –con fecha 1400-1300 a. C.– las cronologías más bajas para la actividad metalúrgica del bronce estamnífero en la Península. El contacto comercial con las rutas del estaño y la herencia recibida del Campaniforme hacen posible una metalurgia que en algunos casos, como el gallego, explica un aparente crecimiento demográfico.

Industria metalúrgica • La industria a la que se ha prestado más atención en el Bronce Peninsular es la industria derivada de la metalurgia. Como hemos visto, existen algunas piezas de tradición plenamente calcolítica como las puntas Palmela, los puñales o puntas de flecha de lengüeta y algunos adornos en oro. Son piezas propias del Bronce las espadas largas, los puñales cortos, las hachas planas, las alabardas, los punzones y cinceles para el trabajo del hueso o las sierras para el trabajo de la madera. Al margen de la actividad metalúrgica del bronce, algunas sociedades atesoran cuentas de fibrolita, calaita, serpentina… Industria ósea • En hueso abundan las espátulas, los peines, las agujas, los punzones biselados y los botones. En este grupo destacan los denominados “botones en V”, que suelen aparecer como elemento habitual de adorno.

Industria Cerámica • La cerámica presenta muchas variedades. En algunas zonas como la Meseta perviven en el Bronce Antiguo formas del Campaniforme de Ciempozuelos, al que se le van incorporando formas incisas y cordadas en fecha más reciente. La mayor variedad de formas la aporta el horizonte de El Argar donde nos encontramos cerámicas negras, bruñidas, en ocasiones lisas y otras veces con mamelones o líneas incisas a las que acompañan, además, abundantes formas (cuencos, ollas, copas, cucharas, vasos ovoides…). Esas formas de El Argar luego se extienden por zonas de influjo mediterráneo como el área valenciana donde la cerámica incorpora decoración incisa de carácter geométrico, a veces “a peine”. Si durante el Bronce Antiguo la tendencia es la de fabricar cerámicas carenadas, a partir del Bronce Medio empezamos a encontrarnos con piezas semiesféricas, de paredes rectas, vasos coladores… 4 Industria Cerámica • La cerámica presenta muchas variedades. En algunas zonas como la Meseta perviven en el Bronce Antiguo formas del Campaniforme de Ciempozuelos, al que se le van incorporando formas incisas y cordadas en fecha más reciente. La mayor variedad de formas la aporta el horizonte de El Argar donde nos encontramos cerámicas

negras, bruñidas, en ocasiones lisas y otras veces con mamelones o líneas incisas a las que acompañan, además, abundantes formas (cuencos, ollas, copas, cucharas, vasos ovoides…). Esas formas de El Argar luego se extienden por zonas de influjo mediterráneo como el área valenciana donde la cerámica incorpora decoración incisa de carácter geométrico, a veces “a peine”. Si durante el Bronce Antiguo la tendencia es la de fabricar cerámicas carenadas, a partir del Bronce Medio empezamos a encontrarnos con piezas semiesféricas, de paredes rectas, vasos coladores… Industria lítica • La industria lítica persiste en el armamento: puntas de flecha de pedúnculo y aletas, brazaletes de arquero en piedra pulimentada, algunas hachas Patrones de Asentamiento • A) Hábitat en Cueva. Aunque a veces la cueva se va definiendo como lugar de enterramiento (CUEVA DE MONCÍN, Zaragoza), algunas áreas manifiestan en el Bronce Antiguo hábitat en cueva como sucede en la Cornisa Cantábrica (CUEVA DE LAS PAJUCAS, Álava o CUEVA CUELEBRE, Asturias) o en la Meseta. Prácticamente, el hábitat en cueva se extingue en el Bronce Inicial, perdurando apenas sólo en el Bronce Medio en Cataluña (CUEVA DE TOLL, Barcelona) y en la Facies Cuevas de La Mancha. Poblados en altura. Suelen estar situados en cerros con defensas naturales y artificiales, murallas, torres y hasta fosos defensivos. Las viviendas se adaptan al terreno, siendo casi siempre rectangulares o cuadrangulares, construidas con adobe y tapial y cubiertas con techumbre vegetal. Abundan en el Bronce Medio Ibero-Valenciano (HOYA QUEMADA, Teruel); y se configuran con rasgos propios en el horizonte PreCogotas (LOS TOLMOS, Soria) y en la Facies Castellones de la Meseta (CERRO DE LA ENCANTADA, Ciudad Real) Poblados en llano. Un tipo frecuente del Bronce Inicial es el de los “fondos de cabaña”, abundante en el Valle del Ebro (MONCÍN y MUELA DE BORJA, Zaragoza), la Meseta (EL VENTORRO, Toledo; o los varios poblados de la facies Motillas de Albacete y Ciudad Real como MOTILLA DE EL AZUER, Daimiel).

• Poblados Urbanizados. Aunque, ciertamente, el urbanismo ya empieza a proliferar en todos los asentamientos en poblado del Bronce, es necesario individualizar el caso de El Argar. Los asentamientos de El Argar –zona de Almería y Málaga– son siempre asentamientos ubicados en las cumbres de cerros elevados con defensas naturales y fortificaciones de varios anillos defensivos que incluyen torres circulares y cuadrangulares, con viviendas rectangulares con cabecera absidada construidas con piedras, lajas, barro, postes de madera y techumbres vegetales. La conexión entre viviendas está pensada a través de calles y escaleras así como de terrazas. Se detecta, además, la especialización de áreas para la metalurgia, la actividad textil, la estabulación del ganado… A) Enterramientos megalíticos. En las facies iniciales del Bronce Peninsular encontramos atestiguados enterramientos en cistas megalíticas con inhumaciones individuales y materiales de ajuar de tradición calcolítica. Así está atestiguado en BOVILA MADURELL (San Quirce del Vallés, Barcelona); y se singulariza de modo especial en FERRADEIRA (Alemtejo, Portugal) donde los enterramientos son en thóloi con cistas de grandes lajas verticales, práctica también atestiguada en la zona Norte de Portugal y en Galicia (MONTELAVAR, La Coruña). La pervivencia de este sistema de enterramiento aunque con túmulos más pequeños está atestiguada en ATALAIA (Ourique, Alemtejo) y en SINES (Sines, Portugal), ya en el Bronce Medio. Se trata de enterramientos en túmulos en el interior de los cuales aparecen las tumbas en fosas rectangulares excavadas y cubiertas por una laja. La zona de mayor pervivencia de la tradición megalítica es sin duda Baleares, donde en SON BAULÓ DE DALT aun existen dólmenes Pretalayóticos. B) Enterramientos en píthoi. Es el enterramiento clásico y más conocido de El Argar aunque no el exclusivo. Son enterramientos de inhumación en grandes tinajas o píthoi con el cadáver encogido acompañados de un ajuar fundamentalmente cerámico y de joyas de adorno personal. No es exclusivo de El Argar pues lo tenemos documentado también en el Bronce IberoValenciano, y generalmente fuera de las viviendas. También en la Meseta hay algunos ejemplos de necrópolis en grandes tinajas cerámicas. C) Enterramientos en fosa o cista. Es el tipo de enterramiento más numeroso del Bronce Peninsular. Generalmente los enterramientos se sitúan fuera de los poblados, aunque próximos a ellos, a veces incluso en las laderas del cerro en que éstos se asientan. Se trata de enterramientos, siempre individuales, en fosas recubiertas de cistas, a veces aprovechando, incluso, covachos o grietas naturales. Generalmente los ajuares son pobres, cerámica, adornos y algún útil muy poco presente. Cuando los enterramientos están en el interior de los poblados –por ejemplo en ELTOMILLAR (Ávila)– suelen estar hechos en hoyos similares a los de los silos, casi siempre sin ajuar pero incorporando ofrendas alimenticias. BRONCE FINAL

Crisis de las Sociedades del Bronce • A la par que se produce –por distintas razones– la desarticulación y desmembración de los grupos culturales del Bronce Pleno (Bronce Medio en España), se van produciendo progresivamente algunas novedades, caracterizadas por cambios en la cultura material y en las costumbres, que van prefigurando una época vinculada todavía al Bronce pero que se acerca ya a los límites culturales y cronológicos de lo que llamamos Edad del Hierro I. Estos cambios se debieron a distintas razones –puntuales y manifiestas de modo diverso para cada una de las Edades del Bronce que conocemos en Europa– y acarrearon consecuencias diversas

13 Crisis de las Sociedades del Bronce • A la par que se produce –por distintas razones– la desarticulación y desmembración de los grupos culturales del Bronce Pleno (Bronce Medio en España), se van produciendo progresivamente algunas novedades, caracterizadas por cambios en la cultura material y en las costumbres, que van prefigurando una época vinculada todavía al Bronce pero que se acerca ya a los límites culturales y cronológicos de lo que llamamos Edad del Hierro I. Estos cambios se debieron a distintas razones –puntuales y manifiestas de modo diverso para cada una de las Edades del Bronce que conocemos en Europa– y acarrearon consecuencias diversas Causas de la Crisis • Inestabilidad de los grandes centros culturales. Hacia el XII a. C. (es decir, el 1200 a. C.), se produce el colapso de una de las áreas claves en el Bronce Europeo: el Egeo. La desaparición de sus focos principales como resultado de la acción de los

“pueblos del mar” es el primer episodio de una serie de movimientos demográficos – que llegarán a la Península, en torno al IX a. C. a través de los Celtas– que desconfigurarán los centros de poder del Bronce Pleno y que acarrearan consecuencias para todo el Mediterráneo y en especial para las comunidades a ellos abiertos. • Transformación de las pautas tradicionales de subsistencia y de los centros de gravedad de la metalurgia, que empieza en este momento a ser fundamentalmente atlántica. En estas áreas se accede primero al bronce puro estamnífero. Ello coincide, además, con el vacío cultural que queda en el Mediterráneo como consecuencia del colapso provocado por los “pueblos del mar”. • Inestabilidad general y proliferación de los contactos comerciales entre grupos. ¿Dónde vemos los cambios? • Generalización de las fortificaciones. Este hecho, propio en la Prehistoria Reciente en épocas de transformación, es sólo la aceleración de lo que había empezado a suceder en el Calcolítico y se había acentuado con el desarrollo metalúrgico de algunas comunidades en el Bronce Pleno. • Nuevas formas de ritual funerario. Aunque ya había algunas manifestaciones de incineración en algunas culturas del Bronce Europeo, ésta se convierte en una generalidad en el Bronce Final y la Edad del Hierro I. Además, a ese cambio va unido un claro crecimiento de la ostentación funeraria. Los ajuares son ahora más ricos, manifestando, además, la incorporación no sólo de productos locales sino también importados. • Activos contactos comerciales. En esta época se produce una intensificación de la presencia de objetos –sobre todo de ajuar funerario– que son resultado del intercambio cultural. Aunque ya estaba testimoniado para el Bronce Antiguo y Pleno cobra ahora mayor importancia. 15 • • Activos contactos comerciales. En esta época se produce una intensificación de la presencia de objetos –sobre todo de ajuar funerario– que son resultado del intercambio cultural. Aunque ya estaba testimoniado para el Bronce Antiguo y Pleno cobra ahora mayor importancia.

Campos de Urnas • Conocemos como Campos de Urnas (Urnenfelder en alemán) a una cultura que se extiende entre el 1200 y el 600 a. C. y caracterizada por necrópolis en las que se entierran urnas funerarias, generalmente globulares o carenadas, con los restos del difunto en su interior, incinerados y acompañados de ajuar. Con origen en la Europa Central, se extenderá hacia el Mediterráneo, con una gran presencia en la parte septentrional de la Península Ibérica. LA INCINERACIÓN COMO RITUAL • No es, en absoluto, una novedad, aunque su aparición es reciente. Los primeros testimonios se remontan a la cultura Neolítico-Final / Calcolítica de Baden y aparece presente en el Bronce Pleno en algunas sociedades de marcado desarrollo metalúrgico (Balcanes) o de desarrollo cultural periférico (Cultura Apenínica) • La novedad que los Campos de Urnas aportan no es, por tanto, el uso de la incineración sino su generalización y masiva extensión geográfica que abarca prácticamente toda Europa, al menos en sus latitudes más septentrionales • La amplitud de su extensión geográfica se forjó en distintas fases cronológicas que van desde la fase inicial (lo que se ha llamado el Bronce Transicional o Grupos Preliminares) entre el 1250 y el 1100 a. C.; pasando por una fase Hallstática del Bronce Final (1100-750 a. C.); y teniendo ya su máxima extensión geográfica a partir del 750 a. C. hasta el 600 a. C. en las sociedades hallstáticas más septentrionales (Península Ibérica), ya de la Edad del Hierro I. Técnica propia • Fosas para enterramiento de la urna funeraria. Éstas pueden tener hasta dos metros de profundidad. La urna se cubre con piedras configurando una especie de cista o, en ocasiones, incluso túmulos de gran amplitud. • Ajuar funerario de gran riqueza: espadas, puntas de lanza, cuencos, navajas de afeitado, cuchillos, pinzas, anillos, hachas, vasos de bronce y de cerámica. Esto testimonia sin lugar a dudas la proliferación en esta época de nuevas formas de vida y, sobre todo, la especialización en torno de nuevos oficios de carácter artesanal. Europa Atlántica • Las peculiaridades de este grupo cultural que manifiesta el apogeo de una zona más experimentada en el trabajo metalúrgico– abarcan la fachada atlántica de Francia, Países Bajos, Islas Británicas y Península Ibérica. • Generalización de nuevos sistemas productivos asociados a la metalurgia. Así, se experimenta con nuevas aleaciones (principalmente el bronce estamnífero pero de un modo también notable una aleación tripartita entre cobre, estaño y plomo) y se produce un

sin fin de nuevas armas y herramientas, que no esconden las influencias de los vecinos Campos de Urnas. El grado de pericia y experimentación no es ajeno a la presencia de la materia prima (el estaño de las Islas Casitérides). • Prolifera la ocultación o depósito de muchos de los utensilios, bien con carácter industrial (almacén de stock sobrante o inacabado de artesanos) o bien con carácter votivo (ofrendas religiosas). • Entre las nuevas formas con las que se innova, quizás las más singulares son las que, además, se difunden a través de los mercados comerciales que, como hemos dicho, son típicos de esta época: calderos, carritos, trompas, hachas de cubo, espadas de lengüeta, puñales, hachas planas, cascos… Bronce Atlántico en la PI • La navegación y los contactos comerciales –manifiestos en la presencia de algunos de los nuevos artículos metalúrgicos que se fabrican generan la unidad cultural manifiesta en toda la fachada atlántica y que, en la Península Ibérica, además, se extiende hacia el interior, con los siguientes rasgos: 1. Culturas caracterizadas por un sustrato cultural autóctono e influencias mediterráneas, centroeuropeas y, especialmente atlánticas. 2. Diversidad regional por la presencia de un sustrato local que prefigura de hecho unidades culturales notables ya en la Edad del Hierro. Así, la Cultura Precastreña de Galicia y Norte de Portugal; la Cultura Alemtejana de las Estelas de Extremadura; la Cultura Tartésica de Andalucía Oriental y el Sudoeste; y la Cultura de Cogotas de la Meseta 3. Especialización en nuevas formas cerámicas. La más característica es la del “boquique”, una cerámica a mano con decoración sumamente barroca y que refuerza los motivos ornamentales con incrustaciones blancas de pasta vítrea. Junto a ella conviven los tipos incisos y excisos habituales, así como las bruñidas y pintadas de Andalucía. 4. Desarrollo metalúrgico. Trabajo de oro, puntas de lanza tubulares en bronce, espadas de lengua de carpa, hachas de talón, así como piezas importadas (notablemente, calderos). Transformaciones económicas LAS TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS Antes hemos hablado de la transformación de las pautas de subsistencia como uno de los elementos dinamizadores del cambio que va anticipando la transformación –y progresiva desintegración– de los grupos culturales del Bronce Final. Dentro de estas alteraciones, pueden estudiarse los siguientes

fenómenos: • Proliferación de los oficios artesanales en torno de los cuales se desarrolla una notable especialización. • Generalización del comercio como consecuencia de una mejora en los transportes (uso del carro y del caballo). Este comercio no sólo afecta al intercambio de algunos objetos de prestigio sino también a la difusión de bienes de primera necesidad. • Avances tecnológicos en el trabajo de la metalurgia, fabricándose nuevos y mejores tipos. Así se fabrican mejores soportes técnicos (martillos, yunques, moldes simples y compuestos) y se obtienen mejores formas (cinceles, buriles, cuchillos, arneses, colgantes, espadas, puñales, trompetas, cuencos, trípodes…) • Mantenimiento, en cualquier caso, de la importancia de la agricultura y de la ganadería para la subsistencia. La existencia de poblados con grandes silos y graneros; la presencia de cabezas de ganado en los poblados; el cultivo de nuevas especies vegetales… así lo demuestran LAS NUEVAS FORMAS DE HÁBITAT • Aunque no existe homogeneidad, sobre todo en las zonas nucleares (Campos de Urnas y Bronce Atlántico) es un hábitat en poblados con defensas naturales o fortificaciones –a veces con doble empalizada o con foso–, casas rectangulares o trapezoidales con hogares en el centro y construidas generalmente por medio de basamentos de piedra y elementos de madera y cubierta vegetal. En este sentido no hay grandes transformaciones respecto de lo que se venía viendo desde la tradición Calcolítica. Ya camino de la Edad del Hierro empiezan a tener un urbanismo más claro con calle central y viviendas a ambos lados o solo a uno de ellos. • La proliferación de la fortificación –que generará tipos de hábitat que configuran culturas características de la Edad del Hierro, sobre todo en los ámbitos célticos– debe ponerse en relación con el apogeo del comercio que se produce en este momento. Así, los nuevos asentamientos son, además, centros desde los que se controlan las rutas comerciales (marítimas, fluviales y terrestres) y desde los que hacer productivos los alrededores. • En algunos ámbitos –sobre todo el Centroeuropeo– están documentadas estructuras vinculadas al mundo ritual o cultural. Fósiles directores: Industria Metalúrgica • Verdadero eje de la cultura arqueológica del Bronce Final, la industria metalúrgica de esta fase puede agruparse en tres grandes bloques: 1. Piezas industriales. Fundamentalmente piezas vinculadas al trabajo minero: martillos y yunques.

2. Bienes de prestigio y lujo (o rituales). Ocupan un lugar fundamental los carritos, las naves, las trompetas tubulares o lures, los cuencos, los trípodes y la mayor parte de las piezas trabajadas en oro, fundamentalmente brazaletes y anillos para el ornato personal así como vasos bicónicos y globulares. 3. Armas y utensilios cotidianos. Tal vez algunos de los utensilios cotidianos se fabrican en serie (ruedas, piezas de arnés, colgantes, alfileres, navajas de afeitar, hachas…). Entre las armas destacan las espadas, las lanzas tubulares, los escudos con escotadura en “V”, los cascos… Fósiles directores: Industria Cerámica • Hay en el Bronce Final algunas formas cerámicas que innovan en la tradición del Bronce y que deben ser individualizadas: 1. Cerámicas Bicónicas. Son típicas de los Campos de Urnas y se caracterizan por la marcada carena. Es por tanto una novedad de forma, a la que se aplican abundantes variantes decorativas (de modo especial la incisión “a peine”). 2. Cerámica de Boquique. De origen hispano, extremeño, es una cerámica que recupera las formas típicas del Campaniforme Ciempozuelos al incorporar una decoración incisa reforzada en blanco con pasta vítrea produciendo un efecto semejante al de una cerámica pintada. 3. Cerámica Bruñida. Se trata de una cerámica pintada con motivos geométricos y alisada posteriormente ofreciendo un efecto característico.

Edad del Hierro I PLANTEAMIENTO • Las transformaciones que se venían produciendo en Europa desde la etapa del Bronce Final culminan en la transición entre el II y el I milenio a. C., en que, el uso del hierro parece imponerse en todo Occidente y, en relación a él, se producen una serie de transformaciones culturales que abren una nueva época en la que, además, se empieza a dejar notar una más amplia multiculturalidad acentuada por el influjo de un nuevo elemento en el Mediterráneo: los grupos colonizadores. ELEMENTOS Y PARÁMETROS DEL CAMBIO • La metalurgia del hierro. Ciertamente, el origen del hierro que, seguramente, está documentado desde casi el IV milenio a. C. para el Próximo Oriente y que desde Hatii pasaría hacia Occidente, donde sería impulsado por los pueblos colonizadores, es el hecho que hace de bisagra entre la Edad del Bronce y la Edad del Hierro, sin embargo éste ya parece aparecer en el Bronce Final y su incidencia cultural no es tan decisiva como la que habría tenido el cobre en el

Calcolítico o el Bronce en los albores del Bronce Antiguo. Las principales novedades de la metalurgia del hierro están ligadas a su calidad (es un material más duro y más flexible) y a su acesibilidad (hay más vetas férricas que de otros minerales). • La transformación del orden mundial. Efectivamente, como acentuación de lo que había sucedido a partir del 1200 a. C. con el colapso generado por los “pueblos del mar”, la Edad del Hierro supone el traslado del centro de gravedad desde Oriente –donde se debilitan los grandes Imperios– hasta Occidente, donde aparecen dos nuevos elementos que unifican el espacio Mediterráneo: fenicios y griegos • La continuidad en la diversificación cultural regional. La Edad del Hierro I, que generalmente se venía asociando a Hallstat, muestra en realidad una gran variedad cultural. Esa variedad cultural, ya anticipada en el Bronce Final, prácticamente va prefigurando las distintas culturas que entrarán en contacto con Roma siglos más tarde y que conservaron sus rasgos bien con una gran pureza autóctona (culturas de la Europa Nórdica, de las Islas Británica) o bien influidos por los nuevos centros de poder (Tartessos es, quizás, el ejemplo más característico de una sociedad del Bronce Final que evoluciona recibiendo el contacto con los pueblos colonizadores). • Respecto de las formas de vida y del desarrollo económico, asistimos a la especialización de algunas sociedades que se enriquecen con actividades económicas puntuales (la cultura de Hallstat por la explotación de la sal), con el control de explotaciones mineras (la Cultura de Vilanova, en Italia o de Tartessos en la Península Ibérica) y que, en cualquier caso, desarrollan un activo comercio bien de estos productos o de otros en cuyas rutas comerciales prestan gran atención (ámbar, vidrio…) o bien de algunos sobre los que actúan como redistribuidores (los bienes de prestigio derivados del contacto con los griegos y los fenicios) • Hallstatt es un complejo cultural que se extiende desde el Alto Danubio, a través de migraciones progresivas, hacia toda la Europa Central y aun del Sur de Francia. Por tanto, su difusión ilustra muy bien el carácter de inestabilidad y migración de esta época. • En su asentamiento por distintas zonas europeas, Hallstatt configura dos grupos seguidores de dos grandes tradiciones, la Oriental, abierta a influjos autóctonos tracios, escitas…, y la Occidental, abierta a la colonización. • Recuperación del rito funerario de la inhumación, al modo como se había manifestado en las áreas pónticas. Se trata de enterramientos “de prestigio” bajo túmulo y con abundantes ajuares al modo de las tumbas principescas, que convive, eso sí, con la incineración. • Rica y diversa actividad económica que va desde la explotación y comercio de la sal gema hasta la industria de curtidos y pieles, la siderurgia, la orfebrería,

el comercio del ámbar, del estaño, los intercambios con los colonizadores… • Hábitat en poblados fortificados, con un urbanismo a la manera del que hemos conocido en la Edad del Bronce Cultura Vilanoviana • Vilanova es una cultura de la Edad del Hierro I en la Península Itálica, que se extiende por las zonas de Emilia, Etruria y parte de Campania coincidiendo con lo que será luego el área de presencia etrusca. • Desde el punto de vista económico, se trata de poblaciones que tienen su base de subsistencia en la agricultura y en la ganadería, que complementan además con una activa explotación de los recursos minerales y con el comercio, tanto de productos propios como redistribuidos. • Los asentamientos son siempre en altura o en zonas dotadas de una buena defensa natural, en cabañas y siempre accediendo estratégicamente a vías de comunicación y a tierras agrícolas. • El mundo funerario es de incineración, al modo de la Cultura de los Campos de Urnas, si bien las formas con las que se forman las cistas que cubren las vasijas funerarias alcanzan ahora parámetros de complejidad y decorativos muy característicos. • En aquellas áreas alejadas de los influjos propios de los Campos de Urnas parece seguirse una evolución cultural más relacionada con las culturas propias del Calcolítico y del Bronce. Así surge la Cultura de Cogotas, en la zona meseteña. • Es una cultura de poblados en altura, fortificados con grandes muros de sillares y acrópolis. En ellos, no parece haber un urbanismo tan lógico como el que se manifiesta en el valle del Ebro, por ejemplo. La actividad económica más floreciente – además de la textil manifestada en fusayolas y pesas de telar y las lógicas agricultura y ganadería es la de la metalurgia, de hecho Cogotas es conocida por las espadas y puñales característicos.

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