RICARDO SÁNCHEZ ORTIZ DE URBINA ESTROMATOLOGÍA. TEORÍA DE LOS NIVELES FENOMENOLÓGICOS MADRID, BRUMARIA, 2014, 474 PP.

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Investigaciones Fenomenológicas, n. 12, 2015, 265-274. e-ISSN: 1885-1088

    RICARDO SÁNCHEZ ORTIZ DE URBINA  

ESTROMATOLOGÍA. TEORÍA DE LOS NIVELES FENOMENOLÓGICOS   MADRID, BRUMARIA, 2014, 474 PP. por Luis Álvarez Falcón   Eikasia Ediciones y el proyecto

colecciones, y libros de texto han

editorial Brumaria, bajo la dirección

aparecido en el horizonte filosófico

de Darío Corbeira y Alejandro Aro-

español. El bagaje de una larga ex-

zamena, acaban de publicar la últi-

periencia editorial se ha unido a la

ma obra de Ricardo Sánchez Ortiz

honestidad y la firmeza de sus pro-

de Urbina (Salamanca, 1930). En el

puestas, destacando un claro com-

año 2008, en un manifiesto titulado

promiso intelectual a pesar de los

“La filosofía en los inicios del tercer

rigores del contexto histórico. Sal-

milenio”, el grupo EIKASIA volvía a

vador

actualizar con un firme propósito su

Asiáin, Román García Fernández,

compromiso con la filosofía: “Frente

Carlos Iglesias Fueyo, Miguel Ángel

al nihilismo y la inanidad; frente a la

Navarro,

esterilidad de los múltiples egoís-

Blanco

mos; frente a las miserias y violen-

Silverio Sánchez Corredera, Aquilino

cias de todo género y condición, así

González, Violeta Díaz Suarez, Da-

como frente a tanta superchería

vid

ideológica, nosotros optamos por la

Tresguerres, han sido algunos de los

fertilidad de la razón, por su inaca-

últimos autores que han dado a luz

bada tarea, por cuanto ha hecho y

sus trabajos, contribuyendo a una

aún tiene que hacer”. Desde enton-

larga lista de monográficos, libros

ces más de una quincena de títulos,

de texto, historias de la filosofía,

Centeno,

Enrique

Francisco

Menéndez,

Suárez

o

Erice, Pablo

Alfonso

Álvarez

Rafael Huerga,

Fernández

LUIS ÁLVAREZ FALCÓN

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manuales y tesis doctorales. A ello

proyección, pese a las dificultades y

habrá que unir la incuestionable

los riesgos. Éste es el caso de la

perseverancia de la Sociedad Astu-

edición que hoy reseñamos aquí. Su

riana de Filosofía (SAF), una de las

independencia y su originalidad son

sociedades más prestigiosas de la

el sesgo del imperativo riguroso de

filosofía española, y la rigurosa e

su discurso. Su trascendencia que-

infatigable labor ininterrumpida de

dará avalada por la larga experien-

EIKASIA, Revista de Filosofía, ór-

cia del autor y por la patente ausen-

gano de difusión de la filosofía en

cia de compromisos ajenos a la

España, Europa y América Latina.

práctica filosófica. Durante más de

Su compromiso con la filosofía fe-

una década el panorama filosófico

nomenológica se ha concretado en

español ha ido adaptándose al con-

los numerosos monográficos edita-

texto teórico contemporáneo. Mu-

dos en colaboración con algunas de

chos de sus intentos han derivado

las más prestigiosas instituciones

en propuestas académicas del per-

internacionales, siguiendo una línea

sonal docente e investigador, de las

editorial

desde

cuales, algunas nos han aproximado

Alemania, Francia y Bélgica hasta

a la actualidad, integrándonos en el

Centroamérica y el Caribe. Por otro

contexto internacional; otras, han

lado, hace un año ya que el proyec-

derivado

to Brumaria nos sorprendió con la

sometida a índices de calidad. En el

aparición de La contingencia del

caso que hoy referimos la libertad

déspota, la traducción al castellano

de edición se une a la experiencia. A

de la obra del belga Marc Richir,

una experiencia limitada por sus

publicada por la editorial francesa

referentes, como no puede ser de

Payot en la colección Critique de la

otra manera, pero liberada de los

Politique.

imperativos académicos y doctrina-

que

se

extiende

No es de extrañar que en el pa-

en

producción

científica

les. Tal como fue en un principio.

norama editorial español se apueste

El autor, el Dr. Sánchez Ortiz de

por nuevos proyectos. La losa del

Urbina, ya nos había confirmado un

mercado y la prevención de los

firme propósito: una teoría general

círculos académicos no limitan esta

de los niveles fenomenológicos. El

  Investigaciones Fenomenológicas, n. 12, 2015.

RESEÑAS

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curso impartido en la Universidad de

Marc Richir y con un potente círculo

Oviedo, en octubre de 2011, pro-

teórico, la universidad española y

gramado por el Vicerrectorado de

las sociedades académicas, la So-

Extensión Universitaria, con la ines-

ciedad Española de Fenomenología

timable colaboración de Pablo Posa-

(SEFE) y el Círculo Latinoamericano

da Varela y del propio Marc Richir,

de Fenomenología (CLAFEN). El tra-

fue determinante para corroborar

bajo de Urbina aparecerá en el con-

que Urbina ya poseía la estructura

texto nacional e internacional. Sus

arquitectónica para una reordena-

artículos en los prestigiosos Annales

ción teórica desde su propio modo

de Phénoménologie, en concreto, su

de exposición. A las cinco de la tar-

artículo de 2011, “L´obscurité de

de del martes, 6 de octubre, asis-

l´expérience esthétique”, y el publi-

tíamos en Oviedo a la primera expo-

cado en 2013, bajo el titulo “Le

sición ordenada de la Estromatolo-

principe de correspondence”, darán

gía. Advertimos sus posibilidades y

cuenta de su extensión teórica. Sin

confirmamos que una sistematiza-

embargo, lo más fructífero de este

ción de esta investigación estaba

trabajo vendrá con la redacción dia-

por aparecer. Los artículos sobre la

ria de la obra que hoy reseñamos.

Estromatología saldrían finalmente a

En ella convergen todos los proce-

la luz en EIKASIA, Revista de filoso-

dimientos que el autor había ya

fía, en septiembre de 2012. El que

desplegado en sus citados trabajos,

reseña se vio obligado a proceder

manteniendo un género de exposi-

inmediatamente a una atenta relec-

ción muy propio. Los que descono-

tura de los textos clásicos de la fe-

cen o no están acostumbrados a

nomenología a la luz negra de esta

este

propuesta, descubriendo un insólito

puedan advertir con sorpresa un

rasgo de fecundidad teórica, siem-

imperativo didáctico en el discurso.

pre crítica.

Este imperativo se convertirá en el

A partir de este momento se establecerá

un

vínculo

modo

de

exposición,

quizá

gran atractivo de la obra.

académico,

Estromatología. Teoría de los ni-

docente e investigador entre Euro-

veles fenomenológicos aparece co-

pa, a través de los encuentros con

mo una propuesta teórica funda-

  Investigaciones Fenomenológicas, n. 12, 2015.

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mental, fruto de un largo trabajo de

sajes trasversales y de variaciones

investigación, de un modo riguroso

con diferente tonalidad. Como si de

de concebir la Filosofía y de una

una tuneladora se tratase, el autor

necesidad de ampliar y reordenar

irá descendiendo, o ascendiendo,

sus propios límites. Se trata de un

sin dirección, en la tectónica de un

libro seminal que se presenta como

discurso radicalmente filosófico. El

un recurso práctico y éste es su ob-

bagaje cultural, el dominio teórico y

jetivo y su gran valor. En él podrán

su libertad darán un carácter hasta

encontrar las claves para desplegar

cierto punto impúdico a la más rigu-

una lectura del origen y la evolución

rosa reflexión. Las constantes alu-

de la filosofía fenomenológica. Su

siones a la literatura, al arte y a la

discurso no partirá de una interpre-

ciencia servirán de cámara de des-

tación teórica ajena a los fenóme-

compresión para mantener una lec-

nos, ni de una sistematización ex-

tura atenta de las descripciones pu-

traña a las ideas. Si bien su título

ramente fenomenológicas. No habrá

pueda sorprender, su subtítulo acla-

lugar para la divagación, sino pun-

ra las intenciones: una Teoría de los

tos discretos en una constelación de

niveles fenomenológicos. Su condi-

ideas que dan cuenta, en todo mo-

ción de “Teoría” quedará demostra-

mento, de los fenómenos y del de-

da en la lectura completa, y el do-

curso histórico de las ideas. Un cier-

minio del autor permitirá imprimir

to escándalo ha de acompañar a tan

un estilo muy cuidado en su discur-

firme propósito. De ahí que nos en-

so, con licencias muy enriquecedo-

contremos ante un libro claramente

ras para comprender la articulación

programático.

teórica que se presenta. Es comprensible, pues, que pueda sorprender la originalidad del modo de exposición que, en algunas ocasiones, con especial crudeza, nos muestra la profundidad del análisis.

En dos grandes partes y en un potente epílogo, Sánchez Ortiz de Urbina nos mostrará un regressus radical a la historia de las ideas y un progressus

sobre

los

fenómenos

mismos. “Constitución” y “análisis”

El lector se encontrará con un

serán los dos términos que anuncien

texto muy ilustrado, repleto de pa-

la aproximación a la denominada

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RESEÑAS

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“matriz fenomenológica”. El epílogo,

primer capítulo procurará definir el

incluido en la segunda parte como

término de la exposición: la distin-

último capítulo, configurará una fir-

ción entre Strômata, strata, y struc-

me conclusión al poner en cuadratu-

ta. Inmediatamente aparecerá un

ra el análisis anterior. Con una ho-

problema fundamental: la “jaula”

nesta declaración de intenciones se

del correlacionismo. El dominio de la

iniciará el prólogo de la Estromato-

eidética será cuestionado por la exi-

logía: “No pretende este libro ser

gencia de un materialismo que la

una teoría general de niveles, sino

fenomenología

un ensayo de una teoría de los nive-

había apuntado, siendo desarrollado

les fenomenológicos, un análisis de

por autores como Merleau-Ponty. La

los niveles de una serie fenomeno-

naturaleza de la reducción fenome-

lógica”.

de

nológica será, pues, la punta de es-

anábasis y de catábasis con el que

te iceberg. Su trascendencia teórica

Platón inaugura formalmente la filo-

pondrá en crítica toda una tradición

sofía nos va a permitir describir la

y el estatuto mismo de la filosofía.

nueva escala, en lo que resultará

No se impondrá por su doctrina,

ser una “matriz fenomenológica”. La

sino por la radicalidad de sus conse-

estromatología será pues un análisis

cuencias. Lejos de ser una interpre-

de los diversos niveles de correla-

tación doctrinaria, será más bien un

ción intencional, previa disociación

cuestionamiento de la propia orto-

de la eidética y la intencionalidad.

doxia filosófica. De ahí que las tesis

El

doble

movimiento

A partir de este momento, una incontinencia, formalmente pedagógica, irá desplegando una resituación o refundición del contexto teó-

desde

Husserl

ya

defendidas sean desplegadas con alusiones constantes a la filosofía clásica, al arte en general, y a la física y a la matemática.

rico desde el origen mismo de la

El oratón y el noêtón (509 d), lo

fenomenología. Diez capítulos trata-

visible y lo inteligible, son expuestos

rán de determinar el derrotero que

desde la misma alegoría de la ca-

posteriormente será desarrollado en

verna, desde el mismo prisionero

la segunda parte, la dedicada al

que, a continuación, veremos en su

análisis de la matriz propuesta. Un

análisis sobre El Castillo, la obra de

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Kafka. Quienes conocemos al autor,

ocasiones, mostrando una especial

reconocemos

del

erudición en estos asuntos. Quizá

filósofo. El “prisionero” y el “agri-

pueda dejar al lector con el interés

mensor” constituyen su metáfora,

de seguir profundizando en ese nivel

en una exhibición de intuición filosó-

de discurso. Sin embargo, el capítu-

fica y de experiencia docente. El

lo 3, el dedicado a la escala de Si-

caso de Gilbert Simondón nos pon-

mondon, entrará de lleno en un

drá en evidencia el cambio de escala

análisis fino y muy técnico, iniciado

en la que se exhiben los fenómenos

por Gell-Mann o Feynman. La expo-

y la correspondencia que pueda ha-

sición sobre el pensador de Saint-

ber entre diferentes escalas. Será

Étienne será un recurso metodológi-

una intención primera para el autor

co y una honesta revisión de la rele-

describir

teórica

vancia teórica de este autor. Este

que conlleva esta cuestión: la dife-

capítulo constituirá, por sí solo, un

rencia entre una escala natural, ge-

trabajo sobresaliente.

la

las

intenciones

trascendencia

nética o en desarrollo, una escala naturae, y una escala fenomenológica.

A continuación, el lector se verá arrollado por los capítulos 4 y 5, los que conforman el grueso central de

Pronto Urbina desembocará en

la primera parte del libro, la Consti-

los capítulos 4 y 5, los dedicados a

tución de la matriz fenomenológica.

“La década prodigiosa de Husserl” y

Aquí Ricardo Sánchez Ortiz de Urbi-

a la “Polémica entre condiscípulos:

na expondrá sus tesis principales.

Husserl

Sin

Asistiremos, pues, a una lección de

habrá

fenomenología, quizá no programá-

detenido en una descripción impe-

tica, en lo que se refiere a otros

cable, la que desarrolla en el capítu-

contextos más ortodoxos, posible-

lo 2, y que nos recuerda a una tra-

mente cuestionable, pero muy con-

dición muy importante del siglo XX,

sistente y crítica. El capítulo 4 nos

la que retoma la hermenéutica y la

describirá la “década prodigiosa”,

filología a la luz de la propia feno-

aquella cuyos descubrimientos que-

menología. El autor ya nos había

darán esbozados en una tectónica

sorprendido de este modo en otras

abierta por la reducción, tras una

versus

embargo,

Twardowski”.

previamente,

se

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epokhê que suspendió, sin anularla,

violeta” y “Tres estudios de casos”.

la pretensión de explicación natura-

Con una libertad y un rigor propios

lista del mundo. Desde las Investi-

de este discurso, la matemática, la

gaciones lógicas a Ideas I, coinci-

física y el arte van a configurar el

diendo con el centenario aproxima-

final del reggresus propuesto en el

do de esa década, el autor contex-

orden de las ideas y que constituye

tualizará sus principales tesis. En

la mitad de la obra que reseñamos.

este capítulo el lector comenzará a

No es de extrañar que sean la expe-

tener claras las intenciones de este

riencia estética y la experiencia ar-

libro. No será de extrañar, pues,

tística el “intermedio” de esta expo-

que en los tres capítulos siguientes,

sición.

6, 7 y 8, los dedicados a la Fenomenología material al Idealismo fenomenológico y al Materialismo fenomenológico, Urbina parta de una interpretación “estándar” del idealismo fenomenológico, deteniéndose en las insuficiencias de la Fenomenología material, para desembocar en la intención principal que subrayamos en el inicio de esta reseña: el materialismo. No habrá intolerancia en esta propuesta, sino más bien la consecuencia de las tesis mantenidas desde el principio de la Estromatología.

La segunda parte del libro, la dedicada al Análisis de la matriz fenomenológica, contendrá dos grandes bloques y un nexo de unión (capítulo 14). En el primero de esos bloques (capítulos 11, 12 y 13), el autor distinguirá las tres grandes regiones de la matriz propuesta: el nivel superior, el nivel de intermediación y el nivel inferior. Proteo, el silencio

de

las

Sirenas

y

el

Mainstreet serán las tres metáforas que ejemplifican esas tres regiones tectónicas que se despliegan tras la anábasis fenomenológica radical, o

A continuación, el lector podrá

hipérbasis, tal como Marc Richir

asistir a la cuarta sección de esta

anunciaba en su epojé hiperbólica,

primera parte, que constituirá de

siguiendo la senda de Eugen Fink. Al

por sí un ejercicio impecable de

lector le llamará la atención la bre-

concreción teórica: “La matriz fe-

vedad de estos tres capítulos y las

nomenológica. La catástrofe ultra-

constantes referencias a la mitolo-

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gía, a la física y a la historia de la

formarán un todo independiente y

filosofía.

una lección rigurosa de fenomenolo-

El capítulo 14, con el comprometido título de “La doble sképsis: fenomenológica y cuántica”, dará consistencia al paralelismo propuesto desde el inicio del libro. Habrá que advertir al lector que esta doble sképsis nos mostrará dos niveles de discurso perfectamente distinguidos, sin por ello suponer que se trata de un nuevo híbrido en la teoría. De hecho, el autor confirmará así este vínculo e interludio: “Después de haber estudiado, en los capítulos anteriores, la estructura de los niveles horizontales de la matriz fenomenológica,

parece

gía, resultando ser un recurso muy práctico para el estudioso y el personal investigador. Como no podía ser de otra forma, con un firme imperativo teórico, el autor iniciará este despliegue vertical, anunciando la necesaria reforma de la egología husserliana. Inmediatamente después deberemos asistir al despliegue estratificado de la temporalidad, de la espacialidad, de la significatividad y de la afectividad (cronología, topo-logía, logo-logía y tymología). En estos momentos el lector se

conveniente

encontrará ante el núcleo duro y

plantear un breve “interludio” antes

fundamental del análisis de la ma-

de analizar las dimensiones vertica-

triz fenomenológica. La polémica en

les, con la finalidad de hacer frente

el orden de las ideas, anunciada en

a la extrañeza que puede haber

la primera parte del libro, cobrará

producido, en el lector, la frecuente

ahora sentido en la revisión de la

alusión a cuestiones físicas, aparen-

fenomenología

temente lejanas a la fenomenolo-

de la propia filosofía. De ahí que las

gía”.

alusiones al contexto de la física

En efecto, el resto de los capítulos de esta segunda parte, a excepción del epílogo, es decir, del capítulo 15 al 19, constituirán el análisis de las dimensiones verticales de esta gran matriz. Los cinco capítulos

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como

“ampliación”

contemporánea sigan siendo un motivo inmerso en el discurso. Tras el capítulo 16, el dedicado a la temporalidad, asistiremos a una soberbia síntesis sobre las consideraciones del cuerpo y de la espacialidad. El

RESEÑAS

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lector que reseña considera este

el propio Husserl al final de sus días,

capítulo como un brillante ejercicio

en su conferencia del 7 de mayo de

de dominio filosófico, advirtiendo la

1935 ante la “Sociedad de la Cultura

fecundidad de sus consecuencias en

Vienesa”, bajo el título La filosofía

el contexto actual de la filosofía, de

en la crisis de la humanidad euro-

la ciencia y del arte.

pea, y que terminará siendo La cri-

Por último, antes de llegar a un inusual epílogo, Urbina nos expondrá sus consideraciones sobre la significatividad, la logo-logía, y que él mismo define como: “el nervio de lo que mantiene la matriz cuadrada fenomenológica”. Para terminar este sesudo ejercicio de teoría, el autor abordará la afectividad, sellando las verticales y las horizontales de esta matriz. En este momento, el lector podrá advertir la necesidad de tras-

sis de las ciencias europeas y la fenomenología trascendental.

Urbina

volverá a ser honesto en la declaración de sus intenciones: “Epílogo es logos añadido, sobrepuesto, consideración reflexiva y conclusiva por la que se invita al lector a repetir las fórmulas empleadas para desprenderse de ellas. Terminada la obra, hay que abandonar los artilugios utilizados, que no suelen ser sólo escaleras”.

ladar al papel la configuración de las

Nuevamente, nos encontraremos

columnas descritas y de los regis-

ante un capítulo cuya completitud

tros que resultan de este despliegue

puede otorgarle una cierta autono-

de niveles en la escala fenomenoló-

mía sobre la obra. Es recomendable

gica. Al lector puede imponérsele

que el lector, una vez completada la

esta tarea como parte de la pro-

lectura de la obra entera, vuelva

puesta didáctica del discurso al que

sobre ella, iniciando una segunda

acaba de asistir.

lectura a partir de este epílogo. Los

El último capítulo de la obra que hoy reseñamos constituye un cierre reflexivo y conclusivo. A modo de inusitado epílogo, Ricardo Sánchez Ortiz de Urbina nos devolverá a la realidad humana, tal como lo hiciera

diferentes itinerarios de lectura que se pueden trazar desde este momento nos recuerdan las consideraciones de Dorion Cairns sobre los recorridos en la obra de Husserl. En consecuencia, la lección de Es-

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tromatología. Teoría de los niveles

volver a reconstruir el orden de las

fenomenológicos nos ofrece un re-

ideas a la luz de una nueva mirada,

curso metodológico donde poner en

tal como fue siempre desde el prin-

ejercicio nuestra comprensión sobre

cipio. El tiempo de esta lectura no

la filosofía contemporánea, cuestio-

habrá sido en vano. Lo que venga a

nando su recepción por parte del

continuación será la culminación de

pensamiento europeo. Se advierte

una abnegada dedicación a la do-

al lector de la necesidad de ser radi-

cencia y a la filosofía, cuarenta y

calmente crítico con esta propuesta,

cinco años, tal como queda demos-

reactualizando las premisas que han

trada en la producción intelectual

sostenido el decurso histórico de la

del autor y en su innegable presen-

fenomenología de hoy, como quien

cia en la filosofía española.

lleva a cabo el ingenuo ejercicio de

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