Quince escritos tipográficos
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El gaucho Martín Fierro José Hernández (1834-1886) Esta primera parte del libro en versos de José Hernández ( El gaucho Martín Fierro o «La Ida», en contraposición a la segunda parte: La vuelta de Martín Fierro ) fue impresa en 1872 en un taller ubicado en el número 79 de la calle Victoria (hoy Hipólito Yrigoyen): Imprenta de La Pampa. En 1878 el historiador Adolfo Saldías, precursor de la escuela revisionista, dirigió al autor una carta que da cuenta del éxito inmediato de la obra: para ese año El gaucho Martín Fierro contaba ya con 11 ediciones, tres más que las de la Constitución Argentina. El libro tiene una portada tipográfica de estilo ecléctico, afín al gusto popular de fines del siglo XIX. La composición centrada tiene espacios entre palabras mayores a lo normal. Se advierte irregularidad ortográfica en la acentuación de mayúsculas: presencia de tilde en JOSÉ, ausencia en MARTIN. Dos palabras del título (MARTIN FIERRO) se destacan por estar compuestas en tipografía sin patines, jerarquizada además por su tamaño y su ubicación. Al centro de la portada, en cuerpo pequeño pero compuesto en variable de peso y color oscuro se lee el precio: 10 PESOS. Bajo el nombre del autor, dos líneas de texto apelan al interés del lector curioso: «Contiene al final una interesante memoria sobre / el camino trasandino». El payador Leopoldo Lugones (1874-1938) Ejemplar de gran formato (23 x 31 cm), versión contemporánea de la obra clásica de Leopoldo Lugones. Editado por la Biblioteca Nacional en 2010, se caracteriza por la inclusión de dibujos de Carlos Nine y la reproducción facsimilar del manuscrito del tercer capítulo. Si el Martín Fierro de Hernández se dirige desde el primer verso a un público determinado: «Aquí me pongo a cantar / al compás de la vigüela, / que el hombre que lo desvela / una pena estrordinaria / como la ave solitaria / con el cantar se consuela.» El payador de Lugones deja claro desde el inicio la diferencia de sus intenciones y su estilo: «Producir un poema épico es, para todo pueblo, certificado eminente de aptitud vital;; porque dicha creación expresa la vida heroica de su raza.» La tapa presenta una ilustración recortada y montada sobre fondo esfumado, con marco de tinta dorada. El título se dispone arriba a la derecha sobre un rectángulo negro con tipografía condensada, sin patines, compuesta con margen a la derecha. Se incluyen marca del editor y de la colección «Reediciones & Antologías». En el interior, el texto se compone justificado con tipografía clásica, con patines. La página se caracteriza por un ancho de columna generoso que admite un promedio de 15 palabras, cantidad bastante superior a lo acostumbrado.
Trobos de Paulino Lucero Hilario Ascasubi (1807-1875) En la portada del primer tomo de esta «colección de poesías campestres / desde 1833 hasta el presente» el sello editorial anuncia: «Buenos Aires — 1853 / Imprenta de la Revista.». Puesto que el libro fue publicado a poco de que Ascasubi regresara de su exilio montevideano ¿habrá sido impreso en Buenos Aires en el taller que Ramón Vidiella fundó en 1852? ¿O el sello hará referencia a la «Revista mensual de Salta» donde el autor trabajó en su juventud? La composición tipográfica de la portada presenta gran variedad estilística: desde didonas extra-negras pasando por ultra-condensadas (todo en mayúsculas) hasta góticas minúsculas con iniciales mayúsculas. La forma principal está contenida por una guarda discreta de esquinas ornamentadas con presencia de anotaciones manuscritas. En el interior, los versos alineados a la izquierda se disponen en una única columna ubicada al centro de la página, con margen generoso. Bajo el nombre de la sección (LA REFALOSA.) un epígrafe anticipa el contenido: «Amenaza de un mazorquero y degollador de / los sitiadores de Montevideo dirijida al gau- / cho JACINTO CIELO, Gazetero y soldao de / la “Legion Argentina” defensora de aquella / plaza». Filetes de estilo distinto y elegancia constante separan los párrafos y contribuyen a marcar las jerarquías de cada parte. Del contrato social (o Principios del Derecho Político) Título original: Du Contrat Social ou Principes du droit politique Autor: Juan Jacobo Rousseau (1713-1788) Traducción y prólogo: Mariano Moreno (1778-1811) Afirma Moreno en el Prólogo: «Como el autor (J. J. Rousseau) tuvo la desgracia de delirar en materias religiosas, suprimo el capítulo y principales pasajes donde ha tratado de ellas. He anticipado la publicación de la mitad del libro, porque precisando la escasez de la imprenta a una lentitud irremediable, podrá instruirse el pueblo en los preceptos de la parte publicada, entre tanto que se trabaja la impresión de lo que resta. ¡Feliz la patria si sus hijos saben aprovecharse de tan importantes lecciones!» En la portada, bajo el título y la constancia de que la obra fue escrita «por el ciudadano de Ginebra / Juan Jacobo Rousseau.» una cita a la Eneida de Virgilio anticipa que la obra trata sobre un pacto de leyes de igualdad para compartir nuestro reino… Más abajo se avisa que «Se ha reimpreso en Buenos-Ayres / para instrucción de los jóvenes americanos.» [filete] «con superior permiso.» y se informa que el libro fue impreso en 1810 en la Real Imprenta de Niños Expósitos. En la parte superior de la portada puede verse a la izquierda una anotación manuscrita de cuatro líneas y a la derecha un sello borroneado con la leyenda «Biblioteca / de / Buenos
Ayres» coronado por laureles. Al pie se aprecia la extraña forma de la virgulilla primitiva sobre la N (NIÑOS, AÑO). Este «pequeño gran libro» fue impreso a imagen y semejanza de las principales obras de la Ilustración, entre los que se destaca la Enciclopedia de Diderot y D’Alembert, compuesta con tipografía de la fundición francesa Fournier. Civilización I Barbarie Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888) El «Facundo», como popularmente se lo conoce, se publicó durante el segundo exilio de Sarmiento en Chile. El diario trasandino El Progreso lo publicó como folletín, pero la veloz repercusión de la obra impulsó su publicación como volumen en 1845. La portada, antes que un diseño especial, sostiene los principios de la reforma ortográfica presentada en 1843 por Sarmiento a Andrés Bello, rector de la Universidad de Chile. De esta forma, «CIVILIZACION I BARBARIE», «QIROGA», «i aspecto físico, costumbres, i abitos de la Re / pública Arjentina», «ombres», etc. ejemplifican la correspondencia unívoca entre grafemas y fonemas que Sarmiento y Bello propiciaban. Sustitución por I de Y con sonido vocálico, eliminación de U muda después de Q, sustitución por j de g de sonido fuerte, eliminación de la h muda, etc. Se aprecia la variedad estilística en las tipografías usadas para la composición de la portada, que a la didona extra-negra con relieve del nombre del caudillo riojano contrapone la delicada cursiva inglesa usada la composición del nombre del autor. En la sólida composición centrada desentona por su disposición hacia la derecha aquella célebre frase que Sarmiento atribuye a Hippolyte Fortoul: «On ne tue point les idées» (Las ideas no se matan). El interior es sencillo: la columna permite componer un promedio de 10 palabras por línea. El interlineado es correcto: evita el amontonamiento de los trazos descendentes de la línea superior con los ascendentes de la inferior. Una composición que sin ser lujosa, garantiza una fácil lectura. Amalia José Mármol (1817-1871) Obra romántica de inspiración autobiográfica, publicada inicialmente como folletín en la Banda Oriental poco antes de la batalla de Caseros (3 de febrero de 1852). Su autor compartió exilio con Juan Bautista Alberdi, Esteban Echeverría, Miguel Cané y Florencio Varela. En 1855, Amalia fue publicado como libro y hoy es considerada como la primera novela argentina. La tapa de este volumen presenta un marco ornamentado con arabescos Art-Nouveau, el mismo estilo del monograma de la colección (LN). La encuadernación fue realizada con tapas
duras forradas con tela azul y luego impresas a una tinta, con estampas doradas. El paso del tiempo redujo el contraste entre el color de las tintas y el soporte. El título se compuso en mayúsculas y minúsculas con tipografía de formas sinuosas y orgánicas. La singular numeración «VOLU 115 MEN» indica el orden de la obra en la colección. El volumen integra «La Biblioteca de La Nación», proyecto que el diario de la familia Mitre lanzó en 1901 para impulsar el libro como consumo popular a precio accesible (tapas duras a un peso, edición rústica a 50 centavos) y forjar nuevos lectores. Bajo el lema «La lectura al alcance de todos», tuvo entre sus directores a Emilio Mitre, José María Drago y Roberto Payró. La colección constituye el primer proyecto editorial de tanta duración en el país: entre noviembre de 1901 y enero de 1920 llegó a publicar 872 títulos. Los grandes ladrones Eduardo Gutiérrez (1851-1889) Eduardo Gutiérrez ingresó a los 15 años al diario La Nación Argentina (hoy La Nación). Publicó allí una columna semanal de tono humorístico bajo el seudónimo «Benigno Pinchuleta». Cuatro años más tarde se enroló en el fortín «General Paz», donde participó en batallas contra las fuerzas del cacique Namuncurá. Esta experiencia le permitió conocer de cerca la vida del gaucho y del milico, historias que plasmó con maestría en «Croquis y siluetas militares». En menos de diez años Gutiérrez escribió más de treinta novelas, muy apreciadas por el «nuevo público» de fines del siglo XIX. Entre ellas Hormiga Negra, Santos Vega, El Chacho, El Tigre de Quequén y su célebre Juan Moreira . Esta última, publicada en 1880, fue llevada primero al circo y después adaptada para teatro por José Podestá. Los grandes ladrones se imprimió en el taller de la familia del autor, donde también se publicó el periódico la «La Patria Argentina», entre 1879 y 1885. En la portada, bajo el antetítulo «DRAMAS POLICIALES» el título se compone con tipografía con patines, condensada y en gran tamaño. Bajo el nombre de Gutiérrez se aclara que la obra se publica «sin corrección del autor». Las páginas interiores, compuestas a dos columnas, se separan con un filete fino. Entre las columnas se intercalan grabados con imágenes de un realismo tal que para la época habrán cumplido a la perfección el rol de nuestras actuales fotografías. La torre de cubos Laura Devetach (1936) Publicado en 1966 por la Editorial Universitaria de Córdoba (Eudecor), el libro se caracteriza por los regionalismos, el habla coloquial y el voseo. Los cuentos exploran la mirada del público infantil, estimulan su imaginación, su participación y la crítica. La editorial fue proscripta por la
dictadura del general Juan Carlos Onganía en 1966 y, pese intentos de salvarla de la quiebra financiera, fue disuelta en forma definitiva dos años más tarde. La circulación de La torre de cubos fue prohibida por funcionarios de distintos gobiernos de facto. Primero en Santa Fe, luego en Buenos Aires y en Mendoza, hasta que en 1979 la prohibición se extendió a todo el país. Este ejemplar presenta ilustraciones de inspiración centroeuropea realizadas por Víctor Viano, descriptas en profundidad por Canela (ver aparte). La portada contiene un fotomontaje de ilustraciones a color y fotografías en blanco y negro con particularidades de la industria gráfica pre-digital: imperfecciones en la trama fotográfica producto de rayaduras involuntarias en películas o planchas de preimpresión y demasía exagerada en los contornos superpuestos para asegurar el registro de las tintas. Luego de su prohibición, la obra circuló en forma clandestina mediante copias caseras y duplicaciones a mimeógrafo. También fue publicada por Editorial Luis Fariña (Buenos Aires, 1969), Librería Huemul (Buenos Aires, 1973), Ediciones Colihue (Buenos Aires, 1985, colección Libros del Malabarista). En una de estas reediciones la autora agradece «A todas las maestras y todos los maestros que hicieron rodar estos cuentos cuando no se podía, ¡muchas gracias!». Galería de celebridades argentinas: biografías de los personages más notables del Río de la Plata Bartolomé Mitre (1821-1906) Galería de celebridades argentinas es un libro de gran formato, editado por Ledoux y Vignal e impreso en la Imprenta Americana en 1857. En la portada, un escudo argentino precede a un seleccionado de próceres retratados con magníficos dibujos de Narciso Desmadryl litografiados por Julio Pervilain. Tres generales (San Martín, Belgrano, Lavalle), un marino (Brown), un sacerdote (Funes), dos políticos (Rivadavia y García), un filósofo político (Moreno) y un escritor (Varela). La calidad extraordinaria de los dibujos parece anunciar la llegada inminente del daguerrotipo a estas tierras. Cada biografía se titula con líneas centradas de tipografía de tamaño y proporción diversa, rodeadas de generoso margen blanco. Abajo, aperturas elegantes con iniciales ornamentadas. La columna de texto es ancha pero el amplio espaciado vertical entre líneas facilita la lectura del libro, lo separa de la literatura corriente y lo acerca con autoridad al grupo de ediciones más distinguidas. Los criterios de composición neoclásica responden con eficiencia a las necesidades de jerarquización. Los preciosos grabados y la prosa halagadora de esta Galería expresan con claridad y contundencia las intenciones pedagógicas de los autores: forjar un nuevo «relato». Colaboran con Bartolomé Mitre: Domingo Faustino Sarmiento, Juan María Gutiérrez y Félix Frías. Cinco años después de la caída del «tirano Rosas», los historiadores lo excluyen de su registro.
Tampoco se menciona a Justo José de Urquiza. Comienza a gestarse una duradera pasión argentina: la Historia Oficial. El derecho de matar Raúl Barón Biza (1899-1964) El derecho de matar es el quinto libro de Barón Biza, constituye su obra más reconocida y fue escrita siguiendo la tradición antimoralista y pornográfica del Marqués de Sade. El general Agustín P. Justo, presidente de facto, a quien el autor había llamado «grotesco y fofo tiranuelo», inició a Barón Biza un proceso penal por obscenidad. La primera edición (fechada en 1933 con una tirada de 5000 ejemplares) fue confiscada por funcionarios de la Década Infame. Hijo de millonarios con propiedades en Córdoba, Raúl heredó a los 26 años una millonaria fortuna familiar y decidió viajar a Europa en 1925. Allí conoció a Myriam Stefford, con quien más tarde contrajo enlace. En 1931, ya en Argentina, Myriam falleció en un accidente de aviación. Raúl, desolado, decidió viajar a Europa. Cuatro años más tarde, ya de regreso y comprometido con la causa radical, entabló amistad con el caudillo Amadeo Sabattini. Estrechó vínculos con Clotilde, hija de su amigo y 20 años más joven que él. En 1935 se casaron en secreto y comenzaron una tormentosa relación que se desbarrancaría al poco tiempo. El ejemplar aquí exhibido pertenece a la tercera edición de 1935. De formato mediano (13 x 19 cm) y encuadernado rústica, las ilustraciones del interior llevan la firma de Teodoro Piotti. Se incluyen trabajos de Demichelis y de Caroselli, a quien se atribuye la tapa. El título y el nombre del autor en la tapa se imprimieron a dos tintas y se resolvieron con letras geométricas, rotuladas a mano. No registran datos del editor. Nuestra patria C. O. Bunge (1875-1918) Entre 1901 y 1910 se registró un récord inmigratorio que terminó de transformar a la sociedad argentina en la de mayor proporción en toda América de pobladores inmigrantes respecto a nativos. Publicado en 1910 por Ángel Estrada y Cía. este libro de «lecturas para alumnos de 5º y 6º grados de las escuelas primarias», con «temas para los cursos de maestros en las escuelas normales» saludaba la europeización de la República. Carlos Octavio Bunge, su autor, fue un jurista y sociólogo de orientación positivista. Junto a Ramos Mejía, Ingenieros y Cané formó parte de la corriente denominada «cultura científica». A partir del concepto de aspirabilidad desarrolló una propuesta pedagógica basada inicialmente en «condicionantes étnicos» que, por ejemplo, atribuían a la condición mestiza «inarmonía psicológica», «semiesterilidad degenerativa» y «falta de sentido moral» (Nuestra América,
1903). En obras posteriores (Nuestra Patria, 1910) Bunge flexibilizó su posición sumando a aquellas consideraciones influencias ambientales y otros factores geográficos y climáticos. Ángel Estrada y Cía. participó de la constitución del sistema educativo argentino, orientando su producción al naciente mercado editorial educativo. Su fundador, Ángel de Estrada (1840-1918) publicó métodos para la iniciación de la lectura, libros de texto, mapas y material didáctico. Entre otras iniciativas pioneras en el país estableció la Fundición Nacional de Tipos de Imprenta (1871) y participó en la fundación de una fábrica de papel ubicada en Zárate («La Argentina», 1884). La razón de mi vida Eva Perón (1919-1952) Esta primera edición tuvo una tirada de 300.000 ejemplares, impresos en Barracas (Buenos Aires), en los talleres de Ediciones Peuser. Esta prestigiosa editorial fue fundada en 1867 por Jacobo Peuser (1843-1901), inmigrante alemán radicado originalmente en Rosario. A los 21 años de edad Jacobo se trasladó a Buenos Aires, ingresó en el establecimiento gráfico de José Bernheim, impresor de origen alsaciano, editor del Courrier del Plata y La República y al año siguiente se hizo cargo del negocio. Además de publicar los Almanaques y las Guías Peuser, Jacobo patentó un novedoso diseño de libros contables que se oficializó en todas las oficinas públicas. En poco tiempo, la próspera casa editorial inauguró locales en barrios de Buenos Aires y sucursales en La Plata, Rosario, Mar del Plata, Mendoza y Córdoba. Entre los adelantos técnicos que destacan a Ediciones Peuser en nuestra historia gráfica se cuentan la primera fototipia impresa en el país y el primer libro compuesto con linotipo en Latinoamérica. En 1889 obtuvo una medalla de oro y un diploma en la Exposición Universal de París. La razón de mi vida es más un manifiesto que una autobiografía. Luego de su vehemente prólogo, el contenido se organiza en tres partes, enfocadas en la causa peronista, la causa de la mujer y el movimiento obrero. El libro apareció en diciembre de 1951, pocos meses antes del fallecimiento de Eva Perón. Los endemoniados Título original: Biesy (Demonios) Autor: Fedor Dostoievski (1821-1881) Traducción: Jorge de Meyendorff (s/d)
Originalmente publicada en 1870, esta novela interroga sobre Dios, la existencia, el pueblo ruso y el destino de aquella nación, indagando el comportamiento humano en el contexto social, político y espiritual de la sociedad rusa de fines del siglo XIX. Los endemoniados fue publicado por la editorial Calpe en Madrid en 1924, cuando España comenzaba a atravesar la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930). Calpe (Compañía Anónima de Librería, Publicaciones y Ediciones) fue una editorial creada en 1918 por el español Nicolás María de Urgoiti (1869-1951), director de la corporación La Papelera Española (1901), fundador de los periódicos El Sol (1917), La Voz (1920) y de los talleres gráficos Tipografía Renovación, donde se imprimían los periódicos. En el ejemplar, la tipografía del título de portada es la misma que en el mismo periodo se utilizaba en los titulares del matutino El Sol. Frente a la portada, la página de informaciones legales del libro deja constancia de la procedencia del soporte («Papel expresamente fabricado por La Papelera Española»). Este es el primero de los tres tomos de la novela, que forma parte de la Colección Universal de Calpe. Fue traducida al castellano por el barón Jorge de Meyendorff, un exiliado ruso que a principios del siglo XX adoptó la nacionalidad española. Con posterioridad, otras editoriales publicaron sus propias versiones la novela bajo distintos títulos: Demonios (Aguilar, Madrid, 1935, traducción de Rafael Cansinos Asséns) y Los demonios (Alianza, Madrid, 1984, traducción de Juan López-Morillas) Tumulto José Portogalo (1904-1973) Ejemplar de 134 páginas en formato apaisado (25 x 20 cm), apropiado para contener los extensos versos de Portogalo y reproducir a gran tamaño los grabados de Demetrio Urruchúa. Si los poemas del autor le cantan a los trabajadores de usinas y fábricas de los suburbios de la Década Infame, los dibujos de su camarada exhiben burgueses con bastón, prostitutas, bailarines de torsos desnudos, ejércitos, puños en alto. José Portogalo (seudónimo de Giuseppe Ananía) fue un inmigrante calabrés que llegó a la Argentina en 1908 junto a su hermano, su madre y su padrastro. Su primer trabajo fue Tregua (Claridad, 1933);; Tumulto es su segundo título y fue publicado por la editorial anarquista Imán en 1935. Fue premiado en el Concurso Municipal de Literatura de Buenos Aires de 1935 gracias a la diligente gestión de César Tiempo, integrante del jurado y amigo del autor. A los pocos días, fue prohibido y sus ejemplares retirados de las librerías por orden del intendente conservador Mariano de Vedia y Mitre, quien anuló el premio, acusó al libro de «ultraje al pudor» y quitó al autor su carta de ciudadanía.
El título está compuesto en forma artesanal y el diseño exhibe intencionadamente un estilo rústico. La tapa del ejemplar presenta rastros de deterioro. En el interior, la tipografía conserva su calidad y definición, aunque el papel luce descolorido. Tumulto se ganó el prestigio de «libro raro» y «perla de catálogo en anticuarios». En 2012 la editorial rosarina Serapis publicó una segunda edición. Una temporada en el infierno Título original: Une saison en enfer (1873) Autor: Arthur Rimbaud (1854-1891) Traducción: Oliverio Girondo (1891-1967) y Enrique Molina (1910-1997) El libro fue publicado por Fabril Editora, editorial que integró un poderoso grupo empresario con actividades en las industrias papelera, química, textil, metalmecánica y editorial, que supo aprovechar la política de sustitución de importaciones posteriores a la Segunda Guerra Mundial y declinó en los años 80 del siglo pasado. El libro tiene tapa dura, con una ilustración abstracta de fondo resuelta a base de anillos impresa en colores borrosos con manchas de colores intensos y saturados. Contiene 80 páginas de formato 10 x 19 cm de encuadernación rústica. La portada descompone el título en cuatro líneas centradas destacando los sustantivos. Dos sellos y una anotación manuscrita dan cuenta de que el ejemplar fue donado a la Biblioteca Nacional por el Colegio Misericordia. Frente a la portada se presenta un retrato lineal del autor realizado por el artista Jorge Werffeli. Fabril Editoria publicó esta edición en 1959 en su colección «Los Poetas». El mismo año la editorial Guillermo Kraft publicó su propia versión del libro de Rimbaud, con prólogo y traducción de Nydia Lamarque. Con anterioridad se había publicado una versión en México (Séneca, México D.F., 1942, traducción de José Ferrel), una en España (Norte, San Sebastián, 1948, traducción de Gabriel Celaya) y otra en nuestro país (Poseidón, Buenos Aires, 1951, traducción de Pablo Simón). En 2003 y 2013, la editorial Argonauta (Buenos Aires) reeditó la traducción de Girondo y Molina con tapa blanda a dos tintas sobre papel kraft con cuadernillos cosidos.
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