Aurelio PADILLA MONGE, (Ed.), Francisco J. PRESEDO VELO, La España bizantina (Sevilla: Universidad de Sevilla, 2003)
José CASTRO DEL ÁLAMO
Genaro CHIC GARCÍA estudió Filología Clásica en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Sevilla. Realizó su Tesis Doctoral, bajo la dirección del Profesor Presedo Velo, con un estudio de las «Bases y desarrollo del comercio aceitero de la Bética durante el Alto Imperio Romano». Ha sido profesor en las Universidades de Córdoba, Cádiz y Sevilla. Dirige la revista de investigación Habis y es vicepresidente de la Sociedad de Estudios Clásicos de Sevilla y Huelva; forma parte del Consejo de Redacción de la Revista Espacio y Tiempo, de la Facultad de Ciencias de la Educación (Univ. Sevilla); es miembro correspondiente de la Real Academia «Vélez de Guevara», cuyo Boletín ha dirigido y es director científico de la Editorial Gráficas Sol, que publica fundamentalmente libros de Historia. También ha dirigido un par de series divulgativas de la Historia Antigua de su región para Canal Sur Televisión. Ha estado al frente del Grupo de Investigación HUM 323, «La Bética romana: su patrimonio histórico». Entre sus publicaciones está: Tres estudios sobre la Colonia Augusta Firma Astigi (1988); La dinastía de los Antoninos (1990); Datos para un estudio socioeconómico de la Bética. Marcas de Alfar sobre ánforas olearias (2001); El mundo mediterráneo arcaico. Apuntes para la comprensión de una época (2003); El comercio y el Mediterráneo en la Antigüedad (2009); Director de la Historia de Europa (X a.C.-V d.C.) (2014); Piratería y seguridad marítima en el Mediterráneo antiguo (2014). En este libro que reseñamos es el autor del prólogo. Aurelio PADILLA MONGE, el editor de la obra, es en la actualidad Profesor Titular del Departamento de Historia Antigua de la Universidad de Sevilla. Entre sus publicaciones cabe destacar: La provincia romana de la Bética (253-422) (1989; reed. con aumento en 1991); como traductor de G.A. BONSOR, Expedición arqueológica a lo largo del Guadalquivir (1989); junto a V. DURÁN RECIO, Evolución del poblamiento antiguo en el término municipal de Écija (1990); Introducción a la Historia Antigua (1994); ha participado en la edición de los Testimonia Hispaniae Antiqua, dirigidos por J. MANGAS y D. PLÁCIDO (1999); y en el Diccionario Akal de la Antigüedad Hispana, dirigido por J. M. ROLDÁN (2006). Francisco J. PRESEDO VELO fue Doctor en Historia por la Universidad Central de Madrid, con la tesis España y Bizancio en la Edad Media. España Bizantina. En 1969 obtiene la Cátedra de Historia Antigua en la Universidad de Sevilla, ejerciendo como profesor y director del Departamento de dicha Universidad. En 1988 se jubila y es nombrado Emérito. Entre sus publicaciones cabe destacar: Antigüedades cristianas de
Graduando en Historia por la Universidad Autónoma de Madrid. Contacto:
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la Isla de Kasar Ico. Segunda. Catarata del Nilo. Sudán (1963-1965); La fortaleza nubia de Cheikh-Daub (1964); Las Necrópolis Meroíticas del grupo x y cristianas de Nag-el-Arab (1965); El poblado cristiano de la isla de Abkanarti en la Segunda Catarata del Nilo (1965); Colaborador en la Historia de España Antigua I. Protohistoria (1984); Historia del Viejo Mundo. A la sombra de la Esfinge (1988); La Necrópolis de Baza (1982); El arte del Antiguo Egipto (1989); La religión egipcia (1989); El tercer Período Intermedio y la época Saíta (1989); Colaborador en la Historia de Oriente Antiguo (1992); Las claves del Antiguo Egipto (1993). El libro, publicado en 2003, aunque realizado originalmente en 1954, se divide en nueve partes. El prólogo y nota preliminar, debidos respectivamente a Genaro CHIC y al editor, Aurelio PADILLA. Le sigue una introducción, donde se estudian los comienzos de la relación entre los contingentes visigodos y el Imperio Bizantino, la caída de Occidente, y el movimiento de esta población, desde el Ponto a la Península Ibérica. Luego prosigue el autor con las relaciones políticas y las relaciones culturales, corpus principal de la obra. Y se finaliza con unas conclusiones, una lista de emperadores y reyes; y la bibliografía, además de la lista de edición de las fuentes utilizadas. Hay que tener en cuenta, que con todo el tiempo que ha pasado desde su gestación, aparece como recomendado en la obra de Alberto FERREIRO, The Visigoths in Gaul and Iberia. A Supplemental Bibliography 2004-2006 (Leiden-Boston: Brill, 2008) En resumen, el libro no solo se ciñe a estudiar las relaciones entre bizantinos y visigodos, o a tratar el territorio bizantino de la Península y su gobierno, sino que es en varias ocasiones una historia mediterránea de los siglos vi-vii d.C. Hispania para Bizancio no deja de ser un territorio alejado, se trata de los confines de Occidente, y eso se nota a la hora de administrar este territorio: Hispania se relaciona más con el poder bizantino asentado en el norte de África, que con la propia Bizancio. En general, las posesiones bizantinas en Hispania no son uniformes, son simplemente puntos clave que aseguren el comercio por todo el Mediterráneo a la potencia oriental. Por otro lado, los bizantinos tenían múltiples problemas, mucho más importantes, que el control de su territorio en la Península: no solo la defensa contra el Imperio Persa, sino además protegerse del empuje de los pueblos eslavos, y luego, la presión ejercida por los árabes. Bizancio en el siglo vii se encuentra tan agotada —se piensa incluso en abandonar la corte de Bizancio y trasladarse a Cartago— por el peso de estos territorios en los confines del mundo, que a la larga, es un beneficio su pérdida. Los visigodos, conscientes de los apuros bizantinos, aprovechan la peor situación imperial y consiguen hacerse con el sur peninsular. Por último, el autor se pregunta si existe alguna relación entre Bizancio y la invasión musulmana de la Península Ibérica. Visto el apartado de las relaciones políticas, pasamos al de las culturales. Al igual que en toda Europa, Bizancio ejerce una influencia de potencia sobre la Península Ibérica, más incluso que en otras zonas, debido a la conquista de una parte de su territorio. Es por ello que se puede hablar de bizantinización de Hispania en aspectos como el Derecho, el Arte o la Teología. Bizancio es, entre los siglos vi-vii la capital por 2
excelencia, por lo que es el lugar donde va la gente a estudiar, y donde se dirigen la mayoría de las rutas comerciales. El comercio entre Hispania y Bizancio está a la altura del que podía tenerse entre la Península y Roma. De él se encargaban los sirios, griegos y judíos asentados en la Península Ibérica. En cuanto al Derecho, tenemos las citas de san Isidoro, en las que se puede ver la influencia del Código Justinianeo o de las Novellae Justinianeas —aunque no lo cite explícitamente, como sí hace Gregorio MAGNO—. En cuanto a la Teología y el Arte, no se puede hablar, en general, de una influencia directa Bizancio-Toledo (si se quiere), sino que se realiza desde otros centros bizantinos más cercanos, como Rávena o Cartago. Por ejemplo, las iglesias hispánicas preguntan sobre cuestiones de fe al Obispo de Cartago.
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