Razón y verdad política.doc

May 24, 2017 | Autor: A. Ortega Venzor | Categoria: Metaphysics, Statistics, Applied Ethics, Politics, Gnoseology
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La verdad en la Razón Política es el Bien Común

Dime cual es tu derecho y te digo cual es tu responsabilidad

Alberto Ortega Venzor

WOKSHOP ON THE WORSHOP 2
June 9-13, 1999
Bloomington, Indiana

1. Paradigmas y retos para la construcción del bien común.

En los países del tercer mundo coexisten pequeños islotes de
prosperidad rodeados de un océano de miseria, marginación y falta de
oportunidades para millones y millones de hombres y mujeres. En particular,
la situación de las mujeres que viven en comunidades rurales es dramática,
pues arrastran, a lo largo de toda su vida, un déficit de vida letrada de
veinte años, que las coloca en una brutal desventaja frente a las mujeres y
los hombres que viven en las ciudades. Toda esta gente está condenada a una
miseria y a una marginación funcional, que en el umbral del tercer milenio
clama al cielo y a toda la comunidad.

Parece que en amplias extensiones del globo, el bien común es más una
cuestión académica, o tema de arenga política de los demagogos en turno,
que realidad alcanzable. Todo indica que el prototipo de estado que diseñó
la ilustración da muestras de agotamiento y que la respuesta habrá de
encontrase volviendo la mirada a una oferta acorde con la realidad y con la
naturaleza de las cosas, en el camino de la razón práctica. La respuesta
parece ser acción, comunidad y vida política.

En la vida de la polis, por la acción, se manifiesta la inteligencia
práctica y solo la comunidad da razón a la cosa pública, a la res-pública.
La república tiene sentido frente a la comunidad y se opone al estado, cuya
verdad es el poder. La historia nos enseña, que este poder, fatalmente se
convierte, por razones de estado, en dictadura de las minorías, con máscara
de representación democrática, y no por una legítima razón política que es
adecuación de bienes que se comparten, que es la forma de la verdad en la
razón política."(...) Las virtudes políticas y del sentido del derecho y de
la libertad, y de todo lo que hay de actividad, de prosperidad material y
de tesoros espirituales, de sabiduría tradicional inconscientemente vivida,
de rectitud moral, de justicia, de amistad, de felicidad, de virtud y de
heroísmo, en la vida individual de los miembros de la comunidad, en cuanto
esto es comunicable, y se distribuye y es participado en cierta medida, por
cada uno de los individuos, ayudándoles así a perfeccionar su vida y su
libertad de persona."[i]

La verdad en la razón política tiene que ver con la participación
activa en la vida de la comunidad: transferir el poder a los ciudadanos
para crear nuevos espacios políticos. La representación –representatividad-
tan arraigada en la cultura política contemporánea, es un sucedáneo
pernicioso de la verdadera vida política. El surgimiento de las ONG'S nos
habla de esto. Prueba de ello, es que se manifiestan donde hay menos
participación ciudadana en la vida pública.

Frente a esta realidad, que en nuestro tiempo es interpelada, se
cuestiona la tecnocracia Χque tiene muchos nombres, incluido el de
neoliberalismoΧ, que resulta en una dictadura de los letrados, o modo
contemporáneo de despotismo ilustrado, de cara a una perspectiva mucho más
general de la vida política que, paradójicamente, encuentra su cause
natural en las "Pequeñas Repúblicas", a las que hace referencia Toqueville.
"Yo soy parte del Estado en razón de ciertas relaciones con la vida común
que ponen en juego o interesan a todo mi ser; más en razón de otras
relaciones (que también interesan a todo mi ser total), referentes a cosas
más importantes que la vida común, hay bienes y valores que no son por el
Estado, ni para el estado, y que están fuera del Estado."[ii]

2.Un acercamiento a la cuestión del bien común.

El ser es "entre". El hombre es consigo mismo y con otros: intra-se ,
"inter-se". La dinámica de los procesos constitutivos de la comunidad
Χcomún-uniónΧ, precisa de "un conocimiento común y de un entendimiento
compartido por la comunidad" [iii] que descubre los bienes, que una vez
conocidos, entiende que son bienes comunes que pueden y deben ser
compartidos por la propia comunidad. "El bien común Χformalmente socialΧ de
la sociedad humana, para ser verdaderamente bien común, y bien ,
propiamente dicho, implica su redistribución o reversión a las personas
como tales," [iv]

En el orden del ser, la verdad es la adecuación del creador con lo
creado. En el orden del conocimiento, la verdad es la adecuación del que
conoce con lo conocido. En el orden de la comunidad, la verdad es la
adecuación de las partes con el todo y del todo con las partes. Adecuación,
esta última, que es participación de bienes que se comparten. Bienes que
radican en las partes y en el todo en cuanto todo. Estas partes en la
comunidad son las personas que aportan bienes que constituyen un bien común
que, como bien participable, regresa a las personas. Verdad que se conoce y
se aprehende en la comunidad política, en la "polis". "La paz de todas las
cosas, la tranquilidad del orden, y el orden no es otra cosa que una
disposición de cosas iguales y desiguales, que da a cada uno su propio
lugar" (De Civ. Dei XIX. 13 S. Ags.).

De este bien de las personas y de la comunidad, que es verdadera
adecuación del todo y de las partes, surge la común-unión que es la verdad
de la razón política. "(...) Una será la prudencia propiamente tal, que
trate del bien particular; otra, la prudencia económica, que trate del bien
común de una casa o una familia, y una tercera, la prudencia política que
versará acerca del bien común de la ciudad o de la nación." (S. Th. 2-2 q.
47 a. 11).

Así como la razón especulativa tiene como objeto la verdad de lo que
se conoce y la razón práctica tiene como objeto la verdad y el bien de lo
que se hace y de lo que se produce, así la razón política, que es la razón
de la común-unión, tiene como objeto el bien común de la común-unión.
"(...) El bien de la política es el bien humano, o sea, el óptimo de las
cosas humanas". (S. Th. 1-2 q. 113 a. 10 ad. 2).

El bien común natural, que es la razón de la vida política, hace
referencia al bien común trascendente, que no solo no se agota, sino que es
generativo "per se" y "ad infinitum"."N 29 Pero ha de saberse que dice
Aristóteles que la política es principalísima, no absolutamente, sino en el
género de las ciencias activas que versan acerca de las cosas humanas, de
las cuales considera el último fin. Pues la ciencia divina, que es
principalísima con respecto a todas las cosas, considera el fin de todo el
universo. Pero dice que a la política pertenece la consideración del último
fin de la vida humana, lo cual determina este libro cuya doctrina contiene
los primeros elementos de la ciencia política." (Santo Thomas, in Eth. I.
2.n 31.).

El reflejo de ese bien común trascendente, en el mundo contingente de
los hombres, explica el dinamismo y la tensión del proceso que lleva a las
partes a la integración del todo, como algo que las supera sin anularlas ni
disminuirlas, sino que las unifica y las todifica de alguna manera.
"(...)el conjunto de las partes tiende a la perfección del todo, como la
materia a la forma, (...)" (S, Th. 1 q. 65 a.2).

El bien del todo beneficia a las partes y las partes benefician al
todo."El bien común de la ciudad no es ni la simple colección de bienes
privados. Ese bien común es la conveniente vida humana de la multitud, de
una multitud de personas; su comunicación es el bien vivir." [v] Resulta
que el orden y el equilibrio del todo se produce al integrarse el
equilibrio y el orden de las partes al todo. "(...) la sociedad es un todo
compuesto de muchos todos (...) Es una necesidad de la persona como tal, el
ser tratado en la sociedad como un todo". [vi] En este sentido, otro nombre
del bien común es la justicia social, pues se constituye de las partes al
todo. Todo que supera a las partes que lo conforman, dando lugar al bien
común, que es premisa de la común-unidad, que exige compartir objetivos
universales. "En un todo cualquiera, las partes principales se requieren de
por sí para constituirlo: las otras, sin embargo, para la conservación o
ciertas mejoras de ellas. Es evidente que las partes se ordenan en su
totalidad a la perfección del todo; porque no es el todo para las partes,
sino estas para él. (...) Todas las partes del universo se ordenan a la
perfección del todo en cuanto que una está al servicio de la otra. Así
vemos en el cuerpo humano que el pulmón contribuye a la perfección del
cuerpo sirviendo al corazón, porque no hay oposición alguna en que el
pulmón esté ordenado al corazón y también al animal entero. 2. Así como el
bien de la multitud es mayor que el de un particular de ella, así también
es menor que el bien exterior a que se ordena la multitud, al igual que el
del ejercito es menor que el bien del general". (S. Th. 2-2 q. 39 a.2 ad
2.).

3. El papel de la empatía en el bien común.

El bien común hace referencia a una naturaleza común o unitaria que
determina la realidad individual y social del hombre en un solo ser. "El
bien común es común por beneficiarse de él las personas, cada una de las
cuales es como un espejo del todo". [vii]

Ante este nuevo enfoque, representa un papel muy importante la
empatía, que es el nombre existencial de la analogía. En la construcción
del bien común se tiene que dar un cierto proceso de empatía, pues solo
poniendome en el lugar del otro se supera la inclinación al individualismo
En los procesos educativos, para la formación del capital humano, se
requiere, hoy más que nunca, que se incluya la educación para la empatía.
Haciendose más urgente, cuando el mundo se globaliza. "(...)una causa
cualquiera es tanto mejor y anterior cuanto a más cosas se extiende (...) Y
por eso, si un bien es el mismo para un hombre y para toda la ciudad, con
mucho parece mejor y más perfecto asumir, o sea, procurar salvaguardar, lo
que es el bien de toda la ciudad que lo que es el bien de un solo hombre.
En efecto, compete al amor que debe existir entre los hombres que un hombre
conserve el bien de un solo hombre pero es mucho mejor y más divino que ese
bien se extienda a todos los pueblos y a todas las ciudades. En efecto, si
es amable que a veces esto se extienda a una sola ciudad, mucho más divino
es que se extienda a todos los pueblos en que se contienen todas las
ciudades (globalización). Pero se dice que esto es más divino en cuanto se
asemeja más a lo que hace Dios, que es la causa última de todos los bienes.
A este bien, que es común a una o varias ciudades, tiende un cierto método
o arte, llamado arte política. Luego, a la política, por ser
principalísima, máximamente pertenece considerar el fin último de la vida
humana". (Ser feliz y realizar su propia plenitud) (Santo Thomas, in Eth.
I. 2 .n.30.).

4. La impostergable construcción del capital humano para dar paso al bien
común.

El capital material y el capital humano se forman en la comunidad.
Este capital le permite al hombre construirse y construir su mundo, que es
consigo mismo y con otros."(...) el bien común de las inteligencias
constituye el tesoro inteligible de la cultura, dentro del cual los
espíritus se comunican y se unen; (...)" [viii].

La inversión en capital humano se convierte en la inversión
estratégica más rentable: fundamento de la reconfiguración de la sociedad,
que en un proceso de largo aliento, facilita ir incluyendo a los excluidos
del desarrollo. Capital viene de cabeza que es el lugar que le corresponde
a la formación de la razón especulativa y de la razón práctica, condición
prácticamente necesaria, para poder transitar por el tercer milenio. La
brutalidad y la degradación moral del siglo que termina, nos muestra con
claridad que lo importante no es enseñar que es el bien, sino enseñar a ser
buenos.

Tres cosas necesita el hombre para ser libre y desarrollarse: Justicia
Χque opera por el derechoΧ, paz, trabajo y desarrollo humano; revolución
educativa, ética y de valores. La empatía, la ética, los valores, la vida
pública y la pluralidad, son las asignaturas imprescindibles para hacerle
frente a la aceleración de la historia y el estallido de la contingencia,
que nos confronta con nuevas dimensiones y un entendimiento diferente del
tiempo y del espacio."(...) el hombre es un animal político por ser animal
racional, porque la razón exige desenvolverse mediante la educación, la
enseñanza y el concurso de los otros hombres." [ix]

5. Las nuevas aporías y algunos modos del bien común.

Conviene aunque sea tan solo apuntar algunos temas de nuestro tiempo,
ya claramente lanzados al tercer milenio, que no pueden ser omitidos al
reflexionar sobre el presente y futuro de la dimensión social del hombre y
de su hábito que es el bien común.

En su libro sobre la tercera vía Giddens [x] establece cinco dilemas:

1.La globalización.
2.El individualismo.
3.La izquierda v.s.. la derecha.
4.La instrumentación política.
5.La problemática ecológica.

Todo esto en el marco de una complejidad pluralística conducida
vertiginosamente por la tecnología. La respuesta parece apuntar en el rumbo
de una acción que sigue a la deliberación, Χdeliberación para la acciónΧ
que es lo propio de la razón práctica: "conocimiento común y entendimiento
compartido por la comunidad" [xi], que interprete los signos de los tiempos
que nos manifiestan que el nuevo nombre de la ética política es la
participación, que es, también, el nombre del bien común y de sus modos o
manifestaciones:

Modos del bien común

Bien común universal > Dios
Bien común natural > Orden del universo
Bien común social > Justicia
Bien común social primario > Familia
Bien común político > Comunidad y la cosa pública
Bien común de la república > Paz y seguridad; educación; justicia; y
oportunidades de trabajar

6. El mal común

El mal común se apoya en la mentira pues por interés particular se
rechaza voluntariamente, no racionalmente, la realidad de aquello que es un
bien real para el todo y las partes que lo integran. De manera concreta, la
injusta distribución del ingreso por si sola es una contradicción al bien
común, que niega la verdad sobre el destino universal de los bienes. Lo
accidental adquiere estatuto de substancial apartandose del código de lo
real que establece, ontológicamente, que el bien particular, "ut
parcioribus", resulta un accidente cuando se construye en el sentido del
bien común, que es "ut pluribus". En el mismo sentido se dice que el bien
es siempre lo universal y el mal es accidental y que, en toda construcción
de lo común, hay una analogía con la obra universal de la creación.
7. Reflexiones finales

a) El bien común es el mejor de los bienes naturales al que se puede
apuntar, pero existe otro bien que es referente de un bien común universal
que es superior y que, paradójicamente, vincula al hombre con una dimensión
transcendente, solo de manera particular "2. El bien del universo es mayor
que el bien particular de uno, si se entienden ambas cosas en el mismo
sentido. Pero el bien de la gracia de uno es mayor que el bien natural de
todo el universo." (S th.1-2 q.113 a. 9 ad 2).

b) En toda consideración que tiene como punto de partida, sustento y
argumentación el orden natural, no se puede omitir el papel primario que
juega la satisfacción de las necesidades de las personas al explicar el
origen de la sociabilidad que se hace práctica en la comunidad, pues por el
bien común se supera la indigencia individual. "La satisfacción de las
necesidades humanas (desde las más primarias a las más desarrolladas, desde
las originarias a las más evolucionadas) se realiza en la vinculación
existencial de cada-todos los hombres". [xii]

c) El bien común y el bien singular son convertibles; y así como la
justicia se encarna en el derecho, la ética se encarna en la política
porque ahí es donde se encuentra la felicidad y el reconocimiento. La
sociedad se caracteriza por ser la suprema forma de socialidad en la que se
realiza la perfección en existencia mutuamente entregada y
trascendentalmente identificada del existente humano". [xiii]

d) El circulo vicioso que resulta de dar primacía, casi absoluta, a
lavisión social unívoca del hombre, se convierte en escala virtuosa al
descubrir la relación causal, ascendente y descendente de grupo! comunidad!
sociedad sociedad! comunidad! grupo: "La sociedad humana perfecta es, en
escala ascendente de implicación ontológica, grupo que se realiza como
comunidad y que se culmina en la forma perfecta de sociedad. Y es pues, en
escala descendente de asumpción ontológica, sociedad que se realiza como
comunidad y que asume la forma social de grupo". [xiv]

e) La verdad en la razón práctica se realiza por la recta razón de lo
operable (fin y apetitos y rectos; relación fin / medios)y la verdad en la
razón política se realiza por el bien común de la comunidad.

Referencias bibliográficas:

-----------------------
[i]. Maritain Jacques, La persona y el bien común, Club de lectores, Buenos
Aires, 1968, pag. 59.

[ii].Ibid., pag 78.

[iii].Ostrom Vincent, The Meaning of Democracy and the Vulnerability of
Democracies, Michigan Press, Michigan, 1997, pag 11.

[iv].Op. Cit Maritain , pag. 56

[v].Ibid., pag. 57

[vi].Ibid., pags. 63-64

7.Ibid., pag 56

[vii].Ibid., pag. 88

[viii].Maritain Op. Cit. pag 55

[ix].Giddens Anthony, "The Third Way: The renewal of Social Democracy,
London, Polity Press, 1998.

[x].Ostrom Vincent, Op. Cit.

[xi].Arellano Jesús, Persona y Sociedad, Cuadernos de Anuario Filosófico,
Universidad de Navarra, Pamplona, 1991.
[xii].Ibid.
[xiii].Ibid
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