Reseña del libro A Poetics of Unnatural Narrative

Alber, Jan, Henrik Skov Nielsen, and Brian Richardson. ​A Poetics of Unnatural Narrative ​ . Columbus: The Ohio State University Press, 2013. 244 páginas. RESEÑA Aurelio I Guerra Universidad de Sonora Vivimos una nueva era, al parecer, la de la posverdad. Como todo nuevo momento, ésta requiere una expresión propia. Se trata de una realidad que, curiosamente, se ha venido explorado en textos literarios desde hace décadas: la recreación de la realidad mediante el empleo de consabidas técnicas miméticas, pero proponiendo realidades que son de alguna manera imposibles. Afortunadamente, para este tipo de textos se ha desarrollado también un enfoque teórico propio de interpretación y análisis, es decir, el de la ‘narratología de lo antinatural’. Mi interés en reseñar esta obra surge principalmente de la escasa producción de textos en español que aborden la narratología posclásica, ya sean obras originales o en traducción. Siendo que son pocas las metodologías de análisis propias de los estudios literarios --además de la narratología-- que tienen un alcance universal para la narrativa, me parece importante expandir de esta manera, por lo pronto, el alcance de obras relevantes como ésta. Desde hace más de veinte años los teóricos de la narratología han ampliado, adaptado y cuestionado el modelo clásico de la narrativa y, dentro de este campo, el estudio de la narratología antinatural es una de las propuestas más propositivas para el estudio de textos contemporáneos. A pesar de que esta colección de ensayos se reúne bajo un título que intenta fijar una poética, lejos de eso, los mismos autores que editan este texto de narratología de lo antinatural tienen debates sobre el alcance de esta disciplina. Lo que sí es consensual, al parecer, es llamarla ​‘unnatural narratology’1 . Ahora bien, la traducción de ‘antinatural’ que propongo no es literal, de hecho, un texto pionero lo traduce como ‘innatural’2 . El vocablo me parece cacofónico y, sin duda, no comunica lo mismo que unnatural, que sugiere lo artificial; el término ‘antinatural’ expresa, a mi entender, suficientemente bien el campo de estudio que abordan los críticos de esta metodología porque, aunque no todo lo que no es es obligadamente contrario, todo lo antinatural es innatural.

En un primer momento, Monika Fludernik ​ proponía el término ​non-natural. Fludernik, Monika. Towards a Natural Narratology. New York: Routledge, 1996. 2 Snauwaert, Erwin. “El narrador póstumo: figura innatural e instrumento de lo fantástico”​ Actas del coloquio internacional Fines del mundo, Narrativas fantásticas ​ en Hispanoamérica Coloquiofanperú 2012. 219-230 1

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La narratología de lo antinatural es una propuesta para el estudio de textos narrativos que presentan escenarios, temporalidades, narradores o personajes imposibles y contradictorios según la lógica que solemos asignarle a la realidad empírica. De fondo esta definición está basada en la idea de que tales relatos rompen estratégicamente con los supuestos básicos del mimetismo narrativo. Muchas obras contemporáneas --argumentan los autores de este texto-- se alejan deliberadamente de la realidad mimética y es principalmente hacia este tipo de textos que la narratología de lo antinatural dirige su enfoque. Es verdad que los teóricos de la narrativa antinatural están particularmente interesados en textos de esta naturaleza, pero algunas de las propuestas teóricas encontradas en este libro estudian dispositivos de la ficción realista que han pasado por ‘naturales’ cuando en realidad, como se demuestra, son antinaturales. Se señala en la introducción a esta poética que la metodología empleada por la narratología de lo antinatural es usualmente el método inductivo: se comienza con el total de la narrativa y a partir de ahí se intentan construir modelos teóricos que permitan estudiar textos en concreto. Este acercamiento es distinto al del estructuralismo que, por el contrario, inicia con un modelo lingüístico o retórico para después proceder a proponer categorías de análisis de manera deductiva, ignorando aquellos textos que no se apegan al modelo. Como lo señalé arriba, de las distintas definiciones y propuestas teóricas que ofrecen los autores se observa en tiempo real un vivo debate sobre algunas de las características de esta disciplina. No solamente se proponen definiciones discordantes, sino que también la metodología empleada no es homogénea. Quisiera hacer hincapié en la relación entre definición y metodología, pues creo que es ahí en donde se encuentra el valor de más peso para este nuevo enfoque. Algunos teóricos dirigen sus trabajos de narratología de lo antinatural a propuestas narratológicas novedosas (Nielsen, Iversen, Bell, etc.) que ayudan al análisis de textos que se desapegan del modelo narrativo mimético: obras en las que los narradores no imitan aquellas voces narrativas que estamos acostumbrados a encontrar en las novelas tradicionales, o cuyas representaciones temporoespaciales no se apegan a las formas en las que percibimos el tiempo y el espacio de manera cotidiana. Desde esta postura, la teoría narratológica clásica carece de conceptos lo suficientemente amplios para dar sentido a lo que estos textos intentan comunicar sin reducirlos al mimetismo del que intentan escapar. La reducción anterior da pie para hablar de otra propuesta metodológica dentro de la narratología de lo antinatural que tiene que ver, precisamente, con las estrategias de naturalización de los textos no miméticos. Algunos teóricos (Alber, Nielsen, Phelan, Heinze, etc.) de esta disciplina prefieren analizar la manera en que el lector busca darle sentido a textos que no se comportan siguiendo las reglas miméticas que esperan de la 2

ficción. De lo anterior se propone, de alguna manera, la posibilidad de dos lecturas paralelas que dependen de la elección del lector: naturalizar el texto ignorando o justificando sus elementos antinaturales o mediante la lectura del texto cual es, de manera antinatural. Un último enfoque principal que se propone en este libro se da en el estudio de dispositivos de la ficción realista / mimética que se perciben como naturales al no causar en la mente del lector una ruptura en la lógica del relato (Makela, Phelan, Wolf, etc.), pero que tras un análisis se revelan como narraciones imposibles. Para este tipo de escenarios se han propuesto nuevos vocabularios y un método de lectura que, atentos a estas disonancias, buscan explicar el sentido de lo que entendemos por realidad en la ficción. Quiero suponer que la narratología clásica sirve hoy de receptáculo de conceptos que hasta ahora habían sido universalmente aceptados y cuyo uso tiene vigencia como un vocabulario compartido de los estudios literarios; o bien, para algunos críticos literarios, se trata de una metodología todavía útil hasta donde pueda servir para llevar a cabo el análisis y la interpretación de textos narrativos. Sin embargo, el advenimiento de la narratología de lo antinatural supone un cambio porque va más allá del punto al que llegan algunos de los teóricos de la narratología posclásica que se han conformado solamente con la tarea de actualizar la narratología clásica. El estudio de lo antinatural en el texto se cuestiona el valor de los antiguos conceptos, e incluso, rechaza la utilidad de muchos de ellos para proponer dispositivos de análisis más precisos y, sobre todo, más actuales para el estudio de la narrativa en el siglo XXI.

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