Prólogo: Francisco Jaraut a

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E S TIE MPO D E ...

José Turpín y Fina Antón (eds.) Prólogo: Francisco Jarauta

Luis Álvarez Munárriz Fina Antón Hurtado Rafael Cuesta Ávila Baldomero De Maya Giovani Ercolani Cecilia M. Esteban Redondo Francisco García Vicente Francisco J. Guillén María González Reyes Ragýp K. Karaca Francesc La Roca Javier Eloy Martínez Guirao Fulgencio Martínez Lax Fatma Z. Özkurt Akýn E. Pýlgýr Jorge Riechmann Virginia Sánchez Rivas Anastasia Téllez Infantes José Turpín Saorín

ES TIEMPO DE…

ES TIEMPO DE… José Turpín y Fina Antón (eds.)

Universidad Miguel Hernández de Elche Istanbul Gelisim Üniversitesi

Primera edición, 2016 El editor no se hace responsable de las opiniones recogidas, comentarios y manifestaciones vertidas por los autores. La presente obra recoge exclusivamente la opinión de sus autores como manifestación de su derecho de libertad de expresión. Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamos públicos.

Es tiempo de… Coedición: Istanbul Gelisim Üniversitesi y Universidad Miguel Hernández de Elche. Colabora: Universidad de Valencia Diseño de Portada: José Turpín Saorín © De los textos sus autores © DM ISBN: 978-84-16908-61-5 Depósito Legal: MU 1223-2016 Edición a cargo de: Diego Marín Librero–Editor. Merced, 25.30001–Murcia Tfno. 968 24 28 29 / 968 23 75 78

Índice

PRÓLOGO

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Francisco Jarauta PREFACIO

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José Turpín Saorín 1. ES TIEMPO DE... “RE-PRESENTARNOS”

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José Turpín Saorín 2. ES TIEMPO DE... PERSONAS

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Luis Álvarez Munárriz 3. ES TIEMPO DE.... EMOCIÓN.

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Fina Antón Hurtado 4. ES TIEMPO DE... (RE)PENSAR LA POBREZA DESDE LOS “NUEVOS POBRES”

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Rafael Cuesta Ávila 5. ES TIEMPO DE... RE-INDUSTRIALIZACIÓN Y NUEVOS MODELOS DE EXPLOTACIÓN LABORAL

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Virginia Sánchez Rivas 6. ES TIEMPO DE… ECONOMÍA SUMERGIDA

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Anastasia Téllez Infantes y Javier Eloy Martínez Guirao 7. ES TIEMPO DE… ANTROPOLOGIZAR EL ARTE Baldomero de Maya Sánchez y Francisco José Guillen Martínez

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It is time of… International cooperation 1 Es tiempo de... cooperación internacional

Fatma Zeynep Özkurt Ragýp Kutay Karaca Akýn Emre Pýlgýr

1. Introducción A través de los hechos históricos del siglo XX, el final de la segunda Guerra mundial dirigio el camino hacia una nueva era en donde el estudio de la cooperación internacional se ha convertido en una preocupación mayor de científicos, politicos y de especialista en relaciones internacionales. Además, el final de la Guerra fría indiscutiblemente simbolizó un punto de ruptura en el dominio de las relaciones internacionales. Los asuntos mundiales desde entonces han estado sujetos a discusiones políticas divergentes en el estado de transición por los que los estados-nación han cruzado. Aunque el paradigma dominante en la disciplina ha sido el realismo en la postguerra cambios sólidos a escala internacional han contribuido no obstante al desarrollo de críticas contra el paradigma realista. Después del desgaste estructural que supuso un retroceso en la historia, tras el final de la guerra fría, el liberalismo ha presentado con éxito la alternativa más significativa a las nociones de “realpolitik”. El paradigma liberal probó convincentemente que un nuevo sistema 1

Texto traducido por Maribel Aguayo Jiménez.

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internacional estaba de hecho rejuvenecido en la toma de las decisiones mundiales. La postura liberal defendía que ésta nueva fase podría ser efectivamente dirigida a través del progreso y el cambio. Esta presunción hizo destacar la globalización y la expansión del capitalismo; la resolución de los Estados Unidos-Soviético rivalidad ideológica; el desarrollo y la expansión de la democracia a nuevas áreas geográficas en el mundo; el establecimineto de organizaciones internacionales como elementos vitales de los esfuerzos de cooperación multilaterales de los estados-naciones para asegurar que el progreso y el cambio se den el los asuntos mundiales como se prevía. Además, los estados-nación en el siglo XXI han sido testigos de un gran cambio en términos de relaciones multilaterales, bilaterales o unilaterales alrededor del planeta. Enfrentándonos al proceso de cada vez más globalización e interconectividad estos estados-naciones en muchas áreas han sido forzados a encontrar nuevas maneras de tratar con amenazas emergentes que van por debajo del dominio de los territorios nacionales y que simultáneamente impactan sobre varios actores independientes y separados en la arena internacional. Aunque muchos mayormente defensores del realismo sostendrían que hoy miramos a un tiempo de conflictos internacionales disputas y guerras, nosotros en este capítulo argumentaremos exactamente lo contrario. Esto no significa que no tengamos noticia del hecho de que el mundo está atravesando un periodo lleno de conflictos regionales, levantamientos civiles, guerras internas, crisis financieras y amenazas de seguridad. Todo lo contrario, creemos que esta amenazas, con el que el mundo se está enfrentando necesitan la movilización de una nueva ola de cooperación a nivel internacional. A este respecto, apoyamos la idea fuerte de que el mundo está atravesando un tiempo nuevo de cooperación internacional que rejuvenecerá esfuerzos colaborativos y moderados entre los actores internacionales, ocupando tanto a los estados-nación hasta organizaciones internacionales y regionales.

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En un ambiente en donde los territorios nacionales han perdido su significado la interdependencia entre estados-naciones se ha convertido en el principio considerando que las oportunidades y los riesgos han ganado terreno mutuo. Llevar a cabo acciones unilaterales se ha convertido en futil, encontrado respuestas comprensivas e inclusivas se convierte en una necesidad para todos los actores internacionales. Además los desarrollos tecnológicos paralelos al proceso de globalización han probado que las guerras pagadas o la escala de conflicto se han convertido en más costosas que encontrar compromisos y llegar a acuerdos entre los actores en cuestión. En este contexto, aceptamos que la cooperación internacional se forme dentro de las fronteras donde se den las circunstancias (Snidal, 1985: 923) internacionales predominantes; y los actores internacionales son más probable que se comprometan en normas liberales y valores que promocionen los resultados positivos de construcción en la cooperación internacional. La cooperación internacional, a partir de ahora, idealmente significa un proceso armonioso de acciones no armoniosas de varios actores a través del proceso de negociación donde la coordinación política se usa como el mecanismo de influencia más importante. En otras palabras, los actores internacionales están más predispuestos a reformas sus propias acciones y a enmarcar las preferencias coyunturales y esenciales de otros actores según la cooperación política que deba ser alcanzada a través de un proceso de cooperación (Keohane, 1984: 51). De manera similar, las políticas internacionales en el siglo XXI son más creíbles si las acciones colectivas sobre un problema son llevadas a cabo a escala de cooperación internacional multilateral que si se realizaran de manera unilateral. A ese respecto sólo la carga compartida en el manejo o resolución de una amenaza o problema se considera como un acto deseable. Como Snidal (1991) argumenta “las ganancias relativas no pueden apoyar la crítica realista de la teoría en cooperación internacional, pero puede afectar el patrón de cooperación cuando un número pequeño de estados son los actores internacionales más importantes” (Snidal, 1991: 701). Por lo tanto

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nosotros argumentamos que muchas situaciones políticas dentro de parámetros de seguridad económicos y sociales implican una cooperación internacional. De hecho en la mayoría de los casos soportan una composición extraterritorial y pueden potencialmente tener un ámbito global; a este respecto estas situaciones sólo pueden ser eficazmente dirigidas a través de la cooperación internacional. De hecho, los estados nación pueden formular propósitos y objetivos comunes en el sistema internacional que pueda dirigir el camino a la construcción de nuevos modelos de cooperación independiente de las luchas constantes de los estados-nación por la supervivencia nacional o por poder. El patrón dominante que vemos hoy en términos de relaciones de desarrollo entre estados-nación se reflejan en la expansión y difusión de acuerdos internacionales como herramientas efectivas para la regulación de asuntos políticos y económicos que incluirían temas como el diálogo político, las relaciones comerciales y financieras, la asistencia humanitaria, la resolución de conflictos (Keohane, 1984: 51), etc. A este respecto, los estados naciones se inclinan más a seguir una línea cooperativa de hecho para alcanzar beneficios comunes en estas áreas específicas Wallender et al (1999: 4-5). Por lo tanto, el desarrollo de estrategias de cooperación en estas áreas bajo condiciones consensuadas es aceptado por ser favorable, más ventajoso y menos arriesgado en contraste con el aumento de involucrarse en conflictos. A la luz de estas evaluaciones generales, este capítulo propone mirar la cooperación internacional como una condición independiente de las limitaciones ideológicas. Así, una infraestructura liberada se adopta en este capítulo que presenta más conocimientos valiosos sobre la mentalidad que hay detrás de la cooperación internacional; y se discute el tema del protagonismo en este contexto multicultural y universal. El propósito es proporcionar a los lectores un entendimiento comprensivo de la cooperación internacional y las perspectivas divergentes para la cooperación internacional a través de la consideración de perspectivas diferentes a asuntos globales que necesitan una acción multilateral.

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2. Antecedentes teóricos e históricos del concepto de Cooperación. Antes de considerar el concepto de cooperación en el campo de las relaciones internacionales en términos teóricos e históricos, es necesario tener en cuenta diversos asuntos cruciales. La cooperación entre Estados, desde que el sistema de Estados modernos fue establecido en los Tratados de Westfalia en 1648, ha sido un hecho más raro comparado con los conflictos entre ellos. Así, tenemos más teorías sobre las causas y desarrollos de los conflictos que sobre cooperación. Sin embargo, es necesario pensar en este concepto de una manera sería con el fin de crear una base permanente para la cooperación, como se mencionó en la introducción. Como Hammerstein (2003) indica,” el conflicto parece muy natural y es fácil de entender,….la cooperación, aparece como un fenómeno que requiere sutiles explicaciones”. En el campo de las relaciones internacionales, las teorías de conflicto, en cierto modo jugaron un prerrequisito en las consideraciones sobre cooperación. Los trabajos teóricos sobre los patrones comportamentales de cooperación entre personas explican que cuando en una situación en la cual las diferentes partes aceptan trabajar juntas para conseguir nuevos logros que no pueden conseguir unilateralmente, haciendo algunas concesiones. Así, los elementos clave en la conceptualización de la cooperación está en “trabajar juntos”, “ acuerdos en” “concesiones” y “ nuevos logros” (Smith, 2003). Aquí, debemos enfatizar que la cooperación se refiere no sólo a lo opuesto del conflicto o a la no existencia de conflicto sino al tipo diferente de acción (Zartman y Touval, 2010). Otro aspecto importante es la relación entre este concepto y el concepto de multilateral como ya mencioné antes. Considerando el campo de las relaciones internacionales, es posible encontrar marcos teóricos esenciales que tienen que ver con este concepto en detalle; sin embargo, es necesario admitir que los enfoques realistas

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tienden a ver la cooperación como algo incongruente con este campo. Así, los esfuerzos históricos de los estados-actores para institucionalizar y hacer tradición la cooperación mutua después de dos guerras mundiales necesariamente forzaron los argumentos realistas para suavizar su postura obstinada en este tema. Como resultado, los investigadores han empezado a ver este concepto como una estrategia aplicable para resolver ciertos problemas para países incluso enemigos y hostiles (George et al, 1988). Sin embargo, los realistas mantienen sus sospechas en relación a la permanencia de esta estrategia. Es conocido que el enfoque clásico realista, que mantuvo su predominancia en las políticas internacionales entre 1940 y 1970, dio al concepto de poder de las naciones-estados una posición central en su marco teórico. Para los realistas, la capacidad de los estados es un criterio importante en la determinación en los resultados de los conflictos y en la influencia en los patrones de comportamiento de otros estados. En el enfoque realista el estado es el mayor actor en las relaciones internacionales, mientras que la cooperación internacional y las políticas son el resultado de la lucha entre estos actores. De acuerdo con ellos, sólo el equilibrio de poder entre los estados puede generar cooperación. Así, la fórmula realista para la cooperación es posible cuando los estados luchan por equilibrarse entre ellos y es difícil de establecerlo sin el control de un estado poderoso. Para un pensamiento realista, si un estado gana más que los otros en una situación cooperativa o un estado manipula las relaciones cooperativas en su propio beneficio, la cooperación llega a un punto y final. Además, las organizaciones internacionales no contribuyen al establecimiento de la cooperación, si están al servicio de los estados poderosos (Bowles y Gintis, 2003). Por otro lado, la escuela liberal opuesta al realismo para la cual las relaciones internacionales sólo es para los conflictos. Para los liberales, el equilibrio de las relaciones internacionales se puede mantener gracias a la cooperación, no al conflicto. El factor principal facilitador de esto es la confianza mutua y la afinidad entre los estados-actores. Ellos sostienen

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que estas relaciones mutuas, a largo plazo, generan patrones institucionalizados de comportamiento entre los estados (Zartman y Touval, 2010). Además, la cooperación saca su fuerza de la democratización, libertades y enriquecimiento de los individuos. En concreto, las actividades comerciales aumentan la interdependencia de los actores, maximiza los costes del conflicto y lo más importante, proporcionan una base para la paz internacional, la justicia y el bienestar. De hecho, como Hampson (1995) sugiere la cooperación debería basarse en principios generales en relación con estos beneficios comunes en caso de convertirse en una asociación coyuntural y de un solo uso. Gracias a los esfuerzos para establecer relaciones mutuas a largo plazo, la cooperación internacional se basa en mecanismos de toma de decisiones comunes mejor que en medidas coyunturales (Hampson, 1995). Destacar que los teóricos liberales argumentan que las Naciones avanzadas, históricamente, han centrado su atención en el crecimiento económico y la seguridad social más que el poder y el prestigio. En línea, los liberales reclaman que se actúe en cooperación para asegurar seguridad y bienestar (Grieco, 1988: 489). Por el contrario, en el terreno realista, se considera que el sistema internacional como un Hobbisiano estado de guerra constante en donde el conflicto y la guerra se aceptan como condiciones habituales de un sistema anárquico (Kegley, 1995: 4). En esta manera de pensar, la cooperación internacional emerge como una metamorfosis sobre las reflexiones de estos conflictos (Ari, 2013: 100). Estrictamente, la cooperación internacional puede ser vista como un resultado de la intención de los actores en la preservación del equilibrio de poder entre el sistema internacional. No obstante, en respuesta a la postura realista, los liberales y los neoliberales argumentan que la cooperación internacional y los conflictos en un sistema anárquico se puede conseguir dentro de un límite de los logros relativos de los protagonistas. De hecho, el fenómeno de la interdependencia económica en las relaciones internacionales después de la II Guerra Mundial incrementó la

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importancia de la cooperación así como complejidad de los conflictos. Bajo estas circunstancias, las teorías neoliberales de relaciones internacionales intentan equilibrarse entre los enfoques liberal y realista. Keohane, en su análisis sobre cooperación internacional, conceptualiza el estado comparándolo a empresas perfectamente competitivas en los mercados. Keohane (1984: 496-497) hace hincapié en que, las unidades racionales tienden a maximizar sus beneficios calculando pérdidas y ganancias y permanecen indiferentes a los beneficios de otros. Así, el enfoque neoliberal los logros logrados por otros estados mientras que analiza el beneficio de un estado. La pregunta principal de un análisis neoliberal en relación con la cooperación es quien gana más de la acción cooperativa cuando se considera que los estados-protagonistas son actores racionales y con interés propio pensado solamente en su beneficio relativo. Su razón subyacente es la estructura anárquica del sistema y la distribución del poder. Desde que los estados, al principio, persiguen sus propios intereses, tienden a establecer una cooperación a corto plazo mejor que a una a largo plazo. En otras palabras, los intereses en los conflictos de estos protagonistas los inhiben a establecer una base permanente de cooperación. Así, los liberales argumentan que los estados deberían dar autoridad y responsabilidades a las organizaciones de cooperación internacional dado que la estabilidad económica, las regulaciones internacionales de comercio y otras actividades sociales (como transporte y la comunicación, etc.) requiere de tales instituciones (Jervis, 1999: 45). Desde el ámbito realista, el debate sobre la conceptualización de cooperación entre realistas y neorrealistas emergen en cuanto a las diferencias entre logros relativos y absolutos. Como se mencionó anteriormente los realistas tienen el concepto de relaciones internacionales como el resultado de conflictos entre Estados y éstos son recelosos sobre la posibilidad de cooperación ya que los actores pertenecen a una estructura caótica. Además, los estados no participarían de la cooperación ni siquiera si tienen intereses comunes. Sin embargo, los neorrealistas conceptualizan

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la base de la cooperación como logros relativos, en los cuales los estados protagonistas pueden adquirir según su posición en el equilibrio de poder. Así los neorealistas a diferencia de los realistas claman que los estados no necesariamente abandonan sus propios intereses para participar en instituciones cooperativas. Ya que estos actuarían contra sus propios intereses si evitaran la cooperación en temas trasnacionales como las migraciones (Jervis, 1999: 45). Las preguntas principales entonces convierte el porqué y cómo las partes eligen hacer concesiones mediante la cooperación con otros con el fin de crear nuevos logros. A la luz de estos análisis teóricos, otra cuestión crítica es cómo las ganancias se distribuyen a las partes para mantener la cooperación a largo plazo. En la historia de las relaciones internacionales, la interdependencia entre Estados se convierte en elemento decisivo en las décadas recientes en particular. La seguridad común, la estabilidad, la paz y la coherencia económica – temas comunes de cooperación que serán discutidas en próximos capítulos- se convierten en los temas esenciales de cooperación como resultado de ciertas complejidades en este campo. Así, los estados necesitan convertir compañeros para perseguir sus intereses particulares. Esto, en cambio, hace de la cooperación un deber a la luz de los desarrollos actuales. Cuando tomamos a los estados como protagonistas individuales en las relaciones internacionales, es posible producir una conceptualización general en cooperación. Los elementos que llevan estos estados a la cooperación con ellos para su propio interés son, “adquisición”, “efectividad” y “eficiencia” (Lax y Sebenius, 1986). La adquisición se refiere a la necesidad de producir un nuevo valor cuando las partes no pueden darse cuenta de los finales deseados unilateralmente. Por otro lado, la efectividad es la necesidad de trabajar juntos cuando los estados individuales no puedan conseguir sus objetivos. Finalmente, la eficiencia se refiere a la minimización de costes en acciones cooperativas. Especialmente la última es la mayor condición sustancial para la presencia de instituciones internacionales de cooperación; por lo tanto, en cada caso

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los protagonistas necesitados de cooperación no tendrán que comenzar el proceso desde cero. Las razones subyacentes a la institucionalización de la cooperación es la minimización de costes, como ya se ha dicho. Otro factor importante es la necesidad de aumentar la eficiencia. Por ejemplo, la cooperación para la resolución de problemas en transporte y comunicación en zonas internacionales ha jugado un papel importante en los siglos anteriores. Hoy, sólo la cooperación entre los actores puede hacer frente a problemas y amenazas comunes. Hoy, la gente en todo el mundo se enfrenta a problemas críticos como la crisis medioambiental o la merma de recursos debido a los usos incontrolados e intensos de productos dañinos. Estos problemas aceleraron la movilidad de las gentes y aumentaron las migraciones masivas. Las consecuencias de la migración han cambiado el concepto de seguridad considerablemente, por lo tanto, se necesita nuevos conceptos de cooperación (Jakko, 1995: 362-363). Estos nuevos conceptos de cooperación se han convertido en tema para los enfoques funcionalistas. Sin embargo, a diferencia de los realistas y liberales, ellos enfatizan la dimensión técnica de la cooperación internacional. Por ejemplo, David Mitrany (1968) sugirió que los regímenes internacionales producirían estructuras más complicadas y las naciones protagonistas se enfrentarían con más asuntos técnicos que políticos. Así, la complejidad técnica de estos nuevos problemas requiere un nuevo tipo de cooperación incluyendo las organizaciones no gubernamentales. Para Mitrany, la cooperación entre varios expertos y especialistas llevarían a las comunidades internacionales a establecer más organizaciones internacionales. Así, las acciones funcionales preservarían la paz a través de la cooperación. Las características de estas coaliciones cooperativas y organizaciones también se discuten en los trabajos de Joseph Nye. Nye pone el acento en que el apoyo a las relaciones multilaterales en la base de organizaciones regionales facilitaría los procesos de cooperación. Para Nye, estos procesos producirían un tipo de poder blando que fuercen a los protagonistas a

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colaborar voluntariamente. El poder blando se refiere a un tipo significativo de políticas internacionales que se basan en colaboraciones voluntarias más que en intervenciones operacionales y coerción (Nye, 2004). Ernest B. Haas ha considerado las maneras para facilitar la cooperación internacional y sugiere que deberían compartir ideas transnacionales \ universales y principios que dejen a un lado sus tendencias nacionalistas. Añade, que deberá promocionar el restablecimiento de nuevas formas de organización internacional. Para los funcionalistas así como para los liberales, sería obligatorio establecer regímenes oficiales que pudieran mantenerse la cooperación y hacer cumplir o ejecutar los acuerdos firmados entre los estados-actores. Como Deutsch dice, la interacción entre los estados-nación y las Instituciones facilitadores de este tipo de relaciones conducirían hacia la integración (Griffith et al, 2008: 69-72, 92-93). Básicamente, el funcionalismo se basa en esta idea: la cooperación internacional debería ser iniciada en la base de ciertos temas que requieran competencias técnicas para su solución; por lo tanto, los esfuerzos ad hoc hacia la cooperación podrían ser institucionalizados e integrados por el esfuerzo común de las partes. Por ejemplo, el cambio climático es un problema que implica a todos los protagonistas; así requiere de la cooperación transnacional de todos los protagonistas. Es esta explicación la que hace que la cooperación internacional sea posible. La necesidad de producir políticas y soluciones comunes de forma cooperativa lleva a los estados-actores a adoptar principios universales y multilaterales. Lo cual no significa que se eliminarían las naciones-estados o crearía organizaciones supranacionales imperiales. De hecho, asentaría la base para instituciones específicas cuyas funciones y ámbitos de autoridades son definidas por los protagonistas. En la siguiente sección, brevemente discutiremos las 2 mayores organizaciones internacionales- llamadas la Liga de las Naciones y las Naciones Unidas- que primeramente se establecieron para la cooperación.

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Aún antes de esto, es importante enfatizar la importancia de la cooperación institucionalizada a través de cuerpos formales, mejor que los intentos temporales y coyunturales. Cuando el primero se refiere, los protagonistas necesitan redefinir los principios y las reglas de cooperación cuando la coyuntura dada lo requiera y socavaría la eficiencia de las acciones cooperativas. Sin embargo, como Zartman y Touval (2010: 15) indican, incluso los intentos temporales y especulativos de cooperación no pudieran generar en ellos en vacío; en lugar son construidos sobre expectativas previas, normas y ejemplos. Así, el establecimiento de instituciones permanentes sobre la base del multilateralismo y universalidad eliminarían estos retos.

3. La Liga de las Naciones y las Naciones Unidas La herencia intelectual y teórica que con el tiempo crearon la Liga de las Naciones se sitúa atrás en los siglos XVII y XVIII cuando la idea de paz permanente era bastante aceptada entre intelectuales contemporáneos. Especialmente filósofos y pensadores como Immanuel Kant, Due de Sully, Abbe de St Pierre, en la primera parte en la historia intentaron conceptualización la cooperación internacional sobre la base de paz permanente. En términos organizativos, el Concierto de Europa sugirió en el Congreso de Viena y en otras asociaciones pioneras a principios del siglo XX dibujaron su fuerza intelectual de estos ideales y dio lugar a la creación de la Liga de la Naciones. Aún las formaciones que directamente iniciaron su creación son asociaciones pacifistas como (Británica) la Liga de la Sociedad de Naciones y (Americana) Liga para Hacer Cumplir la Paz (Woolf, 2010). Además, es muy importante resaltar que el presidente de los EEUU, Presidente Wilson, quien llamó para la paz en sus 14 puntos poniendo énfasis en la institución responsable para la cooperación internacional. Wilson jugó un papel clave en el establecimiento de la Liga de las Naciones, enfatizando la importancia de una institución cooperativa

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que garantice la independencia de tanto los países pequeños y grandes y prevenga de futuras guerras (Schmidt, n.d.). Las partes firmantes de la Liga de las Naciones habían definido su objetivo primario como la promoción de la cooperación internacional y el logro de la paz por la aceptación de “obligaciones sin recurrir a la guerra “. En la Cláusula de esta institución, el Artículo 11 declaró “cualquier guerra o amenaza de guerra” si inmediatamente afecta a un miembro de la Liga no para ser “un hecho de preocupación a toda la Liga” e incluso a “la Liga” y no solamente a sus miembros debería tomar en consideración cualquier acción que pueda ser considerada sabía y efectiva para salvaguardar la paz. Además, estableció “ el derecho amigable de cada Miembro “ para atraer la atención de la Asamblea o Consejo “cualquier circunstancia sea la que sea (…) que amenace a molestar la paz internacional o el buen entendimiento entre Naciones sobre la cual la paz depende” (League of Nations, 1924). A la luz de estos desarrollos, la aplicación de la paz no sólo fue el único factor que hizo que la Liga de las Naciones fuera la primera organización internacional de cooperación multilateral. En otras palabras, la Liga no se limitó en los esfuerzos de paz. El Artículo 23 indica que la Liga era también responsable por el mantenimiento de la cooperación en estos asuntos: normas justas laborales en los países miembros, tratamiento justo de personas en los países colonizados, prohibición y control de enfermedades, control en el tráfico de mujeres y niños, regulaciones en el tráfico de drogas y comercio de armas. Finalmente, la Liga tenía responsabilidades para mantener el transporte, la comunicación y el comercio de una manera cooperativa. Así, se puede ver que la Liga de las Naciones fue el primer ejemplo de organizaciones cooperativas que fomentaron y regularon los esfuerzos comunes de los estados miembros. Como es notoriamente conocido, la Liga de las Naciones no pudieron impedir la Segunda Guerra Mundial frente a la agresiva política extranjera de Japón y Alemania en 1930. Además, la no participación de los EEUU en la Liga, aunque su presidente jugó un papel esencial en su surgimiento y

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la manipulación de la Liga por los gobiernos europeos, especialmente el Reino Unido, con el fin de hacer que esta institución aceptara sus propias políticas había paralizado la función prevista de la Liga de las Naciones. Así estos desarrollos no eliminarían esta contribución de la institución al proceso de institucionalización de la cooperación; por el contrario con sus experiencias y fundaciones así como las lecciones todas las partes se dieron cuenta de sus fallos, produjo una acumulación esencial para las Naciones Unidas. De hecho, cuando el consenso en relación con la fundación de las Naciones Unidas tuvo lugar el 26 de junio de 1945, la Segunda Guerra Mundial continuaba en el Pacífico, aunque había terminado en Europa. Según varios recursos y conocimientos, las primeras negociaciones para el establecimiento de esta organización que tenía que ser responsable en el mantenimiento de la paz ocurrieron en Agosto de 1941 y en 1942 Washington cuando la guerra todavía continuaba en plena fuerza (Sherwood, 1948: 447-453). Eso demuestra la influencia de las ideas y principios que recaían en las fundaciones para la organización previa a pesar de su fracaso. El presidente de EEUU Franklin D Roosevelt y el Primer Ministro Británico Winston Churchill, en su declaración conjunta declararon lo siguiente: “ Después de la destrucción final de la tiranía nazi, esperamos ver establecida una paz que permitirán a todas las naciones el significado de vivir con seguridad dentro de sus fronteras…” (Osmanczyuk, 2004). Su objetivo común es, “traer la mayor colaboración entre todas las naciones en el campo económico, con el objeto de seguridad para todos con reglas laborales mejoradas, avances económicos y seguridad social.” (Osmanczyuk, 2004). En la conferencia de Dumbarton Oaks , que tuvo lugar en Washington D.C. in 1944, fue el primer paso hacia la creación de las Naciones Unidas. Representantes de la Unión Soviética, el Reino Unido, los Estados Unidos y más tarde China participaron en una serie de conferencias después de esto. Estos grandes cuatro poderes alcanzaron un acuerdo sobre los principios y objetivos de la organización, sus estructuras y su pertenencia.

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La Conferencia emitió y adoptó la Carta de las Naciones Unidas que entró en vigor en Octubre de 1945. Al inicio, tenía 51 miembros, pero hoy cuenta con 193 países miembros. 2 La aparición de las Naciones Unidas, como lo indican distintas discusiones y evaluaciones, fue una respuesta al fracaso de su antecesor, la Liga de las Naciones. Lo primero que las Naciones Unidas hizo fue ilegalizar el uso de la fuerza entre Estados miembros excepto en defensa propia. De acuerdo con el acta constitutiva de las Naciones Unidas, la Asamblea Nacional da derecho a regular los principios generales de cooperación con el propósito del mantenimiento de la paz internacional, la seguridad y la estabilidad. 3 Hoy, el objetivo principal de las Naciones Unidas es la preservación de la paz internacional y la seguridad. Sin embargo, como su predecesor, las Naciones Unidas no limitan sus actividades con la ejecución de la paz. Desde el fracaso de la Liga de las Naciones y el incremento gradual de la importancia de otros factores y desarrollos socio-políticos e históricos- que mencioné anteriormente- para la paz, las Naciones Unidas extendieron su ámbito con estas actividades: actividades políticas generales en relación con la paz, la seguridad, la cooperación y el desarme; temas sociales y económicos ( tales como estándares de vida, desarrollo económico, bienestar social, migraciones); derechos humanos; desarrollo posterior a la descolonización; estándares de leyes Internacionales (Kaufmann, 1980). Con el fin de establecer las bases de una cooperación genuina en nuestra era, es una obligación mantener los cambios dramáticos que ocurrieron en el campo de las relaciones internacionales en las últimas décadas. Además y con el fin de evitar futuros fracasos como aquellos de la Liga de las Naciones, necesitamos criticar los elementos defectuosos en el nuevo sistema internacional. Porque el sistema internacional hoy es United Nations, “Charter of the United Nations”, United Nations WebSite. Available at: http://www.un.org/en/charter-united-nations/. Date of Access: 25.03.2016. 3 Ibid. 2

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muy diferente al de la Guerra Fría. En dicho período, era suficiente ser parte de un bloque para garantizar la estabilidad económica, política y lo más importante la seguridad nacional. Sin embargo, los bloques no existen hoy. Se puede decir que vivimos en un mundo multipolar. Además, para los estados individuales es más fácil establecer relaciones mutuas con otros. A la luz de estos avances, es posible dirigir varias críticas a la estructura de las Naciones Unidas. Como es bien conocido, su Consejo de Seguridad lo conforman cinco estados permanentes que son los mismos que triunfaron en la Segunda Guerra Mundial. Además, tienen derecho a veto ante cualquier moción de resolución. Esta constitución estructural, por así decir, a veces tiende a complicar los esfuerzos de paz en caso de conflictos. Estos cinco miembros permanentes, en caso de conflictos entre ellos, con frecuencia se empeñan en manipular las decisiones internacionales en su propio beneficio. Esta situación puede complicar el proceso de hacer política para el resto de los miembros. Los ejemplos más recientes son los desarrollos de Irak, Afganistán y Siria. Además, no hay país africano, latinoamericano o musulmán entre esos cinco miembros, eso potencialmente da asilo a futuros problemas para las Naciones Unidas. Como hemos observado, los criterios y los temas de la cooperación internacional se han ampliado considerablemente. Así, los factores que fuerzan a los estados-actores a la cooperación son impredeciblemente urgentes y cruciales. Con tal de comprender la importancia de las instituciones multilaterales e universales, es necesario analizar los temas globales que requieran una acción colectiva en la siguiente sección.

4. Facetas centrales de la cooperación internacional. Dentro del paradigma liberal, los estados-naciones tienden a aceptar tener compromisos diplomáticos hacia objetivos compartidos en vez de

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seguir una perspectiva realista que indique un enfoque de todo o nada como parte de sus políticas exteriores. Esto es particularmente válido dentro de un contexto de retos globales intensificantes. Los asuntos mundiales a estas alturas buscan encontrar respuestas globales para problemas globales siguiendo una inclinación hacia la cooperación y colaboración enfatizando la necesidad de acciones conjuntas para encontrar soluciones conjuntas para problemas conjuntos. Cuando miramos a la cooperación internacional en relación con los asuntos económicos, se puede argumentar que la política económica internacional en el siglo XXI prueba que los esfuerzos cooperativos y sustanciales en la construcción de la cooperación entre naciones-estados ha ganado un sólido terreno particularmente bajo la influencia de una nueva ola avanzada de globalización. Es ampliamente admitido que los estados-naciones tienden a establecer mecanismos de control efectivos sobre el ambiente internacional, particularmente en asuntos económicos (Libson, 1985: 10). En la era de la globalización, es evidente que una economía mundial sostenible y saludable en general y un crecimiento económico en particular fuerte depende del avance en las regulaciones económicas comunes que potencien la participación de todos los estados-naciones. La estrategia principal para el sostenimiento de una economía mundial fuerte implica el apoyo por parte de una cooperación económica internacional efectiva. De hecho, Brian Barry (1981: 30) declara que “los asuntos internacionales no son pura anarquía en la cual nadie tenga razón por esperar relaciones recíprocas que te sostengan. En asuntos económicos, concretamente, hay un gran espacio para unas expectativas estables” Esto, más allá, implica que la cooperación internacional en asuntos económicos resultaría en el desarrollo de un ambiente estable y consistente para la construcción de relaciones económicas fiables entre estados-naciones. Las ventajas que la globalización ha presentado a la economía mundial en las últimas décadas son indiscutibles. La globalización ha

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ayudado principalmente a los estados-naciones a elegir economías abiertas y facilitadora de relaciones comerciales liberales y lazos financieros más fuertes. No obstante, cambiando una cooperación económica internacional más cercana en un valor principal para los estados-naciones, el proceso de globalización también ha reflejado que la integración económica y financiera a nivel regional e internacional sería más beneficiosa para los estados-naciones en términos de sostenimiento de su crecimiento económico, de mejor distribución de recursos, mejora de la división laboral y reducción de la pobreza (Köhler, 2003). La cooperación internacional en asuntos económicos debería involucrarse en temas varios para contribuir a beneficios mutuos que animarían a las naciones-estados a seguir un enfoque más integrado en la economía mundial. Esto puede ser conseguido principalmente a través de la promoción del comercio internacional y de una estabilidad fiscal internacional. Putman (1988: 427-460) manifiesta que “las políticas de muchas negociaciones internacionales puede provechosamente ser concebido como un juego a dos niveles. A nivel nacional, los grupos de casa persiguen sus propios intereses presionando al gobierno a adoptar políticas favorables, y los políticos buscan poder a través de la construcción de coaliciones entre estos grupos. A nivel internacional, los gobiernos nacionales buscan maximizar su propia habilidad para satisfacer presiones domésticas, mientras minimiza las consecuencias adversas de desarrollos exteriores”. Si los estados-naciones siguen una línea cooperativa de actuación, como se presume por la cooperación internacional, es más probable que las relaciones comerciales sean más liberales y equitativamente beneficiosas. De hecho, las economías de mercados abiertos a través de lazos fiscales, regulatorios y fuertemente institucional son más probable de recuperar de imprevistos o de crisis económicas sin precedentes. Además, la cooperación internacional en asuntos económicos bajo la influencia de la globalización mejoraría el

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acceso al mercado de países en desarrollo, aumentaría sus capacidades de importación y exportación y traerían estabilidad financiera (Köhler, 2003). A través de la liberación de las relaciones comerciales, los estadosnaciones se muestran más inclinados a disminuir sus barreras comerciales lo cual facilita tener libres acuerdos comerciales y mejores oportunidades de inversión entre ellos. En este respecto, la cooperación internacional no sólo sería preferencial para la integración económica regional sino también para la expansión y prosperidad entre diferentes estadosnaciones. En paralelo a estos desarrollos, un tema importante que necesita ser resaltado es el papel que las organizaciones internacionales juegan. La ya mencionada cooperación internacional en asuntos económicos se puede lograr principalmente a través del marco multilateral que las organizaciones económicas internacionales proporcionan (Frieden, 2009: 4). Desde la segunda mitad del siglo 20, organizaciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización Mundial del Comercio (WTO) han contribuido a la formación de este marco multilateral a través de mecanismos que aportan para el comercio global y las políticas fiscales. Estas organizaciones no sólo han introducido medidas protectoras que estabilizarían las políticas macroeconómicas de los estados-naciones, y los marcos legales y regulatorios para el fortalecimiento de sectores financieros y corporativos necesarios para la promoción de un ambiente económico internacional fuerte; ellos también han contribuido a la supervisión y dirección del sistema financiero internacional. De hecho, el refuerzo de sistemas fiscales efectivos y mercados de capitales disminuiría, sin embargo, el perjudicial impacto de cualquier crisis financiera que pudiera aparecer en el planeta. En conjunción con los últimos desarrollos a escala internacional, e iniciativas de cooperación, deberíamos resaltar el hecho que hay un creciente número de ejemplos de cooperación regional y de iniciativas de integración que pretenden sostener “Un crecimiento económico de una

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amplia zona, un mercado integrado […]” 4 en línea con las tendencias globales. Teniendo en consideración los costes y beneficios asociados con la cooperación regional, es duro concluir que la prosperidad regional mejoraría, y la pobreza y la desigualdad disminuirían. A este respecto, cualquier estado-nación que tegan económia bien grande o pequeña que tomen parte en iniciativas de integración regionales podrían y deberían beneficiarse de los procesos de integración en apoyo de una agenda de desarrollo para la región en cuestión. Sólo nombrar una pocas iniciativas de cooperación regional, Cooperación Económica Pacífico-Asiática (APEC), Organización Cooperativa de Shanghai (SCO), Acuerdo de Libre Mercado Norte Americano (NAFTA), Acuerdo de Libre Mercado Europeo (EFTA), Acuerdo de Libre Mercado Latino-América (LAFTA), Organización de Cooperación Económica (ECO), BRICS etc. aparecen como organizaciones regionales exitosas y/o iniciativas de cooperación. En este punto especial atención debe ser dada al papel que juega la unión Europea (EU) en los asuntos mundiales de hoy. De hecho, como organización supranacional en el continente europeo, la UE está involucrada en varios asuntos regionales que van desde temas económicos a seguridad, política, medio-ambiente, así como resolución de conflictos construcción de la paz y desarrollo sostenible. La diversa gama de herramientas que la Unión Europea emplea no sólo ayuda para la mejora de los planes de desarrollo regional, sino que también indican que con la promoción de tales herramientas por organizaciones regionales una cooperación más efectiva se puede llegar a adquirir a nivel internacional. Mientras que la cooperación económica internacional se ha ido desarrollando con éxito en el presente, es importante subrayar el hecho que basándonos en los cambios coyunturales más recientes en el mundo, el apoyo y la protección en la cooperación en seguridad internacional es igualmente importante como la cooperación internacional en asuntos

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económicos. El nuevo entendimiento en seguridad internacional incluye temas tales como “movimientos de refugiados sin control, degradación medioambiental” (Matthiessen, 2013: 1) cambio climático, inestabilidad económica, social y desorden (Driver, 2010: 144). El impacto de estas recientes amenazas internacionales, riesgos y retos fuerzan a los estados nación y a las organizaciones internacionales a mejorar sus iniciativas en cooperación. 5 Por otro lado, el incremento de los conflictos regionales e internacionales alcanzando las fronteras de varios estados nación necesitan una percepción de “orientación al futuro” (Matthiessen, 2013: 1) en asuntos de seguridad que solamente puedan mantenerse a través de la movilización en la cooperación internacional amplia. Particularmente después de los ataques del 11/9 la amenaza terrorista ha sido propuesta como uno de los mayores retos contemporáneos en el campo de la seguridad y de las políticas de defensa de los estados-naciones. Bajo la influencia de los cambios radicales en el establecimiento de la política de seguridad mundial, como era de esperar, este asunto se ha situado en el centro de las agendas en cuanto a políticas exteriores se refiere; e incluso intentaron que fueran gestionadas a través de esfuerzos de cooperación de diferentes protagonistas a escala internacional. Los actos en cooperación internacional en la lucha contra el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones han ganado importancia después de los ataques del 11 de septiembre. Estos esfuerzos en cooperación internacional han probado ser buenos indicadores de una gran esperanza blanca para la comunidad internacional para la gestión de esta amenaza particular en seguridad. Por el contrario, cuando los desarrollos coyunturales internacionales y las razones fundamentales que construyen una fundación para el terrorismo internacional se tienen en Fatma Zeynep Özkurt, Ragıp Kutay Karaca (2015). “A Critical Review of the Comprehensive Approach in EU Crisis Management: The Case of Georgian Crisis”, Paper presented at the Uludağ University VII. International Relations Conference, 21-22 September 2015, Bursa, Turkey.

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cuenta, sería extremadamente duro/difícil proyectar que esa amenaza perdiera su significancia en un futuro próximo. 6 Además, las otras amenazas que urgentemente requieren de una cooperación internacional alcanzan a temas que incluyen “el crimen organizado, contrabando de todo tipo, migraciones, polución medioambiental y conflicto étnico”. 7 En este contexto, es muy crucial encontrar un espacio en común donde los protagonistas internacionales estén de acuerdo en las formas en las que ellos puedan efectivamente gestionar o resolver estos problemas. Pues dejando la carga sobre uno o dos protagonistas mayores no sólo sería injusto sino también intrascendente cuando comparados con los esfuerzos multilaterales desarrollados para la resolución de amenazas, riesgos y retos comunes. En paralelo a la cooperación internacional en seguridad, deberíamos también resaltar la importancia de la cooperación regional en asuntos de seguridad. La cooperación en seguridad de una región amplia entre estados-nación no sólo ayudaría a prevenir, reducir, gestionar e incluso resolver cualquier tipo de conflicto o crisis sino que también avanzaría en objetivos universales y principios que formalmente darían forma a programas de desarrollo futuro que sean efectivos y sostenibles (Evans, 2013). Además, particularmente en el período post-II Guerra Mundial y la Guerra Fría, el mundo ha sido testigo del establecimiento de organizaciones de seguridad regionales incluyendo la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), La Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), el Foro Regional de Asia (ARF), así como otras organizaciones regionales que tienen una dimensión Republic of Turkey Ministry of Foreign Affairs (n.d.). “International Cooperation and Definitional Problem on Fight Against Terrorism” (in Turkish). http://www.mfa.gov.tr/terorizmle-mucadelede-uluslararasiAvailable at: isbirligi_-ve-tanim-sorunu_-.tr.mfa Date of Access: 13.02.2016 7 Switzerland Federal Department of Foreign Affairs (FDFA) (2015). “International Cooperation on Security Matters”. Available at: https://www.eda.admin.ch/eda/en/fdfa/foreign-policy/securitypolicy/security-international.html Date of Access: 11.02.2016 6

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en seguridad, la Organización de Estados Americanos (OAS), la Liga Árabe y parecidas. La seguridad regional en este marco ha emergido como un elemento vital para los estados-naciones en combinación mutua en temas de seguridad más o menos amplios cubriendo asuntos tales como la democracia, asuntos económicos, y derechos humanos y de minorías (Bailes y Cottey, 2006: 197). Además, creemos que en la actualidad, especial atención es el tema de las migraciones y la seguridad relevante concerniente a ella que se crea entre los estados-naciones. La nuevas tendencias en inmigración y emigración particularmente en torno las regiones del Medio Este y Europa prueba que la comunidad internacional está forzada a modificar sus relaciones existentes y ampliar el ámbito de la cooperación internacional a través del desarrollo y operacionalización de mecanismos que abrace los cambios de seguridad globales y los retos. Esto por turnos destacaría la necesidad por una externalización de las políticas en seguridad que se puedan mantener efectivamente dentro de un marco multilateral apropiado para el desarrollo de una cooperación en seguridad internacional entre las naciones-estados. Asimismo, este tipo de multilateralismo necesita la inclusión de organizaciones internacionales como otros actores que son tan importantes como las naciones-estados para encontrar soluciones para problemas colectivos y para la mejora de la cooperación internacional. En este respecto, las organizaciones internacionales contribuyen a la estabilización de un sistema internacional y coordinación de acciones colaborativas que resultarían idealmente en unas respuestas más coordinadas y efectivas a retos de seguridad existentes. En ausencia de tales iniciativas que fomentarían a tomar acciones multilaterales sobre problemas globales, los estados-naciones se inclinarían más a actuar basados en sus propios intereses y maximizarían sus propios beneficios. Por lo tanto, se puede afirmar que en el contexto de los asuntos de seguridad, el cumplimiento de los cimientos de la ley internacional se acepta como altamente crucial.

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De hecho, los acuerdos multilaterales que pretenden construir y promocionar la cooperación a escala internacional exitosamente adelanten las normas y principios que no sólo promueven la paz sino que especifica también los términos y condiciones que pretenden prevenir los conflictos, la crisis o la posibilidad de guerras a escala global. En otras palabras, la ausencia de tales regulaciones internacionales, la ley internacional, los acuerdos multilaterales dificultarían muy probablemente el proceso del progreso y cambio. A partir de ahora, es vitalmente importante apoyar estableciendo tales condiciones dificultosas entre los estados-naciones y las organizaciones internacionales que resultarían en el fortalecimiento de la cooperación internacional en asuntos de seguridad necesaria para proveer seguridad y evitar cualquier amenaza en seguridad para tener un amplio impacto en los temas mundiales. También nos encontramos que en la última década, los asuntos mundiales han estado sujetos a conflictos incesantes dentro y más allá de los naciones-estados. Lo más alarmante y rasgo común de estos conflictos es el descontento y turbulencia que crean alrededor de una región más amplia que resultaría en disturbios más intensos, desestabilidad e inseguridad. Aunque hay una alta demanda de operaciones de paz por parte de poderes mayores y organizaciones internacionales en la resolución de estos conflictos, la complejidad asociada con las operaciones de paz plantean un gran riesgo para el establecimiento y posterior desarrollo de paz duradera en regiones en conflicto alrededor del planeta. Como parte de las actividades de cooperación regionales, la crisis diplomática y las operaciones de paz son consideradas dos de las mayores iniciativas en cooperación internacional. Dentro del marco de crisis diplomática, las naciones-estados en colaboración con las organizaciones internacionales anhelan encontrar diferentes formas de construcción en la capacidad de operaciones de paz particularmente en respuesta a varias amenazas y retos. El compromiso más reciente internacional en la promoción y construcción de la paz en las diferentes regiones implica incremento de la conciencia en asuntos prometedores y en la

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identificación de retos importantes entorno a las fronteras, lo militar, lo policial y las operaciones civiles de paz. 5. Conclusión En el momento de escribir, el mundo está atravesando un proceso lleno de riesgos, conflictos, retos y amenazas a escala internacional y regional que alcanzan las fronteras de lo político, económico, seguridad, medioambiente, paz y estabilidad. Este tiempo de confusión no necesariamente significa para nosotros que es tiempo de conflictos internacionales. Todo lo contrario, creemos que esta negatividades alrededor de los asuntos mundiales nos anima a mantenernos juntos como naciones y trabajar hacia la construcción más cooperativa para la resolución de estos conflictos sobre una base mutua. Esta creencia en la cooperación internacional resalta la importancia de una armonización y un proceso de integración el cual es universal moralmente e inclusivo en términos de sus objetivos y principios. Aunque es comúnmente admitido que esta universalidad e inclusividad empezó a final del siglo XX, la historia plantea que hubo muchas ocasiones en donde los ejemplos de cooperación internacional estaban claramente reflejados. En otras palabras, en vez de ser un ideal superficial para los asuntos mundiales en el siglo XXI, este ideal de hecho tiene sus raíces filosóficas y organizativas enraizadas en el dominio de las relaciones internacionales. Como hemos discutido en teoría, históricamente y en conjunción con los desarrollos actuales, es altamente crucial y oportuno sugerir que deberíamos reconsiderar las formas en que evaluamos el estado actual de los asuntos a escala internacional. Esto de uno a uno nos trae a un punto donde la idea de construcción de un sistema internacional estable es posible, aplicable y sostenible si y sólo si podemos encontrar soluciones comunes para problemas internacionales comunes. El marco multilateral inclusivo de cooperación internacional en muchas fronteras es la manera más efectiva de proporcionar tal sistema mundial estable y colaborativo.

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A este respecto cualquier tipo o forma de cooperación internacional iniciada por los estado-nación y las organizaciones internacionales deberían tener en consideración los cimientos de un mundo en paz. De aquí en adelante a pesar de toda la negatividad que rodea al planeta, creemos fuertemente que es tiempo de… la cooperación internacional.

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