Primeros hallazgos arqueológicos del teatro romano de Huesca

June 1, 2017 | Autor: F. Ruiz Ruiz | Categoria: Archaeology, Roman Pottery, Urban archaeology, Archaeology of Roman Hispania, Terra Sigillata, Roman pottery workshops, Ancient Greek and Roman Theatre, Archeologia, Roman Marble trade and distribution, Arqueología, Roman Provincial Archaeology, Arqueología De La Arquitectura, Arqueologia, Roman Urbanism, Greek and Roman Art and Architecture, Roman Architecture and Urbanism, Roman Architecture, Archéologie, Arqueología romana / Roman archeology, Arqueología romana, Archeologia Classica, Archeologia Romana, Italian Sigillata - Roman Pottery - Arretine decorated ware, Arqueología urbana, Ceramica Romana, Teatro Romano, vias romanas; calzadas; caminos; via; Hispania; ingenieria romana; puente romano; presas romanas; acueductos romanos; acueducto romano; roman roads; roman bridges; roman engineering; roman dams; viae; pontes; aque; saeptum; portus; urbes; traianus, Archéologie Urbaine, Arquitectura romana, Hispania romana, Arqueología, Historia Antigua, Antigüedad Tardía, Roma, Hispania, Mundo Ibérico, Terra sigillata italica, Ancient Roman Marbles, Histoire de l'art et archéologie de l'Antiquité grecque et romaine, Huesca, Roman Archaeology, Archeology, Roman pottery workshops, Ancient Greek and Roman Theatre, Archeologia, Roman Marble trade and distribution, Arqueología, Roman Provincial Archaeology, Arqueología De La Arquitectura, Arqueologia, Roman Urbanism, Greek and Roman Art and Architecture, Roman Architecture and Urbanism, Roman Architecture, Archéologie, Arqueología romana / Roman archeology, Arqueología romana, Archeologia Classica, Archeologia Romana, Italian Sigillata - Roman Pottery - Arretine decorated ware, Arqueología urbana, Ceramica Romana, Teatro Romano, vias romanas; calzadas; caminos; via; Hispania; ingenieria romana; puente romano; presas romanas; acueductos romanos; acueducto romano; roman roads; roman bridges; roman engineering; roman dams; viae; pontes; aque; saeptum; portus; urbes; traianus, Archéologie Urbaine, Arquitectura romana, Hispania romana, Arqueología, Historia Antigua, Antigüedad Tardía, Roma, Hispania, Mundo Ibérico, Terra sigillata italica, Ancient Roman Marbles, Histoire de l'art et archéologie de l'Antiquité grecque et romaine, Huesca, Roman Archaeology, Archeology
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Descrição do Produto

ACTAS 24 y 25 NOVIEMBRE

2015

Con la colaboración de:

Edita Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de Aragón Año de publicación: 2016 ISBN: 978-84-608-8580-1 Depósito Legal: Z-757-2016 Impreso por SNOWFALL4POD Diseño y maquetación Ana Durán Boldova

© Autores de los textos Recoge los contenidos presentados a I Congreso de Arqueología y Patrimonio Aragonés (CAPA)

ACTAS

24 y 25 de noviembre de 2015

Organizadores

Colaboradores

EDITORES

Dr. José Ignacio Lorenzo Lizalde Dr. José María Rodanés Vicente

PRÓLOGO

I-CAPA Hace tiempo que la comunidad de profesionales dedicados a la arqueología demandaba una reunión en la que se pudieran intercambiar opiniones, presentar los últimos proyectos e investigaciones, debatir sobre nuevas tecnologías aplicadas a la investigación del pasado o sobre el futuro de una profesión cada vez más difícil de ejercer y a la que la crisis ha afectado con enorme dureza. La brevedad de este encuentro, celebrado entre los días 24 y 25 de noviembre en el marco del CaixaForum Zaragoza, no ha podido tratar en profundidad gran parte de los temas planteados. Tampoco era nuestra intención cuando lanzamos la propuesta y organizamos las jornadas. No queríamos, ni podíamos, ser tan ambiciosos. Después de décadas sin una reunión de estas características no sabíamos cual sería la respuesta. La gran acogida por parte de profesionales y estudiantes, cuyos resultados se pueden ver en las actas que acompañan estas breves palabras, nos hacen ser optimistas de cara al futuro. La amplitud de los contenidos y el formato generalista del I-CAPA hace que se convierta en el heredero natural del Congreso sobre el Estado actual de la Arqueología en Aragón, celebrado en Zaragoza entre el 12 y 14 de noviembre de 1987, organizado por la Cátedra Galiay de la Institución Fernando el Católico y publicado tres años más tarde. A su vez, como se dice en la introducción de M. Beltrán, deudora en cierto modo del espíritu que auspició la Reunión de arqueólogos excavadores del distrito universitario de Zaragoza, en 1960. Supuso un hito y es quizás el momento que podríamos elegir como punto de partida de las que se sucederán a lo largo de más de medio siglo. Esto no significa, en modo alguno, que no se hayan celebrado citas periódicas y reuniones. En todo este tiempo transcurrido han tenido lugar numerosas jornadas, encuentros, simposios o congresos dedicados a problemas y aspectos parciales, temáticos o cronológicos, que no citaremos de manera exhaustiva pero que han supuesto, cada una en su momento y lugar, una puesta al día y una referencia imprescindible sobre el tema abordado. No podemos dejar de mencionar en el marco de la Prehistoria la Primera reunión de Prehistoria Aragonesa auspiciada desde el Museo de Huesca en 1981 y que ha sido durante décadas obra indispensable para el conocimiento del pasado mas remoto y, todavía en la actualidad, cita obligada para determinados periodos. A ella le siguieron, con temática más restringida y diversa los Congresos organizados en Caspe bajo la dirección de A. Álvarez: Primeros encuentros de Prehistoria Aragonesa: Las industrias líticas del Bajo Aragón y sus relaciones con el Valle del Ebro; I Congreso Internacional de Arte Rupestre o los Segundos encuentros de Prehistoria Aragonesa. La desaparición de la revista Bajo Aragón prehistoria unida al devenir de estas reuniones supuso una gran perdida para la investigación prehistórica no solo el Bajo Aragón si no del Valle del Ebro en general. La culminación de estos trabajos de los años ochenta y noventa del siglo pasado vendría de la mano del Congreso: Aragón/Litoral Mediterráneo: intercambios en la prehistoria, coordinado por P. Utrilla y editado por la Institución Fernando el Católico, acontecimiento único y sin continuidad hasta 2008. En este año P. Utrilla y L. Montes coordinan y editan el coloquio celebrado en Jaca sobre el Mesolítico Geométrico en la Península Ibérica que, como su nombre indica, trasciende ampliamente el marco que estamos tratando, si bien reivindica con varias ponencias la relevancia de las industrias mesolíticas aragonesas y la intensidad de las investigaciones. Excepcionales son los casos de los Coloquios de Arqueología Espacial celebrados en Teruel y los Simposios sobre celtíberos de Daroca. Gracias al tesón, constancia y dedicación de su director F. Burillo se han mantenido hasta

la actualidad. En el caso de los primeros La Revista de Arqueología Espacial alcanzó en 2009 su número 27, mientras que los segundos han celebrado su séptima edición en 2008, en ambos casos con una gran participación e impacto a nivel nacional. El Arte Rupestre, con una gran tradición en la investigación a partir de la obra de A. Beltrán, ha sido objeto de varias reuniones en las que no solo se trataban aspectos exclusivamente científicos si no que se abordaban problemas como la conservación y restauración, divulgación y gestión, o su integración en Parques Culturales. Des tacaremos las primeras Jornadas sobre Parques con Arte Rupestre celebradas en Zaragoza en 1989 y publicadas un año después; el II Encuentro Internacional de Doctorandos y Postdoctorandos: El arte de las sociedades prehistóricas, organizado en Zaragoza en 2011; las Jornadas técnicas para la gestión del arte rupestre, Patrimonio Mundial, celebradas en Alquezar (2011) o los diferentes cursos en Ariño durante 2004, 2008, 2012 y 2016, que junto al ciclo de conferencias organizado con motivo del centenario del descubrimiento de Val del Charco del Agua Amarga (Alcañiz 2013) son un reflejo de la importancia y relevancia que han adquirido las manifestaciones rupestres aragonesas desde que el Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica fuera incluido en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1998. Zaragoza ha sido sede de numerosas acontecimientos, nacionales e internacionales, relacionados con el mundo clásico. Un buen ejemplo para glosar sus inicios es la celebración del Bimilenario de Zaragoza. Simposio de ciudades augusteas en 1976. Desde entonces y durante los años ochenta se suceden los relacionados con las intervenciones urbanas, en las que Zaragoza se mostrará pionera en la gestión patrimonial. Así en 1983 tuvieron lugar las Primeras Jornadas de Arqueología en las ciudades actuales o la dedicada a la Arqueología de las ciudades modernas superpuestas a las antiguas. Cerrará la década el Coloquio: La casa urbana hispanorromana (1988). En 1992 se organizó el primer congreso dedicado a epigrafía: Roma y las primeras culturas epigráficas del Occidente mediterráneo (s.II a.C.-I d.C.) y años después (1997) el VII Coloquio sobre Lenguas y Culturas Palaeohispánicas, ambas con la colaboración de la Institución Fernando el Católico que es la institución de referencia, que acogió y sigue acogiendo este tipo de iniciativas. La preocupación por los problemas del patrimonio, su gestión y musealización toman protagonismo en los inicios del siglo XXI. Así queda reflejado en las Jornadas de Arqueología en suelo urbano, celebradas en Huesca en 2003 o el que tuvo lugar al año siguiente en Zaragoza: III Congreso Internacional sobre la musealización de yacimientos arqueológicos, y el IX Congreso Internacional de la Association Internationale pour la Peinture Murale Antique (UNED-Calatayud), finalizando el ciclo con El patrimonio arqueológico a debate: su valor cultural y económico, Jornadas también celebradas en Huesca (2007). A nivel nacional debemos destacar, por la consolidada tradición que tuvo la Universidad de Zaragoza y A. Beltrán en la organización de los Congresos Nacionales de Arqueología, los celebrados sucesivamente en TeruelAlbarracín en 1991, Zaragoza 2001 y Huesca 2003, a los que se sumarían en 1997 el II Congreso Nacional de Arqueometría, también organizado por la Universidad de Zaragoza. Como iniciativas singulares debemos tratar Los caminos en la Historia de las Cinco Villas (Ejea de los Caballeros) de 1985; las I Jornadas sobre Íberos

en el Bajo Aragón (2004) o las Primeras jornadas de arqueología medieval en Aragón (Teruel 2006). Buenos ejemplos todos ellos de la importancia que adquieren los Centros de Estudios Locales, dependientes de las Diputaciones, o los propios Institutos de Estudios sin cuyo apoyo no hubiera sido posible la celebración de numerosos acontecimientos culturales. No podemos acabar sin aludir, como ya hiciera M. Beltrán en 1987, a uno de los empeños más duraderos: las reuniones periódicas que desde 1978 organiza el ICE y coordina Agustín Ubieto sobre el Estado actual de los estudios sobre Aragón, que junto a las dedicadas a la Metodología de la investigación científica sobre fuentes aragonesas han contado con interesantes contribuciones en el área de la prehistoria y arqueología redactadas por diferentes autores y que se pueden consultar en las sucesivas publicaciones de las actas. Este breve e incompleto resumen de congresos, jornadas o reuniones de cualquier tipo relacionadas con la arqueología y el patrimonio nos sirve, como anunciábamos al inicio, para reflexionar sobre el sentido e intención de un congreso como el propuesto. La oportunidad, idoneidad y evaluación de los resultados han de estar necesariamente ligados a los objetivos. Por ello, al hilo de lo expuesto, queríamos que este I-CAPA fuera “generalista”, que tuviera cabida la investigación, divulgación y conservación del patrimonio, con un carácter marcadamente local. La falta de publicaciones periódicas que informaran de las actuaciones desarrolladas en el territorio aragonés desde el 2005 y que cubrieron en un primer momento la revista Arqueología Aragonesa con una vigencia desde 1984 a 1994, completada con el resumen de las intervenciones autorizadas en Aragón desde 1995 a 2005 publicadas en un libro con CD, se veía truncada desde éste último año hasta nuestros días. El profesional necesita saber al menos donde y quien esta trabajando en Aragón para orientar su trabajo. Pretendíamos reivindicar con ello la importancia de este tipo de investigación y de estudios. Frente a la moda y casi obligación – la mayoría de las veces nominal - de la aparición del término “internacional” para asegurar un impacto más que dudoso en este tipo de acontecimientos, consideramos más importante la puesta en valor del trabajo cotidiano de una serie de profesionales, cuya labor es necesaria para la integración del conocimiento en la sociedad. Esto en modo alguno supone renunciar al impacto y relevancia de estas investigaciones que estos mismos profesionales pueden presentar – y de hecho se presentan - a nivel nacional o internacional en los foros correspondientes. Deseábamos, igualmente, que fuera abierto: que pudieran participar todos aquellos que tuviesen algo que decir o aportar en estos campos, evidentemente con un criterio selectivo que debería marcar el Comité Científico. Por ello no se establecieron ponencias en las que “nuevamente” se volviesen a realizar “nuevos” estados de la cuestión con “nuevos” investigadores”, que dado la escasa inversión en investigación durante los últimos años no podrían, salvo excepcionales casos, aportar grandes novedades. Por otra parte, esta labor ya había sido acometida, con buenos resultados, en otros formatos como las Crónicas del Aragón Antiguo, I y II (1997 y 2002) coordinadas por M. Beltrán. Que sea periódico y tenga continuidad es un deseo de la organización y de gran parte de los participantes que así nos lo han transmitido. Nace con vocación de celebrarse cada dos años, de manera que las novedades más destacadas puedan ser conocidas y debatidas por la comunidad científica y trasladadas a la sociedad de forma rápida y directa. Esperamos que el éxito de esta primera convocatoria ayude a su consolidación. Zaragoza 5 de mayo de 2016 José Ignacio Lorenzo Lizalde y José María Rodanés Vicente

COMITÉS

Comité Organizador Presidentes Dr. José Ignacio Lorenzo Lizalde Dr. José María Rodanés Vicente

Secretariado Dr. Carlos Sáenz Preciado D. Hugo Chautón Pérez D. Luis Fatás Fernández.

Comité Científico Dra. María Ángeles Magallón Botaya, Dr. Manuel A. Martín-Bueno Dra. Pilar Utrilla Miranda y Dr. Juan Ramón Castillo Suárez

Colaboradores Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de Aragón, Grupo URBS, Grupo de investigación Primeros Pobladores del Valle del Ebro, Instituto Universitario de Aragón de Ciencias Medioambientales de la Universidad de Zaragoza, Obra Social “La Caixa”, Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón.

Ortofotografía de la Insula II.(Valdeherrea, Zaragoza).

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ARQUEOLOGÍA CLÁSSICA

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Sesión 2. Arqueología Clásica

28. PRIMEROS HALLAZGOS ARQUEOLÓGICOS DEL TEATRO ROMANO DE HUESCA Francisco Javier Ruiz Ruiz1, José Luis Cebolla Berlanga2 1 2

Arqueólogo profesional Arqueólogo profesional

Francisco Javier Ruiz Ruiz, [email protected]

RESUMEN La intervención arqueológica que dirigimos en el año 2006, durante los trabajos de rehabilitación de un edificio en la calle Canellas nº 5 de Huesca, nos permitió documentar las primeras estructuras arqueológicas a nivel de cimentación que hemos atribuido al teatro romano del Municipium Urbs Victrix Osca (Huesca). Estas substructiones nos sitúan frente a un edificio de época romana altoimperial de indudable monumentalidad y cuya estructura guarda total similitud con el sistema constructivo de los edificios romanos dedicados a espectáculos teatrales. Indudablemente su construcción se relaciona con la concesión del rango de municipio de derecho romano (Municipium Urbs Victrix Osca), suceso acaecido en el tercer cuarto del siglo I a.C. Este hecho debió dar inicio a una fase de monumentalización de la ciudad y de remodelación urbana, siendo el teatro un elemento fundamental en este proceso. Aunque pudo ser planificado tempranamente en la etapa augústea, los datos arqueológicos indican que su construcción no debió iniciarse hasta el reinado del emperador Tiberio (14-37 d.C.) y no sería acabado hasta mediados del siglo I d.C., posiblemente durante el reinado de Claudio (41-54 d.C.). PALABRAS CLAVE: Arqueología urbana; Huesca; Municipium Urbs Victrix Osca; Teatro romano; Vivienda romana (domus); Alto Imperio Romano.

ABSTRACT The archaeological excavation we undertook in 2006, during the restoration of a building located in calle Canellas nº 5, in Huesca, allowed us to document the first archaeological features on foundations of that which can be considered as the Roman theatre of the Municipium Urbs Victrix Osca (Huesca). These structures belong to a monumental building from the early Imperial Rome, whose structure the building techniques keeps a grat resemblance to the building techniques used in other theatre and leisure facilities. Its construction has to be undoubtedly related to the new rank got by the town as it became Municipium Urbs Victrix Osca which happened in the third quarter of the 1st Century B.C. It seems this fact starteda new time characterized by filling the town with monument and redesigning its town planning, being the building of the theatre a paramount landmark within this process. Even though the theatre might have been planned considerably early, within the Augustan age, the available archaeological data indicate that its construction unlikely began before the reign of Emperor Tiberius (14-37 A.C.), finishing around the mid-1st Century A.C., probably during the reign of Emperor Claudius (41-54 A.C.). KEYWORDS: Urban archaeology; Huesca; Municipium Urbs Victrix Osca; Roman theatre; Roman housing (domus); Early Roman Empire.

1. INTRODUCCIÓN En Huesca, como en el resto de las ciudades con un antiguo pasado, se han llevado a cabo multitud de excavaciones arqueológicas de urgencia al compás de la gran actividad constructora desarrollada especialmente durante la última década del siglo XX y la primera del XXI. Una de estas obras, los trabajos de rehabilitación efectuados hace ya nueve años en el edificio de la calle Canellas nº 5, nos permitieron documentar las primeras estructuras arqueológicas atribuibles al teatro romano del Municipium Urbs Victrix Osca.

Desgraciadamente, en muchas ocasiones la falta de apoyo por parte de las distintas administraciones y la indiferencia de las tradicionales instituciones académicas ante la llamada Arqueología Urbana o Arqueología de Gestión, impide que se lleven a cabo las oportunas publicaciones y los estudios monográficos de al menos los hallazgos arqueológicos más representativos de estos últimos años y hace que éstos no pasen de ser una mera noticia de prensa, sin apenas repercusión en la comunidad científica y menos entre la ciudadanía.

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En este caso no fue así gracias al apoyo económico prestado por el Instituto de Estudios Altoaragoneses a través del XXV Concurso de Ayudas de Investigación (2009). De esta manera, pudimos revisar y analizar en profundidad toda la documentación confeccionada durante el proceso de excavación y digitalizar, mediante el programa de dibujo asistido por ordenador AutoCad, la totalidad de la documentación gráfica (planimetrías, secciones, alzados y estratigrafías) elaborada en la fase de campo por la dibujante de arqueología Inmaculada Soriano Perdiguero. Asimismo nos permitió dibujar y fotografiar, según los casos, los materiales arqueológicos más representativos de cada unidad estratigráfica, que ya se hallaban depositados en el Museo de Huesca. En el presente artículo nos centraremos en describir brevemente las unidades estratigráficas vinculadas a las dos fases de ocupación de época romana altoimperial documentadas en la calle Canellas nº 5. Para ampliar estas informaciones remitimos a un artículo mucho más amplio que se incluye en la publicación monográfica dedicada a la Osca romana (Ruiz y Cebolla, en prensa).

en tantos solares urbanos se documentó una densa ocupación del espacio desde la etapa romana hasta la actualidad, pasando por fases de época islámica, bajomedieval cristiana, moderna y contemporánea; aunque en el presente artículo nos centraremos en el período romana. Los trabajos arqueológicos consistieron en dos actuaciones bien diferenciadas tanto en el espacio, como por las distintas labores arqueológicas realizadas en cada uno de ellos. De esta manera se establecieron dos zonas de trabajo (fig. 1).

2.1. Área 1 Se trataba del local situado en la esquina noroeste de la planta baja del edificio, de aproximadamente 107 m2 de superficie. Aquí se proyectaba sanear y eliminar las humedades del suelo, para lo cual fue necesario retirar la solera de hormigón que cubría la estancia y rebajar entre -0.30 / -0.35 m. el terreno. Aunque se trataba de una afección mínima al subsuelo, llevamos a cabo un seguimiento arqueológico de estas obras.

2.2. Área 2 2. TRABAJOS ARQUEOLÓGICOS EN LA CALLE CANELLAS Nº 5 El proyecto de rehabilitación del inmueble de la calle Canellas nº 5 de Huesca, elaborado por la arquitecta Pilar Sopena, procuraba adecuar la distribución interior del antiguo inmueble para construir siete viviendas y dos locales en los bajos. La planta baja (392 m2) se compone de un zaguán central de entrada a la casa y a ambos lados se sitúan sendos locales con su propio acceso desde la calle. Al sur se ubica un patio interior de 128 m2 de superficie. El suelo de todas estas estancias se hallaba a la misma cota, con excepción del local situado en la esquina nordeste, donde el piso se hallaba -1.36 m. por debajo, adaptándose de esta manera a la pendiente del terreno.

Ocupaba todo el patio interior del inmueble, de unos 128 m2 de superficie. Aquí se realizó una excavación en extensión (112 m2), dejándose sin excavar una banda de seguridad perimetral de 0.50 m. de anchura (fig. 1). En el cuadrante noroeste se llegó hasta la roca natural. En el resto del espacio la excavación alcanzó una cota final de -2.35 m. de profundidad, rebasando el nivel de afección de -2 m., pero no se llegó al nivel natural de salagón, con excepción hecha del Espacio 8. El subsuelo presentaba graves problemas de filtraciones, humedades y encharcamientos, acentuados en ciertas zonas por una fuerte descomposición orgánica.

En el patio se proyectó realizar un semisótano con la intención de colocar el ascensor y los trasteros, además de permitir la ampliación del local situado en la esquina nordeste. Ésta obra representaba una afección al subsuelo, dado que se pretendía rebajar el terreno hasta una cota de -2 m. de profundidad, y por lo tanto resultaba preceptivo, a tenor de la legislación vigente en materia de Patrimonio Cultural Aragonés, la realización de catas arqueológicas. La solicitud de autorización para realizar sondeos arqueológicos, con carácter de urgencia, se cursó ante el inicio de las obras de reforma del edificio que afectaban al subsuelo del patio interior. El día 3 de marzo de 2006 se practicaron tres catas en el patio o Área 2, que dieron resultados positivos, pero sin detectar las estructuras del teatro. La intervención arqueológica se desarrolló entre los días 7 de abril y 3 de mayo del mismo año 2006. Como es habitual

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Figura 1. Planta baja del edificio de la calle Canellas nº 5: sondeos y áreas de actuación.

Sesión 2. Arqueología Clásica 3. FASE I: DOMUS DEL SIGLO I A. C. En el Área 1 se han identificado, directamente bajo el pavimento de hormigón, tres muros de opus quadratum construidos con grandes sillares de arenisca (UU.EE. 1001, 1002 y 1003) situados a la cota de -0.15 m. de profundidad y que delimitan al menos tres habitaciones (Espacios 10, 11 y 12). Todas las estancias han sido documentadas de forma fragmentaria, por lo que desconocemos sus medidas completas y la superficie total que ocupan. Posiblemente estas estructuras corresponden a una domus o vivienda de época romana con orientación noroeste-sudeste (fig. 2). También se ha constatado la existencia de un nivel de abandono, la U.E. 3, de matriz arcillosa de color marrón con abundantes carbones y cantos. Esta unidad aportó un alto porcentaje de huesos de fauna (37%) y numerosos materiales constructivos como fragmentos de sillares, opus caementicium, tegulae, imbrices y una moldura de realizada en piedra de Santa Tecla.

extiende al menos desde el 20 a.C. hasta época de Tiberio (Cantos, 2003: 97-98). Y el vaso de cerámica de paredes finas con engobe de tono rojizo de la forma Mayet XIV, el plato de engobe interno rojo pompeyano de la forma Luni 9 (fig. 3, 9) y las ánforas. Si atendemos a las importaciones itálicas analizadas, podemos establecer como el período más probable para el abandono de la vivienda el situado entre los años 10-20 d.C., es decir, entre el final del reinado de Augusto (29 a.C.-14 d.C.) y el inicio del de Tiberio (14-37 d.C.). Parece lógico pensar que esta estructura fuera amortizada en un momento inmediatamente anterior a la construcción del teatro. Muy posiblemente esta domus fue derribada para despejar los accesos al nuevo edificio teatral.

Figura 2. Área 1. Estructuras romanas de la Fase I. Entre el material cerámico cabe destacar la presencia de importaciones itálicas ampliamente difundidas por el territorio del valle del Ebro en época augústea. Uno de los principales elementos que permite precisar la cronología de este estrato es un lote de terra sigillata itálica, en el cual identificamos tres formas lisas (Ettlinger et al., 1990): dos copas Consp. 22 con decoración a ruedecilla (fig. 3, 1 y 6); un plato Consp. 20 (fig. 3, 2); y un bol Consp. 8 (fig. 3, 3). Además contamos con un fondo estampillado con el nombre CRESTI dentro de una cartela rectangular (fig. 3, 4). Este sello es atribuido al alfarero aretino Cn. Ateius Crestus, cuyas producciones se datan entre el 10 a.C. y el 30 d.C. (Oxé et al., 2000: 204), siendo muy frecuentes en Hispania. Y finalmente citar otro pequeño fragmento de fondo de una forma indeterminada con decoración a ruedecilla (fig. 3, 5). También están presentes las imitaciones de terra sigillata itálica, formas Consp. 8 (fig. 3, 7) y Consp. 33 (fig. 3, 8), grupo cerámico ampliamente difundido por el sur de Francia y nordeste de la Península Ibérica y cuya producción se

Figura 3. Materiales cerámicos de la U.E. 3.

4. FASE II: EL TEATRO ROMANO En el cuadrante noroeste del patio interior del inmueble (Área 2), tras eliminar el pavimento de hormigón, aparecía directamente el nivel natural de arcillas de gran consistencia conocidas como salagón (U.E. 16). Al este de esta zona se desarrolla una terraza inferior de la ladera, bien natural, bien recortada por la acción humana, dónde se sitúan una serie de estructuras romanas conservadas a nivel de cimentación (figs. 4 y 5).

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Figura 4. Planta de las estructuras pertenecientes al teatro romano. Como veremos a continuación, estas substructiones nos sitúan frente a un edificio de época romana de indudable monumentalidad y cuya estructura guarda gran similitud con el sistema constructivo de los teatros y anfiteatros del mundo romano. Fundamentalmente la característica cimentación alveolar perteneciente a la estructura interna de los edificios dedicados a espectáculos, la cual ofrecía una sólida base para el apoyo del graderío donde se aposentaban los espectadores. Esta técnica constructiva de celdas radiales fue ampliamente utilizada en todo el área geográfica ocupada por el Imperio romano.

4.1. Camerae o cámaras radiales En el extremo sur del Área 2 y a partir de una cota superior de -0.10 m. de profundidad, se localizaron dos cámaras radiales (camerae) construidas con muros de opus caementicium, que denominamos como Espacios 6 y 9 (figs. 4 y 5). El Espacio 9 se sitúa en su mayor parte bajo el inmueble colindante, por lo que tan sólo se pudo excavar el Espacio 6 hasta la cota de -2.35 m., sin llegar a vaciar completamente la estancia. Esta camera presenta una planta trapezoidal de 3.10 m. de anchura al norte y 2.45 m. en la zona más estrecha, la situada al sur, y una longitud de 3.15 m., lo que arroja unas dimensiones interiores de 8.30 m2.

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En cuanto a la secuencia constructiva se observa la disposición inicial de los dos muros semicirculares (moeniana) que cierran el Espacio 6 al sur (U.E. 1013) y al norte (U.E. 1015). En éste último muro, del cual se ha descubierto un tramo de 6.75 m. de longitud con una anchura máxima de 1.60 m., se aprecia una clara tendencia semicircular que correspondería con el arranque del anillo de cierre exterior del teatro o maximun moenianum. Entre éstos dos anillos longitudinales (UU.EE. 1013 y 1015) y con posterioridad se construyen perpendicularmente los muros radiales o cunei, situados al este (U.E. 1012) y al oeste (U.E. 1014). Ambos presentan una longitud de 3.15 m. y una anchura de poco más de 1 m. en su parte inferior, que disminuye en alzado hasta los 0.95 m. de grosor en la zona superior. La mayor parte de la obra está erigida mediante tongadas de opus caementicium, apreciándose claramente las huellas de los encofrados de tablas de madera de entre 30 y 35 cm. de anchura colocadas horizontalmente. Los caementa son fragmentos de piedra caliza blanca de tamaño medio y pequeño unidos con un mortero rico en cal, que le otorga una coloración muy blanquecina al opus caementicium.

Sesión 2. Arqueología Clásica Sin embargo, ambos moeniana (UU.EE. 1013 y 1015) ostentan una característica típica de las grandes construcciones públicas romanas, como es la inserción de grandes sillares dentro de la obra de opus caementicium (figs. 5 y 6). Donde mejor se observa este hecho es sobre la U.E. 1015, cuyos sillares de arenisca, colocados a soga en una única hilada, presentan una labra en espiga no muy cuidada y se hallan ligeramente almohadillados con un listel perimetral de 6 cm. de anchura. Esta técnica constructiva puede observarse en el teatro de la Colonia Aelia Augusta Italica (Santiponce, Sevilla), tanto en los muros radiales, como en los semicirculares (Roldán, 1993: 74). Mediante este sistema constructivo de muros semicirculares y radiales se definen unos espacios intermedios o camerae Figura 6. Detalle de las dos cámaras radiales o camerae.

4.2. Crypta o galería anular Al exterior de las cámaras radiales se abre una gran estancia de planta basilical (Espacio 7), que se apoya en una terraza superior del terreno natural o salagón (figs. 4 y 5). Se ha podido documentar una anchura de 6.50 m. en su punto máximo y 6.30 m. de longitud, aunque desconocemos la longitud total de este espacio, pues excede los límites del solar. Presenta dos pilares centrales de planta cuadrangular de 1 m. de lado (UU.EE. 1016 y U.E. 1018), separados por una distancia de 2.30 m. y construidos en opus quadratum con grandes sillares de arenisca colocados en seco, con labra en espiga no demasiado esmerada y ligeramente almohadillados mediante un listel perimetral de 4.5 cm. anchura en la cara superior e inferior (fig. 7).

Figura 5. Área 2. Vista general de las estructuras del teatro romano. que compartimentan el espacio y constituyen la característica cimentación alveolar perteneciente a la estructura interna de un teatro romano. El proceso constructivo termina con el rellenado de las cámaras radiales resultantes, que de esta manera se macizan para emplazar sobre ellas el graderío (cavea). En nuestro caso se trataría de dos de las cámaras pertenecientes al anillo que soportaría la summa cavea. El ejemplo más cercano lo encontramos en el teatro romano de la Colonia Caesar Augusta (Zaragoza) (Escudero y Galve, 2007: 58 y 70), pero esta misma técnica constructiva fue ampliamente utilizada en todo el Imperio.

El Espacio 7 se halla delimitado por un muro de opus quadratum, la U.E. 1017, que conserva dos hiladas en alzado. Este muro presenta una cota superior de -1.16 m. de profundidad y se cimienta directamente sobre el nivel natural de salagón, que aparece retallado a la cota de -2.47 m. Se trata de un muro de aparejo isódomo realizado con grandes sillares de arenisca (entre 1.25x0.50x0.60 m. y 0.88x0.50x0.60 m.) perfectamente escuadrados y colocados en seco y a soga en hiladas horizontales. Los sillares exhiben la característica labra en espiga y se hallan ligeramente almohadillados con un listel perimetral de 4.5 cm. de anchura (fig. 8), lo que se conoce como anathyrosis externa, y engatillados entre sí, lo que se consigue mediante una talla peculiar que deja una franja central sobre elevada apenas un par de centímetros en el eje del muro con la finalidad de poder encajar mejor los sillares superiores. Este espacio correspondería a una galería anular o crypta1 que daría acceso a través de los vomitoria a la summa cavea, por lo cual tendría una importante función en la circulación de los espectadores por el edificio. Un paralelo lo hallamos en la crypta del teatro del Municipium Augusta Bilbilis (Calatayud) (Martín y Núñez, 1993: 125-126).

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El lote cerámico es bastante homogéneo con la presencia de terra sigillata itálica, cerámica de paredes finas, cerámica engobada, de almacenaje y formas comunes oxidantes y reductoras. En principio estas cerámicas apuntan a un horizonte cultural de mediados del siglo I d.C., en concreto al período situado entre los años 41-60 d.C., durante el reinado de Claudio y la primera parte del de Nerón. Sin embargo, las formas engobadas y el vaso de paredes finas Mayet XIV, de cronología augústea, son similares a piezas analizadas en la Fase I (U.E. 3), por lo que proponemos considerar como la fecha más acertada para la datación de estos niveles fundacionales la más baja de esta horquilla, es decir, el reinado de Claudio (41-54 d.C.).

5. EL TEATRO DEL MUNICIPIUM URBS VICTRIX OSCA El teatro se construyó sobre una ladera, en la parte baja del cerro sobre el que se ubicó la Osca iberorromana, aprovechando de esta manera las ventajas constructivas que les ofrecía la topografía del terreno. Esta zona presenta en la actualidad unos 10 m. de desnivel, desde los aproximadamente 465 m. s.n.m. del Coso Bajo, hasta la zona más alta de la calle Desengaño alrededor de los 475 metros de altitud.

Figura 7. Detalle del pilar U.E. 1016.

Figura 8. Detalle del muro de opus quadratum U.E. 1017.

4.3. Cronología Como ya se ha señalado, una vez construidas estas substructiones, los espacios resultantes fueron rellenados y macizados mediante el aporte de tierra de matriz arcillosa de color ocre-marrón con numerosos fragmentos de piedra arenisca, desechos de talla y el denominado como “falso salagón” (UU.EE. 12 y 13). Estos niveles fundacionales se caracterizan por el escaso material arqueológico que han aportado, menos de un centenar de piezas.

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Probablemente se adoptó un sistema de construcción mixto, es decir, la parte central de la cavea o graderío se tallaría de forma escalonada directamente sobre la roca natural de salagón “a la manera griega”. Mientras que ambos extremos de la cavea, ligeramente orientada hacia el sudeste, se sustentarían mediante la construcción de varios muros semicirculares concéntricos unidos entre sí mediante muros radiales formando de esta manera cámaras radiales. Gracias a este sistema alveolar, cimentado con muros de opus caementicium, se salvaría la diferencia de altura existente al menos en el extremo nordeste, como se ha constatado en la excavación de la calle Canellas nº 5. Resulta revelador comprobar como al menos parte del trazado del antiguo edificio teatral quedó fosilizado en la trama urbana que ha llegado hasta la actualidad. Tal y como puede observarse en los planos antiguos de la ciudad de Huesca y en las fotografías aéreas históricas, el teatro ocuparía el interior de la manzana que describen las calles Canellas, Peligros, Desengaño, plaza de la Moneda y Coso Bajo2 (fig. 9). Mediante el estudio del plano catastral, que nos muestra con gran detalle el parcelario de la zona, y la superposición de las estructuras arqueológicas documentadas en la calle Canellas nº 5 y en el solar de la calle Peligros nº 5-73 hemos realizado una aproximación hipotética al trazado del teatro romano de Huesca (Ruiz y Cebolla, en prensa). Lo primero que se observa es la tendencia semicircular y la disposición radial del parcelario (fig. 10). Este hecho resulta más evidente en la esquina nordeste donde se conservan diversos muros maestros y medianiles que delimitan espacios de tendencia más o menos rectangular, que podrían indicar la existencia de

Sesión 2. Arqueología Clásica

Figura 9. Evolución de la manzana donde se ubica el teatro romano de Huesca desde el siglo XVIII.

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Figura 10. Propuesta hipotética de restitución del teatro romano de Huesca.

nuevas cámaras radiales al este de las ya descubiertas. Estos muros correspondientes a los actuales inmuebles podrían estar, al menos parcialmente, asentados sobre substructiones relacionadas con la cimentación del teatro.

patios de nuevo con una alineación radial y situados a una cota mucho más baja, similar a la calle Coso Bajo. En el extremo sur no hemos podido encontrar ningún muro en el actual parcelario que apoye esta propuesta.

Las parcelas situadas al oeste de la manzana son alargadas y estrechas, atendiendo a una disposición claramente radial. En los edificios de esta zona se ubican actualmente algunos muros que podrían corresponder con substructiones relacionadas con la cimentación del teatro, como por ejemplo sucede con el muro romano documentado en el solar de la calle Peligros nº 5-7. Éste se encuentra en la circunferencia proyectada por el anillo constituido por uno de los dos muros semicirculares (moeniana) de la cámara radial o Espacio 6.

De acuerdo a la propuesta hipotética que hemos desarrollado, estimamos que el teatro del Municipium Urbs Victrix Osca podría contar con un diámetro máximo de alrededor de los 67 m., alcanzando una cifra total de 80 m. si incluimos el desarrollo de la crypta, en el caso que circunden todo el teatro. Con estas dimensiones podría tener una capacidad cercana a los 3.000 espectadores, según los cálculos determinados para teatros de similares dimensiones como el de la Colonia Aelia Augusta Italica (Rodríguez, 2004: 82-83) o el teatro del Municipium Augusta Bilbilis (Martín y Núñez, 1993: 129).

La zona central de la manzana, donde deberían ubicarse la ima cavea y la orchestra, está formada por una serie de

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Sesión 2. Arqueología Clásica 6. CONCLUSIONES Bolskan (Huesca), fundada posiblemente en el siglo III a.C., e Iltirta (Lérida) constituyeron las principales ciudades de la tribu íbera de los Ilergetes, que controlaba un amplio territorio al norte del río Ebro. La total pacificación del pueblo ilergete, que había opuesto una fuerte resistencia a los nuevos conquistadores romanos, acaeció a inicios del siglo II a.C. Tras la conquista, la ciudad iberorromana de Bolskan debió ir creciendo en importancia, como indican las cuantiosas acuñaciones de monedas de plata y de bronce, que se difunden por casi toda la Península Ibérica desde mediados del siglo II a.C. La Osca romana fue simplemente la continuidad de la ciudad prerromana de Bolskan. Frente a otras ciudades innominadas, las fuentes antiguas citan en repetidas ocasiones a Osca como escenario de dos hechos de relevancia dentro de las diferentes guerras civiles que sacudieron el período final de la República Romana. En primer lugar, Quinto Sertorio la convirtió en centro de sus operaciones en su rebelión frente al dictador Sila, las denominadas Guerras Sertorianas (82-73 a.C.). Posteriormente Osca vuelve a entrar en escena con motivo de la guerra civil entre César y Pompeyo, apoyando al primero durante la célebre campaña de Ilerda (Lérida) del año 49 a.C. El propio César inició en las provincias hispanas un ambicioso proceso de romanización del territorio mediante la fundación de nuevas colonias y municipios, que posteriormente Augusto se encargó de desarrollar. En el año 39 a.C. el general Cn. Domicio Calvino, legado de Octaviano y gobernador de la Hispania Citerior, debió elegir de nuevo Osca como base de operaciones en su campaña militar contra los Cerretanos, que según parece se habían rebelado en el Pirineo Central. En conmemoración de su victoria, Domicio emitió entre los años 39 y 37 a.C. denarios en Osca, donde por primera vez aparece la leyenda latina OSCA en el anverso. La llegada de Sertorio debió repercutir en el inicio de un período floreciente para la ciudad de Osca, como parecen confirmar los numerosos hallazgos arqueológicos datados durante el siglo I a.C. Según parece la ciudad ya responde a un modelo urbanístico plenamente romano, pudiendo identificarse en la zona situada entre la calle Doña Petronila y el solar del Círculo Católico, en la zona sudeste de la ciudad, un conjunto arquitectónico de carácter público y vinculado al Foro Republicano. Quizás en este nuevo contexto histórico plenamente romanizado se podría incluir la domus o vivienda romana perteneciente a la Fase I de Canellas nº 5. No podemos asegurar su fecha de construcción, aunque de acuerdo a los escasos restos de pintura mural hemos aventurado una fecha en torno al año 20 a.C., en un contexto plenamente augústeo. El único dato cierto es que esta casa fue derribada entre los años 10-20 d.C. para llevar a cabo la construcción del teatro de la nueva ciudad.

Sabemos por Plinio (III, 3, 24) que Osca era un municipio de derecho romano, aunque desconocemos la fecha exacta de su concesión (Asensio, 2003: 115-120), que suele situarse entre el 39 a.C. y el comienzo del Principado de Augusto (29 a.C.14 d.C.). Su nueva condición de municipio romano como Municipium Urbs Victrix Osca se traduciría en una importante remodelación urbana que modificaría sustancialmente la anterior morfología del lugar. De esta manera, la ciudad debió dotarse ya en época de Augusto de un conjunto de edificios monumentales. Según nuestra hipótesis4 hacia el cambio de Era se establece, en el cuadrante suroriental de la ciudad, un nuevo centro público de carácter monumental con edificios de funcionalidad civil y comercial característicos de una urbe de su importancia. De este momento contamos con dos conjuntos excepcionales vinculados con el Foro Imperial, además de otros importantes restos en el solar del Círculo Católico (Cebolla et al., 2006). El primero se encuentra en las edificaciones recientemente excavadas por nosotros mismos en el solar de la calle Alfonso de Aragón nº 6-10-plaza Latre. Se trata de las cimentaciones de un gran edificio con patio central y estancias adosadas a los lados, construido con grandes sillares tallados en espiga, colocados en seco y asentados sobre restos constructivos monumentales reutilizados, tal vez pertenecientes al Foro Republicano. Dicho conjunto constructivo, que refleja la pujanza económica de la ciudad imperial, se identifica con un posible mercado público o macellum enmarcado al menos por dos viales, que lo delimitan por el oeste y por el sur. Como parte integrante de este gran conjunto monumental de carácter excepcional, se levanta el teatro localizado en la calle Canellas nº 5, situándose en el entorno inmediato del Foro de la ciudad. Al igual que había ocurrido en la capital del Imperio, Roma, en las principales ciudades hispanas se lleva a cabo un proceso de monumentalización y ornamentación, siendo los teatros junto al resto de edificios de espectáculos una parte fundamental de esta transformación. Aunque el teatro pudo ser planificado tempranamente en la etapa augústea, su construcción no debió iniciarse hasta el reinado del emperador Tiberio (14-37 d.C.), siendo terminado posiblemente con Claudio (41-54 d.C.), según indican los datos arqueológicos. Su erección como elemento de prestigio del nuevo Municipium Urbs Victrix Osca se halla también constatada por la utilización de al menos marmor Phrygium de las canteras orientales de Docimium (Turquía), Giallo antico o marmor Numidicum de la ciudad romana de Simitthus (Túnez) y piedra de Santa Tecla procedente de las canteras de Tarraco (Tarragona)5. Los dos primeros, extraídos en canteras de propiedad imperial, fueron de los mármoles más conocidos y apreciados en Roma desde el siglo I a.C., por lo tanto el teatro de Osca nada tuvo que envidiar por su calidad ornamental a otros teatros del mundo romano.

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NOTAS ACLARATORIAS 1

Al norte de la crypta, en el denominado Espacio 8 (fig. 4), se halló otro muro de opus quadratum (U.E. 1019) que, a la luz de los restos recientemente excavados por la arqueóloga Julia Justes en la placeta contigua, pensamos que se corresponde con el muro lateral sur de la cloaca allí documentada (fig. 10), que provisionalmente ha sido datada poco antes del cambio de Era. Agradecemos a Julia Justes los valiosos datos que nos ha proporcionado sobre esta intervención arqueológica.

2

Con anterioridad a su hallazgo en el año 2006, el único estudio sobre la posible ubicación del teatro romano de la antigua Osca se debe a Antonio Naval (1994: 305-306), que lo localizó frente a la iglesia de San Lorenzo, es decir, en la zona sur de la ciudad romana.

3

En el solar de la calle Peligros nº 5-7, excavado por José Luis Cebolla en el año 2005, se documentó la existencia de un tramo de muro de época romana con unas dimensiones de 8.04 m. de longitud y 1.15 m. de anchura. Se trata de un muro de opus quadratum realizado con grandes sillares de arenisca dispuestos a soga y tizón, que en un primer momento fue interpretado como parte de la muralla romana de Osca. Posteriormente lo hemos reinterpretado como perteneciente al teatro romano, ya que se encuentra en la circunferencia proyectada por uno de los dos moeniana (Ruiz y Cebolla, en prensa).

4

Se basa en los resultados obtenidos en diversas excavaciones y otras actuaciones arqueológicas dirigidas por los autores en Huesca durante la anterior década, fundamentalmente en los solares del Círculo Católico, de la calle Alfonso de Aragón nº 6-10-plaza Latre y de la calle Canellas nº 5.

5

En noviembre de 2011 el equipo integrado por María Pilar Lapuente, José Antonio Cuchí y Hernando Royo tomó muestras de los mármoles como parte del estudio que desarrollan sobre la procedencia geológica y la utilización de mármoles y piedras ornamentales en el Alto Aragón en época romana. Agradecemos a todos ellos su trabajo, cuyos resultados serán próximamente publicados (Royo et al., en prensa).

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