Revista de Geografía Agrícola no. 44

June 3, 2017 | Autor: Artemio Cruz-León | Categoria: Geografía, Educación agrícola
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La cartografía de tierras: un contraste epistemológico Recibido: 3 de febrero de 2010 Aceptado: 5 de mayo de 2010

David Pájaro Huertas1

Resumen Los mapas de tierras, como los mapas prehispánicos mesoamericanos, no usan proyecciones euclidianas, están basados en una proyección humanística o social. La realidad espacial en estos mapas es definida y estructurada por las relaciones sociales. Un mapa de tierras representa a una comunidad que muestra su territorio e historia, y no sólo a un área, como en los mapas técnicos convencionales. Un mapa de tierras puede definirse como la proyección en forma de símbolos gráficos, de las relaciones espaciales abstraídas a partir del conocimiento disponible en mapas cognitivos de los ambientes que el campesino conoce, antes que ser el resultado de técnicas sofisticadas, como las usadas en los levantamientos de suelos o de percepción remota. Mientras que un mapa convencional deberá tener escala (para comunicar distancias), proyección (para comunicar direcciones) y un grupo de signos abstractos (para comunicar el significado semántico de las características del paisaje). Tales son los supuestos básicos que se han heredado del mundo clásico, lo cual se resume en el uso de la geometría y proyección euclidiana como las únicas formas para estructurar formalmente al espacio; así como mediciones angulares y geométricas como las unidades exclusivas para representar cartográficamente a un área. Por tanto, se tienen dos visiones de la realidad, derivados de dos esquemas de pensamiento, diferentes y plasmados en sendos tipos de mapas: la del campesino y la del académico. Ambas categorías se yuxtaponen, son inconmensurables y es obligado que coexistan. Los campesinos hablan de tierras y croquis, los académicos de suelos y mapas; evidentemente dos enfoques epistemológicos contrastantes. Palabras clave: mapa de tierras, visión científica del mundo, mapas cognitivos de los ambientes, clasificación campesina de suelos, representación de espacios.

Cartography of lands: an epistemological contrast Abstract Land maps , such as the Mesoamerican prehispanic maps, do not use Euclidian projections. They are based on a humanistic or social projections. The spatial reality of these maps is defined and structured by social relations. A map of lands represents a community showing their territory and history; not just an area, like conventional technical maps. A map of lands can be defined as the projection of the environments that the farmer knows, in the form of graphic symbols. These projections reflect spatial relations that are abstracted, based on the knowledge available in cognitive maps, rather than being the result of sophisticated techniques such as those used for soil surveys or remote perception. 1 Profesor Investigador del Colegio de Postgraduados Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 9

David Pájaro Huertas

In contrast, a conventional map has to be to scale (to communicate distances), with projections (to communicate directions) and a group of abstract signs (to communicate the semantic meaning of landscape characteristics). Such are the basic assumptions that have been inherited from the classical world. This essentially implies the use of geometry and Euclidian projection as the only way to give formal structure to space, just as angular and geometric measurements are the only units in a cartographic representation of an area. Thus, there are two visions of reality, derived from two paths of thought, each different and manifested in types of maps; that of the farmer and that of the academic. The two categories are juxtaposed, they are incommensurate and it is required that they coexist. Campesinos talk of lands and sketches, the academics talk of soils and maps; evidently two contrasting epistemological approaches. Key words: land maps, scientific approach of the world, environmental cognitive maps, peasant soil classification, spatial representation.

El pensamiento occidental Suele postularse que el desarrollo de los rasgos distintivos del pensamiento occidental se remonta a las radicales innovaciones de los filósofos presocráticos del siglo vi a. c. Para la época en que murió Aristóteles, en el año 322 a. c., la mayor parte de las categorías en el campo de la filosofía, las ciencias naturales, el lenguaje y la literatura ya habían sido delineadas. Con Aristóteles, los métodos y las distinciones claves en el mundo del conocimiento quedaron totalmente establecidas, y en su mayor parte de modo permanente. De él heredamos la lógica, que usa a las proposiciones y que se expresan mediante oraciones o enunciados declarativos (Popper, 1972). Aquellos principios básicos a partir de los cuales se inicia la tradición científica occidenRevista de Geografía Agrícola núm. 44 / 10

tal y con los cuales la mayoría de los científicos han convivido y han estado de acuerdo durante mucho tiempo, aceptándolos como únicos e inamovibles, son: 1. En cualquier parte del mundo, todas las personas procesan la información de la misma manera, desde los cazadores —recolectores hasta los altos ejecutivos—; 2. Las diferencias culturales surgen por la exposición a diferentes experiencias del mundo y no por procesos cognitivos diferentes; 3. Las reglas formales de la lógica se aplican al razonamiento de “orden superior”, por ejemplo, algunas cosas no pueden ser igualmente verdaderas y falsas al mismo tiempo, y 4. El razonamiento no está unido en forma inextricable a la cosa sobre la que se razona; ya que se puede pensar acerca de varias cosas utilizando el mismo proceso y, a la inversa, uno puede pensar sobre una cosa en particular de diferentes maneras (Nisbett, 2004). Pero ¿qué pasa cuando existen otros modos de pensamiento? Cuando la herencia cultural es no occidental, por ejemplo al estilo del pensamiento mesoamericano, que en gran medida es equiparable al pensamiento oriental (chino), entonces se debe enfrentar otra manera de ver las cosas y al mundo. Quizá el testimonio más elocuente del fin de la soberanía occidental haya sido el de Ricoeur (1965) cuando escribió: “[…]el descubrimiento de la pluralidad de culturas nunca es una experiencia inocua, […]cuando descubrimos que hay varias culturas en vez de una sola y, en consecuencia, en el momento que reconocemos el fin de una especie de monopolio cultural, sea éste ilusorio o real, estamos amenazados con la destrucción de nuestro propio descubrimiento. De súbito resulta posible que haya otros, que nosotros mismos seamos un otro entre otros, por lo que nadie puede decir lo que será de nuestra civilización (occidental) cuando haya conocido realmente diferentes civilizaciones

La cartografía de tierras: una herencia mesoamericana

por medios distintos a la conmoción de la Conquista y la dominación. Pero hemos de admitir que este encuentro aún no ha tenido lugar en el auténtico diálogo. Ésta es la razón de que nos encontremos en una especie de intervalo o interregno en el que ya no podemos practicar el dogmatismo de una sola verdad y el que no somos todavía capaces de conquistar el escepticismo en el que nos hemos metido[…]” .

Fregoso (1988) deja claro que son tres las herencias directas de la civilización occidental cuando de la vida universitaria se trata: escuela, tradición y método; y que marcan al individuo que está expuesto a esa herencia: La adquisición de hábitos que le dan especial control sobre sus emociones, su cuerpo y su actitud hacia el contorno. Lo que solemos llamar “profesionalidad” que, extralimitado, cae en lo que calificamos de deformación profesional. Este hábito y control que diferencian tan profundamente a un médico, un filósofo, un ingeniero de un ser común.

El pensamiento no-occidental El proceso de aprendizaje humano o cognición, no es el mismo en todas las culturas; no es universal. A partir de esta declaración, Nisbeth (2004, p. xvii) analiza la manera en que las diferentes culturas organizan su conocimiento del mundo, ya que también influye en la forma en que cada una de ellas realiza inferencias. Los orientales se dejan llevar por la plausibilidad. En tanto que los occidentales aplican rutinariamente reglas de lógica a los eventos cotidianos y son capaces de descartar la plausibilidad de la conclusión de argumentos lógicamente válidos. En el ámbito de las contradicciones, Peng y Nisbett (1999) siguiendo las propuestas de varios filósofos tanto del Este como del Oeste, argumentan que existe una tradición en la filosofía oriental que es opuesta a la tradición de la

lógica formal, a la que denominan “El enfoque dialéctico”, y que en términos sencillos llaman “dialectismo”; un tanto parecido a la dialéctica de Hegel y Marx, ya que a veces incluye la creación de una síntesis a partir de la tesis y antitesis. Tres principios ponen en evidencia el porqué parece que los orientales toleran la contradicción con menos dificultad que los occidentales: 1. El principio de cambio: el pensamiento oriental gira en torno del estado constante de cambio. La realidad cambia permanentemente, haciendo que los conceptos que reflejan la realidad sean subjetivos y fluidos. 2. El principio de contradicción: porque el mundo esta cambiando, las oposiciones, las anomalías y las paradojas surgen continuamente. Así, lo viejo y lo nuevo, lo bueno y lo malo, existen en el mismo objeto o evento, y dependen uno del otro para su existencia. 3. El principio de relación u holismo: debido al cambio y a la oposición constantes, todo se conecta a todo lo demás; nada existe en aislamiento. Estos tres principios son fundamentales para encontrar “el camino medio” entre dos extremos, que es un precepto importante del pensamiento oriental. Por otra parte, los occidentales confían en la ley de identidad que declara: “una cosa es lo que es y no puede ser otra cosa”, y la ley de no contradicción que declara: “una proposición no puede ser verdadera y falsa al mismo tiempo”. Estas dos maneras fundamentalmente diferentes de tratar con la contradicción producen patrones de razonamiento diversos, que a su vez tienen impacto en varias facetas de las interacciones humanas. El cuadro 1 es una síntesis de los valores, que dentro de cada estilo de pensamiento se observan, en el cuadro 2, se presentan las tendencias que cada estilo tiene. A partir de la información de ambos cuadros podemos decir Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 11

David Pájaro Huertas

Cuadro 1. Los valores en los modos de pensamiento occidental y oriental (a partir de Nisbettt, 2004). Aspecto

Occidental

Oriental

Importancia personal

Espera ser importante

La familia y el honor antes que nada

Interés en el control.

Significativo, determinante.

Modesto.

Énfasis.

El éxito y la meta propuesta.

El mejor resultado para el grupo.

Autoestima.

Lucha por el bienestar y la seguridad Se siente bien con los logros del grupo. material personal.

Relación interpersonal.

De igualdad o de posición superior.

Claramente definidas; jerárquicas.

Reglas.

Las mismas reglas aplican a todos.

Dependen del contexto.

Cuadro 2. Las tendencias en los estilos de pensamiento occidental y oriental (a partir de Nisbett y Masuda, 2003 y Nisbett, 2004). Aspecto

Occidente

Oriente

Atención hacia…

Los objetos.

El entorno (contexto).

Composición del mundo.

De objetos.

De sustancias.

Control del entorno.

Mayor.

Menor.

Estabilidad.

Más estable.

Más cambio.

Organización del mundo.

De categorías.

De interrelaciones.

Razonamiento.

Usa la lógica formal.

Poco o nulo uso de la lógica formal.

Solución de conflictos.

De manera dialéctica (enfrentando).

Con “el camino intermedio” (negociando).

que el pensamiento oriental pregona la armonía humano-naturaleza, humano-humano y la vía o el camino para coexistir con la naturaleza y el prójimo (Nisbett et al., 2001). Complementariamente a estas características, el pensamiento mesoamericano considera a la familia y a la tierra agrícola como entidades ligadas estrechamente a su vida cotidiana (Pájaro, 2006). Scribner y Cole (1973 y 1981) formulan la tesis de que la escuela (como institución netamente occidental) representa un grupo especializado de experiencias educacionales que rompen con la continuidad de aquellas generadas en la vida real, lo cual requiere y promueve vías de aprendizaje y pensamiento que generalmente van en contra de las experiencias gestadas en la vida diaria. El análisis establece que todas las culturas no-occidentales, que dichos autores estuRevista de Geografía Agrícola núm. 44 / 12

diaron, confirman los hallazgos antropológicos acerca de la universalidad de las capacidades cognitivas básicas para recordar, generalizar, formar conceptos, operar con abstracciones y razonar lógicamente, sin que necesariamente se tenga que asistir a la escuela, dejando claro que no existe diferencia en las capacidades cognitivas, cuando el individuo no ha sido expuesto a la educación formal; por lo que la escuela lo lleva hacia otro esquema de pensamiento. Un breve resumen de las diferencias intelectuales promovidas por la escuela y el aprendizaje práctico de la vida cotidiana se presentan en el cuadro 3. Si consideramos que como intelectuales, somos herederos de la civilización occidental y que los campesinos son herederos de la civilización mesoamericana, cuyo modo de pensamiento en esencia es parecido al pensamiento

La cartografía de tierras: una herencia mesoamericana

Cuadro 3. Algunas diferencias entre el aprendizaje formal e informal (a partir de Scribner y Cole, 1973). INFORMAL

FORMAL

Tendencia a resolver un problema a la vez.

Los problemas se clasifican y se resuelven por una regla general.

Se aprende observando (haciendo) dentro de

Se aprende hablando (formulando reglas o principios)

un contexto.

fuera de un contexto.

Existe un sistema de valores orientado hacia

El sistema de valores pone énfasis en criterios universales

las personas.

de desempeño.

Reafirma su cultura.

Oprime y denigra a la cultura indígena.

Se basa en la tradición oral.

Se basa en la historia universal.

El universo posee propiedades definidas por los

El universo posee propiedades definidas por otros suje-

cinco sentidos.

tos, denominados geografía, gramática, matemáticas, etc.

Se usan herramientas manuales para aprender

Se usan herramientas intelectuales.

en la práctica.

Cuadro 4. Diferencias conceptuales de la clasificación de suelos desde dos perspectivas (adaptado a partir de Sikana, 1993; Neimeijer y Mazzucato ,2003; Krasilnikov y Tabor, 2003 y Pájaro, 2010). Campesina

Científica

Habla de tierras.

Habla de suelos

Es utilitaria.

Está diseñada para emplearse como un lenguaje para correlacionar con otras clasificaciones.

Toma en cuenta propiedades visibles (color, textura,

Toma en cuenta la génesis de los suelos, usa criterios

pedregosidad) de la capa superficial.

establecidos con observaciones de campo y determinaciones de laboratorio para una secuencia de horizontes.

Tiene pocos propósitos y se emplea en áreas limitadas, no

Tiene múltiples propósitos y con pretensiones de uso

mayores al territorio asignado a cada comunidad. Son lo-

mundial.

calmente válidas. Posee un lenguaje propio, que determina su visión del

Se basa en una epistemología positivista, diferente a la

mundo y constituye su cultura, su esquema de concep-

del campesino (B).

tos, su marco lingüístico, su realidad. Tiene su propia epistemología(A).

oriental, entonces los patrones de razonamiento de los intelectuales y los campesinos serán diferentes y por tanto, los campesinos tendrán otra manera de concebir la clasificación de suelos y de representar al espacio (cuadro 4). Woodward y Lewis (1998) mencionan que las categorías de representación espacial del

pensamiento y expresión no occidental pueden integrarse en tres grupos: 1) La cartografía cognitiva o mental, que distingue los conceptos internos o construcciones mentales del espacio; 2) La cartografía interpretativa o ritual, que distingue aquellos conceptos del espacio a través de manifestaciones corporales o del lenguaje; Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 13

David Pájaro Huertas

Cuadro 5. Categorías de representación espacial del pensamiento y expresión no-occidental (a partir de Woodward y Lewis, 1998).

INTERNO

EXTERNO

(Experiencia interna)

(Procesos y objetos que realizan y externalizan la experiencia interna)

Cartografía cognitiva

Cartografía interpretativa

Cartografía material

(pensamiento, imágenes)

(interpretaciones, procesos)

(registro, objetos)

Imágenes organizadas como

No material y efímera

In situ

Ademanes

Arte sobre roca

Rituales

Presentada en mapas

Cantos

Objetos comparables al arte

Poemas

Pinturas

Danza

Dibujos

Relatos

Bosquejos

Material y efímera

Modelos

Modelos

Textiles

Bosquejos

Cerámica

constructos del espacio

Grabados de mapas interpretativos

y 3) La cartografía material o de artefactos, que distingue el concepto de espacio por medio de materiales permanentes o efímeros (cuadro 5). De acuerdo con lo anterior podemos afirmar lo siguiente: 1) La tradición cartográfica basada en preceptos euclidianos es una herencia de la civilización occidental; declaración que permite entender que la cartografía, como parte de la ciencia occidental, es responsable de que los cartógrafos elaboraren mapas (sencillos o sofisticados), y 2) Los mapas de tierras son herencia de la civilización mesoamericana. Proposición que permite establecer que aunque los mesoamericanos no tenían un procedimiento equivalente al término cartografía, también elaboraron dibujos o representaciones que son y pueden denominarse mapas. En la actualidad, los campesinos, como herederos del conocimiento cartográfico Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 14

mesoamericano también realizan mapas que conservan algunos rasgos característicos de los mapas prehispánicos: como la orientación cardinal no convencional, la denominación de parajes, el formato circular y la percepción subjetiva del paisaje; pero lo más relevante es que son auténticas historias cartográficas; lo cual los diferencia de los mapas técnicos y les proporciona características específicas (Pájaro, 2010).

Dos visiones contrastantes del recurso suelo Los argumentos de Gutiérrez (1997) son suficientes para entender el porqué se tienen dos visiones de una misma realidad: la de los intelectuales, aprendida por medio de la escuela, la tradición y el método (Fregoso, 1988) y la del hombre común a través de la vida cotidiana (figura 1).

La cartografía de tierras: una herencia mesoamericana

Gutiérrez (1997) dice que cada integrante de la comunidad humana tiene sus propias ideas y su propia visión de las cosas, que pueden no coincidir. La diversidad de opiniones puede ser el resultado tanto, de su inteligencia y la medida

en que la hayan podido ejercitar, como de multitud de influencias a que han estado sometidas durante su vida. En el caso de los intelectuales, la asistencia a la escuela formal y en el de los campesinos a través de su experiencia diaria.

Obreros, campesinos, amas de casa, cienficos

Visión común del mundo

Visión cienfica del mundo

Conceptos básico A

Conceptos básicos B

Lenguaje A

Lenguaje B

Cultura A

Cultura B

Los campesinos

Los cienficos

Figura 1. Dos visiones de la realidad (a partir de Gutiérrez, 1997).

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David Pájaro Huertas

El contraste más profundo e interesante entre la visión ingenua y la visión científica del mundo no consiste primordialmente en una diferencia de opiniones, sino en algo bastante distinto y más fundamental: una diferencia de conceptos básicos, es decir, de lenguaje. Antes de tener ciencia, los hombres han vivido separados en mundos diferentes de acuerdo con sus lenguajes, y como única posibilidad de comunicación entre los hombres, antes y ahora, estriba en su capacidad para dominar esos lenguajes diversos. A la posibilidad o capacidad de dominar varios lenguajes puede denominarse con una palabra del lenguaje filosófico: polisemia; que para traducirlo al lenguaje del hombre común, sólo significa pluralidad de lenguajes. El académico (cartógrafo) y el hombre común (campesino) no hablan ni remotamente el mismo lenguaje. La diferencia de lenguajes hace a estos dos tipos de hombre, el campesino y el cartógrafo, habitar mundos completamente diferentes, poblados también por seres completamente diferentes: ¡los campesinos hablan de tierras y croquis, los cartógrafos de suelos y mapas! Sin embargo, el contraste entre la visión del campesino y la visión del cartógrafo no es fundamentalmente un contraste de opiniones, sino una diferencia conceptual, una diferencia en el conjunto de categorías que ambos usan para interpretar la realidad y transmitirla. Adoptan un juego o paquete de conceptos, aprenden un lenguaje, ciertas consecuencias de descripción del recurso suelo se siguen necesariamente; otras son posibles, y otras no pueden ni siquiera formularse. Una vez que se ha aprendido un cierto juego de categorías, puede ya ser muy tarde para negarse a captar un determinado conjunto de premisas sobre cómo es el mundo, incluido el suelo, por supuesto. Cuando el niño crece va adoptando cierto conjunto de conceptos estructuralmente sistematizados: el juego de categorías de sus padres, maestros o tutores en el nivel escolar básico, profesional y posproRevista de Geografía Agrícola núm. 44 / 16

fesional, y en general de la cultura en que vive. Entonces: el cartógrafo trabaja con un juego de categorías o lenguaje que posibilita una determinada visión geográfica del mundo, quien sólo observa un área del paisaje, distinta de la del campesino; pero el campesino también trabaja con un determinado juego de categorías, quien observa además de un área del paisaje, un conjunto de relaciones con los objetos que sobre él existen; quizá más o menos abstractas que las del cartógrafo, pero igualmente idiosincrásicas. Por lo que el campesino y el cartógrafo poseen un lenguaje propio, que determina su visión del mundo y constituye su cultura. En consecuencia, cada uno de estos grupos humanos tendrá su cultura, su esquema de conceptos, su marco lingüístico, su realidad. Si el especialista en suelos está interesado en aprender acerca del conocimiento campesino de este recurso, tendrá necesariamente que entrar al mundo de los campesinos, aprender su lenguaje y entender sus categorías y conceptos ¡Indagar qué trae en mente!

La cartografía de tierras en contraste con la cartografía convencional La descripción etnográfica de las tierras en diferentes partes de México realizada en los últimos veinte años, con el auxilio de otras áreas del conocimiento, como el arte, la antropología, la arqueología, la psicología cognitiva, la topología y la cartografía crítica, permite evidenciar que existe conocimiento suficiente que apoya las conjeturas en torno a la cartografía de tierras que lleva a contrastar la siguiente hipótesis: “El mapa de tierras es herencia cartográfica mesoamericana, que transmite el conocimiento ambiental de los campesinos y toma forma a través de un mapa cognitivo” ¡Una herramienta epistemológica que permite conocer qué hay en la mente del campesino! Ciertamente una paradoja. Como ya se mencionó, los mapas de tierras

La cartografía de tierras: una herencia mesoamericana

conservan algunos rasgos característicos de los mapas prehispánicos: como la orientación cardinal no convencional, la denominación de parajes, el formato circular y la percepción subjetiva del paisaje; pero lo relevante es que son auténticas historias cartográficas; que los diferencia de los mapas técnicos y les proporciona características específicas, lo cual es evidencia suficiente para mostrar que se elaboran a partir de dos modos de pensamiento, dos epistemologías (cuadro 6). Desde el ámbito cognitivo y de acuerdo con Robinson y Petchenik (1976), el campesino sería un individuo que reflexiona en torno a los mapas; un mapper (por sus siglas en ingles): “aquel individuo que desarrolla una imagen que no es tangible, que no tiene existencia material y por tanto, no puede ser tocada y observada por otra persona. Contrario a aquel in-

dividuo que elabora mapas (map maker or cartographer) cuyo producto es corpóreo. Además, el cartógrafo deberá ser entre otras cosas, un poco matemático, experto en diseño gráfico, estudioso de la semiología gráfica y en parte geógrafo”. Orlove (1993) dice que en muchos países de Latinoamérica el gobierno tiene identificados dos grupos de mapas: los oficiales, a los que considera verdaderos mapas y aquellos elaborados por los campesinos, a los que denominan croquis; inclusive refiere que la manera en que se nombran refleja cierta connotación de inferioridad o que pueden perfeccionarse. En este sentido, procederemos como lo plantea dicho autor: yuxtaponer, antes que comparar a ambos grupos de mapas, dejando implícito el hecho de que debemos aprender cómo concebir diferencia sin oposición, enfatizando su inconmen-

Cuadro 6. Dos visiones de un mismo paisaje (a partir de Orlove, 1991 y 1993). CAMPESINO

GOBIERNO

El paisaje es considerado rural y con capacidad

El paisaje es considerado como urbanizado y ligado a

para subsistir sin auxilio externo.

otras regiones

Se representa sin escala.

Se representa con escala

No hay secuencia temporal en la elaboración de

La elaboración de mapas hace énfasis en una secuencia

mapas.

temporal (constituyen una narrativa).

Los mapas son elaborados por diferentes

Los mapas son elaborados por una oficina guberna-

personas

mental.

Los campesinos son los observadores directos y

Las instancias gubernamentales son los observadores,

actuales de los mapas.

por obligación, de los mapas.

La perspectiva del área es como en una fotogra-

La perspectiva del área es como en una fotografía aérea

fía horizontal (“con los pies en la tierra”).

(“desde el aire”).

Los mapas se examinan en el contexto cultural y político de las comunidades. Los mapas son descontextualizados del ambiente cultural y político de las comunidades. Se elaboran con información obtenida directa-

Se elaboran de manera indirecta. La información se ob-

mente con gente local: “cara a cara”.

tiene a partir de diferentes fuentes de información.

Se realizan a mano.

Se realizan con técnicas de diseño gráfico.

Se denominan croquis.

Se denominan mapas.

Son el resultado de la epistemología A. Son el resultado de la epistemología positivista B. Se tienen grupos de mapas inconmensurables

Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 17

David Pájaro Huertas

surabilidad (cuadro 7). Tal como escribe Watson (1989) los mapas autóctonos y los mapas occidentales son diferentes porque están basados en diversas teorías de dibujo, de imagen y de representación, y se producen dentro de distintas teorías de conocimiento, o simplemente porque los individuos de dos culturas diferentes piensan y hablan a partir de “realidades” cognitivas distintas (Posey, 1992). Porque los individuos que han crecido en ambientes diversos han aprendido diferentes reglas para el procesamiento de la información del mundo que los rodea (Lloyd, 1972) Ya que cada cultura percibe al espacio en sus propios términos (Edney, 1993; Lee, 1977). Sin embargo, algunos autores en el ámbito filosófico argumentan que pareciera que el pensamiento occidental insiste en tratar al conocimiento cartográfico autóctono como parte de un continuum, colocándose asimismo en el extremo superior y en el extremo inferior a la geografía implícita de los nativos para hacerla explicita por los geógrafos; el conocimiento local sería transformado en el conocimiento universal de los cartógrafos; las creencias vagas, aproximadas e infundadas de la gente local serían transformadas a conocimiento preciso, cierto y justificado. Para los partidarios de la Gran División (la cultura occidental vs las otras culturas) pareciera que se transita de la etnogeografía a la geografía, como si se pasara de la niñez a la adultez, de la pasión a la razón, del estado salvaje a la civilización, o del grado inicial de intuición al

grado más avanzado de reflexión (Latour, 1987). Un mapa convencional deberá tener escala (para comunicar distancias), proyección (para comunicar direcciones) y un grupo de signos abstractos (para comunicar el significado semántico de las características del paisaje) (Blaut y Stea, 1971). Tales son los supuestos básicos heredados del mundo clásico, que se resumen en el uso de la geometría y la proyección euclidiana como las únicas formas para estructurar formalmente al espacio; así como mediciones angulares y geométricas como las unidades exclusivas para representar cartográficamente un área (Lewis, 1993). Esto significa, que el académico occidental cuando tuvo conocimiento de la existencia de otras cartografías y fue incapaz de comprender que el proceso de representación del mundo en otras culturas era diferente, a través del cual ellos comprendieron, reconstruyeron, midieron, ordenaron, deformaron, eliminaron y magnificaron sus mundos (Goodman, citado por Lewis, 1993). Los mapas de tierras como los mapas mesoamericanos, no están basados en proyecciones geométricas o euclidianas, sino en una proyección humanística o social. La realidad espacial en estos mapas es definida y estructurada por las relaciones sociales. Así, un mapa de tierras representa a una comunidad que muestra su territorio e historia y no sólo un área como en los mapas técnicos. En los mapas de tierras, la presencia humana es la que define el espacio, tanto por la asignación de nombres como por el movi-

Cuadro 7. La yuxtaposición de mapas (a partir de Orlove, 1993) Campesino

Oficial

Implicaciones

Indígena.

Occidental.

Resalta las diferencias culturales.

Andino, mesoamericano, etc.

Científico.

Resalta las diferencias tecnológicas.

Bosquejo de mapa.

Mapa administrativo moderno.

Significa que se pasa de un mapa rudimentario a otro mejor acabado.

Modo de percepción no europeo.

Modo de percepción europeo.

Significa que hay una relación de conquista y reemplazo.

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La cartografía de tierras: una herencia mesoamericana

miento explícito al reconocer clases de tierras y describir características distintivas o identificar problemas específicos que atañen a la tierra per se o sobre la superficie de ella, y que no es otra cosa que la presencia humana en un espacio determinado. Entonces, es posible decir que un mapa de tierras es una proyección comunicéntrica, de la percepción egocéntrica del campesino. En estos mapas se integran el conocimiento y la experiencia individual del campesino acerca del terreno que conoce para establecer un esquema de puntos de referencia para la orientación topográfica. Dichos puntos, una vez que son conocidos sirven como una guía para la acción y pueden manipularse y organizarse en forma de mapas cognitivos, y por tanto, el esquema espacial implícito en ellos podrá ser comunicado y dibujado. En consecuencia, se define a un mapa de tierras como la proyección en forma de símbolos gráficos, de las relaciones espaciales abstraídas a partir del conocimiento ya disponible en estos mapas cognitivos antes que ser el resultado de técnicas sofisticadas, como las usadas en los levantamientos de suelos o de percepción remota. Por tanto, se tienen al menos dos visiones de la realidad plasmados en sendos tipos de mapas: la del campesino y la del académico (figura 3). Ambas categorías se yuxtaponen, son inconmensurables y es obligado que coexistan. Los campesinos hablan de tierras y realizan croquis de ellas; los académicos, de suelos y mapas; evidentemente dos enfoques epistemológicos contrastantes (Pájaro, 2010).

Algunas respuestas en el ámbito filosóficocognitivo Es posible dar varias respuestas a la pregunta básica implícita en torno a la cartografía de tierras: ¿por qué el campesino habla de tierras y el cartógrafo habla de suelos?

1. Desde la perspectiva filosófica i. Porque entre el cartógrafo y el campesino existe una diferencia de conceptualización. Una diferencia en el conjunto de categorías que ambos usan para interpretar la realidad en torno al recurso suelo. ii. Porque el cartógrafo trabaja con un conjunto de categorías que posibilita una determinada interpretación del mundo, distinto a la del campesino; pero el campesino también trabaja con un determinado conjunto de categorías, quizá menos o más abstractas que las que usa el cartógrafo pero igualmente idiosincrásicas. 2. Desde la perspectiva cognitiva: i. Porque la gente de culturas diferentes piensa de forma diferente. El campesino pertenece a una cultura y el cartógrafo a otra. ii. Porque los antecedentes culturales del campesino y del cartógrafo dan forma a la manera en que perciben y piensan acerca del recurso suelo. iii. Porque entre el campesino y el cartógrafo existen diferencias cualitativas en los procesos básicos para realizar operaciones mentales formales como la percepción, atención y memoria; así como en procesos cognitivos de alto nivel como la atribución, la categorización y el razonamiento.

En búsqueda de algunos conceptos básicos En la literatura existen algunos ejemplos de cómo entre las sociedades no occidentales también se habla de mapas, cartografía y cartógrafos. Pandya (1990) refiere que los nativos ongee de las islas Andaman en la bahía de Bengala, India, emplean el término enechekebe para denotar a un mapa y melame para referirse al individuo que hace mapas. Por su parte, Watson (1989) menciona que los nativos yolngu en

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David Pájaro Huertas

Australia, usan la palabra dhulan para referirse a los mapas y con el vocablo djalkiri (las huellas de los ancestros) se tendría una equivalencia con el término cartógrafo. En México desde hace más de dos mil años, los mesoamericanos crearon una gran cantidad de artefactos que pudieran ser denominados mapas. En sentido estricto no legaron un término equivalente para mapa tal como se entiende actualmente. En documentos del siglo xvi se presenta en náhuatl la palabra tlapalacuilolpan (pinturas coloreadas o escritas) similar al de mapa en español. En otro documento del año 1600 y en idioma maya la equivalencia para mapa es pepet dz’ibil (pinturas o escritos circulares). Los conquistadores españoles simplemente los denominaron pinturas o descripciones. En la actualidad, los campesinos los llaman croquis o dibujos del terreno. Un término náhualt equivalente a cartografía fue cemanahuactli ymachiyo (el mundo, su modelo); tlalticpactli ycemittoca (a través del cual la superficie de la tierra es estudiada, contemplada, absorbida). En mixteco se usó taniño nee cutu ñuu ñuyevui (una representación completa del mundo); en zapoteco, toanacàaxilohuàaquitobilayo (pintando toda la Tierra) (Boone 1998). La palabra náhuatl para denominar al cartógrafo fue tlacuilo (el que sabe leer y escribir) y que tiene varias interpretaciones: el que escribe pintando; las pinturas de la tierra; el que conoce los colores los aplica y los matiza, dibuja los pies, las caras, bosqueja las sombras, obtiene un acabado (Salazar, 2007); aquél de quien hace suya la tinta negra y la tinta roja (Galarza y Libura, 2002). Tratar de responder a la pregunta básica que implica diferencias conceptuales, lleva a indagar en temas que rebasan el ámbito edafológico para establecerse en el ámbito cognitivo. Niemeijer y Mazzucato (2003) afirman que la investigación debe continuar para encontrar las palabras correctas que transmitan el conocimiento que los productores tienen acerca del suelo; Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 20

enlazar las oraciones donde se reflexione en torno a ese conocimiento y así tener una gramática para teorizar. El reto está en avanzar más allá de aceptar que los campesinos poseen conocimiento acerca del recurso suelo. Ahora es necesario indagar en la mente de ellos para conocer cada vez con mayor precisión aquel lenguaje que permitirá hablar en sus términos. Es necesario formular hipótesis para poner a contraste los conceptos cartográficos campesinos. El tema es polémico e invita al trabajo y a la reflexión. Al respecto, podemos decir que destacan dos visiones de la realidad que son inconmensurables. Por un lado, la visión de los campesinos, siempre enfocada a la resolución de problemas de índole práctico, funcional o legal, lo cual se resume en la frase que ellos expresan: la problemática sobre las tierras. Y por otro, la visión de los técnicos, enfocada a aspectos específicos del perfil del suelo, y que por tal razón obvian, olvidan o son indiferentes a esa problemática, centrándose en “el conocimiento de las tierras”. La visión técnica está relacionada estrechamente con la forma de hacer mapas: ¡está interesada en hacer mapas! En tanto la visión del campesino está relacionada con aquello que se tiene en mente, se dibuja, crea o construye sobre los mapas: ¡está interesada en lo que representan los mapas! , y no porque no sepan o no puedan dibujar mapas, ya que éstos son un paso intermedio para transmitir su conocimiento alentado por el interés técnico. La visión del campesino se convierte en la herramienta práctica que incluye temas técnicos y del ámbito cultural. Por lo que los mapas de tierras representan al paisaje no sólo como una estructura física, sino también como una parte que tiene vida y que es incluyente de la actividad social que ahí se lleva a cabo. ¡Algo que los mapas convencionales no transmiten! En el ámbito académico, Fukuyama (1992) menciona que el mundo sucumbirá a la occidentalización, mientras que Huntington (1996)

La cartografía de tierras: una herencia mesoamericana

dice que las escuelas de pensamiento occidental y oriental seguirán divergiendo; en tanto que Nisbett (2004), argumenta que habrá una convergencia de estilos de pensamiento. Si consideramos en conjunto estas argumentaciones y las acotamos a la cartografía de tierras, es posible decir que podremos tener una nueva cartografía, tomando como base los conocimientos y el esquema de pensamiento de los campesinos combinándolos con los de los académicos.

Algunas conclusiones basadas en la información existente Sin ser el objetivo básico del presente estudio, los resultados muestran las consecuencias cognitivas que provoca el proceso de aprender a leer y a escribir o el proceso educativo escolar, y contrario a la constante declaración de los intelectuales hacia el mito de la mente deficiente de los otros, se vislumbra que no existe una división cognitiva que distinga a los campesinos de los cartógrafos. Ambos generan mapas. No existe diferencia psicológica profunda que divida a las poblaciones en letradas o iletradas (Frake, 1983) Ya que no existe acuerdo acerca de cuáles son las fronteras reales entre las culturas con y sin escritura (Goody y Watt, 2003). La habilidad para leer y escribir no es un fenómeno unitario con impactos psicológicos indivisibles. La escritura es una herramienta variable que puede usarse en una diversidad de vías para lograr distintos objetivos. El hecho de que la habilidad para leer y escribir sea un fenómeno cultural y no psicológico, no deberá demeritar su importancia. El problema no está en la cabeza de los iletrados, pero sí en los sistemas sociales que así los categorizan. Es una tendencia considerar a los campesinos como iletrados en el tema de la cartografía. La información existente desmiente estas afirmaciones. Para entender las bases cognitivas de las hazañas cartográficas de los campesinos, es nece-

sario reconocer que el pensamiento humano en el más alto nivel de “operaciones formales” –en términos de Piaget– no depende, como muchos afirman, de la escritura, los instrumentos, ni del “método científico” y ciertamente tampoco de la instrucción occidental (Frake, 1985).

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Campesinos-pescadores de Yucatán: uso de la biodiversidad y apropiación de recursos naturales costeros Recibido: 1o de febrero de 2010 Aceptado: 5 de junio de 2010

Luis Manuel Arias Reyes1 Salvador Montiel Ortega1

Resumen En la relación sociedad-naturaleza en la costa de la península yucateca ha existido una historia antagónica entre el uso tradicional de los recursos naturales y su biodiversidad, tanto para la subsistencia comunitaria como para su explotación comercial privada. Los ejidatarios yucatecos mantienen agroecosistemas con producción tradicional y comercial combinada con la apropiación de los recursos naturales. Para caracterizar el manejo de los recursos naturales locales y su biodiversidad se realizaron entrevistas abiertas a un centenar de productores del municipio de Sinanché que incluían las actividades productivas en el transecto ecológico costa-tierra adentro. Se identificaron agroecosistemas y ambientes marinos productivos. Las visitas de campo, el monitoreo durante diez años de la producción y las limitantes socioambientales (huracanes, sequías, programas de apoyo, etc.) en la zona nos permiten concluir que: 1) La biodiversidad y los recursos naturales que se utilizan en este municipio costero incluyen más de 140 especies animales y vegetales; 2) La biodiversidad es importante para la subsistencia familiar que procede de agroecosistemas tradicionales (solar, silvicultura y milpa), además de actividades rentables como pesca, coco, hortalizas, comercio, programas de apoyo y ecoturismo; 3) Entre los ejidos costeros y de tierra adentro es desigual el aprovechamiento, la apropiación de recursos naturales y su biodiversidad. Palabras clave: uso tradicional de recursos naturales, agroecosistemas tradicionales, etnobotánica, Sinanché, conservación in situ, ecoturismo.

Farmers and fishermen of Yucatan: the use of biodiversity and appropriation of coastal natural resources Abstract In the relation between society and nature in the coast of the Yucatan peninsula, there has been an antagonistic history between the traditional use of natural resources and its biodiversity for community subsistence, and its exploitation by private businesses. The ejidatarios (communal landholders) of Yucatan maintain agricultural ecosystems with traditional and commercial production, combined with the appropriation of natural resources. To characterize the management of local 1 Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional Unidad Mérida. Departamento de Ecología Humana. Correo electrónico: [email protected] Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 25

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natural resources and its biodiversity, open interviews were held with one hundred producers from the municipality of Sinanché: including productive activities of the ecological transect going from coast to inland. Agricultural ecosystems and productive marine environments were identified. Ten years of field visits and monitoring of production and its socio-environmental limitations in the zone (hurricanes, drought, aid programs, etc.) allow us to conclude that 1) the biodiversity and natural resources of this coastal municipality are used, including >140 animal and vegetable species; 2) biodiversity is important for family subsistence, which comes from traditional agro-ecosystems (the backyard plot, forestry and the milpa, or farmed land), in addition to profitable activities such as fishing, coconuts, vegetables, commerce, aid programs and ecoturism); 3) Among coastal ejidos (communally operated villages) there is an unequal use and appropriation of natural resources and its biodiversity. Key words: traditional use of natural resources, traditional agroecosystems, ethnobotany, Sinanché, in situ conservation, ecotourism.

Introducción En décadas recientes, el uso múltiple y diversificado de los recursos naturales tradicionalmente practicado por la etnia maya, ha transitado de un modelo de subsistencia generalizado (Toledo, 2008) a otro modernizado que combina actividades de explotación comercial. La transición de la tradición a la modernidad ha beneficiado a grupos de productores organizados que gozan de apoyos políticos y socioeconómicos cuyo origen subordina aspectos culturales, ecológicos e históricos del manejo tradicional al desarrollo regional y global mundial (Córdoba, 2009). Los estudios desarrollados a través de investigaciones etnobiológicas (Montiel et al., 1999; Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 26

Toledo, 2003) y etnobotánicas (Arias, 2000) han considerado las prácticas de aprovechamiento y manejo tradicional de la biodiversidad, además de las formas en que las actuales familias de las comunidades costeras yucatecas combinan antiguas prácticas silvícolas y agropecuarias de subsistencia con modernas técnicas productivas y actividades comerciales. Los actuales sistemas productivos son auspiciados por demandas de producción y servicios tanto locales como de planes de desarrollo económico regional e internacional para la región caribeña, incluyendo la Península de Yucatán (Banco Mundial, 2009). En este artículo hacemos una revisión de las causas y efectos de dichos cambios en el manejo de la biodiversidad y apropiación de los recursos naturales, en el contexto local y regional de un municipio costero del norte del estado de Yucatán.

Materiales y métodos Para caracterizar el manejo actual de los recursos naturales y su biodiversidad en el municipio de Sinanché, en la costa yucateca, se consideró que la etnobiología aporta los elementos críticos de la relación sociedad-naturaleza (Hernández, 1987; Toledo, 2008), observables en un transecto de producción de costa a tierra adentro. La obtención de información se apoyó en técnicas de investigación social, tales como búsqueda bibliográfica extensa y entrevistas abiertas con campesinos, pescadores y productores diversos en ambientes marinos y terrestres. Los recorridos de campo y la investigación participante en ámbitos productivos locales permitieron identificar inicialmente los agroecosistemas y ambientes manejados localmente, generando relaciones sociales para realizar un centenar de entrevistas en casas de los productores. Se documentó la bibliografía relacionada con desastres naturales y sus consecuentes cambios ambientales y productivos de las últimas dos dé-

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cadas (Dickinson et al., 1993; Montiel et al., 1999; Arias y Dickinson, 1997; Arias, 2000; Castillo, 2001; Arias, 2004; Chávez, 2007; Rubio et al., 2008). Se adaptó la metodología etnobotánica descrita para clasificar recursos útiles y/o alimenticios de Hernández (1987), consistente en caracterizar los recursos biológicos útiles mediante entrevistas y recorridos de campo, identificando las especies utilizadas basados en la literatura científica sobre la región. Se elaboró un listado de especies vegetales y animales útiles de las localidades de estudio, el puerto de San Crisanto y la cabecera municipal Sinanché, tierra adentro. También se realizaron entrevistas con representantes de organizaciones de productores y autoridades ejidales y municipales para definir la problemática productiva local, así como sus causas históricas, durante tres prácticas de campo de alumnos de posgrado en Ecología Humana del Cinvestav-Mérida. El municipio de Sinanché ocupa una superficie de 131.57 km2 (inegi, 2010) y se localiza en la región litoral norte, comprendida entre los paralelos 21° 11’ y 21° 2’ latitud norte y los meridianos 89° 19’ y 89° 14’ longitud oeste, la cual tiene una altura promedio de seis metros sobre el nivel del mar (figura 1).

Resultados y discusión La costa yucateca El estado de Yucatán se caracteriza por su diversidad ambiental producto de la combinación de recursos naturales de mar y tierra, que condicionan una diversidad biológica manejada productiva y económicamente por una población local de raíces prehispánicas presentes hasta la actualidad. En los últimos 20 años las comunidades humanas de la costa yucateca han sido estudiadas como espacios socioculturales, ambientales y económicos sujetos a fuertes cambios relacionados con prácticas en el uso y el manejo de

Figura 1. Localización geográfica del municipio de Sinanché en la costa de Yucatán.

sus recursos naturales (Fraga et al., 2009). Tales prácticas de uso y manejo han estado sujetas a un proceso de estrategias de supervivencia social ante un reciente y continuo proceso de globalización que afecta particularmente las costas mexicanas inmersas en sus relaciones con la región caribeña (Bretón et al., 2006). La región Caribe actualmente ha sido afectada fuertemente por desastres naturales vinculados al cambio climático global: por la península yucateca han pasado los huracanes Gilberto, Isidoro, Roxana, además de haberse presentado sequías atípicas relacionadas con la alternancia de los fenómenos climáticos el Niño y la Niña (Orellana, 2008). San Crisanto y la costa norte de Yucatán El mar es noble y da para que todos vivamos, pero también a veces es furioso y traicionero, como cuando llegan nortes y huracanes (pescador de San Crisanto, 2008)

De acuerdo a Batllori et al. (2008), el puerto de San Crisanto se encuentra en la microcuenca de Chabihau hacia la depresión topográfica costera que está inundada temporal y/o permanentemente, con o sin influencia de marea, y alimentaRevista de Geografía Agrícola núm. 44/ 27

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da por lluvias y afloramientos de agua dulce. San Crisanto, junto con las localidades de Chabihau, Santa Clara y Dzilam de Bravo, cuenta con un frente marino de 34 kilómetros de largo, sobre una barra arenosa con playas y dunas costeras que apenas sobrepasan las 1 020 ha de las cuales más de 60% muestra grados severos de deterioro. Esta barra arenosa protege una superficie de 18 149 ha de humedales: de las cuales 1 149 corresponden a dos lagunas costeras; 10 340 ha a ciénagas con manglar, con diversos grados de perturbación, y 6 660 ha a sabanas y selvas inundables. El área de recarga hidráulica directa, al sur de la microcuenca, se caracteriza por la presencia de selva baja caducifolia con cactáceas y con diferentes grados de perturbación, hasta el límite con las zonas urbanas de las cabeceras municipales a 14 kilómetros de distancia en promedio desde la playa, con un área de captación de 30 600 ha. La microcuenca presenta un clima cálido seco (García y Xool, 1993) con temperatura media anual de 26°C; la precipitación anual es de 600 mm, mientras que la evaporación supera el valor de 1 800 mm anuales. La temporada de lluvias se inicia en mayo, con los meses más lluviosos en junio y septiembre, presencia de canícula en julio y agosto; a partir de octubre la precipitación disminuye, siendo los meses de febrero, marzo y abril los menos húmedos y con presencia de vientos fríos del norte. En la microcuenca se acumula un volumen de agua de 24.8 millones de metros cúbicos, con una profundidad media de 0.30 m durante la temporada final de lluvias, con salinidades que van de las cinco unidades potenciales (ups) en Santa Clara, a menos de 50 ups en San Crisanto; el huracán Gilberto, en 1988, abrió varias bocanas que conectaron al mar con la ciénaga, lo que modificó el régimen hidrológico de lagunas y ciénagas (Batllori et al. , 2009).

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Manejo y apropiación de los ecosistemas costeros En San Crisanto hay un proceso de apropiación de los recursos, no de acaparamiento. (Presidente de la Fundación San Crisanto, 2010). Aquí los vivos son los ejidatarios pues ya vendieron mucha tierra del ejido para comprar camionetas y casas en Sinanché y Mérida, mientras que no piensan que todos nuestros hijos y los de ellos se quedan sin patrimonio. (Mujer comerciante avecindada, nieta de ejidatario de San Crisanto, 2009).

El ejido San Crisanto se gestionó desde 1957, cuando 30 campesinos solicitaron al gobierno estatal la dotación de tierras para sembrar coco; sin embargo, debido a las presiones ejercidas por algunos propietarios de tierras aledañas sembradas con cocales, no fue sino hasta 1973 cuando una resolución gubernamental dotó al ejido de San Crisanto de 1 490 ha, cuya extensión se redujo a 1 472 en 1980 por decreto presidencial (Castillo, 2001). Los ecosistemas presentes en la región de estudio comprenden desde el marino, el estuarino con manglares, dunas costeras y ciénagas, cerca del puerto de San Crisanto, hasta los de asociaciones transicionales y secundarias de selva baja decidua situados inmediatamente al sur del área de influencia costera. La selva persistente ha sido severamente talada como consecuencia de la expansión henequenera y ganadera anterior. La superficie de esta selva se estima en 2 300 ha, equivalentes a 17.5% de la superficie total del municipio (Ortega y Dickinson, 1991). La conservación y el uso del ambiente en la zona han tenido una historia de contradicciones entre el uso comunitario ancestral maya y su explotación privada a través de actividades de

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pesca, caza, aprovechamiento forestal, faunísticas, cocal, milpa, solar, ganadería y salinera comercial, desde la época colonial hacendaria del cultivo de henequén hasta la actual. Dichas actividades generaron diferentes niveles de perturbación de los ecosistemas de la región, además de las alteraciones naturales generadas por el paso de huracanes (Ejido de San Crisanto, 2002). El actual panorama productivo diversificado de la región costera yucateca es resultado de la relación sociedad-naturaleza en un ambiente tropical diverso, históricamente manejado por mayas, hispanos y mestizos tanto en mar como en tierra, que comprende ambientes y agroecosistemas manejados hasta la actualidad (¿Manejados por quiénes?) (Arias y Dickinson, 1997). Los daños causados por huracanes a los ecosistemas locales han generado vedas de pesca en cenotes, prohibición de corte de manglares y vedas temporales de especies marinas. Dichas decisiones han sido percibidas por la población como causa de la migración hacia otras ciudades, lo que ocasiona desunión familiar y empeora la calidad de vida (Chávez, 2007). Para afrontar dichas alteraciones sociales y ambientales cíclicas, el ejido se ha organizado mediante la Fundación San Crisanto para obtener fondos y administrar proyectos por medio de recursos externos, como es el caso del reciente Plan de desarrollo a 20 años que obtuvo el premio Ecuatorial 2010 otorgado por la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo (pnud) a las comunidades que realizan esfuerzos extraordinarios para reducir la pobreza a través de la conservación de la biodiversidad. Entre las actividades a corto plazo apoyadas están el aprovechamiento de recursos naturales existentes y el desarrollo integral de la producción de coco, que incluye, además del fruto y la planta, la extracción de agua, aceite virgen, el polvo, la fibra, las artesanías y el carbón activado como combustible (pnud Yucatán, 2010).

El ejido de San Crisanto tiene una organización cuya reglamentación se apega a la legislación vigente, y su estructura incluye una fundación cuyo presidente considera que en San Crisanto hay un proceso de apropiación de los recursos, no de acaparamiento (Diario de Yucatán, 2010). El manejo de los recursos naturales ha caracterizado a este ejido costero de la península de Yucatán que ha dirigido sus proyectos hacia el uso integral del manglar (800 ha), del cocal (140 ha) y de las charcas salineras (20 ha) con fines comerciales. El ejido se organiza con reglas y procedimientos bien definidos, donde la asamblea es un espacio de descentralización del poder. Los ejidatarios han hecho un manejo diversificado de sus recursos naturales, el cual ha sido afectado por la relación entre la agrupación con las instancias privadas, oficiales, académicas y con la comunidad, suscitándose con esta última conflictos por el acceso y uso de los bienes. El aprovechamiento comercial de los recursos naturales mediante el ecoturismo es una tendencia cada vez mayor en este ejido, debido al éxito económico de proyectos que, además, le dan reconocimiento social. Los ingresos económicos explican parte del interés de los ejidatarios en continuar participando también los aspectos culturales relacionados con la valoración que hacen de los recursos naturales. Las experiencias organizativas del ejido indican que los conflictos internos y con agentes externos se centran en el aprovechamiento de los recursos. Parte del éxito de la agrupación deriva del desarrollo de mecanismos para solucionar dificultades, que involucran las relaciones de parentesco y amistad. Se observa que la apropiación y el manejo de recursos naturales es el eje central de los intereses de los grupos participantes cuyas preocupaciones son la conservación de la biodiversidad y la identidad de las personas con el ambiente donde han vivido (Pech, 2010).

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Conservación in situ y aprovechamiento de la biodiversidad “La milpa ya no da como antes, cuando había monte alto, por eso a los jóvenes no les gusta el trabajo de campo, pues es muy duro, y si llueve bien resulta sólo para comer, mientras que a veces no da nada, por culpa de la sequía y los huracanes. Por eso tenemos que dedicarnos a trabajar por temporadas como pescadores en la costa, como jornaleros en el henequén, en las hortalizas y granjas o irnos a chambear de albañiles o de servicio en hoteles de Cancún y Playa del Carmen, mientras los jóvenes trabajan en maquiladoras (Ejidatario de Sinanché, 2008).

La persistencia de agroecosistemas tradicionales como milpas, solares o huertos familiares es ejemplo de los procesos de conservación in situ que desde hace siglos las etnias agrícolas mexicanas manejan para su sobrevivencia. Este proceso de mantenimiento de especies vegetales y animales en ambientes donde se originaron se ha llamado conservación in situ o dinámica, que en México se ha dado en función de la actividad agrícola milenaria de los grupos indígenas que en ambientes limitantes manejan diversos agroecosistemas de interés antropocéntrico (Hernández, 1987). En este marco ecológico de referencia actual, encontramos que el proceso productivo regional comprende una amplia gama de actividades productivas, tanto tradicionales como modernas, que ocupan diversos ambientes costeros y terrestres. Algunas actividades como la milpa, el solar, la caza y el aprovechamiento forestal son para la alimentación familiar, mientras que el cultivo de coco, henequén y Artemia salina, así como la producción de sal, la apicultura, la pesca, el trabajo asalariado, el pequeño comercio, la prestación de servicios al turismo y la participación en diferentes programas de desarrollo complementan la economía de subsistencia. Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 30

El ejido de Sinanché tiene 5 600 ha en las cuales se desarrollan actividades agrícolas, pecuarias y forestales, como son el cultivo de henequén, la milpa, el solar, horticultura comercial, ganadería bovina y porcina, caza, corte de leña, además de la extracción de piedra caliza. Las poblaciones de San Crisanto y Sinanché mantienen relaciones de trabajo migratorio frecuentes, de manera que en las épocas de mayor movimiento, como la pesca de pulpo y de langosta, existe una migración diaria o semanal de trabajadores de Sinanché hacia el puerto. Asimismo, en épocas de emergencia por el impacto de huracanes en la costa yucateca, parte de la población de San Crisanto se traslada a Sinanché, donde ha comprado casas de refugio para estos casos, mientras que otros van con sus familiares tierra adentro también en busca de refugio (Arias, 2000). Este conjunto de actividades productivas forma el sistema de producción costero y terrestre de Sinanché, el cual nos muestra el manejo diversificado de los recursos naturales que practican las actuales comunidades rurales y costeras yucatecas (cuadro 1). El listado etnobiológico de especies útiles se integró con datos registrados en entrevistas y reconocimientos de campo a partir de los nombres comunes locales de plantas y animales aprovechados, bajo cultivo o crianza en los agroecosistemas manejados, de los cuales se buscó en la literatura especializada su correspondiente nombre científico. Asimismo, se integró un listado de las unidades empíricas manejadas por productores locales a través de la clasificación local de la utilización de los recursos naturales. La descripción técnica de las prácticas y la identificación de las especies de aprovechamiento local de los sistemas de manejo y aprovechamiento de recursos naturales de mar y tierra, complementaron la caracterización integral de los sistemas productivos marinos y los agroecosistemas de los ecosistemas locales (cuadro 2).

Campesinos-pescadores de Yucatán: uso de la biodiversidad y apropiación de recursos naturales costeros

Cuadro 1. Ecosistemas y actividades productivas de mar y tierra en el municipio de Sinanché, Yucatán. Ecosistemas

Marinos y agroecosistemas

Ambientes.

Extractivas.

Litoral costero.

Pesca ribereña y med. altura.

Cenotes costeros.

Pesca en cenotes.

Ciénagas costeras .

Sal.

Selva sec. decidua.

Aprovechamiento forestal y fauna.

Tzekel

Piedra caliza. Producción agrícola

Dunas costeras

Cocales y solares costeros.

Manglar

Aprovechamiento silvícola, ecoturismo.

Selva secundaria decidua

Milpa, henequén y solar.

Selva sec. decidua y duna costera

Apicultura. Acuacultura. Sal y cría de Artemia salina.

Ciénegas costeras

Otras actividades: comercio y participación en programas de gobierno. Fuente: Arias (2000).

Tabla 2. Clasificación etnobiológica de sistemas de manejo de recursos naturales Sinanché, Yucatán. Sistema

Agroecosistemas

Ecosistema

Pesca ribereña y de mediana altura. Ecoturismo y aprov. silvícola

Marino

Costero

Salinas, cría de Artemia salina.

Manglar y Peten

(San Crisanto)

Vivero de cocos y aprovechamiento

Ciénaga

forestal

Duna costera y manglar

Ganadería extensiva Selva baja caducifolia secundaria y Milpa, henequén y horticultura Terrestre (Sinanché)

pastizales Selva baja caducifolia secundaria

Huerto familiar y ganadería de traspatio

Agroecosistema

Caza (aprovechamiento de la fauna

Selva baja caducifolia sec.

silvestre)

Selva baja caducifolia sec.

Aprovechamientos forestales Fuente: Arias (2000).

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Luis Manuel Arias Reyes y Salvador Montiel Ortega

Actividades productivas Pesca. Actualmente sólo una parte de los habitantes de San Crisanto se dedica a la pesca tanto ribereña como de altura; en la primera se trabaja con embarcaciones pequeñas, lanchas y lanchones de uno o dos motores, y se pesca hasta 12 brazas (18 m) de profundidad. En la de altura se utilizan embarcaciones más grandes, procedentes de Progreso y Telchac, y se pescan, a una profundidad de entre 50 y 100 brazas, especies comerciales como mero (Ephinephelus marginatur), corvina (Sciaena sp), rubia (Coris julis), robalo (Centropomus sp.), pulpo (Octopus maya), caracol (Strombus spp.) y otras especies marinas de temporada. La economía del puerto varía de acuerdo con la época del año, vedas, la captura de algunas especies marinas y sus precios en mercados locales. Así, de agosto a diciembre, cuando la temporada de pesca de pulpo (Octopus maya) atrae a los pescadores de la zona, el molusco alcanza precios altos. Actualmente existe una cooperativa pesquera, además de pescadores independientes, aunque estos últimos son muy pocos debido al riesgo de accidentes en el mar por las bajas condiciones de seguridad existentes a pesar de las medidas oficiales instauradas (Castillo, 2001; Pech, 2010). Estacionalmente los milperos, horticultores y otros productores de comunidades tierra adentro se contratan como pescadores, especialmente en épocas de baja actividad agrícola (Arias, 2000). Los cocales. El cultivo y aprovechamiento del cocotero (Cocus nucifera) surge en la costa yucateca desde principios del siglo XX bajo el nombre local de cocal. Su auge original permitió acaparar grandes extensiones de tierra, mientras que su impulso reciente se debe a la demanda de plantas de coco para reforestar las playas turísticas de la península luego del paso de huracanes y la devastación causada por la plaga de amarillamiento letal del cocotero. El ejido San Crisanto cuenta con un vivero certificado, organizado Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 32

por instituciones de investigación (Centro de Investigación Científica de Yucatán) y de desarrollo rural del gobierno estatal, para trabajar en producción de plantas resistentes al amarillamiento letal con el fin de reactivar la producción comercial integral del cocotero. Turismo. En recientes decenios la costa yucateca ha sido refugio temporal de turistas, principalmente en primavera y verano, cuando la población citadina del interior del estado realiza estancias breves de un solo día, o por periodos amplios, como en verano y Semana Santa. La infraestructura residencial y de servicios requerida generó un proceso de venta de los terrenos costeros, antiguamente ejidales a particulares, amparado en las modificaciones al artículo 27 constitucional, lo que incrementó la construcción de casas veraniegas en terrenos ejidales de cocales que fueron destruidos por el paso de huracanes y por la enfermedad viral del amarillamiento, a pesar de los esfuerzos oficiales para organizar a los productores y desarrollar plantaciones de coco resistente (Rubio et al., 2008; Benavides, 2009). Así mismo, proliferaron sociedades cooperativas dedicadas a la elaboración de artesanias de concha y coco y la elaboración de dulces regionales, las cuales han promovido la Feria Anual del Coco, que ofrece venta de productos elaborados con este cultivo, espectáculos y oferta de alimentos. A pesar de lo anterior, el turismo que recibe San Crisanto ha sido de bajo impacto, aunque existen proyectos ecoturísticos ejidales como recorridos en canoa desde el manglar hasta el ojo de agua o cenote integrado a una uma (Unidad para la Conservación, Manejo y Aprovechamiento Sustentable de Fauna Silvestre) y el alojamiento en cabañas construídas al estilo maya manejados por el ejido y su Fundación San Crisanto (Pech, 2010).

Campesinos-pescadores de Yucatán: uso de la biodiversidad y apropiación de recursos naturales costeros

La extracción salinera. La extracción de sal es una actividad que se ha realizado artesanalmente en el litoral yucateco desde tiempos prehispánicos. Se comenzó a explotar industrialmente en 1940 cuando el ejido San Crisanto tomó posesión de la ciénega donde se encontraban las charcas salineras abandonadas después de los daños ocasionados por el paso del huracán Isidoro; y en otras épocas sus ingresos permitían a los ejidatarios aguantar las crisis (Castillo, 2001). Actualmente y debido a los magros ingresos que produce, la extracción de sal se ha abandonado en favor de otras actividades más lucrativas y que implican menor trabajo, como el ecoturismo, el comercio y la producción de coco. Extracción de piedra caliza. En años recientes se han extraído para venta legal volúmenes no cuantificados de piedra en bloques enormes de las áreas ejidales limítrofes de Sinanché y San Crisanto. La milpa. El cultivo de maíz, frijol y calabaza bajo el sistema agrícola milenario de roza, tumba y quema se mantiene apenas en terrenos pedregosos llamados tzekel, que son parte de las tierras más alejadas de la línea costera, después de las dunas, manglares, ciénagas y sabanas, donde ya se diferencia la selva baja caducifolia costera, base de la milpa y del aprovechamiento forestal y de fauna silvestre, muy importantes para la subsistencia familiar diaria y en épocas críticas (Montiel et al., 1999; Toledo, 2008). Las variedades sembradas son principalmente las razas locales tuxpeño y nal tel (Arias, 2004). Henequén. Sinanché fue parte de la zona henequenera y sufrió el proceso de auge, cierre y diversificación de actividades, que desató fuertes procesos migratorios y de cambio de actividades de la población productora. En la actualidad subsiste menos de 5% de los productores

de henequén, agrupados en empresas ejidales y privadas que surten de fibra a un par de desfibradoras privadas, las cuales conservan y mantienen maquinaria de más de 50 años de antigüedad, cuya rentabilidad decrece con el paso del tiempo (Baños, 1995; Baños, 2003). Horticultura en bagazales. Relacionado con la agroindustria henequenera, el cultivo de hortalizas en bagazales (desechos industriales de la fibra de henequén) se desarrolló durante y después del auge henequenero, como una opción de mejoramiento y adaptación de suelos para cultivos continuos comerciales, especialmente rábano, cilantro, chile, tomate, sandía, camote, berenjena y lechuga. Con ello se desarrolló una opción agrícola rentable que perdura gracias a procesos de innovación y adaptación local. La actual zona hortícola se encuentra justo cerca de las antiguas desfibradoras henequeneras del pueblo de Sinanché (Dickinson et al., 1993; Arias, 2000). Otras actividades económicas. Desde la década de los setenta se generó un flujo migratorio estacional para trabajar en la industria de la construcción y en la de servicios en Mérida, la zona turística de Cancún y posteriormente en la Riviera Maya. Mientras, en la región henequenera el Estado impulsaba granjas porcícolas ejidales como parte de los subsidios para diversificar la producción henequenera, de las cuales actualmente sólo algunas se mantienen. La transformación reciente de la duna costera en zona de ecoturismo ejidal y la venta de terrenos del cocal, son considerados por los ejidatarios e instituciones ambientales oficiales como los cambios más importantes en el paisaje local (Pech, 2010). Eventualmente, algunos de los pobladores de la comunidad reciben una remuneración económica cuando apoyan las actividades de

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investigación que realizan instituciones locales académicas como el Cinvestav, el cicy y universidades realizan en la zona. Manejo de la biodiversidad Con relación a la diversidad de especies biológicas aprovechadas o manejadas en las actividades productivas de los campesinos y pescadores de Sinanché, encontramos que: a) El sistema empírico de clasificación zonal de los campesinos de Sinanché corresponde a una caracterización agroecológica natural y racional de utilización de los recursos naturales. Así, la costa, la ciénaga, la sabana, el monte bajo y alto son ambientes para la pesca, el ecoturismo, la extracción salinera, el cocal, la milpa, el solar, la ganadería, la extracción de piedra, el aprovechamiento forestal, la caza, la horticultura, el henequén, las granjas y demás actividades productivas; b) Es evidente el desigual aprovechamiento de los recursos naturales locales por

parte de unidades de producción familiar, cuya variedad de sistemas productivos está principalmente en función de condiciones ecológicas, socioeconómicas y culturales; c) Los campesinos y pescadores de las dos principales comunidades asentadas en los ecosistemas de la región en el municipio de Sinanché aprovechan en sus actividades silviagropecuarias y acuícolas alrededor de 144 especies animales y vegetales, tanto locales como introducidas, con diferentes usos, en actividades de subsistencia o comerciales (anexo 1). Sus aplicaciones son forestales, forrajeros, nectaropoliníferos, comestibles, condimenticios y ornamentales; la mayor diversidad se registró en el huerto familiar (60), seguido del cultivo comercial de hortalizas (25); en tanto que la menor variación se observó en cultivos especializados como el de henequén, la acuacultura y la apicultura, con sólo una especie (cuadro 3). Algunas reflexiones y recomendaciones emanadas del presente estudio son:

Cuadro 3. Resumen del inventario etnobiológico (biodiversidad) de especies útiles en Sinanché, Yucatán. Actividad Productiva

Número de Especies Aprovechadas

Pesca y extracción de fauna de cenotes

13

Cacería

13

Leña

14

Horticultura

25

Huerto frutícola del solar

60

Milpa

8

Henequén

1

Cocales

1

Apicultura

1

Acuacultura

1

Ganadería extensiva y de solar

7

Total

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144

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• Las actividades productivas en la zona costera han relegado la pesca a segundo término. En tal sentido, lideran en importancia las actividades comerciales locales y la venta de tierras gestionada por los grupos hegemónicos, que se han aprovechado de las leyes vigentes para privatizar terrenos ejidales y venderlos a desarrollos residenciales. Estos grupos han avalado a los líderes como gestores para la captación de fondos nacionales e internacionales para proyectos ecoturísticos como las umas y ferias altamente rentables para pequeños grupos de beneficiarios locales (ejidatarios) de la comunidad costera, que han utilizado dichos recursos provenientes de la venta de tierras para comprar terrenos y casas en Sinanché y Mérida, así como camionetas y restaurantes locales. • La actividad pesquera se realiza en apego a las vedas oficiales, sin embargo, la administración familiar de los recursos económicos generados no es empresarial y constantemente se descapitaliza y se endeuda con particulares, o depende de programas de apoyo oficial. Los fallecimientos de pescadores en accidentes marítimos en épocas de nortes evidencian que la tecnificación de embarcaciones sigue siendo escasa y persisten los riesgos de la actividad a pesar de las disposiciones oficiales. • La milpa ha dejado de ser una actividad de importancia para la subsistencia en la zona terrestre, ha reducido su extensión y frecuencia a costa del desarrollo hortícola y pecuario comercial. La tecnología usada para diversas actividades productivas agropecuarias es una combinación, en menor o mayor grado, de conocimiento empírico, tradicional y moderno o científico, que enfrenta un conjunto de proble-

mas que han rebasado su capacidad de solución, entre ellos plagas como la mosquita blanca, que deprime fuertemente la producción hortícola; la varroasis, de reciente aparición local, que merma la producción apícola; las enfermedades cíclicas que abaten la producción pecuaria familiar del solar con gallinas, pavos y cerdos, así como también de pequeños ganaderos que crían bovinos y chivos. • El uso extenso e inadecuado de agroquímicos usados en diferentes actividades agropecuarias. El desconocimiento, por parte de los productores rurales, de tecnologías menos degradantes para el ambiente, como la agricultura orgánica, la agroforestería, el control biológico e integrado de plagas y la prevención de zoonosis, entre otras. • En el renglón socioeconómico se observa que la organización social para la producción silviagropecuaria tierra adentro se basa de manera principal en la familia, para el caso de las actividades tradicionales de subsistencia, y de manera comunitaria cooperativa o particular, según la actividad mercantil de que se trate. Algunas otras actividades productivas agropecuarias financiadas y organizadas por el gobierno han impuesto figuras asociativas que con frecuencia fracasan administrativamente. El aprovechamiento de los recursos naturales de la costa ha estado en manos de los ejidatarios de San Crisanto; sin embargo, la apropiación de recursos naturales ha permitido la venta de tierras a empresas residenciales, facultada por leyes recientes que, igual que en otras zonas de la costa yucateca, no consideran el futuro de las nuevas generaciones, las cuales, despojadas de recursos naturales de subsistencia y patrimonio, podrían convertirse en servidumbre de los nueRevista de Geografía Agrícola núm. 44/ 35

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vos propietarios o resignarse a emigrar en busca de mejores opciones de vida.

Conclusiones La diversidad de recursos naturales de este municipio costero es usada y manejada por los habitantes, incluye >140 especies animales y vegetales. La biodiversidad es importante para la subsistencia familiar, procede de agroecosistemas tradicionales (solar, silvicultura, horticultura y milpa), pero la mayor importancia económica recae de manera estacional en pesca, horticultura, coco, comercio, programas de apoyo y ecoturismo. Es evidente y desigual la apropiación de recursos naturales, el aprovechamiento y uso de la biodiversidad entre ejidos costeros y tierra adentro, aunque se complementan económicamente para la subsistencia familiar.

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Luis Manuel Arias Reyes y Salvador Montiel Ortega

Anexo 1. Inventario etnobiológico de la biodiversidad usada en el municipio de Sinanché. Basado en categorías de uso, según Hernández (1986).

Nombre común 1. Sac-catzin 2. Box-catzin 3. Dziuché 4. Chulul 5. Ha’abin 6. Tsitsilché 7. Huaxin 8. Ya’ax-ek 9. Perescuch 10. Subim 11. Tzalam 12. Chacah 13. Chucum 14. Boh

Forestales Especie Mimosa bahamensis Acacia gaumeri Pithecellobium lanceolatum Apoplanesia paniculata Piscidia piscipula Gymnopodium floribundum Leucaena leucocephala Pithecellobium leucospermum Croton glabellus Acacia cornigera Lysiloma latisiliquum Bursera simaruba Pithecellobium albicans Agave fourcroydes

33. Catzín 34. Sandía 35. Maíz

15. Ramon 16. Roble 17. Alamo 18. Huano 19. Henequén 20. Sábila 21. Cedro 22. Xpelon 23. Chaya

Forrajeras Brosimun alicastrum Ehretia tinifolia Ficus conitifolia Sabal mexicana; Sabal yapa Agave fourcroydes Alóe vera Cedrela mexicana Vigna unguiculata Cnidoscolus chayamansa

Frutales comestibles 46. Aguacate Persea americana 47. Guanábana Annona muricata 48. Naranja dulce Citrus sinensis 49. Coco Cocus nucifera 50. Saramuyo Annona squamosa 51. Limón indio Citrus limonum 52. Limón persa Citrus sp. 53. Grosella Phyllanthus acidus 54. Mandarina Citrus reticulata 55. Tangerina Citrus sp. 56. Tauch Diospyros ebenaster 57. Choch Lucuma hypoglauca 58. Tamarindo Tamarindus indicus 59. Pitahaya Hylocereus undatus 60. Mango Mangifera indica 61. Huaya Talisia olivaeformis 62. Naranja agria Citrus aurantium 63. Guayaba Psidium guajava 64. Nance Byrsonima crassifolia 65. Ciruela Spondias sp. beliceña

24. Solen ak 25. Yaax ak 26. Tzotz kab 28. Tahonal 27. Tsitsilché 28. Bohom 29. Habim 30. Chacá 31. Tzalam 32. Chucum

Nectaropoliníferas Urechites andrieuxii Arrabidaea floribunda Mentzelia aspera Viguieria dentata Gimnopodium antigonoides Cordia alliodora Piscidia comunis Bursera simaruba Lysiloma bahamensis Pithecelobium albicans

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Acacia gaumeri Citrullius lanatus Zea mays

Plantas cultivadas en la milpa 36. Xmehenal Zea mays 37. Xnucnal Z. mays 38. Maíz híbrido Z. mays 39. Calabaza Cucurbita pepo C. moschata 40. Ib Phaseolus lunatus 41. Xpelon Vigna unguiculata 42. Tzama P. vulgaris 43. Xcolibu’ul P. vulgaris 44. Camote Ipomea batatas 45. Jícara Crescentia cujete

Campesinos-pescadores de Yucatán: uso de la biodiversidad y apropiación de recursos naturales costeros

66.Ciruela chi-abal 67. Ciruela k’anabal 71. Mamey 72. Zapote 73. Ciricote 74. Cocoyol 75. Plátano manzano 76. Plátano huatano 77. Tamarindo 78. Toronja 79. Cayumito blanco 80. Uva de mar 81. Naranja agridulce 82. Cajera 83. Lima 84. Naranja de San José 85. Granada

Spondias purpurea L. Spondias sp. Calocarpum mammosum Achras zapota Cordia dodecandra Acrocomia mexicana Musa sp. Musa sp. Tamarindus indicus Citrus grandis Chrysophyllum cainito Coccoloba uvifera Citrus sp. Citrus amara, Citrus dulcamara Citrus aurantifolia Citrus sp. Punica granatum

Condimenticias 86. Yerbabuena Mentha spp. 87. Achíote Bixa orellana 88. Orégano Oringanum vulgare ORNAMENTALES 89. Limonaria Murraya paniculata 90. Tulipán Hibiscus rosa-sinensis 91. Ruda Ruta chalapensis 92. Rosa Rosa spp. 93. Oreja de Dichondra repens ratón 94. Zacate Zoysia japonica japonés 95. Helechos Achrostichum sp. 96. Copó Ficus sp

Hortalizas Raphanus sativus L. Cucurbita spp. Solanum lycopersicum Cucumis sativus

97. Rábano 98. Calabaza 99. Jitomate 100. Pepino blanco y verde 101. Sandía Citrullus lanatus L. 102. Cilantro Coriandrum sativum 103. Chile Capsicum chinense habanero 104. Chile dulce Capsicum annuum 105. Xpelón Vigna unguiculata 106. Colinabo Brassica napobrassica 107. Chayote Sechium edule L. 108. Cebolla Allium cepa 109. Papaya Caryca papaya 110. Camote Ipomea batatas 111. Chile xcat-ik Capsicum annuum 112. Remolacha Beta vulgaris 113. Maíz Zea mays 114. Azucena Lilium spp 115. Lechuga Lactuca sativa L 116. Melón Cucumis melo 117. Repollo Brassica oleracea L. 118. Jícama Pachyrhizus erosus L. 119. Macal Xanthosoma violaceum Colocasia esculenta 120. Berenjena Solanum melongena Fauna silvestre comestible Mamíferos 121. Venado Odocoileus virginianus cola blanca 122. Tejón Nasua nasua 123. Jabalí Tayassu tajacu de collar 124. Tepezcuintle Agouti paca 125. Oso Tamandua mexicana hormiguero 126. Tigrillo Felis wiedii

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127. Pavo de monte 128. Codorniz

129. Iguana 130. Lagarto

Aves Agriocharis ocellata Colinus nigrogularis Reptiles Ctenosaura sp Crocodilus sp

Peces 131. Mero Epinephelus morio 132. Cabrilla E. adscencionis 133. Lenteja E. druscendhayi 134. Cherna E. itajara 135. Corvina Cynoscion nebulosus y C. arenarius 136. Huachinango Lutjanus campechanus 137. Bonito Euthynus alleratus 138. Ronco Haemulon aeroliniatum 139. Mojarra Eusynostomus argenteus

Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 40

140. Chac chi Haemulon plumieri 141. Cazón Rhizoprionodon terranovae 142. Sierra Scomberomorus maculatus 143. Carito S. cavalla 144. Pargo Lutjanus griseus y L. analis 145. Mojarra Cichlasoma sp. 146. Bagre Rhambdia sp. 147. Bolín Poecilia sp 148. Lejavines y bolines Gambusia sp 149. Abanderados Poecilia velifera

150. Artemia

Acuacultura Artemia salina

Apicultura 151. Abeja italiana Apis mielifera 152. Abejas autóctonas (Xunancab) Trigona sp. y Melipona sp

El aguacate como eje de una estrategia de desarrollo regional en Nayarit Recibido: 12 de junio de 2009 Aceptado: 3 de marzo de 2010

Nicolás Morales Carrillo1 Tomás Gamboa Zatarain2

Resumen El presente proyecto se realizó en la región aguacatera de Nayarit. La investigación tiene su base teórica en los conceptos del desarrollo rural regional, el desarrollo local y territorial, así como en la competitividad de las cadenas agroalimentarias: Se aplican conceptos de la planeación estratégica. En Nayarit existen las condiciones agroecológicas para producir aguacate, sin embargo en cuanto a los aspectos tecnoproductivos se observan deficiencias que se pueden solventar con los programas sugeridos aquí. En cuanto a la organización de los productores se requiere de mayor información y compromiso, así como integrarse en una red de valor donde cada cual aporte en lo que es eficiente. Existe un mercado en crecimiento y competitivo, el cual requiere ser segmentado para enfocar las estrategias de comercialización. Con estas acciones se puede contribuir a que la cadena productiva aguacate, se transforme en uno de los ejes importantes para el desarrollo rural de la región, mediante el valor y empleo que genera. Palabras clave: competitividad de las cadenas agroalimentarias, planeación estratégica, red de valor, ventajas comparativas

The avocado as a base for a regional-development strategy in Nayarit Abstract This project was carried out in the avocado-growing region of the state of Nayarit. The research has its theoretical roots in the concepts of rural regional development, local and territorial development, as well as in the competitiveness of the agricultural food chains. Strategic planning concepts are also applied in this work. Nayarit has the agroecological conditions needed to produce avocados; there are deficiencies in the technical productive aspects, and these can be resolved with the programs suggested here. As far as the producer organization is concerned, they need more information and commitment, as well as a network of evaluation, in order to enable each producer to contribute what they are most efficient at doing. The market exists, it is growing and competitive, and needs to be segmented in order to give direction to marketing strategies. With these actions,

1 Profesor-Investigador de la Universidad Autónoma Chapingo- crucen. 2 Estudiante graduado en la Maestría en Desarrollo Rural Regional. Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 41

Nicolás Morales Carrillo y Tomas Gamboa Zatarain

it is possible to contribute to the avocado production chain becoming one of the important axes of rural development in the region, through the value and jobs that it generates. Keywords: competitiveness of agri-food chains, strategic planning, value network, comparative advantages. Introducción En el nivel mundial los principales productores de aguacate son México, Indonesia, Estados Unidos, Colombia, Brasil y Chile. En la actualidad México mantiene el primer lugar en producción y exportación, siendo a su vez Michoacán el estado que cosecha la mayor producción; sin embargo el cultivo se ha extendido a otras entidades federativas y Nayarit ocupa el segundo lugar en producción, dedicando los municipios de Tepic, Xalisco y San Blas el mayor número de hectáreas para producir este fruto. En Tepic y Xalisco predomina la variedad Hass, mientras que San Blas produce variedades antillanas y criollo. El principal objetivo de este trabajo es analizar las condiciones enfrentadas por los productores de aguacate en el estado de Nayarit y las posibilidades que la cadena agroalimentaria ofrece para el desarrollo regional. Como objetivos particulares se tiene lo siguiente: a) analizar los factores ambientales, económicos, sociales y político-institucionales que inciden sobre la producción de aguacate en la región de estudio; b) caracterizar los sistemas productivos del aguacate en Nayarit para conocer su rentabilidad; c) analizar el grado de integración de la cadena agroalimentaria del aguacate a través de su estructura y dinámica de funcionamiento y, d) Proponer algunas estrategias para posicionar al aguacate producido en Nayarit, como eje del desarrollo rural regional. La hipótesis del estudio es que en Nayarit existen las condiciones ecológicas, tecnoproductivas, de organización de los productores, así Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 42

como un entorno de políticas públicas y un mercado favorables, que posibilitan que la cadena productiva de aguacate pueda transformarse en uno de los ejes importantes para el desarrollo rural de la región, siempre y cuando en la acción de los agentes involucrados, se hagan acuerdos y se trabaje en una estrategia de desarrollo con visión compartida por todos. La presente investigación tiene su base teórica en los conceptos del desarrollo rural regional, el desarrollo local y el territorial. También se aborda la competitividad de las cadenas agroalimentarias para analizar la situación de los aguacateros de Nayarit y se aplican conceptos de la planeación estratégica, para delinear algunas acciones que permitan fundamentar el desarrollo de los productores de aguacate en la región de estudio. En cuanto al concepto de desarrollo rural la Ley de Desarrollo Rural Sustentable (dof, 2001), lo conceptualiza como “un proceso de transformación social y económica que conduzca al mejoramiento sostenido y sustentable de las condiciones de vida de la población rural, a través del fomento a las actividades productivas agropecuarias, forestales, de pesca y de todas aquellas actividades de desarrollo social que se realicen en el ámbito de las diversas regiones, incluidas las actividades no agropecuarias”. El concepto de ruralidad ha venido cambiando, por ejemplo Echeverri y Rivero (2002), hablan de una nueva ruralidad planteando la reconsideración de la visión de “que lo rural es población dispersa centrada en el sector agropecuario, para pasar a la reconstrucción del objeto de trabajo y de política, al definir el ámbito rural como el territorio construido a partir del uso y apropiación de los recursos naturales, donde se generan procesos productivos, culturales, sociales y políticos”.

El aguacate como eje de una estrategia de desarrollo regional en Nayarit

La evidencia empírica y diversos estudios muestran que el desarrollo rural regional es desigual debido a la diferente dotación de recursos naturales entre las regiones, al nivel tecnológico, los conocimientos, acceso al financiamiento, infraestructura disponible y localización con respecto a los mercados. Markusen y Campolina (2003), indican que las diferencias espaciales entre las regiones se han visto incrementadas en el contexto de combinar liberalización, apertura de mercados, integración económica y descentralización. Lo anterior se refleja en la concentración de los flujos de crecimiento productivo y comercial en torno a las principales aglomeraciones urbanas y a los principales corredores comerciales, mientras que áreas rurales y zonas tradicionalmente aisladas y pobres, se han visto apartadas de las corrientes productivas y comerciales. Para enfrentar la situación anterior algunas regiones han llevado a cabo políticas de desarrollo económico local. Alburquerque (1999) y Guimarães (1997). De acuerdo con la ocde (2002), el desarrollo económico local se define como un esfuerzo “de abajo hacia arriba” de los actores locales para mejorar los ingresos, las oportunidades de empleo y calidad de vida en sus localidades, en respuesta a las fallas del mercado y de las políticas de los gobiernos nacionales que no han podido abatir la pobreza en áreas subdesarrolladas. Algunas características del desarrollo económico local son: la movilización de los actores locales para actuar como catalizadores del desarrollo y hacer uso de las ideas, energía y compromiso de la población local. Un amplio conocimiento de los problemas locales y por tanto puede diseñar acciones específicas que adaptan las políticas nacionales a las particularidades de las localidades. Las estructuras del desarrollo local constituyen un foro de participación que puede dar coherencia a la actuación de las instituciones de fomento y la concurrencia de

recursos. Según Alburquerque (1999), el desarrollo local “involucra a la mayoría de las actividades productivas existentes en todos los países, siendo fundamental en términos de empleo e ingreso y para la difusión territorial del progreso técnico y crecimiento económico”. Schejtamn y Berdegué (2003) mencionan que las experiencias en desarrollo económico local se han centrado fundamentalmente en las relaciones urbano-industriales, con una particular preocupación por la competitividad de empresas pequeñas y medianas como agentes principales de este desarrollo; aunque también existen estudios donde se aborda la problemática de los vínculos urbano-rurales, en términos del desarrollo rural articulado a ciudades intermedias. Para describir de mejor manera los procesos actuales de desarrollo regional, recientemente surge la visión territorial de lo rural (Cordero-Salas et al. , 2003 y Echeverri, 2006), la cual emerge como una aproximación y propuesta a una nueva visión del desarrollo rural sostenible en América Latina; este concepto se nutre de la visión del desarrollo regional y desarrollo económico local como una expresión de orden político, económico y social, que busca en esencia, mejorar la forma cómo se están visualizando y orientando las intervenciones, la formulación de políticas y los sistemas de planeación para el sector rural en América Latina (Echeverri y Ribero, 2002; De Janvry y Sadoulet, 2004). Schejtman y Berdegué (2003) definen el desarrollo territorial como “un proceso de transformación productiva e institucional en un espacio rural determinado, cuyo fin es reducir la pobreza rural. La transformación productiva tiene el propósito de articular competitiva y sustentablemente a la economía del territorio a mercados dinámicos. El desarrollo institucional tiene los propósitos de estimular y facilitar la interacción y concertación de los actores locales entre sí y entre ellos y los agentes externos relevantes, así mismo pretende incrementar las oportunidades Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 43

Nicolás Morales Carrillo y Tomas Gamboa Zatarain

para que la población pobre participe del proceso y de sus beneficios. Se trata de aprovechar adecuadamente las potencialidades de cada región en cuanto a sus recursos naturales, la infraestructura física, las actividades económicas, las dinámicas sociales de participación ciudadana y el capital social acumulado en el entramado institucional de cada territorio. El enfoque de desarrollo territorial propone algunos principios indicativos que han servido de base a los gobiernos locales para diseñar sus planes de desarrollo. Entre estos se puede mencionar la necesidad de valorar la pluriactividad y multifuncionalidad del medio rural para insertarse en los mercados, el desarrollo endógeno para aprovechar los recursos naturales y culturales disponibles en las regiones, el fomento del capital humano y social, la innovación tecnológica, la organización flexible de la producción y la generación de economías de aglomeración, la diferenciación de productos locales a base de denominaciones de origen y certificaciones de calidad, entre otras (Echeverri, 2006). En este marco conceptual, la presente investigación trata sobre un grupo de productores rurales, que habitan en un territorio que cuenta con ciertas características que le dan un valor potencial para producir aguacate y poder integrarse a mercados dinámicos para mejorar sus condiciones de vida. Para ello es necesario hacer un plan de desarrollo que permita la integración de todos los participantes en la cadena agroalimentaria del aguacate en Nayarit y mejorar su competitividad. Bourgeois y Herrera (1996) y Chavarría et al. (2002), definen la cadena agroalimentaria como una concatenación de procesos donde intervienen diferentes actores, los cuales propician una serie de relaciones y ejecutan acciones para realizar una actividad específica en un espacio territorial determinado, con el fin de incorporar valor a las materias primas transformándolas en bienes y servicios que llegan al consumidor final. Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 44

Actualmente el concepto de “cadena” se ha reemplazado por el de “red de valor”, el cual se entiende como un sistema rápido, flexible y regido según las necesidades del cliente, que consiste en una red dinámica de alto rendimiento que conecta clientes y proveedores, junto con flujos de información y apunta a los clientes y a satisfacer la demanda real. Una red de valor no trata de suministrar productos sino de crear valor para los clientes, la empresa y los proveedores. La red reemplaza las conexiones secuenciales de la cadena de suministro por una red de relaciones cliente/proveedor. La red de valor no solo busca economías de escala, se enfoca en una respuesta rápida, múltiple y solidaria para adaptarse a la demanda heterogénea y fluctuante (Bouma, 2000). Chavarría et al. (2002), definen la competitividad como “un concepto comparativo fundamentado en la capacidad dinámica que tiene una cadena agroalimentaria localizada espacialmente para mantener, ampliar y mejorar de manera continua y sostenida, su participación en el mercado tanto doméstico como extranjero, por medio de la producción, distribución y venta de bienes y servicios en el tiempo, lugar y forma solicitados, buscando como fin último el beneficio de la sociedad”. De acuerdo con Porter (1982), la competitividad también se compone de ventajas comparativas y ventajas competitivas; las primeras son un tanto externas a las empresas y se relacionan con la dotación de recursos naturales y la localización, mientras que las segundas dependen del esfuerzo propio de la organización para desarrollar factores tales como la especialización tecnológica, el conocimiento, la estrategia de mercado y la capacidad empresarial en su totalidad.

Metodologia Para ubicar la problemática de estudio, el marco de referencia aborda el estado de la demanda y

El aguacate como eje de una estrategia de desarrollo regional en Nayarit

producción de aguacate, en el mundo y en México. Se analizan las normas arancelarias y no arancelarias para la comercialización de aguacate. Para identificar los factores ambientales, económicos y sociales que están limitando el desarrollo de los aguacateros de Nayarit, se hace un análisis documental y trabajo de campo, mediante entrevistas y encuestas. Se hace énfasis en los problemas principales, sus causas, sus efectos y la dimensión de los mismos. Al mismo tiempo, se identifican las potencialidades y oportunidades que tienen los productores de aguacate en el estado. Para caracterizar los sistemas productivos de aguacate en Nayarit se lleva a cabo un trabajo de campo, en el cual se aplica una encuesta a productores de aguacate para conocer su grado de organización, disponibilidad de infraestructura, tecnología empleada y costos de producción de acuerdo a la metodología de análisis de sistemas de producción (Dufumier, 1993). Con la información anterior y aplicando encuestas en los demás eslabones de la cadena, se hace un análisis de las fases de postcosecha, procesamiento y comercialización, con el fin de

determinar la estructura y la dinámica de la cadena de aguacate en Nayarit (Rojas et al., 2002; Morales, 2007). Se utilizan las herramientas de árboles de problema y el análisis de involucrados para describir la problemática de los productores de aguacate de Nayarit. Integrando el análisis de toda la información recabada, se aplican los principios de la planeación estratégica (Morales, 1999), para proponer algunos lineamientos a ser incluídos en un plan de desarrollo en el que los productores definen acciones a realizar en las fases de producción, procesamiento y comercialización.

Resultados Mercado del aguacate México, Indonesia, Estados Unidos, Colombia, Brasil y Chile, se ubican como los países productores de aguacate más importantes a nivel mundial. México ocupa el primer lugar con casi 33% de la producción y aporta 40% de las exportaciones en el mundo (figura. 1)

Otros países 24.5% México 32.8% Etiopía

2.6%

China

2.6%

Perú

3.2%

República Dominicana

4.5%

Chile

7.8% Indonesia

4.9% Brasil

5.3%

6.4% Estados Unidos 5.5% Colombia

Figura 1. Principales países productores de aguacate, periodo 2003-05. Fuente: Pollack and Pérez, (2006).

Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 45

Nicolás Morales Carrillo y Tomas Gamboa Zatarain

Los más grandes proveedores de aguacate de los Estados Unidos son México, Chile y República Dominicana, aunque México es el principal al tener acceso a 47 estados de la Unión Americana (cuadro 1). En la figura 2 se muestra el comportamiento de la producción y precios del aguacate en Estados Unidos, mostrando altibajos pero en el largo plazo se mantiene la producción alrededor de las 200 000 toneladas. Sin embargo, el consumo y las importaciones van en aumento (figura 3). En el nivel mundial también se observa un aumento de la demanda de aguacate, lo que representa una oportunidad para Nayarit, ya que podría incrementar su producción y diseñar las estrategias adecuadas para ofrecer calidad

y penetrar mercados aún no atendidos por Michoacán. Para aprovechar los tratados de libre comercio firmados por México, los aguacateros de Nayarit podrían enfocar sus esfuerzos de comercialización hacia países consumidores del fruto, como Japón, la Unión Europea, Estados Unidos y Canadá. En cuanto a los países de Centroamérica y América del Sur, ya se realiza el comercio del fruto, principalmente de las variedades antillanas. En México el cultivo de aguacate se ha extendido a 28 entidades federativas. Los estados que presentan mayor número de productores, de hectáreas cultivadas y mejores rendimientos son Michoacán, Nayarit, Morelos, Puebla y el

Cuadro 1. Exportaciones de aguacate Hass de México y Chile hacia Estados Unidos. País

2003 Ton

2004

Chile

90 254.5

93 596.6

114 783.3

71 156.2

111 713.1

México TOTAL

34 873.8 125 128.3

38 657.9 132 253.5

134 203.7 248 987.0

108 917.6 180 073.8

219 363.6 331 076.7

año

2005

2006

2007

Fuente: www.fas.usda.gov/ustrade, 2008.

Tonelada corta (S/T) 350 000

Precio

Producción

$/ton 2 500

300 000

2 000

250 000 1 500

200 000 150 000

1 000

100 000 500 50 000 0 2004/05

2003/04

2002/03

2001/02

2000/01

1999/00

1998/99

1997/98

1996/97

1995/96

1994/95

1993/ 94

1991/92

1992/93

1990/91

0

Fuente: Servicio Nacional de Estadisticas Agrícolas, EU Departamento de Agricultura.

Figura 2. Producción y precios del aguacate en Estados Unidos. Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 46

El aguacate como eje de una estrategia de desarrollo regional en Nayarit

Importación

Producción

Consumo

Millones de libras

Libras por persona

100.0

0.50

0.0

0.00 2001/02

1997/98

1992/93

1991/92

2003/04

1.00

2004/05

200.0

2002/03

1.50

2000/01

300.0

1999/00

2.00

1998/99

400.0

1995/96

2.50

1996/97

500.0

1994/95

3.00

1993/ 94

3.50

600.0

1990/91

700.0

Fuente: Servicio Nacional de Estadisticas Agrícolas, EU

Figura 3. Producción, importaciones consumo de aguacate en Estados Unidos. Departamento de Agricultura;y Oficina de Censo, EU. Departamento de Comercio Fuente: Pollack and Pérez, (2006)

Estado de México (cuadro 2). La mayor producción de aguacate se presenta para el estado de Michoacán de octubre a abril; en el Estado de México de junio a diciembre; en Morelos de febrero a agosto; en Nayarit de agosto a marzo y en Puebla de mayo a agosto, así entonces, México cuenta con producción de aguacate durante todo el año El estado de Nayarit tiene 2 639.27 hectáreas de aguacate en los municipios de Tepic, Xalisco y San Blas, aunque en este último las variedades

que predominan son Choquette, Boot y criollo, debido principalmente a las condiciones de altura. Las cifras que se exponen en el cuadro 3, corresponden únicamente a la superficie cultivada con la variedad Hass. Para la comercialización del aguacate los productores deben observar la aplicación de diversas normas como son la nom-128-scfi-1998 (Información Comercial sobre Etiquetado De Productos Comerciales-Aguacate), la nmx-ff-006, encargada de definir los términos empleados con mayor fre-

Cuadro 2. Principales estados productores de aguacate en México. Estado Michoacán Morelos Nayarit Puebla Edo. de México

Superficie Programada (ha) 99 091 2 514 2 683 2 085 1 853

Superficie Sembrada (ha) 98 463 2 514 2 689 2 483 1 947

Superficie Cosechada (ha) 92 713 2 514 2 681 2 468 1 708

Producción Obtenida 884 729 20 552 22 711 13 291 17 686

Rendimiento Ton/Ha 9.54 8.17 8.4 5.38 10.35

Fuente: www.siap.sagarpa.gob.mx/2008.

Cuadro 3. Principales municipios productores de aguacate Hass en Nayarit. Municipio

ha

%

Xalisco

913.46

46%

Tepic

759.63

38%

San blas

323.62

16%

Sumas

1996.71 100% Fuente: Consejo Nayarita del Aguacate. 2006.

Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 47

Nicolás Morales Carrillo y Tomas Gamboa Zatarain

cuencia en la producción, manejo y comercialización de fruta en estado fresco, con la finalidad de establecer una forma de expresión común a las personas involucradas en estas actividades y la nmx-066-fito-1995, encargada de establecer las medidas fitosanitarias a seguir para la producción de aguacate, pues su aplicación garantiza que se estén atendiendo adecuadamente los huertos, para mantenerlos libres de plagas. En la norma también se establecen los requisitos mínimos necesarios que habrán de cumplirse para la circulación del producto y de esa manera obtener los certificados para la movilización del fruto.

Diagnóstico externo a los productores de aguacate Nayarit se encuentra en la región Centro Occidente del país, integrada por los estados de Jalisco, Michoacán, Aguascalientes, Zacatecas, Colima, San Luis Potosí, Querétaro y Guanajuato, que forma parte de la ruta del noroeste con uno de los ejes carreteros más importantes del tlcan que comunica el centro y occidente del país con el oeste de Estados Unidos y Canadá. Con ello se plantea que Nayarit tiene una ventaja comparativa, por las vías de comunicación, para eventualmente exportar aguacate a dichos países. Por otra parte, en un ejercicio de planeación, Nayarit tiene la posibilidad de orientarse al mercado del noroeste, norte y noreste de México, dejando a Michoacán y los demás estados productores las regiones centro y sur del país. En el entorno regional existen diversos factores ambientales, económicos y sociales que limitan el desarrollo de los productores de aguacate. Dentro de los problemas ambientales cada municipio presenta problemática diferente; por ejemplo, Xalisco sufre de granizadas casi cada dos años, Tepic en época de lluvias tiene la presencia de fuertes vientos que derriban sus árboles y San Blas en el verano sufre de la presencia de vientos huracanados que recorren su costa Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 48

y montaña; sin embargo el tipo de suelo de los tres municipios es altamente favorable para el cultivo de aguacate. Las limitantes económicas radican básicamente en lo pequeño de las unidades de producción (la mayoría son de una a cinco hectáreas), el difícil acceso al crédito, la no aplicación de paquetes tecnológicos, la falta de riego en las huertas, la insuficiente investigación y asistencia técnica, así como el bajo valor agregado por la falta de infraestructura para seleccionar, empacar y transformar el aguacate. En términos de mercado el problema fundamental radica en la falta de certificación de los huertos y la baja calidad del fruto, la dependencia hacia los intermediarios, el bajo valor agregado y la falta de una estrategia de comercialización que permita a los productores posicionarse en los mercados. Los aspectos sociales que limitan el desarrollo de los aguacateros de Nayarit, radican principalmente en la poca participación de las figuras organizativas existentes, pues parecen haber sido creadas con fines de control político, aunque cabe reconocer el esfuerzo realizado por el Consejo Nayarita del Aguacate, para coadyuvar en las acciones de estas figuras. Para resumir los aspectos sociales, se hace un análisis de la opinión de los actores involucrados en la producción de aguacate, mismos que dadas la importancia comercial del fruto, tienen interés en articular los eslabones de la cadena, por concebir que este cultivo puede representar una importante fuente de ingresos y un pilar del desarrollo regional (cuadro 4).

Problemas tecnoproductivos. Para sistematizar la problemática al interior de las unidades de producción, se presentan los árboles de problema donde se identifican las causas y sus efectos en opinión de los productores. El problema de bajos rendimientos en la produc-

El aguacate como eje de una estrategia de desarrollo regional en Nayarit

Cuadro 4. Matriz de análisis de involucrados en la producción de aguacate en Nayarit. Grupos

Intereses

Problemas percibidos

Recursos y mandatos

Conflictos potenciales

Productores

Incremento de la calidad de la fruta. Implementar un sistema de control. Contratar con asistencia técnica especializada en manejo poscosecha. Erradicar la plaga de los gusanos barrenadores de fruto y rama Incrementar el número de hectáreas.

No se aplica la nom066-fito-1995. Sistema de seguimiento a nivel parcelario. Especialistas en control de calidad y manejo poscosecha.

Disminuir los daños por plagas y enfermedades Generar un expediente técnico por huerto. Un validador y un profesional por c/500 ha. Ofertar fruto de mayor calidad al mercado. Obtener la certificación de zonas libres de plagas.

Los productores no se hallan convencidos. Falta de recursos económicos. Falta de confianza hacia el uso del empaque.

Técnicos

Gobiernos municipales Gobierno Estatal

Académicos

Establecimiento de programa común entre cesavenay y productores No existe un programa Producir vareta de específico. aguacate criollo para portainjerto Fortalecer el SistemaLos productores no lo- Fortalecer el desarrollo Producto. gran arribar adecuada- de la cadena y la compemente a los programas titividad de cada eslabón. de fomento. Los principales se iden- Se cuenta con una inGenerar el conocimiento y su aplicación. tifican con la organiza- fraestructura organizatiInvestigación para de- ción de los productores. va, operativa y financiera. sarrollar tecnologías.

No existe disponibilidad de los productores. Los recursos municipales son insuficientes. No existe un plan operativo para que los recursos de gobierno bajen al productor. No existen conflictos, pues la necesidad de abordar la investigación es más importante.

Fuente: Elaboración propia con datos de campo, 2007.

ción se debe principalmente a la deficiente fertilización y a la falta de sistemas de riego, poco conocimiento de la tecnología existente y una cultura pobre para control fitosanitario (figura 4). Los problemas postcosecha se deben a la poca infraestructura de acopio, selección y empaque; además del corte del fruto antes de su madurez fisiológica y a la ausencia de industria (figura 5).

Estructura y dinámica de la cadena de aguacate en Nayarit. La importancia económica y social alcanzada por el aguacate en la actualidad, representa para los nayaritas un Sistema-Producto de interés por ser considerado como una fuente gene-

radora de empleos, con una amplia posibilidad de obtener ingresos útiles para mejorar la calidad de vida de productores y de todos aquellos eslabones participantes. La estructura de la cadena productiva aguacate en Nayarit se conforma por 1026 productores, organizados en 17 figuras asociativas. En esta investigación se identifican cinco tipos de productores caracterizados por el tamaño del huerto y la tecnología empleada. En términos generales a mayor tamaño de huertas se aplica un paquete tecnológico más completo y los costos de producción aumentan, aunque también se incrementa el rendimiento y la calidad, por tanto la utilidad neta es mayor para los productores con más superficie (cuadro 5).

Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 49

Nicolás Morales Carrillo y Tomas Gamboa Zatarain

Desmoralización del productor

Casi nula capacidad de capitalización

Bajos ingresos

Mal manejo del huerto

Bajos rendimientos en aguacate

Deficiente fertilización y control fitosanitario

Escasa investigación

Inexistencia de riego

Poco acceso a paquetes tecnológicos

Desconocimiento de nuevas tecnologías

Escasa planeación

Desorganización

Presencia de plagas

Mal estado del huerto

Figura 4. Árbol de problemas relacionado con bajos rendimientos. Fuente: Elaboración propia con datos de campo, 2007. No hay posicionamiento en el mercado Nula presentación del producto en los mercados

No se trabaja en agregar valor al producto.

No se definen las calidades del fruto

Poscosecha de aguacate Materia prima para otros estados

Existen solamente 6 empaques

Unidades de producción pequeñas

Desconocimiento de métodos de manejo.

No hay industria de transformación

Se vende a pie de hurta

Organizaciones descapitalizadas

Figura 5. Árbol de problemas relacionado con aspectos de poscosecha. Fuente: elaboración propia.

Estructura y dinámica de la cadena de aguacate en Nayarit Actualmente la importancia económica y social alcanzada por el aguacate representa para los nayaritas un Sistema-Producto de interés por ser considerado como una fuente generadora de empleos, con una amplia posibilidad de obtener ingresos útiles para mejorar la calidad de vida de Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 50

productores y de todos aquéllos que participan en los eslabones de la cadena productiva. La estructura de la cadena productiva de aguacate en Nayarit se conforma por 1 026 productores, organizados en 17 figuras asociativas. En esta investigación se identifican cinco tipos de productores caracterizados por el tamaño del huerto y la tecnología empleada. En térmi-

El aguacate como eje de una estrategia de desarrollo regional en Nayarit

nos generales mientras mayor es el tamaño de las huertas se aplica un paquete tecnológico más completo y los costos de producción aumentan, aunque también se incrementa el rendimiento y la calidad, por tanto, la utilidad neta es mayor para los productores con más superficie (cuadro 5). Otros integrantes de la cadena son 15 viveros que producen planta de aguacate Hass, utilizando el aguacate criollo como patrón, mismos que no logran abastecer la demanda interna. Éstos emplean tecnología rústica y una gran cantidad de plantas no reúne los requisitos mínimos necesarios para su replante en el huerto, lo cual motiva a los productores adquirir la planta fuera del estado, principalmente en Michoacán. En la región existen aproximadamente 22 proveedores de insumos de materiales químicos y orgánicos básicos para el cuidado de los huertos. La problemática principal es que el productor compra de manera individual con altos costos en los insumos. En cuanto a los comercializadores, la cadena se estructura con agentes como el acopiador local, intermediarios, mayorista en centrales de abasto y detallista. La infraestructura de selección y empaque está limitada a seis establecimientos, aunque sólo dos de ellos tienen equipamiento adecuado y no existe la industria de transformación del aguacate. En conclusión, puede decirse que la estructura de la cadena productiva del aguacate en Nayarit se encuentra desarticulada y está lejos

de concebirse como un conglomerado de empresas que compartan conocimientos, tecnología, proveeduría, asistencia técnica y alianzas estratégicas para posicionarse en el mercado con productos diferenciados. No obstante lo anterior, en términos de generación de empleos se estima que el aguacate demanda aproximadamente 93 254 jornales/año en campo; adicionalmente, en los viveros, proveedores de insumos, empaques y organizaciones se estiman 218 empleos permanentes. Considerando un pago de jornal de $150/día, la contribución económica del aguacate en el empleo asciende a 25.9 millones de pesos. En cuanto a la dinámica de funcionamiento de los actores integrantes de la cadena agroalimentaria, se puede afirmar que es limitada por el desconocimiento del mercado para orientar adecuadamente la diferenciación del producto nayarita. No se cuenta con la industria necesaria para aprovechar el fruto de baja calidad y tampoco se han desarrollado esquemas accesibles de financiamiento para la adopción de avances tecnológicos, como el riego presurizado, requeridos para aumentar la productividad. Es necesario consolidar la organización y con ello implementar un sistema de trazabilidad en el nivel de huerto para lograr que todos los productores obtengan la certificación para exportar. Una conclusión más es que las variables demográficas como edad, escolaridad, experiencia y organización, sí influyen sobre la productividad y el

Cuadro 5. Resumen de costo de producción y utilidad de aguacate producido en Nayarit.

Tamaño de la huerta 1-5 5-10 10-15 15 y más Orgánico

Costo producción $/ha $17 390.00 18 190.00 20 510.00 21 520.00 20 900.00

Rendimiento ton/ha 9 10 13 16 8.2

Precio venta/ton $ 3 137.00 3 330.00 3 300.00 3 800.00 6 500.00

Utilidad neta/ha $ 10 843.00 14 810.00 22 390.00 39 280.00 32 400.00

Fuente: Elaboración propia con datos de campo, 2006. Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 51

Nicolás Morales Carrillo y Tomas Gamboa Zatarain

ingreso de los productores, por tanto, es necesario diseñar políticas de fomento diferentes para cada tipo de productor.

Propuestas de desarrollo En la búsqueda de soluciones para resolver la problemática que aqueja a los productores de aguacate de Nayarit, se propone consolidar la organización de productores con acciones de capacitación, integración y planeación estratégica, (figura 6), asimismo se propone mejorar los sistemas de producción mediante la implementación de un programa de monitoreo para la detección oportuna de plagas, la adopción de sistemas de riego y la investigación en sobre prácticas agrícolas adecuadas, entre otros. Para optimizar los procesos postcosecha se proponen cuatro grandes programas: a) fortalecer la infraestructura de selección y empaque; b) generar inversión en la industria de transformación del fruto; c) fomentar las buenas prácticas agrícolas, y d) buscar

BENEFICIOS DE LA ORGANIZACION

fuentes de financiamiento para darle valor agregado a la producción. Adicionalmente se requiere implantar un método que permita amalgamar la diferenciación del fruto y la investigación de mercado para diseñar mejores estrategias de comercialización (figura 7).

Conclusiones Los factores ambientales, económicos y sociales enfrentados por los productores de aguacate en Nayarit, contrarrestan la ventaja comparativa que podrían tener por la ubicación geográfica de la región aguacatera que cuenta con buenas vías de comunicación, cercanía al mercado del norte de México, suelos y clima aceptables, y está mejor posicionado que Michoacán con respecto a la frontera con Estados Unidos. Otros factores que restan competitividad a los aguacateros de Nayarit, es lo pequeño de sus unidades de producción y la desorganización para consolidar oferta; adolecen de investigación, transferencia de tecnología, asistencia

INTEGRACION DE UN CLUSTER

NUEVAS FIGURAS FOLLETOS INFORMATIVOS

PLANEACION CON ESLABONES

TALLERES DE INFORMACION

VALOR AGREGADO ESTUDIO DE MERCADOS PLAN DE PRODUCCION

PLANEACION ESTRATEGICA

CONSOLIDAR LA ORGANIZACION

CONTABILIDAD FINANCIAMIENTO

MANEJO DE INVENTARIOS

ESTATUTOS COMERCIALIZACION

CAPACITACION EMPRESARIAL

ADMINISTRACION DE EMPRESAS

Figura 6. Aspectos a considerar para consolidar el proceso de organización. Fuente: Elaboración propia con resultados de trabajo de campo. 2007.

Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 52

El aguacate como eje de una estrategia de desarrollo regional en Nayarit

AGRICULTURA POR CONTRATO

SEGURIDAD DE VENTA

INVESTIGACION

SELECCION Y DIFERENCIACION

CAPACITACION

INFRAESTRUCTURA DE EMPAQUE

COMERCIALIZACION ESTUDIO DE MERCADOS

GESTION INVESTIGACION

PLAN DE MERCADOTECNIA

FINANCIAMIENTO PLANEACION ESTRATEGICA

Figura 7. Aspectos a considerar para resolver problemas de comercialización.

técnica y acceso al crédito. En términos de mercado su problema fundamental es la falta de certificación de los huertos y la baja calidad del fruto, además de la dependencia de los intermediarios, el bajo valor agregado y la falta de una estrategia de comercialización que les permita posicionarse en los mercados. Con base en el análisis de los sistemas de producción de aguacate en el estado de Nayarit, se puede concluir que a mayor superficie destinada al aguacate, los productores aplican un paquete tecnológico más completo, con lo que mejoran los rendimientos. Para los productores de más de 10 hectáreas los principales factores que limitan su desarrollo son tecnológicos y ambientales, aunque la venta de su producto es más o menos segura y a mejor precio, aunque la comercialización no deja de ser un problema para ellos. Los productores con menos de 10 hectáreas tienen mayores problemas tecnológicos y el manejo del huerto es más deficiente conforme disminuye la superficie de aguacate, lo cual repercute en el bajo rendimiento y calidad del

producto. Para este estrato de productores son factores limitantes de su desarrollo los ambientales, tecnológicos y de comercialización. En general este tipo de productor requiere que se mejoren los servicios de investigación, asistencia técnica y acceso al financiamiento. Estos aspectos son sobre todo importantes para los productores de entre una y cinco hectáreas. Desde el punto de vista de la estructura y dinámica de la cadena aguacate en Nayarit, los productores son poco competitivos y no han podido posicionarse en el mercado, pues para ello requieren organización, acuerdos para trabajar juntos y crear los lazos de cooperación necesarios para competir en el mercado nacional e internacional del aguacate. Con respecto a la hipótesis de esta investigación, se puede concluir que en Nayarit existen las condiciones agroecológicas para producir aguacate; sin embargo en cuanto a los aspectos tecnoproductivos se observan deficiencias que se pueden solventar mediante un plan de desarrollo. En cuanto a la organización de los productores se concluye que requieren de mayor informaRevista de Geografía Agrícola núm. 44 / 53

Nicolás Morales Carrillo y Tomas Gamboa Zatarain

ción y compromiso, así como integrarse en una red de valor donde cada cual aporte en lo que es eficiente, asimismo se considera que existe un entorno de políticas públicas favorable porque hay programas de fomento disponibles para los productores y un mercado en crecimiento y competitivo, el cual requiere ser analizado para determinar los segmentos de mercado para los cuales los productores de Nayarit deban enfocar sus estrategias de comercialización. Los programas y proyectos aquí planteados, son sólo una parte de los consensos que se deben buscar entre los integrantes de la cadena productiva del aguacate, para lo cual se sugiere llevar a cabo una taller de planeación donde se acuerden la visión y misión, así como las políticas de fomento; es necesario que se depuren los programas propuestos en este artículo, se prioricen los proyectos sugeridos y sobre todo se definan el compromiso y la participación de todos los actores. En este mismo ejercicio de planeación se tomarán los acuerdos para la coordinación institucional, la gestión de recursos, la ejecución de acciones y la definición de los indicadores para evaluar el impacto del plan de desarrollo regional que se elabore. Los aspectos anteriormente expuestos pueden contribuir a que la cadena productiva aguacate se transforme en uno de los ejes importantes para el desarrollo rural de la región, siempre y cuando la acción de los agentes involucrados contemple acuerdos y trabajos, dentro de una estrategia de desarrollo con visión compartida por todos. Al retomar el concepto de desarrollo territorial, el cual básicamente consiste en una transformación productiva e institucional de un espacio determinado para reducir la pobreza; se puede afirmar que los productores de aguacate en Nayarit requieren mejorar su productividad con acceso al financiamiento, tecnología e infraestructura y así poder hacer más rentables sus unidades de producción. Con respecto a Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 54

la transformación institucional se exige que el Consejo Nayarita del Aguacate cumpla con su función, que las organizaciones desarrollen su actividad y las instancias gubernamentales otorguen las facilidades para fortalecer los planes que emanen de los actores de la cadena. En cuanto al concepto de desarrollo económico local, el presente trabajo de investigación muestra evidencia empírica de que los productores de aguacate están haciendo un esfuerzo “de abajo hacia arriba” para mejorar sus ingresos, como respuesta a la globalización de los mercados y las deficiencias en políticas públicas que no han podido erradicar la pobreza en el medio rural. Con los datos de campo al año 2006, se estima que la cadena productiva aguacate en Nayarit, contribuye al desarrollo regional con aproximadamente 79.5 millones de pesos en valor de la producción, en empleos representa 25.9 millones; así entonces, el aporte total a la economía de la región asciende a 105.4 millones de pesos, esto sin considerar el valor agregado que se está dejando de hacer.

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Los productores de amaranto en la Zona de Conservación Ecológica Teuhtli Recibido: 22 de enero de 2010 Aceptado: 8 de abril de 2010

Beatriz Ramírez Meza1 Guillermo Torres Carral2 Pedro Muro Bowling3 José Muruaga Martínez4 David López Monroy5

Resumen Las áreas rurales del Distrito Federal enfrentan graves problemas de erosión de suelos y contaminación del medio. Mediante la gestión ante instancias sus productores y actores sociales ante instancias del gobierno federal, persisten en la búsqueda de apoyo técnico y económico para salvaguardar la Zona de Conservación Ecológica Teuhtli, que mundialmente está reconocida como un reservorio de diversidad genética para el cultivo del amaranto (Amaranthus hypochondriacus). En donde la producción de su semilla es una actividad de gran importancia económica, social, cultural y ambiental. Entre los beneficios más importantes del amaranto están su relevante valor nutritivo (similar a la leche de vaca) y su alta rentabilidad, que permite a los productores una ganancia de más de 100% de la que obtendrían en una inversión de libre riesgo. La presente investigación se llevó a cabo mediante un enfoque agroecológico apoyado con la aplicación de cuestionarios y entrevistas. El objetivo del trabajo fue analizar los procesos socioculturales de los productores de amaranto en la Zona de Conservación Ecológica Teuhtli, ubicada en Santiago Tulyehualco, delegación Xochimilco, México, d.f. De sus resultados se desprende la conclusión de que los productores, por medio de la organización, han logrado preservar el cultivo y la variabilidad genética del amaranto, además de sus tradiciones, identidad y entorno. Palabras clave: agricultura periurbana, conservación de recursos, Tulyehualco, unidades de escurrimiento, patrimonio agrícola cultural.

Amaranth producers in the Teuhtli Ecological Conservation Zone Abstract The rural areas of the Federal District face serious problems of soil erosion and environmental contamination. Producers and social actors in this area have persisted in knocking on the doors of various 1 Colaboradora en el Campo Experimental Valle de México, Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias. 2 Profesor- Investigador del Departamento de Sociología Rural, Universidad Autónoma Chapingo. 3 Profesor- Investigador del Departamento de Sociología Rural, Universidad Autónoma Chapingo. 4 Investigador del Campo Experimental Valle de México, Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias. 5 Profesor- Investigador del Departamento de Preparatoria Agrícola, área de disciplinas Humanísticas, Universidad Autónoma Chapingo.

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Beatriz Ramírez Meza, Guillermo Torres Carral, Pedro Muro Bowling, José Muruaga Martínez y David López Monroy

federal government agencies, searching for technical and economic support to protect the Teuhtli Ecological Conservation Zone. Teuhtli is renowned on a world-wide level as a reservoir of genetic diversity for the cultivation of amaranth (Amaranthus hypochondriacus), and the production of its seed is an activity of great economic, social, cultural and environmental importance. Among the most important benefits of amaranth are its significant nutritional value (similar to that of cow’s milk) and its high profitability, which allows producers to earn a profit of 100% more than if they were to invest in risk free investments. This research project was carried out with an agroecological approach, supported by the application of questionnaires and interviews. The goal of the project was to analyze the sociocultural processes of amaranth producers in the Tehutli Ecological Conservation Zone, located in Santiago Tulyehualco, in the Delegation of Xochimilco, Mexico City, Federal District. The results of this work have led to the conclusion that the producers, through their organization, have managed to preserve the cultivation and genetic variability of amaranth, in addition to preserving their traditions, identity and surroundings. Key words: peri-urban agriculture, resource conservation, Tulyehualco, drainage basin, agricultural cultural heritage.

Introducción Actualmente, los efectos de la contaminación del agua, suelo y aire son problemas que no podemos dejar de lado, sobre todo porque éstos son mayores en zonas donde existe alta concentración de población, como las áreas urbanas, cuya presión ha reducido los espacios verdes, y aquellos que han sobrevivido se convierten en zonas de vital importancia para la conservación y salvaguarda del medio ambiente. Tal es el caso Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 58

de la Zona de Conservación Ecológica Teuhtli, ubicada en Santiago Tulyehualco, delegación Xochimilco, al sur de la Ciudad de México. Torres et al. (2000) mencionan que las áreas periurbanas dedicadas a actividades agropecuarias presentan altos niveles de erosión del suelo, pérdida de diversidad biológica, deforestación, sedimentación de los cuerpos de agua, contaminación de mantos acuíferos, ineficiente uso del suelo y mal manejo de recursos naturales, que en conjunto, reducen la capacidad de sustentación para la actividad humana en estos espacios geográficos. Los productores de amaranto (Amaranthus hipochondriacus) de Santiago Tulyehualco, mediante la gestión de apoyos y ayuda de instancias nacionales e internacionales como la fao6, han trabajado en la resolución del problema de erosión de su entorno natural. Los faldeos de volcán inactivo Teuhtli7 son importantes para los productores, debido a que en ellos se encuentran sus terrenos de cultivo, y pese a los problemas que enfrentan tratan de no ceder a las presiones de espacio; es por eso que preservar un área con estas características les obliga a entrar en la dinámica de protegerla para ellos y para las futuras generaciones (foto 1). En el año 2002 se llevó a cabo el proyecto Manejo Sustentable de Unidades de Escurrimiento en la Zona de Montaña, Xochimilco, el cual integraba el de “Manejo Sustentable de Cuatro Unidades de Escurrimiento de Montaña (uem) de Preservación Ecológica”. Financiados por la fao, se contó con asesoría y supervisión del organismo no gubernamental Fundación Agua y Medio Ambiente (amaac), coordinado por la Delegación Xochimilco. En este proyecto

6 FAO. Food and Agriculture Organization (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación). 7 El volcán Teuhtli pertenece a la provincia fisiográfica Eje Neovolcánico. Se originó en la era Cenozoica del periodo Cuaternario. Su relieve lo constituye la acumulación de ceniza de explosión piroclástica. Tiene 2 710 metros de altitud sobre el nivel del mar.

Los productores de amaranto en la Zona de Conservación Ecológica Teuhtli

Foto 1. El cultivo del amaranto en la zona montañoa

se plantea la importancia de preservar las zonas rurales, las cuales recientemente son objeto de decretos y legislaciones que las convierten en zonas de reserva ecológica y/o zona de recarga del acuífero de la Cuenca de México. Además, se propuso delimitar el área geográfica en unidades de trabajo, debido a que se considera esa superficie como una gran cuenca, que a su vez se divide en subcuencas, correspondientes a los escurrimientos de agua (lluvia o humedad). La zona montañosa sur de Xochimilco la integran cuatro subcuencas, de las cuales la subcuenca 1, formada por las áreas de escurrimientos del volcán Teuhtli y la zona montañosa de los pueblos de la delegación Milpa Alta, abarca las tierras ejidales y pequeñas propiedades de Santiago Tulyehualco, San Luis Tlaxialtemalco y San Gregorio Atlapulco de la delegación Xochimilco. Como resultado del proyecto Manejo Sustentable de Unidades de Escurrimiento en la Zona de Montaña Xochimilco, se llevó a cabo la construcción de gaviones en el área de escurrimiento de la ladera del volcán Teuhtli. Destinadas para contener el agua de lluvia, con el fin de evitar los deslaves del cerro, también se colocaron 11 cisternas que actualmente los productores aprovechan para cultivos de riego. Esto les ha per-

mitido la introducción de cultivos de hortalizas (Morales y Valdovinos, 2001). Para los productores, salvaguardar el entorno natural y las áreas de cultivo es esencial, ya que es donde a través del tiempo y de varias generaciones han conservado el de amaranto y su diversidad genética. El amaranto es un pseudo cereal que produce grano o semilla, pero de tamaño más pequeño. Existen tres especies del género Amaranthus que producen racimos cargados de semillas comestibles: Amaranthus hypocondriacus (foto2) y A. cruentus, nativos de México y Guatemala respectivamente, y A. caudatus, nativo de Perú y de otros países andinos. Las tres especies se producen en pequeña escala en valles aislados de México, Centroamérica y Sudamérica, donde habitan campesinos que han seguido cultivando las plantas que sembraron sus antepasados (Sánchez, 1980). “Con un gran contenido proteínico de un 16 por ciento, la semilla del amaranto compite bien con variedades convencionales de trigo (12-14%), arroz (7-10%), maíz (9-10%) y otros cereales de gran consumo. Los cereales se consideran ‘desbalanceados’ en su composición de aminoácidos, porque de ordinario carecen de suficientes Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 59

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Foto 2. Plantas de amaranto (Amaranthus hypochondriacus).

cantidades de lisina para que resulten óptimamente saludables. La proteína del amaranto, en cambio, contiene casi el doble de lisina que la proteína del trigo, el triple que la del maíz y tanta como se encuentra en la leche, el alimento por antonomasia. […] “el amaranto (alegría) es un complemento nutricional de los cereales ordinarios (la proteína del amaranto, por otra parte, es baja en leucina, pero este aminoácido se halla en exceso en otra fuente de proteína vegetal” (Plucknett et al., 1987).

En Santiago Tulyehualco los procesos socioculturales8 son parte integral de los productores 8 Foster (1988), para explicar el concepto sociocultural, define primero sociedad y cultura, uniéndolas después. Es por eso que “una sociedad concreta es una cosa en marcha "funciona y se perpetua a sí misma" porque sus miembros, aunque no se lo propongan, están de acuerdo en cuanto a las normas básicas para vivir juntos”. Además, la palabra cultura “es el resumen o síntesis de estas reglas que orientan la forma de vida de los miembros sociales. La cultura pudiera describirse como la forma común y aprendida de la vida Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 60

y constituyen, a la vez, una forma de cohesión. La familia es una institución en la que se observa el primer acercamiento a la socialización y, posteriormente, se convierte en apoyo y parte fundamental para seguir reproduciendo sus costumbres. De este proceso depende al final el que sigan conservando sus costumbres, lo que con el tiempo se convirtió en un factor fundamental de su identidad como grupo. Así, su capacidad de organización e identidad cultural los ha cohesionado permitiéndoles sobrevivir en contextos adversos, como lo es el Distrito Federal, donde se tiene contacto con diversos factores que pueden ocasionar la pérdida de este grupo rural. El objetivo del presente trabajo de investigación es analizar los procesos socioculturales de los productores de amaranto en la Zona de Conservación Ecológica Teuhtli. La hipótesis planteada para esta investigación es que a través del tiempo y de varias generaciones, mediante sus procesos socioculturales, los productores de amaranto han conservado este cultivo prehispánico y su diversidad genética; además de salvaguardar dicha zona de conservación.

Materiales y métodos El enfoque metodológico de la agroecología tiene tres niveles de indagación: distributivo, estructural y dialéctico, los cuales abordan el manejo de los recursos desde una perspectiva ecológica, socioeconómica y política. De los niveles de análisis sólo se trabajó con la explotación o que comparten los miembros de una sociedad”. También “la sociedad quiere decir pueblo, y cultura significa el comportamiento de dicho pueblo. Por lo que se utiliza la palabra compuesta sociocultural para indicar que los fenómenos a que aluden participan de la sociedad y de la cultura. Las formas socioculturales son aprendidas”. Por lo tanto, “un sistema sociocultural es un todo congruente funcional lógicamente integrado. Un sistema sociocultural puede compararse con un organismo biológico, o con un sistema ecológico, en cuanto a que cada una de sus partes está relacionada de algún modo con todas las otras. Cada una de ellas satisface una función definida con relación a las otras y es esencial para el normal funcionamiento del sistema como un todo”.

Los productores de amaranto en la Zona de Conservación Ecológica Teuhtli

predio (Guzmán et al., 2000). Para el trabajo de campo se diseñó un cuestionario que se aplicó en forma aleatoria a cincuenta productores localizados en el área serrana de Santiago Tulyehualco. Los cuestionarios contemplan datos socioculturales que incluyen los personales y de participación de la familia en las labores colectivas en el campo. También contienen datos ecológicos, sobre los cultivos que siembran y las formas de manejo de los mismos. El análisis se llevó a cabo con el paquete estadístico Statistical Pickage for the Socials Sciences (spss) v. 11.0. Las entrevistas que se realizaron fueron dirigidas a tres rangos de edad: jóvenes, adultos y adultos mayores, desarrollando los temas de conocimiento del medio físico, ciclos climatológicos, prácticas de producción, la familia (transmisión de conocimientos) elementos de identidad (el cultivo del amaranto y fiestas); también se realizaron entrevistas informales en las que se obtuvieron datos de la tecnología tradicional, festividades y la organización del grupo.

Resultados y discusión En las áreas rurales periurbanas de la Ciudad de México, como es Santiago Tulyehualco, los productores, a través de la transmisión de sus tradiciones, identidad y conocimiento de su medio, de generación en generación, salvaguardan la Zona de Conservación Ecológica Teuhtli conservando al mismo tiempo, el cultivo del amaranto y su diversidad genética. Como primer acercamiento al problema, se realizó la caracterización socioeconómica de los productores. Características socioeconómicas Entre las características socioeconómicas de los productores de amaranto en Santiago Tulyehualco, encontramos que su edad está entre los 17 y 80 años, el promedio es de 50 años y la mayor incidencia (18%) se observa entre los productores con edades de 36 a 40 años. Resulta

destacable que éstos permanezcan activos hasta edades avanzadas, y que son pocos los jóvenes que se dedican al trabajo agrícola. En lo referente a la escolaridad, la mayoría de los productores cuenta con nivel de secundaria, gracias a que se encuentra en la periferia de la Ciudad de México, que les ofrece servicios como educación, salud, capacitación y acceso a la comunicación (figura 1). Es importante reconocer la participación de los productores como actores sociales para dar respuesta a los problemas, ya que tal actitud es indispensable para recuperar sus espacios verdes en una urbe expansiva como es la Ciudad de México. Los productores de Santiago Tulyehualco han convertido a la agricultura en una actividad económica de fines de semana, debido a que la mayoría se emplea en trabajos que realizan en la ciudad, ya sea en el sector gubernamental o en la iniciativa privada (figura 2). El emplearse como asalariados les ha significado un complemento a su economía y la revitalización de la producción. Esto les ha permitido seguir reproduciendo su forma de vida, tanto doméstica como productiva. La cercanía de la ciudad ha sido un factor que han aprovechado, y el costo-beneficio se ve reflejado en los niveles de producción agrícola. Guerrero (1979) y Esteva (1980) coinciden al afirmar que, lejos de romper con los lazos de la tierra, los campesinos que se emplean en otras actividades asalariadas revitalizan la economía campesina, debido a que el dinero obtenido lo envían a sus comunidades y además fortalecen su producción. En Tulyehualco se comprobó que el apoyo familiar a la producción agrícola (desde la preparación del terreno hasta la cosecha) es fundamental para que esta actividad se siga reproduciendo. La familia La familia es un factor esencial en la integración de la sociedad. En Tulyehualco esto se expresa Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 61

Beatriz Ramírez Meza, Guillermo Torres Carral, Pedro Muro Bowling, José Muruaga Martínez y David López Monroy

Número de productores

20

10

Std. Dev = 1,55 Mean = 3,5 N = 50,00

0 1,0

2,0

3,0

4,0

5,0

6,0

7,0

Escolaridad Figura 1. Escolaridad: 1) sin escolaridad, 2) primaria, 3) secundaria, 4) preparatoria, 5) carrera técnica, 6) profesionista y 7) no contestó.

Porcentaje 35

34

30 22

25 20 12

12

15 10

6

4

4

4

5 0

2 Empleado de gobierno

Comerciante

Obrero

Jubilado

Profesionista independiente

No tengo otra actividad

Empleado en empresa privada

Trabaja por su cuenta

Estudiante

Figura 2. Ocupaciones de los productores de amaranto en Santiago Tulyehualco.

Ocupación

profundamente, pues es en la familia donde se realizan los procesos socioculturales, además de ser el medio por el que se transmiten los conocimientos de generación en generación. La transmisión de las experiencias se logra a través de las pláticas entre abuelos, padres, tíos Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 62

y durante el acercamiento que los niños tienen cuando asisten a las labores del proceso productivo (socialización). El apoyo de la familia a las labores en el campo es fundamental para nuestras sociedades rurales. El apoyo familiar para los productores de

Los productores de amaranto en la Zona de Conservación Ecológica Teuhtli

Tulyehualco se manifestó en 82% de aquellos que expresaron que lo tenían y 16% de los que contestaron que carecían de él. Este soporte se revela como un factor decisivo para que la agricultura en estas áreas siga subsistiendo. El número de integrantes de la familia que se dedican al campo, en promedio, reveló que 8% son niños, 20% son jóvenes y 86% son adultos. La fase en que participa la familia va desde la preparación del terreno (30%), siembra (38%), deshierbe (39%) y cosecha (37%); o sea, prácticamente participa en todas las fases, realidad que vuelve a expresar que el apoyo familiar es básico para la producción agrícola en esta comunidad. Los niños comienzan a participar entre los cuatro y cinco años, acompañando a los adultos, primero como juego en su proceso de socialización hacia las actividades y costumbres de las familias de los productores de Tulyehualco, y posteriormente ayudando a hacer montones de hierba, desyerbando y, conforme aumenta su edad, sembrando. De los 10 a los 11 años de edad, la participación incluye desde la preparación del terreno hasta la cosecha, aunque en menor proporción que los adultos. A los 15 o 16 años la energía empleada para la realización de la fuerza de trabajo es mayor, debido a que los jóvenes son capaces de cargar sacos de 50 a 60 kg de semilla. Los adultos mayores de 80 años de edad siguen activos, participando en las labores desde la preparación del almácigo con la tecnología tradicional del amaranto, hasta la fase de la cosecha. La actividad agrícola que realizan los revitaliza y los mantiene activos. La herencia familiar de costumbres y conocimientos se realiza con la cotidianidad, desde niños a adultos; éstos enseñan y orientan la participación de los infantes y adolescentes en las labores del campo, así como en la transformación de los productos del amaranto, la nieve y la aceituna, esta última derivada de su antigua dedicación a sus plantaciones de olivos.

Elementos de identidad a) El amaranto. Para los productores de Tulyehualco de la zona montañosa, el amaranto representa el seguir conservando sus tradiciones, recordar a familiares y amigos, vivir con los recuerdos, pero también representa una defensa de su patrimonio, el actual y el del futuro. Para ellos igualmente significa un ingreso con mejor remuneración que los otros cultivos. Además, el amaranto lo siguen aprovechando de una forma o de otra: en dulces (alegría), mezclándolo con otros cereales, como es el caso de los panes, pasteles y galletas, o simplemente consumiendo sus hojas en algún guisado o empleándolas como abono verde. El amaranto se ve como un vínculo de unión entre las familias, ya que se reúnen para trabajar juntos el cultivo, pero también es una fuente de transmisión y creación de conocimientos empíricos, donde siguen probando y van adaptando lo nuevo (foto 3).

Foto 3. Productor de amaranto en su terreno de cultivo.

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b) Fiestas. Los pueblos de México se han caracterizado por las diversas celebraciones en el ámbito mágico-religioso, detrás de las cuales existen leyendas y costumbres que los distinguen y llegan a formar parte de su identidad, como es el caso de las diferentes fiestas que se realizan en Santiago Tulyehualco. Feria Regional de la Alegría y el Olivo En Tulyehualco se lleva a cabo la Feria Regional de la Alegría y el Olivo, que en el 2010 cumplió su trigésimo noveno aniversario, la cual es más que un medio para obtener un beneficio económico. La feria ocupa la explanada y una calle aledaña del centro, frente a la delegación del poblado, y se lleva a cabo en la primera y segunda semanas del mes de febrero. En ella se puede disfrutar de espectáculos musicales, danzas y bailes folclóricos, entre otros, además de las exposiciones de una gran diversidad de dulces, harinas, panes, galletas, atoles y granolas de amaranto; así como también obtener aceite de olivo y conserva de aceituna. El pueblo de Santiago Tulyehualco ha sido, a lo largo de su historia, productor tradicional de amaranto y aceituna. A pesar de que los olivos han ido desapareciendo, los productores conservan sus conocimientos sobre el tratamiento de la aceituna, que procesan en pequeñas proporciones en comparación con el amaranto. Para los productores y organizadores, esta feria significa la reafirmación de sus dos principales actividades productivas, de sus costumbres y la preservación de tradiciones, las que lo distinguen de los demás pueblos de la zona, además de mostrar su creatividad en la forma de preparar sus productos. La feria representa para los productores la oportunidad de ofrecer sus productos y obtener un beneficio económico en dos formas: dándole un valor agregado transformándolo en dulce, como en el caso del amaranto, y otra simplemente ofreciendo su semilla o el aceite de oliva a un mejor precio a los visitantes. Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 64

Feria de la nieve Otra celebración típica de Santiago Tulyehualco es la Feria de la Nieve, que en el 2010 cumplió su 125 aniversario. Más antigua que la feria de la Alegría y el Olivo, los productores guardan más recuerdos de ella. Aquí se puede encontrar gran variedad de nieves de sabores, desde los más comunes hasta los más exóticos, además son elaboradas con productos naturales. A pesar de la cercanía a la ciudad y la modernidad en que estamos viviendo, los organizadores y los expositores han acordado continuar con su tradición de hacer la nieve con ingredientes naturales y de forma artesanal. En esta feria los productores tienen una mayor participación. La división del trabajo se observa de manera evidente, porque son los hombres quienes elaboran la nieve y las mujeres las que la venden. En este tipo de actividad se observa una participación integral de toda familia. El complemento de las nieves son también los productos tradicionales de amaranto elaborados como dulces de manera casera. Fiesta de la Santa Cruz La fiesta de la Santa Cruz se lleva a cabo cada 3 de mayo en la cima del volcán Teuhtli, y su organización corre a cargo de los mayordomos de Milpa Alta y Santiago Tulyehualco. Los habitantes de los pueblos aledaños suben a escuchar la misa portando cruces adornadas con flores para bendecirlas. Al término de la misma, los mayordomos ofrecen una comida a todos los asistentes. Algunos pobladores llegan desde una noche antes y acampan en la cima del Teuhtli. Esta fiesta tiene su origen en tradiciones cristianas, y su fecha coincide con el inicio de la temporada de lluvias. En México esta festividad muestra el sincretismo que se generó en el momento del contacto de los españoles y los grupos prehispánicos. Recuerda por un lado el descubrimiento de la cruz en el sentido católico y, al mismo tiempo, las festividades prehispánicas

Los productores de amaranto en la Zona de Conservación Ecológica Teuhtli

relacionadas con la naturaleza y la agricultura. Los cerros y los volcanes son considerados como dadores de agua, porque en las serranías se generan ríos y manantiales, y en sus alturas se condensan las nubes que dan origen a las lluvias. La importancia que marcan estas festividades para los productores es que, de alguna manera, están relacionadas con el inicio del temporal. Fiesta de Santiago Otra festividad de importancia para los productores es la del 25 de julio, en la que celebran a Santiago Caballero, el Santo Patrón del pueblo. En esta fiesta, en la que participan todos los habitantes de sus barrios y colonias, se organizan jaripeos, peleas de gallos y carreras de caballos. También es ocasión propicia para que quienes se alejaron del pueblo visiten a sus familiares o compadres y festejen al patrono. En esta celebración, quienes sembraron maíz después del 2 febrero ofrecen los elotes cosechados al Santo Patrón del pueblo como agradecimiento, y llevan también forraje (pastura) a los animales que les ayudan en sus faenas agrícolas. Con el transcurso del tiempo, los productores se dieron cuenta de que organizados sería fundamental para poder acceder a los apoyos técnicos y económicos ante instancias gubernamentales, por lo cual decidieron formar la Sociedad Cooperativa Productores Agroecológicos Regeneración Campesina “Teuhtli”, para conservar y salvaguardar su entorno. Grupo organizado Los productores de Santiago Tulyehualco actúan tradicionalmente de manera familiar, pero existe una organización legalmente establecida: Productores Agroecológicos Regeneración Campesina “Teuhtli”, constituida en 2004 con 56 miembros. A través de ella los productores han manifestado su preocupación por el deterioro ecológico e implementado estrategias para con-

servar y proteger el área. Producto de la organización se formó el grupo de ecoguardas, que comenzó a operar en septiembre de 2004 con el apoyo del Focomdes.9 Posteriormente, con el proyecto de continuación que se había generado, siguen trabajando con el apoyo del pieps10, pero con el nombre de “Conservadores del Medio Ambiente Teuhtli”, integrado por 18 productores que participan en los trabajos de conservación, divididos en tres grupos que abarcan los turnos matutino, vespertino y de fin de semana. En el extinto volcán Teuhtli han estado realizando trabajos de reforestación, en los que un grupo de vecinos dedica parte de su tiempo a regar los árboles plantados y protegerlos de los incendios en coordinación con la Corena-Der.11 Entre los logros de este trabajo está el de conservación y preservación de nichos de frijol silvestre, como son las especies Phaseolus esperanzae y P. pluriflorus (foto 4).

Foto 4. Miembros del grupo “Productores Agroecológicos Regeneración Campesina Teuhtli”.

Para los productores es importante conservar el entorno natural y su área de cultivos. Como lo

9 Focomdes (Fondo Comunitario para el Desarrollo Equitativo y Sustentable). 10 pieps (Programa Integral de Empleo Productivo). 11 Corena-Der (Coordinación de Recursos Naturales y Desarrollo Rural). Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 65

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expresan ellos: “éste es uno de nuestros objetivos: defenderlo para las generaciones futuras”. Asimismo, el área agrícola está constituida por una multivariedad productiva, ya que junto a las siembras de amaranto también cultivan maíz, frijol, chile, haba y calabaza, entre otros. Cultivos y su manejo (conocimiento del medio físico) Los terrenos de cultivo incluyen 98% de superficie de temporal y sólo 2% de riego. Esto es resultado del proyecto de “Manejo Sustentable de Unidades de Escurrimiento en la Zona de Montaña, Xochimilco”, que contempló el proyecto “Manejo Sustentable de Cuatro Unidades de Escurrimiento de Montaña de preservación ecológica”, financiado por la fao. Así pudieron instalarse once cisternas, cinco de las cuales utilizan en toda su capacidad. El resto, al quedar situadas donde sólo pueden captar el agua de lluvia y se llenan 55% en 40%, se utilizan para regar árboles frutales, a diferencia de las otras que sí captan el agua de lluvia y otros escurrimientos. Esta agua se emplea para el riego por goteo, que aprovecha la fuerza de gravedad, para regar hortalizas como tomate, chile, rábanos y lechugas, entre otros (fotos 5 y 6). Con su organización, los productores de Santiago Tulyehualco han logrado estos apoyos, que les permiten salvaguardar su entorno, seguir siendo campesinos productivos y, a su vez, conservar especies como el amaranto y su diversidad genética. El poblado de Tulyehualco ha sido considerado tradicionalmente como una zona amarantera, pero los productores también siembran otros cultivos, entre ellos maíz (Zea mayz), frijol (Phaseolus vulgaris), diversas variedades de chile (Capsicum sp.), haba (Vicia faba), calabaza (Cucurbita sp.), tomate (Physalis ixocarpa), huauzontle (Chenopodium nuttalliae), y chícharo (Pisum sativum); también realizan cultivos de ciclo corto como flores de cempaxúchitl (Tapetes erecRevista de Geografía Agrícola núm. 44 / 66

Foto 5 . Cisterna en área de escurrimiento.

Foto 6. Cisterna sólo para captación de agua de lluvia.

ta L.) y nube (Gypsophila paniculada L.), además de hortalizas como el rábano (Raphanus sativus). Ciertamente, dedican al amaranto una extensión mayor en la siembra por su rentabilidad, mientras que los otros cultivos son de autoconsumo, y cuando existe un excedente de producción se ofrecen en el mercado local.. Entre los productores, 96% manifestó utilizar la rotación de cultivos mientras que 4% no la practica. Dentro de los atributos para evaluar la sustentabilidad de un agroecosistema se encuentra la estabilidad, la que plantea que entre más diversidad de cultivos exista y cuanto mejor sea su adaptación rotacional a las condiciones edafoclimáticas, mayor será la capacidad para mantener estable la productividad del sistema

Los productores de amaranto en la Zona de Conservación Ecológica Teuhtli

(Goodman y Redelifit, 1991, en Guzmán, et al., 2000). Los resultados muestran una disminución en la asociación de cultivos, que se explica por las características que prevalecen entre estos agricultores, de acuerdo a ellos este sistema supone mayor inversión de tiempo y gasto de energía. Los productores de Tulyehualco integran la maleza al área de cultivo al realizar los trabajos de deshierbe, amontonándola en un espacio periférico que posteriormente van incorporando al terreno al preparar la tierra para la siembra. Otros, la dejan en medio de los surcos y así mantienen un reciclamiento de nutrientes y fertilidad del suelo, impidiendo además la pérdida de humedad en la tierra de cultivo. Knight (1980, en Altieri, 1995) sostiene dos principios: a) la mezcla de cultivos (policultivos) y combinaciones de variedades los protegen de enfermedades y plagas, lo cual tiene como resultado una utilización más eficaz de la luz, el agua y los nutrientes por parte de las plantas de diferentes alturas, además de que se protegen contra la pérdida de un cultivo, especialmente en las áreas propensas a heladas, inundaciones y sequías; asimismo, al tiempo que proporcionan cierta eficacia al suelo y reducen su pérdida de humedad, los cultivos mixtos aumentan las oportunidades para la comercialización y aseguran el abastecimiento de una gama de productos sin tener que invertir en el almacenamiento; b) los pequeños agricultores sustentan la fertilidad del suelo, manteniendo ciclos cerrados de nutrientes, energía, agua y desechos (reciclaje de nutrientes). En la actualidad, el amaranto se cultiva en cinco entidades federativas de nuestro país: Distrito Federal, con 400 ha; Estado de México, con 300 ha; Morelos, con 350 ha; Puebla, con 150 ha, y Tlaxcala con 200 ha (Muruaga, et al., 2003). Existen estudios que muestran la rentabilidad y rendimiento del amaranto, pues este cultivo, como ya se ha indicado, aunque requiere

mayores niveles de inversión que el maíz, tiene una mayor tasa de rentabilidad (Islas e Islas, 2001).

Conclusiones La producción agrícola en áreas como Santiago Tulyehualco representa una barrera verde y productiva, porque aminora los efectos de la contaminación que genera una urbe como la Ciudad de México, filtra el agua de los mantos acuíferos y detiene la proliferación de asentamientos irregulares. En lo que se refiere a la edad, los datos arrojados por el cuestionario nos muestran la problemática que se vive en el campo mexicano: quienes más se resisten a abandonarlo son personas mayores y los reemplazos generacionales son cada vez más restringidos, pues para una mayoría de jóvenes su proyecto de vida no incluye el dedicarse a la agricultura. Un buen nivel de escolaridad en los productores les permite visualizar mayores oportunidades para mejorar sus condiciones de vida, además de aprovechar las ventajas que les brinda el encontrarse en la periferia de la Ciudad de México, como los servicios de educación, salud, capacitación y comunicación. En la actualidad la agricultura para pequeños propietarios (minifundistas) no es rentable, motivo por el cual se emplean en otras actividades asalariadas en la Ciudad de México, estrategia que se traduce en apoyo para seguir con su práctica agrícola. El acceso a los servicios educativos y un mayor nivel cultural les ha permitido tomar conciencia y buscar la forma de prevenir y seguir conservando su espacio, como es la Zona de Conservación Ecológica Teuhtli. La familia es fundamental para continuar reproduciendo las prácticas agrícolas, porque a través de ella se transmiten los conocimientos de generación en generación; sin embargo, se obRevista de Geografía Agrícola núm. 44 / 67

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servó que, si bien mientras los niños son pequeños, apoyan a la unidad de producción, pero al crecer su proyecto de vida ya no es la agricultura. El apoyo familiar es necesario porque aunque no implica retribución económica, y por lo tanto no aumenta los costos de producción, sirve para unir a la familia y continuar con las labores en la unidad de producción. El cultivo del amaranto y las fiestas tradicionales que se celebran en Santiago Tulyehualco, han significado para sus productores seguir la conservación de sus tradiciones (producción agrícola y transformación), un vínculo de unión familiar y también la defensa de su patrimonio presente y futuro. El cultivo y las fiestas son elementos de identidad y una forma de obtener ingresos para los productores de esta comunidad. El grupo "Productores Agroecológicos de Regeneración Campesina Tehutli” ha logrado con éxito beneficios y apoyos para la reconstrucción de terrazas y caminos, así como árboles para reforestar el área, entre otros. La organización ha sido fundamental para obtenerr los recursos que les ayuden a seguir manteniendo la unidad de producción, y al mismo tiempo les ha permitido proteger la Zona de Conservación Ecológica Teuhtli, así como proseguir con el cultivo del amaranto y cuidar su diversidad genética. Los resultados obtenidos nos muestran que los productores de amaranto en Santiago Tulyehualco continúan reproduciendo prácticas prehispánicas como el manejo de policultivos y la rotación y asociación de cultivos. Lo anterior les permite proteger sus siembras de enfermedades, asegurar sus cosechas contra pérdidas, aprovechar la eficacia del suelo y reducir la pérdida de humedad, además de disponer de un abastecimiento seguro de productos para la alimentación familiar, ya que la mayoría de sus cultivos son utilizados para el autoconsumo. Es importante señalar que a través de estos procesos socioculturales los productores han lo-

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grado integrarse y unirse para continuar reproduciendo su legado a través de las generaciones y, al mismo tiempo, proteger su entorno natural.

Literatura Citada Altieri, M. A. 1995. Agroecología. Bases científicas para una agricultura sustentable. Ed. clades. 2ª Edición. Chile. Esteva, G. 1980. Campesinos, obreros agrícolas y otros trabajadores del campo: La batalla en el México rural. Siglo XXI, México. pp.128-162. Foster, G. M. 1988. I. Aspectos culturales del desarrollo tecnológico: los cultivos tradicionales y los cambios técnicos. Fondo de Cultura Económica. México. pp. 21-38. Guerrero, J. 1979. La diferenciación interna del campesino mexicano: polémica sobre las clases sociales en el campo mexicano. Ed. Macehual, Departamento de Sociología Rural, Universidad Autónoma Chapingo. México. pp. 13-29. Guzmán C., G.; M. González de M. y E. Sevilla G. 2000. Introducción a la agroecología como desarrollo sostenible. Ed. Mundi-Prensa. España. Islas G., J. y F. Islas G., 2001. “Rentabilidad de los cultivos amaranto y maíz para grano en la Zona Central de México”. Agricultura Técnica en México, vol. 27, núm. 2, julio-diciembre 2001. México. pp. 143-151. Morales L., I. y J. H. Valdovinos A. 2001. Monografía de la comunidad de Santiago Tulyehualco, Xochimilco, D. F. Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (fao), Delegación Xochimilco y Fundación Agua y Medio Ambiente, a. c. (famaac). México. Morales L., I. y J. H. Valdovinos A. 2001. Manejo sustentable de unidades de escurrimiento en la zona de montaña, Xochimilco, manejo sustentable de cuatro Unidades de Escurrimiento de Montaña (uem) de preservación ecológica. Organización de las Naciones Unidas para la

Los productores de amaranto en la Zona de Conservación Ecológica Teuhtli

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Gobernanza, política pública y desarrollo local de Oxchuc, Chiapas1 Recibido: 19 de julio de 2009 Aceptado: 1 de marzo de 2010

Abraham Sántiz Gómez2 Manuel Roberto Parra Vázquez3

Resumen En este artículo analizamos la gobernanza como una estrategia de desarrollo local en el contexto de la planeación agropecuaria municipal 2008 de Oxchuc, Chiapas. Se realiza un análisis crítico de la política pública tradicional de desarrollo agropecuario y se plantea un cuasi-experimento de política pública para impulsar el desarrollo local. El Programa de Diversificación Productiva, experimentado en el ciclo de planeación agropecuaria 2008, permitió analizar los elementos tseltales de la gobernanza y el desarrollo local. La investigación se realizó con un enfoque inductivo basado en la teoría fundamentada (tf) y la Investigación Acción Participativa (iap) que permitieron reconstruir las categorías tseltales equivalentes a los conceptos gobernanza y desarrollo: junax ya x-at’ejotik (juntos trabajamos) y lekil kuxlejal (vida buena). Finalmente se plantea la importancia de la nueva institucionalidad del desarrollo local. Palabras clave: diversificación productiva, planeación agropecuaria municipal, ley de desarrollo rural sustentable, tseltales, teoría fundamentada.

Governance, public policies and local development in Oxchuc, Chiapas Summary In this article we analyze governance as a strategy of local development in the context of the 2008 Municipal Agricultural Plan of Oxchuc, Chiapas. A critical analysis of the traditional public policy for agricultural development is carried out, and a quasi-experimental public policy is proposed to promote local development. The Program for Productive Diversification, experimented with in the 2008 agricultural planning cycle, permitted an analysis of the tseltal (a local indigenous group) elements of governance and local development. The research was carried out with an inductive focus, based on Grounded Theory and Participatory Action Research. This allowed for a reconstruction of Tseltal categories equivalent to the concepts of governance and development: junax ya x-at’ejotik (we work together) and lekil kuxlejal (good life). Lastly, the importance of a new institutionality of local development is proposed.

1 Este trabajo es parte de la tesis de Maestría en Ciencias de Desarrollo Rural Regional del primer autor, presentada en septiembre de 2010. 2 Tseltal originario de Oxchuc, Chiapas; Maestro en Ciencias en Desarrollo Rural Regional de la Universidad Autónoma Chapingo, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas; profesor de asignatura en la Universidad Intercultural de Chiapas. 3 Catedrático de la Universidad Autónoma Chapingo, e Investigador Titular de El Colegio de la Frontera Sur. Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 71

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Key words: diversification of production, municipal agricultural and livestock planning, sustainable rural development law, tseltales, grounded theory.

La gobernanza como estrategia de desarrollo local En México el tema de desarrollo local ocupa un lugar cada vez más importante en la agenda de la acción pública municipal (Cabrero, 2005). Los municipios rurales regidos por usos y costumbres y que operan la relación gobierno-sociedad con base en las prácticas tradicionales, son los que tendrían que generar acciones de desarrollo local para construir escenarios adecuados al futuro. El desarrollo local es trabajo de actores interrelacionados; ya no es concebible que los productores, organizaciones, empresas, gobiernos municipales, centros de investigación y dependencias del gobierno trabajen de manera separada, sino coordinada. Transformar a los actores descoordinados en actores coordinados implica la reorganización de su quehacer. Es necesario que los impulsores del desarrollo local reestructuren y redireccionen sus acciones y prácticas. “[…] La interdependencia y colaboración entre los actores gubernamentales, privados y de la sociedad civil es un factor que incide directamente en la implementación y desarrollo de un programa de cooperación en el contexto local” (Villamil, 2008). La gobernanza implica impulsar mejores relaciones entre actores, experimentar nuevas propuestas y proyectos así como buscar nuevas formas de interrelación e interdependencia entre el gobierno y sociedad civil. Villamil (2008), opina que la calidad de las interacciones entre los distintos actores como son el gobierno, las organizaciones empresariales y la sociedad civil, Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 72

es necesaria para la construcción del gobierno local, y que las nuevas formas de gobernar en este ámbito son conocidas como gobernanza, gobierno relacional, gobierno emprendedor y gobierno socio o facilitador. De acuerdo al planteamiento fundamental de la gobernanza, la forma de gobierno basado en las estructuras y principios tradicionales como el clientelismo, el paternalismo, y el centralismo no funciona en un escenario de gobernanza para el desarrollo local. “La gobernanza quiere expresar algo más amplio que el gobierno entendido como el ejercicio del poder por parte del Estado, los gobernantes y líderes políticos. Supone una ruptura con el modelo de Estado tradicional, jerárquico y centralizado” (Villamil, 2008 ). El reto de la gobernanza es reorientar los principios y prácticas tradicionales de la interrelación entre gobierno, sociedad y mercado. Otro de los planteamientos sobresalientes de la gobernanza es que las interrelaciones de los actores se tienen que dar de manera horizontal. Por ejemplo, en un programa de desarrollo agropecuario donde estén involucrados comunidades, grupos de trabajo, organizaciones productivas, y los gobiernos municipal, estatal y federal, antes de ejecutar el programa es necesario replantear la coordinación de actividades. El gobierno, en sus tres niveles, no solamente es el generador de condiciones, ni el ejecutor de los programas del desarrollo local, sino que depende de la coordinación y reorganización funcional de todos los actores involucrados. “La gobernanza es una forma de gobierno nueva que se adopta con el fin de evitar los efectos derivados de los fallos del mercado, así como la falta de flexibilidad y capacidad de adaptación de las organizaciones públicas a los cambios del entorno. La interacción e interdependencia es uno de los elementos claves asociados al concepto de gobernanza. A través de esa interacción se

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forman redes de actores públicos y privados, que intercambian recursos e información, de forma más o menos permanente, para alcanzar objetivos políticos. Esas pautas de interacción pueden adoptar formas diversas: pueden ser de naturaleza intergubernamental, transnacional, o adoptar una estructura multinivel en la que intervienen organizaciones supranacionales, nacionales, regionales o locales” (Villamil, 2008).

La reorganización de los actores conduce a la formación de un nuevo estilo de gobernar, y es a la vez una estrategia para el impulso de desarrollo local. Por lo tanto, “en la actualidad, el concepto de gobernanza alude a un nuevo estilo de gobernar, –distinto del modelo del control jerárquico, pero también del mercado–, caracterizado por un mayor grado de cooperación y por la interacción del Estado y los actores no estatales en el interior de redes decisionales mixtas entre lo público y lo privado” (Natera, 2005). Tal parece que el objetivo central de la gobernanza es la formación de redes de actores, pero, para lograrlo es necesario generar nuevos procesos y prácticas enfocados al desarrollo local. Así, “la gobernanza estará determinada por su capacidad de inclusión de actores en el territorio. Ella será mejor si es capaz de generar mayores redes y vínculos entre sus actores e instituciones”. (Villamil, 2008). Es “un proceso de coordinación de actores, de grupos sociales, de instituciones para lograr metas definidas colectivamente en entornos fragmentados y caracterizados por la incertidumbre.” (Le Galès, 1998, citado por Ruano de la Fuente, 2002). Para la gobernanza el motor de desarrollo local es la ciudadanía no el gobierno, está primero la comunidad y no los programas de gobierno. En ella se realza el papel de los actores individuales como productores, líderes, agricultores, representantes y autoridades. “[…] El desarrollo local se construye de abajo hacia arriba, difícil-

mente podría ser de otra manera. El desarrollo local es de tipo endógeno. Por ello requiere de alianzas en el espacio local, requiere de cooperación entre actores, requiere de capital social, requiere de acuerdos y de una acción pública local de alta intensidad.” (Cabrero, 2005). La mayor parte de las evidencias y los estudios de la gobernanza se han dado en lo local, lo que ha llevado a plantear la gobernanza local, la preocupación por el capital social y los fundamentos sociales necesarios para un desarrollo económico y social sostenible (Natera, 2005). Debido al carácter limitante de las prácticas tradicionales del gobierno para el desarrollo agropecuario y los obstáculos que crean las tradiciones arraigadas a las acciones del cambio, la gobernanza se convierte en una estrategia de desarrollo local. Por lo tanto, cae bien en los municipios marginados, rurales y habitados por personas que tienen una cultura distinta al resto del país. En los hechos, el desarrollo local nace como una política pública alternativa surgida de la crisis de los países industrializados en los años setenta, para dar respuesta a la crisis económica local y la falta de políticas apropiadas desde el nivel central del Estado, de tal manera que se volvió una alternativa orientada a movilizar los recursos a través de las acciones locales para renovar las actividades productivas, introducir nuevas tecnologías, innovar la comercialización y formar recursos humanos. (Alburquerque, 2004). Ahora el desarrollo local no tiene que ser impuesto desde arriba sino construido desde abajo, como un proceso de cambio en los procesos técnicos, económicos y sociales.

El desarrollo local como política pública Desde un enfoque tradicional, las políticas públicas generalmente están centralizadas y son llevadas a cabo en los diferentes niveles del gobierno. En cambio, las políticas públicas para el Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 73

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desarrollo local son propuestas de cambio llevadas a cabo por los actores locales, a veces a contracorriente de las políticas centralizadas. De esta forma el desarrollo local es un proceso que se construye diferenciadamente en cada país de acuerdo las distintas articulaciones que se producen entre las dimensiones territoriales, la historia, las estructuras de organización y la acción diferenciada de los actores (Cárdenas, 2002). Lo importante es, como sostiene Romero (2009), que el desarrollo local es el resultado de la acción articulada del conjunto de los diversos actores existentes en el espacio local y su proceso depende de la capacidad de ellos para afrontar los factores externos. Generalmente existen tres perspectivas importantes sobre el desarrollo local: a) el desarrollo local no tiene sentido por estar subordinado a las dinámicas globales; b) lo local es la alternativa para los males de la globalización, y c) lo local destaca la articulación local-global, a partir de la interacción de los actores (Sotelo, 2008). Esta última es la más compleja, pero se considera la más adecuada para analizar el desarrollo local de Oxchuc, ya que lo local y lo global son complementarios, además en ambos se encuentra inmersa la política pública. El desarrollo local es mucho más sociopolítico que económico en sentido estricto. Parte de los actores locales en interacción con los actores externos. La interrelación, la confianza, la planeación y la organización son acciones que requieren un análisis interdisciplinario. Como menciona Rodríguez (1996), el desarrollo local es un concepto operativo que nos sirve para hacer y para conducir la actuación. Surge como respuesta a la pregunta: nosotros, simples ciudadanos, que vivimos aquí (en Oxchuc), en un lugar concreto, ahora ¿qué hacemos? El desarrollo local es una teoría de acción, por lo que los actores y los sujetos son los que construyen el desarrollo. Boisier (2005) y Carpio (2000) aclaran que ser local no es una señal de Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 74

penuria y degradación social, sino que es pensar en lo local y actuar en lo global, es decir, como una estrategia de lucha y de formación de ciudadanos capaces de generar y llevar a cabo propuestas de cambio. Se deduce que lo local no está definido a priori, tampoco es netamente una escala territorial, sino que se refiere a un espacio construido social, política y culturalmente. En efecto, si las interrelaciones sociales son complejas, lo local es un espacio complejizado con niveles de abstracción intersubjetiva.

La política pública como cuasi-experimento y la gobernanza como requisito La política pública es un concepto genérico que hace referencia a la relación entre la sociedad civil y el Estado. Según Cuéllar y Martínez (2001), la política pública es un conjunto de enunciados y acciones orientado individual, colectiva o sectorialmente para el mantenimiento o el mejoramiento del orden básico de las sociedades. Los mismos autores precisan que el término “política” (politics) ha sido usado preferentemente para referirse a los asuntos que conciernen al Estado y a los proyectos y acciones de distintos actores sociales orientados al mantenimiento o cambio del orden básico de las sociedades o a su gobierno; se habla de “políticas”, en cambio, para referirse a las acciones estatales sistemáticamente orientadas al logro de objetivos específicos (policies). En la misma línea de pensamiento los autores señalan que “hay quienes prefieren hablar de 'programas' para denotar los componentes de una política, en la medida en que configuran un subconjunto identificable de acciones de ésta, en cuyo caso se dice que una política se materializa en programas específicos”. El reto es pasar de enunciados a acciones para que la política pública se pueda analizar como un cuasi-experimento, ya que en su carácter de enunciados muestra lo inútil que es para generar procesos de cambio.

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“[…] Puede decirse que toda política pública se asemeja a un cuasi experimento en tanto que su puesta en marcha: i) constituye una apuesta de la validez del diagnóstico, es decir, de las hipótesis sobre las causas o determinantes del estado de cosas que se desea remediar; y sobre todo, ii) acerca de las condiciones de la prueba, o sea, de la implementación de las medidas propuestas con el fin de cambiar dicho estado de cosas. Pero eso no es todo. Si en tal caso una política se asemeja a un cuasi experimento, se trata de un tipo muy especial de cuasi experimento, que se caracteriza no solo porque las condiciones de la prueba no se pueden controlar ex ante, sino además porque eventualmente el mismo proceso de su ejecución puede tener incidencia en su desarrollo ulterior […], lo que puede llevar a variaciones y procesos de ajuste más o menos continuos de la política.” (Cuéllar y Martínez, 2001).

Cabe recordar que el experimento es una operación científica que consiste en comprobar las hipótesis o las teorías; en las ciencias sociales se habla de cuasi-experimento ya que se carece de un control completo sobre las condiciones de la prueba de las hipótesis. Con relación a esto, la definición de una política requiere de un diagnóstico de la situación que se desea cambiar que incluya alguna hipótesis o conjunto de hipótesis sobre las causas de la situación, así como también una hipótesis acerca de las medidas pertinentes para cambiar el estado de cosas (Cuéllar y Martínez, 2001). Pero, ¿para qué sirve un cuasi-experimento de política pública?, la respuesta inmediata es: para construir programas de desarrollo desde abajo; y para realizar el cuasi-experimento se necesita la gobernanza. Acertadamente Villamil (2008), sostiene que para el reconocimiento de la

teoría de gestión pública en sociedades de alta complejidad, diversidad, dinamismo e interdependencia, la eficacia y eficiencia de la gestión ya no dependen sólo de la acción de gobierno o gobernación (governing) sino de la capacidad para la creación y gestión de redes de actores, de cuya calidad depende la gobernabilidad. Las acciones de actores en red permiten experimentar una política pública construida localmente, por ejemplo, el Programa de Diversificación Productiva 2008 de Oxchuc. Así, la gobernanza aparece como una forma de gobierno en la cual la acción pública no pasa por la acción aislada de una élite político-administrativa relativamente homogénea y centralizada, sino por la adopción de formas de coordinación a distintos niveles de actores (Ruano de la Fuente, 2002). En un escenario de gobernanza, el gobierno no solamente debe preocuparse por mejorar su capacidad para formular y realizar programas de desarrollo, sino también por lograr la aceptación de éstos por los ciudadanos, así como por la formación de capacidades de los actores, el logro de una mejor interrelación con ellos y la participación corresponsable de los actores. Como afirma Ruano de la Fuente (2002), la gobernabilidad sería la expresión de la gobernanza, ya que la primera es el ajuste entre las necesidades de la sociedad civil y las capacidades del gobierno. Se vuelve prioritaria la gobernanza para que exista gobernabilidad. La ventaja de la gobernanza es suplir la insuficiencia del gobierno centralizado mediante la cooperación e interrelación de actores. “Los gobiernos son cada vez dependientes de la cooperación y de los recursos de actores que escapan a su control jerárquico. (Ruano de la Fuente, 2002). La acción de gobernar es siempre un proceso interactivo porque ningún actor, ya sea público o privado, tiene los conocimientos o recursos suficientes para resolver unilateralmente los problemas (Kooiman, 1993 citado por Natera, 2005). Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 75

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Lo importante es cómo se generan las interacciones y la cooperación de los actores en una sociedad como Oxchuc que está fundamentada en conocimientos y prácticas tradicionales, que favorecen poco a la gobernanza. Para esto se echó mano del proceso de planeación del desarrollo agropecuario 2008-2010 de Oxchuc, el cual se tomó como un proceso participativo e interactivo realizado por un conjunto de actores para elaborar y adecuar las acciones políticas encaminadas a generar cambios positivos para alcanzar beneficios tanto para la sociedad como para el gobierno. La planeación es un instrumento vivo de la política pública, y si está construida con la participación comunitaria y la acción del gobierno municipal, es mucho más fácil de llevar a cabo, ya que los planificadores son los mismos operadores. La planeación es un proceso inacabado que va indicando los obstáculos y la mejora continua del proceso de desarrollo agropecuario y se puede decir que constituye un escenario propicio para la experimentación de nuevas políticas públicas. Para ello, el diseño, ejecución y evaluación del Programa de Diversificación Productiva 2008 de Oxchuc, fue conducido como un cuasi-experimento.

Metodología La unidad de análisis de la investigación fue la política pública municipal. El proceso de investigación-acción tuvo como propósito realizar un cuasi-experimento de política pública, basado en diagnósticos participativos, foros de análisis de alternativas y en el establecimiento de plantaciones diversificadas de frutales en el municipio tseltal de Oxchuc, Chiapas. La pregunta clave fue, ¿cómo se puede generar el desarrollo local a partir de una nueva política pública municipal de Oxchuc? La hipótesis correspondiente fue que la gobernanza es una Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 76

estrategia de desarrollo local pero que depende de la corresponsabilidad e interrelaciones de los actores, la visión tseltal sobre el desarrollo y la nueva institucionalidad del desarrollo. En el contexto de la administración municipal de Oxchuc 2008-2010, se desarrolló una experiencia de planificación local, un proceso de aprendizaje y de experimentación de nuevos proyectos productivos, impulsados principalmente por Ecosur, el Ayuntamiento Municipal de Oxchuc, la Universidad Autónoma Chapingo (uach) y la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (cdi). El cuasi-experimento de política pública se materializó en el Programa de Diversificación Productiva. De esta manera, se sometió a análisis la Política de Desarrollo Municipal de Oxchuc para el periodo 2008-2010. El enfoque inductivo de la investigación y por medio de la Teoría Fundamentada (tf)4 facilitó la identificación de las principales categorías tseltales de análisis. A partir de éstas se buscó conformar una noción de desarrollo local y gobernanza para Oxchuc generando conocimiento fundamentado a partir de las observaciones y la interpretación de los fenómenos y sus orígenes (Contreras, 2007). El fenómeno observable y de análisis fue el conjunto de actividades realizadas en varias comunidades rurales tseltales participantes en el Programa de Diversificación Agropecuaria 2008. Una característica importante de la tf es la negación de la delimitación a priori del objetivo del estudio. Los conceptos e hipótesis fueron construidos y probados en el terreno (proceso de la investigación), no fueron acotados desde el escritorio. Además, la investigación no se limitó a la observación, sino que en ella se participó 4 El origen de la Teoría Fundamentada (TF) se remonta a 1880 aproximadamente, pero en 1967 los investigadores Barney Glaser y Abselm Strauss propusieron esta metodología para romper los dogmas de la perspectiva lógica-deductiva de la investigación (Raymond, 2005).

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como actores, mediante un proceso de Investigación Acción Participativa (iap), que hizo posible la observación constante, las entrevistas abiertas y dirigidas, las reuniones, las prácticas y talleres, los recorridos en el campo y las visitas de los grupos de trabajo, durante el ciclo de planeación de desarrollo agropecuario, 2008. Los sucesos cruciales durante este ciclo fueron registrados en el diario de campo y posteriormente utilizados por medio del método comparativo constante. Se retomaron algunas expresiones coloquiales y tseltales, con la intención de recuperar la originalidad de los sucesos en el contexto tseltal, como se sugiere en el enfoque de la tf. El discurso en lengua tseltal fue primordial; en su momento se trató de traducir al español una parte de la información, y el resto se escribió en la lengua tseltal con la finalidad de construir algunas categorías conceptuales desde el pensamiento y la lengua materna de los productores.

Antecedentes: del gobierno tradicional a la gobernanza Desde tiempos remotos los tseltales de Oxchuc tenían normas orales para regir su organización social y para elegir a sus autoridades tradicionales, lo que seguramente tienen antecedentes en la cultura mayense. Gómez K’ulub5, et al., (2002), sostienen que la Ordenanza de la Colonia de 1674, emitida por parte del Consejo de la Real Audiencia de Guatemala, marcó el inicio de la reestructuración de la forma de organización social, cultural, política y religiosa de Oxchuc, de tal manera que obligó a la reestructuración de su sistema de cargo tradicional caracterizado por una jerarquía de cargos mayores y cargos menores. Desde la reestructuración del sistema de autoridad tradicional de Oxchuc se empezó a 5 Principal que ha participado en las jerarquías del sistema de cargo tradicional, es un escritor tseltal, ex-presidente municipal.

venerar el kajwaltik6 como un símbolo sagrado para las autoridades tradicionales, ya que anualmente es reverenciado en el cambio de bastón de mando del gobierno municipal. Se venera los primeros 13 días de cada año, del 2 al 14 de enero, para que al presidente municipal y su ayuntamiento, les vaya bien durante todo el año, incluyendo los buenos deseos y la bendición para la productividad en el campo. El sistema de cargos tradicionales es jerárquico y se organiza por kalpul (sección): muk’ul kalpul (sección grande) y ch’in kalpul (sección chica). Existen dos jerarquías, la primera comprende siete niveles, la segunda, cuatro. Para ascender en este sistema no se puede brincar ninguno de los niveles. Si las autoridades de la jerarquía de cargos mayores acuerdan hacer una reunión, los cargos de menor jerarquía están obligados a asistir; frecuentemente se realizan reuniones para comentar e interpretar sus sueños (tiene más credibilidad la jerarquía mayor), que sirven para prevenir o prever desastres naturales, plagas, epidemias, hambruna, sequías, y los dan a conocer al gobierno municipal constitucional y a los representantes de las comunidades. Se deduce que la jerarquía de cargos mayores fue una estructura tseltal basada en la Ordenanza de 1674, más de índole tradicional que cívica. En este sentido, la autoridad tradicional se subordinaba a la autoridad cívica de la colonia. El cargo más alto, equivalente al presidente municipal constitucional de la actualidad, se conoce como k’atinabil. “El k’atinab era la máxima autoridad dentro de la jerarquía tradicional de cargos, era considerado como el rey de los Okilk’abiletik, Ts’unubiletik, Ch’uyk’aaletik, Alkaletik, Extuletik, 6 Kajwaltik significa ‘nuestro Dios’ es un antiguo manuscrito de las altas autoridades de Guatemala publicado el 10 de septiembre de año de 1674, donde están escritas las Ordenanzas de la Colonia que sirvieron de base para el funcionamiento del primer gobierno colonial en Oxchuc. (Gómez K’ulub, et. al., 2002). Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 77

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Kornaletik, Kaptanetik, Martomaetik y de todos los habitantes del pueblo. Era el que ordenaba, el que mandaba, el que equilibraba el peso de cualquier delito, el que tenía la última palabra en la resolución y determinación de cualquier tipo de delito o situaciones que se presentan no sólo entre sus subordinados, sino entre los habitantes del pueblo. […] Portaba también su sonaja y su bastón de mando que le hacía distinguir de todas las demás autoridades tradicionales” (Gómez K’ulub, 2002: 147 y 149). Dentro de esta jerarquía se encontraba el ch’uyk’aalil que actualmente se encarga de la recepción del cargo y de la entrega del bastón de mando al presidente municipal constitucional, tal vez ya no como subordinación de la autoridad tradicional a la autoridad cívica, sino una coordinación entre el sistema de autoridad tradicional y la autoridad constitucional, permitiendo pensar en un tipo de gobierno tradicional-constitucional en Oxchuc. Las autoridades tradicionales y constitucionales no se coordinan únicamente para el acto de la recepción del cargo del presidente municipal, sino también para determinar las cualidades, responsabilidades y perspectivas del gobierno municipal. Los ch’uyk’aal de los dos kalpuleitk (secciones) buscan sus alkales (alcaldes) respectivos y son ellos quienes entregan el bastón de mando del presidente, el síndico y los regidores del ayuntamiento municipal; como menciona Gómez (2006), se considera que ellos tienen amplios conocimientos y son personas idóneas para observar las conductas del futuro servidor del pueblo. El gobierno municipal constitucional tiene la responsabilidad de cuidar, vigilar la tranquilidad, la paz y el entendimiento entre los habitantes del pueblo. Los principales de los dos kalpuletik (secciones) junto con las autoridades tradicionales se reúnen en la cabecera municipal para elegir la persona idónea para ocupar el cargo de presidente municipal. Para llegar a este Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 78

cargo no necesariamente se tiene que pasar por los cargos menores, sino que basta con asumir, física y espiritualmente, la responsabilidad de velar por la tranquilidad, el orden, el cuidado y el progreso del pueblo, que son los principios básicos de la autoridad religiosa o tradicional. El presidente y el síndico municipal deben de proceder de diferentes kalpul para cumplir mejor con sus funciones de cuidar al pueblo (Gómez, 2006). Particularmente, en cada kalpul, el ch’uyk’aalil se encarga de pedir la bendición para el pueblo, el ts’unubil vela por la siembra y la productividad del pueblo, el okilk’abil es la que sirve a la máxima autoridad tradicional y el k’atinabil es la máxima autoridad tradicional7. Aparte de la autoridad tradicional y la autoridad cívica existe también la autoridad de los principales de las comunidades, por lo que en Oxchuc se puede hablar de tres poderes. En la investigación de Paoli (2002) se manifiesta que en 1953, de acuerdo a Gonzalo Aguirre Beltrán se distinguían tres sistemas de gobierno en Oxchuc: el constitucional, el regional (tradicional o religioso) y el de los principales. El ayuntamiento se encontraba en las manos del organismo político-religioso y éste estaba contrapuesto con el gobierno constitucional, mientras los principales actuaban como un consejo. Estos tres tipos de poderes conforman el gobierno tradicional-constitucional de Oxchuc. Por lo anterior, se logran deducir dos cosas importantes: a) la lógica jerárquica y la verticalidad de la autoridad tradicional puede fortalecer el gobierno centralizado y las prácticas del paternalismo, así como las características del caciquismo, y b) al existir tres tipos de poderes importantes que conforman el gobierno tradicional-constitucional de Oxchuc se pueden generar condiciones de la descentralización del 7 Consultar más en: Gómez K’ulub, M.; P. López Ch’ijk’; S. Sántiz Kojt’om y R. Sántiz K’aal. (2002). Kajwaltik. La Ordenanza de la Colonia de 1674. Fray Bartolomé de Las Casas, a. c. San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. México.

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poder y la reorganización de los poderes para la gobernanza de Oxchuc. La autoridad tradicional y la autoridad cívica concuerdan en mantener el orden, el cuidado, la paz, la tranquilidad y el entendimiento con el pueblo. Para esto, desde las campañas políticas, los candidatos a la presidencia municipal empiezan a establecer comunicación con la autoridad tradicional y los principales, ya que necesitan buscar el respeto a la unidad del pueblo, además de las creencias religiosas, tanto de católicos como de evangélicos.8 En Oxchuc hubo un trienio en que se llegó a creer que el presidente municipal “había venido del cielo”, ya que el hablar amablemente, tener carisma y respeto y sobre todo otorgar “apoyo en efectivo” son indicios del buen gobierno para los principales, autoridades tradicionales y la mayoría de la sociedad tseltal de Oxchuc. Este gobierno tradicional-constitucional conduce a las prácticas del caciquismo y se enfoca en manipular a la sociedad y ganar popularidad (De la Peña, 1986). Pero también asumirlo y aceptarlo como el “papá gobierno” es paternalismo. Entonces, la supuesta división de tres poderes en Oxchuc se unifica por el caciquismo, el paternalismo y el asistencialismo social, lo que constituye la expresión más avanzada del gobierno tradicional-constitucional de Oxchuc. Las reformas constitucionales municipales han permitido deslindarse de algunas normas tradicionales, pero cada vez es más difícil encontrar coincidencias entre las normas de la autoridad tradicional y la autoridad cívica. Para la gobernanza es importante cambiar elementos y prácticas tanto tradicionales y constitucionales, aunque se tendrían que asumir los costos.

8 La vinculación que se encuentra entre las autoridades tradicionales y los evangélicos es que creen que toda autoridad gubernamental es escogida por la voluntad de Dios y que la biblia es la revelación de Dios, por lo tanto nadie debe contradecirla.

La diversificación productiva y la gobernanza Si la gobernanza implica cambiar elementos y prácticas tradicionales y cívicas, es necesario, por tanto, cambiar los roles de los actores, fortaleciendo la participación, la corresponsabilidad, la eficacia y la coherencia (Sousa, 2007). Para ello es importante conocer y analizar los fundamentos y prácticas de Oxchuc. A continuación se describen y analizan los sucesos cruciales que permitieron considerar la importancia de la gobernanza en el ciclo de planeación agropecuaria participativa9 2008 del municipio de Oxchuc, materializados en los proyectos de plantaciones de durazno diamante y de aguacate Hass. El ciclo de planeación inició con el diagnóstico.10 El comienzo fue la reunión municipal de Oxchuc donde asistieron los agentes auxiliares municipales, comités de educación, representantes de organizaciones e instituciones del gobierno. La demanda de armonía entre las autoridades comunitarias y el gobierno municipal, y las peticiones de los representantes comunitarios estaban dirigidas al buen comportamiento de la autoridad municipal y la buena voluntad para el desarrollo del municipio. Se repetía constantemente la expresión junax ya kak’batik sok junax ya x-at’ejotik “juntos vamos a estar y juntos vamos a trabajar”. Las autoridades comunitarias 9 Se refiere básicamente al proceso de diagnóstico, planeación, ejecución, monitoreo y evaluación, específicamente en el sector agropecuario 2008, realizados en el marco del convenio establecido entre el Ayuntamiento de Oxchuc y Ecosur. Las actividades realizadas fueron visitas a las comunidades, talleres participativos, observación de parcelas, reuniones de carácter informativo y de consenso entre los planificadores, productores y grupos de trabajo. Se incluye también el intercambio de experiencias sobre las plantaciones de durazno diamante y aguacate Hass. 10 Se considera como diagnóstico a la exploración de necesidades y aspectos integrales de una sociedad con un territorio propio. Se retoma la conceptualización que hace Muñoz (2002), donde aclara que en la planificación el diagnóstico se refiere a una caracterización rigurosa de los hechos sociales, económicos o de otra índole que delimitan una unidad real que se pretende planificar; la unidad puede ser una actividad, un conjunto de actividades, dinámica y cambiante por las interrelaciones sociales. Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 79

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y el gobierno municipal acordaron oralmente trabajar en unidad. En las participaciones de los representantes comunitarios y los miembros del ayuntamiento municipal sobresalieron las peticiones, las sugerencias, las inquietudes, los llamados de atención y los acuerdos orales entre ellos. Los primeros casi suplicaban al presidente municipal la buena voluntad de trabajo sin distinción y exclusión alguna. Cada gobierno municipal es una nueva esperanza para alcanzar mejoría en muchas comunidades. Por su parte el nuevo presidente municipal y su ayuntamiento mostraban una gran preocupación para resolver los viejos problemas e invitaba a la unidad con las comunidades. El primer acercamiento a la forma de gobierno en Oxchuc da la impresión que no es tan buena la relación entre el gobierno municipal y los representantes comunitarios, es por eso que ambos necesitaban tener un compromiso y entendimiento para construir proyectos de desarrollo, ya que la armonía y la unidad entre el gobierno y sociedad permite generar una nueva visión de trabajo. La expresión en tseltal junax ya x-at’ejotik (juntos vamos a trabajar) conlleva a pensar en la gobernanza. La unidad y el trabajo son dos expresiones centrales de la forma de gobierno de los tseltales de Oxchuc. Tal parece que desde las concepciones tseltales del gobierno existe la posibilidad de construir la gobernanza. Así que, para llevar a cabo proyectos productivos que pudieran generar procesos de desarrollo local no depende solamente de la voluntad del presidente municipal para su financiamiento, sino también del interés y el trabajo coordinado con los representantes comunitarios y productores. Para lograr el desarrollo local tampoco son suficientes los proyectos, ya que estos solamente son el pretexto o la entrada para iniciar un proceso, que debe orientarse a un plan de gran visión que requiere un cambio de la mentalidad productiva, la construcción de Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 80

una nueva interrelación entre gobierno y sociedad y la formación de capacidades. La mayoría de los que asistieron a los talleres comunitarios recalcaron que nunca habían sido escuchados por el personal del ayuntamiento, que solicitaban cultivo de papa, limón, naranja, durazno, de 10 a 15 plantas para traspatio y autoconsumo, aunque no como un proyecto que tuviera viabilidad; las plantas que recibían no daban fruto porque no sabían cómo manejarlas. Para llamar más la atención decían que la naranja salía como el limón, el aguacate se dejaba crecer como los pinos para sacar madera o leña. Por estas quejas daban la impresión que no estaban de acuerdo con lo que han hecho los gobiernos municipales anteriores en cuanto al desarrollo agropecuario. Sin embargo, en 2008 el equipo de facilitadores11 insistió en que los proyectos productivos no serían realizados mediante el apoyo total del gobierno, sino que se necesitaba colaboración y aportación, es decir, corresponsabilidad. No fue fácil introducir este planteamiento, pues hubo productores que querían trabajar a su manera como siempre lo habían hecho (sin estudios previos y sin considerar una perspectiva en el largo plazo). Cabe aclarar que en todo acercamiento con los productores se privilegió la buena comunicación y el diálogo entre ellos. Este proceso de discusión y diálogo con los representantes comunitarios, ahora representantes de los grupos de trabajo12, permitió 11 Son investigadores, técnicos y maestrantes de Ecosur, juntamente con el personal del Área de Proyectos de Productivos de Oxchuc y los representantes comunitarios. En este grupo se participó como estudiante de la mcdrr de la uach y también como miembro del Área de Proyectos Productivos del municipio de Oxchuc. Durante el proceso de planificación se sumaron otros actores como la cdi así como productores de durazno de San Cristóbal de Las Casas y productores de aguacate de Teopisca, Chiapas, que permitieron el intercambio de experiencias. 12 La mayoría de los representantes comunitarios eran autoridades comunitarias que se coordinan con la autoridad municipal. Conforme avanzaron las actividades de los proyectos de diversificación productiva de durazno diamante y aguacate Hass fueron denominándose representantes del grupo de trabajo, ya que desde el inicio tales autoridades comunitarias presentaron el proyec-

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planear las actividades de los dos proyectos de diversificación productiva: plantaciones de durazno diamante y plantaciones de aguacate Hass. Planear participativamente significa generar entendimiento y diálogo, una parte es concientización y otra ajuste de diferencias. La gobernanza requiere sentarse a platicar, dialogar y ajustar diferencias, haciendo ver que las prácticas de la política de asistencia social no son los proyectos productivos. Esto puede ser el comienzo de la gobernanza para el desarrollo local. La resistencia tanto a trabajar conforme a un plan de gran visión como a los proyectos de diversificación productiva existe porque algunos productores buscan mantener la forma tradicional de trabajar. Así, la construcción de la gobernanza es una estrategia de cambio y de lucha con las nociones y prácticas tradicionales de gobernar. Esta construcción tiene un costo social, político y económico, pues la gobernanza no es solamente estar en paz y tener controlados a los ciudadanos sino que es generar comprensión ciudadana, la que algunos han llegado a plantear como la construcción de nuevos ciudadanos, por facilitar el aprendizaje y la construcción de capacidades. En la etapa de la ejecución de los proyectos de diversificación productiva13 mediante plantaciones de durazno diamante y aguacate Hass, los representantes de los grupos y los actores participantes realizaron una reunión de trabajo para definir acciones y acordar la forma de trabajar con una visión de largo plazo. El planteamiento central de los representantes fue acerca to para todos los comuneros, pero solamente decidieron participar en él quienes realmente querían trabajar con el enfoque del proyecto. De los dos proyectos, en 2008 se empezó con 18 comunidades, abarcando ampliamente el territorio municipal de Oxchuc. 13 La ejecución se inició con una reunión para tomar acuerdos y se procedió a realizar un taller y práctica en una parcela que se denominó taller demostrativo, donde los planificadores impartieron a los representantes de las comunidades o grupos de trabajo la forma del trazado y la preparación del terreno para la siembra, antes de que se entregaran las plantas.

de las muchas reuniones, talleres y capacitaciones, pues para ellos era una pérdida de tiempo, debido a los trabajos en la milpa, además del gasto para pasajes. Lo que querían era conocer la fecha para la entrega de las plantas y su transporte hasta las comunidades, y en caso de requerirse aportación económica para el flete, el proyecto se rechazaba (cuadro 1). Cabe aclarar que las comunidades o grupos beneficiados por los proyectos fueron los que estaban de acuerdo o tenían buena relación con el gobierno municipal. Aunque se publicó abiertamente la convocatoria para la realización de talleres participativos comunitarios, de donde surgieron los dos proyectos de diversificación productiva, existían comunidades que se autoexcluían y que no querían trabajar con el gobierno municipal al considerar que no serían apoyados. En 2008 una de las comunidades no aceptó trabajar bajo los lineamientos del proyecto ni tampoco los estudios agroecológicos. El Área de Proyectos Productivos de Oxchuc terminó apaciguando a este grupo de la forma tradicional dotando de plantas de durazno diamante, en lugar de beneficiarse por el proyecto de plantaciones de aguacate Hass. Otros grupos querían hacer lo mismo, pero la situación se resolvió con diálogo y acuerdos. En 2009, se ampliaron los dos proyectos de diversificación productiva hacia otras comunidades, de las cuales una no aceptó el proyectó de ampliación de las plantaciones de aguacate Hass al romperse la relación con el gobierno municipal por cuestiones partidistas. Estas evidencias revelan que la relación entre el gobierno y las comunidades están basadas en las prácticas del caciquismo, cuestiones partidistas y en el enfoque asistencialista. La resistencia que existe hacia los proyectos de gran visión se vuelve un obstáculo para la gobernanza, pero esto se debe a que está muy arraigada la forma tradicional-institucional de Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 81

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Cuadro 1. Establecimiento de durazno diamante y aguacate Hass, proyectos 2008 Productores beneficiados

Número de hectáreas establecidas

Inversión CDI

Inversión Municipio

Inversión Productor

Durazno

287

71.75

551 244.00

614 954.00

132 990.00

Aguacate

355

88.75

214 687.50

240 965.00

27 068.75

Fuente: Construcción propia, con datos de CDI y Ayuntamiento de Oxchuc, 2008

trabajar con el gobierno (dotación de plantas, asistencia social y apoyo total). Los datos muestran que es un gran reto trabajar con los proyectos de diversificación productiva basado en la gobernanza. Hasta junio de 2009, en los dos proyectos de diversificación productiva, de los 641 productores que iniciaron en 2008, 257 mostraron interés en dar a seguimiento sus proyectos. De los 18 grupos que empezaron, 11 mostraron cierto compromiso de continuar. Acerca del trabajo conjunto, en la primera reunión de autoridades comunitarias con el gobierno municipal, se solicitaba el apoyo total del gobierno municipal a cambio de apoyo político, pero las nuevas normas que señalan que para recibir un proyecto productivo se necesita aportar mano de obra o un porcentaje mínimo de recursos financieros, no coincide con la concepción y practica de trabajar juntos. Durante la operación del Programa de Diversificación Productiva se vio que era necesario construir nuevas formas de relación entre gobierno municipal, productores, comunidades, grupos de trabajo y otras instituciones participantes. La forma tradicional de “hacer proyectos en Oxchuc” se ha confundido con el apoyo para dotación de plantas, herramientas o insumos agrícolas. La concepción tradicional de trabajar juntos, aparentemente tiene como base la concepción de la autoridad tradicional-religiosa, pues en ello consiste la unidad y el respeto, sin embargo, en la práctica y acción del gobierno, esto es caciquismo, asistencialismo y paternalismo por parte del gobierno municipal. Entonces, Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 82

cuestionar la forma de gobierno en Oxchuc con base no solamente en la concepción tradicional sino también en las malas prácticas de la política pública es un gran reto, se necesita trascender más allá del trabajo conjunto. Otro momento de observación fue el monitoreo14, de acuerdo a las prácticas y recomendaciones hechas en las reuniones de trabajo y en el taller demostrativo15. El monitoreo del proyecto fue novedoso para los productores; al inicio a muchos les parecía una forma de presión u obligación de trabajo, no lo veían como medio de acompañamiento para empezar adecuadamente el proyecto desde la preparación la siembra. Conforme se avanzó en el trabajo la mayoría de los productores llegó a entender el objetivo del monitoreo que era satisfacer necesidades de capacitación más puntuales sobre el proyecto. En el caso de la segunda verificación, muchos representantes pensaron que era con fines de auditoría, ya que para ellos es algo extraordinario que alguien llegue a visitarlos en sus parcelas, para ver cómo va el trabajo y qué dificultades tienen.

14 El monitoreo es una actividad que realizaron los facilitadores juntamente con los representantes de los grupos de trabajo y los mismos productores, después de la siembra de las plantas de durazno diamante y aguacate Hass. Se realizaron verificaciones del avance de la siembra, asesoramiento y acompañamiento puntual de los productores para la ejecución del proyecto, evitando la práctica tradicional de la reventa de las plantas. 15 Es una práctica que se llevó a cabo en una parcela donde los facilitadores impartieron a los representantes de las comunidades o grupos de trabajo la forma del trazado y la preparación del terreno para la siembra, antes de que se entregaran las plantas.

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La finalidad del monitoreo de los proyectos era para orientar el proceso, lo cual permitiría entrar a otro proceso de generación de capacidades para el desarrollo local. No fue fácil monitorear los proyectos, muchos productores insistían en los apoyos económicos para la mano de obra (por la idea que el gobierno da apoyo total), a pesar de que desde los talleres comunitarios se habló que para los proyectos productivos se necesitan sus aportaciones. Se insistió en que si el gobierno daba todo, entonces, ¿dónde quedó aquello de que los tseltales son los verdaderos hombres trabajadores? A los productores se les hacía ver que sería una vergüenza si el gobierno diera todo, ya que entonces el proyecto sería del gobierno y tendría derecho de cosechar el fruto. Se insistió en que los programas sociales del gobierno, los apoyos en efectivo como dicen los tseltales de Oxchuc, ha limitado las iniciativas productivas y ha mermado las capacidades locales. Por lo que hay cada vez más dependencia del mercado y de los productos importados por parte de los productores, quienes se vuelven potencialmente consumidores. Las políticas públicas de atención social parecen tener discrepancia con las iniciativas de diversificación productiva. Además, el buen gobierno municipal es el que opera de modo paternalista, no es un gobierno propositivo. Un ejemplo de ello es la repartición de plantas de frutales solamente para los seguidores del presidente municipal, sin monitoreo y seguimiento, además con la gratificación por disponer la mano de obra, la cual termina siendo el objetivo primordial de los proyectos productivos. Construir otro tipo de relación entre productores y gobierno municipal a través de la forma de entender los proyectos productivos significa asumir un riesgo político y social desde el ayuntamiento. Al respecto la persona que encabeza el gobierno municipal dijo una vez que: sujel ta at’el ya sk’an de lumaltike (nuestro pueblo nece-

sita presión para trabajar), y agregó que, si se abraza a la gente para que hagan bien las cosas no está bien, ya que se malacostumbra y se molestan cuando no se les da algo. El miembro del ayuntamiento aludido concluyó: “Por lo menos ya estamos haciendo algo sobre proyectos productivos, hay que seguir haciéndolo bien. Porque en las administraciones anteriores no se hacían nada, pues nadie quería asumir los riesgos de este trabajo, el Área de Proyectos Productivos solamente funcionaba como protocolo” (Diario de campo, 21/10/08). A partir del monitoreo se consideró necesario contar con los criterios para calificar el avance de los proyectos. En la primera verificación los criterios de evaluación fueron los siguientes: tienen ubicado el terreno; tienen desbrozado el terreno; tienen realizado la ahoyadura; y hay disponibilidad del grupo para la realización de los trabajos. En esta evaluación del avance del trabajo de los 18 grupos de trabajo, 10 salieron bien, tres regulares y cinco malos. Las justificaciones que daban los que salieron regulares y malos son varias, lo sobresaliente es la desconfianza que tenían hacia el gobierno municipal en cuanto al impulso de los proyectos de la diversificación productiva, por lo tanto, no hacían la preparación de terreno mientras no llegan las plantas de aguacate y de durazno. Sin embargo, significaba desobedecer acuerdos tomados en las reuniones y prácticas de trabajo, y repercutía en una calificación baja del grupo. Aunado a lo anterior, la pregunta más constante fue ¿yunix bal ay ch’in tojoltik ts’ina teme at’ejotik leke? (¿será que recibimos remuneración si trabajamos bien?). Esto se debe a que ya están acostumbrados en la lógica de kuxul koltayel (apoyo total) que reciben del gobierno. Muchos productores planteaban que el gobierno tiene en sus manos el dinero del pueblo, por lo que pueden proporcionar el apoyo total, Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 83

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agregando que estos tipos de proyectos de diversificación productiva siempre van acompañados con recursos económicos, y tomaban como ejemplo a los que recibieron plantas de ciprés y pino del programa reforestación, ya que ellos recibían su gratificación en efectivo16, lo que evidencia los efectos contraproducentes de la política pública asistencialista. En los grupos que salieron con calificaciones bajas, la mayoría se preocupó y trabajaó más para la segunda verificación, ya que la primera calificación por grupo fue presentada ante el presidente municipal y su ayuntamiento, además de firmarse y sellarse para su conocimiento. El presidente municipal se comprometió a hablar con las autoridades comunitarias cuyos grupos de trabajo salieron con calificaciones bajas. Además se acordó entregar una copia de la calificación a cada grupo –firmada y sellada por el presidente municipal–, con lo que los productores vieron que iba en serio el proyecto. Esto sería una iniciativa desde el gobierno municipal. La enseñanza que expresaron a los facilitadores fue en el sentido de que quienes trabajaran bien obtendrían buenas calificaciones y tendrían el camino abierto para más apoyos, pero quienes no lo hicieran estarían cerrando sus propios caminos para los apoyos posteriores. Con esto se buscó combatir la política asistencial. Durante el proceso de planeación se llegó a la conclusión que la gobernanza puede ser una estrategia para impulsar los proyectos de diversificación productiva y el desarrollo local, a contracorriente de las políticas públicas mal enfocadas. La gobernanza requiere de la relación multiactoral. Cabe mencionar que se dio seguimiento a los proyectos de diversificación productiva de plantaciones de durazno diamante y aguacate Hass hasta el año 2010. Sin embargo, el gobier16 Los representantes y productores se referían a la gratificación que reciben de la reforestación del programa Proárbol 2008.

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no municipal ya no impulsó más el Programa de Diversificación Agropecuaria, pues no atraía más adeptos a favor del presidente municipal. La evidencia es que en 2010 ya no hubo inversión para el desarrollo agropecuario, se regresó a las políticas y prácticas tradicionales similares al caciquismo, con mayor atención a la cuestión partidista del pri, una mayor preocupación para mantener el poder y el partido. Finalmente el reto del proceso de desarrollo local en Oxchuc, desde el punto de vista de la gobernanza, es reducir la brecha entre la política tradicional-institucional y la política de desarrollo agropecuario bajo la misma perspectiva.

Análisis de la gobernanza y desarrollo local tseltal de Oxchuc Las concepciones culturales e históricas evidenciadas en el ciclo de planeación agropecuaria 2008, aportaron elementos valiosos para plantear que existe una forma particular de entender la gobernanza y el desarrollo en Oxchuc. Para lograr un desarrollo local es necesario cambiar varios elementos y prácticas, pero tal vez no será posible modificar algunos comportamientos, ya que depende de procesos culturales e históricos. En 2008 el presidente municipal de Oxchuc manifestaba que trabajar bajo un plan de gran visión basado en estudios agroecológicos era una apuesta y significaba asumir cierto riesgo social y político, debido a que el pueblo está mal acostumbrado y tienen una concepción protocolaria sobre los proyectos productivos, pero al final del proceso regresó a las nociones y prácticas antiguas. Generar gobernanza para el desarrollo local significa contradecir algunos elementos del gobierno tradicional-constitucional, es decir, no solamente es necesario cambiar algunas o muchas nociones y prácticas tradicionales, como el caciquismo, sino cambiar paradigmas convencionales de la política de desarrollo agropecua-

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rio, por ejemplo el concepto, tseltal, de kuxul koltayel (apoyo total), que puede ser un efecto de la aplicación de elementos tradicionales y cívicos. Por lo tanto, la iniciativa del gobierno municipal sobre el Programa de Diversificación Productiva para impulsar otra forma de entender y accionar sobre junax ya x-at’ejotik (trabajamos juntos) fue un ensayo acerca de cómo cambiar mentalidades, prácticas organizativas, y la interrelación entre sociedad y gobierno. Ahora, la construcción de la gobernanza en las sociedades con culturas originarias como los tseltales de Oxchuc no es trabajo fácil, ya que significa reorientar enfoques y concepciones tradicionales. Por un lado, se muestra una postura para la permanencia de las concepciones y prácticas tradicionales y, por el otro, se busca que el gobierno municipal actúe de manera diferente para cambiar las políticas mal dirigidas y aplicadas para el desarrollo agropecuario. Un representante del grupo de trabajo decía que “el gobierno debe enseñar cómo trabajar. El mejor apoyo que puede dar el presidente municipal es que nos enseñe a trabajar, con nuevas ideas y proyectos buenos, para el bienestar futuro de la familia”. Los que desean que el gobierno municipal impulse los proyectos productivos, forman parte del grupo de los mach’atik lek ya x-at’ej (los que trabajan bien) que desde el punto de vista político significa no generar conflictos comunitarios y hacer uso adecuado de los apoyos del gobierno. Pero desde la perspectiva de los productores son ellos quienes realmente empiezan a aceptar y valorar que el gobierno puede impulsar proyectos de desarrollo no solamente con el “apoyo en efectivo” sino por medio de capacitaciones, acompañamiento y condiciones de desarrollo local junto con el compromiso genuino de ellos. Un representante de una organización social y política de Oxchuc opinaba que “necesitamos concientizarnos para aprender a trabajar, para

que se elaboren mejores proyectos, se necesita la participación de todas las organizaciones y platicar primero con nuestros socios. Hay que tomar en cuenta nuestro conocimiento tradicional y nuestra cultura, no vamos a quedar solamente de lo que dice las leyes, porque tenemos nuestra propia cultura como tseltales”. Lo que sobresalió de este dilema en 2008 es que el gobierno municipal dio prioridad a los grupos que estaban de acuerdo en asumir una corresponsabilidad de trabajo: por lo menos fue cuestionada la lógica de kuxul koltayel y la relación cacique-cliente a la que estaban acostumbradas las organizaciones y grupos de trabajo que siempre se han beneficiado con la política asistencial en cada administración municipal. Con ello cobró sentido la frase del presidente municipal: “la gente no se abraza sino que sujel ta at’el ya sk’an” (necesita presión para trabajar), indicando que el gobierno municipal puede generar una perspectiva de trabajo, como parte de la construcción de la gobernanza para el desarrollo local. Solamente que tal perspectiva de trabajo es una característica del mal gobierno para la mayoría de los tseltales de Oxchuc. La conceptualización tradicional del lekil tunel (buen gobierno) sería abrazar a la gente, malacostumbrarla con un apoyo asistencial que no implique corresponsabilidad; es decir, la imagen de gobierno bueno es una relación sociedad y gobierno basado en concepciones y prácticas no adecuadas para el desarrollo local de Oxchuc. En el cuadro 2 se presenta el resumen de los términos en tseltal que se han tratado de fundamentar como categorías conceptuales de análisis para la gobernanza de Oxchuc. La categoría mayor de la gobernanza de Oxchuc identificada en 2008 en el contexto de la planeación de desarrollo agropecuario municipal fue junax ya x-at'ejotik (trabajamos juntos), a la que se le encuentra mayor sentido al relacionarla con las otras cinco subcategorías. Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 85

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Cuadro 2. Categorías de análisis de la gobernanza Términos en tseltal Traducción al español Junax ya x-at’ejotik Trabajamos juntos Ja’ chikan presirente Lo que diga el presidente Mach’atik lek ya x’at’ej Los que trabajan bien Mayuk mach’a xlikwan Ausencia de líderes Lekil tunel Buen gobierno Kuxul koltayel Apoyo total Fuente: Construcción propia, 2009.

Esta categoría expresa una concepción más tradicional: el sentido del término “trabajamos” se refiere a las acciones de apoyo gubernamental basado en las políticas asistencialistas, que no son interactivas y propositivas. El sentido del término “juntos” tiene gran relación con los principios de orden, cuidado, paz, tranquilidad y entendimiento sostenidos por el cogobierno tradicional-constitucional de Oxchuc. Esta forma de gobierno aprueba que el gobierno municipal sea el elegido para tomar las decisiones, ja’ chikan presirente (lo que diga el presidente) es bueno para la paz, la tranquilidad y el entendimiento del pueblo, de tal manera que los planes y los proyectos a veces no son necesarios. En este sentido, la toma de decisiones para el financiamiento del desarrollo agropecuario, recae principalmente en el presidente municipal, y comúnmente se ha realizado sin planes ni proyectos. Pero es necesario identificar a las comunidades o grupos de productores con quienes se desarrollarán las actividades productivas, lo que se hace, generalmente, por la vía de preferencias políticas. La necesidad de tener líderes viene del anhelo de tener más acceso a los apoyos del gobierno (mayuk mach’a ya xlikwan), por lo tanto, tener líderes no significa tener un grupo de “los que trabajan bien”, sino que los que no trabajan bien también necesitan líderes que gestionen el “apoyo total”. El gobierno municipal de Oxchuc opera bajo esta realidad social paradójica, por lo que debe tomar la decisión de cuidar o arriesgar su concepción tradicional de “buen gobierno”. Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 86

La categoría de junax ya x-at’ejotik (trabajamos juntos) es una concepción paradójica y de continuidad que refleja la característica de relación cacique y cliente. Lo que se busca con esta concepción es la unidad, ya que de ser realidad esta idea no habría la separación entre aquellos que no trabajan bien y los que trabajan bien. La colaboración de la autoridad tradicional, la autoridad cívica, el consejo de principales y la sociedad en general es paradójica para la gobernanza y el desarrollo local.

Conclusión Durante la experiencia del ciclo de planeación de desarrollo agropecuario 2008 se observó que el gobierno tradicional-constitucional pone muchas trabas para la operación del programa de gran visión de desarrollo agropecuario. Esto se debe a que no se quiere dejar de lado el poder local y la verticalidad de la autoridad municipal, basadas en la toma de decisiones centralizada. La interrelación entre el gobierno y la sociedad (productores) está cimentada aún en las prácticas del poder local por medio del cacique, como forma de representación popular, que tiene como mira principal acumular poder y riquezas (De la Peña, 1986), y no realmente en la descentralización de toma de decisiones y la integración horizontal de los actores para la gobernanza y el desarrollo local. Se pudo comprobar que el gobierno tradicional-constitucional de Oxchuc se escuda en valores tales como el respeto, la obediencia, la

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paz y el orden, sin embargo, éstos son mecanismos de convencimiento y de apaciguamiento para mantener una interrelación gobierno-sociedad pasiva, asistencial, paternalista, partidista y excluyente, lo que tiene mucho que ver con las prácticas del caciquismo; De la Peña (1986), afirma que el cacique es un líder carismático que crea una comunidad de seguidores de su persona y se expresa con un discurso populista, pero en realidad se basa en su capacidad pragmática de beneficiar a sus fieles y a un partido tradicional como es el pri. La función principal del gobierno tradicional-constitucional, con prácticas vigentes del caciquismo, es el intermediarismo basado en el dicho común de “bajar recursos” para el beneficio de la sociedad como sinónimo de gestión y ejecutar programas, lo que hace entender que el gobierno municipal es el líder capacitado para hablar con el gobierno estatal y federal, por lo tanto, la sociedad solamente está para escuchar, aceptar y recibir los apoyos del gobierno, y no formar interrelaciones de actores como se exige en la gobernanza y en el desarrollo local. Lo anterior hace entender que la política pública centralizada trata de informar a la sociedad y no de participar, actuar y planear. En el nivel municipal esta forma de intermediación política se enfoca en mantener la unificación social con base en líneas establecidas desde el nivel estatal y federal, reforzando de esta manera las prácticas antiguas del caciquismo, ahora disfrazado del asistencialismo social y paternalismo. El caciquismo fue impulsado por el pnr, el prm y posteriormente por el pri. No se puede decir que el gobierno regido por usos y costumbres es solamente de los tseltales de Oxchuc sino que es generado por las mismas instituciones nacionales. Entre 1936 y 1940 las estructuras comunitarias estaban regidas por el Estado y por el partido oficial. Los líderes comunitarios o caciques empezaron a actuar como intermediadores entre la sociedad y el gobierno (Rus, 2004).

El mismo pri se preocupó por formar sus líderes comunitarios, por ejemplo desde el cardenismo. En los años cincuenta las comunidades cerradas mencionadas por los antropólogos, eran en realidad comunidades revolucionarias institucionales subordinadas al poder central (Rus, 2004). En 1951 al establecerse el Instituto Nacional Indigenista en San Cristóbal de Las Casas, se formaron otros líderes que después llegaron a revolucionar la situación política de los tseltales y tsotsiles, lo que permitió que en Oxchuc los tseltales tomaran el poder político municipal y dio fin a la dominación de los ladinos. Lejos de lograr la integración nacional, el ini formó nuevos líderes comunitarios (maestros bilingües), lo que fortaleció el poder local y la estrategia carismática del sector instruido para seguir en la línea del caciquismo. La reforma municipal en la década de los años ochenta, permitió levantar un grupo de democráticos en Oxchuc que empezó a cuestionar la concentración del poder por el pri como imagen del gobierno tradicional-constitucional. López (1993) menciona que entre los maestros que se han manifestado en el movimiento magisterial desde el interior de las comunidades, hay una lucha política entre los tradicionalistas y los democráticos. Así que el gobierno tradicional-constitucional es construido más por elementos constitucionales, partidistas y exigencias del Estado que por elementos culturales de los tseltales de Oxchuc. Las inercias de partidos políticos izquierdistas tal parece que cuestionan esta forma tradicional-constitucional, sin embargo, echan mano también de los principios tradicionales y religiosos para ganar votos. La gobernanza en Oxchuc implica cambios en la forma de gobierno tradicional-institucional, lo que no es trabajo fácil, ya que significa cambios en la visión política y sobre las prácticas del caciquismo, así como una redefinición de las políticas del desarrollo local. Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 87

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Para la gobernanza y desarrollo local en Oxchuc se requieren nuevas interrelaciones entre gobierno, sociedad y mercado basadas en la concepción y prácticas del gobierno emprendedor, en el fortalecimiento del capital social, en las innovaciones productivas y en asumir los costos sociales y políticos, ya que se tendría que enfrentar todas las concepciones y prácticas del gobierno tradicional-institucional. La sociedad, especialmente los productores, ya no pueden ser solamente ciudadanos subordinados y manipulados por el carisma y el cacique, clientes del paternalismo o receptores de la política asistencial, sino que deben ser impulsores del cambio productivo con visión para el desarrollo local. Los puntos y planteamientos importantes encontrados en la experiencia de 2008 fueron: La expresión tseltal de la gobernanza es junax ya x-at’ejotik (trabajamos juntos) y su objetivo mayor es el lekil kuxinel (vivir bien), un concepto tseltal y tradicional de desarrollo en Oxchuc. La forma de gobierno tradicional-constitucional está enfocada al desarrollo tradicional –el “vivir bien”– y no para el desarrollo local. Plantear la gobernanza para el desarrollo local implica plantear dos cosas: una es la concepción y visión de desarrollo desde la lógica tseltal de Oxchuc como lekil kuxinel (vivir bien)y replantearlo como lekil kuxlejal (vida buena), es decir, cambiar la visión presente=pasado a la perspectiva presente=futuro respectivamente; la otra es que el enfoque de gobernanza para el desarrollo local implica una nueva institucionalidad del desarrollo. El lekil kuxinel (vivir bien) viene de lek kuxin (vivió bien, en pretérito). Se pueden asociar a esta idea varios indicadores cualitativos y cuantitativos, por ejemplo: armonía familiar, tierra buena, suficientes zontes17 de maíz, unidad en el 17 Un zonte equivale a 400 mazorcas de maíz (aproximadamentea 80 kg). En Oxchuc un productor puede producir hasta 14 zontes, aproximadamente 1 120 kilogramos, la tercera parte o la mitad de lo que se producía antes (Mariano Sánchez y Alonso Sántiz, milperos tradicionales de Oxchuc. Diario de campo, 2008). Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 88

trabajo y los elementos que permite una familia vivir en paz. La mayor parte depende de la disposición y acceso a los recursos productivos que ahora están en crisis o en escasez, por lo tanto existe una visión idílica del pasado, asociada a la forma de gobierno tradicional-constitucional. Se concluye que la lekil kuxlejal (vida buena) es la expresión más cercana al desarrollo local ya que no se refiere solamente al tiempo pasado, no está estrictamente aferrado a la cultura tseltal sino que acepta las perspectivas del cambio y acopla los proyectos de gran visión. Además se hace referencia al mejoramiento progresivo. Se considera que, “es momento clave del proceso de la vida de los seres humanos” (Paoli, 2001). La lekil kuxlejal es una categoría compleja, difícil de definir, como lo es el desarrollo local. Por otro lado, la gobernanza se fortalece con las instituciones, las cuales se toman como “órdenes negociados que son construidos, mantenidos y transformados por la interacción social.” (Appendini y Nuijten, 2002). En otras palabras, una institución se construye a través de las reglas y normas para alcanzar fines colectivos que pueden estar en constante cambio y estar dentro de las dinámicas multifacéticas (sociales, económicas, políticas, ambientales y culturales). La concepción que se asume de la “nueva institucionalidad” parte de las transformaciones de las prácticas, individuales o colectivas, generadoras de cambios de reglas y normas, por ejemplo el cambio de concepciones y prácticas del gobierno tradicional-constitucional de Oxchuc. Se puede decir que el proceso de desarrollo local de Oxchuc se ha iniciado a través de nuevas interrelaciones de actores. La nueva institucionalidad es una de las metas de la gobernanza. La gobernanza genera nuevas formas de interrelación de actores que reorientan los fines y metas, por ejemplo el abandono de la práctica de hacer proyectos productivos basados en la política asistencial. Pero también se entiende que las nuevas prácticas llevan a establecer y

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construir nuevas normas y reglamentos regulatorios. Lo nuevo de esto es el cambio de actitud y de prácticas, iniciado por los actores impulsores de desarrollo local, lo que genera además nuevos roles y acciones de los actores locales (comunidades, grupos de trabajo y productores tseltales de Oxchuc). Consideramos que todo esto es un esfuerzo de construcción de la gobernanza, al experimentar nuevas ideas y prácticas para el desarrollo local. Esta gobernanza se construye en la medida que cambian las prácticas tradicionales e institucionales como el caciquismo, el asistencialismo y el paternalismo. Con la nueva institucionalidad se pretende lograr un círculo virtuoso entre los actores, ya que al tener como propósito central el desarrollo local se genera una cadena de efectos favorables a los actores involucrados. En Oxchuc, antes de 2008, se mantenía el enfoque convencional del pri para impulsar un desarrollo agropecuario, pero se cambió por la perspectiva del cuasi-experimento de la política pública para el desarrollo local, aunque el Ayuntamiento de Oxchuc es el actor más incierto, ya que en 2010 retomó las viejas prácticas. La construcción de la gobernanza permite hablar del nuevo enfoque de desarrollo tseltal y la nueva institucionalidad. El ensayo 2008-2009 en Oxchuc demostró que es posible mejorar la interrelación gobierno y sociedad, pero que existen restricciones que deben enfrentarse con los nuevos roles de los actores. La forma de gobierno tradicional-constitucional en Oxchuc no favorece el desarrollo local, ya que su concepción, visión y práctica, y la forma en que interactúa con los actores no es el adecuado para la gobernanza.

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Los humedales de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas: actores y disputas Recibido: 15 de diciembre de 2009Aceptado: 10 de junio de 2010

Juana Cruz Morales1 Fernando Hernández Pérez2

Resumen El presente artículo destaca la disputa entre diferentes actores sociales sobre el acceso al agua potable en la Ciudad de San Cristóbal de Las Casas Chiapas, como problema socioambiental donde los ecosistemas conocidos como humedales de montaña han sido transformados para dar paso a fraccionamientos, tiendas comerciales y demás infraestructura orientada a la urbanización del espacio geográfico. El estudio se centra en la disputa en torno al agua potable, la lucha de las organizaciones sociales por tener menores costos del servicio y las políticas establecidas para abastecer a la población de la ciudad. La metodología es de tipo cualitativo mediante entrevistas abiertas que permitió la realización de una tipología de los diversos actores de San Cristóbal de Las Casas. Se concluyó que los humedales de San Cristóbal se encuentran en un punto de vulnerabilidad ecológica y en una constante disputa entre los diferentes actores. Palabras claves: humedales, disputas, actores sociales, agua potable.

The wetlands of San Cristóbal de las Casas, Chiapas: actors and disputes Abstract The article emphasizes the dispute among different social actors regarding access to drinking water in the city of San Cristobal de Las Casas, Chiapas. There exists a socio-environmental problem, where the ecosystems known as mountain wetlands have been transformed in order to make way for urban subdivisions, commercial stores and other infrastructure aimed at the urbanization of the geographic space. The study is focused on the disputes around potable water supply, the struggle of social organizations to have lower service costs and the established policies to supply the city’s population. The methodology is of a qualitative type, through open interviews that permitted the definition of a typology of the different actors in San Cristobal de las Casas. It is concluded that the San Cristobal wetlands are at an ecologically vulnerable point, and in constant dispute among the different actors. Key words: wetlands, conflicts, social actors, potable water

1 Profesora Investigadora, Maestría en CIencias en Desarrollo Rural Regional, sede Chiapas 2Alumno de la Maestría en CIencias en Desarrollo Rural Regional, sede Chiapas Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 91

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Introducción El crecimiento poblacional y la forma desordenada del proceso de urbanización característico en diversas ciudades de México ha ocasionado la ocupación de los espacios ecológicos. Los espacios han resentido drásticamente los efectos del cambio de uso de suelo, los cuales provocan un desequilibrio en sus funciones ecosistémico, que a su vez ha ocasionado la disminución substancial de los recursos naturales, tal como sucede con el agua. El agua, ha sufrido los efectos de la degradación y contaminación producto de las externalidades negativas del crecimiento urbano, debido a que estas externalidades han ocasionado que las corrientes de los ríos sean utilizados como drenajes de desalojo de los desechos humanos. Todo indica que estamos inmersos en un proceso complejo de desorden ecológico (Porto–Gongalves, 2009). La urbanización ha ocasionado cambios en el uso de suelo que afectan directamente las zonas de humedales. Esta afectación ha sido resultado de la concepción errónea, o desconocimiento, que tienen los actores sociales acerca de la función ecosistémica que realizan estos ecosistemas. En los últimos 30 años, los humedales han sufrido daños irreversibles, tanto en sus espacios físicos como en sus funciones (ecológicas, biológicas y sociales). Diversos actores sociales consideran a los humedales como tierras inhóspitas, peligrosas y sin ningún valor para el hombre (Abarca, 1992). Esta visión ha provocado la destrucción y equivocado uso de estos ecosistemas, es decir, se han alterado áreas de filtración natural por áreas urbanas (Leff, 2007). Un ejemplo de estos ecosistemas lo encontramos en el Valle de Jovel que alberga en su interior a la ciudad de San Cristóbal de Las Casas. El Valle de Jovel, antes de la fundación de la ciudad en 1528, se encontraba rodeado por vastas extensiones de humedales, aproximadamente 2 500 hectáreas (Vásquez, 2007 ). Con el avance del proceso de urbanización de la ciudad, los huRevista de Geografía Agrícola núm. 44 / 92

medales fueron sufriendo un proceso de degradación, que ha representado cerca de 90% de su superficie total. Uno de los factores que incidió directamente en este proceso de degradación fue la construcción del túnel en 1971 que modificó la estructura geológica del valle, en particular en el drenado de las aguas de lluvias que se concentraban en su interior. A decir de Artigas (1991) y Barbier (1997) el túnel generó un desalojo de 93 metros cúbicos por segundo . El crecimiento urbano de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas en los últimos 30 años ha provocado que los humedales queden al interior de la mancha urbana de la ciudad. Esta situación ha dado como consecuencia que estos ecosistemas enfrenten un proceso de deterioro cada vez más acelerado, proceso que repercute directamente en la capacidad de recarga de los mantos freáticos del valle, lo que ha generado escasez de agua, o una política de racionalización en el suministro de agua potable para la ciudad, particularmente hacia las colonias de la periferia. El objetivo de este estudio es hacer un análisis de cómo los actores sociales se disputan el espacio de los humedales; como ejemplo se retoma el caso del suministro de agua potable en la ciudad. Para el análisis se utilizó en el método cualitativo basado en la elaboración de entrevistas semiestructuradas a informantes clave, participación en asambleas y en reuniones multiactorales y revisión de información secundaria. Los humedales, espacio geográfico y actores sociales En San Cristóbal de Las Casas, al igual que en otras partes del mundo, en los últimos años se ha dado una discusión en torno a los humedales como ecosistemas, no como tierras inundables; al respecto Abarca (1996) sostiene que estas discusiones se basan en la perspectiva y experiencia personal de cada autor sobre el tipo de humedal que más ha trabajado o estudiado.

Los humedales de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas: actores y disputas

De acuerdo con el mismo autor la concepción de humedal varía dependiendo de la región o país, hecho que ha dado como resultado una tipología amplia de los humedales, así como características únicas a cada tipo; esto ha generado una gama de definiciones sobre lo que es o debe ser un humedal. Sin embargo, es necesario considerar el concepto de humedal desde una perspectiva global que enmarque los principios de conservación y clasificación de los humedales. Esta perspectiva fue establecida por la Convención Internacional sobre Humedales del Ramsar, establecida en 1971 en la ciudad iraní de Ramsar. La convención Ramsar reconoce como humedales a ˝las extensiones de marismas, pantanos […] o superficies cubiertas de agua, sean éstas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros˝ (Convenio Ramsar, 2007). La definición de los humedales que establece el convenio mencionado es una concepción más amplia que permite determinar a las zonas de humedales , además en él se contemplan cinco tipos de humedales principales: marinos, estuarios, lacustres, ribereños y palustres. En este último se consideran a las zonas pantanosas (marismas, pantanos y ciénagas). Los humedales del Valle de Jovel son de tipo lacustre, que a decir de Vásquez (2007) se caracterizan por tener suelos kársticos, alimentados por manantiales, arroyos perennes y estacionales. Estos ecosistemas generalmente se encuentran en cuencas endorreicas o en elevaciones entre los 200 y 500 msnm y en ellos habitan flora y fauna acuática (Vásquez, 2004; Berlanga– Robles et al., 2007; Dumack, 2008; Rojas, 2008). Los humedales como ecosistemas forman parte de una dinámica espacial en la cual los actores sociales están en constante interacción. En

este estudio se entiende como espacio geográfico al conjunto insoluble, solidario y también contradictorio, de sistemas de objetos y de sistemas de acciones, no considerados aisladamente, sino como un contexto único en el que se realiza la historia (Santos, 2000). Es decir, no pretendemos aislar los ecosistemas de los actores sino entenderlos como una unidad donde hay acciones que influyen en el sistema de objetos. Se entiende al sistema de objetos como la unidad de las cosas (elementos naturales) y los objetos (elementos artificiales) y al sistema de acciones como el resultado de la acción colectiva de los actores sociales sobre un espacio concreto. El espacio participa no sólo como contenedor o soporte material de los procesos sociales, sino también como un elemento activo que influye en la estructuración misma de la sociedad (Hoffmann, 1997). El espacio geográfico se determina por el proceso de apropiación y las disputas que se generan a raíz de este proceso. Las diputas son producto de un desacuerdo entre personas que reclaman los derechos y responsabilidades de alguien concreto con respecto al otro; también, las disputas incluyen las resoluciones tomadas por las instancias de autoridad y tienen como propósito, por lo general, ofrecer alternativas para que las partes lleguen a un acuerdo (Burguete, 2000). Es importante destacar que las disputas se dan en un espacio determinado y son dinamizados por diversos actores sociales, tal es el caso de los humedales. Los actores sociales se definen como grupo de individuos que actúan colectivamente y que comparten historia, prácticas, relaciones de solidaridad o amistad e intereses comunes (Touraine, 1987; Mulucci, 1996); es decir, lo que Rodríguez (2005), llama magma identitario compartido. Al magma identitario compartido se le suma la visión de sociedad que los lleva a realizar las prácticas de acción colectiva que no siempre Revista de Geografía Agrícola núm. 44/ 93

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pueden expresarse en forma discursiva o tener un proyecto escrito y de largo plazo, sino que puede ser una construcción identitaria coyuntural que identifica el actor social como un elemento de su visión de futuro. Visión que impulsa a ejercer una acción colectiva y en muchos de los casos a compartir con otros grupos de la población. El propósito de este estudio es analizar las disputas de los diferentes actores que se originan en torno a los humedales del Valle de Jovel.

Metodología La metodología empleada para el estudio se basó en el análisis cualitativo a través de la aplicación de entrevistas semiestructuradas con informantes clave de diferentes instituciones sociales y niveles de gobierno. Además se realizaron recorridos de campo y se revisó información secundaria de los archivos del Sistema Municipal de Agua Potable (sapam), minutas de reuniones multiactoriales. La aplicación metodológica permitió conocer las diferentes relaciones que establecen los actores sociales del Valle. Para determinar los espacios de acción de los actores se realizó un recorrido histórico a través de consultas de documentos y por la historicidad de los mismos. Además, se consultaron los Planes de Desarrollo Municipal (1997, 2000, 2002, 2007) y la Carta Urbana de 1997, por ser un documento en vigencia (la Carta Urbana del año 2007 no ha sido considerada para planeación de San Cristóbal). La información fue sistematizada y analizada para construir un marco de referencia de la dinámica poblacional, esto nos proporcionó la información oficial sobre el cambio de uso de suelo de las zona Norte, Sur, Oriente y Poniente de la ciudad. Se aplicaron 80 entrevistas en dichas zonas y con la información obtenida se estableció una línea de actores clave en cada una de ellas, posteriormente, se visitaron a los contactos y enlaces Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 94

para acceder a las asambleas y reuniones de las diferentes zonas. La tipología de los actores se realizó con base en la información proporcionada en entrevistas por los actores clave. Se hizo énfasis en las zona Sur y Norte por ser éstas las primeras que incidieron en el crecimiento urbano de la ciudad. Para comprender las disputas entre los actores sociales se acudió a las sesiones públicas de cabildo municipal, pues la presencia en este espacio social permitió definir los perfiles y tipos de actores que interactúan en el valle. Además, se identificó la relación y los intereses que tienen los actores hacia los humedales como recurso natural. Con la información obtenida en el trabajo de campo se logró determinar dos tipos de actores: 1) organizaciones socialmente constituidas; y 2) organizaciones legalmente constituidas (su caracterización se aborda en el apartado de discusión y resultados).

El Valle de Jovel y sus humedales Este estudio se ubicó en la mancha urbana de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México (figura 1), conocida por los españoles y por sus pobladores como Ciudad Real hasta 1829 (Jiménez, 1994; Aubry, 2008). Los indígenas de la región de Los Altos de Chiapas llaman a esta ciudad Jovel, nombre que se refiera a la abundancia existente de pastos, que eran conocidos con el mismo nombre. Administrativamente San Cristóbal de Las Casas está comprendido en la región económica de Los Altos de Chiapas integrada por 18 municipios, en su mayoría con población indígena rural, con excepción del municipio de San Cristóbal habitado por mestizos e indígenas, además de la ciudad de San Cristóbal, cabecera del municipio y de la región, que presenta una conformación urbano–rural. El municipio de San Cristóbal está conformado por 84 comunidades, 83 de las cuales se en-

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cuentran habitadas por indígenas campesinos tzotziles. Hasta el año 1970 la cabecera municipal estuvo poblada por mestizos, a partir de ese año la conformación poblacional cambió a consecuencia de la llegada de los indígenas exiliados de municipios de la región de Los Altos, por ejemplo, San Juan Chamul y Huixtan. La ciudad de San Cristóbal fue fundada en 1528 en un valle conocido por los indígenas de la región como Jovel. A decir de Aubry (2008) “en el corazón del país (antier región maya, ayer provincia del Reino de Guatemala, hoy estado de la República Mexicana), trepado en un alto valle a 2 100 metros de altura sobre el nivel del mar (msnm), está San Cristóbal de Las Casas, que la colonia llamó Ciudad Real y la costumbre Jovel”. La anterior descripción ejemplifica claramente la condición geográfica, política y cultural de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, la cual, antes de la llegada de los españoles, ya se constituía como un espacio geográfico importante para los pueblos originarios de Chiapas, particularmente de la población alteña.

Resultados y discusión La dinámica social que se observa en el Valle de Jovel está determinada por el crecimiento demográfico, producto de las inmigraciones y de las migraciones. Las inmigraciones a consecuencia del exilio de los indígenas evangélicos de sus comunidades de origen (Robledo, 1997; Martínez, 2004). Las migraciones están determinadas por la llegada de individuos de diferentes partes de México y de otros países. Además de estos dos factores se le suma el crecimiento natural de la población asentada en la ciudad. El crecimiento poblacional genera una demanda de espacios aptos para los asentamientos humanos como vivienda, infraestructura urbana, servicios públicos, entre otros, y por lo tanto exigen cambios en el uso de suelo y en el incremento de los servicios públicos (Castells, 2001). Esta dinámica ha llevado a ocupar espacios no aptos para las exigencias de los actores sociales, lo que da origen al surgimiento de una demanda creciente de suelos aptos o en condiciones de ser habitados, que causa que los suelos

Chamula

Zinacantán

Huixtán San Cristóbal de Las Casas

San Lucas

Mancha urbana de San Cristóbal de Las Casas

Teopisca

Humedales

Fuente: Generada a partir de bases geográficas digitales del Laboratorio de Análisis de Información Geográfica y Estadística (laige), de El Colegio de la Frontera Sur (Valencia E.)

Figura 1 . Área de estudio. Los humedales del Valle de Jovel. Revista de Geografía Agrícola núm. 44/ 95

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con vocación de humedales hayan sido secados y rellenados durante los últimos 30 años. El relleno de los humedales es resultado de una estrategia que impide la concentración de agua y por ende la formación de los humedales, pero también de un proceso de ocupación y transformación de la vocación del suelo, es decir, esta estrategia ha sido utilizada por los propietarios de suelos de humedales como una herramienta para ocupar y fraccionar estas zonas, y así cubrir la creciente demanda de suelos aptos para los asentamientos humanos. La destrucción de los humedales representa un negocio más redituable que la conservación de estas zonas. En otras palabras, el incremento de la población ha ocasionado un aumento en la venta de tierras y en la demanda de servicios, que ha traído como consecuencia la disminución de la superficie de los humedales en el Valle de Jovel. Aunada a la expansión urbana y la ocupación de las zonas de humedales, está la deficiencia en la cobertura de los servicios públicos, particularmente el agua. El suministro de agua en la ciudad en los últimos 20 años ha comenzado a ser deficitario en su cobertura hacia los barrios, colonias y fraccionamientos de la ciudad. En el 2003, la deficiencia en la cobertura del servicio provocó el impulso de una política privatizadora promovida por el gobierno municipal, la cual tuvo como objetivo concesionar al Sistema de Agua Potable y Alcantarillado Municipal (sapam) al sector privado. La intención del gobierno por privatizar el organismo municipal impulsó una reacción social que culminó con la cancelación del proyecto. Esta reacción social tuvo la participación de diversos actores sociales de la ciudad que se unieron por la defensa del agua como bien común. En San Cristóbal en los últimos diez años, los actores sociales han desarrollado una visión hacia

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la protección de los humedales como ecosistemas, es decir, es un movimiento por la defensa de la ecología (Castells, 2001; Leff, 2007). La visión ecológica ha llevado a decretar las zonas de humedales como Áreas Naturales Protegidas (anp), lo cual estuvo apoyada por algunas decisiones políticas de los gobiernos estatal y municipal en turno. El surgimiento de la visión ecológica de algunos actores sociales se debió a la comprensión sobre la importancia que tienen los humedales para el entorno ecológico y social de la ciudad. Dicha importancia reside tanto en sus funciones ecosistémicas como en sus servicios ambientales. La población extrae de los humedales aproximadamente 70% del total del agua potable para el consumo humano (Flores, 2008). En el marco de las funciones ecosistémicas de los humedales, la acción colectiva se desarrolla tanto por la dotación de agua potable como por la defensa de los espacios geográficos que forman los humedales. Esta acción colectiva ha permitido hacer la siguiente caracterización de los actores sociales del Valle de Jovel: Organizaciones socialmente constituidas. Se caracterizan por ser de carácter coyuntural y sólo pueden estar unidas mientras logran su objetivo. Este tipo de organización carece de un proyecto a futuro y no tienen un protocolo de constitución, únicamente existe la confianza y amistad entre los actores (movimiento ecologista, mesas directivas, consejos vecinales, consejo de ciudad). Grupos constituidos legalmente. Se caracterizan por ser una agrupación con objetivos bien definidos y legalmente constituída. Este tipo de organizaciones tiene carácter permanente y de continuidad de trabajos emprendidos (asociaciones civiles, organizaciones sociales).

Los humedales de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas: actores y disputas

Tipología de actores sociales de Jovel Tomando como base a las caracterizaciones 1 y 2, se puede hacer una tipología de cada uno de ellos (cuadro 1), considerando sus objetivos, su proyecto, la visión a corto, mediano o largo plazos. Cuadro1. Tipología de los actores sociales del Valle de Jovel. Socialmente constituidas

Legalmente constituidas

Coordinadora de Barrios y Colonias de la Zona Sur (Cocosur)

Coordinadora de Colonias de la Zona Norte (Cocozon)

Mesas Directivas (MD)

Alianza de Colonias de la Zona Oriente (ACZO), A. C

Consejo de Participación y Colaboración Vecinal (CPCV)

Asociación Hueyzacatlan, A. C

Consejo de Participación y Colaboración Vecinal de Ciudad (CPCVC)

Asociación Colina Peña María, A. C

Comunidad Eclesiástica de Base (CEB)

Alianza Cívica, A. C.

Seccionales del Partido Revolucionario Institucional (PRI)

Consejo Ciudadano de San Cristóbal de Las Casas.

Fuente: Elaboración propia con base a trabajo de campo (2007 – 2009).

Organizaciones socialmente constituidas Coordinadora de Barrios y Colonias de la Zona Sur (Cocosur). Tiene sus orígenes en 1995. Esta organización aglutina un total de 18 colonias, barrios y fraccionamientos de la zona sur de la ciudad de San Cristóbal. En sus orígenes se identificó con los principios de lucha del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (ezln) y estableció vínculos de apoyo con los asentamientos irregulares surgidos después de 1994, en particular con las colonias 5 de Marzo, 1º de Enero y Molino de los Arcos. Además, antes de su conformación varios de sus integrantes pertenecían a la Comuni-

dad Eclesiástica de Base (CeB) y en su momento formaron parte del Consejo Ciudadano para la Defensa Popular (Cocidep). La Cocosur es una organización socialmente constituida, pues no cuenta con acta constitutiva y no tiene una dirigencia definida. La Cocosur se rige bajo los principios de un consenso colectivo de sus integrantes y es de esta forma como llegan a acuerdos y decisiones. Las 18 colonias, barrios y fraccionamientos que la integran en su mayoría tienen la figura de mesas directivas y representan a la mayoría de los colonos. Esta organización ha estado presente en los procesos en contra de la privatización del sapam tanto en 1993 como en el 2003, además de participar en el movimiento social en contra de la instalación de antenas de telefonía celular en 2003, entre otros eventos. La cohesión que tiene el Cocosur se basa en los principios de confianza y amistad entre sus integrantes. Aunque Cocosur tiene varios años de existencia, sus integrantes se niegan a legalizar una figura organizativa, pues varios de sus integrantes argumentan que “en el Cocosur no hay líderes” (Trabajo de campo, 2008 y 2009). Mesas Directivas (md). Son organizaciones de tipo coyuntural avaladas por los presidentes municipales en turno. El objetivo de las md es transitorio y temporal, pues al término de su gestión los trabajos que emprende esta organización quedan inconclusos. Además, las md sólo sirven de instrumentos legitimadores para la asignación y recepción de las obras públicas. Consejos de Participación y Colaboración Vecinal (CpCv). Son asociaciones vecinales que se crean para participar y colaborar con las autoridades municipales. Los CpCv surgen de la Ley de Participación y Colaboración Vecinal del estado de Chiapas, promulgada en el periodo de gobierno 2000-2006. Aunque cabe aclarar que en el 2007 estos consejos tendieron a desaparecer por instrucciones del gobierno del estado de Chiapas para Revista de Geografía Agrícola núm. 44/ 97

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dar paso a las Asambleas de Barrio “Chiapas Solidario”, situación que en San Cristóbal de Las Casas no sucedió, por el contrario, en la ciudad existen las dos organizaciones (Consejos de Participación y Colaboración Vecinal y Chiapas Solidario). Con el inicio de la Ley de Participación Vecinal, los consejos eran únicamente designados por los presidentes municipales y cada presidente estructuraba los consejos de acuerdo a su interés político y personal. Por lo cual, los consejos respondían a los intereses particulares de cada autoridad municipal y se utilizaban únicamente para legitimar las obras públicas y los trabajos del municipio. En el año 2001 esta situación cambio a raíz de la realización del Foro de Participación Ciudadana convocada por organizaciones socialmente y legalmente constituidas (Barrios y Colonias de la ciudad en conjunto con Alianza Cívica, A. C). En este foro surgió la propuesta de impulsar la conformación de los consejos de manera democrática y abierta para que la participación ciudadana tuviera una estructura amplia y plural. Para el año 2002, aprovechando la coyuntura de un nuevo gobierno municipal, las organizaciones impulsaron una convocatoria para la conformación de los consejos de manera abierta y democrática. Esta convocatoria fue avalada por el presidente municipal, al reconocer legalmente los consejos que se formaron en toda la ciudad. A partir del 2002, los consejos vecinales han tenido una presencia e incidencia en los problemas municipales (obras públicas y servicios: alumbrado, agua potable, basura, seguridad, etc.). En el periodo 2002-2004 se nombraron 21 consejos de participación. Sin embargo, esta cultura de participación se extendió hasta el 2005, cuando se renovaron los consejos vecinales y se ampliaron a 36. Con el nombramiento de estos nuevos consejos se le da continuidad a los trabajos iniciados por los consejos vecinales del Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 98

periodo 2002-2004 a través del Consejo de Participación y Colaboración de Ciudad (CpCC). Consejos de Participación y Colaboración Vecinal de Ciudad (CpCvC). Son la organizaciones intermedias marcada por la Ley de Participación Ciudadana, ya que el siguiente nivel lo ocupa el Consejo de Participación y Colaboración Vecinal del Municipio (CpCvm) que reúne los consejos tanto de la zona urbana como de la rural. En el periodo 2002-2010, el CpCvm no se ha conformado debido a los intereses particulares de cada presidente municipal, es decir, éste es el único consejo que no ha funcionado tal como lo estableció la ley de participación ciudadana del estado de Chiapas. El CpCvC está integrado por 15 presidentes de Consejos de Participación y Colaboración Vecinal. Los integrantes del CpCvC son elegidos en una asamblea de representantes de Consejos Vecinales. Los CpCvC están facultados por la ley para hacer llegar demandas, sugerencias, inquietudes, priorización de obra, entre otras acciones, al presidente municipal. En el periodo 2008-2010, el presidente municipal convocó a la conformación de los consejos vecinales, pero no así del CpCvC por no convenir a sus intereses. Ello causa que los consejos vecinales se encuentren desarticulados y desorganizados para la gestión de las necesidades de la ciudadanía sancristobalense. Comunidad Eclesiástica de Base (CeB). Es una organización vinculada a la iglesia católica y surgió como parte de la diócesis de San Cristóbal. De ella surgió el Consejo Ciudadano para la Defensa Popular (Cocidep) en 1995, que sirvió como plataforma para la creación de la organización de Barrios y Colonias de San Cristóbal de Las Casas (Bacosan), la que sólo tuvo unos años de trabajo en la ciudad y después desapareció. La CeB tiene vínculos con otros grupos de la región y en los últimos meses ha declarado como sitio religioso la zona de los humedales de La Kisst o Primavera de San Cristóbal de Las Casas.

Los humedales de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas: actores y disputas

Los Seccionales. Es una organización impulsada desde el seno del Partido Revolucionario Institucional (pri), hasta el 2000, partido de Estado. El grupo Los Seccionales es una de las organizaciones con mayor antigüedad en la ciudad, por lo cual, como su nombre lo dice es una representación de las secciones electorales. Esta organización realizaba las funciones de representación de las colonias, manzanas o barrios a través de los jefes de manzanas y sólo servían para legitimar las acciones del gobernante en turno y no representaba los intereses de los ciudadanos de la ciudad. Sin embargo, con la presencia de organizaciones como la Coordinadora de Zona Norte y Sur su representación ha decaído, pero aún así este tipo de organización aún sigue presente en la ciudad. Para el 2010, Los Seccionales sólo han hecho presencia en los procesos electorales municipales, estatales o federales, ya que sus integrantes han entendido que la ciudadanía no comparte sus métodos de representación. Sin embargo, los seccionales en los últimos años han dado origen a nuevas organizaciones como: la fundación Luis Donaldo Colosio; Hueyzacatlán; Colonia Peña María, entre otras. Este nuevo grupo de organizaciones ha surgido con la representación jurídica de asociación civil y como una forma de aglutinar adeptos a sus fines políticos.

Organizaciones legalmente constituidas Coordinadora de Colonias de la zona Norte (Cocozon). Se ha convertido en una organización de mayor permanencia en la ciudad con objetivos bien definidos y a largo plazo. La Cocozon se encuentra conformada por un promedio de 48 colonias, dicen sus integrantes. La Cocozon a diferencia de la Coordinadora de Colonias y Barrios de la Zona Sur (Cocosur), sólo está integrada por colonias y en ella no se encuentra ningún barrio o fraccionamiento de la ciudad. La Cocozon se ha convertido en un órgano de

representación ciudadana dentro del municipio y de sus autoridades mismas. La participación de los actores al interior de la organización es de carácter informal. Las decisiones y acuerdos son tomados en asambleas generales o comunitarias y en este espacio se privilegian los intereses colectivos por encima de los individuales. La fortaleza de Cocozon se debe a la cohesión que existe entre sus agremiados, pues éstos han entendido que es la única manera de conseguir la solución de sus demandas, fundamentalmente los servicios públicos y la regularización de sus colonias. Además, la Cocozon desde el 2002 ha impulsado a varios de sus representantes a ocupar cargos de representación popular como son las regidurías y ha tenido presencia dentro del cabildo municipal por la fuerza coercitiva que representa. La Cocozon ha realizado algunas acciones y movilizaciones en conjunto con la Coordinadora de Colonias y Barrios de la Zona Sur (Cocosur) y la Alianza del Oriente. Esta colaboración se dio particularmente en el tema la privatización del sapam y la instalación de las antenas de telefonía celular, entre otros asuntos. Alianza de Barrios y Colonias de la Zona Oriente. Es una organización que surgió como parte de los sistemas independientes de agua potable, principalmente del sistema Chucpactic que se localiza en el lado oriente de la ciudad. Esta organización que aglutina a diversas colonias de esta zona de la ciudad, desde sus inicios en 1998 surgió como una asociación vivil. La mesa directiva está integrada por los representantes de algunas colonias del oriente. En algunos momentos, esta organización ha establecido relaciones de cooperación con la Cocosur, principalmente en el tema de las antenas de telefonía celular, la privatización del sapam y la asignación de obra pública. Asociación Hueyzacatlán del Sur. Es una organización de reciente creación que apareció en 2007, durante la campaña para la presidencia Revista de Geografía Agrícola núm. 44/ 99

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municipal. Entre sus objetivos estaban el posicionar al candidato del pri, para que no olvidara sus orígenes como parte de Los Seccionales, y actuar como contrapeso de la Coordinadora de la Zona Norte en el proceso electoral, lo cual sucedió. La aparición de Hueyzacatlán significó revivir viejas disputas raciales, pues Hueyzacatlán es una organización de gente mestiza “auténticos coletos”3 y la Cocozon una organización indígena. A decir de Palacios (2009), “los coletos se sienten lastimados, dolidos del golpe que implica el establecimiento de los indígenas en San Cristóbal, […]” (Palacios, 2009). Un par de años después esta organización se fraccionó y de ella surgió la asociación Colina Peña María con los mismos principios que la organización Hueyzacatlán. Las dos organizaciones además de sus principios, tienen en común actuaciones polémicas, dado que se venden al mejor postor. Por ejemplo, en el proceso electoral de 2010, durante el tiempo de campaña electoral estas organizaciones apoyaron al pri pero en el último momento, antes de las elecciones negociaron con la candidata del Partido de la Revolución Democrática (prd). Tal como lo sostuvo la candidata, y actual presidenta municipal, Victoria Cecilia Flores Pérez, después de conocer su triunfo en las elecciones del 2010 “organizaciones ciudadanas que han simpatizado normalmente con el PRI, en

3 La concepción de coletos hace referencia a los pobladores originarios de algunos barrios antiguos de la ciudad, y en particular a la población descendiente directamente de los españoles. El término de auténticos coletos ha sido una denominación que se han disputado los pobladores de diversos barrios de la ciudad, particularmente los tradicionales, miembros de clase media, alta y conservadora que hacen referencia a su origen. El término de auténticos coletos recobra fuerza a partir de 1994 y como consecuencia del levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (ezln), quienes apedrean y arrojan huevos a la curia diocesana por considerar al obispo (j Tatik) un socialista, irremediablemente aliado de esos indios que solían ser despreciados y humillados por los coletos. Mariano Díaz Ochoa, ex alcalde priista, en dos ocasiones, y líder del ex líder de los tristemente célebres auténticos coletos […] (La Jornada, enero 2011).

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esta ocasión se acercaron con nosotros” (Mirada Sur, julio de 2010). Alianza Cívica. Es una organización que inició sus actividades en la década de los noventa y se encuentra integrada por algunos representantes de barrios y colonias. En su origen estuvo vinculada con los grupos de la zona sur, el Bacosan y con las Cep. Sin embargo, esta organización sólo es representada por su mesa directiva. Pero aún con esto ha estado inmersa en la problemática de la ciudad y sus representantes formaron el Consejo de Ciudad en el 2002. Es decir, Alianza Cívica en los últimos 10 años ha tenido una participación activa en la ciudad a través del financiamiento de diversos proyectos sociales. Consejo Ciudadano de San Cristóbal de Las Casas. Es una organización de creciente creación y surgió por iniciativa de actores políticos de la ciudad, como el ex administrador del sapam, ex candidatos de diputados o presidentes municipales y algunas organizaciones como Na Bolom y Amigos por San Cristóbal, entre otras. El Consejo Ciudadano surgió en un momento coyuntural y de crisis política en la ciudad, principalmente en 2007. En este periodo se dio la llegada al poder local de una de las fracciones más retrogradas y denigrantes del priismo local. Una de las primeras acciones del consejo ciudadano fue hacer valer las condiciones de seguridad de la carretera rápida San Cristóbal de Las Casas-Tuxtla Gutiérrez. Esta primera acción se enmarcó dentro del proceso de privatización de la carretera, la cual fue concesionada a la Empresa Concesionaria de Autopistas del Sureste, conformada por la empresa española Aldesa y la mexicana Acsa. Los empresarios, de esta firma, aún con el cobro de peaje no brindaban los servicios del seguro carretero, mecánico y de primeros auxilios. Ante dicha incompetencia el Consejo Ciudadano hizo su aparición exigiendo que se cumpliera con los derechos de tránsito, particularmente por la inseguridad que representaba esta situación para

Los humedales de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas: actores y disputas

algunos de sus integrantes que se dedican al transporte turístico. Posteriormente surgieron los proyectos de defensa de los humedales, la oposición a construir la perrera municipal en la zona de humedales de la Kisst, la reubicación del rastro municipal, la defensa de la zona de los terrenos del Cubito y la conservación de los terrenos del antiguo Molino de Los Arcos, entre otros proyectos de defensa ciudadana. El Consejo Ciudadano desde su fundación ha estado participando activamente en la construcción de la ciudadanía como contrapeso de la autoridad municipal. La tipología de los actores sociales del Valle de Jovel ha permitido describir seis organizaciones socialmente constituidas que se desenvuelven en el marco de una acción colectiva sobre los recursos naturales: Coordinadora de Colonias de la Zona Sur (Cocosur), Consejo Ciudadano para la Defensa Popular (Cocidep), Consejo de Participación Colaboración Vecinal (CpCv), Consejo de Participación Colaboración Vecinal de Ciudad (CpCvC), Comunidades Eclesiásticas de Base (CeB) y Los Seccionales del pri. Además de estas organizaciones socialmente constituidas, a finales del 2010 surgió el movimiento ciudadano Salvemos a San Cristóbal, organización que se ubica dentro de este grupo porque surgió de la unión de diversas organizaciones sociales y ecológicas para defender el entorno ecológico del valle (humedales, aires, minas de arena, tratamiento de la basura, saneamiento de ríos, entre otros temas). Esto también ha permitido articular un promedio de seis organizaciones legalmente constituidas que de una u otra forma coinciden con la acción colectiva en torno a los recursos naturales, tal como: Coordinadora de Colonias de la Zona Norte (Cocozon), Alianza de Colonias de la Zona Oriente (aCzo), Hueyzacatlán, A. C., Colina Peña María, a. C, Alianza Cívica, A. C y Consejo Ciudadano de San Cristóbal.

Los actores sociales del Valle de Jovel en el marco de una acción colectiva La tipología de los actores sociales del Valle permitió establecer que existe una relación directa con cada una de estas organizaciones. Cada uno de los actores participantes se relaciona de una manera u otra con el tema del agua y ésta, a su vez, con los humedales. Las organizaciones socialmente constituidas como la Coordinadora de Barrios y Colonias de la Zona Sur (Cocosur), y el Consejo Ciudadano para la Defensa Popular (Cocidep) han estado impulsando el pago de una tarifa justa en el servicio del agua potable, particularmente sobre las tarifas que establece el sapam. Esta tarifa justa4 se compone de un pago económico de $400.00 pesos anuales y otro de $ 340. 00 por servicios ecológicos comunitarios. Además, estos actores sociales se han sumado en las movilizaciones por la defensa de las zonas de humedales y a la negativa de los proyectos de privatización del sapam. Las organizaciones legalmente constituidas también se relacionan directamente con el tema del agua y de los humedales. Este grupo de actores sociales, el cual es representado en primer lugar por la Coordinadora de la Zona Norte ha estado inmerso en la disputa por el acceso a una “tarifa preferencial”, la cual difiere sustancialmente de la tarifa justa que establecen Cocosur y el Cocidep con el sapam. Las tarifas preferenciales que establece la Cocozon con el sapam se define por los aspectos de negociación, que son fijadas desde el plano

4 La tarifa justa es definida por los actores sociales por los siguientes aspectos: a) el tiempo que el sapam suministra el agua a las colonias, que comprende de una racionalización en horas y cada tercer día; b) en términos de tiempo sólo reciben 15 días de agua al mes, siempre y cuando no haya una avería en la red de suministro; c) la inversión en tiempo y trabajo en las campañas de reforestación y limpia en diversas zonas de la ciudad, actividad que realizan dos o tres veces al año, y d) participación en foros, debates y mesas de trabajo relacionados con la restauración ecológica de la cuenca.

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político–electoral. Esta tarifa preferencial se establece debido a la cohesión social que ejerce la Cocozon con los pobladores de cada una de las colonias que la integran, lo que les ha permitido obtener un pago menor en las tarifas de agua potable mediante la negociación con cada candidato o presidente municipal en turno. Además de la Coordinadora de la Zona Norte que representa este grupo de actores sociales, se encuentran otras organizaciones como Hueyzacatlán que han logrado establecer una tarifa preferencial con base en el condicionamiento político– electoral de respaldo al presidente municipal en funciones. En el otro extremo se encuentra el Consejo Ciudadano de San Cristóbal, que aunque de reciente creación ha logrado establecer una agenda para la construcción de una ciudadanía, pero particularmente hacia la defensa de los recursos naturales, en especial de la zona de humedales y bosques de San Cristóbal de Las Casas. La presencia de estos actores sociales en el Valle de Jovel ha generado un campo de tensiones y conflictos que se desarrolla alrededor de la obtención de tarifas justas y preferenciales en el servicio de agua potable. Por tal razón la conservación de los humedales como ecosistemas se encuentra supeditada a la coyuntura social y política que presentan los actores sociales en el Valle.

Conclusiones La presencia de los actores sociales en el Valle puede impulsar una agenda ciudadana que permita desarrollar una serie de estrategias en el largo plazo, encaminadas a mantener el equilibrio ecológico de los recursos naturales, particularmente de los humedales o el entorno ecológico del Valle, tal como está sucediendo en los últimos meses con el movimiento ciudadano Salvemos a San Cristóbal de Las Casas. Este movimiento ha incidió en la creación de una agenRevista de Geografía Agrícola núm. 44 / 102

da ecológica y ha impulsado la realización de un diagnóstico de ordenamiento territorial para el municipio. La participación de los actores sociales en el tema de la conservación ecológica del Valle de Jovel debe ser vista como una oportunidad para establecer las bases de una agenda de planeación en el largo plazo que considere a los humedales como la base para la protección del agua potable, lo cual, permitirá crear los principios de un ordenamiento territorial que incida en la no ocupación o destrucción de las zonas de humedales que aún quedan en el Valle. La acción colectiva que realizan las organizaciones y los actores sociales en el Valle de Jovel tienen un reto mayor: despertar la conciencia ecológica de la población en general y de las autoridades de los tres órdenes de gobierno (municipal, estatal y federal) para realizar esfuerzos en conjunto que permitan la conservación, preservación y restauración del entorno ecológico del Valle de Jovel, y en particular de las zonas de humedales que día con día se ven amenazadas por el avance de la mancha urbana. Impulsar la acción colectiva de los actores sociales en el marco de la preservación y conservación de los recursos naturales puede ayudar a disminuir y mitigar los riegos de catástrofes naturales. En el caso particular de los humedales se establecerían las bases para reducir los riesgos de inundaciones en las temporadas de precipitaciones pluviales y ciclones, debido a que los humedales se convierten en verdaderas esponjas que absorben el agua al subsuelo. La forma de crecimiento urbano que ha presentado en los últimos 30 años la ciudad de San Cristóbal de Las Casas ha ocasionado que los recursos naturales se encuentren en un punto de vulnerabilidad ecológica que amenaza su conservación y preservación, en particular de sus zonas de humedales y bosques. En la medida en que la mancha urbana se va extendiendo sobre el valle, los primeros espacios geográficos en

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sufrir un cambio de uso son los humedales y los bosques. La desaparición de las zonas de humedales en el Valle de Jovel traerá como consecuencia serios problemas para la ciudad, como la drástica disminución en la captación de agua en los mantos freáticos, y por ende una menor disponibilidad en el servicio de agua potable de la ciudad; los riesgos de inundaciones serán cada vez mayores, tal como sucedió en el 2010 cuando el cauce del río Amarillo de desbordó y afectó colonias y barrios como La Isla, Mexicanos y Ciudad Real, entre otros, además de inundar y afectar los sistemas de bombeo del sapam, en particular el del Kisst o Primavera, que se contaminaron por las aguas negras que desalojan los ríos de San Cristóbal. Además, si los actores sociales del Valle no despiertan una conciencia ecológica sobre la importancia de los humedales y su conservación se corre el riesgo de estar a unos pasos de una crisis socioeconómica causada por su desaparición, debido a que una parte del motor económico de la ciudad depende de la prestación de servicios al turismo local, nacional e internacional, lo que demanda grandes cantidades de agua.

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l documento “Voto particular del C. Ponciano Arriaga, sobre el derecho a la propiedad” dado a conocer el 23 de junio de 1856, y recopilado en el libro de Francisco Zarco Historia del Congreso Extraordinario Constituyente de 1856 y 1857, editado en 1857, en fue propuesto originalmente por Juan Pablo de Pina García, profesor-investigador de la Dirección de Centros Regionales de la uach para su publicación en la Revista de Geografía Agrícola. El contenido del documento se relaciona con dos de las preocupaciones académicas de nuestro compañero: la propiedad de la tierra y los aspectos jurídicos de la misma. Debido a problemas de salud, desde septiembre de 2010, a Juan Pablo de Pina le fue imposible hacer la presentación, sin embargo, dada la importancia del documento, en este número se reproduce, como reconocimiento a su trabajo de investigación y de construcción de la Universidad Autónoma Chapingo. El contexto El documento de Ponciano Arriaga que aquí se reproduce, fue generado en torno a la elaboración de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1857. Tras el desconocimiento de Antonio López de Santana, por el movimiento revolucionario encabezado por Juan Álvarez y la firma del Plan de Ayutla, el presidente de la república, Ignacio Comonfort, establece el Congreso Constituyente el 1o de febrero de 1856, y la Constitución surgida de dicho congreso se aprueba, finalmente, el 5 de febrero de 1857. El documento que nos ocupa, fechado el 23 de julio de 1856, corresponde al periodo de elaboración de la constitución y refleja una de las visiones más avanzadas de los liberales representados en el Congreso Constituyente del 1 Profesor Investigador de la Maestría en Ciencias en Desarrollo Rural Regional. uach. Revista de Geografía Agrícola núm. 44 / 107

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que Ponciano Arriaga fungió como su presidente, y por ello se le conoce como el padre de la Constitución de 1857. A pesar de la posición privilegiada de Ponciano Arriaga como Presidente de la Asamblea Constituyente y de la Comisión de Constitución, lo que finamente quedó establecido en el artículo 27, no corresponde a la visión liberal, y menos a la de Arriaga. Lo plasmado en el documento que se reproduce es un diferendo del contenido del artículo 27 de la constitución, a la vez que representa la posición personal y un ejemplo de la visión más avanzada de los liberales de aquella época sobre los derechos de la propiedad y de la tierra, particularmente la crítica a la posición de grandes extensiones incultas y la preocupación de la situación social de las clases desposeídas. La constitución de 1857 en su Artículo 27, establece que “La propiedad de las personas no puede ser ocupada sin su consentimiento, sino por causa de utilidad pública y previa indemnización. La ley determinara la autoridad que deba hacer la expropiación y los requisitos con que esta haya de verificarse. Ninguna corporación civil o eclesiástica cualquiera que sea su carácter, denominación u objeto, tendrá capacidad legal para adquirir en propiedad o administrar por si bienes raíces, con la única excepción de los edificios destinados inmediata y directamente al servicio u objeto de la institución”. Este planteamiento constituye un avance en la delimitación del derecho de propiedad, sobre todo porque deja fuera a las organizaciones civiles y eclesiásticas del manejo de bienes raíces, entre ellos la tierra y su concentración en pocas manos, aspecto que representa uno de los problemas principales de la época y al que los liberales impulsaron en la construcción del México

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independiente. Pero al considerar que este artículo no recogía los planteamientos expuestos, Ponciano Arriaga elabora el documento “Voto particular sobre el derecho a la propiedad” que incluye diez puntos, dado a conocer el 23 de junio de 1856.

Ponciano Arriaga Leija Nació el 19 de noviembre de 1811, en San Luis Potosí, apenas un año después de haberse iniciado el movimiento de independencia de México. A la edad de 19 años obtuvo el título de abogado, profesión a la que se dedicó sólo los primeros años, pero sirvió de fundamento para toda su carrera política, en donde desempeño diversos cargos hasta su muerte el 12 de julio de 1865. Desde que era estudiante se identificó como liberal y pasó a formar parte del Partido Liberal Mexicano del cual fue presidente. Como funcionario ejerció cargos menores en las diferentes administraciones de su estado natal, hasta alcanzar la diputación local. La experiencia lograda en su trayectoria inicial en San Luis Potosí, sirvió de base para su posterior desempeño en el nivel nacional. Arriaga tomó las armas en varias ocasiones; fue diputado federal en dos ocasiones, senador, Ministro de Justicia y Ministro del Interior durante el periodo de la Reforma, también formó parte del gabinete del Presidente Juárez, quien lo designó gobernador de Aguascalientes y del Distrito Federal. Pero su labor más prominente se identifica con el Congreso Constituyente que redactó la Carta Magna de 1857. En esa ocasión Ponciano Arriaga fue electo diputado por el Distrito Federal y los estados de Puebla, México, Michoacán, Guerrero, Jalisco, Zacatecas y San Luis Potosí. Distinguido como presidente de la Asamblea Constituyente y de la Comisión de Constitución, el 16 de junio de 1856, a nombre de la citada comisión, Arriaga presentó el

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proyecto constitucional que sería discutido en las sesiones posteriores.

alcanzan alguna o algunas naciones de Europa”.

Voto particular del C. Ponciano Arriaga, sobre el derecho a la propiedad Es un documento paradigmático en contra de los latifundios en México, que retoma vehementemente los reclamos hechos por antecesores ilustres como Hidalgo, Morelos y los liberales contemporáneos de Ponciano Arriaga. Se plantea como un discurso que va hilvanando argumentos que fundamentan la propuesta de los 10 puntos sobre el derecho a la propiedad, los cuales se encuentran al final del documento. El artículo 27 de la constitución de 1857, contiene sólo dos elementos que se relacionan con los planteamientos de Arriaga, el primero referido a la propiedad de la tierra y el séptimo, en términos de la prohibición para que las sociedades civiles o eclesiásticas puedan administrar o poseer propiedades; el resto de la propuesta se dejó fuera y a ello se debe su presentación posterior. Dentro de los argumentos esenciales de la propuesta se encuentra la claridad de la magnitud del problema, en los términos que Arriaga establece que: “Mientras que pocos individuos están en posesión de inmensos e incultos terrenos, que podrían dar subsistencia para muchos millones de hombres, un pueblo numeroso, crecida mayoría de ciudadanos, gime en la más horrenda pobreza, sin propiedad, sin hogar, sin industria ni trabajo. Poseedores de tierras hay en la República Mexicana, que en fincas de campo o haciendas rústicas, ocupan (si se puede llamar ocupación lo que es inmaterial y puramente imaginario) una superficie de tierra mayor que la que tienen nuestros Estados soberanos, y aún más dilatada que la que

Sobre este aspecto, en la propuesta número 2, se establece que: “2a. Los poseedores de fincas rústicas que tengan una extensión mayor de quince leguas cuadradas de terreno, para ser reconocidos ante las leyes del país como perfectos propietarios, deberán deslindar y cultivar sus territorios acotándolos y cercándolos por aquellos rumbos que estén en contacto con propiedades ajenas o con caminos públicos. Sin estos requisitos no tendrán derecho a quejarse de daños causados por los vecinos o transeúntes, o por caballerías o ganados que se apacienten en la comarca, ni a cobrar cosa alguna por los pastos, montes, aguas o cualesquiera otros frutos naturales del campo”. A partir de esto y sin haber una declaración explicita, el autor maneja 15 leguas cuadradas como una superficie permitida por la propuesta, ya que posteriormente establece limitantes hacendarias para que se posean superficies mayores. Esta superficie, aunque se plantea limitativa resulta inmensa. Si consideramos que una legua mide 4.2 km2, se tendrán terrenos de 63 kilómetros por lado, lo que convertido a hectáreas da un total de 396 900, cantidad que resulta estratosférica. El documento que nos ocupa es fundamental para entender los excesos de la posesión de la tierra en el México independiente, la preocupación y batalla dada por los liberales para que esta situación cambiara, así como también la falta de condiciones para dicho cambio, por lo que hubo que esperar hasta la Revolución de 1910, para hacer valer el derecho a la tierra de los desposeídos de nuestro país.

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LA PROPIEDAD Voto particular del diputado Ponciano Arriaga ante el Congreso Constituyente. 23 de junio de 1856. Señor: En la parte expositiva del proyecto de ley fundamental, leída al Soberano Congreso en la sesión del 16 del corriente, se ha manifestado que, sin embargo de no haber creído conveniente dar lugar en el cuerpo del dictamen a mis ideas y proposiciones, que tenían por objeto remediar en lo posible los grandes abusos introducidos en el ejercicio del derecho de propiedad, no por eso la comisión consideraba inútil analizarlas y fundarlas. Los más crasos errores proceden siempre de un principio de verdad, que sólo una discusión libre y franca desenvuelve, poniéndolo en su verdadero punto de vista. Tengo, pues, la obligación de cumplir con la promesa a que se refiere el dictamen, y tengo al mismo tiempo la necesidad de presentar mis pensamientos a la luz clara de la opinión pública, al examen del pueblo y de sus representantes, para evitar toda interpretación siniestra. He tenido siempre por sistema de conducta decir la verdad ingenuamente, y no prescindiría de mi principio, cuando se trata de los más graves intereses de la República y cuando mi conciencia me dice cuál es mi deber. A juicio de los hombres más eminentes, que han observado y comparado con meditación y prolijidad las condiciones políticas y económicas de nuestra existencia social, y a juicio del pueblo, que unas veces por entre el seno mismo de las tinieblas, se encamina a la luz de las reformas y otras, ya ilustrado, acepta y consagra las doctrinas más saludables; uno de los vicios más arraigados y profundos de que adolece nuestro país, y que debiera merecer una atención exclusiva de sus legisladores cuando se trata de su código fundamental, consiste en la monstruosa división de la propiedad territorial. Mientras que pocos individuos están en posesión de inmensos e incultos terrenos, que podrían dar subsistencia para muchos millones de hombres, un pueblo numeroso, crecida mayoría de ciudadanos, gime en la más horrenda pobreza, sin propiedad, sin hogar, sin industria ni trabajo. Ese pueblo no puede ser libre, ni republicano, y mucho menos venturoso, por más que cien constituciones y millares de leyes proclamen derechos abstractos, teorías bellísimas, pero impracticables, en consecuencia del absurdo sistema económico de la sociedad. Poseedores de tierras hay en la República Mexicana, que en fincas de campo o haciendas rústicas, ocupan (si se puede llamar ocupación lo que es inmaterial y puramente imaginario) una superficie de tierra mayor que la que tienen nuestros Estados soberanos, y aun más dilatada que la que alcanzan alguna o algunas naciones de Europa. En esta gran extensión territorial, mucha parte de la cual está ociosa, desierta y abandonada, reclamando los brazos y el trabajo del hombre, se ven diseminados cuatro o cinco millones de mexicanos, que sin más industria que la agrícola, careciendo de materia primera y de todos los elementos para ejercerla, no teniendo adónde ni cómo emigrar con esperanza de otra honesta fortuna, o se hacen perezosos y holgazanes, cuando no se lanzan al camino del robo y de la perdición, o necesariamente viven bajo el yugo del monopolista, que o los condena a la miseria, o les impone condiciones exorbitantes. ¿Cómo se puede racionalmente concebir ni esperar, que tales infelices salgan alguna vez por las vías

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legales de la esfera de colonos abyectos y se conviertan por las mágicas palabras de una ley escrita, en ciudadanos libres, que conozcan y defiendan la dignidad e importancia de sus derechos? Se proclaman ideas y se olvidan las cosas... Nos divagamos en la discusión de derechos, y ponemos aparte los hechos positivos. La constitución debiera ser la ley de la tierra, pero no se constituye ni se examina el estado de la tierra. No siendo la sociedad más que el hombre colectivo o la humanidad, dice un sabio economista, que tendré ocasión de citar frecuentemente, la existencia social, lo mismo que la individual, se compone de dos especies de vida, a saber: la que se refiere a la existencia material, y la que se refiere a la existencia intelectual; aquella que tiene por objeto la existencia del cuerpo y la que mira a las relaciones del alma. De esta doble consideración sobre la vida de la sociedad, nacen también dos series de condiciones o de leyes que constituyen respectivamente dos órdenes de existencia social: el orden material y el orden intelectual. ¿Por qué olvidar nosotros enteramente el primero para pensar únicamente en el segundo? De la más acertada combinación de ambos debe resultar la armonía que se busca como el principio de la verdad en todas las cosas. Si exclusivamente nos ocupamos de la discusión de principios políticos, adelantaremos mucho ciertamente, porque demostraremos que son injustos y contrarios a la naturaleza del hombre todos los obstáculos que, como un derecho, se han puesto a la igualdad y a la libertad; pero no habremos andado sino la mitad del camino, y la obra no será perfecta mientras tanto no quede también expedita la actividad humana en todo lo que interesa a la vida material de los pueblos. Y es precisamente lo que se ha verificado al pie de la letra con nosotros los mexicanos, después que salimos de la servidumbre española. El estado económico de la sociedad, antes de la independencia, era el cimiento de la servidumbre, correspondía a sus antecedentes, era la expresión de sus monopolios, y en la agricultura, en el comercio y en los empleos, solamente figuraban los privilegiados. Llegó la época nueva, invocando otras teorías, sembrando otra doctrina, pero no hallaron preparada la tierra, el estado social era el mismo que antes y no pudieron arraigarse y florecer. Lo hemos visto y lo seguiremos viendo, si no se piensa en transformar de alguna manera las condiciones del bienestar físico de nuestros conciudadanos. El esfuerzo de la educación, es decir, la proclamación de los derechos para los hombres de la era contemporánea, ha bastado para hacerlos ilustrados y aun sabios si se quiere; pero no ha servido para darles capitales ni materias. Se han hecho abogados y médicos sin clientela, agricultores sin hacienda, ingenieros y geógrafos sin canales ni caminos, artesanos muy hábiles, pero sin recursos. La sociedad en su parte material se ha quedado la misma; la tierra en pocas manos, los capitales acumulados, la circulación estancada. Todos los que estaban fuera de las ventajas positivas de tal estado de cosas, buscaron su bienestar en la política, y se hicieron agitadores. Y todos los que disfrutaban esas ventajas, las saborearon y se hicieron egoístas. Y, como entre la dominación de un sistema que estaba funcionando regularmente en medio de las condiciones normales de la sociedad y la muerte de este sistema por su importancia o capacidad hay un tiempo de transición y de sacudimiento, una agonía que resulta de la lucha del sistema decrépito contra los elementos de perpetua vida que residen en la humanidad, se explican ya todos los choques violentos debidos a la fuerza del resorte ficticio que la hace mover, es decir, todas las convulsiones políticas y sociales, todos los pronunciamientos, todas las revoluciones. ¿Cómo y cuándo se resuelven los problemas terribles que presenta ese cuadro?... ¿Hemos de practicar un gobierno popular, y hemos de tener un pueblo hambriento, desnudo y miserable? ¿Hemos de procla-

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mar la igualdad y los derechos del hombre, y dejamos a la clase más numerosa, a la mayoría de los que forman la nación, en peores condiciones que los ilotas, o los parias? ¿Hemos de condenar y aborrecer con palabras la esclavitud, y entretanto la situación del mayor número de nuestros conciudadanos es mucho más infeliz que la de los negros en Cuba o en los Estados Unidos del Norte? ¿Cómo y cuándo se piensa en la suerte de los proletarios, de los que llamamos indios, de los sirvientes y peones del campo, que arrastran las pesadas cadenas de la verdadera, de la especial e ingeniosa servidumbre, fundada y establecida, no por las leyes españolas, que tantas veces fueron holladas e infringidas, sino por los mandarines arbitrarios del régimen colonial? ¿No habría más lógica y más franqueza en negar a nuestros cuatro millones de pobres y todo participio en los negocios políticos, toda opción a los empleos públicos, todo voto activo y pasivo en las elecciones, declararlos cosas y no personas, y fundar un sistema de gobierno en que la aristocracia del dinero, y cuando mucho la del talento, sirviese de base a las instituciones? Pues una de dos cosas es inevitable; o ha de obrar por mucho tiempo en las entrañas de nuestro régimen político el elemento aristocrático de hecho, y a pesar de lo que digan nuestras leyes fundamentales, y los señores de título y de rango, los lores de tierras, la casta privilegiada, la que monopoliza la riqueza territorial, la que hace el agio con el sudor de sus sirvientes, ha de tener el poder y la influencia en todos los asuntos políticos y civiles, o es preciso, indefectible, que llegue la reforma, que se hagan pedazos las restricciones y lazos de la servidumbre feudal, que caigan todos los monopolios y despotismos, que sucumban todos los abusos, y penetre en el corazón y en las venas de nuestra institución política, el fecundo elemento de la igualdad democrática, el poderoso elemento de la soberanía popular, el único legítimo, el único a quien de derecho pertenece la autoridad. La nación así lo quiere, los pueblos lo reclaman, la lucha está comenzada, y tarde o temprano esa autoridad justa recobrará su predominio. La gran palabra “reforma” ha sido pronunciada, y es en vano que se pretenda poner diques al torrente de la luz y de la verdad. Y para tranquilizar desde luego a los que, habiendo leído las anteriores frases, quieran lanzar contra nosotros el anatema de que han sido víctimas los reformadores socialistas, cuando más bien que a la execración y a la injuria, tenían derecho a la discusión y meditación de sus pensamientos y doctrinas, para ponernos a cubierto de todas las calumnias que se levantan y se reproducen, cuando los intereses existentes, legítimos o espurios, se ven heridos en lo más vivo, aun cuando sea con las armas de la justicia y aun de la ley, debemos decir de la manera más explícita, que no pretendemos sostener que nada de lo que existe está en su lugar, ni que todas las relaciones sociales tienen un colorido de falsedad sistemática, que no es el estado normal de la humanidad, “que no queremos negar todas las ideas recibidas, ya en el orden político, ya en el civil o industrial, ni aspiramos a la completa reconstrucción del orden social”, “que no hemos siquiera imaginado curar todos los males que existen por medio de una panacea universal, ni pensado hacer de nuestro país una sola familia, con sus tierras cultivadas en común, para repartir sus frutos entre los diversos cooperadores”, “que no se trata de la destrucción de los signos representativos de la riqueza, ni de la promiscuidad, ni de la supresión de ciertas artes, ni de agrupar o asociar las pasiones, ni de fundar series y falanges, para asegurar a los asociados los mayores goces posibles, evitando las pérdidas que resultan de la actual división del trabajo, para que sus frutos se repartan entre los tres agentes, el capital, el talento y el trabajo mismo”. Quédense todos estos sistemas para el porvenir; la humanidad fallará si son quiméricos, y si en vez de seguir la realidad, sus autores han corrido tras una sombra. En el estado presente, nosotros reconocemos el derecho de propiedad y le reconocemos inviolable. Si su organización en el país presenta infinitos abusos, convendrá desterrarlos; pero destruir el derecho, proscribir la idea de propiedad, no sólo es temerario, sino imposible. La idea de propiedad lleva inhe-

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rente la de individualidad, y por más que se haga, dice el autor luminoso, habrá siempre en la asociación humana dos cosas, la sociedad y el individuo: éste no puede vivir sin aquella, y viceversa, porque son dos existencias correlativas, que se sustituyen y se completan mutuamente. Ambos elementos son tan necesarios entre sí, que no se puede sacrificar ninguno, y el progreso social consiste simplemente en darles un desarrollo simultáneo, pues todo aquello que perjudica al individuo, perjudica también a la sociedad, y lo que a ésta satisface, debe también satisfacer a aquél. Cualquier cambio que no encierre estas dos condiciones, será por esta sola razón contrario a la ley del progreso. Precisamente lo que nosotros censuramos en la actual organización de la propiedad, es el que no se atienda a una porción de intereses individuales, y que se constituya una gran multitud de parias que no pueden tener parte en la distribución de las riquezas sociales. ¿Y contrayéndonos al objeto que nos hemos propuesto, será necesario en una asamblea de diputados del pueblo, en un Congreso de representantes de ese pueblo pobre y esclavo, demostrar la mala organización de la propiedad territorial en la República, y los infinitos abusos a que ha dado margen? No era posible que elevada la propiedad territorial por una necesidad terrible, por las mismas inevitables condiciones de la esclavitud pasada, o por una punible tolerancia u olvido de nuestras leyes y gobiernos a la categoría de potencia soberana, independiente y absoluta, dejasen de sistematizarse tantas iniquidades como vemos todos los días en el ejercicio de ese derecho que ha desbordado todos sus justos límites para convertirse en árbitro supremo y despótico. No era posible que los grandes y ricos propietarios, una vez conocido el secreto de su poder y fuerza, resistiesen a todas las tentaciones de oprimir. Las instituciones humanas tienden a crecer y desarrollarse, como los seres físicos, según el más o menos impulso que reciben, según los elementos de vida con que cuentan, y, mientras que en las regiones de una política puramente ideal y teórica los hombres públicos piensan en organizar cámaras, en dividir poderes, en señalar facultades y atribuciones, en promediar y deslindar soberanías, otros hombres más grandes se ríen de todo esto, porque saben que son dueños de la sociedad, que el verdadero poder está en sus manos, que son ellos los que ejercen la real soberanía. Con razón el pueblo siente ya que nacen y mueren constituciones, que unos tras otros se suceden gobiernos, que se abultan y se intrincan los códigos, que van y vienen pronunciamientos y planes, y que, después de tantas mutaciones y trastornos, de tanta inquietud y tantos sacrificios, nada de positivo para el pueblo, nada de provechoso para esas clases infelices, de donde salen siempre los que derraman su sangre en las guerras civiles, los que dan su contingente para los ejércitos, que pueblan las cárceles y trabajan en las obras públicas, y para los cuales se hicieron, en suma, todos los males de la sociedad, ninguno de sus bienes. Los miserables sirvientes del campo, especialmente los de la raza indígena, están vendidos y enajenados para toda su vida, porque el amo les regula el salario, les da el alimento y el vestido que quiere, y al precio que le acomoda, so pena de encarcelarlos, castigarlos, atormentarlos e infamarlos, siempre que no se sometan a los decretos y órdenes del dueño de la tierra. Se debe entender que hablamos en términos generales, y que si reconocemos muchas y muy honrosas excepciones, si sabemos que existen respetables y aun generosos propietarios, que en sus haciendas no son más que padres benéficos y aun hermanos caritativos de sus sirvientes para socorrer sus miserias, aliviar sus sufrimientos y curar sus enfermedades, hay otros, y son los más, que cometen mil arbitrariedades y tiranías, que se hacen sordos a los gemidos del pobre, que no tienen ningún sentimiento de humanidad, ni conocen más ley que su dinero, ni más moral que su avaricia. De algunos puede decirse lo que un ilustre representante del pueblo francés al pintar el espantoso desorden del feudalismo: “impuestos bajo todas formas, servicios corporales de toda especie, no eran bastantes para aplacar la voracidad de

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aquella nube de pequeños tiranos. El pensamiento del hombre y su dignidad, el pudor de las vírgenes, la fe de las esposas, todo fue conquistado, usurpado y atacado, y no se vio entonces más que hombres degradados, por su tiranía o su servidumbre”. El que creyere que exageramos, puede leer los importantes artículos que nuestro digno compañero el señor Díaz Barriga ha publicado no hace muchos días en el monitor republicano, los que se han publicado en la prensa de Aguascalientes, San Luis Potosí y otros Estados, y sobre todo, puede visitar los distritos de Cuernavaca y otros al sur de esta capital, los bajíos de Ríoverde en el Estado de San Luis, toda la parte de la Huasteca, y sin ir muy lejos, observar lo que pasa en el mismo valle de México. Pero, ¿qué parte de la República podría elegir para convencerse de lo que decimos, sin lamentar un abuso, sin palpar una injusticia, sin dolerse de la suerte de los desgraciados trabajadores del campo? ¿En qué tribunal del país no vería un pueblo o una república entera de ciudadanos indígenas, litigando terrenos, quejándose de despojos y usurpaciones, pidiendo la restitución de montes y de aguas? ¿En dónde no vería congregaciones de aldeanos o rancheros, poblaciones más o menos pequeñas que no se ensanchan, que no crecen, que apenas viven disminuyendo cada día, ceñidas como están por el anillo de fierro que les han puesto los señores de la tierra, sin permitirles el uso de sus frutos naturales, o imponiéndoles requisitos gravosos y exorbitantes? Muchas veces cuando oigo hablar de la colonización extranjera, y sin que yo me oponga ni la repugne y con todo mi vivo deseo de favorecerla, me pregunto si sería posible la colonización mexicana, si sería difícil que distribuyendo nuestras tierras feraces y hoy incultas entre los hombres laboriosos de nuestro país, y dándoles semillas y herramientas, y declarándolos exentos de toda contribución por cierto número de años, y dejándolos trabajar la tierra y vivir libres, sin policía, ni esbirros, ni cofradías, ni obvenciones parroquiales, ni el derecho de alcabala, y el derecho de estola, y el derecho del juez, y el derecho de escribano, y el derecho de papel sellado, y el derecho de capitación, y el derecho de carcelaje, y el derecho de peaje, y otros muchos derechos más que no recuerdo; si sería difícil, me pregunto, que viéramos dentro de poco tiempo brotar de esos desiertos, inmensos, de esos montes oscuros, poblaciones nuevas, ricas y felices... Se cree o se afecta creer que los mexicanos todos son inmorales y perezosos, enemigos del trabajo, incapaces de todo bien, y se olvida cómo y con qué gente se ha poblado la Australia, cómo y con qué gente se pobló California, cómo y con qué gente se está poblando Texas. ¿Se piensa que nuestra gente es la peor de todo el mundo? ¿Se piensa que nuestros mexicanos, hoy tan dóciles y tan sufridos, estando en la ociosidad y en la miseria, no mejorarían en su educación y en su parte moral, teniendo una propiedad, un bienestar, que son elementos tan moralizadores como la misma educación teórica? ¿Y no llegaríamos por este camino a poner en actividad la enorme riqueza territorial del país, hoy muerta, inútil, verdaderamente improductiva? ¿No realizaríamos por este medio, un sistema de municipalidades que equiparase en lo posible la fuerza y poder en nuestros Estados, que hoy son tan desiguales y que teniendo tan divergentes y aun contradictorios intereses, ejercen una influencia discordante, poniéndose en choque unos con otros y fomentando, sin saberlo, la discordia, cuando podrían ser verdaderamente confederados y amigos? ¿Y no podrían nuestros gobiernos, todos los días urgidos por falta de un sistema de hacienda, tener en la medición y deslinde de las tierras, en el reparto de los baldíos, en el movimiento de esta riqueza, ahora estéril, un grande elemento de vida y un recurso para fomentar la agricultura y las artes, para fundar bancos que prestasen capitales al trabajo, que favoreciesen la competencia, que quitasen su poder al monopolio, que aumentasen la circulación del numerario, que protegiesen las empresas de caminos y canales, y en suma, que hiciesen despertar todos esos gérmenes de vida, todos esos grandes elementos con que nos ha dotado la naturaleza; pero que nosotros hemos abandonado y descuidado?...

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El sistema económico actual de la sociedad mexicana no satisface las condiciones de vida material de los pueblos, y desde que un mecanismo económico es insuficiente para su objeto preciso, dice el señor don Ramón de la Sagra, debe perecer. La reforma para ser verdadera debe ser una fórmula de la era nueva, una traducción de la nueva faz del trabajo, un nuevo código del mecanismo económico de la sociedad futura. El sistema de organización en el periodo de la ignorancia no podía ser otro que el despotismo, porque en ese periodo no se podría confiar la dirección de la humanidad a ella misma... Era necesario que algunos naciesen o se creyesen investidos del poder de gobernar a las masas... El principio, pues, del despotismo ha sido el de la explotación absoluta, teniendo su fundamento lógico en la ignorancia de las masas, y su base material en la apropiación del suelo. La humanidad en el segundo periodo de su existencia no puede ser regida por el despotismo, porque la razón, atributo de este periodo, se opone a semejante sistema... Es necesario que la organización para esta época esté en relación con las condiciones vitales de la sociedad. Estas condiciones, no pudiendo ser sino el resultado del ejercicio de la razón, la organización social entonces no puede ser fundada sino sobre la libertad... Pero volvamos a nuestro especial objeto, y hablemos de los abusos que se cometen al ejercer en las haciendas de campo el derecho de propiedad. Con muy honrosas excepciones, que hemos reconocido, un rico hacendado de nuestro país, que raras veces conoce de palmo a palmo sus terrenos, o el administrador o mayordomo que representa su persona, es comparable a los señores feudales de la edad media. En su tierra señorial, en cierta manera y con más o menos formalidades, sanciona las leyes y las ejecuta, administra la justicia y ejerce el poder civil, impone contribuciones y multas, tiene cárceles, cepos y tlapixqueras, aplica penas y tormentos, monopoliza el comercio y prohíbe que sin su consentimiento se ejerza, o se explote cualquiera otro género de industria que no sean las de la finca. Los jueces o funcionarios que en las haciendas están encargados de las atribuciones o tienen las facultades que pertenecen a la autoridad pública, son por lo regular sirvientes o arrendatarios, dependientes del dueño, incapaces de toda libertad, de imparcialidad y justicia, de toda ley que no sea la voluntad absoluta del propietario. Es tan exquisita como asombrosa la diversidad de combinaciones empleadas para explotar y sacrificar a los arrimados, a los peones, a los sirvientes o arrendatarios, haciendo granjerías inmorales y especulaciones vergonzosas con el fruto de su sudor y su trabajo. Se les imponen faenas gratuitas aun en los días consagrados al descanso. Se les obliga a recibir semillas podridas o animales enfermos a cuenta de sus mezquinos jornales. Se les cargan enormes derechos y obvenciones parroquiales sin proporción a las igualas que el dueño o mayordomo tiene de antemano con el cura párroco. Se les obliga a comprarlo todo en la hacienda por medio de vales o papel moneda que no puede circular en ningún otro mercado. Se les avía en ciertas épocas del año con géneros o efectos de mala calidad, tasados por el administrador o propietario, formándoles así una deuda de que nunca se redimen. Se les impide el uso de los pastos y montes, de la leña y de las aguas, de todos los frutos naturales del campo, si no es que se verifique con expresa licencia del amo. En suma, se emplea con ellos, un poder ilimitado, impune, sin responsabilidad de ninguna especie. ¿Y es verdad, hablando de un modo genérico y sin contraernos a casos especiales, que los poseedores de fincas rústicas tengan las condiciones que constituyan, legitimen, y perfeccionen su derecho? ¿Es verdad que una vez obtenidos los requisitos legales pueden hacer uso de tantas facultades soberanas y omnímodas? Prescindiendo de todos los desórdenes y usurpaciones que ha solapado el polvo de los archivos y el curso de los años, puesto que nunca se han reconocido, medido y deslindado los extensos territorios de la República, sino en el tiempo de las composiciones que previnieron las leyes de Indias, pero que no se ejecutaron sino en casos rarísimos; prescindiendo de echar una ojeada sobre la historia

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de la propiedad territorial, en la que veríamos a los conquistadores españoles que subyugaron el país, apropiarse naturalmente de los terrenos más amplios, más fértiles y productivos, y a los establecimientos religiosos, auxiliares poderosos de la conquista, posesionándose igualmente de propiedades dilatadas y extensas por concesiones o cédulas reales, por legados testamentarios o donaciones de los fieles; a familias descendientes de ricos españoles obteniendo mercedes de tierras en una escala sin límites; adquiriendo a precios ínfimos terrenos inmensos con que se formaban los mayorazgos, y todo esto no de un modo legal, sino a la inversa, contraviniendo a los preceptos de la legislación de la época, o interpretándola, o haciéndola guardar silencio ante el influjo de los poderosos. Prescindiendo de todas estas observaciones y limitándonos a considerar la propiedad territorial, procuremos únicamente conocer la verdadera naturaleza de este derecho y fijar hasta qué punto es legítimo el poder que a su sombra y en su virtud se ejerce. No adoptaremos ninguna doctrina peligrosa, ni siquiera consentiremos el principio de que la propiedad es una creación de la ley civil. No diremos que en las Repúblicas antiguas el poder del legislador sobre las propiedades privadas carecía de límites, ni que la historia manifiesta que la constitución de la propiedad es un hecho político que ha variado siempre que las revoluciones han modificado formalmente el estado de las personas, ni tampoco que el cristianismo en su origen tuviese la forma de una protesta contra la propiedad privada y que la renuncia a toda propiedad personal fuese un artículo fundamental de sus estatutos. Respetamos estas opiniones y queremos apoyarnos en otras que merezcan el ascenso y el respeto de los más celosos defensores del derecho de propiedad. Sabe bien el soberano congreso que al proclamarse la República en la revolución francesa de 1848, se suscitaron sobre el derecho de propiedad, el principio de la asociación, la organización del trabajo, la suerte de las clases pobres, y mil otros objetos de igual trascendencia, cuestiones tales y tan graves, que hicieron estremecer en sus cimientos a toda la sociedad. El gobierno del general Cavaignac, persuadido de que no sería suficiente establecer el orden material por medio de la fuerza, si no se restablecía también el orden moral con la propagación de ideas y principios verdaderos, consideró necesario pacificar los espíritus ilustrándolos, e invitó a la academia de las ciencias morales y políticas para que tomase parte en una obra tan útil. Los miembros de ella, aceptando tan honorífico encargo, dieron las gracias al general Cavaignac, porque era muy glorioso para un gobierno llamar a la ciencia en apoyo de la autoridad, y acordaron nombrar inmediatamente una comisión que propusiera los medios más seguros y más prontos de llenar tan honorable misión. Entre otras cosas propuso la comisión nombrada y compuesta de los señores Cousin, de Beaumont, Troplong, Blanqui y Thiers, el famoso promulgador del derecho de propiedad, que sería muy conveniente verificar a nombre de la academia algunas publicaciones periódicas bajo la forma de Pequeños tratados, sobre todas las cuestiones de su competencia, y particularmente sobre aquellas que pueden interesar al orden social. De uno de estos pequeños tratados, cuyo origen y objeto hemos querido explicar para que no se ponga duda en la legitimidad de nuestras opiniones, copiamos lo siguiente sobre el derecho de propiedad: La propiedad es sagrada, porque representa el derecho de la persona misma. El primer acto del pensamiento libre y personal es un acto de propiedad. Nuestra primera propiedad es nosotros mismos, nuestro yo, nuestra libertad, nuestro pensamiento. Todas las otras propiedades derivan de aquélla y la reflejan. El acto primitivo de propiedad consiste en la imposición libre de la persona humana sobre las cosas, por esa imposición las hago mías, desde entonces asimiladas a mí mismo, marcadas con el sello de mi persona y de mi derecho dejan de ser simples cosas respecto de las otras personas, y por consecuencia

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ya no pueden caer bajo la ocupación o apropiación de los demás. Mi propiedad participa de mi persona, tiene derechos por mí, si puedo expresarme de tal modo, o por mejor decir, mis derechos me siguen en ella, y estos derechos son los que merecen respeto. Es difícil actualmente reconocer el fundamento de nuestros derechos. El hábito de muchos años nos hace creer que las leyes que desde tiempo inmemorial protegen nuestros derechos, son las que los constituyen; que, por consecuencia, si tenemos derecho de poseer y si está prohibido arrebatarnos nuestra propiedad no lo debemos sino a las leyes que han declarado inviolable la propiedad. ¿Pero realmente es así? Si la ley establecida reposara sobre sí misma, si no tuviese su razón en algún principio superior, ella sería el único fundamento del derecho de propiedad y, satisfecho el espíritu, no se remontaría buscando un principio más alto. Pero toda ley impone evidentemente principios que han sugerido la idea que ella contiene, y que la mantienen y la autorizan. Algunos publicistas han pretendido establecer el derecho de propiedad sobre un contrato primitivo. Pero ¿cuál es la razón de este contrato primitivo? Sucede con el contrato primitivo lo mismo que con la ley escrita. No es en realidad más que una ley, también, que se supone primitiva. Así si suponemos que un pretendido contrato fuese la razón de la ley escrita, quedaría por indagar la razón del contrato. La teoría que funda el derecho de propiedad sobre un contrato, no resuelve pues, la dificultad, únicamente la retira un poco más. Hay más. ¿Qué es un contrato? Una estipulación entre dos o muchas voluntades. De donde se seguiría que el derecho de propiedad es tan móvil como el acuerdo de las voluntades. Un contrato fundado sobre este acuerdo no puede asegurar al derecho de propiedad una inviolabilidad que él mismo no tiene. Si ha convenido a la voluntad de los contratantes decretar que la propiedad es inviolable, un cambio de esta voluntad puede producir y justificar otra convención en virtud de la que el derecho de propiedad deje de ser inviolable y pueda sufrir tal o cual modificación. Comprender así el derecho de propiedad, hacerlo reposar sobre un contrato o sobre una legislación arbitraria, es destruirlo. El derecho de propiedad o no existe o es absoluto. La ley escrita no es el fundamento del derecho. Si lo fuera, no habría estabilidad ni en el derecho ni en la ley misma; por el contrario, la ley escrita tiene su fundamento en el derecho que es preexistente: ella lo traduce, lo consagra, poniendo a su disposición la fuerza en cambio del poder moral que de él recibe. Después de los jurisconsultos y publicistas que fundan el derecho de propiedad sobre las leyes, o sobre un contrato primitivo, vienen los economistas que, reconociendo la importancia del trabajo y producción, colocan ahí o derivan de tales fuentes el derecho de propiedad. Cada uno, dicen, tiene un derecho exclusivo sobre aquello que es fruto de su propio trabajo. El trabajo es naturalmente productivo, y es imposible que el productor no distinga sus productos de los ajenos, o que atribuya a su vecino el mismo derecho sobre lo que él sabe que ha producido por sus propios esfuerzos. Esta teoría es ya más profunda que la precedente: pero todavía es incompleta. Para producir necesito una materia cualquiera, necesito instrumentos, no puedo producir sino teniendo ya algo en posesión. Si la materia sobre la cual trabajo no me pertenece, ¿con qué título serán de mi pertenencia los productos que obtenga? De aquí se sigue que la propiedad es preexistente a la producción, y que ésta supone un derecho anterior que, de análisis en análisis, viene a resolverse en el derecho del primer ocupante. La teoría que funda el derecho de propiedad sobre una ocupación primitiva es la que toca a la verdad: es verdadera en sí misma, pero necesita ser explicada. ¿Qué es ocupar? Es hacer suyo, apropiarse. Había, pues, antes de la ocupación, una propiedad primera, que entendemos por la ocupación. Esta propiedad primera, más allá de la cual no se puede subir, es nuestra persona. Esta persona no es nuestro cuerpo;

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nuestro cuerpo nos pertenece; pero no es nuestra persona. Lo que constituye la persona es exclusivamente, ya lo hemos dicho hace tiempo, nuestra actividad voluntaria y libre, porque es en la conciencia de esta libre energía donde el yo se percibe y se afirma. El yo, he aquí la propiedad primitiva y original, la raíz y el modelo de todas las otras. El que no parte de este punto, de esta propiedad primera, evidente por sí misma, es incapaz de establecer ninguna legitimidad, y, que lo sepa o que lo ignore, está condenado a un perpetuo paralogismo, a suponer y resolver siempre la cuestión por la cuestión misma. El yo es, pues, una propiedad evidentemente santa y sagrada. Para borrar el título de las otras propiedades es necesario negar aquélla, lo que es imposible, y, si la reconoce, por una consecuencia necesaria, es preciso reconocer las otras que no son sino ella misma, manifestada y desarrollada. Nuestro cuerpo no es respecto de nosotros sino como el sitio y el instrumento de nuestra persona, y después de ella, nuestra propiedad más íntima. Todo lo que no es una persona, es decir, todo lo que no está dotado de una actividad inteligente y libre, es decir otra vez, todo lo que no está dotado de conciencia, es una cosa. Las cosas no tienen derecho, el derecho no existe sino en las personas. Y las personas no tienen derecho sobre las personas; ellas no pueden poseerse ni usarse a la voluntad de las personas; fuertes o débiles, son sagradas las unas respecto de las otras. La persona tiene derecho de ocupar las cosas, y ocupándolas se las apropia. Una cosa viene a ser por esto propiedad de la persona, pertenece a ella sola, y ninguna otra persona puede decir que tiene el mismo derecho a la misma cosa. Así, el derecho de primera ocupación es el fundamento de la propiedad fuera de nosotros; pero supone en sí mismo el derecho de la persona sobre las cosas, y, en último análisis, el de la persona, como fuente y principio de todo derecho. La persona humana, inteligente y libre, y que con este título se pertenece a sí misma, se extiende hacia todo lo que le rodea, se lo apropia y asimila, comenzando por su instrumento inmediato, el cuerpo, y siguiendo por las diversas cosas inocupadas de que toma posesión la primera, y que sirven de medio, de materia y de teatro a su actividad. Después del derecho del primer ocupante, viene el derecho que nace del trabajo y de la producción. El trabajo y la producción no constituyen, sino que confirman y desarrollan el derecho de propiedad. La ocupación precede al trabajo, pero se realiza por el trabajo. Mientras que la ocupación existe sola, tiene algo de abstracto en cierto modo, de indeterminado a los ojos de los demás, y el derecho que funda es oscuro; pero cuando el trabajo se asocia a la ocupación, la declara, la determina, le da una autoridad visible y cierta. Por el trabajo, en efecto, en lugar de poner simplemente la mano sobre una cosa inocupada, nosotros imprimimos ahí nuestro carácter, nos la incorporamos, la unimos a nuestra persona. Es esto lo que convierte en respetable y sagrada a los ojos de todos, la propiedad sobre la que ha pasado el trabajo libre e inteligente del hombre. Usurpar la propiedad que posee en calidad de primer ocupante, es una acción injusta; pero arrebatar al trabajador la tierra que sus sudores han regado, es a los ojos de todo el mundo una iniquidad insoportable. Se ve bien, por el tenor de las doctrinas precedentes, que nosotros no pensamos en derribar el derecho de propiedad, sino solamente conocerlo, explicarlo, desentrañar su origen, demarcar sus límites. No diremos, pues, al hacer la aplicación al caso de que tratamos, que hay en la República infinidad de leguas de territorio inocupado, desierto y enteramente inútil y baldío; que es imposible que la actividad inteligente y libre de una sola persona, por sí o por sus agentes, se extienda de un modo positivo sobre aquellas cosas de que no tienen posesión, ni conocimiento, que jamás ha visto ni reconocido, que no puede abarcar ni con el entendimiento, y respecto de las que no ha adquirido más que un título vano, y

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tal vez ilegal y vicioso. Tampoco diremos que aun en el supuesto de que tales cosas pudieran servir de medio, de materia y de teatro a la actividad de un hombre, y caer bajo su verdadera ocupación, este hecho no fundaría más que un derecho vago y oscuro, necesitándose que el trabajo y la producción vinieran a confirmarlo y desarrollarlo. No hay necesidad de demostrar, siendo evidente, que ni existe en muchas de las inmensas propiedades territoriales del país la ocupación verdadera, y mucho menos la posesión legal, ni la mano del hombre ha contribuido a declarar y determinar el derecho, dándole una autoridad visible y cierta, imprimiéndole su carácter, incorporándolo y uniéndolo a la persona. Por sabidos y patentes que sean estos principios, por grande fuerza y clara luz que tengan para penetrar y combatir dentro de esa fortaleza intrincada y oscura en que por costumbre se han atrincherado los propietarios, negándose a toda discusión y excluyendo todo análisis, queremos todavía discurrir bajo el supuesto de que tengan todas las condiciones originales y prácticas que constituyan y confirmen su derecho. Suponemos que están reconocidos, deslindados y legalmente poseídos sus territorios, y que además se cultivan, se trabajan y son productivos, y por consecuencia indudable, perfecta y sagrada su propiedad. En esta hipótesis, ¿ejercen legítimamente esa autoridad y ese poder de que nos hemos quejado con justicia?... Una vez fijado y santificado el derecho de propiedad, ¿no engendra deberes y obligaciones, puesto que si el deber no es anterior al derecho, son por lo menos correlativos? ¿Pueden los propietarios, a título de tales, no solamente invadir la libertad personal, sino también los poderes y libertades de la comunidad? ¿Pueden oprimir a sus sirvientes o peones, comprarlos para toda la vida por medio de un supuesto contrato, en que de una parte están todas las ventajas y de la otra todas las pérdidas, en el que no tienen independencia, ni voluntad, ni consentimiento libre? ¿Pueden emplear la coacción y la violencia hasta que se cumplan todas las estipulaciones de este contrato, por una parte ficticio y por otra ilegítimo? ¿Pueden con la misma coacción exigir servicios personales gratuitos, imponer derechos y rentas exorbitantes, castigar a los faltistas, despojar de su propia autoridad y sin defensa a los que no se someten, despedirlos y echarlos de la tierra con todo y familia, pagarles el salario o jornal en granos, o especies de mala clase, obligarlos a que no compren ni vendan sino lo de la finca, y cometer abusos tantos, que apenas podrían referirse en muchos volúmenes?... El derecho natural, dice el mismo escritor ya citado, reposa sobre un solo principio: la santidad de la libertad la libertad del hombre. El respeto a la libertad, se llama la justicia. La justicia confiere a cada uno el derecho de hacer todo lo que quiere, con la reserva de no atacar el ejercicio del derecho de otro. El hombre que al ejercer su libertad violase la libertad de otro, faltando así a la ley misma de la libertad, sería culpable. Siempre sus deberes son hacia la libertad, ya sea la suya o bien la de otro. En tanto que usa el hombre de su libertad sin dañar la libertad de su semejante, está en paz consigo mismo y con los demás. Desde el momento que ataca cualquiera de las libertades iguales a la suya, las perturba y las deshonra, y se perturba y deshonra a sí mismo... porque destruye el principio en que estriba su honor y que le sirve de título al respeto de los demás... La paz es el fruto de la justicia, del respeto que los hombres se tienen o deben tenerse los unos a los otros, y a este título son iguales, es decir, son libres. Y por otra parte, ¿qué sería de la sociedad, qué de su conservación y existencia, si el gran propietario pudiese dentro del circuito de sus territorios, ejercer un poder que rivalizara con el poder soberano de la nación o con las autoridades encargadas de la policía, de la seguridad y de la fuerza pública y de la administración de justicia?... Si respetables y sagrados son los derechos y garantías individuales, no lo son menos las garantías públicas, porque sin el libre ejercicio de ellas es incierta la aplicación de la ley, muy difícil el pronto y eficaz castigo de los contraventores, muy embarazosa la administración, y en suma,

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imposible la existencia de todo gobierno. Abrir y cerrar los caminos y senderos que atraviesan el territorio de un país, regular su comercio, designar las condiciones de la moneda, disponer de la fuerza pública, poner más o menos restricciones a la industria, y ejercer otros actos de semejante naturaleza, no son ni pueden ser atribuciones de un hombre privado, sino de las autoridades que representan y defienden los derechos de la comunidad. Llevados los de un propietario hasta el extremo de ilimitados y absolutos, podría vender sus territorios a naciones o gobiernos extranjeros, permitir que dentro de sus posesiones se acantonasen tropas o se fundasen castillos y fortalezas de potencia extraña, establecer colonias y pobladores según las reglas que le dicte su voluntad y, por este u otros usos de su incontestable derecho, comprometer los intereses más sagrados de la nación. Y, una vez aspirando a salir de sus linderos legítimos el derecho individual y a ejercer como ha ejercido cierta soberanía que quiere sobreponerse no solamente a la libertad y los derechos de los demás, sino también a las garantías de la sociedad, cuando parece que ya se ofuscan y confunden las justas relaciones que deben existir entre esa sociedad y el individuo, nada más conveniente tratándose del Código fundamental, que esclarecer las dudas, poniendo lo verdadero y lo justo en sus quicios naturales. Pero aún viniendo al terreno de las leyes positivas y escritas, ¿qué comparación puede formarse con los que ellas previnieron y los que por su falta de observancia, por su olvido o mala aplicación, se ha sancionado como derecho incuestionable...? Si algunos escritores muy ilustrados han sostenido, como nuestro compatriota don Lorenzo de Zavala, que el Código de las Indias, aunque aparece como un baluarte de protección en favor de los indígenas, no fue más que un sistema de esclavitud, un método de dominación opresora que otorgaba garantías por gracia y no por justicia y que tomaba toda clase de precauciones para que los protegidos no entrasen jamás en el mundo racional, en la esfera moral en que viven los demás hombres. Mexicanos no menos respetables, como el doctísimo padre don Servando Teresa de Mier, ilustre mártir de la independencia y libertad de su patria, sostiene que ese código contiene el pacto social que con los reyes de España celebraron los pueblos hispanoamericanos; refieren que ese código en su parte más importante se debió a los heroicos esfuerzos del memorable obispo de Chiapas, Fray Bartolomé de las Casas, que en varias audiencias que obtuvo del emperador Carlos V y a que concurrieron los hombres más sabios y caracterizados de España defendió victoriosamente la libertad y los derechos de los indios, y alcanzó que se firmasen las famosas cuarenta y dos ordenanzas que luego formaron el primer cuerpo de las leyes de Indias. El señor doctor Mier, en su célebre Historia de la revolución de Nueva España, escrita en Londres el año 1813, llama al código citado la carta magna de los americanos, cuenta prolijamente su origen y hace un extracto de sus leyes más trascendentales. Sin que yo intente decidir entre la divergencia de opiniones que aparece entre estos dos historiadores de nuestro país, bastará solamente que llame la atención del Congreso Soberano sobre un punto que tiene tanta gravedad y que puede ofrecer para lo sucesivo arduas dificultades en la organización política y social de la República. Por las leyes de Indias estaba prevenido que en ciertos casos y días se diese audiencia en las plazas públicas para conocer y decidir de todos los negocios civiles que se promovieran; que los pleitos se decidieran breve y sumariamente, verdad sabida, sin procesos ordinarios y sin pago de costas, que los fiscales fueran protectores de los indios y alegasen por ellos en los tribunales y tuviesen obligación de reclamar la libertad de aquellos que estuvieran en servidumbre, ya en las casas, estancias, haciendas o minas, en que estuviesen detenidos y sin su libertad natural. Se estableció por las mismas leyes que las ciudades o pueblos tuviesen un procurador que los defendiese ante las audiencias y tribunales; que en donde hubiese comarcas a propósito para fundar poblaciones

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y algunas personas quisieran hacerlo, se les diesen tierras, solares y aguas; que estos repartimientos se hicieran de acuerdo con los cabildos de las ciudades, prefiriendo a los regidores si no tuviesen tierras y dejando a los indios sus tierras, heredades y pastos, de modo que no les faltase lo necesario; que los repartos se hicieran de manera que todos participasen de lo bueno y de lo mediano; que los pobladores u ocupantes edificasen los solares dentro de un término dado y labrasen las tierras poniendo plantas y cercados en los lindes y confines con las otras tierras, pena de que, pasando el término sin cultivarlas, perderían dichas tierras y además una multa para la República; que las estancias para ganados estuviesen lejos de los pueblos de indios y de sus sementeras para que no les hiciesen daño, y que los dueños del ganado pusiesen los pastores y guardas bastante para evitar el daño, y si lo hubiere, fuese pagado. Se previno varias veces que toda la tierra que se poseyese sin justos ni legítimos títulos fuera restituida a la corona y patrimonio real (hoy la hacienda pública) a fin de que reservándose la necesaria para plazas, ejidos, propios, pastos y baldíos de los lugares y consejos, así para el presente como para el porvenir, y repartiendo a los indios lo que buenamente puedan haber menester y confirmándoles lo que ahora tienen y dándoles de nuevo lo necesario, todo lo demás quedase libre para disponer de ello conforme a la voluntad del rey (hoy la nación). Para esto se mandó que siempre que pareciese a los virreyes o audiencias, señalasen término competente para que los poseedores exhibieran sus títulos, y amparasen a los que poseyesen bien, y que los demás devolviesen y restituyesen todo lo que tuviesen usurpado. Se ordenó que las poblaciones tuviesen por lo menos cuatro leguas de término o territorio; que el poblador principal se obligase a dar a los otros pobladores solares para edificar casas, tierras de pasto y labor en tanta cantidad cuanto cada uno se obligase a edificar...; que no habiendo poblador empresario, sino personas particulares que quisieran hacer una población, siendo por lo menos diez casados, se les diese término y territorio, y derecho de elegir entre sí mismos sus alcaldes y oficiales de concejo...; que las tierras se repartiesen sin exceso, y que los que las adquiriesen no pudieran venderlas a iglesia, ni monasterio, ni a persona eclesiástica...; que no se diesen ni vendiesen tierras a los españoles con perjuicio de los indios, ni las composiciones se verificasen sobre tierras que los españoles hayan adquirido de los indios, contra las cédulas reales u ordenanzas, sino que a éstos se les dejase con sobra todas las tierras de su pertenencia y las aguas y riegos para sus huertas y sementeras, y para que abreven sus ganados, repartiéndoles y dándoles lo que hubieran menester... No es de mi propósito hacer un extracto de todas las leyes que se registran en el Código de Indias, y que tuvieron por objeto asegurar la libertad y franquicias de sus pobladores y habitantes. Me bastará decir, para que resalte la comparación entre tales disposiciones, y lo que hoy se verifica en las haciendas y posesiones rústicas de nuestro país, que los indios tenían derecho de cortar leña para sus usos y consumos, aun en los montes de propiedad particular, con tal de que no los arruinasen; que el uso de todos los pastos, montes y aguas, conforme a tales leyes, debe ser común a todos los vecinos para que lo disfruten libremente, como quisieren; que en las tierras y heredades de que el Rey hubiere hecho merced (que en su origen son las más), alzados los frutos queden para pasto común; que los montes de fruta silvestre son comunes y lo mismo los montes, pastos y aguas contenidos en las mercedes hechas o que se hicieren; que los indios estaban libres del diezmo, de la alcabala; que sus salarios o jornales se les debían pagar en dinero en efectivo, según mandato de ley expresa, y que tenían otras exenciones, que sería muy largo referir. ¡Qué diferente aspecto tendría hoy el país si todas esas leyes hubieran sido ejecutadas y cumplidas! “¡Dichosa América, dice el señor doctor Mier en su obra ya citada, dichosa América si sus leyes se observasen o se hubiesen observado!... ¿Por qué no se cumplieron? Desde el principio impidieron su ejecución”, asegura en otra parte el mismo escritor, “el interés, la codicia, la distancia... los errores a que

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se propasaron los conquistadores”. “Un siglo entero estuvo la América como una presa de carne que se disputan bestias feroces a nombre de Dios y de su Iglesia, mientras que sus verdaderos ministros despavoridos repasaban los mares y venían a inundar los pies del trono con un torrente de lágrimas. ¿Pero qué podían éstas contra la ambición, la codicia y todas las pasiones conjuradas para eludir las disposiciones de los reyes? Éstos, flotantes entre tan diversos informes, expiden cédulas y órdenes, contracédulas y contraórdenes, que no sirven sino de amotinar unos contra otros a los tiranos, que se baten y se degüellan sin cesar, por eso el estrago de los indígenas, en cuya ruina, dice Solórzano, se convirtieron todos los remedios que se aplicaban para curarlos. Sucedieron para protegerlos a los carnívoros adelantados, los corregidores; y éstos, dice, se convirtieron en lobos. Se enviaron audiencias, y fue necesario procesarlas y quitar las primeras de México y el Perú, como rebeldes, sediciosas y destructoras... ¿Qué orden podía haber en medio de tanto desorden?... En este código (el de Indias) se ve el deseo de favorecer a los indios, y la dificultad insuperable de componerlo con el bien de sus amos, remedios paliativos, y todos los males existentes en su raíz; leyes minuciosas de economía, y una ignorancia suma de la economía política; leyes disparatadas para cada provincia en muchas cosas, y la prueba más perentoria en todas, de que es imposible administrar bien un mundo separado por un océano de millares de leguas... Casi todas las leyes están derogadas... La Ordenanza sola de intendentes, no pasada por el Consejo de Indias, echó a rodar muchísimas, y ella misma ya está derogada en muchas partes. ¿Qué privilegio se ha guardado a los indios? Sólo aquellos que se han convertido en su ruina, etcétera, etcétera”. Después de esto, las leyes mexicanas nada han hecho para remediar eficazmente los males de que se quejaba el benemérito historiador citado, y los abusos en posesión de todo su poder y en libertad de aumentarlo, han producido el estado de cosas que lamentamos como injusto, antieconómico, monstruoso, incoherente con nuestras instituciones, opuesto al desarrollo y progreso de las ideas y principios republicanos y democráticos. ¿Cuántas ventajas se lograrían desde luego en favor de los desgraciados de cuya causa se trata con sólo declarar vigentes algunas leyes del Código de Indias, especialmente las que conciernen a la libertad de los trabajadores, al pago de sus jornales en dinero efectivo, a la distribución de solares y tierras de labor entre las familias o congregaciones que las necesitaran, a la medición, reconocimiento y composición de los baldíos, inocupados o poseídos sin justo título, a la comunidad de los pastos, aguas y montes?... Pido ya perdón al Soberano Congreso por haber abusado de su atención tan largo tiempo. He cumplido un deber de conciencia; y sólo esto puede servirme de disculpa. Concluiré, pues, con las palabras del sabio y profundo economista que antes he citado: “Existe una contradicción chocante entre las leyes y las necesidades sociales...”, “las masas no pueden aprovechar los derechos políticos que se les han acordado, porque a esto se oponen las actuales contradicciones del trabajo... La mayoría, sometida hoy a la regla general de trabajar para vivir, está impedida con el mismo ejercicio del trabajo, con la satisfacción de sus necesidades que se aumentan con la civilización, con la adquisición de los medios intelectuales y morales para producir, con el ejercicio de los derechos civiles y con el cumplimiento de los deberes del ciudadano. “La organización económica, fundada en la razón, debe facilitar el ejercicio del pensamiento y su aplicación sobre la materia a un grado tal, que jamás el trabajador encuentre obstáculo alguno para producir. “La organización racional debe poner al productor en posesión de todo el fruto de su trabajo; a fin de que pueda aumentar los goces físicos y morales, en relación con el desarrollo sucesivo de su inteligencia.

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“La organización racional debe asegurar al trabajador el cumplimiento de sus derechos civiles y políticos, como deberes sociales, y sin que este cumplimento ponga obstáculo a sus derechos individuales, como productor y consumidor. “La organización racional, en fin, debe garantizar al trabajador los goces sociales que resulten del progreso de la civilización, y de los cuales le hace coparticipante la unidad en la ley y la igualdad de derechos. “Hasta hoy el trabajo, es decir, la actividad inteligente y libre ha estado a disposición de la materia: en lo sucesivo es indispensable derribar esta ley y que la materia quede a disposición del trabajo. “La sociedad no ha sido constituida sobre la propiedad bien entendida, es decir, sobre el derecho que tiene el hombre de gozar y disponer del fruto de su trabajo; al contrario, la sociedad ha sido fundada sobre el principio de la apropiación, por ciertos individuos, del trabajo de los otros individuos; en una palabra, sobre el principio de la explotación del trabajo de la mayoría por la minoría privilegiada... Bajo este régimen el fruto del trabajo pertenece, no al trabajador, sino a los señores. “La sociedad, pues, no está basada en la propiedad bien entendida. La sociedad está basada sobre el privilegio de la minoría y la explotación de la mayoría... ¿Esta máxima es justa? ¿La sociedad debe continuar establecida sobre la misma base que limita el derecho de la propiedad del suelo a una minoría?... No, porque la sociedad no puede reposar sobre un principio relativo a la minoría, sino sobre un principio absoluto que represente la universalidad... En consecuencia, será preciso adoptar el que consagra que el fruto del trabajo es una propiedad de los trabajadores... ¿Qué es necesario hacer para que el trabajador sea propietario de todo el fruto de su trabajo y para que del actual sistema de la propiedad ilusoria, porque acuerda el derecho solamente a una minoría, la humanidad pase al sistema de la propiedad real, que acordará el fruto de sus obras a la mayoría hasta hoy explotada? Es necesario, no destruir la propiedad, esto sería absurdo, sino por el contrario, generalizarla, aboliendo el privilegio antiguo, porque este privilegio hace imposible el derecho racional... Y como ese privilegio está fundado, no sobre el indestructible principio de la propiedad sino en la organización social de la propiedad que concede al suelo a un pequeño número de individuos, será necesario cambiar solamente la organización de la propiedad, que es por su naturaleza variable como expresión del orden social en cuanto a la materia. “Esta transformación económica no necesita de la violencia para operarse... Se puede realizar pacíficamente, sin producir ningún desorden brusco ni violento en los intereses creados, ninguna pérdida en los derechos adquiridos... Pero para esto se necesita que los mismos interesados en sostener el orden antiguo, participando de la convicción incontestable de que su sostén es imposible, contribuyan ardientemente a la reforma racional, a fin de que se verifique sin perturbaciones ni desórdenes”. Y yo no digo, señor, que mis proposiciones envuelven toda la fecundidad y trascendencia del sistema general que propone y demuestra el autor citado, ni mucho menos que resuelvan todas las cuestiones que entraña ese mismo sistema. No soy tan presuntuoso. Lo único que digo es, que el grave asunto de la situación económica de nuestra sociedad, debe merecer la atención y el estudio de los legisladores del país... Que mis proposiciones se aprueben o no; que merezcan la honra de la discusión, o las burlas y los dicterios de la crítica y la calumnia, mi objeto capital es, dejar satisfecha y tranquila mi conciencia. Las proposiciones dicen lo siguiente: 1a. El derecho de propiedad consiste en la ocupación o posesión, teniendo los requisitos legales; pero no se declara, confirma y perfecciona, sino por medio del trabajo y la produc-

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ción. La acumulación en poder de una o pocas personas, de grandes posesiones territoriales, sin trabajo, cultivo, ni producción, perjudica el bien común y es contraria a la índole del gobierno republicano y democrático. 2a. Los poseedores de fincas rústicas que tengan una extensión mayor de quince leguas cuadradas de terreno, para ser reconocidos ante las leyes del país como perfectos propietarios, deberán deslindar y cultivar sus territorios acotándolos y cercándolos por aquellos rumbos que estén en contacto con propiedades ajenas o con caminos públicos. Sin estos requisitos no tendrán derecho a quejarse de daños causados por los vecinos o transeúntes, o por caballerías o ganados que se apacienten en la comarca, ni a cobrar cosa alguna por los pastos, montes, aguas o cualesquiera otros frutos naturales del campo. 3a. Si después del término de un año permanecieron sin cercado, incultos u ociosos algunos de los terrenos de que habla el artículo precedente, causarán en favor del erario federal una contribución de veinticinco al millar, sobre su valor verificado por peritos que nombre el gobierno. En caso de no pagarse con puntualidad esta contribución, se irá capitalizando sobre el mismo terreno hasta que se extinga su justo precio. En este caso, el causante estará obligado a otorgar una escritura de adjudicación en favor de la hacienda federal. 4a. Los terrenos de fincas o haciendas que tengan más de quince leguas cuadradas de extensión, y dentro del término de dos años no estuvieren, a juicio de los tribunales de la Federación, cultivados, deslindados y cercados, se tendrán por baldíos y serán renunciables y vendibles por cuenta de la hacienda federal, y rematándolos al mejor postor. El nuevo propietario, que no podrá comprar más de quince leguas cuadradas de tierra, tendrá obligación de cercarla y cultivarla dentro del término de un año, so pena de perder todos sus derechos. 5a. Las ventas y demás contratos que recaigan en terrenos de una extensión menor que quince leguas cuadradas, serán libres de todo derecho fiscal. Los escribanos públicos autorizarán estos contratos, haciendo cargo de los gastos de escritura, a la hacienda federal, que pagará de los fondos producidos por la venta de tierras. 6a. El propietario que por cualquier contrato o causa quisiere acumular mayor extensión que la de quince leguas cuadradas de terreno, pagará por una vez al erario de la Federación un derecho de 25 por ciento sobre el valor de la adquisición que exceda de aquella base. El derecho de retracto o tanteo queda limitado a sólo aquellos que no sean propietarios de terreno, o a los que siéndolo, tengan menor cantidad que la fijada en los artículos anteriores. 7a. Quedan abolidas las vinculaciones de toda especie, las mejoras de tercio y quinto, los legados testamentarios y las sustituciones, que consistan en bienes territoriales, y excediendo de la base fijada, se hagan en favor de una sola persona. Quedan prohibidas las adjudicaciones de terrenos a las corporaciones religiosas, cofradías, o manos muertas. La ley fijará las penas que deban imponerse a los contraventores. 8a. Siempre que en la vecindad o cercanía de cualquiera finca rústica, existiesen rancherías, congregaciones o pueblos que, a juicio de la administración federal, carezcan de terrenos suficientes para pastos, montes o cultivos, la administración tendrá el deber de proporcionar los suficientes, indemnizando previamente al anterior legítimo propietario y repartiendo entre los vecinos o familias de la congregación o pueblo, solares o suertes de tierra a

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censo enfitéutico o de la manera más propia para que el erario recobre el justo importe de la indemnización. 9a. Cuando dentro del territorio de cualquiera finca rústica estuviere abandonada alguna explotación de riqueza conocida, o se descubriere y denunciare cualquiera otra extraordinaria, los tribunales de la Federación podrán adjudicar el derecho de explotarla y hacerla suya a los descubridores y denunciantes, y fijar lo que la hacienda federal debe pagar al propietario por justa indemnización de su terreno, sin respecto a la riqueza o explotación denunciada o descubierta. Quedan extinguidos los monopolios para el paso de los puentes, ríos y calzadas, y no hay obligación de pagar sino las contribuciones establecidas por las leyes del país. El comercio y la honesta industria no pueden ser coartados por los propietarios de fincas rústicas dentro del territorio de ellas. 10a. Los habitantes del campo que no tengan un terreno cuyo valor exceda de cincuenta pesos, quedan libres y exentos por el espacio de diez años, de toda contribución forzosa, del uso del papel sellado en sus contratos y negocios, de costas procesales en sus litigios, de trabajos en obras públicas, aun en el caso de sentencia judicial, de todo derecho de estola y obvenciones parroquiales, tengan la denominación que tuvieren, y de todo servicio o faena personal, contrarios a su voluntad, exceptuándose la ejecutiva aprehensión de los malhechores. El salario de los peones y jornaleros no se considera legalmente pagado ni satisfecho, sino cuando lo sea en dinero efectivo. Para dirimir todas las contiendas es indispensable siempre un juicio en la forma legal, y ningún particular puede ejercer por sí mismo coacción o violencia para recobrar su derecho, ni para castigar una falta o delito.

Sala de Comisiones del Soberano Congreso Constituyente. México, 23 de junio de 1856.Ð

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