Revista de Geografía Agrícola no. 41

June 3, 2017 | Autor: Artemio Cruz-León | Categoria: Geografia, Educación agrícola
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El maíz en la cocina michoacana: vigencia del legado purhépecha1 David Oseguera Parra2

"Más sea cualquiera la calidad de ese cereal, debe tenerse presente que, entre los de primera necesidad y de alto consumo, el maíz es el que lleve toda la preferencia […] Es el alimento de los pobres, el poderoso auxiliar de la clase media". Vicenta Torres de Rubio. Manual de Cocina Michoacana (1896). “...con mucho, es el maíz la comida tarasca fundamental” Silvia Rendón. La alimentación tarasca.

Recibido: 27 de octubre de 2008 Aceptado: 1 de diciembre de 2008 Resumen Se ofrece una aproximación a la profunda y diversificada huella del maíz en la cultura alimentaria purhépecha, empleando dos fuentes históricas no utilizadas aún en el estudio de la cocina michoacana: la Relación de Michoacán y el Diccionario de la lengua Tarasca. Aunque estos documentos históricos resulten insuficientes para documentar con precisión la huella del maíz en la cocina michoacana, resulta evidente que este cultivo es un elemento central de ella, y que ha mantenido una gran continuidad a lo largo de la historia regional. La tesis sustentada es que, a través de muchos siglos, el pueblo purhépecha generó con el cultivo del maíz las materias primas (semillas), los procedimientos técnicos, las recetas, habilidades, valores, conceptos, etc., necesarios para que el grano dorado se convirtiera en el eje vigente de la cocina regional, lo cual constituye un patrimonio cultural digno de ser reconocido y difundido. Palabras clave: Michoacán, cultura alimentaria, recetas, cultura.

Maize, an ongoing purhepecha legacy in the cooking traditions of Michoacan Abstract The text presents an approach to the deep and diversified influence of maize in the Purhepecha food heritage. The research was based on two historical sources still not used in the study of the regional cooking: the Relation of Michoacan and the Dictionary of Tarasco Language. Although both historical documents are not sufficient to track every sign of maize in the Michoacan gastronomy, it is evident that its presence in the food history of the state is paramount. In fact, the plant has been part of the regional history throughout the centuries. The central idea to uphold in this work concerns the various issues involved in maize growing by the Purhepecha people along the centuries: seed production, technical procedures, recipes, abilities,

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Agradezco al Dr. Gerardo Sánchez Díaz, director del Instituto de Investigaciones Históricas, de la UMNSH, su valiosa ayuda sobre las fuentes históricas que nutrieron este modesto artículo. Profesor-investigador de la Universidad Autónoma Chapingo, adscrito al Centro Regional Centro Occidente con sede en Morelia, Mich. Correo electrónico: [email protected]

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values, concepts, etc., all of them necessary for the golden grain to become the central axis that still remains in the present-day regional cooking. Undoubtedly, it is important to extend and appreciate this cultural legacy of Mexico. Key words: Michoacan, food heritage, recipes, culture.

La cocina es una actividad social fundamental, que se basa en un conjunto específico de habilidades, productos agropecuarios, conocimientos y valores aplicados a la elaboración de alimentos listos para ser consumidos. Así, la cocina se expresa en un repertorio transmitido de generación en generación (generalmente como oficio femenino) a fin de proporcionar –entre muchas cosas más– nutrición e identidad a la población dentro de límites geográficos más o menos discernibles (localidad, estado o región, país y conjunto de naciones). Como actividad social realizada a lo largo de décadas, siglos y milenios, la cocina crea tradiciones y costumbres colectivas, que están íntimamente entrelazadas con el desarrollo de los pueblos, los grupos étnicos y la diversidad e identidad cultural que les caracteriza. En el presente artículo, revisaremos la huella que ha dejado el maíz michoacano en la cocina regional, particularmente la perteneciente al pueblo purhépecha, que es el pueblo indígena u originario más numeroso de la entidad. La idea que queremos presentar es que, en el caso del maíz, el pueblo purhépecha generó a lo largo de milenios las materias primas (semillas), los procedimientos técnicos, las recetas, habilidades, valores, conceptos, etc., necesarios para que el grano dorado se convirtiera en el eje de la cocina regional. Este patrimonio cultural étnico e histórico ha sido heredado a las generaciones actuales de michoacanos para que ellos puedan disfrutar de una rica cocina regional cuyo eje rector es el maíz, aunque también está basada en otros ingredientes vegetales (chile, frijoles, calabazas, etc.) que dan la nutrición adecuada y suficiente para sostener a la población michoacana. 3

Cocina michoacana I. De la prehistoria a la Conquista El pueblo purhépecha, así como ocurrió con otros grupos indígenas mesoamericanos, logró la domesticación del maíz en un largo proceso de coevo lu ción, don de so cie dad y na tu ra le za se desarrollaron mutuamente en un proceso milenario. La transformación del teocintle (planta silvestre con 12 granos) en la planta cultivada de maíz (con cerca de 500 granos) se realizó en varios puntos de la geografía mesoamericana. Según Miranda (2003), apoyado en datos ecológicos, arqueológicos, agroastronómicos, citológicos, citogenéticos y genéticos, el centro de domesticación primaria del maíz se ubica en la República Mexicana, sobre todo en la región CentroOccidente, en la que se halla enclavado el territorio michoacano, donde fueron numerosas las regiones geográficas propicias para el origen y domesticación de numerosas razas de maíz. Desde las primeras comunidades agrícolas (antes del Horizonte preclásico) hasta el Imperio del caçonçi (reino pur hé pe cha) se de sa rro lló un pro fun do conocimiento de la planta del maíz, el cual se refleja en la nomenclatura precisa utilizada para nombrar las distintas razas de maíz, las diferentes modalidades de una mazorca, y hasta los pormenores del calendario de siembra.3 El fraile Maturino Gilberti registra, en su célebre Vocabulario en lengua de Mechuacan de 1559, en la voz “Mayz”, siete di fe ren tes ti pos de plan ta (blan co, ne gro, amarillo, colorado, pintado de colores, leonado y el “que se hace en cincuenta días”). Como en la actualidad sabemos, la diversidad de colores del maíz está asociada a los distintos usos que se hace de la semilla, por lo que, con fundamento po-

Existe una nomenclatura entre los actuales pueblos indígenas de México sobre la planta del maíz, entre los cuales se cuenta al pueblo purhépecha. Olivo et al., 2001.

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demos suponer que, en vísperas de la Conquista Española, el pueblo purhépecha había creado un amplio menú asociado a la diversidad de semillas del maíz alcanzada en un largo proceso de domesticación y evolución de esa planta. Martínez Peñaloza (2004) señala que, por desgracia, Michoacán carece de una descripción sobre su co mi da prehis pá ni ca, se me jan te a la registrada por el cronista Fray Bernardino de Sahagún sobre la comida azteca, aunque advierte luego que “en el caso de las corundas, el atole, las tortillas y el churipo, no podemos dudar de la existencia de atápakua antes de la llegada de los españoles”. Sin equiparar la Relación de Michoacán con la Historia general de las cosas de la Nueva España de Sahagún, se puede hacer una aproximación muy clara (aunque por desgracia con poco detalle en lo culinario) de la fuerte y diversificada huella del maíz en la cultura purhépecha, situada en el antiguo reino de Michoacán. Al menos, ese es el intento que aquí emprendemos con dos fuentes aún no utilizadas en el estudio de la cocina michoacana: la Relación de Michoacán y el Diccionario de la lengua tarasca. De acuerdo a la Relación de Michoacán , un documento muy completo escrito hacia 1539 por Fray Gerónimo de Alcalá a petición del Virrey de Mendoza, el maíz ocupa un lugar fundamental en la civilización purhépecha o tarasca que encontraron los conquistadores españoles en los albores del siglo XVI, tras la derrota del imperio azteca. Así, en aquel entonces el maíz había dejado una huella profunda y múltiple en su estructura social y política, sus rituales y fiestas, la tecnología y la culinaria o cocina característica del pueblo purhépecha. En la Relación de Michoacán, además del texto propiamente dicho, se incluyeron ilustraciones con información pictográfica muy interesante sobre el maíz del reino purhépecha o tarasco. Hacia el siglo XVI, la sociedad purhépecha estaba sumamente organizada y estratificada. En ella, el maíz formaba parte importantísima de una compleja división social del trabajo y las funciones públicas atribuidas a la estructura de poder del señorío o reino de Michoacán, encabezado por el caçonçi. Si pensamos al maíz como parte del ejercicio del poder de ese gobernante en forma de círculos, tendríamos que comenzar con el núcleo

más próximo y encumbrado, los principales o señores, quienes estaban obligados a cultivar maíz para alimentar al caçonçi, y para ello disponían de sementeras con abundante mano de obra, donde además se producían frijol, chiles, y otras semillas. En segundo lugar se hallaban los mayordomos mayores, una especie de funcionarios del caçonçi, uno de los cuales era responsable de la miel entregada al gobernante, y otro de ellos estaba a cargo del maíz aportado en mazorca y almacenado en las trojes del caçonçi. Finalmente, se hallaban las mujeres, entre cuyos oficios estaba el hacer “pan” (muy posiblemente tortillas) diariamente para el caçonçi y su séquito real, y elaborar las comidas o guisados cotidianos para su ámbito doméstico. Precisamente por su posición en la estructura política prehispánica, el cultivo del maíz estaba bien protegido por las normas de buen gobierno de la sociedad purhépecha prehispánica. Por ello, la destrucción de cultivos de maíz (“arrancar el maíz verde” a los demás) estaba seriamente castigado con prisión. Una pena peor merecía quien osara aceptar maíz de las trojes destinadas a los dioses y a las actividades de guerra, pues implicaba convertirse en esclavo. Finalmente, cabe destacar que cuando el conquistador español Cristóbal de Olid arriba a tierras michoacanas, lo que le exige al caçonçi es que no esconda el maíz y los metales preciosos (oro y plata), como aconteció con los aztecas. Poco más tarde, Nuño de Guzmán, otro conquistador español que pasa por Michoacán animado por su propósito de conquistar Jalisco y las tierras de Nueva Galicia, también insiste en la exigencia de que le sea entregada una enorme cantidad de maíz (4 000 cargas) e “infinidad” de gallinas, como parte de un tributo de guerra y avituallamiento para su próxima campaña militar. Las exigencias de ambos conquistadores, junto con la normas purhépechas referidas al maíz, nos dan idea de la enorme importancia político-económica que tenía el maíz en aquellas épocas. En distintos rituales y fiestas de la cultura purhépecha prehispánica, el maíz era un elemento indispensable. Esto fue particularmente notorio en las celebraciones colectivas realizadas en honor de los dioses y diosas; por ejemplo, cuando se empezó a poblar Zacapu, cuna de esa cultura, en ocasión de la fiesta de Uapansquaro (el 25 de octubre), Revista de Geografía Agrícola núm. 41 / 9

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las mujeres salían a cosechar mazorcas de maíz para usarlas en esa celebración. En forma más precisa, se sabe que las cañas del maíz eran colocadas en la espalda de quienes bailaban durante la fiesta Caheriuapansquaro, realizada en honor de la diosa Cuerauaperi. Para honrar a Xaratanga, la diosa propiciatoria de buenas cosechas, los sacerdotes y señores usaban guirnaldas y collares con granos de maíz de distintos colores (blanco, colorado y mezclado). Igualmente, en ofrenda al dios purhépecha Acuize Catapeme se disponían en aquel entonces mazorcas de maíz, junto con semillas de bledos y frijoles. Por otra parte, en ocasión de celebraciones civiles purhépechas, como las bodas, también se utilizaba el maíz con motivos culturales y económicos. Un ejemplo de esto eran las bodas realizadas entre las familias de los principales o señores, donde como pan de boda se ofrecían tamales muy grandes de maíz rellenos de frijoles molidos. En otro nivel más bajo, las mujeres aportaban durante su ceremonia de enlace un ajuar de maíz, que era muy apreciado por los varones contrayentes (¡quienes hasta recibían casa de sus suegros!). Incluso, para deshacer las uniones matrimoniales el maíz era objeto de los hechizos efectuados por los “médicos llamados xurimecha”, con los cuales los adúlteros eran obligados a separarse de otra mujer y quedarse sólo con una. Finalmente, también en los funerales estaba presente el maíz: éste era el caso de la muerte del caçonçi, acontecimiento tan importante que merecía diversas ceremonias para enterrarlo, y al final de éstas se ofrecía a todos los dolientes, señores y demás gente, un platillo de maíz cocido blanco (pozole, muy posiblemente), banquete que daba paso a un duelo de cinco días (con ayuno y encierro en casa para toda la ciudad). La huella del maíz en las técnicas purhépechas de cultivo y procesamiento doméstico también fue muy variada. Primero mencionemos las técnicas de producción del maíz. Sabemos por otras fuentes (Gilberti, 1989) al igual que por la Relación, que 4

los purhépechas contaban con una gran diversidad de semillas de maíces; la Relación nos señala tres tipos identificados por sus colores: blanco, colorado y pinto, pero también es muy explícita al registrar que había distintos cultivos de maíz, tanto de regadío como de maíz “temprano”, lo cual permite estimar que también había cultivo de temporal (lluvias) y diversas fechas de cosecha. En segundo lugar, destacaremos lo que corresponde a distintas técnicas de trabajo doméstico sobre el maíz. Un ejemplo de éstas lo son las distintas maneras de quitarle lo crudo al maíz para volverlo paladeable y digerible; entre los que están cocer, tostar, moler, amasar y secar. Aún en la actualidad se pueden ver en muchas casas del área purhépecha los instrumentos y procedimientos que permiten ver cómo se hacía aquello: las paranguas (las tres piedras del fogón, también lugar del rescoldo), los metates, la elaboración del nixtamal, la fabricación de harina (ahora por la industria, como la marca Maseca), los “chicales”, etcétera. ¿Y qué nos dice la Relación de Michoacán sobre los platillos autóctonos del Reino de Michoacán? Mucho y poco a la vez. Hay que advertir críticamente que esta fuente suprime la mayor parte de la terminología culinaria purhépecha. Se sabe que la Relación es una obra escrita por un fraile español; como tal para describir las comidas purhépechas utiliza por lo general los vocablos de la lengua castellana, y pocas veces añade algo del náhuatl. El fraile franciscano actúa así a pesar de su intento sincero por ser sólo un intérprete de sus informantes indígenas,4 aunque en otros muchos aspectos mantiene literalmente las expresiones de sus informantes. También es necesario aclarar que las costumbres alimentarias no son motivo de atención detallada en esa obra porque el estudio se centró en el origen del reino, sus dioses, ceremonias, estructura política y principales acontecimientos. En este sentido, resulta comprensible que en la Relación hagan referencias muy genéricas a los platos y bebidas purhépechas, llamándolas “mazamorras”, “matalotaje”, “poleadas”, “pan” y “otros

En 1539 Fray Gerónimo de Alcalá advierte que: “esta escritura y relación presentan a Vuestra Señoría los viejos desta Ciudad de Mechuacan, y yo tanbién en su nombre, no como autor, sino como yntérpete dellos, en la qual Vuestra Señoría verá que las sentencias van sacadas al propio de su estilo de hablar”. Por cierto, es lamentable que el documento de Fray Gerónimo sea el único con que se cuenta en Michoacán para documentar la cocina purhépecha

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mantenimientos”.5 No obstante lo anterior, la Relación nos permite establecer algunos rasgos elementales de la cocina prehispánica de Michoacán, y específicamente las huellas del maíz en ella. Así que, sin pretender dar cuenta precisa de corundas, camatas, uchepos, churipos y atápakuas, vayamos al grano…

de Gilberti se citan referencias breves pero exactas sobre los nombres purhépechas de distintas comidas del reino de Michoacán. Este es el caso de las siguientes preparaciones culinarias:

En cuanto a alimentos de elaboración básica, se mencionan la miel, el maíz tostado, las cañas verdes del maíz y las mazorcas de maíz verde. La miel se extraía de las cañas del maíz; el maíz tostado era el que se doraba en el rescoldo del fuego; las cañas verdes del maíz son los tallos tiernos de la planta y las mazorcas son las espigas gruesas donde están los granos de maíz alineados, de las cuales se deja entrever que eran ingrediente de ciertas comidas, tal vez elotes cocidos o asados, o los uchepos mismos, etcétera.

churipu = cocina o caldo

Como alimento de mayor elaboración se señala al tamal6 llamado “pan de boda”, y que al ser de gran tamaño, era rellenado con frijoles molidos. También la Relación menciona expresamente a “otros tamales”, sin especificar su elaboración o clase, aunque debemos suponer que se trataba de un alimento de consumo frecuente y diversificado en preparaciones entre los purhépechas, como hasta la fecha lo sigue siendo. También se menciona la “puzqua”, como una bebida, que el fraile Gilberti (1993) no con sig na en su Dic cio na rio. Actualmente se prepara atole de putzcua con maíz blanco y agua, elaboración tan sencilla que tal vez sea un leve rastro de un tipo de bebida embriagante o de elaboración más refinada, pues en el periodo prehispánico se bebía en ocasión del baile en las fiestas (la Relación la menciona como “brebaje” o “bebida”). Para alguien medianamente enterado de la comida purhépecha, los dos párrafos anteriores no significan gran cosa en la exposición que intentamos realizar. Afortunadamente, en el Vocabulario 5

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curundas = tamales, pan abultado camata = poleas o atole atapaqua = cocina o salsa curinda anganaripaqua = pan de cada día [¿tortillas?] curinda quaxanda = tortilla de huevos thireni.arani, xanduqua = cosa con que adoban así cuiripeta mafcuni = cozer mayz con carne [¿pozole?] tzipaqua = almuerzo. Como veremos a continuación, los nombres purhépechas tienen continuidad en un buen número de los platillos contemporáneos de la cocina purhépecha michoacana.

Cocina michoacana II. Época contemporánea La cocina michoacana actual, especialmente la practicada por costumbre en el área purhépecha, tiene una cuantiosa herencia cultural de ese dilatado pasado prehispánico referido en el apartado anterior. Hasta nuestros días han llegado aspectos como la riqueza genética del maíz, las innumerables formas de preparación culinaria del grano y otras partes de la planta, y hasta los utensilios básicos de la cocina étnica. Esto nos confirma la proeza que significa esa continuidad milenaria de las huellas del maíz en la cocina michoacana. Sin embargo, la falta de información y divulgación afecta a la cocina michoacana. Por ejemplo, como señalan varios estudiosos de la cultura purépecha (Martínez et al., 2004), aunque la cocina de este antiguo pueblo michoacano es muy sabrosa y contiene un gran número de platillos que se elaboran durante el año, enfrenta problemas para difun-

Mazamorras: un sinónimo de guisado, potaje o comida y más específicamente se refiere a los platos elaborados a partir de harina de maíz, ya sea endulzados o salados. Matalotaje: es la comida que con anticipación a un viaje se prepara para llevarla consigo. Poleadas: sinónimo de gachas y puches, es un atole, o sea, masa de maíz con agua. Pan: se usa como sinónimo de comida, y también se le refiere específicamente (“pan de bledos”, como pan de berros silvestres; “pan de bodas”, como tamales muy especiales usados para el banquete del acontecimiento; y “pan” como ofrenda a los dioses o comida del caçonçi o gobernante). Mantenimientos: sinónimo de comida, sustento o víveres. Tamal: palabra que, según Santamaría (1974) proviene del idioma azteca (náhuatl), específicamente de tamalli, y que en purhépecha se denominaba curunda (tamales pan abultado), según registró en 1559 el fraile Maturino Gilberti.

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dirse por la poca información escrita existente, sus saberes se transmiten en forma oral y de generación en generación. Otro problema, reportado en un recetario michoacano reciente, es que hay “una gran mayoría de personas que cree que ésta [la cocina moreliana] se reduce a los típicos antojitos, como son los tacos, las enchiladas, tamales, etc.” (Variedades de la cocina Moreliana, 2007:17).

cias de la población mestiza de la entidad (ver cuadro 1).

Cuadro 1. Alimentos michoacanos purhépechas con base en el maíz. Aguakatas Atápakuas Atoles o Kámatas

Pese a lo anterior, en esta primera década del siglo XXI se pueden adquirir en las librerías michoacanas recetarios que representan valiosos esfuerzos de acopio y difusión escrita de los saberes y habilidades culinarias tradicionales. Mencionemos sólo dos ejemplos. A la docta y amena historiadora María Teresa Martínez Peñaloza, se debe la reedición crítica del Manual de cocina michoacana de Vicenta Torres de Rubio, publicado originalmente en 1896. Gracias al patrocinio del Centro de Estudios de la Cultura Purhépecha de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, María Rosalina Méndez y J. Santos Martínez elaboraron sendos recetarios de la cocina purhépecha, dedicados a las atápakuas y a la fauna lacustre de Pátzcuaro, los cuales cuentan entre sus virtudes el haber sido editados en forma bilingüe y en estrecha colaboración con la población purhépecha de la ribera de Pátzcuaro. La cocina de Michoacán está sólidamente sustentada en la riqueza genética de los maíces criollos especiales (Carrera et al., 2007) que se caracterizan por la diversidad de colores y texturas de sus grados, lo que proporciona ...una consistencia y sabor único a platillos muy variados […] distintos tipos de pozole, huchepos, taku uakata, uachakata, nakatamales, atoles, tortillas, corundas, pinoles, ponteduro, elotes, postres, pigmentación de alimentos [y] diversas bebidas para su consumo en ocasiones especiales..

La presencia del maíz en la cocina michoacana es amplia y profunda. Una muestra de ello es la lista de platos tradicionales elaborados con maíz por el pueblo purhépecha, que al ser el más numeroso en el estado de Michoacán, también es el que ha tenido mayor influencia en las costumbres alimenti12 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

Charikurindas Chicales Chilaquiles Gordas Korundas (simples y rellenas) Nacatamal Pozole o máshkut Quesadillas Taku uakata (tacos) Toquera Tortillas Tostadas Uchepos (elote) Xandúkata (mole) Fuente: Elaboración propia, con datos de los recetarios michoacanos citados en el texto, de entrevistas directas y el texto de Silvia Rendón (1996).

Las aguakatas son korundas (tamales de masa de nixtamal) en las que se mezclan granos de frijol, las cuales se comen básicamente en las fiestas. Las atápakuas, cuya palabra significa “guiso nutritivo, picante, que sustenta la vida” (Martínez et al., 2004), emplean cuatro tipos de componentes: 1) una salsa elaborada con diferentes tipos de chiles, 2) una mezcla molida de condimentos y hortalizas 3) una masa de maíz seneri (variedad especial de mazorca, de granos abundantes y pequeños, ricos en fécula muy útil para espesar el guiso), y 4) uno o varios de estos elementos, que dan variabilidad y apellido a la atápakua: carnes, verduras, hongos, quelites, semillas y otros comestibles (sean silvestres, domésticos o industrializados). Los atoles, llamados kamata en purhépecha, son, junto con los tamales, parte fundamental de la tradición culinaria purhépecha. El atole se acos-

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tumbra como bebida diaria u ordinaria y para celebrar en acontecimientos familiares y comunales. Entre los atoles elaborados actualmente en Paracho y Urapicho (Meseta purhépecha) están el blanco, de tamarindo, de grano, de nurite, de arroz, de cajeta y de leche. A su vez, en las localidades que van desde Carapan hasta Etúcuaro (Cañada de los Once Pueblos) su costumbre incluye los atoles de arroz, trigo, chaqueta (con maíz negro o putzcua), encanelado, leche, nurite, piña, tamarindo y zarzamora. En el mercado de Pátzcuaro se puede encontrar diariamente el delicioso “atole de grano”, con elote desgranado, aderezado con anís fresco, sal y salsa de tomate verde. Inclusive hay eventos culturales de gran afluencia con el atole como protagonista, en las localidades purhépechas de Zacán (municipio de Los Reyes) y Tarecuato (municipio de Tangamandapio), donde se realizan respectivamente el Festival de la Raza Purhépecha y la Feria del Atole, a mediados de octubre y el fin de semana de Pascua. Durante las fiestas decembrinas los atoles son saboreados por la población purhépecha en sus diferentes modalidades. Las charikurindas y los chicales, dos platillos de muy antigua tradición, están entrando en desuso en las localidades de Urapicho y Paracho, en la meseta purhépecha. En el caso de los chicales, dice Angel García Cano, de Paracho,7 que “ya no hay necesidad” (tal vez se deba a que los hogares indígenas cuentan ahora con medios de abasto extrarregional y de conservación que antes no existían). El nacatamal es un tamal purhépecha con fuerte influencia española, por el relleno de carne roja. El nacatamal se acostumbra en “las ánimas” (2 de noviembre), como ofrenda en los altares de muertos o en las fiestas patronales. Con el pozole purhépecha, llamado máshkuta, se acostumbra celebrar en familia el Año Nuevo. A diferencia de las versiones mestizas, el máshkuta es un espeso platillo vegetariano, hecho con maíz negro, masa de este maíz, frijoles cocidos y condimentado con cilantro y chile. 7

Las korundas, son los tamales más típicos de la tradición culinaria purhépecha, y tienen forma triangular y tamaño de una mano. Para Guadalupe Pérez (2005:15) las corundas son “pequeños cojincillos de masa blanca […] manjar indígena que llegó a nuestro siglo [XX] incontaminado”. Se hacen con maíz cocido en agua adicionada de ceniza, que se lava muy bien y se mezcla con carbonato, y directamente se envuelve en hojas de tallo de maíz. Suelen ser acompañantes favoritas del churipo o caldo de res purhépecha, aunque también lo pueden ser de los atoles. Las korundas, además de antojito ocasional, son pieza culinaria insustituible en los rituales colectivos: bodas, bautismos, fiestas patronales y el levantamiento (en diciembre, al preparar las imágenes sagradas de la Iglesia Católica). En las localidades de la meseta purhépecha, las quesadillas se acostumbran como antojito y de modo ocasional. Un ejemplo lo es Urapicho, donde se hacen de queso, chicharrón, verdura picada, flor de calabaza, picadillo y “flor de maíz” o huacanduchi (huitlacoche). La toquera es una tortilla gruesa hecha con maíz molido, adicionado con piloncillo y bicarbonato. El maíz utilizado en las toqueras es de tipo especial, pues al molerlo debe quedar como martajado. Según Muñoz (2000), el nombre de toquera proviene de la palabra purhépecha thójkeri, que se refiere a un elote desarrollado o en sazón, es decir, casi maduro. Existen variantes en la forma y consumo de las toqueras michoacanas: mientras que entre la población purhépecha la toquera tiene forma de triángulo, en la mestiza de Tierra Caliente se acostumbra redonda y se consume acompañada con crema o natas, ya sea salada (con salsa picante) o dulce (con azúcar o miel). Por su etimología y variantes de consumo, la toquera es un caso de creación culinaria indígena que fue luego copiada y modificada por la población mestiza de Tierra Caliente. Entre la población purhépecha, las tortillas aún se siguen haciendo con maíz nixtamalizado. De acuerdo a la investigadora de cocina mexicana,

Entrevista efectuada por el autor, en el marco de la 4ª. Feria del Maíz, en Paracho, 2008.

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Cristina Barros (2006), la nixtamalización es una técnica prehispánica consistente en cocer el maíz con cal o cenizas de las brasas, con lo cual logran mayor calidad, que incluye digestibilidad, aporte nutricional y flexibilidad (“correa”). Los platillos y antojitos purhépechas son una tradición muy viva, que se expresa con mayor fuerza en la vida diaria de las pequeñas poblaciones rurales del área purhépecha, y en las frecuentes fiestas, sean familiares o comunitarias. Entre estas últimas destacan las fiestas patronales, las Ánimas (Día de Muertos), la Navidad y el levantamiento o cambio de vestimenta de las imágenes religiosas. En la cultura purhépecha, la comida aún conserva su esencia prehispánica, pues según Barros (2006) los alimentos todavía se cuecen al vapor o se asan, sea sobre las brasas, el comal o la estufa; se cocina con poca grasa y productos de origen animal, privilegiando las verduras, los hongos y el pescado; también la alimentación sigue el ritmo de las estaciones, las familias se ajustan a la disponibilidad estacional de productos cultivados y recolec ta dos. Otro ras go im por tan te, aun que no exclusivo de la cultura purhépecha, es que las labores de cocina son responsabilidad exclusiva de las mujeres, cuyos saberes y destrezas domésticas se adquieren por tradición oral, en una transmisión de generación en generación, sobre todo en las localidades rurales. Este amplio y profundo conocimiento femenino abarca la producción (cultivos de autoconsumo, crianza de animales y colecta de plantas silvestres), la culinaria tradicional, la educación no-formal en el seno familiar y los saberes terapéuticos. Para ello, el espacio doméstico ampliado es el lugar donde las mujeres indígenas aprenden y generan sus distintos saberes y habilidades (Oseguera y Esparza, en prensa). La difusión del arte culinario “maicero” de la cocina michoacana ha formado parte de la defensa del maíz criollo emprendida en los últimos seis años por diversas organizaciones civiles, instituciones educativas y culturales y autoridades estatales, municipales y locales. Con esta causa, se han organizado varias ferias del maíz criollo, con 8

sede en diversas poblaciones del área purhépecha, con amplia participación de las mujeres cocineras y de los productores de maíz. En parti cu lar debe mos men cio nar las mues tras gastronómicas celebradas por el ayuntamiento de Chilchota (en la Cañada de los Once Pueblos) y por las autoridades locales de la comunidad indígena de Pichátaro (en la Meseta). En tales eventos se ha podido constatar con deleite y satisfacción que la cocina michoacana tiene en el maíz un capital cultural insustituible. No nos detendremos aquí en los platillos y antojitos mestizos del estado de Michoacán. Pero cabe anotar que también existe una variopinta de comidas tradicionales basadas en el maíz, cuyos nombres tienen a veces raíces náhuatl o purhépecha (como los chilaquiles, el atole y los tamales, para citar ejemplos clásicos).8 Un lugar ideal para apreciar y disfrutar los antojitos mestizos michoacanos se halla en la ciudad de Morelia, en el sótano de la iglesia de La Inmaculada (ubicada entre el Acueducto y la calle Bucareli, atrás del cuartel militar), que alberga una cenaduría que recibe todas las tardes y noches a cientos y quizás miles de personas que van a disfrutar un amplio menú: atoles, tamales, quesadillas, pozoles y las infaltables enchiladas placeras, con o sin pollo. Un verdadero banquete popular.

Conclusiones Basándonos en dos documentos históricos de la época de la Conquista Española, podemos suponer que en aquel entonces el pueblo purhépecha ya había inventado una cocina muy diversa y compleja, gracias a la disponibilidad regional de maíz alcanzada en un largo proceso de domesticación y evolución de esa planta. De acuerdo a la Relación de Michoacán, el maíz había dejado una huella profunda en su estructura social y política, sus prácticas culturales, la tecnología y la cocina característica del pueblo purhépecha. A su vez, el Vocabulario en lengua de Mechuacan de Gilberti nos proporciona referencias breves pero exactas sobre los nombres purhépechas de distintas comidas del Reino de Michoacán. Este es el caso de las curun-

Tamal, viene del vocablo tamalli, atole de atolli (atl =agua y toloa = comer o tragar) y chilaquil de chili (chile) y quilitl (quelite).

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das, el camata (atole), la atapaqua, el churipu , etc. Como pudimos apreciar, tales nombres tienen continuidad en los platillos contemporáneos de la cocina purhépecha michoacana. Es impresionante la continuidad en las técnicas de trabajo doméstico sobre el maíz michoacano, ejemplos de ello son las distintas maneras de transformarlo de materia cruda en objeto paladeable y digerible, y el proceso de nixtamalización indis pen sa ble para ela bo rar tor ti llas de bue na calidad; otra característica más es que en esta co-

cina se privilegian los vegetales, cuyo acceso fluctúa conforme el ritmo de las estaciones del año. Por último, pero no por ello menos importante, es que las labores de cocina constituyen un oficio femenino, que se adquiere por tradición oral en el espacio doméstico ampliado. En definitiva, el maíz es la base de la alimentación purhépecha, ya que en palabras de Berta Alicia Cruz, de Uruapan, “tiene que ver con la filosofía, con la forma de ver la vida de los purépechas” (Barros 2006:15).

Bibliografía

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Escuelas campesinas: formación e identidad Mauricio Macossay Vallado1 Bernardino Mata García2 María Virginia González Santiago3 Sinecio López Méndez4 David Delgado Viveros5 Atilano Ceballos Loeza6 Luis Antonio Dzib Aguilar7 Recibido: 23 de julio de 2008 Aceptado: 13 de noviembre de 2008 Resumen Este artículo es un ensayo de un grupo de profesores universitarios que participan en esfuerzos de formación campesina e indígena en varias partes de México. En él se presentan y analizan algunas experiencias de formación y los resultados de una serie de encuentros entre escuelas campesinas entre los años 2003 al 2006. El hilo conductor es la identidad campesina e indígena, la memoria y la resistencia, desde sus profundas raíces rurales y originarias en procesos educativos y de formación de personas para la vida y el trabajo, desde las necesidades concretas de los grupos sociales campesinos y frente al capitalismo neoliberal avasallante y excluyente de los tiempos actuales. Se está plenamente consciente de que se trata de acciones de apoyo y acompañamiento a procesos de formación campesina e indígena, desde concepciones educativas colectivas, liberadoras y profundamente éticas y comprometidas con los grupos sociales rurales mexicanos, lejos de las corrientes educativas en boga, que ven a los estudiantes como clientes a formar para los competidos mercados laborales que la mundialización ha impuesto. Palabras clave: educación, ética, memoria y resistencia.

Rural schools: education and identity Abstract In this essay, a group of university professors express their efforts in establishing peasant and indigenous education in several parts of Mexico. A series of experiences on education as well as results outcoming from several meetings among peasant schools are presented and analyzed. Those meetings took place

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Profesor del Centro Regional Península de Yucatán de la Universidad Autónoma Chapingo y de la Escuela de Agricultura Ecológica U yits ka´an de Maní, Yucatán. E mail: [email protected] Director del Centro Interdisciplinario de Investigación y Servicio para el Medio Rural y profesor del Departamento de Sociología Rural de la Universidad Autónoma Chapingo. E mail: [email protected] Profesora del Departamento de Agroecología e integrante del Centro Interdisciplinario de Investigación y Servicio para el Medio Rural de la Universidad Autónoma Chapingo. E mail: [email protected] Profesor del Departamento de Sociología Rural e integrante del Centro Interdisciplinario de Investigación y Servicio para el Medio Rural de la Universidad Autónoma Chapingo. Profesor del Departamento de Agroecología e integrante del Centro Interdisciplinario de Investigación y Servicio para el Medio Rural de la Universidad Autónoma Chapingo. E mail: [email protected] Profesor de la Escuela de Agricultura Ecológica U Yits Ka´an de Maní, Yucatán. E mail: [email protected] Profesor del Centro Regional Península de Yucatán de la Universidad Autónoma Chapingo y de la Escuela de Agricultura Ecológica U yits ka´an de Maní, Yucatán. E mail: [email protected]

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from 2003 to 2006. The common thread is peasant and indigenous identity, memory and resistance, coming from the deep rural and autochthon roots making part of education processes and people’s training for life and work. All these aspects viewed under the perspective of concrete needs of social peasant groups that face the dominant and excluding neoliberal capitalism from nowadays. We know that supporting actions and accompanying processes for peasant and indigenous education should take place in the framework of collective, liberating and deeply ethical conceptions of education, really committed to Mexican rural sectors. What should be kept apart are those trendy education actions that visualize students as future clients in the competing labor markets imposed by globalization. Key words: education, ethics, memory and resistance.

Este ensayo recoge y muestra un conjunto de opiniones y puntos de vista de un grupo de profesores de la Universidad Autónoma Chapingo y de la Escuela U yits ka´an, en torno a esfuerzos de formación campesina e indígena que, al revalorar las raíces rurales y originarias de nuestros pueblos, forman parte de los esfuerzos sociales de vida, trabajo y desarrollo rural sustentable que se dan en varias regiones del país, a través de algunas escuelas y de los encuentros entre éstas que se han realizado en los últimos años. En tiempos de privatización y mercantilización generalizada y sistemática de muchas de las principales actividades sociales, así como de una crecien te frag men ta ción y ex clu sión so cial, la educación enfrenta diversos procesos privatizadores y excluyentes desde varios frentes simultáneos; no sólo desde los organismos financieros multilaterales y los gobiernos conservadores, sino incluso desde instituciones y entidades sociales que consideran ahora que la educación debe ser mercantil, sujeta a los mercados y operada en la lógica del lucro y la ganancia; una educación que no es más un derecho social sino una mercancía en el mercantilizado y pragmático mundo de hoy, donde los estudiantes son “clientes” a formar para los competidos y no muy amplios mercados laborales específicos. Coincidimos en un concepto amplio de educación, visto como proceso de formación por medio de la acción docente, para desarrollar capacidades manuales, intelectuales y afectivas, en grupos de personas en diversos niveles, desde la cultura y las normas de convivencia propias de los grupos sociales a los que pertenecen. A pesar de la ola neoliberal que impone su lógica, persisten corrientes de pensamiento y acción 18 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

en instituciones y grupos sociales, que siguen considerando a la educación como un derecho social básico, que no debe ser de ninguna forma mercancía ni estar sujeta a los mercados; donde lo verdaderamente esencial es formar personas para la vida y el trabajo. Se concibe la educación como un proceso que coadyuva al desarrollo y perfeccionamiento de diversas facultades, habilidades y destrezas manuales, intelectuales y afectivas de los estudiantes, vistos como personas que son a la vez individuos y parte de grupos sociales y colectividades, que se forman por medio del pensamiento crítico y la ética, que retoma e impulsa valores humanísticos de solidaridad social, generosidad y espíritu de servicio, a partir de la reflexión ordenada y sistemática en torno a la realidad y sus múltiples expresiones, usando preceptos, ejercicios y ejemplos, en los que lo fundamental es educar la inteligencia y la voluntad individual y colectiva, perfeccionar y afinar los sentidos, con una clara vocación social colectiva.

En estas corrientes se ubican grupos que, en los márgenes del tan cambiado sistema educativo mexicano, trabajan muchas veces contra corriente,

Escuelas campesinas: formación e identidad

con mucha voluntad y creatividad, aunque con pocos y cada vez menos recursos económicos, en diversos esfuerzos educativos públicos que se mantienen en difíciles condiciones. Una de estas corrientes está formada por varios colectivos en el interior de instituciones educativas, como en la Universidad Autónoma Chapingo, y en grupos de la sociedad civil, que dedican importantes esfuerzos a la educación de campesinos y habitantes rurales, desde la idea freireana de la educación como parte de procesos e instrumentos de la liberación de la conciencia individual y social, de las ataduras y laberintos que el capitalismo neoliberal de hoy día pretende copar y controlar completamente. Este ensayo presenta conjuntos de ideas en tres partes, estrechamente interconectadas: La primera incluye esfuerzos de formación campesina, presentando los rasgos principales de las experiencias de la Escuela U yits ka´an de Yucatán y otros esfuerzos formativos, como los de la Cooperativa Tosepan Titataniske de Puebla, la SSS Sanzekan Tinemi de Guerrero, la Cooperativa Maxtum Naxcujau de Puebla, la Asociación Civil Ecosaberes del DF y la Cooperativa Unidad, Desarrollo y Compromiso de Morelos.

La segunda parte contiene información de los Encuentros Nacionales de Escuelas Campesinas, donde se muestran las características y resultados básicos de cuatro de éstos: el de 2003 en Chapingo, el de 2004 en Puebla, el de 2005 en Guerrero y el de 2006 en Yucatán. Y la tercera parte contiene un conjunto de reflexiones sobre la identidad y fuerza de las escuelas campesinas, donde se presentan y comentan una serie de elementos y relaciones que configuran la identidad campesina e indígena de las escuelas, sus fuerzas y debilidades, su gran potencialidad de desarrollo y permanencia, en un entorno especialmente complejo y difícil para experiencias de este tipo. La identidad campesina e indígena que se cultiva y recrea en las escuelas y en los encuentros entre éstas, es una fuerza constructiva que tiende hacia la autonomía y la autogestión social, hacia formas y vías de desarrollo rural sustentable con y para campesinos, donde los miembros de las comunidades educativas públicas tenemos especial responsabilidad en el apoyo y acompañamiento.

Esfuerzos de formación campesina Los campesinos mexicanos, muchos de ellos indígenas, principalmente en el Sur del país, tienen acceso limitado a la educación pública, sobre todo en los niveles superiores; ésta es de baja calidad y poca cobertura, con bajos índices de escolaridad rurales y campesinos y niveles formales de conocimientos y habilidades manuales e intelectuales, particularmente bajos. Por ésta y otras tantas circunstancias se encuentran en situación desventajosa respecto a los pobladores urbanos. Las familias campesinas, arrinconadas por profundos y vertiginosos cambios sociales y económicos, son sometidas a procesos de fragmentación y disolución que las excluyen más y más, que las obligan a migrar crecientemente y que los mantienen en pésimas condiciones de vida y trabajo. Entre ellas está la educación pública que reciben, aunque hay contadísimos esfuerzos de educación de otros grupos sociales, que les acompañan y apoyan. Hay diversos esfuerzos regionales y locales para brindar educación y formación campesina de calidad, liberadora, que rompa el círculo vicioso de la mala educación pública institucional rural, Revista de Geografía Agrícola núm. 41 / 19

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que forme eficazmente para la vida y el trabajo rural y campesino.

colaboradores diversos, que ha sido clave para su existencia, avances y éxitos.

A continuación exponemos algunas experiencias y esfuerzos de escuelas y programas de formación y capacitación campesina.

En esta escuela participan actualmente cuatro grupos: un equipo de tres presbíteros, tres subdirectores, cuatro cocineras y cuatro promotores, quienes organizan y llevan la vida cotidiana de la escuela; otro equipo de diez profesores del Centro Regional Península de Yucatán de la Universidad Autónoma Chapingo; otro equipo de ocho profesores de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de Yucatán, y un pequeño equipo de dos profesoras de la asociación civil APIS, más don Mario Euán, médico tradicional maya y un especialista en cuestiones de radio de la CDI, que participa en el curso de comunicación popular, así como para el apoyo en cuestiones de derechos humanos del Equipo Indignación.

La Escuela U yits ka´an La Escuela de Agricultura Ecológica U yits ka´an (Savia del cielo) de Maní, Yucatán, es uno de estos esfuerzos sociales de una organización civil, con importante participación y colaboración de dos universidades públicas, para la formación de campesinos de la península yucateca, principalmente mayas, pero que también ha incluido a campesinos mestizos e incluso pobladores urbanos de la región y de otras entidades del país. La Universidad Autónoma Chapingo, por medio del Centro Regional Universitario Península de Yucatán, y crecientemente de otros departamentos y estudiantes, fiel al espíritu aquel de principios del siglo XX, de servicio a los campesinos, forma parte importante de este esfuerzo de formación campesina para los mayas peninsulares rurales de la actualidad. La escuela U yits ka´an es ya una opción consolidada de formación y educación integral para campesinos, principalmente indígenas, a partir de la revaloración de sus formas, maneras y conocimientos locales para el uso y manejo de sus recursos naturales, económicos y sociales, adicionados de elementos y reflexiones de la agricultura intensiva moderna, agroecológica y orgánica, de manera tal que les permita impulsar y protagonizar procesos de cambio y desarrollo comunitario desde abajo. La escuela ha funcionado sin interrupción desde enero de 1996 cuando inició sus cursos, consolidándose y creciendo regionalmente, sobre todo hacia las comunidades rurales indígenas y mestizas de la península, y desarrollando amplios vínculos y re la cio nes re gio na les, na cio na les e internacionales que le han dado lo fundamental de su soporte. A contracorriente, salvando múltiples problemas y obstáculos crece, se consolida y se vincula. Es notable el esfuerzo concertado, colectivo, de su creciente comunidad de alumnos, egresa dos, di rec ti vos, pro mo to res, pro fe so res y 20 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

Los directivos, promotores y profesores junto con los alumnos y egresados constituyen una comunidad que ha crecido y se ha consolidado, superando algunos problemas y fricciones interpersonales, ya que ha predominado la ética, la entrega y el profesionalismo hacia el mismo fin: desarrollar una agricultura basada en las necesidades de las familias campesinas, al mismo tiempo que se respetan y protegen los recursos naturales y las tradiciones culturales. Ha sido un exitoso esfuerzo de colaboración interinstitucional entre presbíteros, dos universidades, la asociación civil APIS y la sociedad rural regional, donde convergen armoniosamente diferentes mentalidades, ideologías, creencias y prácticas, con la preocupación común de trabajar con y para los campesinos indígenas de manera participativa, fomentando una conciencia crítica hacia un manejo sostenible de los recursos naturales, sociales, económicos y culturales peninsulares, aunque esto implique en ocasiones navegar en aguas encontradas. Se brindan un total de 25 cursos talleres, con contenidos teórico-prácticos, técnicos, sociales y humanísticos, durante las 42 semanas en promedio, que incluye el ciclo escolar anual, recién ajustado a fines de 2006, para ser impartido de septiembre a agosto. Los cursos se agrupan en tres ejes interconectados: el eje Agroforestal conformado por los cursos de Milpa, Hortalizas, Ecología, Suelos, Abonos, Manejo de Huertos y

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Propagación de plantas, Manejo del solar y Sistemas agroforestales; el eje Agropecuario, con cursos sobre cerdos, conejos, aves, meliponicultura,8 apicultura y rumiantes; el eje Humano-Social que brinda los cursos de Medicina tradicional, Microenseñanza, Diagnóstico participativo, Elaboración de proyectos, Salud, Género y violencia, Historia de los mayas, Espiritualidad de la Tierra, Tradiciones y leyendas mayas, Lengua maya, Comunicación popular y Desarrollo rural. La escuela está creciendo regionalmente hacia las comunidades rurales peninsulares por tres caminos principales: 1) la formación de jóvenes en los cursos anuales; 2) el seguimiento y apoyo a los egresados en sus proyectos productivos, y 3) un conjunto interconectado de 14 granjas integrales campesinas por todos los rumbos de Yucatán. Durante los 11 años de trabajo se han hecho numerosos ajustes en los cursos para mantenerlos actualizados, mejorando su calidad a través de las reuniones semestrales y anuales de balance y evaluación, fortaleciendo el espíritu original y el sentido ético y humanístico de la formación que se brinda. Al finalizar el duodécimo ciclo formativo en agosto de 2007, se habrán formado casi 250 personas. Los avances alcanzados han sido responsabilidad de un conjunto más o menos armónico de factores, entre los que están el ejercicio compartido y colegiado de la dirección de la escuela y los liderazgos; el respeto a las diferencias y a los otros; el respeto al trabajo y método de los demás; el escuchar al otro, la tolerancia, la crítica, la autocrítica, la evaluación permanente; una estructura organizativa flexible y democrática que impulsa la participación colectiva, la pasión y entrega por el trabajo, la responsabilidad compartida y la persistencia. Así como el esfuerzo del conjunto de la comunidad: directivos, profesores, cocineras, alumnos, promotores, egresados y colaboradores. Algunos de estos atributos subjetivos son parte importante de lo humano, de los afectos, la entrega y la pasión, que tan ne ce sa rias son en proyectos alternativos y liberadores como éste. 8

La escuela no está a tono con las corrientes sociales dominantes. Es parte de la resistencia campesina, del construir para un mundo campesino y rural donde las personas no tengan que desaparecer o migrar o volverse obreros de maquiladoras, sino que puedan seguir siendo campesinos, productores rurales por cuenta propia, orgullosos de ser campesinos e indígenas, revalorando y aquilatando el guiarse por el sentido moral de uso y trascendencia social y no por el lucro, aunque eso sí, cambiando y ajustándose a las nuevas circunstancias. En la consolidación de esta escuela se ha insistido en los procesos de mejoría permanente de la calidad de la educación y la formación que se brinda, con atención a los cambios y ajustes que se operan en la sociedad regional para responder con prontitud y eficacia a ellos, especialmente a las necesidades de la población rural y campesina, buscan do la ac tua lización y el en ri que cimien to pedagógico y didáctico, aplicando métodos y formas liberadoras y creativas, buscando las formas de funcionamiento colegiado más efectivas, definiendo y midiendo mejor las habilidades y destrezas que se buscan en cada curso y en el conjunto de los mismos, generando mecanismos que permitan una estrecha y renovada vinculación e interrelación de los cursos, enfrentando con oportunidad y sensibilidad los problemas y fricciones de la convivencia cotidiana y apoyando los esfuerzos de promoción y organización comunitaria desde la escuela. ¿Cuál es la fuerza que subyace detrás del proyecto de la escuela? ¿Cuál es su pedagogía? ¿Cuál su espíritu? ¿En dónde reside su fuerza? Intentaremos responder a estas cuestiones exponiendo el entarimado que sostiene esta significativa experiencia. El respeto es nuestro punto de partida. Respeto en primer lugar a las personas que están involucradas en la experiencia. El respeto a lo diferente, al pensamiento crítico y subversivo. Aun cuando las instituciones y las personas que interactuamos, pensamos, creemos y nos posesionamos desde

Cría y manejo de las abejas nativas meliponas (Melipona beecheii) sin aguijón, que producen una miel con notables propiedades antisépticas y cicatrizantes y con buen precio en el mercado regional.

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puntos diversos, compartimos la decisión de acompañar a quienes esta sociedad capitalista neoliberal ex pul sa, se gre ga y mar gi na, ne gán do les importantes derechos sociales y elementales intereses.

quie nes cree mos en esta di men sión de las personas, en una espiritualidad que favorezca la formación de hombres y mujeres libres, críticos y capaces de denunciar todo tipo de enajenaciones que se nos pretenda inculcar. Si nuestro punto de partida es el educando y su entorno, necesariamente nos relacionamos con sus sentimientos y creencias religiosas, pero lo hacemos desde el respeto de sus expresiones y manifestaciones, muchas de ellas llenas de humanismo y comunitariedad, de relación fraterna y de una marcada veneración por la naturaleza. Aun cuando la teología de la liberación haya sido cuestionada por varios sectores de la iglesia oficial, creemos en su vigencia y necesidad, sobre todo en estos tiempos de marginación y empobrecimiento al que nos va llevando una sociedad neoliberal.

Y el respeto al medio ambiente porque creemos que existe una vital interrelación entre los distintos seres vivos y porque en estos tiempos de desprecio y descuido por el medio ambiente, hemos decidido ir a contracorriente y desde nuestra propuesta educativa, denunciar a este pensamiento voraz e irrespetuoso, excluyente y manipulador. Fomentamos el respeto a uno mismo y a sus convicciones. Respeto a quien es más vulnerable y frágil: los hombres y las mujeres del campo, acompañando sus emergencias y levantamientos. La pedagogía que ha dado vida y fundamento al proyecto educativo de U Yits ka’an, pretende ser una pedagogía liberadora y autonómica, inspirada en las propuestas freireanas. Estamos convencidos que si nuestro acompañamiento provoca una liberación de las ataduras que el sistema nos impone, estarán puestas las bases para que los educandos construyan y exijan su propia autonomía educativa, y por ende, un proceso autonómico, frente a la imposiciones imperantes. El respeto a la persona y su cultura ha sido un factor determinante en nuestro camino. En ese sentido y desde esa perspectiva, hemos encontrado en la espiritualidad de la liberación el vehículo a través del cual, nos explicamos el fenómeno religioso, que el pueblo maya peninsular lleva tan arraigado en el corazón. Decididamente optamos, 22 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

En definitiva, el entarimado que sostiene este proceso educativo es su antropología, su pedagogía y espiritualidad, así como su posición crítica frente al mundo y el respeto a los saberes de los educandos. Sobre esta base se construye una educación humanística y agroecológica que nos da las herramientas, no sólo para el sustento digno de los hombres y mujeres involucrados en el proceso, sino para denunciar y señalar que otro mundo es posible y necesario para nuestros tiempos y los venideros. Aún nos falta mucho, pero así miramos el horizonte.

Otros esfuerzos de formación campesina Un significativo esfuerzo de formación campesina local es el de la Cooperativa Tosepan Titataniske (Unidos Venceremos) de Cuetzalan, Puebla. Esta cooperativa participa con las comunidades de 10 municipios de la sierra nororiental de Puebla y, cuenta con 5 800 socios. Aspiran a formar una sociedad más justa fundada en sus antepasados; tienen diversas áreas de trabajo: vivienda digna, alimentación, negocios rentables y revaloración de la cultura náhuatl. El Centro de Formación parte de la capacitación del individuo para impactar en el bienestar de la familia, de la comunidad y de la región. Para la capacitación combinan la teoría con la práctica y la persona que es capacitada debe enseñar a otros, de esa forma el individuo se forma mejor.

Escuelas campesinas: formación e identidad

En el Centro de Formación se prueban las nuevas tecnologías, “aun al echar a perder se aprende”. Para los cooperativistas es fundamental favorecer la apropiación del conocimiento, la experimentación campesina partiendo del conocimiento empírico tradicional.

mestizos afectan más a la naturaleza al introducir la ganadería a diferencia de los totonacos. “El mundo se mueve con dinero y a través de proyectos tenemos que conseguirlo”, afirman asesoras de la cooperativa. Para la capacitación es necesario saber hablar como ellos hablan.

La cooperativa impulsa la educación ambiental a través de las Unidades de Educación Ambiental y de los Círculos de Reflexión y Gestión Comunitaria. Han puesto especial interés en los jóvenes para evitar que pierdan su sentido de pertenencia, Trabajan en la “Casa de los niños”, en el nivel preescolar, apli cando el mé to do Mon tes so ri, en la formación de los futuros dirigentes de la cooperativa. Y desde ese nivel, fomentan el amor a la tierra y cultivan la autoestima. Asimismo, tienen un proyecto de video indígena para evaluar y reforzar las actividades como una útil herramienta didáctica.

Ecosaberes, A.C. del Distrito Federal, trabaja actualmente 1 400 hectáreas libres de agroquímicos, de las cuales 95 están certificadas como parcelas orgánicas. Ecosaberes agrupa a 14 organizaciones, cada una de las cuales constituye un módulo de enseñanza campesina. En primer lugar se capacita a los productores para que ellos sean los capacitadores. Participan en una red de productores orgánicos y 101 de sus productos ya cuentan con el “sello verde”. Los productos provienen de 240 proyectos en marcha sobre agricultura orgánica. La producción diversificada les permite tener diferentes ingresos a lo largo del año. Un productor afirma: “He obtenido mi preparación técnica por la necesidad y la práctica, lo que cuesta se cuida… Hay que compartir lo que sabemos, por ejemplo a nuestros hermanos nahuas, (que) no son indios… ya hay que civilizarnos, llamarlos por su nombre. Hay que respetar a nuestra madre tierra, compartir y no aplicar la ley del azadón: todo para acá y nada para allá”.

La Sociedad de Solidaridad Social Sanzekan Tinemi, de Chilapa, Guerrero, trabaja con las comunidades de su región, donde, entre otros problemas, enfrentan el de la erosión del suelo y el importante gasto en la compra de semillas y pesticidas que no se producen localmente. Por ello han impulsado un Programa de Manejo de Recursos Naturales de impacto regional: con rotación de cultivos, selección de semillas y la creación de un fondo colectivo de semillas; actualmente manejan siete tipos de semillas, aunque a nivel regional hay más. Impulsan el manejo de animales de traspatio junto a la abonera, aunque en general las comunidades carecen de espacios amplios para criar animales de esta forma. En virtud de que se ubican en una región mezcalera y productora de artesanías de palma, la organización ya cuenta con la primera cava para mezcal y continúa impulsando un plan de manejo para la palma. La Cooperativa Maxtum Naxcujau de la Sierra Norte de Puebla, es una organización que trabaja con diferentes grupos, sin importar su filiación política. Trabajan sobre todo con niños con una visión totonaca. A través de la recuperación de los mitos se trata de encontrar la visión de la naturaleza; sin embargo, los totonacos no cuentan sus mitos, no comparten fácilmente cuestiones de su vida cotidiana, como por ejemplo, el consumo de carne de tlacuache y de armadillo porque está considerada como comida de pobres. Han observado que los

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Otra experiencia local campesina de formación, es la de la Cooperativa de Consumo "Unidad, Desarrollo y Compromiso", de Anenecuilco, Morelos. Es un movimiento social de trabajadores que agrupa a 1 000 cooperativistas, cuyo objetivo es producir para el consumo de sus propios socios, no para el mercado. El eje de la cooperativa es la educación: “Si haces planes a un año, siembra arroz. Si haces planes a 10 años, planta árboles. Pero si haces planes a 100 años, educa al pueblo”. La cooperativa distribuye sus productos sin quedarse con ganancias, todo el beneficio se le asigna tanto al productor como al consumidor. La cooperativa actualmente está aprendiendo a vivir sin la tutela del Estado y a producir alimentos sanos, ya que como ellos dicen “la primera mitad de la vida nos la pasamos trabajando para acumular dinero, y la segunda parte de la vida nos la pasamos gastando ese dinero para curarnos”.

Encuentros Nacionales de Escuelas Campesinas Como parte de los esfuerzos de vida y persistencia de las escuelas y de los programas de formación y capacitación campesina, para conocerse, conversar y animarse mutuamente, se han realizado hasta hoy cuatro fructíferos encuentros nacionales, que han servido para el intercambio de experiencias, puntos de vista, ideas e iniciativas, los cuales les han permitido no sólo reflexionar sobre el camino y rumbo que siguen, sino estar al tanto de cómo otros esfuerzos similares enfrentan diversos y complicados retos y problemas. Han sido cuatro encuentros entre 2003 y 2006, apoyados y acompañados por la Universidad Autónoma Chapingo, principalmente el CIISMER y el proyecto de investigación Escuelas Campesinas en México, Problemática y Perspectiva. El primer encuentro, 2003, en Chapingo, México El primer encuentro se llevó a cabo en Chapingo, en octubre de 2003, para conocer las experiencias de las escuelas campesinas en los métodos de capacitación y apropiación de tecnologías agroecológicas. De un directorio de 50 escuelas a nivel nacional se invitó a 18 organizaciones a compartir sus experiencias. Entre las organizaciones participantes estuvieron: Grupo de Estudios Ambientales, G E A , A. C.; Enla ce, co mu ni ca ción y 24 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

Capacitación A. C.; Fundación Agua y Medio Ambiente A. C.; S.S.S. Sansekan Tinemi de Chilapa, Guerrero, Escuelas de Campo del Sur de México; Red de Estudios para el Desarrollo Rural A.C.; Centro de Educación Campesina de la Unión de Comunidades Indígenas de la Región del Istmo (UCIRI); Centro de Capacitación Integral para Promotores Comunitarios, CECIPROC. A. C. de Oaxaca; Centro de Estudios Superiores Indígenas “KGOYOM” CESIK de la Organización Independiente Totonaca OIT; Sociedad Cooperativa Agropecuaria Regional Tosepan Titataniske, de Sierra Nororiental de Puebla; Centro Nahuatl de Educación Superior “Cuaut la toat zin”, Cen tro de Estu dios Superiores para el Desarrollo Rural, Promoción y Desarrollo Social, CESDER, A. C.; Proyecto de Desarrollo Integral Grupo “Vicente Guerrero” A. C., de Españita, Tlaxcala; Escuelas de Campo Manantiales- Huipiltepec, de Martínez de la Torre, Veracruz; Escuela de Agricultura Ecológica U yits kaán, de Maní, Yucatán, y la Escuela de Campo de los Productores de Laderas de la Región Mazateca de Oaxaca. Se propició el análisis de las experiencias presentadas, para retroalimentar tanto los procesos de enseñanza-aprendizaje dentro de las propias escuelas campesinas, como entre los participantes. Asimismo, fue un espacio de sensibilización para mostrar la capacidad creativa que los campesinos han desarrollado como una alternativa a las prácticas del extensionismo. Se presentaron diversas experiencias para la capacitación de campesinos bajo los principios metodológicos de enseñar haciendo y de la educación popular, colaborando en los procesos de formación de individuos a través de la motivación y dinámicas grupales, y fomentando el sentido de servicio. Se destacó la importancia de transmitir el conocimiento de campesino a campesino, como una forma de transmisión horizontal, donde se comparten experiencias con vecinos, familiares y compadres, con lenguaje sencillo y en la propia lengua de los campesinos, predicando con el ejemplo (enseñar-haciendo). Se busca el rescate de formas organizativas tradicionales como los tequios y faenas, y todo lo que se aprende, se aplica, valida y se extiende.

Escuelas campesinas: formación e identidad

En el método “de campesino a campesino” se enseña haciendo, se habla con las mismas palabras, los trabajos son siempre de acuerdo a las nece si da des de los pro pios cam pe si nos. La metodología se basa en enseñar algo que se pueda repetir. El trabajo siempre es primero en pequeño, los propios campesinos estiman los alcances de la innovación tecnológica. Se considera estratégico el rescate de variedades criollas por medio del intercambio y, posteriormente, adaptación a las condiciones locales. La capacitación va acompañada de un proceso para reforzar la espiritualidad, valores de solidaridad y respeto a la madre tierra. Al mismo tiempo se trata de formar jóvenes comprometidos con servir a su pueblo y a su organización. Las conclusiones generales de este primer encuentro, fueron: · Los jóvenes ya no quieren hablar ni vestir

como sus padres campesinos. · Ha sido pequeño el impacto de las escuelas

campesinas en México, hay que propiciar la reproducción de estas experiencias. · Es difícil que las organizaciones que pro-

mueven la capacitación campesina modifiquen sus prác ti cas de ex ten sio nis mo y transferencia de tecnología. · Es importante que se retomen las necesida-

des de las comunidades para establecer los programas de capacitación campesina. · Cuando las comunidades quieren hacer pro-

yectos, a veces no pueden; debe fortalecerse la relación con estudiantes universitarios para que apoyen en esa área. · Persiste el problema del individualismo en

las comunidades rurales. · Se sugiere no tratar de encontrar modelos

únicos para la educación y capacitación campesina, ya que somos diversos y pluriculturales. · Es importante darle institucionalidad a la es-

cuela de campo o escuela campesina, procurando que los productores sean los que estén al frente.

El segundo encuentro, 2004, en Cuetzalan, Puebla El segundo encuentro se realizó en la sede de la Cooperativa Tosepan Titataniske de Cuetzalan, Puebla, en octubre de 2004. Las escuelas campesinas y organizaciones sociales que participaron fueron: Centro de Formación Kaltaixpetanyloyan, de Cuetzalán, Puebla; Centro de Estudios Superiores Indígenas “Kgoyum”, de Huehuetla, Puebla; Centro de Capacitación Integral para Promotores Comunitarios, de Oaxaca; Escuela Ambulante de Otoño, de Chihuahua; Escuela de Agricultura Ecológica U yits ka´an, de Maní, Yucatán, Escuela de Cam po de ECOSUR, de Ta pa chu la, Chia pas; Escuela de Campo en Agrosistemas Citrícolas, de Martínez de la Torre, Veracruz; Centro de Apoyo al Movimiento Popular Oaxaqueño, de Oaxaca; Área de Capacitación de la S.S.S. “Sansekan Tinemi”, de Chilapa, Guerrero; Patronato Pro zona Mazahua, de Atlacomulco, México; Unión de Productores de Vainilla, de Papantla, Veracruz; Sociedad Cooperativa “La Luz de la Chinantla”, de Oaxaca; Sociedad Cooperativa Impulso Chenero, de Hopelchén, Campeche, Cooperativa de Productores de Pimienta “Jotiquetz”, de Chiapas; Sociedad de Producción Rural “Xuna Kapi”, de Puebla; Red de Ecoturismo Comunitario de los Tuxtlas, Veracruz; Comisariado de Bienes Comunales de Tuxtepec, Oaxaca; Comisariado Ejidal de Tecoanapa, Guerrero. Se coincidió ampliamente que el cultivo del maíz debe ser prioritario en los programas de desarrollo comunitario, puesto que es la base de la alimen ta ción del pue blo de Mé xi co. Ante las amenazas de los híbridos transgénicos procedentes de Estados Unidos debemos estar alertas para no permitir que se pierdan las variedades criollas, ya que constituyen la riqueza genética de la que disponen los campesinos para una gran variedad de formas en que elaboran sus alimentos. Los conceptos de escuela de campo y de campesinos experimentadores no sólo deben quedar como una identificación entre el grupo de promotores que coinciden en su aceptación, sino que debemos de precisar las diferencias metodológicas en que se basan sus resultados. Estamos de acuerdo en que no se trata de una competencia con los investigadores clásicos de la agronomía, pero a la Revista de Geografía Agrícola núm. 41 / 25

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vez, ellos deben entender que si han persistido algunas características tecnológicas, a pesar de los cambios que impone la modernización, es que existe un cuidadoso manejo de los recursos naturales bajo los sistemas campesinos, que les han permitido sobrevivir. Los analistas externos cuando opinan de los métodos seguidos por los campesinos experimentadores se guían muchas veces por discursos clasistas que critican a la agricultura de subsistencia, calificándola como depredadora de los recursos naturales; no obstante, las instituciones cuando no encuentran testimonios de sustentabilidad en las empresas capitalistas, acuden a las comunidades en busca de muestras culturales que reflejen un conjunto de prácticas productivas de mayor armonía con la naturaleza. Generalmente esta es una conducta seguida por la investigación institucional en los últimos años, ya que en los campos experimentales es imposible reunir los factores que le dan sentido a la realidad agroecológica y social, para que dichos resultados sean de aplicación inmediata en las comunidades de alta complejidad cultural. Si en alguna comunidad o grupo de trabajo se ha logrado descubrir una tecnología que ha resuelto un problema económico y ecológico, debe tomarse en cuenta bajo qué condiciones funciona y cuáles son los recursos que demanda, con el fin de adecuar sus características a las que se tienen en otro lugar; esta previsión es con el fin de evitar errores en la transferencia mecánica de dicho modelo. Las diferencias en los componentes de una tecnología pueden ser resueltos bajo otras formas de trabajo en menor o mayor tiempo. La validación de una tecnología es un problema que no siempre está en manos de los campesinos, ya que para ello se necesita la participación de es tu dian tes e in ves ti ga do res uni ver si ta rios, quienes por medio del servicio social, estancias profesionales, años sabáticos y proyectos de tesis, lleven a cabo investigaciones en apoyo a la tecnología campesina, en terrenos de los mismos productores. La experimentación campesina no se remite únicamente a ver la parcela de cultivo, sino al entorno ecológico donde se localizan las unidades de 26 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

producción, además se ubica en un sistema de relaciones de colaboración, de intercambio, de esparcimiento, de defensa territorial, política y cultural. Se experimentan sensaciones, emociones, expresiones y nuevas formas de educación y de convivencia. La diversidad productiva influye mucho en la alimentación, como una de las principales características de la supervivencia de los sistemas campesinos, pero lo que nos muestra hoy la globalización de la sociedad, es que necesitamos romper el aislamiento para vivir en un sistema de comunicaciones que nos acerque y nos mantenga unidos. La identificación cultural también debe ser una meta en esta etapa de la mundialización, donde tengamos cabida como un sector social que tiene la misión de preservar el ambiente natural y el conocimiento práctico para la producción de alimentos saludables. Las innovaciones logradas en una comunidad se tienen que valorar como un producto de la imaginación y la creatividad individual, pero a la vez corresponden a una tarea colectiva de la actividad pensante que cada uno de nosotros tiene que desarrollar, en función de un compromiso de apoyo mutuo adquirido en cada uno de estos eventos, en la que se analicen las perspectivas de los campesinos, en un contexto de desarrollo limitado por el capital y regido por un espíritu de egoísmo y alta competitividad mercantil. Debemos tener conciencia que los programas de ayuda externa de las instituciones oficiales y organizaciones no gubernamentales, no son duraderos. Los recursos son limitados y generalmente llegan fuera de tiempo; por consiguiente, la educación debe comprender que los procesos de cambio que se implementen con grupos voluntarios, no tienen que arrancar a partir de una cantidad de dinero, sino del trabajo que cada uno está dispuesto a aportar. De esta manera, nadie está obligado a aportar ni comprometer un recurso que no se tiene, es necesario que comencemos a valorar el tiempo destinado a la organización, esto es, antes, durante y después de la producción. La organización y la conciencia son dos elementos indispensables en los procesos de innovación cam pe si na de ri va dos de sus prác ti cas experimentales que han sido difíciles de conservar a través del tiempo. Es difícil mantener un alto gra-

Escuelas campesinas: formación e identidad

do de conciencia organizativa en forma independiente, ya que por lo general, está supeditada a la presencia de un técnico o promotor el que se atribuye o al que le asigna la función de organizador. Como estos agentes están sujetos a contratos, cuando los terminan salen de la comunidad y la organización también se acaba. Esta es una característica que dificulta el desarrollo de las organiza cio nes, por lo cual, el mejor mé todo para independizarse de un patrón organizativo es la práctica permanente de reuniones y asambleas, la asignación de tareas y valorar en todo momento nuestras capacidades de trabajo, para no proponernos metas difíciles de lograr con nuestros modestos recursos. Existe una diferencia muy marcada entre las escuelas que participaron en este encuentro; algunas de ellas son verdaderos centros de capacitación permanentes con grupos formales que siguen un programa curricular; otras se consideran núcleos de fomento técnico con menor estructura organizativa. La coincidencia está en la relación que el hombre ha mantenido con la naturaleza y la perseverancia que tiene por defender un espacio de libertad para no comprometer la salud ambiental. Lo que distingue a todas las escuelas campesinas es una relación institucional de apoyo y no de dependencia, dentro de la cual algunas están mejor asistidas que otras. No es cuestión de seguir los mismos métodos de integración, el tiempo y la proyección que cada una alcance en su entorno social, es la mejor garantía para su permanencia. Los productos orgánicos son la carta principal que debe distinguir a las escuelas campesinas. Es un hecho que la calidad de vida depende de una alimentación libre de contaminantes químicos. Algunas escuelas no han logrado obtener un certificado de sus productos con características orgánicas, ya que es un proceso costoso que lleva mucho tiempo; por lo tanto, se deben seguir normas generales en la selección de productos menos ofensivos para el medio ambiente, en el entendido de que la familia del productor es el primer consumidor que tiene que alimentarse sanamente. Debido a que las técnicas orgánicas demandan mucho trabajo y recursos naturales para ser aplicadas en gran escala en una superficie extensa, la

transformación de la agricultura convencional requiere de un proceso lento, que comienza a partir de los productos de mayor consumo en el núcleo familiar, tales como hortalizas, especias, plantas medicinales y frutales, sin perder de vista que es conveniente generar un excedente para un intercambio en el ámbito de la localidad y del grupo participante en las escuelas de campo. Es necesario que los asistentes que provienen de universidades se conviertan en promotores de café natural. En esos centros se consumen grandes cantidades de café que no tienen la calidad natural, por lo que se hace un llamado a las autoridades y organizadores de reuniones académicas y científicas, donde se ingieren grandes cantidades de café, para que consuman productos del campo y no de las industrias transnacionales, como la Nestlé. Es necesario que se conozcan experiencias de organizaciones nacientes para infundirles ánimos y que continúen su trabajo. Destaca el compromiso permanente de los involucrados en esfuerzos de este tipo por perseverar y ampliar nuestra visión de una nueva sociedad, llevando a la práctica las ideas del apoyo mutuo, más allá de las disciplinas profesionales específicas.

El tercer encuentro, 2005, en Chilapa, Guerrero El tercer encuentro se llevó a cabo en octubre de 2005 en las instalaciones de la Sociedad de Solidaridad Social Sansekan Tinemi, en Chilapa, Guerrero. La asistencia fue reducida, porque unos días antes el huracán Stan devastó buena parte del Sursureste del territorio nacional, lo cual impidió que los representantes de varias organizaciones y escuelas pudieran trasladarse a Chilapa. Sin embargo, seis escuelas campesinas y organizaciones sociales participaron. Entre los objetivos estuvieron el intercambiar y analizar estrategias de educación y capacitación en el desarrollo comunitario, así como analizar y valorar el impacto de éstas en el desarrollo comunitario. Se presentaron dos experiencias de manejo agroecológico de recursos naturales en las cuales es especialmente importante la capacitación camRevista de Geografía Agrícola núm. 41 / 27

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pesina, así como también varias experiencias de educación formal y no formal, basadas los planteamientos de Paulo Freire. La primera experiencia sobre el manejo agroecológico de recursos naturales la presentó el Grupo de Estudios Ambientales, asesores técnicos del área de reforestación de la S.S.S. Sansekan Tinemi, sobre trabajos en zonas de trópico seco y encina res ca rac te rís ti cos de las con di cio nes ambientales de la Sierra Madre del Sur de Guerrero,con los que se busca ordenar ecológicamente el manejo de recursos naturales y mejorar las condiciones del sistema agroalimentario de las familias campesinas de esta región. El Consejo Regional de la Sierra de Guerrero A.C. (CRECIG) expuso la segunda experiencia en torno al manejo sustentable de recursos naturales, que ha consistido en la conformación del consorcio CRE CIG-ECO LO GIC, en la Sie rra de Gue rre ro. Mediante la participación comunitaria de los ejidos que conforman la cuenca del Río Papagayo, y a partir de un diagnóstico participativo, se identifican los conflictos sociales y se diseñan estrategias para resolverlos, así como se reconocen las demandas ciudadanas y se proponen las estrategias para resolver la problemática ambiental, de manejo de recursos naturales de la zona y de educación ambiental que coadyuven al desarrollo regional sustentable. Una de las experiencias educativas expuestas fue la del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, con su propuesta de educación secundaria, en la cual se modifica el plan de estudio vigente en el sentido de considerar el entorno social de estudiantes indígenas que asisten a estas escuelas tomando en cuenta su cultura, medio ambiente y economía regionales, o sea “educando para la vida”. El CESDER presentó su modelo educativo de licenciatura en Planeación del Desarrollo Rural enfocado a la población campesina e indígena. La escuela se ubica en Zautla, en la Sierra Norte de Puebla, y tiene como eje identificar las necesidades regionales y generar las estrategias necesarias para que los alumnos aprendan resolviendo problemas que les son comunes. Además de aprender de los alumnos que asisten de toda la re28 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

gión, aprenden a trabajar en equipo y a ser autosuficientes. Esto se logra a través de: la construcción de situaciones de aprendizaje, la alternancia educación–producción, la apropiación de la palabra, el desarrollo del potencial de significación y la vida en comunidad educativa, lo que fortalece las perspectivas de equidad, sustentabilidad, interculturalidad y eticidad. Este proyecto tiene el apoyo y la participación de investigadores de diferentes universidades del país. Por su parte, la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA), presentó su propuesta de una universidad campesina, basada en los objetivos de identificar la problemática de los campesinos por los campesinos mismos, producción de conocimientos para satisfacer las necesidades básicas, traducir en proyectos los conocimientos que tienen los propios campesinos para resolver su problemática y necesidades y, por último, formar personas capacitadas y calificadas para poner en marcha y evaluar los pro yec tos ge ne ra dos. La es tra te gia educativa consiste en una pedagogía liberadora basada en los principios de Paulo Freire, lo que implica generar nuevos roles entre maestros y alumnos, así como entre escuela y sociedad. Esto se desarrolla por medio de la implementación de temas generadores, investigación-acción participativa, que se concretan en los ejes temáticos Historia y Cultura, Sociedad, Economía y Ambiente, Organización Campesina y Metodología, y Desarrollo Regional Sustentable y Políticas Públicas. Como última experiencia se expuso la propuesta de la Universidad Indígena de México, ubicada en el estado de Sinaloa, que tiene como modelo pedagógico el conocido como “relacional” o “aneregógico”, a partir de la base: “cómo los individuos se educan a partir de sus capacidades, para generar una educación crítica”. Dentro del tercer encuentro se llevó a cabo una mesa de estudiantes de diferentes instituciones educativas para discutir sobre el papel que deben jugar las instituciones de las que proceden y ellos mismos, en el proceso de enseñanza-aprendizaje en este tipo de escuelas campesinas. Finalmente, se concluyó en que la educación y la capacitación deben generarse en función de las necesidades y problemas que enfrentan los cam-

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pesinos, fundados en principios tales como la espiritualidad, equidad, comunitarismo, comunalidad, interculturalidad, eticidad, sustentabilidad y solidaridad. Los proyectos de futuro deben alimentarse de las experiencias de organización y proyectos productivos de organizaciones e instituciones interesadas en el proceso. El cuarto encuentro, 2006, en Maní, Yucatán El cuarto encuentro se efectuó en noviembre de 2006 en la Escuela de Agricultura Ecológica U yits ka´an de Maní, Yucatán, con el tema La Identidad de las Escuelas Campesinas. Las actividades del encuentro giraron en torno a las definiciones básicas de las escuelas campesinas, que conforman su identidad, su esencia, el cómo se expresa y se practica su quehacer educativo, con las principales formas y mecanismos que han seguido en su evolución y devenir.

Se conocieron y comentaron en especial las experiencias de escuelas campesinas nacionales y organizaciones invitadas, como el Centro de Formación Kaltaixpetaniloyan, de Cuetzalan, Puebla; la Comisión de Educación de la Sociedad de Solidaridad Social Sansekan Tinemi, de Chilapa, Guerrero; la Universidad Campesina del Sur, de Cuautla, Morelos; la Universidad Intercultural del Estado de México; la Escuela de Campo y Experimentación con Agricultores del Colegio de la Frontera Sur, Chiapas; la Escuela de Campo para Transferencia de Tecnología del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias; el Proyecto de Ecoturismo y Educación Ambiental Maxtum Naxcujau de Puebla; Hacia un Cooperativismo Diferente de Anenecuilco, Morelos; de la Organización de productores de Limón: Insurgentes Socialistas, de Veracruz, y el Grupo de Manejo de Recursos Naturales, de Epizotlán, Morelos.

Participaron en el encuentro representantes de 19 organizaciones campesinas y rurales, de escuelas campesinas de varias partes del país (Guerrero, Morelos, Hidalgo, Jalisco, Puebla, Zacatecas, Estado de México, Veracruz, Tabasco, Chiapas, Campeche y Yucatán), así como estudiantes de la escuela U yits ka´an, de Agroecología, Sociología Rural y Zonas Tropicales de la Universidad Autónoma Chapingo y estudiantes de Agroecología de la Universidad de Yucatán. Se intercambiaron experiencias, puntos de vista, propuestas e ideas sobre los avances, problemas, retos y posibilidades de las escuelas y de los diversos esfuerzos de formación campesina. Organizado y cofinanciado por la escuela U yits ka´an y la Universidad Autónoma Chapingo,9 con participación de la Universidad de Yucatán, se llevó a cabo en un ambiente de fraternidad y de discusión crítica y creativa. Se inició con una sencilla ceremonia religiosa maya, donde un Xmen, sacerdote maya, pidió a los dioses su anuencia para la realización del encuentro; ceremonia que quedaría abierta para ser cerrada la noche del último día, en la clausura. 9

Asimismo, se conocieron las experiencias, avances y definiciones identitarias de la Escuela U yits ka´an de Maní, Yucatán; del Centro de Formación Indígena y Campesina de Calakmul, Campeche, y del Grupo de For ma ción Cam pe si na Indígena de Chacsinkín, Yucatán. Dentro del encuentro se realizaron un conjunto articulado y simultáneo de talleres participativos sobre Identidad y Milpa Tradicional, Identidad y Agricultura de Solar, Identidad y Mujeres en el De-

El Centro Interdisciplinario de Investigación y Servicio para el Medio Rural (CIISMER), el Centro Regional de la Península de Yucatán y los Departamentos de Agroecología y Sociología Rural.

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sarrollo Comunitario, Identidad y Vinculación de las escuelas con su entorno regional y nacional e Identidad y Estudiantes de Agroecología. Este último taller derivó en una reunión donde jóvenes campesinos peninsulares estudiantes de la escuela U yits ka´an dialogaron e intercambiaron experiencias y puntos de vista con estudiantes de Chapingo y de la Universidad de Yucatán.

Se brindó también una conferencia sobre la historia del pueblo maya peninsular, que se enfocó hacia la memoria y la resistencia desde la Conquista Española del siglo XVI, pasando por los levantamientos indígenas del siglo XVIII y la Guerra de Castas del siglo XIX, hasta llegar a la resistencia de nuestros días. Asimismo, se realizó una visita guiada a la antigua ciudad maya prehispánica de Uxmal, para conocer más de cerca algunas de las principales manifestaciones de la gran cultura maya y sus supervivencias. Se recorrió la ciudad comentando los vestigios y formas de vida y trabajo antiguos, cómo muchas de ellas todavía persisten y animan la vida de los mayas de hoy, abonando a la cuestión de la identidad regional y nacional indígena y de las escuelas campesinas. Se redondeó el encuentro con una discusión sobre la identidad y sus diversas expresiones, precedido por una plática introductoria de la identidad desde lo étnico y lo indígena maya. Existieron coincidencias en comprender que la identidad no sólo está en el hacer y construir opciones de vida y desarrollo sustentable y justo desde las profundas raíces indígenas, sino que también implica el reconocimiento y respeto a los otros, en el marco de la diversidad social y cultural del pueblo mexicano. Que lo distintivo de la identidad de las escuelas campesinas está en enseñar y educar con base en 30 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

las culturas indígenas regionales, con identificación y compromiso reales con las clases y grupos sociales originarios y más humildes. El encuentro se cerró con la presentación de las relatorías de los talleres, acuerdos y conclusiones generales del encuentro, para dar paso a una ceremonia religiosa maya solemne de clausura, terminando con una vaquería, fiesta regional mestiza yucateca, con música de jarana y variados antojitos regionales. La parte culminante de la ceremonia de clausura del encuentro fue la siembra de una estela maya original, esculpida en piedra con glifos mayas, bendecida por un Xmen (sacerdote maya tradicional), conmemorativa del décimo aniversario de la fundación de la escuela U yits ka´an, como se hacía antiguamente, antes de la conquista española, ante hechos históricos de especial relevancia. La raíz maya y campesina sigue viva recreándose y avanzando. Cuatro significativos encuentros nacionales en cuatro años dan cuenta no sólo de un esfuerzo de enlace y comunicación entre las diversas escuelas campesinas que pugnan por mantenerse, consolidarse y crecer, sino también dan cuenta de la persistencia de estos esfuerzos, sabedores que

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enlazados se puede hacer más porque se necesita hacer más y mejor. Identidad y fuerza de las escuelas campesinas Las fuerzas, como las debilidades, de las escuelas campesinas están en la identidad campesina e indígena profunda que les da vida y permanencia, en las formas que asume y en cómo cambia, se ajusta, expresa y sobrevive. La identidad se ve como el conjunto de rasgos propios que caracterizan y hacen particular a una colectividad, frente a sí misma y ante otras colectividades. Es la conciencia que ésta tiene de ser ella misma y el hecho de buscar ser alguien con ideas, proyectos de vida y vías de desarrollo propios. El saber quién y qué se es, ayuda a permanecer, guía el esfuerzo y alimenta los planes y proyectos. La identidad es memoria en todos los casos, individual y colectiva. En todas las clases y grupos sociales subalternos, oprimidos y explotados, la identidad es resistencia, es recordar para vivir y para construir, es retomar las raíces e ir hacia adelante. La identidad campesina indígena es resistencia y memoria. Por eso la identidad de las escuelas campesinas es también resistencia y memoria. Los pobladores, antiguos y actuales, de las tierras campesinas e indígenas conservan en la mente y en el corazón, relatos de sus mayores, sus mitos de origen, su forma de ver, entender y plantarse frente al mundo. Conservan el inicio de su vida socializada, la fundación de sus pueblos y ciudades, inclusive conservan de esa manera, su medicina y agricultura, así como sus ritos y prácticas religiosas, entre otras tantas cosas. Desde la conquista española una de las preocupaciones de los grupos dominantes ha sido procurar que el olvido y la amnesia, sea "el pan nuestro de cada día”. En todos los rincones y de todas las maneras posibles han hecho grandes esfuerzos por borrar de un tajo todo aquello que invite al recuerdo y a la memoria. Incinerar la memoria es manía de conquistadores y dominantes. Obligar a olvidar, quemar la memoria, porque en realidad, es la memoria la que quema, y es entonces cuando se vuelve peligrosa.

Al cabo de más de 500 años de imposición de dioses, lengua, modos y regímenes económicos y políticos, no se han podido cambiar del todo las antiguas creencias de las comunidades indígenas ni sus modos de vivir, trabajar y transmitir conocimientos y habilidades. La identidad indígena es vestimenta, lengua, cultos, fiestas y ceremonias, medicinas, educación, alimentación, diversión y más. El trabajo con la tierra y su manera de relacionase con ella es el cordón por el que transmiten valores culturales. Los pueblos indígenas que han sido víctimas del mayor despojo de la historia, siguen sufriendo la usurpación de los últimos restos de sus tierras, y continúan condenados a la negación de su identidad diferente. Se les sigue prohibiendo vivir a su modo y manera, se les sigue negando el derecho de ser. Sin embargo, en esa identidad prohibida y despreciada fulguran todavía algunas claves de otra América posible. América, ciega no las ve. pues su memoria ha sido mutilada por el racismo. Seguimos actuando como si fuéramos hijos de Europa y de nadie más. La resistencia campesina e indígena popular, es vista como el conjunto de elementos y relaciones sociales, que se expresan en mecanismos y formas de vida, trabajo e identidad, que van desarrollando y ajustando de manera constante los diversos grupos sociales dominados, subordinados, subalternos, frente al orden y los mecanismos que los controlan, frente al Estado, los grupos sociales dominantes y quienes ejercen el poder y la dominación. La conciencia social es, como afirma Bourdieu en su concepto de habitus o cuerpo habituado, el esquema básico de percepción y pensamiento duradero de lo social, interiorizado en los individuos, aprendido de manera no consciente y que sirve para vivir y actuar, aunque reproduciendo sin mayor razonamiento, las condiciones y características en que se produce y se mantiene tal esquema. Hay varios habitus: el primario que brindan la familia y los primeros años de vida, y los secundarios, que se van generando y asumiendo en el desenvolvimiento de las personas y los grupos sociales. Hay habitus para los dominadores, según la posición que ocupen en el poder, hay habitus para las llamadas clases medias y habitus para las clases y gruRevista de Geografía Agrícola núm. 41 / 31

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pos populares, tan variados como las condiciones concretas de vida y trabajo de cada uno de ellos, los territorios, espacios, estructuras y devenir histórico particular. Pero son esquemas, producto y fruto de las profundas contradicciones sociales y sus tendencias encontradas, que sirven para la dominación, pero también para la resistencia. Ver estos habitus, como esquemas básicos, ayuda a comprender la compleja dinámica social, de la dominación y de la resistencia para el mantenimiento y el cambio del orden social y económico establecido.

riencias históricas y de sus identidades profundas como actores sociales. Son las identidades profundas las que les dan el sustento básico para convertirse y actuar como sujetos del cambio, del desarrollo, cuando logran trascender el descontento y la inconformidad con proyecto y fuerza, a partir de procesos de autoconciencia, en la acción individual y colectiva que construye formas de poder social frente a las relaciones dominantes y lo transforma en las mentes y en el actuar social, generando nuevas relaciones que desenmascaran los hechos y situaciones que el capital y el orden establecido disfrazan y ocultan; refuerza las solidaridades, la autogestión y la autonomía e independencia respecto del Estado, del capital y de todas las fuerzas que lo inducen a la sumisión y al conformismo social, trascendiendo los largos años de opresión y resignación (Almeyra, 2003) A modo de conclusiones

La resistencia popular es lucha contra el orden que los oprime y explota, contra la dominación, contra el capital; es económica, social y cultural, aunque principalmente política. Se da por medios y mecanismos políticos, disputando los espacios sociales de decisión y manejo de los recursos, intentando siempre mover a favor de quienes luchan las relaciones de fuerzas entre los diversos grupos sociales interactuantes. Los medios y mecanismos que utiliza muchas veces son ocultos, soterrados, no del todo evidentes. Es lo que autores como James Scott llaman la infrapolítica, la política de los dominados, los subalternos. Las vías concretas de resistencia, organización y construcción de opciones populares parten de lo que conocen y han experimentado, de sus expe32 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

Las escuelas campesinas tienen una base identitaria común compartida, cimentada en las raíces, usos y costumbres de los grupos campesinos regionales que participan en ellas, indígenas y mestizos. Dichas bases tienen como rasgos principales su apego a la tierra, vista como madre, como dadora de vida y alimento, una profunda religiosidad con rasgos indígenas y cristianos con una fuerte interacción entre las personas, las colectividades a que pertenecen y los dioses que los rigen, así como un sentido moral de vida y trascendencia, que organiza la vida individual y colectiva, tanto en los espa cios co ti dia nos, como en los mo men tos especiales de celebración y cambios. En la rica discusión sobre la identidad de las escuelas campesinas en el cuarto encuentro, destacan dos de las múltiples opiniones al respecto: La identidad de las escuelas campesinas es la fusión entre todos los seres vivos que de manera consciente o subconsciente convergen entre sí, la identidad conlleva la autenticidad, sobresale definitivamente por su práctica. Esto significa que para encontrarse y converger los integrantes de las escuelas campesinas no necesariamente deben pensar igual, es más, pueden incluso pensar diferente y complementarse, pero siempre con un mismo objetivo "producir en armonía con la naturaleza". En las escuelas campesinas caben todos

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y todas, los campesinos, las campesinas, los técnicos y profesionistas vinculados al sector rural, las instituciones públicas y privadas, pero sobre todo deben caber los niños y las niñas; si logramos inmiscuir desde temprana edad a la sociedad, entonces podremos garantizar escuelas campesinas con identidad humanista. Ahora bien, la identidad no debe ser estática, debe evolucionar, en consecuencia, la identidad deber ser perfectible diacrónicamente. Identidad es una responsable capacidad de respeto constante y manifiesto de nuestra ética cultural (personal). Integra las culturas nacionales de la tierra y defensa del trabajo y lo colectivo de la organización, se retoma del campesino y del maestro, de la voz y del sentimiento. La humanidad se identifica con la organización: solidaria y cooperativa; es el éxito colectivo, que nos une e identifica, es edificar en la construcción de los actos y materializar a través de la práctica. Nunca hay que despreciar el poder de la humanidad que arremete contra la soberbia; esta radica en la identidad de los pueblos y el equilibrio entre orgullo, humildad, dignidad rebelde. El éxito y la libertad en comunión es mejor de menos a más. Nos une al acto más revolucionario que hay: la mujer por sí misma y la siembra.

La identidad campesina, indígena y mestiza, rural, moral, mientras más clara y fuerte es y mientras más definida y consciente se tenga, guía mejor

los pasos que se van dando, permite construir planes y proyectos e irlos concretando. Lo campesino, indígena y/o mestizo, y los procesos de concientización y adecuación a la cambian te rea li dad re gio nal y na cio nal, ante las adversidades y el desarrollo del capitalismo, son parte de las formas de vida, resistencia y trascendencia que caracterizan a muchos de los grupos rurales del país, quienes arrinconados por la modernidad neoliberal, sus vertiginosos ritmos y sus profundos cambios y desestructuraciones, se ven obligados materialmente a refugiarse en lo que conocen del mundo, que son precisamente sus raíces y costumbres, sus tradiciones y maneras de ver, vivir y trabajar. Pero refugiarse en lo conocido no basta, ante la violencia y la rapidez de los procesos de fragmentación social a que se ven sometidos. No es suficiente si no se retoman las raíces y se recrean, transformándolas de coordenadas precisas en rumbo e impulso de acción social autónoma y autogestiva, que les permitan construirse como sujetos sociales, con proyecto y aliento propio, ya no a la cola de la modernidad, sino bregando desde sus comunidades y maneras en las olas del embravecido mar de la sociedad globalizada de la actualidad. Las identidades populares y sus diversos y múltiples componentes, son elementos claves para poder entender la resistencia, ya que es en ella donde está buena parte de las posibilidades de acción y de cambio social, de cómo se ven a sí mismos y a los demás grupos sociales, especialmente a los dominadores, lo que a su vez depende en buena medida, de las expectativas y formas que adopten en su accionar. La dignidad y el sentido de resistencia y rebeldía son parte de las identidades profundas de los grupos sociales, particularmente de los dominados y subordinados, precisamente por las condiciones que les impone la dominación, que establece los llamados límites para dominadores y dominados, que no pueden transgredirse sin ocasionar serias consecuencias, movilizaciones y movimientos sociales, pero siempre están en tensión permanente y tienden a probar hasta dónde pueden acercarse y tal vez mover dichos límites. Revista de Geografía Agrícola núm. 41 / 33

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La formación campesina, en esta idea de identidad hacia delante, es más que la simple educación o procesos de enseñanza-aprendizaje unilaterales, de instrucción para la obtención de unas cuantas habilidades y destrezas que capaciten a la gente para entrar y competir individualmente en el mundo laboral, es la formación de personas, como parte de colectividades, mediante procesos multilaterales de interacción compleja, de interrelación entre estudiantes y profesores, enseñar aprendiendo y aprender enseñando, entre actores sociales que aspiran a convertirse en sujetos con impulso propio y deseos de autogestión. Los encuentros de escuelas campesinas alimentan los tan necesarios procesos de reflexión y evaluación de lo que se hace, el cómo y los resultados que se van alcanzando; permiten que cada una de las experiencias y grupos se vea a sí misma viendo a las demás, compartiendo ideas, experiencias, maneras y ritmos, para renovarse y avanzar.

las prácticas de manejo utilizadas; b) en un íntimo conocimiento físico-biótico del medio por parte de los productores; c) en la utilización apoyada por una educación no formal para la transmisión de los conocimientos y de las habilidades requeridas; d) en un acervo en las mentes de la población agrícola. (Hernández X., 1980).

Ejemplos evidentes de este tipo de agricultura son la milpa tradicional yucateca y el cultivo de la chía en Guerrero, Puebla y Jalisco, entre otros (Hernández , 1994). Sin embargo la agricultura tradicional tiene limitaciones como: A. El método empírico para generar conocimientos es lento e inseguro por falta de cuantificación y registro de las observaciones. … B. La transmisión de conocimientos es débil en su continuidad … C. Ante una demanda urgente de mayor producción el método empírico no es capaz de generar una respuesta rápida. (Hernández X., 1980).

Es en las limitaciones señaladas donde los agentes de cambio formados en las escuelas campesinas, pueden participar acompañando a las familias rurales en su superación.

En las escuelas campesinas la educación brindada busca colaborar activamente en la formación de agentes de cambio para la agricultura tradicional. Agentes de cambio vistos como personas que trabajan para “… superar el conocimiento, preponderantemente sensible, por un conocimiento que, partiendo de lo sensible, alcanza la razón de la realidad” (Freire, 1997). En este proceso de educación dialógica se considera como … agricultura tradicional al uso de los recursos naturales basado: a) en una prolongada experiencia empírica que ha conducido a configurar los actuales procesos de producción y 34 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

Para la formación de los sujetos de cambio se considera necesario que reconstruyan sus conocimientos empíricos en las prácticas productivas, los complementen con conocimientos teóricos y manejen las innovaciones tecnológicas factibles y pertinentes, que tengan como finalidad el bienestar de las familias que producen y consumen los productos agroforestales. En el curso “Milpa tradicional e innovaciones tecnológicas” que se imparte en la escuela U yits ka´an, se hace especial énfasis en lo dicho líneas arriba, intentando la reconstrucción del conocimiento de la milpa tradicional, vista como forma de vida y un proceso productivo en continuo cambio que en la actualidad demanda innovaciones agrícolas en sus manifestaciones técnicas, económicas y sociales. Se promueve que los educandos vean en sus principales aristas situaciones concretas objetivas, reales, de sus prácticas en la milpa tradicional, para que captándolas críticamente, actúen también críticamente en las prácticas que se les ofrecen en la escuela y en su vida diaria. En

Escuelas campesinas: formación e identidad

otros términos se recrean los planteamientos del educador Paulo Freire, buscando formar a los sujetos de cambio desde las técnicas didácticas utilizadas en las clases y en las prácticas de campo.

que le dan los propios grupos campesinos e indígenas es esencial, el construir desde las raíces y de manera crítica para el hoy y el mañana.

La identidad campesina e indígena que se cultiva y recrea en las escuelas y en los encuentros entre éstas, es una fuerza constructiva que tiende hacia la autonomía y la autogestión social, hacia formas y vías de desarrollo rural sustentable con y para campesinos. El esfuerzo educativo que se realiza es grande, significativo y altamente trascendente. La participación de grupos de académicos de instituciones de educación superior públicas en estos procesos ha sido especialmente útil y relevante, para los fines y necesidades propias de la sociedad rural y de los campesinos mexicanos, pero el impulso social

Bibliografía

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Revista de Geografía Agrícola núm. 41 / 35

Políticas públicas sobre frijol y apertura total del TLCAN Nicolás Morales Carrillo1 Recibido: 2 de septiembre de 2008 Aprobado: 10 de octubre de 2008 Resumen En esta investigación se hace una revisión documental y estadística sobre la producción de frijol en México y en Estados Unidos, así como de la evolución de las importaciones de frijol. En segundo término se describen los programas de apoyo a la producción y comercialización del frijol, aplicados como políticas públicas de desarrollo. En tercer lugar, se describen las estrategias de organización y comercialización de los productores de frijol para entender en qué medida les han servido para comercializar sus cosechas en mejores términos. Como conclusión general se puede afirmar que los programas de fomento al frijol responden parcialmente a la problemática, los presupuestos destinados son significativos pero insuficientes, el diseño de las políticas burocratiza los programas, la ejecución no ha estado exenta de corrupción por parte de los operadores y el grado de eficacia no ha sido suficiente para integrar adecuadamente la red de valor, donde todos los participantes ganen y el consumidor pague un precio justo. Palabras clave: organización, mercados, frijol.

Public policies on beans and total opening of NAFTA Abstract Firstly, this research consists of a review of documents and statistics on the production of beans in Mexico and the United States, and studies the evolution of bean imports Secondly it describes the programs to support the production and marketing of beans, applied as public policies for development. Thirdly, we analyze the organization and commercialization strategies adopted by bean producers, so as to understand the extent to which they have served to sell their crops at better conditions. As a general conclusion we can affirm that enhancing programs for bean crops partially respond to the problem. The budgets are significant but insufficient, the design of policies bureaucratizes the programs, the implementation has not been free of corruption by operators, and the degree of effectiveness has not been enough to integrate the value network properly, a network where all participants benefit and consumers pay a fair price. Key words: organization, markets, beans.

Motivado por la crisis de la deuda externa en la década de los ochenta, y después del ajuste estructural para abandonar el modelo de una economía protegida donde el gobierno realizaba muchas funciones económicas, se llegó al modelo neolibe1

ral en el que la apertura de los mercados, se suponía, fomentaría de mejor manera el desarrollo económico. Bajo esta nueva visión, se dijo vendría la modernización del sector agropecuario y forestal en México (Téllez, 1994); con ese argumento y

Profesor Investigador de la Universidad Autónoma Chapingo-CRUCEN, miembro del Programa de Investigación PISRADES. Email: [email protected]

Revista de Geografía Agrícola núm. 41 / 37

Morales Carrillo, Nicolás

para disminuir el gasto público se desmantelaron diversas instituciones que apoyaban el campo, entre ellas Conasupo, quien hasta 1995 compraba a precios de garantía buena parte de las cosechas de maíz y frijol. Sin embargo, la ausencia de Conasupo puso de manifiesto que los productores de frijol no sabían comercializar y se hicieron evidentes diversos problemas estructurales, que hasta la fecha no se resuelven del todo. Según lo acordado en el TLCAN, para el primero de enero del 2008 se eliminaron totalmente los aranceles y se abre la frontera para importar frijol de Estados Unidos y Canadá, lo cual genera la discusión sobre la soberanía alimentaria y la posibilidad no remota de destruir la base productiva nacional, ya que los productores temporaleros de México no podrán competir en igualdad con productores que tienen mejores condiciones agroecológicas y de subsidios. Conscientes de ello, los productores de los diversos estados productores de frijol iniciaron en 1999 una serie de reuniones para organizarse y solicitar apoyos al gobierno y lograron constituir las Integradoras Estatales de Productores, el Consejo Mexicano del Frijol y el Consejo Nacional del Sistema Producto (Ramírez y Morales, 2004). A través de estas figuras asociativas, las organizaciones de productores han recibido recursos y operado programas gubernamentales, y si bien éstos han representado avances, aún no se tiene una solución completa para mejorar la productividad y la comercialización del frijol en México, en el contexto de la economía global. La situación actual en el mundo muestra que el libre comercio no es la solución para lograr un nivel de seguridad alimentaría, ya que al cambiar las estrategias de los países proveedores de algún alimento, se corre el riesgo de quedarse sin abasto, se da la especulación y se generan procesos inflacionarios. En enero del 2007, México registró “la crisis de la tortilla” por el desabasto de maíz blanco, y durante el año 2008 a nivel mundial hubo déficit de maíz, arroz, trigo y otros alimentos. Esto muestra que todos los países deben cuidar su base productiva nacional para no perder la soberanía alimentaría ante los cambios bruscos de los mercados y el aumento de los precios en los alimentos. 38 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

Derivados de la globalización diversos factores están influyendo sobre el aumento de los precios en los granos y oleaginosas, de acuerdo con Trostle (2008) por el lado de la demanda hay un incremento en la población mundial, rápido crecimiento económico de algunos países como China e India y se tiene mayor consumo de carne, lo cual demanda de granos para forraje; el aumento en la producción de biocombustibles requiere de maíz y oleaginosas que disminuyen la disponibilidad de granos para alimento; el dólar se ha devaluado, lo cual motiva las importaciones de países en desarrollo y se están dando compras agresivas por parte de los importadores. Por el lado de la oferta se registra una menor tasa de crecimiento en la producción, la escalada de precios en el petróleo aumenta los costos de producción de los cultivos, se han registrado condiciones climáticas adversas y se dan políticas proteccionistas de los países exportadores para asegurar su abasto interno. A catorce años del TLCAN y ante el cambio en el uso del maíz y oleaginosas para producir biocombustibles en los países desarrollados (Westcott, 2007), lo cual ha provocado una escasez relativa de alimentos con la consecuente alza en los precios, es necesario analizar las políticas de fomento a uno de los cultivos básicos e indispensables para la alimentación de los mexicanos, como lo es el frijol. De acuerdo con Bardach (1998), para analizar o diseñar una política es necesario primero tener bien claro el problema que trata de resolver la acción pública; las causas del problema y la dimensión del mismo también deben quedar identificadas. En segundo término se definen los objetivos de la política. Luego se analizan las estrategias de intervención para solucionar el problema, las cuales constituyen las opciones de política. Finalmente, se fijan criterios que permitan valorar los resultados asociados a cada estrategia, se proyectan los resultados o efectos de la intervención y se valoran los costos y beneficios de la política. Subirats (1995) afirma que un programa de desarrollo puede evaluarse en términos de su legalidad, legitimidad, presupuesto, efectividad, eficacia y en general por su capacidad para dar respuesta a las necesidades de la sociedad.

Políticas públicas sobre frijol y apertura total del TLCAN

Cuando la evaluación de un programa público se lleva a cabo con el único fin de ver si se han alcanzado las metas internas como el ejercicio del presupuesto, el control administrativo o la entrega de informes, fácilmente la política puede ser calificada como éxito o fracaso; sin embargo, se estaría dejando de lado la oportunidad de ver la evaluación como un proceso de aprendizaje, en el cual todos los involucrados pueden aportar sus puntos de vista divergentes para conocer los cambios en las relaciones entre instituciones y sociedad, detectar situaciones no anticipadas, proyectar impactos de largo plazo, identificar transformaciones internas de la organización y externalidades del programa, de tal manera que después del análisis se llegue a un mejor diseño de políticas. De acuerdo con Subirats (1995), los errores de las políticas no deben ser condenados sino vistos como fuente de información e indicios para hacer las correcciones pertinentes. La evaluación como proceso de aprendizaje social implica analizar las políticas públicas clarificando muy bien los problemas que intentan resolver, los roles desempeñados por todas las personas involucradas desde su diseño, aplicación y la evaluación misma, los patrones de actuación de los involucrados, cómo interactúan, cuáles son sus argumentos y supuestos, compilar las experiencias y contrastar los hechos con los argumentos; finalmente la evaluación debe aportar elementos para hacer los ajustes necesarios en la ejecución del plan. Todo ello hace de la evaluación un instrumento útil para el mejor diseño de políticas. Guerrero (1995) establece la evaluación de las políticas públicas como una forma de rendición de cuentas de los gobiernos. Actualmente la sociedad valora a sus gobernantes no sólo por la cantidad de obras realizadas, también existe interés creciente sobre temas como la equidad de género, justicia social, derechos humanos, eficiencia, eficacia, calidad de los servicios, pertinencia, justificación moral de las obras y el grado de responsabilidad de los funcionarios. De acuerdo con Guerrero (1995), existen cinco enfoques para la evaluación de políticas públicas: descriptivo, clínico, normativo, experimental y pluralista. El análisis de este trabajo se basa en el primer enfoque.

Para esta investigación se hace una revisión documental y estadística sobre la producción de frijol en México y en Estados Unidos, así como de la evolución de las importaciones de frijol, con el fin de conocer su oferta y relacionarla con las estrategias de organización de los productores. En segundo término se describen los programas de apoyo a la producción y comercialización del frijol, aplicados como políticas públicas de desarrollo. Para esto se hace una revisión documental y se analizan las políticas con base en el planteamiento conceptual de Bardach (1998), Subirat (1995) y Guerrero (1995). En tercer lugar, se describen las estrategias de organización de los productores de frijol, para analizar en qué medida les han servido para comercializar sus cosechas en mejores términos. Esta parte de la investigación se basa en la experiencia compartida por el autor en el proceso de formación de las integradoras y en opiniones directas de productores y comercializadores. Finalmente, se hacen algunas recomendaciones que a nuestro juicio se pueden llevar a cabo para consolidar las organizaciones de productores de frijol y darles viabilidad en un contexto de la apertura total de los mercados agroalimentarios.

El mercado del frijol en México El frijol es un producto cuyo comercio mundial tiene menor importancia comparado con cultivos como el maíz, el trigo o la soya, los cuales se consumen en grandes cantidades. Por ello el frijol no cotiza en las bolsas agropecuarias internacionales y hasta ahora sólo es de interés para los principales productores en el mundo, como son Brasil, India, China, Myanmar, México y Estados Unidos. Los dos primeros países y México son consumidores de frijol, mientras que los otros destinan una buena cantidad de su producción a la exportación. Durante los años ochenta y la primera mitad de los noventa, la producción mundial de frijol se mantuvo relativamente estable en su volumen y composición; pero en los últimos cinco años de la década de los noventa, países como la India y Myanmar incrementaron su producción. De acuerdo con datos de la FAO en los mismos años Canadá, Estados Unidos, Indonesia y Myanmar aumentaron sus exportaciones, mientras que China disminuyó su parRevista de Geografía Agrícola núm. 41 / 39

Morales Carrillo, Nicolás

ticipación exportadora aunque la recupera pos te rior men te (FAOSTAT. http://faos tat. fao.org).

Guanajuato, 5%

En la década de los noventa la producción promedio de frijol en México fue de 1 088 705 toneladas, de las cuales los principales estados productores aportaron en promedio: Zacatecas 30%, Sinaloa 14%, Duranto 11%, Chihuahua 8%, Nayarit 7% y Chiapas 6%. El promedio de producción en el periodo del 2000-2006 fue de 1 203 390 toneladas y se mantiene casi inalterada la participación porcentual de los mismos estados, como puede verse en la figura 1.

Chiapas, 6% Nayarit, 6%

Durango, 12%

Sinaloa, 14%

Figura 1. Participación porcentual en la producción de frijol en México (promedio 1990-2007). Fuente: elaboración propia con datos del SIAP, 2008. www.sagarpa.gob.mx.

los noventa. De acuerdo con funcionarios de la Sedagro se han reconvertido 212 mil hectáreas a avena forrajera, trigo, cebada maltera, maíz forrajero y amarillo, cultivos más apropiados para el suelo pues dejan mayor cobertura vegetal después de la cosecha. Por otra parte se implementó un programa de apoyo para adquirir maquinaria para el manejo de forrajes, porque los frijoleros no están equipados para las nuevas opciones productivas. La reconversión productiva ha sido motivada por el alza de precios en cereales y oleaginosas como efecto de la competencia por la tierra a nivel mundial, para sembrar cultivos usados en la elaboración de biocombustibles como el etanol y el biodiesel, (Westcott, 2007).

Zacatecas, al ser el principal productor de frijol en México desde el año 2005, ha impulsado un programa de reconversión productiva para retirar del cultivo de frijol las áreas con menos potencial. Para el ciclo PV-2007 en Zacatecas se reportan 561 570 hectáreas sembradas (SIAP, 2008), cifra inferior a las 700 000 que llegaron a cultivar en la década de

En la figura 2 se muestra la evolución de la producción en los estados más importantes, donde es evidente que Zacatecas ha reducido su producción por los cambios en el patrón de cultivos y por fenómenos de sequías como la ocurrida en el año 2005. Nayarit, Chihuahua y Chiapas mantienen una producción más estable a través del tiempo.

600,000 500,000 Tonela da s

Zacatecas, 31%

Chihuahua, 7%

Esto muestra que las regiones productoras de frijol más importantes en México, se localizan en el centro-norte del país, mientras que los centros de comercialización se ubican en las centrales de abasto del Distrito Federal, Monterrey, Guadalajara, Veracruz y Mérida, lo cual define en parte el proceso de comercialización y el pago recibido por el productor al vender sus cosechas para ser transportadas a regiones distantes.

400,000 300,000 200,000 100,000 0 2000 Zac atecas

San Luis Potosí, 4%

2001

Sinaloa

2002 Durango

2003

2004

2005

Chihuahua

2006

Nayarit

2007 Chiapas

Figura 2. Evolución de la producción de frijol en Estados seleccionados. Fuente: elaboración propia con datos del SIAP, 2008. www.sagarpa.gob.mx

40 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

El comportamiento de la producción nacional de frijol, de acuerdo con Sagarpa (2007), se aprecia en la figura 3, donde también se muestran las importaciones y exportaciones totales. Al dividir las importaciones entre la producción, se obtiene un índice de dependencia alimentaria, el cual tiene un valor promedio de 8.1% en el periodo analizado. Desde la perspectiva de los productores existe el temor de que a raíz de

Políticas públicas sobre frijol y apertura total del TLCAN

1,800,000 1,600,000 1,400,000

tonelad as

la total apertura comercial del Tratado de Libre Co mer cio con Amé ri ca del Nor te (TLCAN), el nivel de dependencia alimentaria pudiera elevarse, por ello exigen políticas de fomento para mantener un nivel de seguridad para la alimentación de los mexicanos con producción nacional. En el periodo de desgravación de 15 años para proteger el frijol y maíz dentro del TLCAN, se observaron años en los cuales las importaciones superaron los cupos acordados, incluso se importó de contrabando, por ello los productores mexicanos temen que a partir del 2008 Estados Unidos implemente una política de apoyo a sus productores para apropiarse del mercado del frijol en México.

1,200,000 1,000,000 800,000 600,000 400,000 200,000 0

2002

2003

2004

2005

2006

2007*

2008

Importacion

61, 869 134,11 102,95 81, 450 61,504 78,281 130,74 68,608 22,706

Export ación

5,525 3,439 8, 643 15, 645 17,726 22,306 12,203

0

0

Figura 3. Producción, importación y exportación de frijol en México. Fuente: Sagarpa (2007).

cha registrada en el año 2005 debido a la falta de lluvias en las regiones frijoleras del país. La figura 4 también muestra una consistencia en las compras mexicanas de frijol pinto y negro, dado que un segmento del mercado mexicano está dispuesto a pagar el mayor precio del frijol importado, como se aprecia en la figura 5. El frijol negro importado refleja su preferencia en el consumidor mexicano y se vende en la Central de Abastos $4/kg más caro que el negro nacional, mientras que en la variedad Pinto la diferencia es menor. Otro aspecto importante es que en Estados Unidos el frijol pinto se cotiza por arriba del Negro Michigan, pero en México el mercado invierte la relación de precios y el frijol negro tiene un precio superior al pinto importado.

60,000 50,000 Miles de dó lares

De acuerdo al USDA, Estados Unidos exporta frijol hacia México por un valor como el mostrado en la figura 4, donde se aprecia un repunte en las compras de frijol negro en los últimos años. Esta situación preocupa a los productores nacionales por lo que solicitan mayores apoyos por parte del gobierno mexicano. En el año 2006 se observa la mayor importación, que supera los 50 millones de dólares, derivada en parte por la baja cose-

2001

887,86 1, 062,6 1,549,0 1,414,9 1, 163,4 826,52 1,360,3 1,052,0

Hasta ahora las importaciones aumentaban cuando por razones climáticas se mueven la oferta y demanda en Estados Unidos y México; sin embargo, a partir del año 2008, se agrega la eliminación de los aranceles en la región del TLCAN y ya no existe la limitante de cupos de importación. El comportamiento futuro de las importaciones de frijol está por verse, ya que los cambios en el patrón de cultivos, por efecto de la demanda de maíz para producir etanol en Estados Unidos, causa una competencia por la tierra y existe la tendencia a disminuir la siembra de frijol. Según datos del USDA en el 2005 se plantaron en Estados Unidos 671 700 ha, el 2006 la superficie fue de 659 640, en el 2007 se registran 617 091 ha y la estimación de siembra para el 2008 es de 566 560 ha (Lucier y Dettmann, 2008). De mantenerse esa tendencia, no se esperaría una inundación del frijol estadounidense en el mercado mexicano. Por otra parte, falta ver la agresividad comercial que adopten los productores estadounidenses para mantenerse en el cultivo de frijol.

2000

Producción

40,000 30,000 20,000 10,000 0 Pinto

1999

2000

2001

2002

2003

12,765 12,587 13,722 15,078 3,842

Negro 11,800 6,625

2004

2005

2006

2007*

5,379 15,081 30,645 16,525

8,202 11,969 20,117 12,708 14,427 20,804 25,716

Figura 4. Valor de las exportaciones de frijol de Estados Unidos hacia México. Fuente: Elaboración propia con datos de USITC (2008)

Revista de Geografía Agrícola núm. 41 / 41

Morales Carrillo, Nicolás

14 12

$/kg

10 8 6 4 2 0 2002

2 00 3

N e gro

2004

2 00 5

N e gro Im po rta d o

2006

P i nt o

2 00 7

P i nto Im po rta d o

Figura 5. Precios del frijol nacional e importado en la Central de Abastos del D.F.

La figura 6 muestra la distribución mensual de la entrada de frijol importado de Estados Unidos; abril, mayo y septiembre son los meses de mayor importación. Para evitar mayores importaciones de frijol los productores zacatecanos tienen el reto de cultivar variedades con características de cocción similares al Negro Michigan, mejorar sus prácticas de labranza para cuidar el suelo y el agua, aumentar los rendimientos y hacer una adecuada estrategia de comercialización para participar en los canales de distribución.

Políticas de fomento al frijol en México Con la desaparición de Conasupo se generó un vacío institucional y los problemas estructurales representaron una fuerte limitante para la comerciali-

12,000.00

toneladas

10,000.00 8,000.00 Negro

6,000.00

Pinto

4,000.00 2,000.00

V

O C T

N O

JU L AU G S EP

Y

JU N

PR

A

A

M

B

R A M

FE

JA N

0.00

Figura 6. Exportaciones mensuales de frijol de Estados Unidos hacia México, año 2007. Fuente: elaborado con datos de FAS (2008).

42 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

zación por parte de los productores de maíz y frijol. Téllez (1994) identifica como problemas: a) la falta de sistemas de información oportuna para que los productores tomen mejores decisiones de qué, cuándo y cómo producir; b) insuficiencia de infraestructura y logística de comercialización en manos de los productores; c) asimetrías en organización y poder de negociación entre productores y compradores; d) controles de precios en diversas etapas de la cadena de valor agregado que impone restricciones a la rentabilidad del sistema, esto se ve reflejado en el poder ejercido por algunos acaparadores que almacenan o importan para definir el precio en su beneficio, sin importar la rentabilidad del productor nacional, y e) mayores subsidios a la producción y comercialización en los países socios que sesgan las decisiones de compra a favor de las importaciones. A 14 años de firmado el TLCAN los problemas anteriores siguen representando un obstáculo para los productores nacionales. Así entonces, bajo el enfoque de Bardach (1998), toda esta problemática es la base para diseñar políticas públicas que respondan a las necesidades de la sociedad. Para tratar de resolver los problemas de comercialización de los productos agropecuarios, en abril de 1991 fue creada la oficina de Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria (Aserca), la cual tiene entre otros objetivos: a) fomentar la organización de los productores y la construcción de infraestructura básica para la comercialización; b) elaborar, promover y desarrollar sistemas dinámicos de comercialización para productos agropecuarios; c) fomentar el desarrollo de sistemas de información de mercados nacionales e internacionales; d) promover líneas de crédito en el sistema financiero para apoyar la comercialización; e) fomentar la creación de una bolsa agropecuaria, donde participen todos los agentes de las cadenas de valor; f) apoyar la constitución de empresas comercializadoras especializadas por región o por producto y g) fomentar la exportación de productos agropecuarios mexicanos (Téllez, 1994). Para cumplir estos objetivos, actualmente Aserca tiene los programas siguientes: Ingreso objetivo, Co ber tu ras, Pig no ra ción, Agri cul tu ra por contrato, Conversión de cultivos, Exportación, Cabotaje y flete, entre otros, pero llama la atención

Políticas públicas sobre frijol y apertura total del TLCAN

que no se ha desarrollado la bolsa agropecuaria. Esta ausencia no es tan grave para productos o commodities como el maíz que cotizan en bolsas internacionales, pero para el frijol no se tiene un mecanismo transparente de fijación de precios, por lo que los productores se enfrentan al juego del mercado sin reglas claras, situación aprovechada por los grandes acaparadores de frijol para definir el precio y especular con los inventarios. Con el retiro de Conasupo el gobierno federal transfirió a los productores las bodegas que antes eran de la paraestatal; sin embargo, esta estrategia no fue acompañada desde el inicio con recursos para la organización empresarial, búsqueda de mercados, transporte, maquinaria para beneficio del grano, financiamiento para la comercialización y capacitación; de tal manera que esas bodegas en muchos casos fueron rentadas a comercializadores particulares o fueron usadas por los productores para almacenar otras cosas. Para solventar las deficiencias de los productores en el año 2000, el gobierno federal destinó cincuen ta mi llo nes de pe sos para apo yar la comercialización del frijol a través del Programa de Fomento a Empresas Comercializadoras Agropecuarias (Profeca),2 en el que se contempló una inversión destinada a la creación de una unidad técnica, la compra de medios de transporte y la adquisición de bodegas en centros de distribución (Diario Oficial de la Federación, 2000). A los recursos federales se sumaron los estatales y los productores por primera vez enfrentaron el marcado en forma organizada. Dado lo limitado del crédito en el ciclo 2000 y a que sólo se cubría 70% del pago al productor, el Consejo Mexicano del Frijol logró que el Congreso de la Unión autorizara en el presupuesto de egresos del 20013 un Fondo Especial de Inversión por 560 millones de pesos repartidos según la producción promedio de los últimos 10 años en cada estado. De esta manera a Zacatecas le correspondieron 198 millones de pesos, los cuales se destinaron para los conceptos siguientes: 2.8% para la 2 3

operación del Comité Central en México; 3% para promoción comercial; 18.8% para afrontar contingencias; 34.7% se radicó en un fondo de garantía, con el cual se solicita el crédito para acopiar el frijol de los productores, dado que la banca sólo presta para pagar 70% del precio de compra, y 40.7% del fondo especial fue destinado para complementar el pago al productor. Para operar este programa la Sagarpa estableció un Comité Central como el único facultado para autorizar las disposiciones de recursos. Esto denota un centralismo inoperante, porque los estados no podían decidir la aplicación de recursos de una manera más expedita y con menos trámites. Por otra parte, en el interior de cada entidad productora de frijol se definió un Comité Técnico y una Comisión de Regulación y Seguimiento, los cuales, por su composición donde participaban diversas instancias de gobierno, le restaron a las integradoras de frijoleros capacidad gerencial y de toma de decisiones expedita acorde a las señales del mercado. El fondo para el acopio se sigue autorizando en los presupuestos de egresos, lo cual ha dado un nivel de certidumbre en la estrategia gubernamental para que las organizaciones de frijoleros acopien el grano y participen en el mercado, aunque, como se verá más adelante, la política pública no ha sido suficiente para ordenar el mercado y los productores que no participan de los apoyos fiscales, siguen recibiendo un precio bajo determinado por los acaparadores. Un elemento más de la política de fomento al frijol surge de la necesidad de darle valor agregado para comercializarlo en mejores términos; así entonces, para el año 2000 ya existían en Zacatecas al menos 11 envasadoras de frijol con capacidades de proceso de entre 2.5 a 16 t/hr, las cuales eran propiedad de pequeñas organizaciones que gestionaron apoyos en Firco o en el Profeca (Morales, 2000 a). Al constituirse la primera integradora estatal de frijoleros en Zacatecas reciben los recursos del programa Profeca y adquieren medios de trans-

El Profeca operó durante aproximadamente tres años apoyando la adquisición de equipo para envasar y capacitación a las organizaciones de base. Con frecuencia los productores simulaban los cursos y el recurso era desviado para otros fines. Reglas de Operación del Fondo de Apoyo Especial a la Inversión. Diario Oficial de la Federación, 31/ene/2001.

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Morales Carrillo, Nicolás

porte y cribadoras importadas, las cuales crean una pugna política dentro de la recién formada organización, porque algunos líderes socios plantean que se distribuyan en las regiones productoras, en contraposición a la idea de mantenerlas juntas para eficientar costos de operación.

canalizados a la compra de maquinaria y equipos necesarios para la reconversión productiva en el estado de Zacatecas. La inversión nacional tuvo una cobertura de 382 mil hectáreas, 22.6% de la superficie total destinada a frijol y se apoyó a 90 800 productores.

A partir de esa pugna las beneficiadoras de frijol no se instalaron y a la postre el gobierno federal decidió impulsar una inversión de más de 63 millones de pesos para instalar en el 2006, dos grandes beneficiadoras de frijol en los municipios de Sombrerete y Calera, con la promesa de transferirlas a los productores posteriormente. El problema de esta decisión de política pública es que los productores la consideran como competencia a las pequeñas organizaciones que ya cuentan con equipo de beneficio y hasta la cosecha del ciclo 2007, las grandes beneficiadoras siguieron siendo operadas por el gobierno estatal y los productores no demandaron sus servicios, lo que propició una subutilización de la infraestructura. Para el ciclo 2008 el gobierno del estado tiene contemplado un subsidio al costo de beneficio con la finalidad de hacer más competitivo el frijol zacatecano y con ello motivar la demanda del productor para dar valor agregado.

Los componentes de apoyo del Promaf II para el año 2008 contemplan una inversión de 683.4 millones de pesos para conceptos como los siguien tes: pa que te tec no ló gi co ($259.82 M), infraestructura productiva ($301.92 M), fortalecimiento a la organización ($39.58 M), acompañamien to téc ni co ($65.83 M), ela bo ra ción de proyectos ($10.91 M), y becas a recién egresados que otorguen asistencia técnica ($4.45 M). La expectativa es apoyar a 105 mil productores y cubrir 459 mil hectáreas.

Un problema de las envasadoras grandes instaladas en Zacatecas y Durango, es que la industria nacional ya cuenta con equipo de beneficio para procesar el frijol de campo entregado tradicionalmente por el productor. Por lo que el mercado no está dispuesto a pagar el valor agregado que ahora los productores pueden dar y con ello se propicia la poca actividad registrada en las beneficiadoras operadas por el gobierno. Para apoyar la parte productiva, la reconversión y competitividad de los productores de frijol, en el año 2005 inició el Promaf, cuyos objetivos centrales para el año 2008 son: a) ordenar la producción de frijol de acuerdo a las preferencias en consumo y demanda regional, así como incrementar su producción y productividad; b) fortalecer el desarrollo de las capacidades productivas de los productores, y c) apalancar el acceso al crédito para los productores de maíz y frijol. De acuerdo con información de la Sagarpa, en el 2007 se aplicaron 353.7 millones de pesos para el frijol, a lo cual se agregaron 90 millones de pesos 44 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

De acuerdo al anexo 7 del Presupuesto de Egresos 2008, que se refiere a los usos que deben darse a los recursos destinados para el Programa Especial Concurrente para el Desarrollo Rural Sustentable, se establece para el frijol un presupuesto de 1 500 millones de pesos, (SHCP, 2007). Si a esto se resta la inversión de Promaf II, quedan 816.6 millones de pesos para apoyar el acopio y comercialización de frijol. La pregunta es cómo usar de manera más eficaz estos recursos para que la intervención de la política pública realmente contribuya a ordenar el mercado del frijol en México, dado que el escenario mundial es de altos precios en los alimentos. Otra política de fomento al frijol la constituye un programa de publicidad genérica que el Gobierno Federal financió a través del Consejo Nacional del Sistema Producto en el 2008, el cual consistió en promoción del consumo de frijol en spots de televisión y anuncios en revistas. A todas las políticas antes descritas debe agregarse la parte correspondiente del Procampo y Diesel Agropecuario aplicados al frijol y así sumar la totalidad de apoyos para compararlo con el nivel de subsidios recibidos por los productores de frijol en Estados Unidos y Canadá, con lo cual se podrían tener elementos para proponer alguna negociación dentro del TLCAN. En cuanto al Procampo, desde el año agrícola 1999 se ha apoyado a unos 224 mil productores de

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frijol en todo el país; esto impacta 1.6 millones de hectáreas, de las cuales 1.4 millones son sembradas en el ciclo primavera-verano caracterizado en su mayoría por ser de temporal en los estados de Zacatecas, Durango y Chihuahua. Aproximadamente 66.5% de la superficie apoyada son predios menores de 10 hectáreas, 19.3% están entre diez y veinte, 9.5% son predios entre 20 y 50 hectáreas, 3.6% están entre 50 y 100 hectáreas y sólo 1% son predios de más de 100 hectáreas (Aserca, 2000). Entre los años 2003 al 2006 la cuota preferente de Procampo se ha mantenido en 100 dólares por hectárea (Aserca, 2007). En la actualidad existen dos modalidades del programa, el conocido como Procampo tradicional que se entrega cada año y el Procampo Capitaliza, mediante el cual el productor puede recibir anticipadamente vía crédito el apoyo que le corresponde durante la vigencia del programa; en este caso los productores de menos de 5 hectáreas no pagan intereses, sin embargo falta ver los cambios que se hagan a las reglas de operación del Procampo en el año 2009. Para recibir el apoyo en diesel los productores cada año deben reinscribirse en un “padrón de beneficiarios de los energéticos agropecuarios” y reciben hasta dos pesos por litro, mediante tarjetas prepagadas por el gobierno federal, con la cual los productores compran el combustible en cualquier estación de servicio. Hasta aquí se puede decir que en México existe un programa para fomentar la productividad del frijol a través del Promaf, con componentes de asistencia técnica y crédito, creación de infraestructura para envasar el grano, recursos fiscales para apoyar el acopio por parte de los productores, reconversión productiva en áreas de bajo potencial para frijol, campaña genérica de promoción al consumo de frijol y los apoyos directos como el Procampo y diesel. Con estas políticas públicas se intenta regular el mercado; sin embargo, no hay un mecanismo claro para fijar el precio en función de la oferta y la demanda, de tal manera que aun cuando el apoyo gubernamental define un precio de acopio, el mercado no toma esa señal y el precio sigue siendo controlado por los acaparadores; mientras tanto los productores de frijol no desarrollan la capacidad para establecer relaciones de compra-venta de largo plazo y los costos de transacción para desplazar

los volúmenes acopiados son muy altos, por lo que llegan a la presión del vencimiento de las garantías líquidas en la línea de crédito usado para el acopio. Para solventar esta situación se considera necesario que Aserca y los productores organizados desarrollen un mercado de físicos para el frijol, donde se lleven a cabo los contratos de compraventa y se generen mecanismos de cartas de crédito por parte de los compradores para hacerlas efectivas por las organizaciones de frijoleros, una vez entregado el producto a satisfacción del distribuidor. Para crear el mercado de físicos es necesario que instituciones como Sagarpa, Aserca, SHCP, las integradoras de frijoleros, los acaparadores, distribuidores, industriales y cadenas de supermercados, asuman el compromiso de crear reglas claras para planear las siembras de acuerdo a la demanda del mercado, practicar la agricultura por contrato, realizar negociaciones de precio dando mayor certidumbre y asegurar así los márgenes de ganancia que cada eslabón requiere. Ante la total apertura del TLCAN en el 2008, es necesario estudiar la viabilidad del mercado de físicos para que el efecto de las importaciones también participe en el esquema de fijación de precios.

Estrategias de organización y comercialización de los productores Después de la desaparición de Conasupo los primeros intentos de organización para la comercialización del fríjol fueron en 1998, cuando algunos estados apoyaron a los productores para implementar esquemas de pignoración, es decir acopiar y almacenar fríjol para venderlo cuando el mercado pagara mejor precio. Sin embargo, con frecuencia estas alternativas terminaron en inventarios de grano almacenados, cuyo costo de procesamiento no se compensaba con el precio en el mercado y se juntaban con la cosecha del siguiente ciclo, presionando aún más los precios a la baja. Los fracasos en los esquemas de pignoración sirvieron para motivar a los productores de Zacatecas, Sinaloa y Chihuahua, para buscar alternativas de solución mediante organizaciones más consolidadas. En el año 2000 se forman las primeras integradoras estatales y por primera vez reciben apoyos del Profeca para emprender un proceso propio de comercialización. Revista de Geografía Agrícola núm. 41 / 45

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La política pública de fomentar la organización de productores para que consoliden la oferta y puedan negociar en mejores términos la venta del frijol, no estuvo exenta de problemas de ejecución, ya que motivados por lograr el control de los recursos fiscales y la operación del esquema de comercialización, los conflictos políticos dentro de las integrado ras pro pi cia ron un rom pi mien to de sus integrantes y a la postre se formaron diversas empresas aglutinándose en torno a ciertos liderazgos, de tal manera que para el año 2007 tan solo en Zacatecas ya existen 12 organizaciones de productores frijoleros, como se muestra en el cuadro 1.

Cuadro 1. Empresas comercializadoras de frijol en Zacatecas en el año 2007. Empresa Agroservicios Zaragoza 2000 S.P.R. de R.L. Asociación de Usuarios de Pozos de Riego del Noreste del Estado de Zacatecas, S. de R. L. (Auprineza). Servicios Integrales de Almacenamiento y Comercialización de México, S.A. de C.V. (Siacomex) Sociedad de Solidaridad Social “Los Zacatecos” Integradora de Frijoleros del Norte S.A. de C.V. Integradora de Productores Agropecuarios de Zacatecas, S.A. de C.V. Semillas Concentradas Ojo de Agua Productores Unidos de Ex Hacienda la Honda, S.P.R. de R.L. Productores Agrícolas Tierra Generosa, S.P.R. de R.L. Ferti Green de México S.A. de C.V. El Granero Nacional 2006 Fuente: Comunicación directa con Aserca. Dirección Regional Centro-Norte Zacatecas. 2008

La participación de estas organizaciones las coloca como los nuevos intermediarios del mercado, quienes acopian el frijol y pagan con recursos fiscales a un precio fijado por el gobierno, sin ser necesariamente el predominante en el mercado; es decir, la política pública se convierte en una especie de “precio objetivo” aunque oficialmente no se concibe como tal. La operación de todo el proceso de comercialización no está exenta de problemas, porque a pesar de la mayor experiencia de las empresas y los productores se registraron atraso y falta de pago al productor, lo cual genera presión 4

http://www.sisprofrijol.org.mx/

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política hacia los gobiernos locales para castigar a los malos operadores. Para la cosecha del ciclo PV/2007 se depuró la participación de las empresas para eliminar las que tenían adeudos del año anterior. Otra figura asociativa de importancia para ordenar el mercado del frijol surge de la política de Sagarpa para consolidar su estrategia de sistemasproducto. El Sistema Producto Frijol incluye a industriales, productores, investigadores, prestadores de servicios y representantes del gobierno de los estados de Chihuahua, Sinaloa, Durango, Zacatecas, Nayarit, Jalisco, San Luis Potosí, Chiapas y Guanajuato. Los comercializadores se ubican en Tamaulipas, Estado de México y Distrito Federal. Los objetivos del sistema-producto son: a) lograr una integración, comunicación y coordinación permanente entre los agentes de la cadena y con los diferentes niveles de gobierno; b) armonizar la producción con el consumo, para generar productos de calidad y competitivos; c) mejorar el bienestar social y económico de los productores y demás agentes; d) fomentar la rentabilidad del cultivo, y e) aumentar el consumo nacional. Para llevar a cabo lo anterior se forma un Comité Sistema Producto como la entidad ejecutiva de la concepción, diseño e implementación de la estrategia de fortalecimiento del sistema; dicho comité es convocado y regulado por la autoridad y tiene como principal característica la representatividad y la capacidad efectiva de corresponsabilizarse en el logro de las metas y objetivos planteados en su propia estrategia de desarrollo.4 La forma de operar del Comité del Sistema Producto lo hace muy dependiente de las decisiones de Sagarpa y de hecho se convierte en el mecanismo de interlocución del gobierno federal con las organizaciones frijoleras de los estados, para aplicar las políticas de fomento. Se percibe una baja participación de los comercializadores e industriales y no se avanza en la construcción de alianzas estratégicas que den coherencia y visión de futuro a la red de valor, en la cual debe transformarse la cadena agroalimentaria

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del frijol para poder enfrentar los retos de la liberación del comercio.

rrollo mediante el acceso a activos productivos, capacitación e información, entre otras cosas.

La situación anterior debe superarse en el corto plazo, ya que para definir un mecanismo de fijación de precios y negociación con esquemas de cartas de crédito, factoraje y agricultura por contrato el Comité del Sistema Producto es una de las instituciones que tiene un papel fundamental para formar el mercado de físicos del frijol.

Los retos más importantes de las organizaciones frijoleras se pueden enlistar de la siguiente manera: a) aumentar la productividad del frijol con criterios de sustentabilidad, adoptando la tecnología ya generada para cuidar el suelo y agua; b) diversificar su patrón de cultivos para aprovechar las oportunidades de mercado existentes en otros granos; c) eficientar la operación empresarial dando cuentas claras a sus socios y clientes, para crear relaciones de largo plazo con mayor certidumbre en las ventas, y d) prepararse para participar en el mercado con productos de calidad.

Todo el esfuerzo organizacional hasta ahora implementado en torno al frijol y la total apertura del mercado dentro del TLCAN, demuestra que los gobiernos, los privados y los productores, aún no tienen la madurez suficiente para participar con eficiencia en un mercado competitivo, o al menos no se han construido las alianzas y sinergias necesarias para la integración de una red de valor donde todos ganen; mientras tanto sigue imperando la lógica de que gane el más fuerte, hasta ahora son los comercializadores quienes mantienen su margen de ganancia y los productores logran beneficiarse de los apoyos fiscales. De continuar esta dinámica en el mercado, es previsible la demanda de cada vez mayores presupuestos para aliviar la falta de competitividad del frijol, o la otra posibilidad es el abandono del cultivo con la consecuente pérdida de seguridad alimentaria en un país todavía consumidor de frijol. A pesar de los errores en la ejecución de las políticas, los productores de frijol están mejor organizados y cuentan con mayores recursos para presentar ofertas consolidadas y con valor agregado; ya no son los tiempos donde la atomización de las superficies no permitía pensar en un mercado de físicos, en el cual existan reglas claras para la participación de los productores excedentarios. Los productores de autosuficiencia también pueden verse beneficiados porque el precio medio rural tendría mayor certidumbre y el consumo familiar lo aseguran con su parcela. Esto no significa dejarlos en el abandono, ya que para ellos también se deben diseñar políticas que ayuden a erradicar la pobreza y aumentar las oportunidades de desa5

En el contexto del TLCAN, las organizaciones frijoleras de todo el país tienen el desafío de lograr acuerdos conjuntos y capacidad de interlocución con el gobierno federal y hacer cabildeo con los frijoleros de Estados Unidos y Canadá para establecer un mecanismo permanente de control de importaciones, con el cual se puedan definir los acuerdos complementarios, anexos o los momentos adecuados de aplicar salvaguardas, para no destruir la base productiva nacional del frijol por competencia desleal, precios dumping, triangulación de país de origen o importaciones de contrabando. Este planteamiento se realizó desde el Acuerdo Nacional para el Campo (Diario Oficial de la Federación, 2003), pero sigue siendo pertinente dada la persistencia de las asimetrías agro ecológicas, tecnológicas y de subsidios, entre los tres países del TLCAN y los intentos del gobierno federal de permitir la importación de frijol libre de arancel desde cualquier parte del mundo.5 De acuerdo con Morales (2000 b) las estrategias de comercialización del frijol se han basado en diversas formas de pignoración; en algunos casos los gobiernos estatales intentaron comercializar, en otros se formaron fondos para transferirlos a los productores, también se involucró a una empresa almacenadora y finalmente los recursos fiscales se han destinado para que las empresas integradoras de productores de frijol lleven a cabo el proceso de acopio, almacenamiento, beneficio y comercializa-

Anuncio hecho por el presidente de la República el 25/mayo/08 en medios de comunicación nacional.

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ción. Estos esquemas han tenido problemas por diversas razones, entre ellos la necesidad de dinero al momento de la cosecha, la desorganización de los productores, la no consolidación de las integradoras, los problemas de corrupción, la falta de contratos de venta para desplazar el frijol acopiado, las presiones del crédito, la hegemonía de los comercializadores para establecer sus condiciones en el precio y la contaminación por procesos políticos. La fase de comercialización de la cosecha PV/2001 se presentó como una buena oportunidad para que las integradoras estatales mostraran su efectividad generando la confianza necesaria para sus socios y clientes potenciales. Esto se fundamentaba en el hecho de que para el año 2001 Estados Unidos de Norteamérica tenía una producción menor a la de los dos años anteriores. Por su parte, los productores ya contaban con mayores recursos para elaborar una estrategia de comercialización más efectiva: tenían la línea de crédito que les permitió abrir el fondo federal de 198 millones de pesos correspondientes a Zacatecas, además de los medios de transporte, las bodegas de los centros de acopio, las envasadoras y el nivel de organización hasta ese momento logrado; por ello, los acaparadores locales se vieron temerosos de perder el negocio del fríjol y se prepararon para ofrecer precios de compra por arriba del fijado por la integradora. Esta estrategia propició que socios y no socios de la integradora prefirieran vender a los “coyotes” por un precio ligeramente mayor e inmediato, ya que el burocratismo de las instituciones de gobierno y la poca capacidad administrativa de la nueva empresa integradora, hacían que bajo la política gubernamental el pago al productor se retardará. Lo anterior refleja que el productor no se concibe como comercializador y cuando cuenta con instrumentos para participar en el mercado toma decisiones de corto plazo, desaprovechando la posibilidad de desarrollar su propia empresa y deja que los intermediarios hagan el negocio. A pesar del bajo volumen comercializado por la integradora en el ciclo PV/2001, la organización logró un impacto regional importante al contribuir a elevar el precio medio rural y de esa manera se benefició a socios y no socios de la empresa. La situación cambió durante los ciclos 2002 y 2003, cuando la 48 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

cosecha fue mayor y el precio del frijol cayó a los niveles tradicionales de bajos precios pagados al productor. En este escenario las empresas integradoras no logran repuntar el precio y enfrentan problemas para desplazar el producto acopiado por ellas mismas, ya que no tienen contactos comerciales, se les dificulta lograr contratos de compra y el inventario almacenado presiona aún más la caída de precios en el mercado del frijol. Dado el fracaso de las primeras integradoras estatales para comercializar el frijol, el gobierno federal introduce la participación de la empresa privada Almacenadora Mercader (Almer), con ello se pretendía que las organizaciones de productores tuvieran en el almacén general la prestación de servicios para la operación general del programa y emisión de los certificados de depósito, así como para operar el proceso de conservación y calidad en la bodega concentradora (Ayala, 2004). En el nuevo esquema de comercialización del ciclo 2004, la Almer recibiría el producto a un precio de $4 500/t si el frijol provenía directamente del campo sin un proceso de limpieza previa. Para reducir las mermas la Almer recibe el frijol bajo estrictas normas de calidad, lo cual daba lugar a que gran parte de la producción no fuera adquirida por la almacenadora; de este modo, la producción rechazada era comprada por los intermediarios o “coyotes” de la región a precios que van desde $1.80 hasta $2.00 y luego lo vendían a la almacenadora para aprovechar los beneficios del presupuesto gubernamental (Ayala, 2004). La mala experiencia con Almer y la presión de las nuevas integradoras de frijoleros, motivan el retorno del esquema de comercialización para ser ejecutado por los propios productores en los ciclos 2006 y 2007. Para comercializar la cosecha del ciclo PV/2006 y 2007 el gobierno federal firma con las organizaciones del cuadro 1 un convenio de concertación con el cual se transfieren recursos fiscales, a través de Aserca, para formar garantías líquidas a razón de $1 200/t. Con esto se tramita la línea de crédito para acopiar el frijol proyectado por cada integradora. En el convenio se especifica que si al termino del proceso comercial la institución financiera libera las garantías, éstas deben ser reintegradas a Aserca y, en caso de existir utilidad comercial, la organización autoriza a Sagarpa para

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formar un fondo de fortalecimiento financiero para la organización o bien, previa autorización de Aserca, la asamblea de socios define la manera de repartir las utilidades. Por otro lado, si por razones de mercado se hace uso total o parcial de las garantías líquidas, la organización está obligada a justificar el hecho mediante un dictamen contable y documentación comprobatoria. Este beneficio propicia que las empresas de frijoleros no tengan tanta preocupación por desplazar el frijol.

interpreta como una distorsión al mercado, ya que las empresas por sí mismas no fueron capaces de lograr ese ingreso y sólo se fomenta el interés político para que los productores exijan más a los gobiernos. Para la cosecha del ciclo PV/2007, que se comercializó en los meses de mayo a julio del 2008, sí se registraron utilidades en las integradoras, debido al alza de precios en el frijol y a que se logró parar la importación anunciada por el gobierno federal de 100 mil toneladas .

Adicional a las garantías líquidas, las organizaciones reciben un apoyo por “impactos negativos en el proceso producción-comercialización y como costos financieros, de almacenaje y flete terrestre”, consistente en $2 700/t. Para comprobar estos recursos se informa periódicamente de la aplicación de los mismos y al final se hace un cierre físicofinanciero entregando a Aserca los recursos no ejercidos y los productos financieros generados en el periodo.

Hasta aquí está claro que con los avances en organización, equipamiento y acceso al crédito, los productores aún no logran participar con éxito en el mercado del frijol, en parte porque están ofreciendo un producto de campo cribado y aquintalado; presentación poco demandada por los comercializadores y empacadores quienes tienen el equipo para realizar el mismo proceso.

Estos dos componentes de la política pública para apoyar la comercialización del frijol, en la práctica son vistos por las organizaciones como apoyos a fondo perdido, por ello no se preocupan por mejorar la capacidad empresarial y comercial de las integradoras. Este aspecto es tolerado, por los gobiernos estatales y federal, para no enfrentar los problemas sociales comandados por los líderes frijoleros y las organizaciones de productores. Por otra parte, los comercializadores consideran la intervención gubernamental como una distorsión de merca do, por lo que tampoco les interesa pagar el precio justo por el grano, sino más bien esperan a que se venzan los plazos del crédito adquirido por las organizaciones para forzarlas a vender barato y se afecten los recursos fiscales. La actitud de todos los involucrados lleva a que el esquema de comercialización operado por las organizaciones no reporte utilidades y el productor no reciba un sobreprecio al final del proceso; por ello intenta asegurar un pago del programa gubernamental lo más alto posible y hace presión política para ello. Al terminar la época de comercialización de la cosecha 2006, el gobierno de Zacatecas pagó $0.5/kg a los productores por concepto de utilidad, por un total de 54 millones de pesos; esta acción se

Lo anterior ha llevado a pensar que lo siguiente en términos de política pública, sea la inversión en una procesadora de alimentos donde se elaboren productos a base de frijol listos para el consumo, así como promover el carácter funcional del frijol en una sana alimentación (Echavarría y Velasco, 2008). No obstante, dada la experiencia con las grandes envasadoras ya instaladas, las cuales tienen baja utilización, es de suponerse un alto riesgo en la operación de una eventual procesadora de alimentos, sin menoscabo del esfuerzo de marketing que deberán hacer las organizaciones de frijole ros para po si cio nar las mar cas de fri jo les enlatados o en forma de comida rápida, puesto que en estos segmentos de mercado ya existen marcas muy conocidas. En el segmento de alimentos procesados, los productores de frijol tienen una oportunidad si se enfocan a elaborar productos con identidad regional y se exportan al "mercado de la nostalgia", representado por los paisanos migrantes, quienes tienen tiendas, restaurantes y bares donde la comida mexicana es apreciada. Esta estrategia de comercialización demanda de una capacidad mayor a la de solamente ser productor de frijol, ya que requiere del diseño de productos, proceso de producción eficiente, estrategia mercadológica y logística de abasto. Ante la apertura comercial y lo competitivo de los mercados, esta posibilidad sólo se logra mediante alianzas estratégicas con otras Revista de Geografía Agrícola núm. 41 / 49

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empresas ya posicionadas en las diferentes fases de una red de valor. Así entonces, en el corto plazo los productores sólo pueden ofrecer frijol de campo, cribado, aquintalado o envasado y no pueden eliminar a los intermediarios que agregan valor a través del acopio, almacenamiento, distribución, industrialización y venta al detalle. Al mismo tiempo, el año 2008, caracterizado por la permanencia de precios altos en los granos, presenta una oportunidad para que los productores puedan lograr acuerdos con los demás eslabones de la cadena donde todos ganen, ya que la importación de frijol significa precios altos de compra y motiva la reactivación del mercado interno. El reto de la organizaciones frijoleras es desarrollar una logística de abasto para clientes como el mercado institucional (Ejército, DIF, Diconsa, Fonden); hacer alianzas estratégicas con la industria del frijol; convertirse en proveedores confiables de supermercados, cadenas de hoteles, restaurantes, hospitales, sindicatos, tortillerías y bancos de alimentos, basados en el principio de que todos ganen y de esa manera las siembras se puedan planear en función de la demanda del mercado. A pesar de los programas hasta ahora existentes, esta integración de la red de valor no es posible porque falta un mecanismo transparente de fijación de precios. El mercado de físicos es una alternativa para definir señales claras de precios en función de la calidad y volúmenes a negociar. Para esto es necesario desarrollar un sistema de información donde las integradoras de frijoleros registren mediante una clave de identificación, sus certificados de depósito donde especifiquen la variedad, cantidad y calidad del grano acopiado. Por otro lado, los comercializadores registran su demanda en función del volumen a desplazar mensualmente, indicando la variedad, volumen y presentación deseada. El registro de estas dos fuentes de información se puede hacer a través de un portal de internet o mediante operadores de bolsa. El sistema cruza la información, genera gráficas del comportamiento de la oferta y la demanda, puede sugerir precios de salida y publica un boletín con la información para todos los integrantes de la red de valor. 50 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

Zacatecas, por ser el principal productor de frijol en México y encontrarse en el centro del país, puede ser la sede del mercado de físicos en el que, en fechas específicas para los dos ciclos productivos, se llevarían a cabo los encuentros de negocio para definir los contratos de compraventa. La negociación puede ser incluso anónima a través de operadores o el sistema de información podría “empatar” las ofertas y las demandas de la misma variedad, calidad y presentación, de tal manera que el mercado de físicos genere, registre y avale los contratos mediante los certificados de depósito del frijol almacenado; los compradores, por su parte, pueden depositar cartas de crédito a favor de los productores, quienes las podrán hacer efectivas una vez entregada la cantidad y calidad del grano pactadas en cada contrato. De esta manera todos los participantes tienen certidumbre en el abasto y los precios.

Conclusiones En cuanto a producción, Zacatecas conserva el primer lugar al aportar 31% del frijol a nivel nacional. Durango y Zacatecas tiene altibajos en la cosecha debido a las sequías, mientras que Nayarit, Sinaloa, Chihuahua y Chiapas mantienen una producción más estable a través del tiempo. El índice actual de dependencia alimentaria en frijol tiene un valor promedio de 8.1%. Desde la perspectiva de los productores existe el temor de que con la total apertura comercial del TLCAN, el nivel de dependencia alimentaria pudiera elevarse; por ello, exigen políticas de fomento para mantener un nivel de seguridad para la alimentación de los mexicanos con producción nacional. La consigna de los productores es: “sin maíz no hay país, sin frijol tampoco”. Durante la vigencia del TLCAN en algunos años se presentaron importaciones excesivas de frijol, motivadas por variaciones climáticas y especulativas que modifican la oferta y demanda en Estados Unidos y México; sin embargo, a partir del año 2008, se agrega el hecho de la eliminación total de los aranceles y sin la limitante de cupos de importación. El comportamiento futuro de las importaciones de frijol está por verse, ya que los cambios en el patrón de cultivos por efecto de la demanda de maíz y oleaginosas para producir etanol y biodiesel en Estados Unidos causa una competencia por la

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tierra y existe una tendencia a disminuir la siembra de frijol. Para evitar mayores importaciones los productores mexicanos tienen el reto de cultivar variedades de fri jol con ca rac te rís ti cas de coc ción similares al Negro Michigan, mejorar sus prácticas de labranza para cuidar el suelo y el agua, aumentar los rendimientos y hacer una adecuada estrategia de comercialización para participar en los canales de distribución. Los complejos problemas estructurales presentes en los mercados agropecuarios, demandan de políticas diseñadas de acuerdo a las necesidades de los productores y una ejecución impecable para poder competir ante la apertura total de los mercados agroalimentarios. Al evaluar los programas de fomento al frijol se puede afirmar que responden parcialmente a la problemática, puesto que los presupuestos destinados son significativos pero insuficientes, el diseño de las políticas burocratiza los programas, la ejecución no ha estado exenta de corrupción por parte de los operadores y el grado de eficacia no ha sido suficiente para integrar adecuadamente la red de valor, donde todos los participantes ganen y el consumidor pague un precio justo. En México existe un programa para fomentar la productividad del frijol a través del Promaf, se dan apoyos directos como el Procampo y Diesel, se cuenta con la infraestructura para envasar el grano y un programa para apoyar el acopio por parte de los productores. Con estas políticas públicas se intenta regular el mercado; sin embargo, no hay un mecanismo claro para fijar el precio en función de la oferta y la demanda, de tal manera que aun cuando el apoyo gubernamental define un precio de acopio, el mercado no toma esa señal y el precio sigue siendo controlado por los acaparadores. Es urgente crear un sistema de información y un mercado de físicos donde se den con transparencia las negociaciones de compraventa y se desarrolle un esquema de cartas de crédito, factoraje y

agricultura por contrato, para resolver la necesidad de efectivo por parte del productor al momento de la cosecha. Para desarrollar este esquema de comercialización, se puede utilizar parte de los 1 500 millones de pesos autorizados para el frijol en el Presupuesto de Egresos del 2008. Los retos más importantes de las organizaciones frijoleras se pueden enlistar en: a) aumentar la productividad del frijol con criterios de sustentabilidad; b) diversificar el patrón de cultivos para aprovechar las oportunidades de mercado en otros granos; c) eficientar la operación empresarial dando cuentas claras a sus socios y clientes, para crear relaciones de largo plazo con mayor certidumbre en las ventas, y d) prepararse para participar en el mercado con productos de calidad. En el contexto del TLCAN, las organizaciones frijoleras de todo el país tienen el desafío de lograr acuerdos conjuntos y capacidad de interlocución con el gobierno federal y hacer cabildeo con los frijoleros de Estados Unidos y Canadá para establecer un mecanismo permanente de control de importaciones, con el cual se puedan definir los acuerdos complementarios, anexos al tratado o definir los momentos adecuados de aplicar salvaguardas, para no destruir la base productiva nacional del frijol por competencia desleal. Las organizaciones tienen pendiente el desarrollo de una estrategia comercial para vender el frijol beneficiado a diversos segmentos de mercado y no sólo depender de los apoyos fiscales. La elaboración de alimentos a base de frijol listos para su consumo, se presenta como todo un desafío de organización, equipamiento y estrategia de comercialización para posicionar las marcas de los productores. A partir del análisis de las políticas de fomento al frijol en México, observando los aciertos y errores, es posible diseñar mejores programas para dar sustentabilidad a los productores nacionales y mantener un nivel de seguridad alimentaria del país, ante la total apertura del TLCAN.

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Diagnóstico ambiental y estrategias campesinas en la reserva de la biosfera Tehuacán-Cuicatlán, municipio de Zapotitlán, estado de Puebla Rafael Hernández Ortega1 Rafael Ortega Paczka2 José Alejandro Zavala Hurtado3 Julio Baca del Moral2 Miguel Ángel Martínez Alfaro4

Recibido: 15 de agosto de 2008 Aceptado: 10 de octubre de 2008

Resumen Tomando como referente la política oficial de manejo de las Áreas Naturales Protegidas (ANP) en México, se analiza el estado actual de la Reserva de la Biosfera de Tehuacán-Cuicatlán (RBTC) y la situación ambiental del Valle de Zapotitlán Salinas en el estado de Puebla, bajo el enfoque del desarrollo sustentable con los ejes ambiental, socioeconómico e institucional. El proceso de creación de la reserva permite evaluar la forma en que las condiciones materiales sociales y económicas presionan a las comunidades para la obtención de satisfactores e ingresos derivados del aprovechamiento de los recursos naturales. Se rescata la historia productiva regional del aprovechamiento de canteras con fines comerciales, de las salinas prehispánicas y de la producción caprina. Se identifica cómo el proceso productivo local ha estado vinculado íntimamente a los ritmos y demandas del proceso capitalista mundial; y ha sido actualmente sustituido por fuertes procesos de migración a Estados Unidos. Se observa que en los últimos 20 años se ha dado un proceso de sustitución de la cubierta vegetal natural por pastos, con lo que se va perdiendo la vegetación natural de gran valor ecológico. En el terreno de las recomendaciones, se sugiere que para una adecuada conservación en la reserva es necesario, entre otros factores, que exista una mayor participación de las comunidades locales en los asuntos de la administración y dirección de la propia reserva a partir del establecimiento de nuevas reglas y acuerdos institucionales, para que superen la situación de libre acceso a los recursos naturales como actualmente se relacionan con su entorno. Palabras clave: sostenibilidad, desarrollo rural, instituciones de gobernanza.

1 2 3 4

E mail: [email protected] Profesor Investigador de la Maestría en Ciencias en Desarrollo Rural Regional de la Universidad Autónoma Chapingo Departamento de Biología, Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa. Apartado Postal 55-535 México 09340, D.F. [email protected] Profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana Plantel Xochimilco. México, D.F.

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Hernández Ortega, Rafael; Rafael Ortega Paczka, José Alejandro Zavala, et al.

Environmental diagnosis and peasant strategies in the Tehuacán-Cuicatlan biosphere reserve, located in the town of Zapotitlan, Puebla Abstract Official policies for the management of protected areas in Mexico are considered as a referent in the analysis of the current status of the Tehuacán-Cuicatlán Biosphere Reserve (RBTC) and the environmental situation of the Valley of Zapotitlan Salinas in the state of Puebla. The study is done under the perspective of sustainable development, having environmental, socio-economic, and institutional factors as main axes. The process of creation of the reserve allows evaluation of the way in which material, social and economic conditions exert pressure on the communities to obtain goods and incomes derived from the use of natural resources. Such aspects as the regional productive history of quarry exploitation for commercial purposes, pre-Hispanic salt mines, and goat production are tackled. We also describe how the local productive processes have been intimately linked to the rhythms and demands of worldwide capitalism and how they are affected by the constant migration to the US. In the last twenty years, a process of substitution of the natural vegetation cover for meadows has been observed, so this ecologically important vegetation is getting lost. For the reserve to be adequately conserved some measures are recommended, e.g. the local communities should have larger participation in administration affaires, as well as in the direction of the reserve according to new rules and institutional agreements. In this way, the unlimited access to natural resources that communities have so far could be controlled. Key words: sustainability, rural development, government agencies.

E

l decreto de Áreas Naturales Protegidas (ANP) y la instrumentación de las acciones que de él se derivan como el establecimiento de su programa de manejo, constituye la principal estrategia del gobierno mexicano para llevar adelante la conservación de los recursos naturales y detener los procesos de deterioro y amenaza a las especies silvestres en peligro de extinción. México, por ser un país megadiverso5 debe mantener una política muy activa de protección de su flora y fauna en beneficio de sus propios habitantes y de toda la humanidad; sin embargo, la historia de la protección de los recursos naturales se ha caracterizado por el atraso significativo en conservación de sus riquezas naturales y por el hecho de que la extensión de los asentamientos urbanos y la de las agriculturas extensiva e intensiva, es un factor determinante que ha amenazado sistemáticamente a las áreas naturales. 5 6

Durante siglos la conservación de la naturaleza ha recaído en los pueblos indígenas quienes, al habitar las llamadas “regiones refugio”, establecieron una relación directa con los recursos naturales6. Es así que los grupos étnicos han ocupado selvas, montañas y desiertos, ecosistemas que al paso de los años se han convertido en las peores tierras de cultivo, en cuanto a carencia de infraestructura y servicios. Los sitios más inexpugnables del territorio nacional se convirtieron no sólo en refugio de las comunidades indígenas, sino además en relictos de plantas y animales silvestres. A lo largo del tiempoLas comunidades locales lograron la conservación de los recursos naturales, y también un profundo conocimiento de los mismos y de su uso y manejo, lo que abarcó la domesticación de muchas plantas útiles. Soberón et al (1995:5) refiriéndose a la conservación y al papel que tienen en este proceso las culturas tradicionales afirma:

“México contiene un total de entre el 10 al 12% de las especies conocidas (Toledo y Ordoñez, 1993) citado por Sarukhán, et al. 1996:247. Aguirre (1967), explica que son las regiones refugio son los sitios donde han logrado sobrevivir la mayoría de las comunidades indígenas, siendo convertidas en satélites de los desarrollos urbanos.

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Diagnóstico ambiental y estrategias campesinas en la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán, municipio de Zapotlán, Pue.

…la existencia de pocas áreas deshabitadas en México, el hecho de que en cada localidad o zona se presenten biotas de características peculiares, y que los grupos sociales hayan desarrollado conjuntos de conocimiento local sobre el uso de los recursos biológicos, nos lleva a concluir que la conservación de la biodiversidad en nuestro país debe centrarse en esfuerzos a nivel local o de pequeñas regiones dentro y fuera de las áreas protegidas.

La política de decretar ANP adquirió relevancia de 25 años a la fecha,7 y fue a partir del sexenio de Miguel de la Madrid cuando se convierte en una política de Estado. El número de reservas pasó de 78 áreas, con una cobertura de 5 316 430 ha en 1978 (Challenger, 1998), a 161 reservas con cobertura de 22 712 284 ha en 2007 (CONANP, 2007). Sin embargo, la condición en que se encuentran las ANP y los niveles de protección y apoyo que reciben del Estado varían de unas a otras y se caracterizan por su heterogeneidad en cuanto a los apoyos de que disponen, lo que acarrea debilidades de unas y mejores oportunidades para otras. En esta estrategia, el decreto de Reservas de la Biosfera (RB) constituye la figura legal de protección más extendida debido a que prácticamente no existen en México ANP exentas de habitantes y a que esta figura de protección permite conciliar la presencia humana y la conservación de los ecosistemas.8 La figura de RB es ampliamente aceptada por los organismos internacionales que apoyan la protección de los recursos naturales y aparece en el artículo 48 de la Ley General de Equilibrio Ecológico (LGEEPA) de México de la siguiente manera “se trata de ecosistemas no alterados significativamente por el hombre o que requieran ser preservados y restaurados..”(LGEEPA,2006:27), es además 7 8

9

la figura de mayor extensión en las Áreas Naturales Protegidas en México ya que el total de ellas para el año 2005, incluía 10 479 534 ha, en 34 RB (National Comisión of Natural Protected Áreas, 2005) lo que significa 60.5% de toda la superficie protegida con algún tipo de decreto; sin embargo, se arrastra un gran rezago en numerosas ANP, como lo muestra la situación de la mayoría de los parques nacionales. En los sitios de alta biodiversidad en México predominan condiciones de pobreza y pobreza extrema.9 Dichas características de poco desarrollo han tenido un doble efecto sobre la conservación de los recursos naturales:por un lado han mantenido alejadas de los procesos de aprovechamiento intensivo a amplias zonas del país y por otro han ocasionado que al menos en los últimos 20 años, se hayan desarrollado procesos de pérdida de la biodiversidad originados por factores de sobreexplotación de los suelos, del agua y de las especies nativas. Sea por razones históricas o derivadas de las políticas de gobierno, las ANP se han convertido en sitios privilegiados del territorio en los cuales se asientan las especies silvestres de gran valor ecológico y con potencial económico, presente y sobre todo futuro. Los procesos sociales y económicos que caracterizan la problemática del medio rural en condiciones de pobreza en México exigen definiciones claras sobre el acontecer de los procesos regionales y la forma en que se distribuyen los recursos generados por la existencia de las ANP, sobre todo cuando éstas se han insertado en los circuitos de mercado y aparece el fenómeno de la migración. Los esfuerzos por encontrar opciones o vías de desarrollo para el campo, comienzan por definir lo que se entiende como nuevas ruralidades, donde

“Durante la década de 1980 y los primeros años de la década del 90, se produjo un considerable crecimiento de áreas protegidas dedicadas completamente a la conservación", Sarukhán, et al., 1996: 252. En el marco del Programa Biológico Internacional ( IBP) y con el apoyo de la UNESCO, en 1968, se realizó en París la Conferencia de la Biosfera, en donde se recomendó la creación de un programa de investigación interdisciplinario e intergubernamental. Posteriormente, en el año de 1970, se establece el Programa para el Hombre y la Biosfera (MAB). Las primeras reservas se crearon en el mundo con base en estos conceptos en 1976; y es en 1995, en la segunda conferencia Internacional de Reservas de la Biosfera se definen los objetivos de la red para el siglo XXI (La estrategia de Sevilla, 1995). Cuando en el ámbito nacional 9.6% y 7.3% de la población se clasifica como de muy alta y de alta marginación, respectivamente, en las zonas prioritarias para la conservación identificadas por CONABIO, es mayor la población que vive en estos grados de marginación: 34.6% y 17.2% respectivamente (Estrategia de Conservación para el Desarrollo. CONANP, 2003)

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Hernández Ortega, Rafael; Rafael Ortega Paczka, José Alejandro Zavala, et al.

destacan las estrategias campesinas para apropiarse de la producción, conservar su identidad cultural o revalorizar sus productos y agregarles valor. En este contexto aparecen las estrategias relacionadas con la apropiación de los valores ecológicos, de paisaje y culturales, aspectos que han sido muy poco desarrollados y que ofrecen un gran potencial a futuro. El territorio, sus bienes ambientales y su apropiación, debe verse por lo tanto como una “construcción social y aún más como el fruto de un trabajo organizado” (Link, 1998:50). O como lo menciona Soberón (1966:3) buscando relacionar los aspectos productivos con los valores y bienes ecológicos: Las estrategias de conservación de la biodiversidad en México deben dar un lugar preponderante a las actividades productivas en el México rural que hagan un uso conservacionista y sustentable de los recursos biológicos.

sino también su uso sostenible y el reparto equitativo de beneficios derivados de su existencia y uso. Situada de esta manera la problemática de las ANP, el presente artículo muestra los resultados de

la investigación realizada en la Reserva de la Biosfera de Tehuacán-Cuicatlán (RBTC), en el Valle de Zapotitlán Salinas del estado de Puebla, desde el enfoque del desarrollo rural regional.10 La investigación se llevó a cabo mediante un análisis retrospectivo e histórico de la forma en que las comunidades han aprovechado sus recursos naturales con fines económicos y de cómo dichas prácticas productivas o extractivas han modificado y alterado el ecosistema natural en perjuicio de la vegetación local y de las propias comunidades originarias. Se destacan además los arreglos institucionales requeridos para un mejor manejo y administración del potencial de los servicios ambientales que ofrece la zona, por pertenecer a una ANP incluida en el Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas (SINAP).

Si se quiere conservar sitios de alta biodiversidad es necesario considerar la compensación de las restricciones que los decretos imponen, ya que “si la diversidad genética verdaderamente tiene valor para el futuro de la humanidad, alguien o alguna entidad debería estar dispuesta a pagar los costos para mantenerla” (Smith, 2000:58) y no hacer recaer en las comunidades el peso de la conservación, toda vez que sus condiciones sociales y económicas son altamente restrictivas. La estrategia de conservar y aprovechar sustentablemente los recursos naturales se basa, entre otros instrumentos, en el Convenio de Diversidad Biológica (1993) del cual es signatario México y por tanto tiene carácter obligatorio para el país, y como se ña la acer ta da men te Boe ge (2006:240): “ahí donde está la diversidad biológica está la diversidad cultural y viceversa”. El convenio establece la necesidad de que se trabaje para lograr no sólo la conservación de la biodiversidad 10 11 12

11

Materiales y métodos El diagnóstico del Valle de Zapotitlán se realizó principalmente con datos de los años 2000-2002, y el análisis de la sustentabilidad del área se organizó en tres ejes: el ambiental, el socioeconómico y el componente institucional,12 lo que nos permitió un acercamiento al estado de conservación de la reserva. Se describió el medio natural y la localización geográfica del área de trabajo, considerando las limitaciones y las posibilidades del medio físico para la producción y los asentamientos humanos, evaluando simultáneamente los problemas derivados del uso de los recursos naturales, como la leña con fines de combustible, el pastoreo de ganado caprino y los cambios ocurridos en el uso de suelo o en la cobertura vegetal, como principal indicador del estado o de las transformaciones que el sitio experimenta por la acción antropogénica; cambios que

Como parte del proceso de titulación de la Maestría en Desarrollo Rural Regional de la Universidad Chapingo, 1998-2000. En el SINAP se incluyen , según la LGEEPA en su artículo 76, aquellas áreas protegidas de mayor relevancia e importancia de todas las decretadas, las cuales pasan a ser consideradas en una red nacional, a partir de lo cual se les asignan recursos financieros y humanos de una plantilla de personal dependiente de la CONANP. La sustentabilidad entendida como proceso, ya que “el desarrollo sustentable implica no comprometer el sustrato biofísico que lo hace posible, de tal forma que se transmita a las generaciones futuras un acervo de capital (ecológico, económico, humano, etc.) igual o superior al que se ha tenido en disponibilidad la población actual” (Daly 1991, citado por Céspedes, 2001:18).

58 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

Diagnóstico ambiental y estrategias campesinas en la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán, municipio de Zapotlán, Pue.

se registraron cartográficamente en lo que se refiere a la cobertura vegetal del área protegida de carácter comunal, comparando datos de los años 1980 y 1996.

para conocer la forma en que entienden y aceptan las reglas de la reserva; se completó la información de campo con entrevistas a informantes calificados.

En lo relativo a los factores socioeconómicos, se consideran los rendimientos productivos de los cultivos agrícolas y de las actividades extractivas tradicionales tales como las de la sal yd el ónix. En cuanto a lo social se consideraron algunos de los aspectos más relevantes como son la demografía y la distribución de las poblaciones, la migración y el tipo y calidad de los servicios de que disponen los habitantes de Zapotitlán con base en los datos de población del INEGI desde 1987 a 2000 y en algunos casos con el conteo de población de 2005.

De manera complementaria se realizaron varios recorridos de observación directa en la zona y en algunas otras comunidades como Reyes Metzontla y San Antonio Texcala, pertenecientes al municipio pero no incluidas en los bienes comunales de Zapotitlán.

Resultados y discusión Descripción física del área La Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán, localizada en esta región, comprende una extensión de 490 186 ha y abarca una compleja orografía, diversidd de climas y tipos de vegetación, en aproximadamente 5 000 km2. Se ubica entre las coordenadas extremas 17°20’ y 18°53’ de latitud norte y los 96°55’ y 97°44’ de longitud oeste e incluye partes de los estados de Puebla y Oaxaca.13

En cuanto al eje institucional, se consideró el marco legal del decreto de la RBTC, referido al funcionamiento de la figura de bienes comunales de Zapotitlán como entidad asociativa que organiza y permite el funcionamiento de las instituciones locales para el acceso y aprovechamiento de los recursos naturales. Se consultaron fuentes bibliográficas de los trabajos académicos realizados en el área de la RBTC sobre aspectos etnobotánicos; documentos oficiales de creación de la reserva -en su mayoría inéditosgenerados desde la SEMARNAP-INE, en los años 1987-2000 y datos de producción local proporcionados por el Distrito de Desarrollo Rural núm. 8, unidad regional de Tehuacán. En dos comunidades del municipio de Zapotitlán, Zapotitlán Salinas y San Juan Raya, se realizaron talleres de evaluación comunitaria (TEC) para obtener de los propios pobladores su percepción acerca de la forma como se relacionan con el medio natural, para recuperar elementos históricos importantes y 13

2 , 0 8 0 ,0 0 0

P BL LA A PU UE EB BL A T E H U A CÁ N

2 , 0 4 0 ,0 0 0

ZA P O TI T L A N S A L IN A S

2 , 0 0 0 ,0 0 0

C U IC A T L Á N

1 , 9 6 0 ,0 0 0

O O A A AX X XA A AC CA A

6 60,000

7 0 0 ,0 0 0

7 4 0 ,0 0 0

C O O R D E NN A D AA S U .T .M .

Figura 1. Localización de la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán.

La importancia de la zona ha estado reconocida desde hace años cuando Rzdedowski (1973) denomina a la región como Provincia Florística de Tehuacán-Cuicatlán, perteneciente a la Región Fitogeográfica Xerofítica Mexicana

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Hernández Ortega, Rafael; Rafael Ortega Paczka, José Alejandro Zavala, et al.

rante la época de lluvia forman grandes barrancas con paredes verticales que terminan en lechos bastante amplios. Este sistema, al unirse con el río Salado y con una pequeña corriente proveniente de San Gabriel Chilac, se junta con el río Tomellín –ya en Oaxaca– y a través de la Sierra de Zongolica se convierte en contribuyente del río Papaloapan y drenan hasta la laguna de Alvarado, en Veracruz.

Figura 2. Paisaje típico del Valle de Zapotitlán

El Valle de Zapotitlán Salinas ocupa una superficie semiárida de 380.4 km2 de suelos que, por tanto, padecen fuertes restricciones en la disponibilidad de agua. Destaca por sus bosques de cactus columnares, paisaje de singular belleza (figura 1).

El clima semiárido de Zapotitlán, al igual que el del resto del Valle de Tehuacán, es producto principalmente del efecto de sombra de lluvia debido a factores topoorográficos, aunque en su determinación también es importante el factor de continentalidad por su situación entre el Golfo de México y el Océano Pacífico. Los vientos húmedos provenientes del Golfo de México son obligados a ascender por las altas elevaciones de la Sierra Madre Oriental y del Eje Neovolcánico y van perdiendo humedad conforme avanzan hacia el oeste del valle, lo que se manifiesta en el paulatino descenso en la precipitación pluvial que llega a ser tan sólo de 414.24 mm anuales.

Es atravesado de oriente a poniente por el río Zapotitlán y sus afluentes intermitentes los que du-

Figura 3, Mapa de localización del Valle de Zapotitlán.

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Diagnóstico ambiental y estrategias campesinas en la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán, municipio de Zapotlán, Pue.

Cuadro 1. Plantas útiles reportadas en trabajos científicos realizados en la zona. Investigadores

Especies identificadas con usos locales

Smith (1965) 2 Ramírez (1996)

1

Pérez et al. (1997) Arellano (2001)

2

3

RBTC (1999) 4 Casas et al. (2000)

5

Tipo y uso de las plantas

253

s/c a

69

Medicinales

97

Comestibles

135

Útiles

80

Útiles

808

Útiles

Fuente: elaboración propia con datos obtenidos de los trabajos revisados. 1 Abarcó el muestreo en el municipio de Zapotitlán. 2 Comprendió a toda la provincia florística TC. 3 Levantó datos sólo en la localidad de San Juan Raya. 4 Se trabajó en 8 comunidades de RBTC. 5 Se muestreó en 17 comunidades de la RBTC. *a Sin datos

Aspecto ambiental En el sitio se asentó una población de origen popoloca14 que a través del tiempo desarrolló un profundo co no ci mien to de su en tor no y lo gró el aprovechamiento de las especies presentes. Por lo que el paisaje natural actual es producto -en gran medida- de una selección cultural.15

cuadro 1, resultado de diversas investigaciones realizadas en la zona. Sin embargo, los procesos de modificación del paisaje han sido relevantes y con serias implicaciones para el entorno físico. Para evaluar los cambios ocurridos se utilizó la cartografía digital correspondiente a información de vías de comunicación, localidades, regionalización de la RBTC proporcionada por el Departamento de Biología de la UAM-Ixtapalapa y por la Unidad de Sistemas de la UCANP de la Semarnat, la cual fue editada y diseñada para formato de impresión. Para 1980 el área estudiada tenía una cobertura de matorral crasicaule de 311.5 km2 (81.9%); chaparral 38.4 km2 (10.1 %); selva baja 30.1 km2 (7.9%) y pastizal inducido 0.4 km2 (1%). En 1996 la cobertura se modificó de la siguiente forma: matorral crasicaule 289.9 km2 (76.2 %); chaparral 7.2 km2 (1.9 %); selva baja 7.0 km2 (1.8 %) y pastizal inducido 62.8 km2 (16.5 %), mezquital 9.3 km2 (2.4 %) y agricultura de temporal 4.2 km2 (1.1 %).

Los cambios en la cobertura vegetal resultan de importancia para establecer la forma en que se está dando el aprovechamiento de los recursos naturales suelo y vegetación, así como los diversos usos productivos. En el cuadro 2 se hace evidente Los actuales habitantes del Valle de Zapotitlán que en dos décadas ha disminuido el matorral craposeen un amplio conocimiento de las plantas losicaule, el chaparral y la selva baja que son vegecales, lo que se demuestra en los reportes de las ta ción na tu ral, mien tras que la ve ge ta ción plantas útiles que usan los que se resumen en el secundaria o inducida por factores humanos ha auCuadro 2. Comparativo de los cambios de la vegetación ocurridos en el periodo 1980-1996. mentado sustantivamente producto de la agricultura Año Tipo de vegetación de temporal y de la inducMatorral Chaparral Selva baja Pastizal Mezquital Agricultura de ción de pastos, ambas accrasicaule inducido temporal tividades que se han 1980 311.5 38.4 30.1 0.4 Sd Sd disparado sustantivamente 1996 289.9 7.2 7.0 62.8 9.3 4.2 en la década de los ochenFuente: elaboración propia realizada con las imágenes satelitales y materiales proporcionados por ta y noventa modificando el la UAM-I y la UCANPS*-Semarnat. paisaje.

14 15

En el periodo clásico temprano, en la región de Zapotitlán floreció la cultura popoloca perteneciente al grupo otoman conocido como “popolocas históricos”, emparentado lingüísticamente con la familia mixteca-zapoteca (Castellón, 2000). Como señala Smith, 1965 (citado por Zavala, 1999) la vegetación de la zona debe ser fundamentalmente secundaria, debido a que es producto de cuando menos 2 800 años de presencia humana que moldeó el paisaje con su influencia y selección de especies..

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Hernández Ortega, Rafael; Rafael Ortega Paczka, José Alejandro Zavala, et al.

Figura 4. Vegetación del Valle de Zapotitlán en 1980.

Figura 5. Mapa de modificaciones ocurridas en el periodo 1980-1996.

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Diagnóstico ambiental y estrategias campesinas en la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán, municipio de Zapotlán, Pue.

Cuadro 3. Población total del municipio de Zapotitlán, Puebla (miles de habitantes) 1980

6 964

1990

8 456

1995

8 132

2000

8 900

2005

7 774

Fuente: elaboración propia, con datos del INEGI: (X Censo General de Población y Vivienda, 1980; XI Censo General de Población Y Vivienda, 1990; Conteo de Población y Vivienda, 1995; Principales resultados por localidad EUM, XII; Censo General de Población y Vivienda, 2000; Conteo de población, 2005).

Aspecto socioeconómico Población. La población del municipio de Zapotitlán ha permanecido estable a lo largo de los últimos 30 años y tiende a no crecer como producto de las menores tasas de natalidad y del aumento de la migración,16 tal como puede observarse en el cuadro 3.

ría de uno a 99 habitantes y reunían a 476 pobladores cifras que representan 5.3% del total; en la categoría de 100 a 499 se distribuyen 3 372 habitantes en 14 localidades (37%); 2 467 (27.7%) habitantes se distribuyen en dos localidades de 1 000 a 1 999 habitantes, San Antonio Texcala y los Reyes Metzontla. La localidad con más habitantes es la cabecera del municipio, Zapotitlán Salinas con 2 736 habitantes que representan 30.7% del total. Destaca el crecimiento que tuvieron Los Reyes Metzontla y San Antonio Texcala con más de 1 000 habitantes, mientras que la cabecera del municipio Zapotitlán Salinas se mantuvo relativamente estable. Un aspecto relevante es el relacionado con el crecimiento delas localidades con menos de cien habitantes, las que pasaron de 23 a 37 en una década, cifra que nos indica que la población, si bien no ha crecido en forma absoluta, tiende a distribuirse de una manera más extendida en el territorio fundando nuevas unidades de población, con la consiguiente afectación del entorno natural y con la dificultad para proporcionarles servicios.

Mientras la población total permanece estable, su distribución dentro del municipio evoluciona; así en 1990 la población se distribuía en 40 localidades, en 1995 en 51 y en el año 2000 en 54, como se aprecia en el cuadro 4.

La población de Zapotitlán es esencialmente de jóvenes que en los próximos 10 años ingresarán a la PEA y por lo tanto demandarán trabajo, escuela y servicios en general. La mayor o menor presión

En el año 2000, de las 54 localidades que constituían el municipio, 37 correspondían a la catego-

Cuadro 4. Localidades y número de habitantes del municipio de Zapotitlán, Puebla. 1990-2000

Año

Localidades

1990

40

Número de habitantes 1-99

100-499

500-999

1000-1999

13

2

1

2000-2499 2500-2999 1

0

13

1

2

1

0

14

0

2

0

1

23 1995

51

2000

54

que ejerza esa población sobre los recursos naturales dependerá en gran parte de las mo da li da des y de la orientación que adopte en el municipio, así como de la tasa de migración y de las remesas provenientes de los migrantes.

34

37 Fuente: elaboración propia con datos de INEGI, (X Censo General de Población y Vivienda, 1980; XI Censo General de Población y Vivienda, 1990; Conteo de Población y Vivienda, 1995; Principales resultados por localidad EUM, XII Censo General de Población y Vivienda, 2000).

16

Servicios. En los aspectos de equipamiento y servicios, persisten en Zapotitlán al menos dos grandes problemas: el acceso al agua entubada y a la cobertura

Aunque el análisis de este trabajo se limitó en lo fundamental al año 2000, es conveniente señalar que incluso con los datos del conteo de población del 2005 el municipio registra un número menor a 7 774 habitantes.

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Hernández Ortega, Rafael; Rafael Ortega Paczka, José Alejandro Zavala, et al.

del dre na je. Un as pec to más, mencionado en los talleres rea li za dos du ran te esta investigación, es la carencia de un sistema adecuado de recolección y de deposición de basura, lo que ocasiona que ésta se tire sin control en las cañadas y barrancas. Producción. En el censo del año 2000 la población mantenía una tasa de em-

Cuadro 5. Comparativo de superficie fertilizada, sembrada, con semilla mejorada y con asistencia técnica, atendida con servicios de sanidad vegetal y mecanizada en el año agrícola 1998/1999 de tres municipios de la zona. Superficie (Ha)

Valor (miles de pesos)

Municipio

Total

Riego

Temporal

Total

Riego

Temporal

Zapotitlán

70.0

-

70

630.20

-

630.20

Tehuacán

458.30

346.50

111.80

4 124.70

3 118.5

1006.20

Caltepec

155.20

-

155.20

1 396.40

-

1 396.40

Fuente. Elaboración propia con datos del Anuario estadístico 2000, T 2, del Estado de Puebla, INEGI 2001.

pleo de 32.7% en relación con la PEA. La población ocupada se distribuía en los sectores primario (46.5%); en el secundario (46.4% y en el terciario (8.1%). Las actividades primarias están íntimamente ligadas con las consideradas pequeñas empresas o talleres como los de transformación del ónix y las salinas, y que los productores del valle se ocupan alternativamente en las actividades primarias y secundarias. La agricultura en las localidades estudiadas es fundamentalmente de subsistencia, de carácter tradicional y de temporal, principalmente en la siembra de maíz y frijol criollo. Según la temporada de lluvia, se selecciona la semilla que se va a sembrar y se opta por una mezcla de maíz y frijol o solamente frijol.17 Para efecto de dimensionar la importancia de la agricultura, se compararon los datos de Zapotitlán con los municipios de Caltepec, localizado hacia el sur y con características ambientales similares, y con Tehuacán, municipio que abarca una zona importante de la región y que posee importantes zonas de riego y una mejor infraestructura productiva, además de recibir mayores apoyos institucionales. Los datos se presentan en los cuadros siguientes:

embargo en las encuestas no se registraron más de cinco; de cualquier forma, ambas cifras confirman la misma realidad de una agricultura básicamente de temporal con el uso de pocos insumos y muy bajos rendimientos y destinada al autoconsumo. Actividades extractivas. A la precaria agricultura de temporal que no permite un adecuado suministro de alimentos y de ingreso a las familias que viven del aprovechamiento de la tierra, se suma el agotamiento de las actividades extractivas, ónix y, desde tiempos prehispánicos, la sal que durante años mantuvieron a la población, y que incluso llegaron a generar un proceso similar a las grandes bonanzas mineras del norte del país. El ónix. En torno al ónix se construyó un complejo de relaciones económicas e intereses que determinó el curso del municipio de Zapotitlán por espacio de décadas y que actualmente explica un perfil de declinación económica de los bienes comunales de Zapotitlán.18 Durante los años ochenta,Zapotitlán tuvo una etapa de expansión y éxito económico que benefició solamente a unos cuantos; en esta década se estima que se llegaron a extraer hasta 1 000 toneladas semanales de ónix.

En talleres realizados con los comuneros de Zapotitlán se mencionó que los bienes comunales de esta población incluyen 40 hectáreas de riego, sin 17 18

La siembra se realiza entre el 5 junio y el 15 de julio, cosechando en noviembre, se siembra en “seco” para poder adelantar el crecimiento de la semilla, cuando lleguen las lluvias. El barbecho lo realizan con tractor y la surcada la realizan con yunta, incorporándose la familia completa en las tareas de siembra, deshierbe y cosecha. (Entrevista en San Juan Raya). Señala Lee (2004:155), que existe una gran coincidencia entre la declinación de la actividad de la explotación del ónix y el aumento de la migración a los Estados Unidos, la que se aceleró rápidamente hacia mediados de la década de los noventas.

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Diagnóstico ambiental y estrategias campesinas en la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán, municipio de Zapotlán, Pue. Cuadro 6. Disminución del empleo generado en las canteras de los bienes comunales de Zapotitlán Salinas

Periodo

Lugar

Núm. personas que trabajan en las canteras

1958 a 1975

Las Ventas

300

1980 a 1990

San Pedro

300

1985 a 1990

Miahuatepec

300

1990 a 2001

Las Ventas, San Pedro y Miahuatepec

40

Fuente: BIOYMAS AC, 2000. Datos obtenidos en los Talleres comunitarios.

Cuadro 7. Número de canteras en producción 1980-2001 1980

2001

Las Ventas

Lugar

40

5

San Pedro

50

5

Miahuatepec

50

2

Fuente: BIOYMAS AC. 2000, datos obtenidos en los talleres comunitarios

La sal. Estudios arqueológicos e históricos sobre la región, indican que la sal (elemento que da el nombre al valle y a la comunidad) fueron muy relevantes en Zapotitlán y en otras comunidades en tiempos prehispánicos, durante la Colonia y en el siglo XX. De acuerdo con datos del Archivo de Notarías de Puebla, en el siglo XVI y hasta el XVIII, la sal de Zapotitlán se utilizó para el beneficio de la plata en las minas de Pachuca, Hidalgo (Castellón, 2000). Este recurso es considerado como la clave para comprender la evolución política, social y cultural de Zapotitlán y de los grupos popolocas que ahí se asentaron. En la actualidad, el aprovechamiento de la sal ha quedado reducido a una actividad marginal, con un carácter principalmente cultural que beneficia a muy pocos de los habitantes de Zapotitlán, además de que enfrenta serios problemas técnicos para el aprovechamiento y, sobre todo, de comercialización. Pastoreo. El problema más antiguo y de mayor impacto sobre los ecosistemas en la región es el generado por el sobrepastoreo del ganado caprino. “El paisaje yermo era el reflejo de un proceso de

En la actualidad esta actividad se encuentra reducida al mínimo19 y se extraen poco menos de 100 toneladas semanales. Debido al agotamiento de las vetas el aprovechamiento de las canteras ha ido cambiando de lugares en diferentes épocas con las consiguientes afectaciones al medio natural. Como se observa en los cuadros 6 y 7, la actividad se encuentra en una etapa de crisis, la cual se explica por la caída en el precio de la producción, la disminución del número de habitantes abocados a ella y de canteras abiertas y en producción. La disminución del aprovechamiento del ónix constituye una de las causas directas de las grandes migraciones que la comunidad ha tenido durante las dos últimas décadas a Estados Unidos de Norteamérica. 19

Figura 6. Salina San Gabriel Zapotitlán Salinas

El número de talleres creció hasta llegar a 110 a finales de los ochenta y cayó en picada tras la devaluación del peso en 1994. En abril de 2004 se encontraron 23 talleres en operación, todos con un número reducido de empleados.

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Cuadro 8. Número de cabezas de ganado existentes (1999).

Bovino

Porcino

Ovino

Caprino

Equino

Aves

Guajolotes

Abejas

8 986

3 811

574

36 465

1 549

539 320

1 011

138

Fuente: elaboración propia con datos del Distrito de Desarrollo Rural núm. 8, Tehuacán, Pue,1999.

desertificación que ocurrió después del arribo de los europeos” (Melville, 1999:35). La presencia de las cabras en esta zona inicia cuando los frailes dominicos las llevan a la región mixteca en 1530.20 En 1550 los indígenas podían solicitar a la corona española la concesión de tierras con la denominación de “estancias ganaderas” para criar su ganado, el cual era principalmente caprino; dichas estancias se realizab en tierras “baldías” “vacantes” o “públicas”, por ello los indios no encontraron gran resistencia para lograr su concesión, lo que además les permitía recuperar la posesión de sus propias tierras perdidas. El desarrollo de la ganadería caprina desde épocas coloniales dio otra fisonomía a las regiones naturales. Los cambios sufridos en el paisaje natural fue de gran importancia ya que, en pocos siglos y con la introducción de ganado ramoneador, se fueron seleccionando unas especies sobre otras, proceso de gran importancia en las zonas áridas y semiáridas por su fragilidad y sobre todo porque en ellas se adaptaron las especies cabrías, con consecuencias sobre el medio natural.21 La actividad, desde el punto de vista económico y sobre todo ambiental, presenta varias aristas y problemas. Si bien se trata de especies (chivos y cabras) perfectamente adaptadas a las condiciones de aridez presentes y representa una actividad 20

21 22

que permite generar grandes economías en el ámbito regional, en cuanto al cuidado y manejo de los hatos a escala familiar resulta poco rentable. Para quienes viven de la cría de chivos no es rentable manejar menos de 20 cabras, pero solamente unas cuantas familias poseen más de esta cantidad.22 Los datos registrados durante el periodo de la investigación sobre la actividad pecuaria, denotan la importancia de los chivos, como se ve en el cuadro 8 y la que tienen para su reproducción los pastos y praderas naturales. Uso de leña. Otra actividad relevante en relación con el aprovechamiento de los recursos naturales, es el uso de la leña para fines domésticos. Esta actividad es de primordial importancia debido a que en la mayoría de los hogares de Zapotitlánla leña se utiliza aún como combustible. En 1980 de 1 220 viviendas particulares y una población total de 6 964 habitantes del municipio, en 996 viviendas cocinaban con leña (81.64%), y sólo 194 (15.90%) lo hacían con gas (INEGI, 1983) . En el año 2000 de 1 896 viviendas y una población de 8 900 habitantes en el municipio, 903 hogares utilizaban leña (47.63%) y 872 gas (45.99 %) lo que indica que se había invertido la relación. Si referimos el dato al número de viviendas propias de 1 583 y sumamos las viviendas que usaban leña y gas para cocinar se rebasa el 100% (112%)., Esto

La etnia mixteca fue una de las que más sufrieron alteraciones en el patrón de cultivos, uso del suelo, tenencia de la tierra y en la introducción de tecnologías y de ganado menor durante la época colonial que de hecho colocó a la región como una de las más prósperas, en especial por la producción de la grana cochinilla; pero que, a su vez, aceleró el proceso de degradación ecológica que caracteriza actualmente a la región. En el siglo XVII se introdujo la palma como actividad complementaria. (Zavala, 1999). Melville (1999:47) refiriéndose a lo ocurrido en el Valle del mezquital en Hidalgo, dice “por lo general cuando hay una larga historia de tala de árboles y el ganado o las cabras se han apacentado abundantemente, los espacios entre las ocasionales cactáceas son yermos.” Se toma como ejemplo el caso de la comunidad de San Juan Raya donde se registran 1 200 chivos; solamente tres familias tienen el 50%, lo que da un promedio de 200 chivos por familia, mientras que el otro 50% de los chivos se reparte entre 14 familias, dando un promedio de 14 chivos por familia, mientras que las 23 familias restantes no tienen ninguno. (Zavala 1998)

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es así por que seguramente un número de ellas usa las dos fuentes de combustible, (INEGI, 2000). Si tomamos en cuenta que el número de viviendas aumentó en 676, y que este crecimiento se dio en las comunidades pequeñas (de uno a 99 habitantes), podemos suponer que la proporción de hogares que cocinan con leña sigue siendo muy elevada y que únicamente en las comunidades grandes, como Zapotitlán Salinas o San Antonio Texcala, ha aumentado el consumo de gas LP. En el caso de Los Reyes Metzontla se ha introducido un programa para uso de gas en sustitución de la leña para la fabricación de la cerámica que, sin embargo, no ha dado los resultados esperados.23 Migración. La migración de los zapotitecos a Estados Unidos de Norteamérica constituye una búsqueda de la población para solventar las carencias y limitaciones económicas, tal como sucede en muchasotrs comunidades rurales e incluso urbanas del país. La migración en la zona se inicia a partir de los años ochenta cuando se establecen las primeras cadenas de migrantes a los Estados Unidos de Norteamérica; el fenómeno se incrementó de manera sustancial en los últimos años. Se calcula que son entre 500 y 700 hombres, mujeres y niños, los zapotitecos que habitan en los Estados Unidos, principalmente en la ciudad de Nueva York (Lee, 2004). Las remesas de los migrantes se invierten principalmente para comprar tierras y en la construcción de casas; existe además un mayor consumo de bienes de primera necesidad, pero también de consumo suntuario. El fenómeno migratorio puede estar generando problemas importantesde división social, además de los riesgos de salud, pérdida de cultura y abandono de la unidad familiar que enfrentan en el país vecino. Eje institucional El eje se refiere a las medidas y acciones realizadas desde la Semarnat y la hoy Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), para 23

generar escenarios y crear dinámicas de promoción de la conservación en el área. Busca entender también la forma en que participan las comunidades en el proceso de conservación, manejo y toma de decisiones sobre el ANP. En el proceso de creación de la reserva se pretendió dar mayor cobertura en cuanto a la difusión de sus propósitos y a la necesidad de su existencia, proceso en el que se buscó la participación de organizaciones de la sociedad civil de carácter local y de los grupos académicos con trabajo en la zona, e incluso se buscó la representación y participación de los diversos sectores en la dirección de la misma. Con ese convencimiento en 1999 se constituyó el Consejo Técnico Asesor (CTA) que, aunado al Consejo Técnico Científico (CTC), formaría parte de un Consejo de Planeación (CP). A diez10 años del decreto como ANP la Reserva carece de un plan de manejo lo que confirma la serie de desaciertos y de procesos inadecuados durante este periodo. Lo que pasó en la RBTC, al menos en sus tres primeros años, fue la falta de un adecuado equilibrio entre los sectores científicos y sociales en su conducción. Mientras que los grupos académicos y las ONG en la zona estaban bien insertados en el control de la reserva las comunidades locales fueron perdiendo peso en la toma de decisiones, situación que permitió que progresivamente se fuera dando un desfase del centro de gravedad de la estabilidad del manejo del área. Las comunidades se convirtieron solamente en espectadoras, mientras los grupos académicos, algunos de ellos con sentido de propiedad del ANP, decidían o influían sobre la dirección de la reserva. Una vez declarada como reserva en el Diario Oficial, se emprendió una amplia campaña de difusión sobre la necesidadde su creación y sobre el gran potencial que tenía como área en cuanto a sus recursos naturales. Se emprendieron programas de manejo de ciertas especies naturales, de atracción de recursos para generar empleos, y se apoyen programas comunitarios de interés de las

Dicho programa de sustitución no ha tenido los resultados esperados ya que las alfareras afirman que además de que la leña se obtiene sin costo, el gas no proporciona la misma cocción que la leña, pues con ella se puede graduar y regular de mejor manera el calor para cocer las vasijas, razones por las que se sigue recolectando leña del monte.

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propias comunidades; lo que sin embargo no abatió la desconfianza ni la falta de credibilidad de las comunidades respecto de los propósitos de las instituciones. Uno de los factores que en esa etapa incidió de manera fundamental fue la falta de recursos económicos para promover los programas comunitarios de desarrollo sustentable. Si bien la RBTC se decretó en 1998, es hasta el 2000 cuando se incluye en el programa GEF-II (Global Enviromental Facility fase dos) que permite acceder a un apoyo sistemático y permanente con recursos de los EU para la conservación de las áreas naturales protegidas consideradas de carácter estratégico. Al considerar a la Reserva de Biosfera de Tehuacán-Cuicatlán como área natural estratégica, se cuenta ya con mayores recursos, tanto para las tareas de operación y de infraestructura como para responder a las demandas de las comunidades y para emprender los programas prioritarios para la conservación del área. Aunada a las fallas de coordinación institucional, deficiente difusión y poca claridad para hacer llegar a las comunidades las perspectivas sobre el aprovechamiento de los recursos naturales, se encuentra la debilidad de las propias formas organizativas tradicionales de las comunidades.

propio es una mejor alternativa, que esperar a que los otros se aprovechen de los mismos. Lo que da como consecuencia una afectación de todos los recursos y a la larga un agotamiento de ellos en perjuicio de todos. La demostración de tal proceso se se explica por el número y la forma en que se extiende el pastoreo de los hatos de chivos sobre las áreas comunes y por la extracción de leña del monte sin contar con un programa de reposición de los materiales extraídos. Situación que, aunada a la falta de obligatoriedad de los mecanismos regulatorios para desmontar y abrir tierras a cultivo, afectan negativamente al medio natural; todo ello por la necesidad o por la ambición de tener o abarcar más y obtener mayores beneficios económicos.25 Con la RB se abre una oportunidad para ordenar los mecanismos de libre acceso a partir de establecer mecanismos, de acuerdo con las comunidades y con las instituciones encargadas de mantener y vigilar la conservación de las áreas naturales que beneficien a la propia comunidad y a la conservación toda. Uno de los cambios ocurridos a partir de que se decretó la reserva es que el Jardín Botánico “Dra. Helia Bravo Hollis” pasó a ser manejado de manera directa por las autoridades de los bienes comunales de Zapotitlán que actualmente desarrollan un incipiente programa de ecoturismo.

Los bienes comunales de Zapotitlán, e incluso de las demás comunidades del valle, atraviesan por un proceso de debilidad de sus formas de organización, lo que ocasiona que el aprovechamiento de los recursos naturales se haga mediante procesos de libre acceso y no sobre una base de manejo sustentable, tal como se podría suponer que se ha hecho durante siglos.24

Los cambios en la cobertura vegetal ocurridos en las últimas décadas apuntan a procesos de gran afectación en el entorno y sobre las especies, los paisajes y los procesos que se desea proteger en el Valle de Zapotitlán, motivo que dio origen al decreto de la reserva.

La paradoja de Hardin (1968) sobre la tragedia de los comunes explica que ante la ausencia de mecanismos regulatorios de acceso de los individuos a los recursos colectivos, se produce una extralimitación al considerar que siempre el beneficio

Si bien la comunidad de Zapotitlán, como prácticamente todas las comunidades rurales del país, ya no crece, sí ocurre una mayor dispersión de los habitantes de los sectores más pobres, en pequeñas comunidades, situación que ocasiona grandes

24 25

Conclusiones

El presidente del Consejo de Vigilancia de los BC, ha reconocido tres grandes problemas a los que se enfrentan: 1) la búsqueda de identidad y cohesión de la organización; 2) la problemática económica de la población y 3) la aplicación del decreto de la reserva a la cual consideran poco más que una “utopía”. Link (1998), ahondando en el tema del control efectivo de los recursos afirma que “En ausencia de reglas reconocidas por todos y de un dispositivo de control y de sanciones, los comportamientos oportunistas se imponen necesariamente a expensas del interés colectivo.”

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Diagnóstico ambiental y estrategias campesinas en la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán, municipio de Zapotlán, Pue.

dificultades para llevarles servicios y que provoca mayor afectación al medio natural. El aporte de recursos de los Estados Unidos, para un grupo de comuneros con mejores oportunidades económicas, se traduce en la compra y apertura de nueva tierras al cultivo, lo cual puede tener un doble significado: de amenaza pero también de oportunidad ya que, al contar con recursos económicos, la población, constituida por jóvenes con mejor nivel académico y preparación, puede emprender proyectos de aprovechamiento de los recursos con mejor diseño de sustentabilidad El éxito en los programas de conservación y el ordenamiento de los mecanismos de libre acceso a los recursos naturales que actualmente predominan en las comunidades, reside en el aspecto de las instituciones que se generan en torno al funcionamiento de la reserva e incluyen los aspectos de gobernanza (efectividad de las acciones, creación de instituciones de gobierno local, toma de decisiones, rendición de cuentas, participación ciudadana); for ma ción de ca pi tal so cial y hu ma no (capacitación y procesos educativos); restauración ambiental (ecológica) y una influencia regional del buen manejo que se traduzca en crecimiento económico. Estas acciones permitirán una verdadera consolidación de la RB como modelo adecuado para la conservación, siempre y cuando se dé sobre bases de sustentabilidad económica, política y ambiental. Por todo ello, la acción institucional y la acción comunitaria deben converger necesariamente en una sinergia de complementariedad que encuentre mecanismos compensatorios de las restricciones que el marco de reserva establece para lograr que las comunidades no tengan que pagar por los bienes y servicios ambientales que la RBTC proporciona, sino ser las primeras beneficiadas por ellos. El desarrollo de proyectos alternativos tales como el ecoturismo y el aprovechamiento de los servicios ambientales debe abrir oportunidades de desarrollo endógeno que disminuyan las tendencias destructivas que alteran el paisaje natural. Se

requiere de programas de capacitación en nuevas tecnologías que agreguen valor a las materias primas manteniendo su valor de bienes tradicionales. Por la parte institucional se debe concluir el programa de manejo y en su elaboración deben de participar las comunidades mediante sus propias reglas para la toma de acuerdos, ya que si la población local participa directamente en su proceso de elaboración adquiere mayor fuerza el instrumento de manejo. El programa debe resolver sobre: a) los aspectos del ecoturismo; b) el manejo de los chivos en la región; c) los apoyos a las actividades productivas como el ónix y las salinas; d) los aspectos de reforestación y restauración de zonas deterioradas; e) la captación de agua y la construcción de obras de retención de suelos; f) la mejora de los servicios y el equipamiento urbano; g) la protección de las especies amenazadas y de su aprovechamiento en unidades de manejo de la vida silvestre (UMAS), etc.; todo ello con el objetivo de detener los procesos que modifican la cobertura vegetal por vegetación secundaria. La RBTC es una oportunidad para mejorar las condiciones de vida de los habitantes del Valle de Zapotitlán y encontrar alternativas para una población instalada en un medio natural complejo y con grandes limitaciones productivas. Puede ser también un buen ejemplo de una adecuada complementariedad entre desarrollo rural sustentable y conservación natural. El reto es muy grande pero es posible alcanzarlo. Agradecimientos A todos los habitantes de Zapotitlán y de San Juan Raya quienes de una u otra manera contribuyeron para la realización de este trabajo. Particularmente a Eulogio y Norberto Salas, a José Carrillo, a Don Juve y a Silvano. A los compañeros del equipo de la reserva con quienes compartí las primeras batallas para llevar adelante las tareas de conservación con muy pocos recursos.

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Cuidado y curación tradicional de los animales de trabajo en la primera obra de veterinaria mexicana (1575-1579) A. Tonatiuh Romero Contreras, Carlos E. González Esquivel León G. Velázquez Beltrán1 Recibido: 22 de julio de 2008 Aceptado: 31 de octubre de 2008 Resumen El libro Albeitería, escrito por el mexicano Juan Suárez de Peralta entre 1575 y 1579, es el primero en Ciencias Veterinarias escrito en América, aunque debido a su rareza ha sido prácticamente desaprovechado por los estudiosos del cuidado animal. El ser originario de la Nueva España le proporcionó al autor, según él mismo declara, la oportunidad de acceder a las fórmulas médicas a base de plantas, tanto exóticas como nativas, conforme a la medicina indígena; aprovechar al máximo el saber español y árabe de un “gran albéitar gitano”, en el uso de plantas y emplastos, así como el “medir el pulso” y el “curar por la orina” como parte del procedimiento de atención medica al ganado equino, además de múltiples procedimientos de medicina veterinaria tradicional hispanoárabe. En dicho texto están las bases de los cuidados utilizados por los campesinos mexicanos en la atención y curación de sus animales de trabajo, ya que éstas son herederas directas de las prácticas curativas llegadas de la península Ibérica. La identificación de los cuidados y remedios tradicionales, así como también de la farmacopea utilizada por Suárez de Peralta en los animales de trabajo es el objetivo del presente escrito. Palabras clave: historia, albeitería, curación, manejo, animales de trabajo.

Traditional care and treatment of working animals in the first Mexican treaty of Veterinary Medicine (1575-1579) Abstract The book Albeitería,2 written by the Mexican Juan Suarez de Peralta between 1575 y 1579, is the first treaty of Veterinary Sciences produced in America, and is practically unused by the scholars of animal care due to its rarity. In the author’s own words, the fact of being from New Spain gave him the opportunity to access the medical formulae based on plants, both exotic and native, according to indigenous medicine. In addition, he made the most of the Spanish and Arab knowledge of “a great gipsy albéitar” for the use of plants and plasters, and was also able to measure the pulse and cure with urine as part of the procedures of medical attention of equine livestock. Multiple other treatments of the traditional Hispano-Arabic Veterinary Medicine are included in the text, which contains the bases of medical care practiced by Mexican peasants for the attention and treatment of their working animals. This knowledge was inherited from the curative practices origi1 2

Centro de Investigación en Ciencias Agropecuarias, Universidad Autónoma del Estado de México. Instituto Literario Ote. 100 Centro, Toluca, México CP 50000. [email protected] Albeitería is an ancient word used in Spain to refer to veterinary practices. The practitioner of this work was called albéitar. [N. del T.]

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Romero Contreras, A. Tonatiuh; E. González Esquivel y León G. Velázquez Beltrán

nated in the Iberian Peninsula. The identification of traditional care and remedies, as well as the pharmacopoeia utilized by Suarez de Peralta in working animals is the aim of the present study. Key words: history, albeitería, care, management, working animals.

D

entro de la historia de la ciencias veterinarias en México, es muy importante y casi única la obra del criollo Juan Suárez de Peralta, precursor también de la charrería mexicana, sin embargo, los estudios que tocan su obra tratan principalmente de la parte ligada a este ”deporte nacional” y descuidar la aportación veterinaria, en especial para los equinos. Sus trabajos, realizados en el siglo XVI, contienen la enorme herencia hispanoárabe del manejo de las bestias y las formas de enfrenar, ensillar y montar. En el tratado de Albeitería, se describen además las formas de su cuidado y curación, así esta última parte es poco conocida en la historia de la veterinaria, por lo cual es importante estudiarla, ya que como medicina popular para los equinos, fue directamente heredada a los campesinos mexicanos desde la época novohispana. El presente trabajo se ocupa, por primera vez, de la identificación exclusiva de lascetas y prácticas curativas en los animales de trabajo contenidos en la obra Albeitería, tomando en cuenta la recomendación de Quesada (1953) sobre la necesidad de identificar y estudiar “con método la rica farmacopea de Suárez de Peralta”. Para lograr lo anterior, primero se contextualiza la obra veterinaria de Suárez de Peralta en la Nueva España, posteriormente se identifican y analizan las prácticas y fórmulas curativas utilizadas en los animales de trabajo, al mismo tiempo que se coteja el documento con su paleografía original a fin de transcribir correctamente el sentido de la escritura, modernizando algunas palabras para facilitar su lectura; después, se registran los remedios que tienen que ver exclusivamente con los animales de trabajo y, finalmente, después de cada tratamiento o curación, mediante tablas se identifican botánicamente las especies o los elementos utilizados logrando así una interpretación de conjunto para dar paso a las consideraciones finales.

Obra veterinaria de Suárez de Peralta Juan Suárez de Peralta nació en la antigua ciudad de México-Tenochtitlan en la primera mitad del si74 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

glo XVI y fue un gran conocedor de las costumbres populares y del idioma náhuatl. Unió a su orgullo de ser hijo de conquistador y gran aficionado a los caballos, al de haber nacido en la Nueva España. Escribió tres libros, todos con énfasis en los equinos. Uno histórico titulado Tratado del descubrimiento de las Indias (1949, original 1589), hacía referencia a las costumbres de los caballeros, los juegos con toros y las funciones públicas con caballos; en el Tratado de la caballería de la gineta y de la brida, impreso en Sevilla en 1580, relata las formas de montar y adiestrar caballos; el tercero, el libro médico veterinario Albeitería (1953, original 1575), que trata sobre los cuidados y curas a los nobles brutos. Como justificación a la elaboración de esta última obra dice: ...yo he alcanzado (a saber), las curas curiosas por haber sido de mi natural tan aficionado a los caballos y nacido y criado donde tantos hay como es la Nueva España,… a los que nacemos allá nos comunican muchas cosas y más como sabemos la lengua (náhuatl) es de gran conformidad para ellos (los indios) y amistad (1953, original 1575).

A esta conformidad de sabiduría indígena de cuidar y sanar con plantas, se ufana de tener gran conocimiento de los caballos al ser amigo de un gran albéitar gitano, quien le enseñó, entre otras cosas, donde encontrar el pulso en los caballos: “ponga la mano entre el codillo y la cinchera más abajo hacia adentro y allí encontrará el pulso”. (1953, original 1575). De esta forma, los trabajos de Juan Suárez de Peralta son los más antiguos y completos sobre el papel que jugó el equino en la Nueva España, al registrar desde sus usos en la vida cotidiana (transporte, faenas agrícolas), su papel estratégico en las clases dominantes (guerra, diversiones, recreo, espectáculos), hasta la atención veterinaria sobre curaciones y manejo adecuado de la salud de estos animales.

Cuidado y curación tradicional de los animales de trabajo en la primera obra de veterinaria mexicana (1575-1579)

Además de los conocimientos transmitidos por su amigo gitano y sus relaciones con los indígenas, Suárez, de motu propio, poseía muchos conocimientos sobre los caballos al estar en contacto continuo y ser muy aficionado a ellos, según lo expresaba en estos términos: Hay muchos (españoles) que tienen más de mil yeguas, y el que menos tiene son quinientas… y son pocas por ser ganado vacuno tanto, que hay hom bres que tie nen cien to cincuenta mil vacas… y muchas son cimarronas.

Había tantos caballos en la Nueva España, que muchos eran cimarrones; Suárez de Peralta trata de estos caballos silvestres y la costumbre que se tenía en México de enseñarles hasta volverlos animales de trabajo, en este sentido sostenía que: ...tales caballos y yeguas (cimarronas), que ninguno de los regalados (criados) en caballerizas les hace ventaja en talle, ni hermosura, ni lindo pelo… y estos caballos y yeguas suelen salir muy ligeros y para mucho trabajo aunque son muy malos (difíciles) de domar.

Eran tantos los animales domesticados o arrendados, que después de haberlos domado los españoles no tenían por denigrante el usarlos para transportar las cargas: Hay grandísima cantidad de caballos, por que en ellos traen sus haciendas (cargamentos) y granjean de la misma suerte (hacen lo mismo) como en España se sirven de los jumentos.

Es significativo que los caballos eran utilizados como animales de carga desde el siglo XVI, y en menor medida como animales de tiro, pero de forma recurrente, como se señala, para el transporte. (Suárez,1953, original 1575). Suárez de Peralta vierte todo su ingenio y sabiduría popular equina en su obra Albeitería; por ejemplo, explica cómo aprendió de otros albéitares mexicanos y españoles la forma de guiarse para “curar por la orina”; es decir, utilizar el pulso y la orina como medios de diagnóstico. Además, en su obra da consejos continuos en materia de asepsia, al tratar con fuego los instrumentos quirúrgicos y ordenar a los operadores, con claridad, que tengan “las uñas de las manos cortadas”.

Aconseja y arremete contra los albéitares ignorantes que “no saben ni leer”, y les brinda dos consejos: estudiar para aprovecharse de autores latinos; y segundo, que usen el camino de la observación y raciocinio, como afirma él haberlo hecho reiteradamente: “este remedio es bonísimo y yo lo tengo visto”, o “yo he curado con él muchos caballos”. Además, exige que el albéitar conozca anatomía y di sec ción, te ra péu ti ca, far ma co lo gía, masoterapia, bromatología y fisiología comparada, para curar con conocimiento y causa. Recomienda también que “el Albéitar siguiendo el ejemplo del que ha de ser médico, es necesario de que estudie y se gradúe”. Si lo anterior tiene gran mérito, lo siguiente estalla luminosamente cuando da la recomendación para tratar las infecciones al usar …un cuartillo de harijas, de las que hay en los molinos, que están pegadas a la tolva, cordeles y paredes, que es un polvo que despolvorea la harina.

Ésta es sin duda, una de las más antiguas citas que puede hacerse en referencia a la aplicación de los cultivos salvajes de la penicilina para atacar infecciones. Finalmente, como médico de animales Suárez de Peralta con su natural honradez, habla de sus límites como albéitar, al confesar cuando no está seguro de algún tratamiento, al exteriorizar su duda diciendo por ejemplo: “y curándolos por este orden CREO tendrán en breve salud”, aclarando no estar muy seguro del resultado. La obra Albeitería estuvo durante siglos olvidada e inédita en la Biblioteca Nacional de Madrid donde fue localizada por el doctor Nicanor Almarza. Se publicó por primera y única vez en 1953 en México, en edición facsimilar de sólo 300 ejemplares, por Bruno Pagliali, fundador del Hipódromo de las Américas, para festejar el primer Centenario de la fundación de la Escuela Nacional de Medicina Veterinaria y Zootecnia. El tratado está dividido en tres partes o libros. El primer libro consta de 18 capítulos y trata sobre las enfermedades de los caballos y otras bestias; el segundo, posee 49 capítulos y trata sobre las curas y cuidados de los equinos; el tercer y último libro Revista de Geografía Agrícola núm. 41 / 75

Romero Contreras, A. Tonatiuh; E. González Esquivel y León G. Velázquez Beltrán

tiene 18 capítulos y trata sobre las maneras de herrajes y cascos que han de usar los caballos.

Identificación de los cuidados y tratamientos veterinarios para los animales de trabajo Es en el segundo libro, donde se identifica la información sobre los remedios y los manejos utilizados en la Albeitería para los animales de trabajo. Aquí nos ocupamos de él identificando sólo aquellas prácticas y recetas médicas dedicadas al cuidado de los caballos de trabajo, así como de otros animales de carga o tiro, ocasionalmente mulas y burros. La transcripción paleográfica es literal, y en ella se actualizan únicamente aquellas palabras que son difíciles de entender hoy en día.

Cuadro 1. Plantas utilizadas para curar la sarna y criar pelo Nombre vulgar

Exprimida sobre paños y aplicada sobre las llagas

Gallina ciega (estado Phyllopfaga spp. larvario o pupa de var i a s e s p e c i es d e insecto)

Freí das y re vuel tas con pol vo de vi drio para hacer crecer el pelo

El cuadro 1 muestra la farmacopea, así como los usos y manejos de las plantas y tratamientos para este caso. Capítulo 14. Que trata el remedio para la tos del caballo que les da con muermo El muermo en los caballos es una enfermedad no peligrosa cuando no se junta con otras, más ella de por si es contagiosa y asquerosa, que aún en los hombres llamamos catarro o romadizo. Hay muchas maneras de muermo y algunas dan con tos causadas de sol y polvo y mucho frío, y a los caballos muy regalados (trabajados), es ordinario hacerles mal el beber frío y el agua muy delgada, y las curas son las siguientes: Hace de tomar zumo de raíz de junco y puerros cocidos y arrope de miel y aceite rosado, y un poco de manteca de vacas, y májarlo todo y darlo al caballo a beber tres días o más, conforme a la mejoría que se conociere en el caballo. Este remedio es para el muermo sin tos y unas juncadas con esto se cura la enfermedad (F.105v.).

Hay algunos caballos que de pujamientos de sangre y aún de mucha cólera no le han acudido con el remedio, se hinchan de llagas y postillas por todo el cuerpo a manera de sarna venenosa que cría materia, y la tal enfermedad es muy mala y congojosa, y la bestia que la tiene se enflaquece y no esta para servir a causa de que es muy dolorosa y entume sus pies y manos y les quita el comer.

El remedio recomendado:

76 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

Aplicación/Manejo

Zuzón. también cono- Senecio jacobea cida vulgarmente como hierba cana

Capítulo 5. Que trata de cura admirable para los caballos, mulas y jumentos que se les hacen llagas en todo el cuerpo que es como sarna y para criar pelo donde no le hay

Hase de tomar zumo de suzones (el zuzón es la hierba cana), y empapar unos paños y ponerlos sobre la enfermedad o llagas, las cuales echaran de si, luego apoco un baho caliente como humo, que es la ponzoña y malicia que le sale del cuerpo y deja la llaga colorada y fresca. Los Suzones es una yerba que nace en el campo donde ha sido la tierra agostada y sembrada, es de la altura del trigo, salvo que tiene la hoja ancha, es bonísima, y luego de quitadas las postillas, untarle con un aceite que se hará de esta suerte: Buscar unos gusanos que se crían en los muladares que llaman gallinillas ciegas y freírlas con aceite y untarle con él, y hánse de freír hasta que casi se consuman, y después de untado, échales unos polvos de vidrio el cual molerán muy molido. Estos polvos y aceite hacen nacer el pelo y es muy bueno. También se puede aplicar a otras enfermedades de llagas y más si son viejas” (81v. 82f.).

Nombre científico

Cuadro 2. Plantas utilizadas para aliviar la tos del caballo Nombre vulgar Junco Puerro

Nombre científico

Aplicación/Manejo

Juncos spp.

Cocidos con arrope, miel y Allium ampeloprasum aceite rosado, y un poco de manteca de vacas, revolverlo todo y darlo al caballo a beber tres días o más

Tos causada del sol y polvo (variante) Hace de tomar un poco de manteca de vaca y enjundia de gallina, y un poco de azúcar piedra y un poco de vino blanco, el mejor que se hallare, y darle un herbor, y tibio darlo al caba-

Cuidado y curación tradicional de los animales de trabajo en la primera obra de veterinaria mexicana (1575-1579)

llo con un cuerno si no lo quisiere beber (F.106f).

Capítulo 15. Que trata de la cura para las espundias y gabarros que nacen a los caballos en los pies Cuando el caballo tuviere una llaga en cualquier parte del cuerpo que fuere incurable, y que se le críe en ella una carne blanquisca, esponjada, que siempre tenga en ella una aguaza, y ésta tenga un colorcito de sangre, y la llaga mientras más va, se ensancha y crece la carne para arriba, ésta llaman espundia y es malísima llaga, aunque no es mortal es congojosa y muy fácil de criar gusanos, a causa de que es gustoso pasto para las moscas, da comezón muy grande, y si acaso el caballo se acierta a rascar, se hace mucho daño… (F.109f.).

La mejor cura que halló para ellas fue la siguiente: Por que he tenido muchos caballos con ellas, y no he hallado remedio como éste. Nacen de pujamiento de sangre y lo primero que se hace (son) unas ronchas y vánse enconando hasta dar en llaga… Lo que se ha de hacer es cuando ya la llaga esta declarada y hecha espundia… han de tomar una poca de agua fuerte y con una pluma echársela en la llaga la cual se le ha de echar dos o tres días hasta que halla comido y gastado aquella mala carne, y antes que le echen el agua, le laven con un poco de vino para limpiar la llaga (de) la materia y si hubiere hecho uña, déjenle hasta que la despegue, y después que la llaga haya gastado aquella carne esponja y este colorada, y el aguaza tornándose en sangre fina, la untaran con el aceite de los gusanos (gallini-

Cuadro 3. Elementos utilizados para la cura de espundias y gabarros Elemento/Nombre vulgar

Concepto/Nombre científico

Aplicación/manejo

Agua fuerte

Be bi da es pi ri tuo sa Aplicada con una pluma compuesta de agua y de ave durante tres días alcohol

Gallinas ciegas

Phyllopfaga spp.

Freírlas en aceite

Vino

Vid (Vitis vinífera)

Lavar la herida

Orines

De pre fe ren cia del mismo animal

Vidrio molido y ho- Debe ser muy molido Para cicatrizar la herida y llín de chimenea criar pelo

llas ciegas) que se crían en los muladares, freírlos en aceite de comer hasta que se consuman, y con esto untar la llaga al caballo, y antes se lave con vino… o con orines, y echarle unos polvos de vidrio molido y un poco de hollín de las chimeneas, todo revuelto, lo cual sirve para criar cuero y pelo y que cierre ésta” (F.110v.).

Capítulo 21. Que trata del remedio para el caballo que le duelen los lomos y como se conocerá el dolor y la cura para ellos …Tienen dolor en los lomos y están con él flacos y sin fuerza, no puede cargar sobre la rienda ni arrimar el freno a los asientos, si no trae la cabeza como si fuera pegada con cera a el pescuezo, desde el principio del lomo hasta las orejas, envarado y enconado con el dolor... anda desosegado y sudando mucho… en caballos o bestias de carga la cura casi es toda una, más ha de ser más o menos como diré. Procede este mal lo más ordinario del frío y resfriadura (F.133f.). El caballo que tiene dolor en los lomos y muestra lo que he dicho el desasociego y sudar lo referido, se curara de esta manera: Hase de lavar los lomos y fomentarlos con este cocimiento, dándole baños por esta orden, hase de tomar manzanilla, cáscaras de granados, romero, cogollos de laurel, y cocerlos en vinagre o vino caliente, lo que se pudiere sufrir laven los lomos trayéndole la mano liviana sobre ellos echándole vino, y luego le espolvoreen con sal, cuando este baheando el lomo del calor, y luego sobre la sal le pongan las yerbas dichas del cocimiento muy calientes, como emplasto, y luego le echen ropa encima y lo cinchen y lo metan en la caballeriza, y estos baños le den cuatro o cinco días, y después de ellos le rapen el pelo todo del lomo con una navaja o tijeras… y hecho esto le echarán una bizma de esta manera: Tomar un poco de aguardiente y calentarle y lavar con ella lo trasquilado, y luego echarle unos polvos de incienso macho muy molidos, y luego un poco de algodón o estopas muy escarmenadas sobre la bizma, y pónganle unas vendas o lienzo sobre ello y líenlo, y esta bizma, le echen dos veces cuando hallaren verse caído los polvos por la misma orden dicha, y después que haya sido bañado con los baños y emplastado y embizmado, y esto sea sin subir en él, le labraran los lomos con unos hieRevista de Geografía Agrícola núm. 41 / 77

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rros calientes de labrar calientes…y no carguen la mano por dos inconvenientes muy grandes, sino muy liviana cuando queme el cuero…” (F. 135f.).

Cuadro 4. Plantas y elementos utilizados en el dolor de lomos Nombre vulgar

Nombre científico

Romero

Rosmarinus officinalis

Granada

Punica granatum

Aplicación/Manejo

Cocida en vinagre o vino Manzanilla Matricaria chamomilla, M. y aplicada con baños al ani mal en los lo mos, nobile puestas después como Incienso Si es el incienso precedente emplaste del Viejo Mundo es Boswellia spp., pero si es el llamado in cien s o ame ri ca no -copal- se trata de Bursera spp.

Laurel

Laurus nobilis

Cáscaras cocidas en vinagre o vino y aplicadas con baños al animal en los lomos, puestas después como emplaste Cogollos cocidos en vinagre o vino y aplicados con baños al animal en los lomos, puestos después como emplaste

Vino

Vitis vinifera

Para lavar los lomos

Sal

Cloruro sódico

Aplicada en los lomos

den de descuido que con ellos se tiene, habiéndolos trabajado demasiado, y éstas dan en todas las partes del cuerpo, y lo más ordinario de los pies y manos, y más en las manos de la rodilla para abajo, como las que sustentan más carga, acénselas sobre rodillas y lupias… y eslabones encubiertos y descubiertos y sobrehuesos en las cañas y en la juntura en juego de la rodilla, estos son muy malos que es manquera y las sobrecañas…tienen vejigas, sobrenervios, sobremanos y clavos, arestin, sarna, grapas, gabarros, espundias, grietas en las cuartillas, esperavanes, corva y socorva y corvaza y sobrecorva, y agriones, y grapas, y otras floras y otras muchas que hay mucho conocimiento y son ordinarias, y las porrillas lo son mucho. Es un humor endurecido que se cría en el tercio segundo de la cuartilla, y si esta tal enfermedad es vieja y a los principios no se remedia, suele ser manquera…

Los cuidados y manejo en el cuidado de las porrillas consisten en: · Desgobernar al caballo. · Sacarle sangre. · Darle unas sajas y untarle un potencial (ungüento medicinal). · Herrarle bien. · Abrirle de los candados.

Cuadro 5. Cuidados y manejo utilizados en el dolor de lomos Taparlo y cincharlo para que no se le caiga la manta. Reposo Guardarlo en la caballeriza Rapar el pelo Lavar lo trasquilado con una bizma que es una curación a base de aguardiente, polvos de incienso macho y una venda de algodón o estopas, poner vendas o lienzo sobre ello y amarrar Pasar sobre sus lomos hierros calientes y cuidar que no carguen la mano, sino muy liviana cuando queme el cuero

Capítulo 34. Trata de las porrillas que se hacen en las manos y pies del caballo y de la cura de ellas Muchas enfermedades dan a los caballos que no impiden el servicio, como si no la tuviesen, y algunas (enfermedades) se hacen y proce78 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

Capítulo 35. Que trata de las descordaduras y alifafes y esperavanes y corvas, y de su cura y remedio Estas enfermedades suelen ser malas, y por la mayor parte lo son y manquera y las bestias que las tienen sanan mal de ellas, y no dejan de tener remedio, no para quedar seguros sino para poder servir, aunque parece que en los primeros días pisan bien, después con el trabajo se atormentan y desflaquecen las piernas, y tienen dolor que cojean del estado quedos, y después con el ejercicio que toman, se desentumen y no es tanta la cojera... La descordadura en las bestias procede, de que alguna vez hizo demasiada fuerza, metiendo la pierna en algunas partes, o de caída, o de levantarse de la dormida mal, poniendo la pierna en vago…

Cuidado y curación tradicional de los animales de trabajo en la primera obra de veterinaria mexicana (1575-1579)

Cuadro 6. Plantas y preparaciones utilizadas para tratar las descordaduras, alifafes, esperavanes y corvas Elemento/ Concepto/Nombre científico Aplicación/Manejo Nombre común Aceite de abeto Abies religiosa Pez común

Destilación de la trementina del pino

Pez griega Resina de pino

Lo mismo que arriba, pero Aplicar a la extrede la especie Pinus pinaster midad dañada Pinus spp.

Almástiga

Resina

Unto, manteca, Grasa animal etc. Incienso

Si es el incienso precedente del Viejo Mundo es Boswellia spp., pero si es el llamado incienso americano -copalse trata de Bursera spp.

Euforbio

Euphorbia resinifera

Los cuidados y manejo recomendados para las descordaduras, alifafes, esparavanes y corvas son: · Desgobernar al caballo. · Cauterizar con “ramos” de fuego, desde la nalga hasta el agrión, darle fuegos sutiles en los alifafes. · Untada cálida. · Sajas desde el corvejón hasta la punta de la nalga, y después untar con cosas calientes. · Abrir cuero y panículos para dar salida a la materia fétida. · Lavar después de ocho días con vino blanco y caldo de tripas. · Descanso y posteriormente ejercicio moderado. Los alifafes, son de dos maneras, unos que llaman boyunos, y otros los ordinarios, hácense en las fuentes de las piernas. Los boyunos son hinchados y abejigados, llenos de aguaza, muestran gran bulto por la parte de dentro y de fuera, y Los ordinarios se crían en lo más alto de la corva en lo vacío, éstos atraviesan de una parte a otra por entre los huesos y también lo hacen los boyunos, el desgobernar al

caballo es muy bueno de alto y bajo” (F. 188v.).

Capítulo 36. Que trata de la manera como se han de desgobernar los caballos y el provecho y daño que hace la desgobernadura y de cómo no se llama sino desvenado, y no desgobernado …Los esperavanes y corvazas es un género y sustancia acuosa y hácense por las partes de dentro sobre las juntas, hácense por llevar demasiada carga la bestia, o por que corriendo o andando ponen más la pierna en algunos altibajos u hoyos, por estas causas se hacen dislocaduras, y en ellas aquel humor osudo y es enfermedad muy dolorosa, no puede la bestia que la tuviere dejar de cojear y manifestar el mal y cuando son crecidos, llámanse boyunos y cuando son menos y en la juntura se llaman de garbanzuelo y cabrunos.

Trato de las corbazas porque los esparavanes se han de curar por la misma orden, y la cura será que si viniere el mal… para que no tengan por donde bajen… es uso correr las venas y cortándose se impide el daño… se hará de esta manera en las venas altas de las rodillas, encima de ellas, un dedo o dos de las pesuñas, ver donde pulsa la vena… y con una lanceta muy afilada, corte el cuero de sobre la vena sin tocar en ella, con un cornezuelo vallan cortando la carne y panículos, y al cabo de nueve días le llevaran agua cada día al mediodía, y le pasearán por ella un rato y con esto sanará, y si la llaga esponjare y creciere la carne, un poco de alumbre molido y quemado le echen en ella, y si hubiere moscas, úntenle con aceite y échenle un poco de hollín en la llaga, y de esta suerte se desgobernará o desvenará el caballo de todas las partes que hubiera necesidad (F. 196v.).

Los cuidados y manejo en el caso del desvenado de los caballos se pueden resumir como sigue: · Aplicar alumbre (hidróxido de aluminio) molido y quemado sobre las corvazas. · Aplicar aceite y hollín sobre la herida en caso de haber moscas. · Cortar la piel sobre la avena, carne y panículos, hasta llegar a los esperavanes con una lanceta muy afilada. Revista de Geografía Agrícola núm. 41 / 79

Romero Contreras, A. Tonatiuh; E. González Esquivel y León G. Velázquez Beltrán

· Darle agua al animal y moverlo o pasearlo después de nueve días. Capítulo 37. Que trata del regalo y cura que se ha de hacer al caballo o bestia cansada y fatigada del trabajo. Justa cosa es que al caballo o bestia de trabajar sea regalado y curado, porque haciéndose así, aseguranle de que no le procedan muchas enfermedades manqueras y lesiones en pies y manos, y cuando no se haga por el interés de no perder un caballo y su valor se le debe por el servicio, y de esto tienen los nobles más obligación, especialmente al caballo… Primero (le descargue y desensillare), y le fregase los lomos con un mandil… y si llegare sudando lo paseen un poco y luego metan la bestia en la caballeriza y le quiten el freno y le den de comer su pienso de cebada y paja, y habiéndole dado de beber, antes de comer la cebada, y si como he dicho fuere caballo que llegare sudado, u otra bestia, no le den luego de beber, hasta que este enjuto y como uso bocados de paja, y hecho esto se le dará cebada y le quitaran la silla y le fregarán los lomos y los ojos, tirándole de las orejas y cola, y échenle al caballo en los compañones agua, y si fuere yegua o mula, en la natura alcanzándole la cola, y mojarle han los ojos y ventanas de las narices que es muy gran regalo, y si estuviere cerca el agua, en un raudal de ella la meterán que nade lo más hondo que puedan… (esto es para su descanso) como para asegurarle de manquera y resfriadura, porque el agua gasta los humores no solamente en las venas, también en los nervios, porque

Cuadro 7. Cuidados y manejo de la bestia cansada y fatigada del trabajo Descargar y/o desensillar Fregar los lomos con un mandil Quitar el freno Dar de comer peinso o cebada Dar de beber Fregar los lomos, ojos, orejas y cola Echarle baldes de agua, si fuere yegua o mula también en la natura, mojando también la cola, ojos y narices Ei es posible, meterlo a nadar en un raudal

3

Probablemente Penicillium.

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en ellos está el trabajo del camino y con ella se desentumen los brazos y pies, y esta una bestia como si no hubiera pasado ningún trabajo” (F.200v.).

Capítulo 39. Que trata de las maneras de emplastos y defensivos y ungüentos para mitigar dolores De muchas maneras usan los albéitares los defensivos (polvos/ungüentos/emplastos), según como se hallan con ellos, y el provecho que hacen a los caballos. Yo he hallado por muy bueno unos huevos, las claras de ellos, y harina de la que se coge en los molinos que llaman harixa en los cordeles y en las paredes el polvo3 que espolvorea la piedra en vinagre rosado, hecho una talvina, y esto puesto en las apostemas a los principios. Otros hay del zumo de la celedonia y de llantén batido con claras de huevo y vinagre rosado, partes iguales, se pone en la postema y otros echan en lugar de la harixa, harina de cebada, no es malo. Todas las cosas que he dicho son frías, aunque el bol arménico de que usan algunos es frío y seco. Los emplastos cocidos aplicanse también por defensivos en los humores e hinchazones para defender los accidentes que vienen a los miembros flacos. Hanse de hacer de harina de trigo y pez, molida partes iguales, y échenle como un cuartillo de vinagre y como otro de zumo de malvas, las cuales se han de moler y sacarles aquel zumo y mezclarlo todo y echarlo a cocer, que cueza hasta que se espese, y tengan cuenta que después de cocido, ha de quedar correoso. Y no se ponga muy caliente y ponerse ha en la parte dicha. Otra manera hay de emplastos que mitiga y quita el dolor si da en partes nerviosas, y para hacerse han de tomar un cuartillo de arrope, y un poco de harina de trigo cernida y otra tanta de pez molida, y grasa y almástica e incienso macho molido, de cada cosa partes iguales, y luego las cuezan en el arrope, y si es de miel es mejor, y dejarlo han de espesar, que ello mismo se haga emplasto y no cueza demasiado que se endurezca, y desque este templado, se ponga en los miembros o parte dolorosa, este es propiamente Socrocio, y así le llaman otros autores, aplaca y mitiga el dolor. Otra vizma hay extremada, que aún en los hombres aprovecha muchísimo. Hanse de ra-

Cuidado y curación tradicional de los animales de trabajo en la primera obra de veterinaria mexicana (1575-1579)

Cuadro 8. Aplicación de emplastos, defensivos y ungüentos para mitigar dolores. Elemento/Nombre científico

Aplicación/Manejo

Claras de huevo

Con harixa (hongo de penicilina) en vinagre rosado, se colocan en el apostema

Celedonia (Chelidonium majus)

Batidos con claras de huevo y vinagre rosado, se colocan en el apostema

Llantén (Plantago major) Harina de cebada (Hordeum vulgare)

Harina de trigo (Triticum spp.) y pez Con un cuartillo de vinagre, todo cocido y molido hasta que espese Malvas (Malva sylvestris)

El zumo, todo cocido y molido hasta que espese

Arrope (frecuentemente es la prepa- Con un cuartillo de arrope, un poco de harina de ración de una bebida con vino y/o trigo cernida y otra tanta de pez molida, y grasa aguardiente) y almástica e incienso macho molido, de cada cosa partes iguales, se cuecen en el arrope, y si Harina de trigo (Triticum spp.) es de miel es mejor, y se deja espesar para que Pez molida. Se llama pez común a la se haga emplasto, cuidando de no cocer demadestilación de la trementina del pino siado para que no se endurezca y esté templado. Se pone en los miembros o parte dolorosa, Grasa (manteca, etc.) éste es propiamente Socrocio, y aplaca y mitiga Almástica (resina) el dolor Incienso macho (Boswellia spp.)

· Mojar con aguardiente la parte donde hay dolor.

Cuadro 9. Aplicación de emplastos madurativos

Malvas

Nombre científico Malva sylvestris

Malvarisa (malvaro- Hibiscus rosa-sinensis sa) Higos

Ficus carica

Linaza

Linus usitatissimum

Vino de uva

Fruto de la vid Vitis vinifera

Emplastos madurativos Hanse de tomar malvas y raíces de malvarisa y cocerlas bien en agua, y después de cocidas, tomaran un poco de unto sin sal y majarlo han muy bien, con unos higos pasados y este hecha una masa, tomen un poco de vino y una escudilla de linaza y cuézanlo todo hasta que se haga emplasto, y ponerlo han en la parte que quisieren que maduren, que ello lo madurará y engendrará materia y aún quitará el dolor (F.216v.).

Capítulo 40. Que habla de los digestivos para curar llagas y de cómo se ha da hacer un potencial

· Rapar o trasquilar el pelo muy bajo.

Nombre vulgar

· Ponerle unas sedeñas y dejarlo así tres días, al cabo de los cuales se repite el cuidado.

Otro hay muy bueno, aunque es espeso que es la Hienda (excremento) del hombre, ésta ablanda y revienta cualquier postema y lugar donde haya enconamiento y necesidad de materia. Hase de tomar la que fuera muy fresca y no dura, y emplastar la parte donde hay necesidad, y no le pon gan otra cosa enci ma” (F.217.f.).

par o trasquilar el pelo muy bajo, y luego mojar la parte donde hay dolor con aguardiente, y mojada espolvorearla con unos polvos de incienso macho, y ponerle unas sedeñas y vendarlo con una benda y dejarlo estar tres días y al cabo de ellos le harán otro tanto y con esto vendrá a quitársele el dolor y si es frío es mucho mejor (F.215f.).

Los cuidados y manejos en la aplicación de emplastos, defensivos y ungüentos se pueden resumir como sigue:

· Espolvorearla con incienso macho.

Aplicación/Manejo Cocerlas bien en agua, re vol ver la en manteca, agregar higos maduros, todo hecho masa y con un poco de vino, cocerlo todo otra vez hasta lograr una pasta. Colocarlo en la parte dolorosa

“Los potenciales se han de hacer bien ordenados, de manera que las cosas de él sean de provecho… Hanse de tomar cuatro onzas de euforbio y media honza de pimienta Longa, y otra media de clavo negro, y otra de albarraz, y otra media de canela fina, y todo esto junto se ha de moler muy bien… y luego se han de echar en libra y media de aceite de enebro, y luego cocerlo y hervirlo, y después que haya cocido, tibio es muy bueno para envolver hinchazones y resolver las materias y resumir los tumores.

Los digestivos se harán de esta manera. Hase de tomar dos onzas de trementina colada y yemas de huevo, una onza de aceite rosado. Todo muy bien batido hacese un ungüento blanco, que es muy bueno para limpiar las llaRevista de Geografía Agrícola núm. 41 / 81

Romero Contreras, A. Tonatiuh; E. González Esquivel y León G. Velázquez Beltrán

gas. La trementina, su propiedad es caliente y seca. Las yemas de huevos son calientes y húmedas, de la misma calidad de la sangre, el aceite es caliente y húmedo, y estos materiales son calientes y aprovechan a las llagas y las curan, y si quisieren echar un poco de cardenillo… Otro potencial…Tomarán unas cebollas albarranas y un manojo de ruda montesina verde, y unas hojas de naranjo agrio, y si pudieren haber los cogollos mejor, y un poco de manzanilla, todo picado y frito en aceite de comer, se hace un potencial muy bueno (F.219f.).

Cuadro 10. Plantas de los potenciales para curar llagas. Nombre vulgar Euforbio

Nombre científico

Aplicación/Manejo

Euphorbia resinifera

Albarraz

Se muele y se echa en libra y media de aceite de Piper longum enebro, y luego cocerlo y Syzygium aromaticum her vir lo. Se en vuel ve Delphinium staphisagria con ello la hinchazón

Canela

Cinamomum ceilanicum

Piminta longa Clavo negro

Enebro (aceite) Juniperus communis

Para hervir todo lo anterior

Cuadro 11. Digestivos para curar llagas. Elemento/ Nombre común

Nombre científico

Aplicación/Manejo

Trementina (colada) Aceite de Pinus spp. Yemas de huevo Aceite rosado Cardenillo

Todo muy bien batido, se hace un un güen to blanco que es muy bueno para limpiar las llaSales que pueden ser gas de níquel, cobre o zinc

Cuadro 12. Plantas de otro potencial para curar llagas

Nombre común

Nombre científico

Cebollas albarranas

Urginea maritima

Ruda (hojas)

Tuta graveolens

Naranjo agrio (mano- Citrus aurantium jo o cogollos) Manzanilla

Matricaria chamomilla

82 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

Aplicación/Manejo Todo picado y frito en aceite de comer

C a p í t u l o 4 2 . Q u e t r a t a d e m e d i c in a s p u r i f i c a t iv a s p a r a e m p u d r e c e r u ñ a s y arrancarlas, y del ungüento egipciaco como se ha de hacer Es la enfermedad la uña muy mala y muy dolorosa, y de tal calidad que en la llaga donde se cría no la deja sanar sino antes la encona, y las materias que habían de salir afuera las encamina para adentro, y pone hueca la llaga y de mala disposición, y así es necesario quitarla, y a de ser de manera que el caballo o bestia que la tuviere, la despida sin dolor ni alteración de la llaga, ni la encone, y todos los albéitares deben de usar de ella por ser muy ordinaria en las bestias de trabajo, o por la mayor parte, y más las de carga, que éstas tienen mataduras y llagas contusas machucadas. Hace de ha cer de esta suer te el ungüento egipciaco, el cual tienen propiedad para resumir, enjugar y desecar, porque es echo y confeccionado de cosas frías y secas: el vinagre es frío y seco, la miel es caliente y seca, y las gomas frías y secas. Hacese de esta suerte: Hase de tomar un cuartillo de miel y echarla en una olla, y la tercia parte de la miel se le echará de vinagre, y como dos maravedíes (moneda antigua) de piedra alumbre, y otros dos de cardenilo, y un maravedí de caparrosa, y dos maravedís de albin (hematites), y esto se eche para que de color, hanse de moler todas estas cosas, y echarlas en la miel y el vinagre y que cueza hasta que se espese y tome color del albin, y no cueza tanto hasta que se endurezca y la miel se haga melcocha, éste es un ungüento maravilloso… La cura de las uñas se hará de esta forma. Han de tomar media libra de unto de puerco… sin sal y un poco de pez, como un cuarterón, la cual se ha de moler muy molida y un poco de miel y revolverlo todo que se haga una masa, y esto se pondrá en las partes donde huviere uña o machucamiento de carne, o raíz en la llaga, y que esté seca, y esta medicina es caliente y húmeda, y cría materia y ablanda la parte seca (F.221v.).

Capítulo 46. Polvos para encarnar llagas Polvos para encarnar las llagas he hallado yo muy buenos los siguientes. Romero molido y alhina y arrayán, y pez Griega, y Zumaque, y bolarménico, y hollín, todo molido y cernido

Cuidado y curación tradicional de los animales de trabajo en la primera obra de veterinaria mexicana (1575-1579)

hase de lavar la llaga con agua fría y luego polvorearla con estos polvos y si quisiere con solo el hollín y agua fría, es extremadísima cosa y yo la he hallado por tal” (F.232f.).

Cuadro 13. Plantas y elementos del ungüento egipciaco. Nombre común Miel Vinagre Alumbre Cardenillo

Caparrosa

Albin

Nombre científico

Hidróxido de aluminio Sales metalíferas que comúnmente son de níquel. Sales metalíferas que pueden ser de cobre, hierro o zinc Hernatites

Aplicación/Manejo Se toma un cuartillo de miel y se echa en una olla. A la tercera parte de la miel se le echará de vinagre, y como dos ma ra ve dies (moneda antigua) de piedra alumbre. Otros dos de cardenillo, y un maravedí de caparrosa. Otros dos maravedíes de albin (herma ti tes). Esto se echa para que dé color. Se muele todo y se echa la miel y el vinagre para que se cueza has ta que se es pe se y tome color del albin. Procurar que no se cueza tanto hasta que se endurezca y la miel se haga melcocha

Discusión y consideraciones De acuerdo a los objetivos del presente escrito, se lograron identificar 14 remedios exclusivos para padecimientos en animales de trabajo, equinos fundamentalmente. Todos ellos provienen del libro dos de Albeitería. Los cuidados y manejos forman parte de los tratamientos veterinarios de los animales; es decir, se aprecia primero un diagnóstico, se fundamenta el origen de la enfermedad o padecimiento, se describen lo más detallado posible los síntomas, y se proponen los remedios. Los remedios albéitares son una serie de medidas aplicadas en conjunto para la salud del animal de trabajo, las cuales tienen que ver con: 1) las correcciones del origen del padecimiento; 2) cuidados y manejos correctivos, y 3) los curativos. En la preparación de estos remedios, (principalmente ungüentos, emplastos y potenciales) se identificaron 33 especies de plantas, todas provenientes del Viejo Mundo: una especie del reino Fungi; cuatro derivados de origen animal y un insecto; dos productos destilados; dos productos fermen ta dos; cua tro sub pro duc tos ve ge ta les (resinas), tres subproductos derivados de metales; tres sales, finalmente hollín y vidrio molido.

Cuadro 14. Plantas y elementos para encarnar llagas Nombre vulgar

Nombre científico

Romero

Rosmarinus officinalis

Alhina

No identificada

Arrayán

Luma apiculata

Pez griega

Se lava la llaga con agua fría y luego se polvorea Trementina de la es- todo molido y cernido pecie Pinus pinaster

Zumaque

Probablemente Rhus coriaria o R. mollis

Bolarménico

Variedad de arcilla de color rojizo que contiene óxido de hierro

Hollín

Ma te ria que ma da, restos de madera pegada a la chimenea

Agua fría

Aplicación/Manejo

Para lavar la herida

A diferencia de lo que manifiesta Juan Suárez de Peralta, sobre curar en parte con la sabiduría indígena de sanar con plantas, en el análisis de las tablas, la identificación científica de las plantas utilizadas en los remedios, no se encontró ninguna influencia del saber etnobotánico indígena en las curaciones de los brutos, ya que todas las plantas utilizadas, resultaron ser originarias del Viejo Mundo. Se manifiesta por lo tanto, que el saber curativo plasmado en la obra es de origen fundamentalmente hispano-árabe, por lo menos en lo referente a los cuidados y remedios de los animales de trabajo, sin influencia americana. Como se puede apreciar, se requiere un análisis completo de la obra de Juan Suárez de Peralta Albeitería, ya que aquí solamente resaltamos algunas de las características de los cuidados y tratamientos para los animales de trabajo.

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Romero Contreras, A. Tonatiuh; E. González Esquivel y León G. Velázquez Beltrán

Bibliografía Anónimo. 1883. Novísimo diccionario de agricultura práctica. Barcelona, España. Martínez, M. 1979. Catálogo de nombres vulgares y científicos de plantas mexicanas.. Fondo de Cultura Económica. México. Suárez de Peralta, Juan. 1575 y 1579 (facsímil, 1953). Albeitería. Editorial Albeitería. México.

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Suárez de Peralta, Juan. 1580. (1949). Tratado de la caballería de la gineta y de la brida. Secretaría de Educación Pública. México. Suárez de Peralta, Juan. 1589 (1949). Tratado del d e s c u b r i m i e n t o d e l a s In d i a s . Secretaría de Educación Pública. México.

El origen de la agricultura, la domesticación de plantas y el establecimiento de corredores biológico-culturales en Mesoamérica1 Daniel Zizumbo Villarreal Patricia Colunga GarcíaMarín2

Recibido: 30 de octubre de 2008 Aceptado: 15 de diciembre de 2008 Resumen Los primeros grupos humamos arribaron a Mesoamérica aproximadamente 11 600 años antes del presente (AP) .3 Ingresaron por la costa del Pacífico y poseían adaptación tecnológica para la caza de mamíferos marinos. Posiblemente se internaron tierra adentro siguiendo los ríos Santiago-Lerma y Balsas-Mezcala, y se establecieron en los sistemas lacustres de Chapala-Zacoalco-Sayula, valle de México y valle de Puebla. Hacia 10 600 AP, nuevos grupos con adaptaciones tecnológicas para recolectar plantas y cazar venados arribaron procedentes del suroeste y las grandes planicies de lo que ahora es Estados Unidos de América (EUA) y se distribuyeron a lo largo de los ríos, entre los sistemas lacustres interiores y en la costa del Pacífico. Evidencias paleoecológicas y ecogeográficas sugieren que el cultivo y la domesticación se iniciaron hacia 10 000 AP, en áreas de selva baja caducifolia, entre los 600 y 1 600 msnm, asociados al uso del fuego para la caza. Los datos biológicos, ecológicos, genéticos y evolutivos señalan al occidente de México como el centro de domesticación inicial del complejo de especies característico de la agricultura mesoamericana. Esta hipótesis está apoyada por su continuidad cultural desde el Pleistoceno terminal y por la presencia de un sistema agroalimentario complejo en esta región para el Formativo temprano, revelado por la cerámica. La distribución inicial de los grupos recolectores-cultivadores y la distribución temprana de las plantas domesticadas permiten suponer la existencia de corredores biológico-culturales arcaicos a través de los cuales se difundieron, desde el occidente de Mesoamérica, los conocimientos, las tecnologías y los procesos asociados a la agricultura y a la domesticación, a lo largo de los ríos Santiago, Balsas, Grijalva y Motagua. Sólo el corredor Valsequillo-Tehuacán-Oaxaca-Chiapas ha sido explorado extensivamente en busca de evidencias del origen de la agricultura y de la domesticación. Palabras clave: occidente de Mesoamérica, tecnología, migraciones, selección.

1 2 3

Dedicado al Maestro Efraím Hernández X., uno de los pioneros en nuestro país en el estudio del origen de la agricultura y la domesticación de plantas, tema central para el desarrollo de México y por haber sembrado este interés en sus alumnos y colegas. Unidad de Recursos Naturales. Centro de Investigación Científica de Yucatán. Calle 43 No 130. Col. Chuburná de Hidalgo. Mérida, Yucatán, México. CP 97070. e-mail: [email protected] Antes del presente (AP) es una escala de tiempo utilizada en la arqueología y otras disciplinas para especificar cuando ocurrieron los eventos. La fecha origen para “antes del presente" es 1950. Se eligió 1950 porque en ese año se inició la publicación de resultados de dotación con carbono 14. ^[Nota del editor].

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Zizumbo Villarreal, Daniel y Patricia Colunga García Marín

The origin of agriculture, plant domestication, and the setting of cultural and biological corridors in Mesoamerica4 Abstract The earliest human presence in Mesoamerica dates to approximately 11 600 BP. These groups initially occupied the Pacific coast and utilized technology adapted for marine mammal hunting. They may have moved inland along the Santiago-Lerma and Balsas-Mezcala drainage basins and settled near the Chapala-Zacoalco-Sayula, Valley of Mexico and Valley of Puebla lagoon systems. Approximately 10 600 BP, new groups using plant gathering and deer hunting technological adaptations entered the area from the southwest and Great Plains of the present day USA, settling along rivers, in intermountain valleys and on the Pacific coast. Paleo-ecological and eco-geographic evidences suggest that plant cultivation and domestication began around 10 000 BP in areas of dry tropical forest between 600 and 1600 m asl in association with the use of fire for hunting. Biological, ecological, genetic and evolutionary data indicate that Western Mexico was probably the center of initial plant domestication of the species complex that is characteristic of Mesoamerican agriculture. This hypothesis is supported by its cultural continuity since the late Pleistocene and for the presence of a complex agricultural-food system in this region by the early Formative, as shown by ceramic evidence. The early distribution of the gatherer-cultivator groups and the domesticated plants suggest the existence of archaic cultural and biological corridors along the Santiago, Balsas, Grijalva and Motagua river basins through which the knowledge, technologies and processes associated to agriculture and domestication were dispersed from West Mesoamerica. To date, the origins of agriculture and domestication have only been extensively explored in the Valsequillo-Tehuacán-Oaxaca-Chiapas corridor. Key words: Western Mesoamerican, technology, migrations, selection.

Uno de los acontecimientos más importantes en la historia humana ha sido el cambio de una economía sustentada en la caza y la recolección de plantas a una basada en la agricultura (Smith, 1998; 2005). Se ha planteado que este cambio ocurrió de manera independiente en por lo menos seis regiones del mundo, entre 11 000 y 5 000 AP en áreas tropicales y subtropicales con alta biodiversidad; a partir del él los grupos recolectores-cazadores satisficieron sus necesidades de Supervivencia diaria e iniciaron un largo proceso de manejo y selección que condujo a la agricultura y a la domesticación de plantas y animales (Smith, 2005; Gepts, 2008). Mesoamérica, junto con el Cercano Oriente y el norte de China, es uno de los tres centros primarios de domesticación en el mundo (Harlan, 1972); en esta región plantas como el maíz, los frijoles, las calabazas, los chiles, los tomates, los nopales y los agaves fueron domesticadas e integradas a un sis4

tema agroalimentario denominado milpa, que fue la base para el desarrollo de altas culturas en el Nuevo Mundo, gracias a su complementariedad ecológica y nutricional (Smith, 1995; Hancock, 2004). En este estudio consideramos a Mesoamérica como una región geográfica que incluye los actuales territorios del centro-sur de México, Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica. Se trata de una de las regiones ecológica y culturalmente más diversas del mundo, donde el pluricultivo de milpa y el sistema agroalimentario basado en él, conformaron un rasgo cultural característico. Precisar dentro de este vasto territorio, dónde, cuándo y quiénes originaron la agricultura y la domesticación de plantas es relevante desde la pers-

This is dedicated to our dear professor Efraím Hernández X, who pioneered the study of agriculture origins and plant domestication in our country. By working on the central subjects for the development of Mexico, he aroused the same interest among his students and colleagues.

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El origen de la agricultura, la domesticación de plantas y el establecimiento de corredores biológico-culturales en Mesoamérica

pectiva de las ciencias sociales para conocer las bases biológico-culturales de los primeros pasos de la civilización (Smith, 1998, 2005; Zeder, 2006) y desde la perspectiva biológica y agronómica para conocer: 1) las condiciones ambientales donde estos procesos se llevaron a cabo; 2) localizar los núcleos de recursos fitogenéticos que son la base para la productividad, sustentabilidad y el mejoramiento de los actuales sistemas agroalimentarios, y 3) establecer los procesos genético-evolutivos que pudieron estar involucrados en cada una de las especies (Gepts, 2006, 2008). Para el caso de Mesoamérica, se han planteado dos áreas alternativas en las que posiblemente se iniciaron estos procesos: en los valles intermontanos del centro de México (Tehuacán-Puebla) (MacNeish y Eubanks, 2000; Eubanks, 2002) o en las áreas bajas del suroeste, en la cuenca del Balsas (Doebley et al., 2006, Piperno et al., 2007). Esta última región ha sido menos estudiada arqueológica y arqueobotánicamente bajo la perspectiva del origen de la agricultura de la domesticación de plantas y del surgimiento de las civilizaciones mesoaméricanas, e incluso es considerada incluso una área cultural marginal (Pollard, 1997; Mountjoy y Sanford, 2006). El objetivo de este trabajo es integrar las contribuciones de diferentes disciplinas biológicas y sociales respecto a dónde, cuándo, cómo y quiénes iniciaron la práctica de la agricultura y la domesticación de las plantas en Mesoamérica. A partir de esta integración se discuten, a manera de hipótesis, diversos detalles de estos procesos y cuáles pudieron ser los corredores biológico-culturales a través de los que se difundieron los conocimientos, las tecnologías y los procesos asociados. Partimos de la premisa de que la disponibilidad de agua dulce es un factor ecológico determinante para la distribución y movimiento de plantas y animales, incluido el hombre, y que los ríos, como fuente segura de este elemento, pudieron funcionar como corredores o rutas de dispersión humana y cultural tanto en tiempos previos como posteriores al origen de la agricultura y de la domesticación de plantas. Entendemos la domesticación de plantas como un proceso evolutivo histórico que aún continúa,

cuya resultante en muchas especies ha sido la fijación de un conjunto de alelos que les confieren fenotipos favorables al consumo y al cultivo, pero durante el cual han disminuido o perdido su capacidad de supervivencia en condiciones naturales, por lo que tienden a depender del humano (Colunga y Zizumbo 1993; Gepts, 2004). Al conjunto de características genotípicas determinadas por estos alelos se le conoce como el síndrome de domesticación (Hammer, 1984). El proceso de domesticación consiste en la selección recurrente de poblaciones de plantas con características deseadas y su manejo agrícola en diferentes ambientes. Este proceso puede estar favorecido o limitado por el sistema de reproducción y por la constitución genética de las plantas. Algunas de éstas han respondido positivamente al proceso de selección y de manejo agrícola y han sido domesticadas completamente; otras no, pues sólo se logró fijar algunos caracteres del síndrome y, por tanto, aún se encuentran semidomesticadas o en proceso de domesticación (Gepts, 2004). En sistemas agrícolas bajo condiciones ambientales limitativas, los grupos humanos incluso han mantenido algunas plantas semidomesticadas como parte de su estrategia productiva (Colunga y Zizumbo, 1993). Por manejo agrícola entenderemos al conjunto de modificaciones que realizan deliberadamente los grupos humanos deliberadamente al ambiente, con la finalidad de lograr la supervivencia y la producción de biomasa de las plantas selectas, con las cuales satisfacen sus necesidades ante las condiciones ambientales prevalecientes (Zizumbo y Colunga, 1993). La domesticación de plantas y la agricultura son por tanto dos procesos interdependientes y continuos en el tiempo. A la par, los grupos humanos generaron y desarrollaron conocimientos, técnicas y prácticas cultu ra les para la trans for ma ción, con su mo y conservación de los alimentos, con los cuales mejoraron las cualidades alimenticias de las plantas y al mismo tiempo ampliaron su capacidad de seleccionar las características deseadas en ellas. Al conjunto de recursos vegetales, animales, minerales y a los conocimientos, técnicas de transformación y prácticas culturales asociadas es a lo que denominamos sistema alimentario. Revista de Geografía Agrícola núm. 41 / 87

Zizumbo Villarreal, Daniel y Patricia Colunga García Marín

El presente estudio parte de datos paleoecológicos, arqueológicos, biológicos y evolutivos generales y específicos para las especies principales que conforman el sistema productivo de milpa: maíz (Zea mays L.), frijol (Phaesolus vulgaris L.), calabaza (Cucurbita spp.) y chile (Capsicum annuum L.). Además incluimos a los agaves (Agave spp.) y a los ciruelos (Spondias purpurea L.), especies que de acuerdo con el registro arqueológico eran cosechadas y consumidas por los grupos arcaicos desde hace 9 000 años, y jugaban un papel importante en la dieta (Smith, 1965; Callen, 1965). Estas dos especies, junto con el maíz, tenían, además, una alta relevancia cultural a la llegada de los europeos, por ser usadas para obtener bebidas alcohólicas (Bruman, 2000).

Corredores biológico-culturales y el establecimiento de las primeras poblaciones humanas en Mesoamérica Las evidencias paleoecológicas y arqueológicas sugieren que grupos humanos asiáticos pudieron poblar Beringia entre 20 000-11 600 AP, aunque no se cuenta con registros humanos directos (huesos) bien documentados hasta 14 000-13 000 AP (Fiedel, 2002; Hoffecker y Elias, 2003; 2007). Evidencias genético-moleculares permiten suponer al menos cuatro eventos fundadores de grupos humanos asiáticos en América entre 20 000 y 14 000 AP (Malhi et al., 2002; Schur, 2004). Las evidencias lingüísticas por su parte, sugieren que al menos tres grupos culturales ingresaron de Asia, entre 13 000 y 12 000 AP (Nettle, 1999; Hunley y Long, 2005). Los registros paleoecológicos y arqueológicos indican que las condiciones climáticas de finales del Pleistoceno permitieron el paso de grupos de humanos dedicados a la pesca, a la recolecta de mariscos y a la caza de mamíferos marinos, a través de la costa noroccidental, entre 14 000-13 000 AP, para la que utilizaban pequeñas embarcaciones y arpones para la caza de mamíferos marinos, procedimiento que se difundió rápidamente por la costa oeste hasta Sudamérica (12 500 AP) (Alfimov y Berman, 2001; Ward et al., 2003; Elias, 2001; Hoffecker y Elias, 2006; Dillehay et al., 2008). No se cuenta con evidencias acerca de que estos grupos hayan ingresado y se hayan dispersado en América siguiendo manadas de megafauna, como ha sido sugerido (Dixon, 1999). 88 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

Algunos grupos ingresaron al interior del continente siguiendo el lecho de los ríos, hasta sistemas lacustres interiores ricos en fauna mayor (Dixon, 2001; Yesner, 2001), y llegaron hacia 12 300 AP hasta los lagos Klamath, Summer y Albert, posiblemente siguiendo el río Klamath, en los límites de los actuales estados de California y Oregon (Gilbert et al., 2008). A Mesoamérica pudieron llegar a los lagos ubicados en el Eje Transversal Neovolcánico hacia 11 600 AP (Dixon, 1999; 2001). Nosotros pensamos que pudieron llegar al sistema lacustre Chapala-Sayula-Zacoalco siguiendo el río Grande de Santiago y al sistema Zacapu-Páztcuaro-Cuitzeo, continuando por el río Lerma. A los valles de México y Puebla-Valsequillo posiblemente llegaron siguiendo el río Balsas-Mezcala y sus afluentes: Amacuzac, Nexpa y Atoyac (figura 1). La presencia humana en estos sistemas lacustres se sustenta por el registro de huesos de fauna modificados culturalmente, huesos humanos mineralizados y refugios de piedra con implementos líticos alrededor de los sistemas lacustres (Aliphat, 1980; Irwin, 1969, 1978; Solórzano, 1990; Pollard, 1997; Irish et al., 2000; González et al., 2003, 2005; Arroyo et al., 2006, 2007). Los registros líticos no indican el uso del arco y flechas, sino del “atlatl” como su principal arma para la caza, un tipo de lanzadera de arpones, diseñada inicialmente para cazar mamíferos marinos. Dixon (1999, 2001) señala que el uso del atlatl por los grupos humanos presentes en los sistemas lacustres revela su origen ancestral a partir de los grupos que ingresaron a América por la costa. Los sistemas lacustres mencionados contenían alta concentración de megafauna. En el sistema Sayula-Zacoacalco se han registrado más de medio millón de esqueletos fosilizados de al menos nueve especies de seis géneros de proboscidios, así como esqueletos de gliptodontes, bisontes, camélidos, caballos, antílopes, venados, capi cabras, tapires, pecaríes, armadillos, mapaches, liebres, perezosos, nutrias, zorrillos, tigres dientes de sable, osos, jaguares, lobos y coyotes (Solórzano, 1991; Dixon, 1999). Los depósitos de carbón en los lagos del Eje Transversal Neovolcánico, correspondientes al Paleoceno final (11 600 AP), sugieren la utilización

El origen de la agricultura, la domesticación de plantas y el establecimiento de corredores biológico-culturales en Mesoamérica

humana del fuego como elemento para asegurar su supervivencia (Metcalfe et al., 1991; Metcalfe, 2006). El conglomerado de refugios humanos y su distribución en los alrededores de los sistemas lacustres del valle de México y Zacualco-Sayula, señalan una baja movilidad de los grupos y un cierto sedentarismo, debido posiblemente a su dependencia de los refugios y a la organización social necesaria para la defensa y la caza (Niederberger, 1979; Lorenzo y Mirambell, 1986; Benz, 2002). Para principios del Holoceno (11 000-10 000 los registros paleoecológicos en el Eje Transversal Neovolcánico y en las tierras bajas del sur, indican un incremento de temperatura, precipitación y concentración de C02 en la atmósfera, así como el establecimiento de un periodo prolongado de sequía durante la primavera, antes del periodo húmedo (Buckler et al., 1998; Metcalfe, 2006; Piperno, 2006; Cunniff, 2008). Para estas fechas, en las partes altas, la flora tropical desplazó los bosques boreales, mientras que en las zonas bajas, la vegetación arbustiva espinosa fue desplazada por las selvas bajas caducifolias y en el lecho de los ríos la vegetación fue desplazada por selvas medianas perennifolias (Piperno, 2006). Se ha planteado que la acción combinada de estos factores incidieron en el recambio de las especies de pastos C3 por C4, por lo que se expandieron las poblaciones de Panicum spp., Setaria, Tripsacum spp. y Zea spp., así como las poblaciones de dicotiledóneas como Chenopodiaceae, Amaranthaceae, Asteraceae, Cucurbitaceae y Solanaceae (Sage, 1995; Piperno et al., 2007; Cunnif et al., 2008). La magnitud de estos cambios pudo incidir en la extinción y el desplazamiento de la fauna pleistocénica por otra que combinaba el pastoreo y el ramoneo para su dieta (Brook y Bowman, 2002; Guthrie, 2006; Ugan y Byers, 2007). AP),

El establecimiento del periodo seco durante la primavera, antes del periodo de lluvias durante el verano, favoreció la incidencia natural cíclica del fuego sobre la vegetación, este elemento constituyó una presión selectiva que favoreció a las especies perennes con capacidad de rebrote y a las plantas anuales cuya germinación es promovida por el fuego (Miller, 1999; Miller y Kauffman, 1998, Sánchez, 2002; Metcalfe, 2006). Asimismo, el largo periodo seco provocó escasez de alimentos du-

rante varios meses para los grupos humanos recolectores, esto pudo constituir un estímulo para desarrollar la agricultura, en tanto que ésta asegura el alimento para la temporada seca del siguiente ciclo anual. Para este periodo (11 000-10 000 AP) se reportan campamentos humanos en resguardos rocosos, en los que se encontraron restos de fauna mayor extinta e instrumentos líticos asociados con su caza. Estos resguardos se han encontrado, tanto en los alrededores de los sistemas lacustres (Arroyo C. et al., 2006) como en los ríos que bajan hacia la costa: Saldado y Coahuayana en ColimaMichoacán (Polanco et al., 2004; Guzmán et al., 2005), Salado en Tehuacán, Puebla (MacNeish y Peterson, 1962; MacNeish, 1967), Atoyac en Oaxaca (Flannery, 1986) y el río Grijalva en Chiapas (MacNeish y Nelken, 1983). Integración de nuevos grupos humanos: recolectores-cazadores Nuevos grupos humanos llegaron a Mesoamérica entre 10 600 y 10 000 AP procedentes del oeste y de las grandes planicies centrales del actual territorio de Estados Unidos de América (EUA) (Dixon, 2001). Estos grupos, que habrían ingresado a América a través de un pasillo de tierra que presentaba vegetación de pastizales y verano cálido entre 11 000 y 10 800 AP (Weiss et al., 2004; Bradley y Stanford, 2004; Hoffecker y Elias, 2007), poseían una amplia y antigua experiencia en la recolección de plantas y caza de fauna menor, con una cultura tecnológica conocida como “Clovis” (Dixon, 1999, 2001). Durante la dispersión y el establecimiento de estos grupos ocurrieron flujos genético y lingüístico (Malhi et al., 2002; Hunley y Long, 2005), y llegaron a conformar una cultura de supervivencia y de adaptación ecológica basada en la recolección amplia de plantas, la caza del bisonte, del venado y de animales pequeños, en el consumo de granos molidos (Bromus spp., Oryzopsis spp., Pannicum spp., Setaria spp.), tallos y bases de las hojas de agaves asados (Agave spp.), tallos y frutos frescos de nopales (Opuntia spp.), bellotas y piñones (Quercus spp y Pinus spp.), y legumbres (Prosopis spp.). Utilizaban una tecnología de piedra para el quebrado, el molido y el asado (fogón) (Doebley, 1984; Wills, 1995; Poinar, 2001). Revista de Geografía Agrícola núm. 41 / 89

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Además del fuego, traían consigo el perro (Canis familiaris L.), domesticado de múltiples linajes en el este de Asia (Vila et al., 1997; Savolainen et al., 2002; Leonard et al., 2002) y que representaba un animal que ampliaba su capacidad de defensa, de caza y de recolección, y que además servía como alimento en momentos críticos. El perro incidió fuertemente en la conformación de pequeñas bandas con alta movilidad (Wayne, 2006; Zeder et al., 2006). La presencia de estos grupos humanos hacia 9 000 AP en los sistemas laFigura 1. Probables rutas humanas en Mesoamérica a través de los ríos: (1) custres de Chapala-ZacoalcoGrande de Santiago-Lerma, (2) Armería-Tuxcacuesco, (3) Balsas-Mezcala, Sayula, valle de México y Puebla- (4) Amacuzac, (5) Mezcala-Nexpa-Atoyac. Principales sitios de caza de fauna Valsequillo, así como en los lechos Pleistocénica en el Eje Transversal Neovolcánico (A) Chapalade los ríos circunvecinos, está Zacoalco-Sayula, (B) valle de México, (C) Puebla-Valsequillo. sustentada por los hallazgos de implementos pertenecientes a la tradición Clovis (MacNeish, 1967; animales (Ceballos y García, 1995; Mass et al., Irwin, 1978; Aliphat, 1980; Lorenzo y Mirambell, 1986; MacNeish y Nelken, 1983; Flannery, 1986; Haley y Solórzano, 1991; Hardy, 1994; Dixon, 1999).

Origen de la agricultura Entre 10 000 y 9 000 AP la megafauna terminó por desaparecer y quedaron bien establecidas las selvas en las tierras bajas (0 a 1 500 msnm), las selvas bajas caducifolias en las planicies, y las medianas perennifolias en el lecho de los ríos. El periodo de sequía agudo y prolongado durante la primavera también quedó bien establecido (Metcalfe, 2006; Piperno et al., 2007). Los registros paleoecológicos muestran una gran acumulación de carbón desde el suroeste de Mesoamérica hasta la costa sur de Panamá, entre 10 000 y 7 000 AP, lo que indica el uso sistemático del fuego, ya que tal acumulación no es explicable por la incidencia cíclica natural del fuego asociada con los huracanes. Asimismo, estos registros denotan la presencia y acumulación de polen de pastos del género Zea hacia la porción oeste (Piperno, 2006; Piperno et al., 2007). La selva baja caducifolia en el oeste de Mesoamérica constituye uno de los ecosistemas más diversos en el neotrópico, tanto en plantas como en 90 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

2005). Su perturbación sistemática por fuego, conduce a una drástica reducción de la diversidad, y a una tendencia acelerada a la dominancia de especies de rápido crecimiento que presentan rebrote en la raíz, la corona del tallo o rompen la latencia de sus semillas después del fuego, lo que genera parches con pastos y sabanas. En el oeste de esta región, las comunidades de pastos están conformadas por especies como Panicum spp., Setaria spp., Tripsacum sp. y Zea spp., así como herbáceas dicotiledóneas como Cucurbita spp., Physalis spp, Phaseolus spp., Solanum spp., Capsicum annuum L., Hyptis suaveolens (L.) Poit, especies perennes como Agave spp., Opuntia spp., Nopalea karwinskiana Salm-Dyck, Stenocereus queretanoensis (Weber) Buxbaum, Spondias purpurea L., Prosopis laevigata Humb. & Bonpl. (ex Willd.) M.C. Johnst, Pithecelobium dulce (Roxb.) Benth, Leucaena lanceolata S. Watson, Psidium guajava L., Psidium sartorianum (O. Berg) Nied., Byrsonima crassifolia HBK, Ceiba aesculifolia (Kunth) Britten & Baker, Crescentia alata Kunth, Acrocomia aculeata (Jacq.) Lodd. ex Mart, Enterolobium cyclocarpum (Jacq). Griseb y Gossypium hirsutum L. entre otras (Vázquez et al., 1995; Kauffman et al., 2003; Mass et al., 2005).

El origen de la agricultura, la domesticación de plantas y el establecimiento de corredores biológico-culturales en Mesoamérica

Muchas de estas especies son favorecidas al ser dispersadas por fauna que se alimenta de ellas, como venados (Odocoileus virginianus mexicanus), pecarí (Tayassu tajacu ), coatí (Nasua larica ), chachalacas (Ortalis vetula), iguanas (Iguana iguana), conejos (Sylvilagus sp. y Romerolagus sp.), liebres (Lepus sp.) tuzas (Thomomys sp.) y roedores (Oryzomys melanosis, Osgoodomys banderanus, Peromyscus parfulvus, Xenomys nelson). Durante la estación seca, las flores y los frutos de Spondias, Enterolobium, Prosopis y Opuntia son muy importantes en la dieta de venados, chachalacas y pecaríes, y en la estación lluviosa lo son las hojas jóvenes de los pastos y los rebrotes de las especies arbustivas, mientras que durante el otoño son las raíces y los granos de los pastos las que son su alimento (Ceballos, 1990; Ceballos y García, 1995; Mandujano y Martínez, 1997; Bello et al., 2001; Arceo et al., 2005; López et al., 2007). Un alto número de las especies de las plantas mencionadas a la postre resultaron domesticadas o semidomesticadas. El uso del fuego, para producir biomasa que atrajera a los animales de caza, pudo constituirse en el primer sistema de producción de cosechas (Lewis, 1972; Parker, 2002), al favorecer la fragmentación de la selva y la conformación de parches de pastos que pudieron promover eventos de colonización, recolonización y cuellos de botella en algunas especies anuales. La observación del consumo de frutos y granos que hacía la fauna silvestre pudo propiciar la cosecha y el aprovechamiento de estos productos por parte de los grupos humanos. En el caso de agaves, cactus, pastos y legumbres, el conocimiento previo de su uso alimenticio en las áreas semidesérticas de Norteamérica también pudo ser importante. Es posible que la distribución y la densidad acrecentada de las especies favorecidas in situ con el fuego, y que resultaron comestibles, hayan definido los rumbos de colecta y los sitios propicios para los asentamientos humanos estacionales. Así, la primera fase de la agricultura consistió en quemar la vegetación con la intención de obtener mayor biomasa de las plantas alimenticias para incrementar la caza y la recolección.

El patrón comunitario para este periodo se caracteriza por micro bandas reunidas durante la primavera, después de colectar nueces y granos durante el otoño-invierno, y permanece como macro banda durante el verano en las terrazas de los valles (MacNeish, 1964).

Domesticación de plantas El proceso de domesticación de plantas en Mesoamérica pudo haberse iniciado de diversas maneras: en plantas anuales de reproducción sexual como el maíz y el frijol, el síndrome de domesticación está controlado por pocos genes con grandes efectos, los cuales a su vez muestran ligamiento, esto favorece su fijación en periodos cortos de tiempo a través de la selección y del cultivo (Koinange et al., 1996; Doebley, 2004; Gepts 2004). La conformación de comunidades de pastos promovidos por el fuego y la fauna pudo posibilitar la selección de individuos con mutaciones nuevas y con características fenológicas relevantes para ser cosechados, consumidos y almacenados (Jaenicke y Smith, 2006). Es posible que la germinación eventual de sus semillas durante el almacenamiento, mostrara el camino para su siembra. Así, la selección recurrente, el cultivo y la constitución génica de estas especies llevaron a la fijación de los alelos asociados a objetivos antropocéntricos (Gepts, 2004). En especies perennes como Agave, Spondias, Opuntia y Stenocereus, la conformación de bosquetes promovidos por el fuego y por la fauna posibilitó la selección de individuos con características relevantes para ser cosechados, consumidos, almacenados y propagados. La capacidad de propagación vegetativa de estas especies pudo, al ser utilizada recurrentemente en sitios cercanos a los lugares de habitación temporal, facilitar la fijación de los caracteres selectos (Colunga et al., 1986, Colunga y Zizumbo, 1993; 2007). Asimismo, el uso del fuego, la protección de plántulas y su eventual propagación en los mismos bosquetes o in situ, impactaron en la evolución de estas plantas, llevándolas a la domesticación o a la semidomesticación (Colunga et al., 1983; Casas et al., 2007). Los fechamientos directos en restos arqueobotánicos indican que las calabazas (Cucurbita pepo L.) fueron las primeras plantas domesticadas en Mesoamérica. Hacia 7 900 AP (Smith, 1997a; Revista de Geografía Agrícola núm. 41 / 91

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2005), los restos muestran características que impiden su dispersión natural, como incremento en el tamaño del fruto, de la semilla, el ensanchamiento de la base del pedúnculo y el engrosamiento del pericarpio. Los análisis sobre las relaciones filogenéticas entre poblaciones silvestres y domesticadas de C. pepo, con ADN del cloroplasto y de la mitocondria, no han podido definir cuáles poblaciones silvestres dieron origen a las domesticadas (Wilson et al., 1992; Sanjur et al., 2002). Los registros arqueobotánicos señalan que C. argyrosperma estaba domesticada hacia 4 900 AP (Smith, 2005), y los estudios filogenéticos sugieren que las poblaciones silvestres de C. sororia del oeste de Guerrero, Michoacán y sur de Jalisco son sus progenitores putativos (Sanjur et al., 2002) (figura 2). Las calabazas silvestres crecen espontáneamente en los sitios perturbados por el humano, particularmente en sus asentamientos y en aquellos que modifica mediante el fuego; sus semillas son comestibles, por lo que pudieron ser objeto de selección y cultivo en sitios contiguos al resguardo (Hart, 2004). Los estudios moleculares indican que Lagenaria siceraria L. es, junto con la calabaza, una de las

2001; Benz, 2001, 2006). Estos cambios pudieron lograrse mediante la selección de plantas con: a) infrutescencias que retenían los granos, característica que incrementa las probabilidades para ser cosechadas; b) Infrutescencias con dos espiguillas con doble hilera de granos, característica que da mayor producción de grano, y c) granos desprotegidos con glumas cortas, característica que facilita la molienda (Dorweiler et al., 1993, Hanson et al., 1996; Dobley et al., 2006; Wang et al., 2005; Jaenike y Smith, 2006). Los análisis filogenéticos realizados con poblaciones silvestres y domesticadas, que utilizan microsatélites nucleares, indican que las poblaciones de Z. mays parviglumis distribuidas en el suroeste de Mesoamérica, en parches de selva baja caducifolia, son las poblaciones progenitoras putativas del maíz domesticado (Matsuoka et al., 2002). Los estudios sobre la estructura y las relaciones genéticas entre y dentro de las poblaciones de Z. mays parviglumis, que utilizan tanto microsatélites nucleares, como haplotipos de cloroplasto, señalan que las poblaciones parentales putativas pueden incluir a las poblaciones de la cuenca del Balsas en su porción de los estados de Guerrero, Michoacán

primeras plantas domesticadas en el registro arqueológi co (Smith, 2005); sin embargo, su origen se plantea en el viejo continente (Erickson et al., 2005). Para el maíz, los estudios genético-moleculares, con mi cro sa té li tes nu clea res, permiten suponer que la diferenciación entre poblaciones domesticadas y silvestres se inició hace aproximadamente 9 000 años (Matsuoka et al., 2002). Los registros arqueobotánicos señalan que Figura 2. Localización de poblaciones silvestres progenitoras putativas de las para 6 400 AP ya presentaba poblaciones domesticadas. (Aa) Agave angustifolia para alimento. (Af) Agave la fijación de los alelos para angustifolia para fibra (Ca) Capsicum annum; (Cu) Cucurbita argyrosperma; (Pv) raquis desarticulado, mazorPhaseolus vulgaris, (Sp) Spondias purpurea, (Zm) Zea mays. (Colunga et al., 1999; cas con dos y cuatro hileras y granos con glumas reduci- Fukunaga et al., 2005; Gepts, 1988; Kwak, 2007; Loaiza et al., 1989, Matsuoka et al., 2002;Miller y Schall, 2006; Sanjur et al., 2002). das, que indican su domesticación (Piperno y Flannery, 92 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

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y Jalisco (Fukunaga et al., 2005; Buckler et al., 2006) (figura 2). Los registros arqueológicos indican la presencia del frijol común, Phaseouls vulgaris domesticado entre 8 000 y 6 000 AP (Smith, 1965; Perry y Flannery, 2007). Sin embargo, los fechamientos directos en las semillas indican sólo 2 285 AP (Kaplan y Lynch, 1999), esto supone una posible contaminación de semillas entre los diferentes estratos arqueológicos en los refugios estudiados. Los frijoles domesticados presentan indehiscencia en la vaina, con lo cual pierden la capacidad de dispersión natural de sus semillas, así como pérdida de dormancia, gigantismo en vaina y semilla, y pérdida de sensibilidad al fotoperíodo (Koinange et al., 1996; Gepts et al., 1999). Los análisis fenéticos que utilizan como marcador molecular la faseolina, una proteína de reserva de la semilla, así como análisis filogenéticos con microsatelites nucleares, indican que la posible área de domesticación incluye la cuenca baja del río Lerma, el rio Grande de Santiago, el río Verde y el río Mascota-Ameca, en las cerca nías del sis te ma Cha pa la-Za cual co-Sa yu la (Gepts, 1988; Kwak et al., 2009) (figura 2). La distribución geográfica y las características ecofisiológicas del maíz y del frijol sugieren que el origen de la agricultura y la domesticación inicial de estas plantas se llevó a cabo en áreas de selva baja caducifolia, en elevaciones intermedias, entre los 500 y 1 600 msnm, incluyendo los bordes con el bosque de encino (Lepiz et al., 2004; Buckler et al., 2006; Kwak et al., 2009). Los registros arqueológicos indican la domesticación de Capsicum annuum L. hacia »6 000 AP (Smith, 1965; Perry y Flannery, 2007), cuando los restos muestran cambios en gigantismo y otros caracteres que afectan su mecanismo de dispersión por aves. Los estudios fitogeográficos, cariotípicos y enzimáticos de poblaciones silvestres y domesticadas sugieren a las selvas bajas y los matorrales del noreste de Tamaulipas-Veracruz como el área de domesticación (Pickersgill, 1971; Loaiza F. et al., 1989), así como las selvas bajas cercanas a la desembocadura del río Grande de Santiago, en donde se distribuyen poblaciones silvestres y semidomesticadas con alta diversidad (Loaiza F. et al., 1989; Oyama et al., 2006) (figura 2).

Agave angustifolia Haw. es la especie de agave con la más amplia distribución en las selvas bajas y medias de Mesoamérica. Los registros arqueológicos la señalan como una de las primeras plantas utilizadas como alimento y fibra hacia 9 000 AP (Callen, 1965). Las poblaciones domesticadas de esta especie han perdido, casi en su totalidad, la capacidad de reproducción sexual, debido a la propagación vegetativa recurrente y el corte del escapo floral al inicio de su desarrollo. Se han propuesto dos líneas evolutivas divergentes durante su domesticación: una hacia la producción de alimento, incluidas las bebidas fermentadas, en la cual las variantes domesticadas presentan gigantismo y alta concentración de carbohidratos en el tallo; la otra hacia la producción de fibra, en donde las variantes domesticadas presentan gigantismo en hoja, alta cantidad relativa de fibra larga y baja espinosidad (Colunga et al., 1999). Con base en estudios genético moleculares se ha propuesto el sur de Jalisco como una área importante de diversificación de esta especie bajo selección y cultivo para la producción de alimento y de bebidas fermentadas, así como el área de domesticación de variantes para producción de alcohol (Colunga y Zizumbo, 2007; García et al., 1993; Vargas et al., 2007, 2009), mientras que la porción norte de la península de Yucatán ha sido propuesta como el área de domesticación de una de las especies productoras de fibra más importantes de Mesoamérica (Colunga et al., 1999) (figura 2). Spondias pupurea L. es también una de las primeras plantas (8 000 AP) de uso alimenticio en el registro arqueológico (Smith, 1965; Callen, 1965), se consume como fruta fresca o seca para elaborar alimentos y bebidas alcohólicas de alta relevancia cultural (Bruman, 2000). Las poblaciones domesticadas tienen reducida capacidad de reproducción sexual debido a la propagación vegetativa recurrente. Bajo domesticación, muestran gigantismo y cambios en la coloración de los frutos, de rojo a amarillo y verde, lo que reduce su capacidad de dispersión por medio de las aves. Los análisis filogenéticos en poblaciones silvestres y domesticadas que utilizan secuencias de ADN del cloroplasto, indican dos posibles centros de domesticación, uno en las selvas bajas caducifolias del sur de Jalisco y Colima, y otro en las selvas bajas de la costa sur de El Salvador (Miller y Schall, 2005; 2006) (fiRevista de Geografía Agrícola núm. 41 / 93

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gura 2). Los estudios señalan, además, que la distribución natural de esta especie en el oeste mesoamericano fue expandida por el ser humano, quien la acarreó a los ambientes que iba ocupando (Miller y Knouft, 2006). Corredores biológico-culturales y la difusión de plantas domesticadas La concentración de la época de lluvias durante el verano, el prolongado y agudo período de sequía durante la primavera, y el establecimiento de las selvas medianas perennifolias a lo largo de los lechos de los ríos entre 10 000 y 9 000 AP (Metcalfe, 2006; Piperno et al., 2007) pensamos que son factores que incrementaron la importancia ecológica del lecho de los ríos durante este periodo, al ser prácticamente los únicos sitios a los que la fauna y el ser humano podían recurrir para obtener agua dulce y alimento durante el periodo seco.

Santiago en Nayarit (Matanchén 4 400 a 4 000 AP) (Mountjoy, 1972, 1974) y en El Calón, Sinaloa (3 850 AP) (Scout, 1999) (figura 3). Los registros arqueológicos hacia 9 000 a 8 000 indican que los grupos humanos estaban dedicados a la recolección amplia de plantas y a la caza del venado y de la fauna menor, incluían a la recolección de productos marinos en la costa con diferentes patrones de recolección (Niederberg, 1979; MacNeish, 1964; Flannery, 1986; MacNeish y Peterson, 1962; Voorhires et al., 2002). En la época húmeda o de abundancia, se presenta un patrón de recolección corto, de 0.5 a 8.5 km (Voorhies et al., 2004; Morgan, 2008); en la época seca o de escasez el patrón es largo, de 120 a 140 km y se ocupaban varios días para la caza, la recolección de frutos, nueces, sal, conchas u obsidiana (Eerkens et al., 2008).

AP

Los registros arqueobotánicos sobre la difusión La distribución de los resguardos humanos en temprana del maíz, las calabazas y los chiles doMesoamérica durante el Arcaico (9 000 a 4 000 AP) mesticados hacia los valles de Tehuacán, Oaxaca apoya esta hipótesis, dado que éstos se localizan y Chiapas, sugieren la conformación e integración en las cercanías de los ríos, entre los sistemas lade corredores biológico- culturales del suroeste custres internos y su desembocadura en el océano mesoamericano al sureste a lo largo de los ríos BalPacífico (figura 3). En el centro de Mesoamérica, sas-Mezcala, Tehuantepec y Grijalva (figura 3). los resguardos se encuentran en los sistemas lacustres de los valles de México y Puebla-Val se qui llo (Nie der berg, 1979; MacNeish, 1964; Irwin, 1978) y en los márgenes del río Salado en el valle de Tehuacán (Guitarrero tardío 8 800 a 7000 AP). Hacia el sur, en la costa sur de Guerrero (Puerto Marqués 4 300 AP) (Brush, 1965), y hacia el sureste, en los márgenes del río Atoyac en los valles de Oaxaca (Shiho Sih, 9 000 a 7 000 AP) (Flannery, 1986), en las cercanías a lo largo del río Grijalva en Chiapas (Fase Santa Marta tardío 8 000 a 7 000 AP) (MacNeish y Peterson, 1962) y en la costa de este mismo estado (Chanuto 7 500 a 6 000 AP) Figura 3. Distribución de poblaciones humanas arcaicas: (a) Sayula, (b) (Voorhies et al., 2002; Voorhies, 2004) San Pedro, (c) Matanchén, (d) El Calón, (e) Tlapacoya (f) Valsequillo, (g) (figura 3). En el occidente de Mesoa- Puerto Marqués, (h) Tehuacán, (i) Oaxaca, (j) Ocozocuautla, (k) Chanuto. Posibles corredores biológico-culturales arcaicos: (A) Chapalamérica, en las cuencas Zacoalco-AtoSantiago-Matanchén. (B) yac-Sayula (Sayula 5 600 AP) (Benz, Zacoalco-Sayula-Tuxcacuesco-Armería-Tuxpan-Coahuayana, (C) 2002) y Ahua lul co-Teu chit lán-Tala Chapala-Tepacatepec-Infiernillo, (D) Valle de (Teuchitlán 4 500 AP) (Pollard, 1997) en México-Cuautla-Amacuzac-Atoyac-Mezcala-Papagayo, (E) Jalisco, en la desembocadura del río Valsequillo-Salado-Atoyac-Tehuantepec-Grijalva-Costa de Chiapas.

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Los registros paleoecológicos de polen y fitolitos de maíz también indican la difusión temprana hacia las costas del Golfo de México, alrededor de 7 300 AP (Pohl et al., 2007), posiblemente siguiendo las derivaciones de los ríos Coatzacoalcos y Grijalva (figura 4). Los registros de polen de maíz en Belice fechados hacia 5 400 AP (Pohl et al., 1996), permiten suponer su difusión hacia la península de Yucatán siguiendo el río Grijalva y el río Motagua hacia la costa del Caribe de Centroamérica (figura 4). Los registros de polen de maíz en Figura 4. Posible ruta de difusión temprana de domesticados las áreas costeras de Veracruz, feMesoamericanos al sureste: (A) Tepalcatepec-Balsas, (B) chados hacia 5 000 AP (Sluyter y Mezcala-Amacuzac, (C) Atoyac1-Salado-Atoyac 2, (D) Mixteco-Verde-Atoyac Domínguez, 2006), sugieren su di- 2, (E) Tehuantepec, (F) Grijalva, (G) Costa sur, (H) Motagua, (I) Chamalecón, fusión a través de los ríos Salado y (J) Coatzacoalcos (K) Papaloapan, (L) Ruta Maya. el Papaloapan (figura 4). Todo ello hace pensar que el corredor del río López M., 2007) y en los valles de México, Cuautla, Balsas-Mezcala se convirtió en escenario de granTehuacán y Oaxaca (Garber et al., 1993; Harlow, des movimientos de los grupos humanos arcaicos 1993), consistentes en objetos de jadeita y caraco(Benz, 1999; Blake, 2006) (figura 4). les marinos (Turbinilla angulata, Strombus costatus, Strombus gigas) que proceden de las minas El fechamiento temprano de registros de polen, del valle medio del río Motagua y de la costa del Cafitolitos y granos de almidón de maíz en Panamá, ribe, apoyan la hipótesis de una integración de los Colombia y Ecuador indican también su difusión corredores biológicos-culturales desde el Arcaico temprana hacia Sudamérica. La presencia del (figura 5). maíz en Panamá hacia 7 800 AP (Piperno y Pearsall, 1998; Piperno et al., 2000; Dickau et al., 2007) La amplia movilidad de los grupos mesoameriseñala la ruta de los ríos Grijalva-Motagua-Chamecanos se observa aún hasta mediados del siglo XX, lecón y la costa sur centroamericana. Las evidenen los recorridos anuales de más de 500 km con ficias paleoecológicas de polen y arqueológicas de nes de recolección y eventos religiosos. Los huimaíz (granos de almidón y fitolitos) en los valles del cho les en la re co lec ción de sal y el pe yo te Cauca y Ponce en Colombia hacia 7 500 AP (Acei(Lophophora williamsii) asociados con ritos de fertuno y Castillo, 2005), así como en la costa suroestilidad; los nahuas, zapotecos, huaves y mayas te de Ecuador hacia 7 500 AP (Pearsall et al., 2004; asociados a intercambio de productos, peregrinaPerry et al., 2007; Zorrillo et al., 2008) sugieren su ciones y a ritos religiosos (figura 6). difusión entre las cordilleras occidental y central de Intensificación del sistema de cultivo Colombia. Los registros arqueológicos basados en Los registros paleoecológicos entre 7 000 y 5 550 análisis de fitolitos y granos de almidón en artefacAP, para el suroeste de Mesoamérica, indican la tos implicados en la molienda, indican la difusión siacumulación de polen de asteraceas, especies armultánea del maíz con el chile y la calabaza (Perry venses típicas de sistemas de cultivo con ciclos et al., 2007). cortos de barbecho, y un decremento en la acumuLos registros arqueológicos del Formativo temlación de carbón (Piperno, 2006; Piperno et al., prano, en la región occidental de Mesoamérica (Ja2007). En los alrededores del valle de Tehuacán (6 lisco-Colima-Michoacán) (Oliveros, 1970, 2004; 900 a 5 500 AP), los registros arqueológicos muesRevista de Geografía Agrícola núm. 41 / 95

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sarrollo de la agricultura en sitios de pie de monte y terrazas de los valles. La difusión del maíz hacia áreas donde no existían poblaciones silvestres, cuando aún presentaba baja diferenciación varietal, pudo promover la fijación de caracteres domésticos y la diferenciación racial en estas áreas, al encontrarse aislado de los progenitores silvestres e ir desapareciendo los segregantes con caracteres silvesFigura 5. Rutas probables de importaciones de jadeita y caracoles tres. Este proceso, junto con el aumarinos en el arcaico tardio- formativo temprano procedentes del valle mento en el número de generaciones medio del río Motagua (A) y de la costa del Caribe (B) a: el valle de Oaxaca (C), el valle de Tehuacán (D), el valle de México (E), el valle de que pueden estar sujetas a la selección en un mismo lugar e intervalo de Cuautla (F), El Opeño (G), y al valle de Colima (H). tiempo (gracias a la reducción del barbecho), pudieron tambien acelerar la tran el uso de piedras descortezadoras, cegadodomesticación. ras, que bra do ras y mo le do ras, así como la construcción de grandes hornos para el cocimiento de agaves o magueyes, una de sus principales fuentes de carbohidratos para esa época, junto con los granos de pastos (Callen, 1965). La cosecha y el aprovechamiento de los agaves implicó la utilización de barretas y mazos de madera endurecidos con fuego para obtener filo y dureza para el corte

Los registros arqueológicos en Tehuacán entre (7 000 a 5 000 AP), señalan un patrón comunitario conformado por bandas semisedentarias, con campamentos en verano en las terrazas de los valles donde cultivaban, y unidades habitacionales pequeñas con hornos también pequeños utilizados para el cocimiento de agaves y otros alimentos,

de raíces, hojas y tallos, así como palancas de madera que ayudan a desenterrar o extraer los tallos o las “ca be zas” del ma guey (Cam pell, 1999). Lo anterior nos sugiere que la intensificación de los sistemas de cultivo se pudo realizar con el uso de herramientas desarrolladas para el apro ve cha mien to de los aga ves, adaptándolas a la eliminación de las raíces de los árboles y de los arbustos, así como para eliminar y alinear piedras, con esto facilitaban la extracción Figura 6. Peregrinaciones precolombinas, coloniales y actuales: (a) de las raíces de las especies perenHuicholes, viaje a Wirikuta por los ríos Grande de Santiago-Bolaños nes. Con estas prácticas se habría (recolección anual de sal y peyote), (b) Nahuas por los ríos disminuido la dependencia del fuego Armería-Ayuquila-Mascota (veneración a Virgen de Talpa), (c) Nahuas para desplazar las especies perennes por los ríos Tepalcatepec-Balsas-Amacuzac (veneración a Oztoteotl, de los terrenos de cultivo. Estas práctiCristo negro de Chalma, o a Tonantzin, Virgen de Guadalupe), (d) cas, junto con el cultivo de los agaves, Zapotecos por los ríos Tehuatepec-Atoyac-Salado (veneración a pudieron mejorar la captación de agua Tonantzin (Virgen de Guadalupe), (e) Zapotecos, Huaves y Mayas por los de lluvia y la aereación del sistema raríos Grijalva y Motagua (veneración al Cristo negro de Esquipulas). dical de los cultivos, ayudando al de96 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

El origen de la agricultura, la domesticación de plantas y el establecimiento de corredores biológico-culturales en Mesoamérica

muestran la tendencia a la sedenterización (MacNeish, 1964). En sitios cercanos a la costa, los registros arqueológicos y paleoecológicos entre 6 000 a 5 500 AP señalan la transformación de la selva por pastizales con palmas asociadas, favorecidas por la acción del fuego, así como agricultura de maíz y la explotación de recursos marinos en la costa (Voorhies et al., 2002). Los análisis moleculares asociados con los cambios morfológicos que utilizan ADN arcaico de maíz indican que hacia 5 500 AP se habían fijado los alelos para cuatro hileras de granos en la mazorca. Los restos arqueobotánicos recuperados en Tehuacán muestran mazorcas con 8 a 12 hileras, aunque estos alelos no se habían fijado aún (Jaenicke et al., 2003, Jaenicke y Smith, 2006) indican incremento sustancial en la productividad del maíz. En este periodo se registran restos de perros consumidos como alimento, su crianza asociada al huerto constata la importancia tanto del huerto como del perro (Callen, 1965). Los cambios genéticos en la planta de maíz que aumentaron la producción, la mejora en las condiciones del suelo para el desarrollo del cultivo, la intensificación del mismo y la conformación de los huertos, pudieron incrementar la productividad, favoreciendo la sedentarización de los humanos. Estructura del pluricultivo y del sistema alimentario de milpa Los estudios moleculares en el maíz indican que hacia 4 400 AP ya se habían fijado los alelos implicados en la arquitectura compacta de la planta: dominancia apical, reducción del número de ramas y una o dos mazorcas junto al eje central (Jaenicke et al., 2003; Dobley et al., 2006; Jaenicke y Smith, 2006). La fijación de estos alelos debió implicar fuerte selección de la planta bajo cultivo por un lapso entre 5 500 y 4 400 AP, en el cual, posiblemente las tres plantas: maíz, frijol y calabaza, pud i e r o n e v o l u c i o n a r j u n ta s m o d u l a n d o s u arquitectura bajo selección y manejo humano, y ocupar diferentes nichos en el mismo hábitat. Hacia 4 400 AP se registra la fijación de los alelos relacionados con la calidad de la proteína y el almidón del maíz (Jaenicke et al., 2003, Jaenicke y

Smith, 2006). Esto también debió implicar fuerte selección humana sobre diferentes características culinarias, junto con la del frijol y la calabaza, se aprovechó su complementariedad alimenticia de nutrientes y micro nutrientes. La selección simultánea en el campo y la cocina logró la complementariedad ecológica y alimenticia de la tripleta maíz, frijol y calabaza, que constituyó la base para el desarrollo cultural en toda el área. En las tierras altas en los valles de Tehuacán y Oaxaca (entre 5 000 y 3 000 AP), el patrón de los asentamientos humanos está caracterizado, durante la estación seca, por grandes refugios rocosos en el pie de monte, habitados por macro bandas; en la estación húmeda, por conglomerados de viviendas familiares pequeñas, circulares u ovales, con depósitos comunales para los excedentes agrícolas, en las terrazas del valle (Flannery, 2002). En las tierras bajas, los registros arqueológicos y palinológicos entre 5 500 y 3 800 AP, en la costa de Chiapas, indican una adaptación cultural basada principalmente en la agricultura en terrenos con buen drenaje, asentamientos dispersos conformados por pequeñas unidades circulares u ovaladas, formadas por postes de madera sin una estructura de soporte para las paredes (Blake et al., 1992, 1995; Lesure, 1997). En la costa, grandes campamentos fueron utilizados temporalmente en la época de recolección de productos marinos (Borréis, 2004). Un desarrollo cultural similar ha sido registrado cerca de la desembocadura del río Santiago, en Matanchén, Nayarit y El Calón, Sinaloa, donde se reportan campamentos costeros estacionales utilizados para la explotación de productos marinos, por parte de grupos cultivadores establecidos en los valles aluviales de este río (Mountjoy et al., 1972; Mountjoy 1974, Scott, 1999). Origen y difusión de la alfarería Fragmentos de cerámica simple correspondiente a ollas, vasijas y tazones, relacionados con el almacenamiento, cocimiento y consumo de alimentos, encontrados en la costa del Pacífico hacia 4 300 AP (Brush, 1965), indican el origen de la alfarería en Mesoamérica. La presencia de este tipo de cerámica , asociada con implementos de piedra como metates ovales y manos cilíndricas convexas alargadas en Tehuacán, entre 4 000 a 3 500 AP (MacNeish et al., 1970), sugiere que para este periodo el Revista de Geografía Agrícola núm. 41 / 97

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sistema agroalimentario basado en la milpa estaba ya constituido en Mesoamérica. En los alrededores de la laguna de Chapala, en El Opeño, hacia 3 800 a 3 500 AP y en el valle de Colima (3 500 a 3 200 AP), se registra un alto desarrollo de la alfarería relacionada con la cosecha, trans for ma ción, con su mo, al ma ce na mien to y transporte de los alimentos (Oliveros, 1970, 2004; Kelly, 1974, 1980; Meighand, 1974; Greengo y Meighand, 1976; Mountjoy, 1994). Tiene como rasgos característicos, las ollas con terminación de la boca en forma de estribo, lo cual permite mayor eficiencia en el uso de la leña y del agua para cocer alimentos como los frijoles e incluye distintos tipos de cántaros, tecomates, cajetes, con o sin decoración con pintura rosa o guinda (Mountjoy, 1998). Las ollas tienen diferentes clases de tapaderas ajustables; las vasijas posibilitan el almacenamiento, remojo, fermentación, tratamiento con cenizas o cal y el cocimiento, técnicas con las cuales se incrementa el valor nutritivo de los alimentos, particularmente del maíz, el frijol, los agaves y las ciruelas (Kantz et al., 1974; Coe, 1994). Este corpus alafero, denominado Capacha, también incluye vasijas acinturadas (bules), bífidas y trífidas las cuales podían presentar una placa coladora adosada al cuello (Mountjoy, 2006). La función propuesta para este tipo de vasijas es la destilación de bebidas fermentadas (Needham y Lu, 1985). Algunos de los rasgos de la cerámica Capacha han sido encontrados en cerámica del Formativo temprano de los valles de Morelos (Chalcatzingo 3 200 AP) y en el Valle de México (Tlatico y Tlapacoya 3 250 AP), lo que sugiere difusión cultural (Meighand, 1974; Kelly, 1980; Pollard, 1998). Un rasgo cultural importante en esta área durante este periodo es la construcción de cementerios asociados a los asentamientos humanos, con tumbas y ritos de culto a personajes que eran importantes al momento de su muerte. En estos sitios se ofrecía cerámica tanto utilitaria como suntuaria, objetos de jade y caracoles procedentes de las minas de Motagua y del mar Caribe, cuestión que indica una marcada estratificación social (Meighand, 1974; Oliveros, 1970; 2004). Las bebidas alcohólicas jugaron un papel relevante en los ritos mortuorios, como lo muestran los objetos decorativos de 98 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

cerámica ofrendados (Schöndube, 1998; Townsend, 1998). Hacia 3 200 AP, en el área olmeca, en la costa del Golfo de México, también se desarrolla una cerámica con rasgos propios (Fase San Lorenzo: 3 200 a 3 000 AP) (Coe y Dieh, 1980). Rasgos distintivos de esta cerámica han sido reportados en el valle de Morelos en Chalcatzingo (Fase Amate: 3 250 a 1 100 AP) (Grove, 1987), en el valle de México en Tlapacoya (Fase Nevada: 3 250 AP) (Tolstoy y Paradis, 1970; Tolstoy, 1978), en el valle de Puebla en Moyotzingo (Stoltman et al., 2005), en el valle de Tehuacán (Fase Ajalpan: 3 200 a 900 AP) (MacNeish, 1964), en el valle de Oaxaca (Fase San José Mogote: 3 200 a 2 900 AP) (Drennan, 1970), en el Istmo de Tehuantepec, en Laguna Zape (Fase Goma: 3 100 a 2 300 AP) (Wallrath, 1967; Zeitlin, 1990), en la depresión central de Chiapas, en Santa Marta (Fase Cotorra I: 3 320 AP) (MacNeish y Peterson, 1962), en la costa de Chiapas, en Paso de Amada (Fase Ocos: 3 250 a 1 100 AP), en la costa de Pacífico de Guatemala y El Salvador (Sharer y Gilfford, 1970; Lowe, 1975; Lesure, 1998; Love, 2007), en la península de Yucatán (Cuello 3 200 AP) (Kosakowski, 1987) y en la costa Atlántica de Honduras (Puerto Escondido 3 100 AP) (Joyce y Henderson, 2007; Henderson et al., 2007). Estudios basados en los petrograbados y en las partículas elementales de la cerámica, indican que durante el Formativo hubo un activo intercambio de cerámica entre el área olmeca y el centro de México, así como entre la costa Caribe de Honduras a la costa del Pacífico de México y Guatemala, a través de rutas preestablecidas (Blomster et al., 2005, Stoltman et al., 2005). El alto desarrollo de la cerámica utilitaria en toda la región señala la integración del sistema agroalimentario que favoreció el establecimiento y desarrollo de villas permanentes (figura 7). En los valles de Tehuacán y Oaxaca se reportan sistemas agrícolas en las terrazas del valle, cultivos de humedad cercanos a los ríos y posiblemente los primeros cam pos irri ga dos por de ri va ción (Mac Neish, 1964). Las casas unifamiliares cuadradas y los primeros edificios rituales (MacNeish, 1964; Flannery, 1986; Flannery, 2002; Marcus y Flannery 2004). Hacia el 2 800 AP, se observa su reemplazo por residencias de familias extendidas de 15 a 20

El origen de la agricultura, la domesticación de plantas y el establecimiento de corredores biológico-culturales en Mesoamérica

personas que proporcionaban mano de obra suficiente para una economía familiar compleja. Tanto en el valle de Oaxaca, como en el valle de Tehuacán, las villas permanentes estaban conformadas entre 100 y 300 personas (Flannery, 2002; Marcus y Flannery, 2004). Entre 3 000 y 2 000 AP, se registra en el maíz una alta frecuencia del alelo suI-M2 implicado en la cantidad y cualidad de la harina, sin estar aún fijo hacia 2 000 AP (Jaenicke y Smith, 2006), lo cual sugiere que la selección para elaborar tortillas se habría iniciado.

A manera de conclusiones

Figura 7. Asentamientos con registros cerámicos en Mesoamérica: Arcaico: (A) Puerto Marqués, (B) San Blas. Formativo temprano: (C) El Opeño, (D) Capacha, (E) Olmeca, (F) Chalcatzingo, (G) Tlapacoya, (H) Tehuacán, (I) Oaxaca, (J) Paso de Amada, (K) Puerto Escondido, (L) Cuello, (M) Chalchupa.

Grupos humanos que llegaron entre 10 600 y 10 000 AP, procedentes del suroeste y las grandes planicies centrales del actual territorio de EUA, habrían iniciado la agricultura en Mesoamérica, prácticamente a su llegada (10 000 AP). Poseían una cultura basada en la recolección y utilización de plantas, particularmente pastos, agaves, tunas, mezquites y encinos, y estaban especializados en la caza del venado y fauna menor con arco y flechas, organizados en pequeñas bandas con alta movilidad (MacNeish, 1964; MacNeish y Nelken, 1983; Poinar et al., 2001; Zeder et al., 2006).

1969; Lewis, 1972; Zong et al., 2007). Prácticamente todas las plantas domesticadas mesoamericanas presentan rebrote en la raíz o corona del tallo, o la dormancia de sus semillas es interrumpida por el fuego. Más de 220 grupos de recolectores-cazadores del oeste de EUA, algunos desde tiempos prehistóricos, utilizaron el fuego para establecer pastizales, guiar y cercar a los animales e incrementar la producción de frutos y granos (Russell, 1983; Stewart et al., 2002; Griffin 2002; Parker, 2002; Williams, 2003; Anderson, 2006).

El establecimiento de los refugios indica que los grupos humanos se distribuyeron durante el Arcaico en los márgenes de los ríos entre los sistemas lacustres intermontanos y las costas, estableciendo un patrón de recolección amplio, que abarcó varios eco sis te mas, in cluida la ex plo ta ción de recursos marinos, y conformaron los corredores biológico–culturales a través del sistema de ríos.

La selección inicial de las plantas pudo estar basada en la observación de su consumo por la fauna y en el conocimiento previo sobre sus bondades alimenticias. Un alto porcentaje de las plantas domesticadas son consumidas en estado silvestre por la fauna y resultan dispersadas por ella. Muchas especies de pastos, legumbres, agaves y cactus, han sido consumidas por los grupos humanos del actual suroeste de EUA (Willis, 1995; Poinar et al., 2001).

El fuego, utilizado como elemento de caza, se convirtió en una herramienta clave para la producción de cosechas. Las evidencias paleoecológicas y las características ecofisiológicas de las plantas domesticadas señalan que la agricultura se estableció en áreas de selva baja caducifolia, ya que las principales plantas domesticadas proceden de este ecosistema. El fuego se convirtió en una fuerza de selección decisiva en la etapa inicial de la domesticación, de manera similar a como ha sido sugerido en otras regiones del mundo (Flannery,

Las evidencias arqueobotánicas y moleculares indican que en Mesoamérica la domesticación se inició hacia 10 000 AP. Los análisis genético-evolutivos señalan a la región suroeste como el centro de domesticación para el maíz, frijol, calabaza, chile y ciruelas (Fukunaga et al., 2005; Gepts, 1988; Kwak et al., 2009; Loaiza et al., 1989; Matsuoka 2002, 2005; Miller y Schall 2006; Sanjur et al., 2002). El surgimiento de la cadena volcanica Cántaro-Nevado-Colima-Hijos del Volcán, con sus continuas avalanchas de lava, entre 18 000 y 4 000 AP Revista de Geografía Agrícola núm. 41 / 99

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con dirección norte sur entre el sistema Sayula-Zacoalco y el océano Pacífico, (Luhr y Prestegaard 1988; Capra et al, 2002; Capra y Macías 2002), separaron geográficamente los elementos florísticos de la región del Balsas, dejando en el extremo oeste la mayor riqueza de especies y poblaciones emparentadas con el maíz, el frijol y la calabaza (Vázquez et al., 1995; Doebley, 1990; Lepiz et al., 2004). De un alto número de especies de pastos con características relevantes para su cosecha, presentes en esta área (Tripsacum dactyloides var. mexicanum De Wet y Harlan L.; T. laxum Nash ; T. maysar Hernández y Randlph; T. pilosum Scribner y Merr., T. zopilotense Hernández y Randlph, Zea diploperennis, Z. mays y Z. perennis), sólo Zea mays resultó domesticado. De cerca de 25 especies de Phaseolus resultaron domesticadas tres: P. vulgaris, P. lunatus y P. coccineus. Ello pudo deberse a las características genéticas y reproductivas de las especies que no habrían favorecido su domesticación (Diamond, 2001). Las prácticas agrícolas de tala y fuego predominaron entre 10 00 y 7 000 AP (Piperno, 2006; Piperno et al., 2007), posiblemente llegaron a tener un alto grado de sofisticación y permitieran el uso recurrente del sitio de cultivo, con periodos largos de barbecho, de manera similar al manejo de roza-tumba-quema utilizado por los antiguos mayas, en el cual la preparación del suelo no incluye la eliminación de las raíces de especies perennes, aunque sí el cercado del sitio con ramas para limitar la incidencia del pastoreo y ramoneo del cultivo por venados y pecaríes que resultan atraídos (Zizumbo y Simá, 1988). Las características autoecológicas de las especies y la distribución geográfica de las poblaciones silvestres progenitoras putativas de maíz y de frijol, sugieren que la agricultura se pudo establecer en sitios con elevaciones intermedias (600 a 1 600 msnm) (Lepiz et al., 2004; Buckler et al., 2006; Kwak et al., 2009), incluyendo bordes con el bosque de encino. Ello significó, en el extremo occidental de Mesoamérica, que los grupos humanos, además de realizar agricultura, podían explotar recursos marinos o lacustres intermontanos, haciendo recorridos relativamente cortos (»80 km). La difusión temprana de los domesticados maíz-calabaza-chile hacia la costa del Golfo de 100 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

México y hacia Panamá (8 000 a 7 000 AP), sugiere alta movilidad de los grupos humanos a través de los corredores biológico-culturales de los ríos Santiago, Balsas, Grijalva y Motagua. Por estos mismos corredores, posiblemente, se introdujeron las especies sudamericanas que se incorporaron a los sistemas de huertos (Piperno et al., 2000; Colunga y Zizumbo, 2004), estas rutas fueron utilizadas posteriormente durante el Formativo temprano en el comercio o intercambio de piezas de jade, caracoles y cerámica (Garber et al., 1993; Harlow, 1993; Oliveros, 2004; Stoltman et al., 2005; López M., 2007). El maíz se difundió tempranamente hacia el sur, cuando aún presentaba baja diferenciación genética, mientras que para el suroeste de EUA su difusión incluyó razas cristalinas y harinosas, después de 3 800 AP (Hernández, 1985; Jaenicke y Smith, 2006; Huckell, 2006). Para el caso del girasol (Helianthus annuus L.), la difusión hacia el norte pudo haberse realizado antes, 4 600 AP (Lentz et al., 2008). La intensificación del cultivo entre 7 000 y 5 500 modificaciones al suelo, como la remoción de raíces de especies perennes, piedras y su alineamiento, y se logró una mejor captación, distribución y conservación del agua. Este manejo pudo ser similar al registrado actualmente en los sistemas agrícolas practicados en los suelos pedregosos de pie de monte y las terrazas del occidente de México, donde sólo interviene el uso de energía humana e implementos simples como barretas y mazos (Zizumbo et al., 1989, Zizumbo y Colunga, 1993). AP, se pudo efectuar realizado con

Es posible que la estructuración del pluricultivo en la milpa se haya establecido simultáneamente al fijarse los alelos involucrados en la estructura compacta de la planta de maíz (5 500-4 400 AP) y los cultivos se hayan establecido tanto en las terrazas de los valles como en sitios cercanos al lecho de los ríos, con pequeñas obras de drenaje. Asimismo, la estructuración del sistema alimentario, basado en las mismas plantas, se pudo establecer simultáneamente a la fijación de los alelos involucrados con las cualidades de proteína y almidón en el maíz. La complementariedad ecológica y nutritiva del complejo maíz-frijol-calabaza-chile, y su sinergia, se convirtió en la base material del desarrollo cultural en toda la región (Zizumbo y Colun-

El origen de la agricultura, la domesticación de plantas y el establecimiento de corredores biológico-culturales en Mesoamérica

ga, 1993). Los asentamientos estaban conformados por conglomerados de micro bandas que, además de cultivar, ocasionalmente realizaban campamentos para cazar, colectar y explotar recursos marinos (Mountjoy, 1974; MacNeish, 1964; Flannery, 1986; Voorhies et al., 2003; Marcus y Flannery, 2005). Hacia 4 300 y 4 100 AP se registra alfarería relacionada con la transformación y consumo de alimentos en la costa sur de la región (Brush, 1965; Mountjoy, 1974), y entre 3 500 y 3 000 AP, se reporta un alto número de villas a lo largo de los corredores biológico-culturales. Tanto en el oeste como en el este se desarrolla ampliamente la cerámica relacionada con el procesamiento de los alimentos, lo cual mejora sus cualidades alimenticias y se registra intercambio de cerámica en toda la región entre 3 200 y 2 000 AP (Stoltman et al., 2005; Blomster et al., 2005). En el occidente la presencia de tumbas de tiro en las que se honra a personajes importantes, ofreciéndoles artículos suntuarios de jadeita y caracoles marinos extra regionales, señala una marcada estratificación social. La alta frecuencia en los alelos implicados en la cantidad y cualidades del almidón, sin llegar a fijarse los harinosos, hacia 2 000 AP, sugiere selección de variantes para diferentes usos. Los registros arqueobotánicos sobre frijol son particularmente exiguos debido, en buena parte, a la inexistencia de metodologías para registrar estructuras microscópicas de diagnóstico. Estudios evolutivos que permitan establecer la temporalidad en la diferenciación genética de las poblaciones

domesticadas de las silvestres aportarán datos de gran relevancia. Para el caso de maíz, calabaza y chile se requieren estudios sobre los implementos de piedra y cerámica ya obtenidos para los periodos Arcaico superior y Formativo temprano e incorporar los métodos para la detección microscópica del almidón de maíz, calabaza y chile, así como la relacionada con los fitolitos en maíz y calabaza propuestos por Bryant, 2007; Holst y Piperno et al., 2007; Perry y Flannery, 2007. Para las plantas que eran además consumidas después de hervirse, fermentarse o destilarse, como maíz, frijol, agave, ciruelos, tunas y mezquites, es importante utilizar las metodologías reportadas que las detectan en lo residuos de vasijas, basadas en espectrometría DRIFTS (Diffuse-reflactance infred Fourier-transform espectrometry), cromatografía HPLC (High-performance liquid chromatography) y cromatografía de gases/espectrometría de masas (GC/MS) propuestas por Mc Govern et al., 2004, 2005. Realizar estos estudios significa un enorme reto que debe de emprenderse a fin de profundizar en el entendimiento de las bases materiales de la civilización mesoamericana. Agradecimientos Al Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) y Conacyt por la beca sabática de investigación 2007-2008 en la Universidad de CaliforniaDavis. Al Dr. Paul Gepts por la revisión crítica del trabajo y su hospitalidad en el laboratorio: “Crop evolution, domestication and biodiversity”, y a los compañeros del laboratorio James Kami, Matthew Hufford y Kraig Kraft.

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Presentación

Educación agropecuaria en el Informe sobre el expediente de Ley Agraria de Jovellanos Juan Pablo de Pina García1 Gaspar Melchor de Jovellanos (Gijón, Asturias 1744-Puerto de Vega, Asturias 1811) es una de las principales figuras de la Ilustración española y, sin ninguna duda, quien más atención puso a los problemas de la naturaleza, al estudio e impulso de la agricultura concebida como la principal fuente de riqueza, y al desarrollo de la educación en general y de manera especial la de carácter técnico. Escritor prolífico y multifacético, Jovellanos incursionó de manera exitosa tanto en el terreno literario como en el filosófico, pero las aportaciones por las que ha trascendido se encuentran en sus obras económicas y en la aplicación de sus ideas como pedagogo, político y funcionario reformador. El Informe sobre el expediente de Ley Agraria,2 publicado en 1795, es una de las principales obras de Jovellanos y la que más ha trascendido, siendo de primera importancia su conocimiento y lectura. Se trata de un documento notable de por sí por la manera en que se ordena y jerarquiza la exposición de la problemática, amén de su lenguaje directo y pulcro, y en torno al cual se ha discutido la originalidad del pensamiento del asturiano en la materia, considerándose una de las expresiones más acabadas del liberalismo español de fines del siglo XVIII. El Informe sobre el expediente de Ley Agraria realiza un examen integral de la agricultura española y de los problemas que la afectan, cuyo estudio no se limita al “arte de cultivar la tierra” sino que se extiende hacia la indagación de las “relaciones políticas” de la agricultura; en otras palabras, al análisis general de la agricultura como parte del sistema económico y político de la sociedad. Fiel a las convicciones liberales e ilustradas de Jovellanos, el Informe propone que las disposiciones agrarias se ajusten a los principios de la legislación económica y, por tanto, "...el grande y general principio de las leyes respecto de la agricultura se debe cifrar en remover los estorbos que se oponen a la libre acción del interés de sus agentes dentro de la esfera señalada por la justicia”, con lo que se logrará aumentar la riqueza pública y garantizar el logro de los fines de los agricultores que no pueden ser sino los mismos que persiguen las leyes agrarias: “la extensión, la perfección y la utilidad del cultivo”. El Informe se integra por una parte introductoria; tres capítulos dedicados al examen de los obstáculos y estorbos que enfrenta la agricultura, que constituyen la parte analítica central del trabajo; y la parte final de conclusiones y recomendaciones. De acuerdo con el pensamiento de Jovellanos los estorbos que se oponen al progreso de la agricultura son de tres clases: a) los estorbos políticos o provenientes de las leyes, b) los estorbos morales o provenientes de la opinión, y c) los estorbos físicos o provenientes de la naturaleza. Una vez descritos y examinados tales obstáculos, el Informe propone soluciones y remedios para cada uno, así como la aplicación unitaria y simultánea del conjunto para el mejoramiento de la agricultura, “la primera y más abundante fuente de riqueza pública y privada”, mediante la formulación e instrumentación de diversas políticas de regulación y de fomento integrando la propuesta de Jovellanos un programa de reforma liberal moderado y gradual. 1 2

Proyecto de investigación Historia crítica de la Escuela Nacional de Agricultura (proyecto DGIP-UACh núm. 08290103). Dirección de Centros Regionales Universitarios, Universidad Autónoma Chapingo, marzo 2009. El título completo del documento es: “Informe de la Sociedad Económica de esta Corte [Madrid] al Real y Supremo Consejo de Castilla en el expediente de Ley Agraria extendido por su individuo de número el Sr. D. Gaspar Melchor de Jovellanos a nombre de la Junta encargada de su formación, y con arreglo a sus opiniones”.

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Figura 1. Portada original del Informe sobre el expediente de Ley Agraria. (imagen tomada de

www.kalipedia.com). 118 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

A manera de síntesis, Vicent Llombart sobre el Informe de Jovellanos señala: “Los estorbos políticos se corresponden con el concepto de libertad, una mayor libertad económica y una menor proliferación normativa, y eran agrupados en siete categorías (baldíos y tierras concejiles, prohibición de cercamientos, protección parcial del cultivo, privilegios de la Mesta, amortización de la tierra, restricciones a la circulación de frutos y contribuciones) para analizar los efectos perjudiciales de cada una y los remedios específicos que debían aplicarse. Un esquema similar, aunque más breve, planteaba Jovellanos respecto a los estorbos morales y físicos: los morales tenían su origen en las opiniones equivocadas sobre la importancia de la agricultura y sobre los métodos adecuados de cultivo y se remediaban básicamente con la propagación de las luces; los físicos, provenían de la falta de riegos, de comunicaciones y de puertos comerciales y necesitan fundamentalmente auxilios públicos al ser insuperables con el mero esfuerzo de los individuos particulares” (Llombart). De particular interés resulta para la historia de las ciencias y la educación agrícolas el capítulo relativo a los estorbos morales por lo que se reproduce íntegro en la presente edición de la Revista de Geografía Agrícola. En él Jovellanos parte criticando el menosprecio y detrimento que ha sufrido la agricultura al privilegiarse en términos económicos y políticos a la industria y al comercio, tema de acuciante actualidad mundial en virtud de la crisis alimentaria y la destrucción de las agriculturas nacionales por el modelo neoliberal impuesto por las agrocorporaciones. Jovellanos sostiene claramente que sin una agricultura fuerte y próspera los cimientos en que se sostiene la nación se debilitan y cuestionan su viabilidad. Este primer estorbo moral resultado de la opinión debe corregirse, según nuestro autor, por el estudio de la economía civil. Trata en seguida el tema del retraso tecnológico de la agricultura, lamentándose de las condiciones en que se encuentra la primera de las artes. “¿Qué nación hay –se pregunta Jovellanos– que no tenga mucho que mejorar en los instrumentos, mucho que adelantar en los métodos, mucho que corregir en las labores y operaciones rústicas de su cultivo?”. La solución al atraso estriba en dos circunstancias: a) aplicar a la agricultura los conocimientos de las ciencias útiles (las naturales y las exactas) y propugnar por su perfeccionamiento por la vía de la experimentación; y b) desarrollar la instrucción agrícola entre los agricultores (“propietarios”) y la instrucción general entre los medieros y peones (“labradores”), para favorecer la introducción y comprensión de los adelantos científicos y tecnológicos. Un tercer elemento corresponde a la elaboración y distribución de cartillas rústicas que comuniquen y propaguen los resultados de las ciencias útiles relativas a la agricultura. Fue a partir de la Ilustración que la educación universal, obligatoria, laica y pública tomó carta de naturalización en el mundo como un rasgo definitorio de la modernidad. La educación se requería para alcanzar el progreso por lo que “para Jovellanos, como para otros pensadores españoles, el origen de la prosperidad de una nación se encuentra en la instrucción pública, en el entendido de que la prosperidad de un individuo o una nación no sólo la constituye la riqueza material, también forman parte de ésta la sabiduría, las cualidades morales, las virtudes, los valores y las buenas costumbres. En consecuencia, si el bienestar económico y social de una nación depende de cierto grado de educación formal de sus miembros, entonces todos los sectores sociales tienen derecho a ser instruidos, porque la deuda de la sociedad hacia ellos será igual para todos y se extenderá a la universalidad de sus individuos” (García López). A partir de estos conceptos pedagógicos generales, en el Informe sobre el expediente de la Ley Agraria Jovellanos señala los rasgos en que deben basarse la educación y la investigación agropecuaria –así como la educación científica y tecnológica en general–, marcando que deben desarrollarse necesariamente en instituciones educativas especiales y no en las universidades tradicionales hundidas, según su punto de vista, en el intelectualismo y el escolasticismo, y considerar de manera principal los conocimientos útiles y su aplicación en la ciencia y las artes que constituyen la agricultura. Al momento de presentar el Informe al Rey, las condiciones políticas de España no eran adecuadas para que sus propuestas se llevaran a la práctica en la medida que al despotismo ilustrado de Carlos III le había sucedido un régimen claramente antiliberal, y el propio Jovellanos había sido perseguido y encarcelado por sus Revista de Geografía Agrícola núm. 41 / 119

ideas. De hecho el Informe fue perseguido y prohibido por la Inquisición dado que proponía de desamortización de los bienes de la Iglesia entre otras medidas contra la jerarquía religiosa. Sin embargo, al año de haber muerto, en 1812, las Cortes españolas reunidas en Cádiz a raíz de la invasión francesa nombran como benemérito de la patria a Gaspar Melchor de Jovellanos (ver figura 2) y los conceptos económicos, políticos y educativos que había formulado se incorporan en la liberal Constitución de Cádiz de 1812 y en disposiciones legislativas relacionadas con el fomento de la agricultura y con la educación. Ejemplo claro de lo anterior –entre varios otros– son los decretos de las Cortes de fecha 8 de junio de 1813, números CCLXI, Sobre el establecimiento de cátedras de agricultura, y de sociedades económicas, y CCLIX, Varias medidas para el fomento de la agricultura y ganadería, que dan fuerza de ley a varias de las propuestas del Informe de Jovellanos. Asimismo, varias de sus iniciativas educativas –como la formación de una Dirección General de Estudios– se integraron en el Proyecto de decreto de arreglo de la enseñanza pública formulado por una comisión de las Cortes en 1814 y que preveía el establecimiento en la península y en ultra-

Figura 2. Decreto por el que las Cortes de Cádiz declaran benemérito de la patria a Gaspar Melchor de Jovellanos (tomado de Cortes de Cádiz, 1812). 120 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

mar de escuelas de agricultura experimental y veterinaria. Sobre este proyecto, las Cortes emitieron en 1823 el Reglamento de Instrucción Pública que ya no pudo ser puesto en vigor en la Nueva España. Si bien las disposiciones de las Cortes de Cádiz no se aplicaron cabalmente en las colonias americanas en virtud de las guerras de independencia en la segunda década del siglo XIX, la influencia de Gaspar Melchor de Jovellanos sobre los liberales mexicanos fue de gran envergadura. Dice Jesús Reyes Heroles que “perdurable es la influencia de Jovellanos. Todavía en 1856-57 vemos recurrir a él, tanto en materia política como en economía. En los primeros Congresos mexicanos es citado con profusión. La preferencia de nuestros liberales por Jovellanos pone de relieve su buen sentido”. Y en efecto, ecos del pensamiento de Jovellanos expuesto en el Informe sobre el expediente de Ley Agraria resuenan en los proyectos educativos de José María Luis Mora y Gómez Farías, la Constitución liberal de 1857 y en las Leyes de Reforma que son a la fecha parte fundamental de nuestros cimientos nacionales. El papel de Jovellanos como antecedente y fuente de los proyectos educativos impulsados en México a partir de la independencia es ampliamente reconocido. No sucede lo mismo con sus méritos relativos a la educación agrícola en nuestro país, cuyos primeros esbozos y proyectos tuvieron mucho que ver también con las ideas expresadas por el asturiano en su Informe sobre el expediente de la Ley Agraria. Este recordatorio y la reproducción del capítulo relativo coadyuvan a nutrir el poco conocido universo de ideas ilustradas que influyeron en la implantación y desarrollo de la educación agrícola y la agronomía, así como las instituciones en que ocurrieron y ocurren. Bibliografía Cortes de Cádiz. 1812 [2005]. Colección de los decretos y órdenes que han expedido las Cortes Generales y Extraordinarias desde 24 de septiembre de 1811 hasta 24 de mayo de 1812. Tomo II. Cádiz, Imp. Real, 1812. Edición facsimilar. Ed. Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. __________. 1813 [2005]. Colección de los decretos y órdenes que han expedido las Cortes Generales y Extraordinarias desde 24 de febrero de 1813 hasta 14 de septiembre del mismo año. Tomo IV. Cádiz, Imp. Real, 1813. Edición facsimilar. Ed. Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. García L., L. 2002. La cultura de la ilustración y las ideas de gratuidad, obligatoriedad y universalidad, 1780-1821. En: Galván L., L. Elena (coord.). Diccionario de historia de la educación en México. UNAM/CIESAS/Conacyt, México 2002. En: http://biblioweb.dgsca.unam.mx/diccionario/. Jovellanos, G. M. de. 1795 [1820, ed. corregida]. Informe sobre el expediente de Ley Agraria [Informe de la Sociedad Económica de Madrid al Real y Supremo Consejo de Castilla en el expediente de Ley Agraria, extendido por el autor en nombre de la junta encargada de su formación]. En: Jovellanos, G. M. de. 1952. Obras publicadas e inéditas de Don Gaspar Melchor de Jovellanos (colección hecha e ilustrada por Don Cándido Nocedal). Volumen II. Biblioteca de Autores Españoles, núm. 50, Ed. Atlas, Madrid, pp. 79-138. Llombart, V. 1995. Una nueva mirada al Informe de Ley Agraria de Jovellanos doscientos años después. Revista de Historia Económica, año XIII, otoño, núm. 3, pp. 553-580, Madrid (Disponible en: ). Reyes H. J. 1985. El liberalismo mexicano en pocas páginas. Colección Lecturas Mexicanas núm. 100. Fondo de Cultura Económica / SEP, México.

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DOCUMENTOS

Informe sobre el expediente de Ley Agraria. Gaspar Melchor de Jovellanos.1

[...] Segunda clase: Estorbos morales, ó derivados de la opinión. He aquí, Señor, los principales estorbos políticos que las leyes oponen a la prosperidad de nuestra agricultura. Los que le opone la opinión y pertenecen al orden moral no son menos considerables ni de influencia menos poderosa. Siendo imposible que la Sociedad los descubra todos y los persiga uno a uno, porque los orígenes de la opinión son muchos y muy varios, y acaso también muy altos y escondidos, se contentará con señalar los que están más a la vista de Vuestra Alteza, y por decirlo así, más dependientes de su celo y autoridad. La agricultura en una nación puede ser considerada bajo dos grandes respectos, esto es, con relación a la prosperidad pública y a la felicidad individual. En el primero es innegable que los grandes Estados, y señaladamente los que, como España, gozan de un fértil y extendido territorio, deben mirarla como la primera fuente de su prosperidad, puesto que la población y la riqueza, primeros apoyos del poder nación, penden más inmediatamente de ella que de cualquiera de las demás profesiones lucrativas, y aun más que de todas juntas. En el segundo, tampoco se podrá negar que la agricultura sea el medio más fácil, más seguro y extendido de aumentar el número de los individuos del Estado y la felicidad particular de cada uno, no solo por la inmensa suma de trabajo que puede emplear en sus varios ramos y objetos, sino también por la inmensa suma de trabajo que puede proporcionar a las demás profesiones que se emplean en el beneficio de sus productos. Y si la política, volviendo a levantar sus miras a aquel alto y sublime objeto que se propuso en los más sabios y florecientes gobiernos de la Antigüedad, quisiere reconocer que la dicha de los imperios, así como la de los individuos, se funda principalmente en las cualidades del cuerpo y del espíritu, esto es, en el valor y en la virtud de los ciudadanos, también en este sentido será cierto que la agricultura, madre de la inocencia y del honesto trabajo, y como decía Columela, parienta y allegada de la sabiduria, será el primer apoyo de la fuerza y el esplendor de las naciones. De estas verdades, tan demostradas en la Historia antigua y moderna, se sigue que la opinión solo puede oponerse de dos modos a los progresos de la agricultura: primero, ó presentándola a la autoridad del gobierno como un objeto secundario de su favor, y llamando su primera atención hacia otras fuentes de riqueza pública; segundo, ó presentando a sus agentes medios menos directos y eficaces, ó tal vez erróneos, de promover la utilidad del cultivo y el aumento de las fortunas dependientes de él; porque en uno y otro caso la nación y sus individuos sacarán de la agricultura menos ventajas y será, por consiguiente, menor la prosperidad de unos y otros. Ésta es la pauta que seguirá la Sociedad para regular las opiniones que tienen relación con la agricultura. 1

Tomado de: Jovellanos, Gaspar Melchor de. 1795 [1820, ed. corregida]. Informe sobre el expediente de Ley Agraria [Informe de la Sociedad Económica de Madrid al Real y Supremo Consejo de Castilla en el expediente de Ley Agraria, extendido por el autor en nombre de la junta encargada de su formación]. En: Jovellanos, Gaspar Melchor de. 1952. Obras publicadas e inéditas de Don Gaspar Melchor de Jovellanos (colección hecha e ilustrada por Don Cándido Nocedal). Volumen II. Biblioteca de Autores Españoles, núm. 50, Ed. Atlas, Madrid, pp. 79-138. Se han suprimido las notas de pie de página originales por considerarlas innecesarias para esta edición, con excepción de la que se refiere a la obra de Alonso de Herrera.

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I. De la parte del Gobierno. Ya se ve que al primero de estos respectos pertenecen también las opiniones que produjeron todos los estorbos políticos que hemos ya indicado y combatido, porque ciertamente no se hubieran publicado tantas leyes, tantas ordenanzas y reglamentos para favorecer los baldíos, las plantaciones, la granjería de lanas, las amortizaciones civil y eclesiástica y la industria y población urbana, con tanto daño del cultivo general, si el gobierno hubiese estado siempre íntimamente convencido de que ninguna profesión era más merecedora de su protección y solicitud que la agricultura, y de que no podía favorecer a otras a costa de ella sin cerrar más ó menos el primero y más abundante manantial de la riqueza pública. Cuando se sube al origen de esta clase de opiniones se tropieza al instante con una preocupación funestísima, que de algunos siglos acá cunde por todas partes y de cuya infección acaso no se ha librado ningún gobierno de Europa. Todos han aspirado a establecer su poder sobre la extensión del comercio, y desde entonces la balanza de la protección se inclinó hacia él; y como para protegerlo pareciese necesario proteger la industria que lo provee y la navegación que lo sirve, de aquí fue que la solicitud de los Estados modernos se convirtiese enteramente hacia las artes mercantiles. Su historia, cuidadosamente seguida desde la caída del Imperio Romano y señaladamente desde el establecimiento de las repúblicas de Italia y ruina del sistema feudal, presenta en cada página una confirmación de esta verdad. Siglos ha que la guerra, este horrendo azote de la humanidad y particularmente de la agricultura, no se propone otro objeto que promover las artes mercantiles. Siglos ha que este sistema preside a los tratados de paz y conduce las negociaciones políticas. Siglos ha que España, cediendo a la fuerza del contagio, lo adoptó para sí, y aunque llamada principalmente por la naturaleza a ser una nación agricultora, sus descubrimientos, sus conquistas, sus guerras, sus paces y tratados y hasta sus leyes positivas han inclinado visiblemente a fomentar y proteger con preferencia las profesiones mercantiles, casi siempre con daño de la agricultura. ¿Qué de privilegios no fueron dispensados a las artes desde que, reunidas en gremios, lograron monopolizar el ingenio, la destreza y hasta la libertad del trabajo? ¿Qué de gracias no se derramaron sobre el comercio y la navegación desde que, reunidos también en grandes cuerpos, emplearon su poder y su astucia en ensanchar las ilusiones de la política? Y una vez inclinada a ellos la balanza de la protección, ¡de cuánta protección y solicitud no defraudaron a la muda y desvalida agricultura! En tan contradictorio sistema, nada parece más repugnante que el menosprecio de una profesión sin la cual no podrían crecer ni prosperar las que eran blanco del favor del gobierno. ¿Puede dudarse que en todos sentidos sea la agricultura la primera base de la industria, del comercio y la navegación? ¿Quién, sino ella, produce las materias a que da forma la industria, movimiento el comercio y consumo la navegación? ¿Quién, sino ella, presta los brazos que continuamente sirven y enriquecen a otras profesiones? ¿Y cómo se pudo concebir la ilusoria esperanza de levantar sobre el desaliento de la agricultura unas profesiones dependientes por tantos títulos de su prosperidad? ¿Era esto otra cosa que debilitar los cimientos para levantar el edificio? También este mal tuvo su origen en la manía de la imitación. El ejemplo de las repúblicas de la Edad Media, que florecieron sin agricultura y solo al impulso de su industria y navegación, y el que presentaron algunos pocos imperios del mundo antiguo y la moderna Europa, pudieron comunicar a España tan dañosa infección. Pero, ¿qué mayor delirio que imitar a unos pueblos forzados por la naturaleza, en falta de territorio, a establecer su subsistencia sobre los flacos y deleznables cimientos del comercio, olvidando en el cultivo de un vasto y pingüe territorio el más abundante, el más seguro manantial de riqueza pública y privada? Sí, Señor; la industria de un Estado sin agricultura será siempre precaria, penderá siempre de aquellos pueblos de quienes reciba sus materias y en quienes consuma sus productos. Su comercio seguirá infaliblemente la suerte de su industria, ó se reducirá a un comercio de mera economía, esto es, al más incierto, y con respecto a la riqueza pública, al menos provechoso de todos. Ambos por necesidad serán precarios y pendientes de mil acasos y revoluciones. Una guerra, una alianza, un tratado de comercio, las vicisitudes mismas del capricho, de la opinión y las costumbres de otros pocos acarrearán su ruina y con ella la del Estado. De 124 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

este modo la gloria de Tiro y el inmenso poder de Cartago pasaron como un sueño y fueron vueltos en humo. De este modo desaparecieron de la sobrehaz del mundo político los de Pisa, Florencia, Génova y Venecia, y acaso de este modo pasarán también los de Holanda y Ginebra, y confirmarán algún día con su ruina que solo sobre la agricultura puede levantar un Estado su poder y sólida grandeza. No dice esto la Sociedad para persuadir a Vuestra Alteza que la industria y comercio no sean dignos de la protección del gobierno, antes reconoce que en el presente estado de la Europa ninguna nación será poderosa sin ellos, y que sin ellos la misma agricultura será desmayada y pobre. Dícelo solamente para persuadir que no pudiendo subsistir sin ella, el primer artículo de su protección debe cifrarse siempre en la protección de la agricultura. Dícelo porque éste es el más seguro, más directo y más breve medio de criar una poderosa industria y un comercio opulento. Cuando la agricultura haga abundar por una parte la materia de las artes y los brazos que las han de ejercer; cuando por otra, haciendo abundar los mantenimientos abarate el salario del trabajo y la mano de obra, la industria tendrá todo el fomento que puede necesitar; y cuando la industria prospere por estos medios, prosperará infaliblemente el comercio y logrará una concurrencia invencible en todos los mercados. Entonces las profesiones mercantiles no tendrán que esperar del gobierno sino aquella igualdad de protección a que son acreedoras en un Estado todas las profesiones útiles. Pero proteger la industria y el comercio con gracias y favores singulares, protegerlos con daño y desaliento de la agricultura es tomar el camino al revés ó buscar la senda más larga, más torcida y más llena de riesgos y embarazos para llegar al fin. ¿Cómo es, pues, que el gobierno ha sido tan pródigo en la dispensación de estas gracias, desalentando con ellas la primera, la más importante y necesaria de todas las profesiones? ¡Qué de fondos no se han desperdiciado, qué de sacrificios no se han hecho en daño de la agricultura para multiplicar los establecimientos mercantiles! No ha bastado agravar su condición haciendo recaer sobre ella los pechos y servicios de que se dispensaba al clero, a la nobleza y a otras clases menos respetables; no ha bastado hacer caer sobre ella el efecto de todas las franquicias concedidas a la industria, y de todas las prohibiciones decretadas en favor del comercio: las pensiones más duras y costosas refluyen cada día sobre el labrador por un efecto de las exenciones dispensadas a otras artes y ocupaciones. Las quintas, los bagajes, los alojamientos, la recaudación de bulas y papel sellado y todas las cargas concejiles agobian al infeliz agricultor, mientras tanto que con mano generosa se exime de ellas a los individuos de otras clases y profesiones. La ganadería, la carretería, la cría de yeguas y potros las han obtenido, como si estas hijas ó criadas de la agricultura fuesen más dignas de favor que su madre y señora. Los empleados de la Real Hacienda , los cabos de ronda, guardas, estanqueros de tabaco, de naipes y pólvora, los dependientes del ramo de la sal y otros destinos increíblemente numerosos logran una exención no concedida al labrador. Pero, ¿qué mas? Los ministros de la Inquisición, de la Cruzada, de las hermandades, y hasta los síndicos de conventos mendicantes han arrancado del gobierno estas injustas y vergonzosas exenciones, haciendo recaer su peso sobre la más importante y preciosa clase del Estado. No las pide para ella la Sociedad sin embargo de que, a ser justas alguna vez, nadie podría pretenderlas con más derecho ni con mejor título que los que mantienen el Estado. Pero la Sociedad sabe que la defensa del Estado es una pensión natural de todos sus miembros, y desconocería esta sagrada y primitiva obligación si pretendiese libertar de ella a los cultivadores. Corran en hora buena a las armas y cambien la azada por el fusil cuando se trate de socorrer la patria y defender su causa; pero, ¿será justo que en el mayor de todos los conflictos se abandonen las aldeas y los campos por dejar surtidos los talleres, los telonios y los asilos de la ociosidad? Para desterrar de una vez semejantes opiniones, solo propondrá la Sociedad a Vuestra Alteza que se digne de promover el estudio de la Economía Civil, ciencia que enseña a combinar el interés público con el interés individual y a establecer el poder y la fuerza de los imperios sobre la fortuna de sus individuos; que considerando la agricultura, la industria y el comercio con relación a estos dos objetos, fija el grado de estimación debida a cada uno y la justa medida de protección a que son acreedores; y que esclareciendo a un misRevista de Geografía Agrícola núm. 41 / 125

mo tiempo la legislación y la política, aleja de ella los sistemas parciales, los proyectos quiméricos, las opiniones absurdas y las máximas triviales y rateras que tantas veces han convertido la autoridad pública, destinada a proteger y edificar, en un instrumento de opresión y ruina. II. De parte de los agentes de la agricultura. Por el imperio de la opinión no parece menos extendido cuando se considera la agricultura como fuente de la riqueza particular. En esta relación se presenta á nuestros ojos como el arte de cultivar la tierra, que es decir como la primera y más necesaria de todas las artes. La Sociedad subirá también a la raíz de las opiniones que en este sentido la dañan y entorpecen; porque tratando de la parte técnica del cultivo, ¿quién sería capaz de seguir la larga cadena de errores y preocupaciones que la mantiene en una imperfección lamentable? Ciertamente que si se considera con atención la suma de conocimientos que supone la agricultura aun en su mayor rudeza; si se considera cómo el hombre, después de haber disputado con las fieras el dominio de la naturaleza, sujetó las unas á seguir obedientes el imperio de su voz, y obligó las demás a vivir escondidas en la espesura de los montes, y cómo rompiendo con su ayuda los bosques y malezas que cubrían la tierra supo enseñorearla y hacerla servir a sus necesidades; si se considera la muchedumbre de labores y operaciones que discurrió para excitar su fecundidad, y de instrumentos y máquinas que inventó para facilitar su propio trabajo, y cómo en la infinita variedad de semillas escogió y perfeccionó las mas convenientes para proveer a su alimento y al de sus ganados, a su vestido, a su morada, a su abrigo, a su defensa, y aun a su regalo y vanidad; por último, si se considera la simplicidad de estos descubrimientos y la maravillosa facilidad con que se adquieren y ejecutan, y cómo sin maestros ni aprendizajes pasan de padres en hijos, y se transmiten a la más remota posteridad, ¿quién será el que no admire los portentosos adelantamientos del espíritu humano?, o por mejor decir, ¿quién no alabará los inefables designios de la providencia de Dios sobre la conservación y multiplicación de la especie humana? Pero en medio de tan prodigiosos adelantamientos se descubren por todas partes las huellas de la pereza del hombre, y de su ingratitud a los beneficios de su Criador. Tan vano como flaco y miserable, y tan perezoso como necesitado, al mismo tiempo que se remonta a escudriñar en los cielos los arcanos de la Providencia, desconoce o menosprecia los dones que con tan larga mano derramó en derredor de su morada y puso debajo de sus pies. Basta volver la vista a la agricultura, estado a que le llamó desde su origen, para conocer que aun en los pueblos mas cultos y sabios, en aquellos que mas han protegido las artes, el de la tierra dista mucho todavía de la perfección a que puede ser tan fácilmente conducido. ¿Qué nación hay que, para afrenta de su sabiduría y opulencia, y en medio de lo que han adelantado las artes de lujo y de placer, no presente muchos testimonios del atraso de una profesión tan esencial y necesaria? ¿Qué nación hay en que no se vean muchos terrenos, o del todo incultos, o muy imperfectamente cultivados; muchos que, por falta de riego, de desagüe o de desmonte estén condenados a perpetua esterilidad; muchos perdidos para el fruto a que los llama la naturaleza, y destinados a dañosas ó inútiles producciones, con desperdicio del tiempo y del trabajo? ¿Qué nación hay que no tenga mucho que mejorar en los instrumentos, mucho que adelantar en los métodos, mucho que corregir en las labores y operaciones rústicas de su cultivo? En una palabra, ¿qué nación hay en que la primera de las artes no sea la más atrasada de todas? Por lo menos, Señor, tal es nuestra situación; y si olvidando por un instante lo que hemos adelantado volviéremos la vista a lo mucho que queda que andar en este inmenso camino, conoceremos cuánta ha sido nuestra desidia, cuánto atraso de nuestra agricultura, y cuánta la necesidad de remediarle. ¿Dónde, pues, está la razón de tan grave mal? La Sociedad, prescindiendo de las causas políticas que ya deja indicadas, halla que en el orden moral sólo puede existir en la falta de aquella instrucción y conocimientos que tienen más inmediata influencia en la perfección del cultivo. Corramos al remedio. Las quejas contra esta especie de ignorancia y descuido son tan generales como antiguas. Muchos siglos ha que el gran Columela se lamentaba en Roma de que habiéndose multiplicado los institutos de enseñanza para doctrinar los profesores de todas las artes, y aun de las más frívolas y viles, sólo la agricultura carecía de 126 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

discípulos y maestros. Sin tales artes, decía, y aun sin causídicos, fueron felices otro tiempo, y lo pueden ser todavía, muchos pueblos; pero es claro que no lo serán jamás ni podrá existir alguno sin labradores. Con el mismo celo clamaban el moderno Columela, Herrera, el célebre Diego Deza y otros buenos patricios del siglo XVI, por el establecimiento de academias y cátedras de agricultura; y este clamor, renovado después en varios tiempos, resuena todavía en el expediente de ley agraria. La Sociedad, aplaudiendo el celo de estos venerables españoles, quisiera caminar al término que se propusieron por una senda más llana y segura. Parécele que fuera muy vana, y acaso ridícula, la esperanza de difundir entre los labradores los conocimientos rústicos por medio de lecciones teóricas, y mucho más por el de disertaciones académicas. No las reprueba, pero las reputa poco conducentes a tan grande objeto. La agricultura no necesita discípulos doctrinados en los bancos de las aulas, ni doctores que enseñen desde las cátedras o asentados en derredor de una mesa. Necesita de hombres prácticos y pacientes, que sepan estercolar, arar, sembrar, coger, limpiar las mieses, conservar y beneficiar los frutos; cosas que distan demasiado del espíritu de las escuelas, y que no deben ser enseñadas con el aparato científico. Pero la agricultura es un arte, y no hay arte que no tenga sus principios teóricos en alguna ciencia. En este sentido la teórica del cultivo debe ser la más extendida y multiplicada, puesto que la agricultura, bien que un arte, es una admirable reunión de muchas y muy sublimes artes. Es, pues, necesario que la perfección del cultivo de una nación penda hasta cierto punto del grado en que posee aquella especie de instrucción que pueda abrazarla. Porque, en efecto, ¿quién estará mas cerca de mejorar reglas teóricas de su cultivo, aquella nación que posea la colección de sus principios teóricos, o la que los ignore del todo? La consecuencia de este raciocinio es muy triste a la verdad y vergonzosa para nosotros. ¡Qué abandono tan lamentable en nuestro sistema de instrucción pública! No parece sino que nos hemos empeñado tanto en descuidar los conocimientos útiles como en multiplicar los institutos de inútil enseñanza. La Sociedad, Señor, está muy lejos de negar el justo aprecio que se debe a las ciencias intelectuales, y mucho más a las que tanto le merecen por la sublimidad de su objeto. La ciencia del dogma, que enseña al hombre la esencia y atributos de su Criador; la moral, que le enseña a conocerse a sí mismo y a caminar a su último fin por el sendero de la virtud, serán siempre dignas de la mayor recomendación en todos los pueblos que tengan la dicha de respetar tan sublimes objetos. Pero siendo ordenadas todas las demás a promover la felicidad temporal del hombre, ¿cómo es que hemos olvidado las más necesarias a este fin, promoviendo con tanto ardor las más inútiles o las más dañosas? Esta manía de mirar las ciencias intelectuales como único objeto de la instrucción pública no es tan antigua como acaso se cree. La enseñanza de las artes liberales fue el principal objeto de nuestras primeras escuelas, y aun en la renovación de los estudios, las ciencias útiles, esto es, las naturales y exactas, debieron grandes desvelos al Gobierno y a la aplicación de los sabios. No hay uno nuestros primeros institutos que no haya producido hombres célebres en el estudio de la física y de la matemática, y lo que era más raro en aquella época, que no hubiesen aplicado sus principios a objetos útiles y de común provecho. ¡Qué muchedumbre de ejemplos no pudiera citar la Sociedad si este fuese su presente propósito! Baste saber que cuando el maestro Esquivel medía con los triángulos de Reggio Montano la superficie del imperio español para formar la mas sabia y completa geografía que ha logrado nación alguna; cuando los sabios Valle y Mercado aplicaban los descubrimientos físicos al destierro de las pestes que afligían sus pueblos; y cuando el infatigable Laguna salía de ellos a países remotos, y con el Dioscórides en la mano estudiaba la naturaleza y la botánica en los venturosos campos de Egipto y Grecia, ya el célebre Alfonso de Herrera, a impulsos del buen cardenal

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Cisneros había comunicado á sus compatriotas cuanto supieron los geopónicos griegos y latinos, y los físicos de la media edad y de la suya, en el arte de cultivar la tierra.2 Después acá perecieron estos importantes estudios, sin que por eso se hubiesen adelantado los demás. Las ciencias dejaron de ser para nosotros un medio de buscar la verdad, y se convirtieron en un arbitrio para buscar la vida. Multiplicáronse los estudiantes, y con ellos la imperfección de los estudios, y a la manera de ciertos insectos, que nacen de la podredumbre y solo sirven para propagarla, los escolásticos, los pragmáticos, los casuistas y malos profesores de las facultades intelectuales envolvieron en su corrupción los principios, el aprecio y hasta la memoria de las ciencias útiles. Dígnese, pues, vuestra alteza de restaurarlas a su antigua estima; dígnese de promoverlas de nuevo y la agricultura correrá a su perfección. Las ciencias exactas perfeccionarán sus instrumentos, sus máquinas, su economía y sus cálculos, y le abrirán además la puerta para entrar al estudio de la naturaleza; las que tienen por objeto a esta gran madre, le descubrirán sus fuerzas y sus inmensos tesoros; y el español, ilustrado por unas y otras, acabará de conocer cuántos bienes desperdicia por no estudiar la prodigiosa fecundidad del suelo y clima en que le colocó la Providencia. La historia natural, presentándoles las producciones de todo el globo, le mostrará nuevas semillas, nuevos frutos, nuevas plantas y yerbas que cultivar y acomodar a él, y nuevos individuos del reino animal que domiciliar en su recinto. Con estos auxilios descubrirá nuevos modos de mezclar, abonar y preparar la tierra, y nuevos métodos de romperla y sazonarla. Los desmontes, los desagües, los riegos, la conservación y beneficio de los frutos, la construcción de trojes y bodegas, de molinos, lagares y prensas; en una palabra, la inmensa variedad de artes subalternas y auxiliares del gran arte de la agricultura, fiadas ahora a prácticas absurdas y viciosas, se perfeccionarán a la luz de estos conocimientos, que no por otra causa se llaman útiles que por el gran provecho que puede sacar el hombre de su aplicación al socorro de sus necesidades. A pesar de la notoriedad de esta influencia, muchos son todavía los que miran con desdén semejante instrucción, persuadidos a que siendo imposible hacerla descender hasta el rudo e iliterato pueblo, viene a reducirse a una instrucción de gabinete, y a servir solamente al entretenimiento y vanidad de los sabios. La Sociedad no deja de conocer que hay alguna justicia en este cargo, y que nada daña tanto a la propagación de las verdades útiles como el fausto científico con que las tratan y expenden los profesores de estas ciencias. Al considerar sus nomenclaturas, sus fórmulas y el restante aparato de su doctrina, pudiera sospecharse que habían conspirado de propósito a recomendarla a las naciones con lo que mas la desdora, esto es, presentándosela como una doctrina arcana y misteriosa e impenetrable a las comprensiones vulgares. Sin embargo, en medio de este abuso, no se puede negar la grande utilidad de las ciencias demostrativas. Es imposible que una nación las posea en cierto grado de extensión, sin que se derive alguna parte de su luz hasta el ínfimo pueblo; porque (permítasenos esta expresión) el fluido de la sabiduría cunde y se propaga de una clase en otra, y simplificándose y atenuándose mas y mas en su camino, se acomoda al fin a la comprensión de los más rudos y sencillos. De este modo el labrador y el artesano, sin penetrar la jerga misteriosa del 2

Aunque la agricultura de Herrera sea más bien una compilación que una obra original, debemos no obstante reconocer en ella tres circunstancias que la realzan y la recomiendan sobre cuantas produjo su edad. Primera: la inmensa lectura del autor, la cual no sólo se prueba por las frecuentes citas que hace de todos los geopónicos conocidos en su tiempo, a saber: de los griegos Hesiodo, Teofrasto, Aristóteles, Dioscórides y Galeno; de los latinos Catón, Varrón, Columela, Palladio, Plinio, Virgilio y Macrovio; de los árabes Averroes, Avicena y Abencenef; y de los modernos Crescencio, Bartolomé de Inglaterra, el Vicentino, etc., sino también por los largos pasajes que traduce o extracta de ellos, y que alguna vez impugna, y sobre todo por la seguridad con que los cita y supone haber leído, como prueba entre otros el siguiente lugar: “Yo bien pienso (dice al cap. 39, del lib. 4, hablando de las berenjenas) que los moros las trajeron de allende, pues que en cuanto yo me acuerdo, no he hallado palabra ni memoria de ellas en ninguno de los autores antiguos, así griegos como latinos, ni aun en los modernos, ni en los moros, y esto hace según yo pienso, no criarse en tierras frías ni septentrionales”. Segunda: que hizo largos viajes, y acaso de propósito, en que observó los usos rústicos de otras naciones que propone como ejemplos, deponiendo muchas veces de haberlos visto, y señaladamente en el Delfinado y otras provincias de Francia, en la Lombardía y campaña de Roma, en el Piamonte, y aun en Alemania. Tercera: que aunque sus conocimientos prácticos son más señaladamente circunscritos al territorio de Talavera, donde tuvo su principal residencia, vio y observó también las costumbres rústicas del resto de España, y aun las de los árabes granadinos, de cuyo floreciente cultivo habla siempre que la ocasión lo pide. Baste esto que hemos querido decir en honor del primero de nuestros geopónicos para recomendar el trabajo y el mérito de su excelente obra

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químico en el análisis de las margas, ni los raciocinios del naturalista en la atrevida investigación del tiempo y modo en que fueron formadas, conocen su uso y utilidad en los abonos y en el desengrase de los paños; esto es, conocen cuanto han enseñado de provechoso las ciencias respecto de las margas. Y por ventura ¿sería imposible remover este valladar, este muro de separación, que el orgullo literario levantó entre los hombres que estudian y los que trabajan? ¿No habrá algún medio de acercar más los sabios a los artistas, y las ciencias mismas a su primero y más digno objeto? ¿En qué puede consistir esta separación, esta lejanía en que se hallan unos de otros? ¿No se podría lograr tan provechosa reunión con solo colocar la instrucción más cerca del interés? He aquí, Señor, un designio bien digno de la paternal vigilancia de vuestra alteza. La Sociedad indicará dos medios de conseguirle, que le parecen muy sencillos. Medios de remover unos y otros. El primero es difundir los conocimientos útiles por la clase propietaria. No quiera Dios que la Sociedad aleje a ninguna de cuantas componen el Estado del derecho de aspirar a las ciencias; pero ¿por qué no deseará depositarias principalmente donde pueden ser de mas general provecho? Cuando los propietarios las posean, ¿no será mas de esperar que su mismo interés, y acaso su vanidad, los conduzca a hacer pruebas y ensayos en sus tierras, y aplicar a ellas los conocimientos debidos a su estudio, los nuevos descubrimientos y los nuevos métodos adoptados ya en otros países? Y cuando lo hubieren hecho con fruto, ¿no será también de esperar que su voz y su ejemplo convenza a sus colonos y los haga participantes de sus adelantamientos? Se supone al labrador esclavo de las preocupaciones que recibió tradicionalmente, y sin duda lo es, porque no puede ceder a otra enseñanza que a la que se le entra por los ojos. Pero ¿no es, por lo mismo, más dócil a esta especie de combinación, que anima y hace más fuerte el interés? Hasta esta docilidad se le niega por el orgullo de los sabios; pero reflexiónese por un instante la gran suma de conocimientos que ha reunido la agricultura en la porción mas estúpida de sus agentes, y se verá cuánto debe en todas partes el cultivo a la docilidad de los labradores. 1º, Instruyendo á los propietarios. Para instruir la clase propietaria, no propondrá la Sociedad a vuestra alteza la erección de seminarios difíciles de dotar y establecer, como de dudosa utilidad después de establecidos y dotados. Para mejorar la educación, no quisiera la Sociedad separar los hijos de sus padres, ni entibiar a un mismo tiempo la ternura de estos y el respeto de aquellos; no quisiera sacar los jóvenes de la sujeción y vigilancia doméstica para entregarlos al mercenario cuidado de un extraño. La educación física y moral pertenece a los padres y es de su cargo, y jamás será bien enseñada por los que no lo sean. La literaria, a la verdad, debe formar uno de los objetos del Gobierno; pero no fueran tan necesarios entre nosotros los seminarios, si se hubiese multiplicado en el reino los institutos de útil enseñanza. Deba la nación á vuestra alteza, débale la instrucción pública esta multiplicación, y los padres de familias, sin emancipar a sus hijos, podrán llenar los votos de la naturaleza y la religión en un artículo tan importante. Tampoco propondrá la Sociedad que se agregue esta especie de enseñanza al plan de nuestras universidades. Mientras sean lo que son y lo que han sido hasta aquí; mientras estén dominadas por el espíritu escolástico, jamás prevalecerán en ellas ciencias experimentales. Distintos objetos, distinto carácter, distintos métodos, distinto espíritu animan a una y otras, y las oponen y hacen incompatibles entre sí, y una triste y larga experiencia confirma esta verdad. Acaso la reunión de las facultades intelectuales con las demostrativas no sería imposible, y acaso esta dichosa alianza será algún día objeto de los desvelos de vuestra alteza, que tan sinceramente se aplica a mejorar la instrucción general; mas para llegar á este punto, tan digno de nuestros deseos, será preciso empezar trastornando del todo la forma y actual sistema de nuestras escuelas generales, y la Sociedad no trata ahora de destruir sino de edificar. Sólo propondrá a vuestra alteza que multiplique los institutos de útil enseñanza en todas las ciudades y villas de alguna consideración, esto es, en aquellas en que sea numerosa y acomodada la clase propietaria. Siendo este un objeto de utilidad pública y general, no debe haber reparo en dotarlos sobre los fondos conceRevista de Geografía Agrícola núm. 41 / 129

jiles, así de la capital como del partido de cada ciudad o villa, y esta dotación será tanto mas fácil de arreglar, cuanto el salario de los maestros podrá salir, y convendrá que salga, como en otros países, de las contribuciones de los discípulos, y el Gobierno sólo tendrá que encargarse de edificios, instrumentos, máquinas, bibliotecas y otros auxilios semejantes. Fuera de que, la dotación de otros institutos, cuya inutilidad es ya conocida y notoria, podría servir también a este objeto. Tantas cátedras de latinidad y de añeja y absurda filosofía como hay establecidas por todas partes, contra el espíritu y aun contra el tenor de nuestras sabias leyes; tantas cátedras, que no son mas que un cebo para llamar á las carreras literarias la juventud, destinada por la naturaleza y buena política á las artes útiles, y para amontonarla y sepultarla en las clases estériles, robándola a las productivas; tantas cátedras, en fin, que solo sirven para hacer que superabunden los capellanes, los frailes, los médicos, los letrados, los escribanos y sacristanes, mientras escasean los arrieros, los marineros, los artesanos y labradores, ¿no estarían mejor suprimidas, aplicada su dotación á esta enseñanza provechosa? Ni tema vuestra alteza que la multiplicación de estos institutos haga superabundar sus profesores, por mas que estén, como deben estar, abiertos a todo el mundo; porque los escolares no se multiplican precisamente en razón de la facilidad de los estudios, sino en razón de la utilidad que ofrecen. La teología moral, los derechos, la medicina prometen en todas partes fácil colocación á sus profesores y he aquí por qué los atraen en número tan indefinido. Las ciencias útiles, mal pecado, no presentarán tales atractivos ni tantos premios. Demás que tal es su excelencia, que la superabundancia de matemáticos y físicos fuera en cierto modo provechosa, cuando la de otros facultativos, como ya notó el político Saavedra, solo puede servir de aumentar las polillas del Estado y de envilecer las mismas profesiones. Para que los institutos propuestos sean verdaderamente útiles, convendrá formar unos buenos elementos, así de ciencias matemáticas como de ciencias físicas, y singularmente de estas últimas; unos elementos que al mismo tiempo que reúnan cuantas verdades y conocimientos puedan ser provechosos y aplicables a los usos de la vida civil y doméstica, descarten tantos objetos de vana y peligrosa investigación como el orgullo y liviandad literaria han sometido a la jurisdicción de estas ciencias. Si vuestra alteza se dignase de convidar con un gran premio de utilidad y honor al que escribiese obra tan importante, logrará sin duda algunos concurrentes a esta empresa; porque no puede faltar en España quien apetezca un cebo tan ilustre, ni quien aspire a la gloria de ser institutor de la juventud española. 2º, Instruyendo á los labradores. El segundo medio de acercar las ciencias al interés consiste en la instrucción de los labradores. Sería cosa ridícula quererlos sujetar a su estudio; pero no lo será proporcionarlos a la percepción de sus resultados, y he aquí nuestro deseo. La empresa es grande por su objeto, pero sencilla y fácil por sus medios. No se trata sino de disminuir la ignorancia de los labradores, ó por mejor decir, de multiplicar y perfeccionar los órganos de su comprensión. La Sociedad no desea para ellos sino el conocimiento de las primeras letras, esto es, que sepan leer, escribir y contar. ¡Qué espacio tan inmenso no abre este sublime, pero sencillo conocimiento, á las percepciones del hombre! Una instrucción, pues, tan necesaria a todo individuo para perfeccionar las facultades de su razón y de su alma, tan provechosa a todo padre de familia para conducir los negocios de la vida civil y doméstica, y tan importante a todo gobierno para mejorar el espíritu y el corazón de sus individuos, es la que desea la Sociedad, y la que bastará para habilitar al labrador, así como a las demás clases laboriosas, no solo para percibir más fácilmente las sublimes verdades de la religión y la moral, sino también las sencillas y palpables de la física, que conducen a la perfección de sus artes. Bastará que los resultados, los descubrimientos de las ciencias mas complicadas, se desnuden del aparato y jerga científica y se reduzcan a clarísimas proporciones, para que el hombre más rudo las comprenda cuando los medios de su percepción se hayan perfeccionado. Dígnese, pues, vuestra alteza de multiplicar en todas partes la enseñanza de las primeras letras; no haya lugar, aldea ni feligresía que no la tenga; no haya individuo, por pobre y desvalido que sea, que no pueda recibir fácil y gratuitamente esta instrucción. Cuando la nación no debiese este auxilio a todos sus miembros, como el acto más señalado de su protección y desvelo, se le debería a sí misma, como el medio más posible 130 / Revista de Geografía Agrícola núm. 41

de aumentar su poder y su gloria. Por ventura ¿no es el más vergonzoso testimonio de nuestro descuido ver abandonado y olvidado un ramo de instrucción tan general, tan necesaria, tan provechosa, al mismo tiempo que promovemos con tanto ardor los institutos de enseñanza parcial, inútil ó dañosa? Por fortuna la de las primeras letras es la más fácil de todas y puede comunicarse con la misma facilidad que adquirirse. No requiere ni grandes sabios para maestros, ni grandes fondos para su honorario; pide solo hombres buenos, pacientes y virtuosos, que sepan respetar la inocencia y que se complazcan de instruirla. Sin embargo, la Sociedad mira como tan importante esta funcion, que quisiera verla unida a las del ministerio eclesiástico. Lejos de ser ajena de él, le parece muy conforme á la mansedumbre y caridad que forman el carácter de nuestro clero, y a la obligación de instruir los pueblos, que es tan inseparable de su estado. Cuando se halle reparo en agregar esta pensión a los párrocos, un eclesiástico en cada pueblo y en cada feligresía, por pequeña que sea, dotado sobre aquella parte de diezmos que pertenecen a los prelados, mesas capitulares, préstamos y beneficios simples, podría desempeñar la enseñanza a la vista y bajo la dirección de los párrocos y jueces locales. ¿Qué objeto mas recomendable se puede presentar al celo de los reverendos obispos, ni al de los magistrados civiles? Y ¿qué perfección no pudiera recibir este establecimiento, una vez mejorados los métodos y los libros de la primera enseñanza? ¿No pudiera reunirse a ella la del dogma y de los principios de moral religiosa y política? ¡Ah! ¡De cuántos riesgos, de cuántos extravíos no se salvarían los ciudadanos si se desterrase de sus ánimos la crasa ignorancia que generalmente reina en tan sublimes materias! ¡Pluguiera a Dios que no hubiese tantos ni tan horrendos ejemplos del abuso que puede hacer la impiedad de la simplicidad de los pueblos, cuando no las conocen! Instruida la clase propietaria en los principios de las ciencias útiles, y perfeccionados en las demás los medios de aprovecharse de sus conocimientos, es visto cuánto provecho se podrá derivar a la agricultura y artes útiles. Bastará que los sabios, abandonando las vanas investigaciones, que sólo pueden producir una sabiduría presuntuosa y estéril, se conviertan del todo a descubrir verdades útiles, y a simplificarlas y acomodarlas a la comprensión de los hombres iliteratos, y a desterrar en todas partes aquellas absurdas opiniones que tanto retardan la perfección de las artes necesarias, y señaladamente la del cultivo. 3º, Formando cartillas rústicas. Y contrayéndonos á este objeto, cree la Sociedad que el medio mas sencillo de comunicar y propagar los resultados de las ciencias útiles entre los labradores sería el de formar unas cartillas técnicas que en estilo llano y acomodado a la comprensión de un labriego, explicasen los mejores métodos de preparar las tierras y las semillas, y de sembrar, coger, escardar, trillar y aventar los granos y de guardar y conservar los frutos y reducirlos a caldos o harinas; que describiesen sencillamente los instrumentos y máquinas del cultivo y su más fácil y provechoso uso; y finalmente, que descubriesen y como que señalasen con el dedo todas las economías, todos los recursos, todas las mejoras y adelantamientos que puede recibir esta profesión. No desea la Sociedad que estas cartillas se enseñen en las escuelas, cuyo único objeto debe ser el conocimiento de las primeras letras y de las primeras verdades. Tampoco quiere obligar los labradores a que las lean, y menos a que las sigan, porque nada forzado es provechoso. Solo quisiera que hubiese quien se encargase de convencerlos del bien que pueden sacar de estudiarlas y seguirlas; y esto lo espera la Sociedad primeramente del interés de los propietarios. Cuando este interés se haya ilustrado, será muy fácil que conozca las ventajas que tiene en comunicar su ilustración. Y ¿por qué no esperará lo mismo del celo de nuestros párrocos? ¡Ojala que, multiplicada la enseñanza de las ciencias útiles, pudiesen derivarse sus principios a esta preciosa e importante clase del Estado! ¡Ojala que se difundiesen en ella, para que los párrocos fuesen también en esta parte los padres e institutores de sus pueblos! ¡Dichosos entonces los pueblos! ¡Dichosos cuando sus pastores, después de haberlos mostrado el camino de la eterna felicidad, abran a sus ojos los manantiales de la abundancia, y les hagan conocer que ella sola, cuando es fruto del honesto y virtuoso trabajo, puede dar la única bienandanza que es concedida a la tierra! ¡Dichosos también los párrocos si, destinados a vivir en la soledad de los campos, hallaren en el cultivo de Revista de Geografía Agrícola núm. 41 / 131

las ciencias útiles aquel atractivo que hace tan dulce la vida en medio del grande espectáculo de la naturaleza, y que levantando el corazón del hombre hasta su Criador, le abre a la virtud en que más se complace, y que es la primera de su santo ministerio! Pero sobre todo, Señor, espere vuestra alteza mucho en este punto del celo de las sociedades patrióticas. Aunque imperfectas todavía, aunque faltas de protección y auxilio, ¡qué de bienes no hubieran hecho ya a la agricultura, si los labradores fuesen capaces de recibirlos y aprovecharlos! Desde su creación trabajaron incesantemente, y aplican todo su celo y todas sus luces a la mejora de las artes útiles, y singularmente de la agricultura, primer objeto de sus institutos y de sus tareas. Aunque perseguidas en todas partes por la pereza y la ignorancia; aunque silbadas y menospreciadas por la preocupación y la envidia, ¿qué de experimentos útiles no han hecho? ¿Qué de verdades importantes no han examinado y comunicado a los pueblos? Sus extractos, sus memorias, sus disertaciones premiadas y publicadas, bastan para probar que en el corto período que sucedió desde su erección hasta el día, se ha escrito más y mejor que en los dos siglos que le precedieron, sobre los objetos que pueden conducir una nación á su prosperidad. Y si tanto hecho sin el auxilio de las ciencias útiles, sin protección y sin recursos, y aun sin opinión ni apoyo, ¿qué no harán cuando difundidos por todas partes los principios de las ciencias exactas y naturales, y habilitado el pueblo para recibir su doctrina, se dediquen a acercar la instrucción al interés, que debe ser el grande objeto del Gobierno? Ellas solas, Señor, podrán difundir por todo el reino las luces de la ciencia económica y desterrar las funestas opiniones que la ignorancia de sus principios engendra y patrocina, y ellas solas serán capaces, con el tiempo, de formar las cartillas que llevamos indicadas. Los trabajos de los sabios solitarios y aislados no pueden tener tanta influencia en la ilustración de los pueblos, o porque hechos en el retiro de un gabinete cuentan rara vez con los inconvenientes locales y con las luces de la observación y la experiencia, o porque aspiran demasiado a generalizar sus consecuencias, y producen una luz dudosa, que guía tal vez al error mas bien que al acierto. Las sociedades no darán en tales inconvenientes. Situadas en todas las provincias, compuestas de propietarios, de magistrados, de literatos, de labradores y artistas; esparcidos sus miembros en diferentes distritos y territorios, reuniendo como en un centro todas las luces que puedan dar el estudio y la experiencia, e ilustradas por medio de repetidos experimentos y de continuas conferencias y discusiones, ¿cuánto no podrán concurrir a la propagación de los conocimientos útiles por todas las clases? He aquí, Señor, dos medios fáciles y sencillos de mejorar la instrucción pública, de difundir por todo el reino los conocimientos útiles, de desterrar los estorbos de opinión que retardan el progreso del cultivo, y de esclarecer a todos sus agentes para que puedan perfeccionarle… [...]

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