SER PARTE DE ALGO

July 25, 2017 | Autor: Sofia Stefan | Categoria: Derechos Humanos, Educación superior, Cominicación Social
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Lic. Sofía M. Stefan – Misiones – Noviembre 2014
SER PARTE DE ALGO.
"(…) en cincuenta años, por primera vez siento que soy parte de algo."
Nélida Wiesneke, afrodescendiente misionera.

El martes 18 de noviembre de 2014 quedará en el registro como un día especial en Misiones, no es para menos, ya que se llevó adelante el Primer Taller "Argentina Raíces Afro: Memoria, Visibilidad y Reconocimiento" en la ciudad de Posadas, capital de la provincia. Organizado por el Centro de Derechos Humanos "Pedro Orestes Pezack" de la UNaM, dependiente de extensión universitaria, en colaboración con el Ministerio de Derechos Humanos a través de la Subsecretaría de Derechos Humanos y la Secretaria de Derechos Humanos de Nación.
Emoción y orgullo son los sentimientos por ser una provincia pionera en impulsar la visibilidad y reconocimiento de afroargentinos en nuestro suelo colorado. Con la presencia y el compromiso de la Decana de la Facultad de Humanidades, de la UNaM, Mg. Gisela Spaciuk, la Subsecretaria de Derechos Humanos de Misiones, la Lic. Amelia Báez, el Ministro de Derechos Humanos de Misiones, el Dr. Edmundo Soria Vieta y los ilustres invitados, el Coordinador del Programa Afro Descendientes Argentinos, el Sr. Carlos Álvarez y la Psicóloga Susana Villareta, ambos de la Secretaría de Derechos Humanos de Nación, se programó, organizó y concretó este taller con el objetivo de "recuperar la memoria, las vivencias y pensar en perspectiva la participación y el aporte de la comunidad afro en Argentina y particularmente la historia afro de Misiones", tal como lo indicara Álvarez en la apertura de la jornada.
Con este objetivo central, lo primero que nos convoca es precisamente reconocer y repasar la construcción histórica de la INVISIBILIDAD de este grupo étnico, no solo en nuestra provincia y país, sino como matriz basamental de una política de colonialidad del poder, en términos de Aníbal Quijano, que dirigió y caracterizó la colonización europea de América Latina toda; caló tan hondo esta estrategia política y sin duda ideológica, que se continúan viviendo los efectos sociales, culturales y por supuestos económicos de esta invisibilidad, pensada, planeada y pautada desde un claro eje eurocentrista que dirigió la campaña colonizadora desde hace ya más de quinientos años.
Dentro de esa maquinaria colonizadora hay que reconocer el surgimiento y construcción de los términos "razas" y "racismo" como herramientas ideológicas en una estrategia política de colonialidad. Conceptos que declaramos erróneos, ya que desde la perspectiva de los derechos humanos entendemos que raza hay una sola, la raza humana, que convive y coexiste en una diversidad de culturas y etnias.
Fueron y son términos como "racismo", "razas", los que sirvieron y sirven aún hoy como justificativo para avalar lo que es una de las peores atrocidades de la historia: la TRATA DE PERSONAS como esclavos, organizada y consumada por naciones europeas principalmente, con fines comerciales y explotadores en sus colonias y países de origen.
La base de la esclavitud no es nada menos que la COSIFICACIÓN de las personas, entenderlas como meras mercancías, despojadas de toda humanidad y derechos. No perdamos de vista el hecho de que una persona esclavizada no tiene oportunidad de transformarse en, y ser, un sujeto y mucho menos un sujeto político, un sujeto que construya y decida su destino.
La lógica del sometimiento, de la opresión, esa lógica de sumisión permaneció y permanece subyacente aún luego de la abolición de la esclavitud, ya que una libertad sin herramientas que empoderen a los sujetos, solo hizo que en muchos casos vuelvan al yugo esclavizador. Desde la clase dominante, blanca y descendiente europea principalmente, se buscó históricamente sostener el status quo de dominación por distintos medios, como ser la categorización de castas, esa jerarquización entre etnias que definía las oportunidades, tanto económicas como socioculturales, no solo de la etnia afro y sus descendientes, sino también de otras minorías como ser los pueblos originarios.
Es claro que tanta opresión, tanta sujeción y represión generó a su vez una RESISTENCIA, que fue perdurando por generaciones, una resistencia expresada en la búsqueda de un espacio para la LIBERTAD, libertad del yugo colonizador político, económico, espiritual y cultural. Precisamente en los ámbitos espirituales y culturales es donde se asentó fuertemente esa resistencia, en el idioma, en la danza, la espiritualidad. Ancestrales culturas se sostuvieron y transmitieron "puertas adentro" como efecto del proceso de invisibilidad que entrama nuestra historia. "Ver, oír y callar…" esa consigna que vivieron miles de familias afrodescendientes en nuestro país y en toda Latinoamérica, el SILENCIO ante todo, ese poder utilizado políticamente en nuestra sociedad en muchas ocasiones.
Como será la fortaleza del efecto de la invisibilización que poco y nada se sabe de la participación afro en nuestra propia historia, en nuestra construcción como Nación. Se desconoce y no reconoce la influencia en nuestra lengua de términos afro que designan sentidos tan nuestros como "milonga", "malambo", "abombado", "changa", "mondongo" entre otras tantas; poco es el reconocimiento actual, a través del revisionismo histórico principalmente, de la participación de los afroargentinos en las campañas militares revolucionarias y libertarias con las compañías de Pardos y Morenos; y menos aún el reconocimiento de la primera Asociación de Socorros Mutuos en Argentina, que fuera de afrodescendientes.
En nuestra construcción como Nación, ya desde los primeros proyectos de país, con la Generación del 80 se configuró fuertemente la invisibilidad afro en nuestra tierra con aquella fuerte y famosa oposición de Civilización (todo lo europeo) y Barbarie (lo afro y de cierta forma, todo aquello que no provenga originalmente de Europa occidental). Esta oposición conceptual caló hondo en nuestra cultura, de manera tal que aún hoy subyace en la sociedad y miles de personas no se identifican ni se reconocen como afrodescendientes por temor a la discriminación.
A pesar de ello y tal vez a causa de ello, como parte de las políticas de reconocimiento y promoción de derechos e inclusión, se agrega en el último censo del año 2010, una pregunta sobre población afrodescendiente, que apuntó al reconocimiento o auto percepción de algunos de los miembros que componen este grupo. Surge del censo, como dato, no solo el autoreconocimiento como afro, sino que además, el 92% de aquellos que se reconocieron como tal, también se reconocen como argentinos. Solo este dato ya nos confronta con la falsa creencia de que "si" existen afrodescendientes en nuestro país, son foráneos, extranjeros. Sin ir más lejos en el censo se evidencia un 2% de población misionera, 3716 habitantes que se reconocen como afrodescendientes. Se deduce que en Argentina, la mayor corriente inmigratoria afro es de Cabo Verde, además de otros países americanos y africanos, se conoce que las etnias que fueron arrastradas por la esclavitud al sur del continente fueron los benguelas, ashanti, congos, angoleses, zulu.
Vale remarcar también, que en el marco de la invisibilidad histórica construida oficialmente por un sector dominante, no solo se construyó una imagen del afro, de su cultura, no solo se estereotipó una etnia, sino que se negó y desconoció toda la riqueza de su resistencia, sostenida principalmente a través del sincretismo cultural. Riqueza que percibimos en palabras cotidianas que nos rodean, en ritmos, imágenes, sabores y costumbres que incorporamos como argentinos.
Desde la construcción de estereotipos activamos nuestros prejuicios dejando de ver a la persona, la cosificamos una vez más, resignificando y reproduciendo una discriminación automática, fortalecida en la colonización cultural y económica. Cabe destacar el dato no menor, de que la población afrodescendiente en América Latina es de más de 180 millones de personas, pero el 90% de ellos se encuentran por debajo de la línea de pobreza, como consecuencia de un arrastre histórico de racismo económico, de racismo y discriminación por la "línea del color" (pensando en términos del pensador argelino Fanon), por la simple diferencia del color de piel, o lo que también en nuestro país se conoce como "portación de rostro" (en este caso portación de piel) haciendo referencia a estereotipos faciales asociados discriminativamente con sectores sociales de escasos recursos y automáticamente relacionados con delincuencia.
Reconocemos que la acción del racismo sigue presente de manera automática y cotidiana, tanto en actitudes basadas en falsas creencias y mitos, como en el lenguaje cotidiano donde se reproducen y refuerzan los estereotipos.
En este sentido, desde la búsqueda del reconocimiento de derechos, también hay una búsqueda y rescate de memoria e identidad, de allí, que se haya decidido incorporar y utilizar la expresión "afrodescendiente" y no "negro" que conlleva una carga cultural negativa en nuestra sociedad. Pero también, y más importante, el término afrodescendiente hace referencia y recupera una matriz de identidad ligada a un continente con una amplia diversidad cultural y permite o habilita de esta forma un proceso de reconquista, si se quiere, de una identidad que se encuentra actualmente trunca. Como expresara Carlos Álvarez "una recuperación de la memoria que tiene que ver con la práctica de recuperación de la identidad, de la ancestralidad." Usar la palabra afrodescendiente tiene que ver también con aplicar una matriz cultural diferente. Puede que nos cueste entender esta expresión de rescate de identidad étnica, sino tenemos en cuenta algo que resulta tan simple para la mayoría de los misioneros y argentinos en general: si alguien nos consulta por nuestra familia, nuestra ascendencia, es muy probable que podamos incluso nombrar de que ciudad, país o región de Europa (en la mayoría de los casos) provienen nuestros abuelos, bisabuelos, tatarabuelos, etc. Pero en el caso de los afrodescendientes esto no es tan simple y a veces hasta resulta imposible, por la constante invisibilidad histórica que se hizo, en pos de borrar el origen de la esclavitud de tantas etnias.
Pensando en esto, es evidente cuán importante es para conformar nuestra identidad conocer y reconocer nuestras raíces, más aún como pueblo, como nación, poder conocer y reconocer nuestras raíces culturalmente diversas que aportan tanta riqueza a nuestro país.
Y este es el desafío, reconocernos como pueblo culturalmente diverso, como un nosotros con nuestras diferencias. El desafío en la construcción de un Estado de derecho e inclusión es también reconocer y recuperar nuestra memoria afro como país, como unidad que nos permita, aún con las diferencias poder avanzar en nuestra historia. Hacer efectivas las consignas del taller: "Visibilidad, Reconocimiento y Derechos". Esa es la senda que se inició hace 11 años, la senda hacia un nuevo paradigma de Estado de Derecho.
Para recorrer y fortalecer dicha senda es fundamental que los argentinos, todos los argentinos no solo funcionarios o referentes políticos, entendamos que nuestra democracia no tiene que ser solo formal o normativa, tiene que tener cuerpo, es decir, ser efectiva en los derechos, ser sustantiva y plural. Y para ello hay que ser conscientes y reiterativos en que para demandar por nuestros derechos es fundamental e imprescindible que sepamos cuales son las normativas, ya que no podemos exigir aquello que desconocemos.
A partir de la participación del Estado Argentino en la Conferencia Mundial de Durban, que se realizó en 2001 y constituyó un hito en la normativa internacional en la lucha contra la intolerancia y la discriminación, se generan ciertas normativas nacionales que vienen a fortalecer algunas de las ya existentes, como las de protección de los derechos de afrodescendientes que se integran con el artículo 16 y el artículo 75, incisos 19, 22 y 23, de la Constitución Nacional. El Plan Nacional contra la Discriminación, Xenofobia y Racismo creado en el año 2005, la Ley 24515 que crea el Instituto Nacional contra la Discriminación, Xenofobia y Racismo (INADI), la Ley 26162/06 de reconocimiento de la competencia del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial y también la reciente Ley 26852 que establece el 8 de noviembre como el Día Nacional de los/as Afroargentinos y de la Cultura Afro, entre otras tantas normas establecidas.
En base a las responsabilidades asumidas por el Estado, se realizan acciones afirmativas que deben desembocar en Políticas Públicas que avancen en la ampliación de derechos para conformar una sociedad más democrática y equitativa. En este sentido desde la Secretaria de Derechos Humanos de la Nación se realizan acciones de recuperación de la memoria, debates y encuentros con el fin de promover la visibilidad, el reconocimiento y promoción de derechos. Así también se trabaja en el ámbito de la memoria, con la señalización de lugares históricos donde se realizaban antiguamente la venta de personas esclavizadas. Existen también los "Conversatorios" para nuclear referentes locales afrodescendientes y así recrear y recuperar la memoria colectiva, que permita una reconstrucción de la identidad, esa identidad cruelmente arrasada por la trata de esclavos.
Estos derechos conseguidos, tienen que ver con el nuevo paradigma de Estado de Derecho y de un camino a la inclusión, enmarcado en un proceso de DECONSTRUCCIÓN de la colonialidad. En ello es necesario el compromiso de todos, el desafío es de todos.
Por ello en este primer taller además de la reflexión y de compartir vivencias, experiencias, saberes, emociones y sentimientos guardados y callados por mucho tiempo, se han formulado propuestas de trabajo a partir del pensamiento y labor colectiva para la promoción y defensa de los Derechos de Afroargentin@s y Afrodescendientes misioneros, en función de asumir un rol de sujetos de derechos, sujetos activos de nuestra sociedad.
De esta forma, divididos en seis grupos, todos los participantes de la jornada han propuesto acciones relacionadas principalmente a la educación como base para lograr una transformación respecto de la discriminación, principalmente verbal y actitudinal hacia minorías y sectores marginales. Así el grupo 1, autodenominado MANDELA (por su mensaje de paz y su militancia e importancia política y social en la temática) propusieron talleres de integración entre barrios periféricos y barrios centrales, capacitaciones docentes en la temática afro y discriminación en general, promoción de valores sociales de transformación.
El grupo 2, llamado LOS QUILOMBEROS (en relación al sentido original afro de la palabra quilombo) plantea la discriminación en función de parámetros estéticos impuestos por una cultura dominante, difundidos en medios de comunicación masiva y la preocupación por los efectos sociales de estos parámetros, principalmente en adolescentes. Se plantea la generación de espacios de reflexión y transmisión de valores positivos y del respeto a la diversidad. Brindar conocimientos y concientización a padres y alumnos en los colegios para romper con la figura tipo de persona estética dominante.
En consonancia con esta preocupación el grupo 3, presentado como CAMBÁ CUÁ (rescatando la raíz afro relacionada con la comunidad guaraní de Misiones y Corrientes, en esta última existe un festival donde se celebra a San Baltasar, santo negro, conocido como Cambá Cuá en guaraní) propone trabajar la discriminación por el aspecto, el lugar de residencia y recursos económicos, desde la capacitación y sensibilización en escuelas y barrios. Además recalcan la necesidad y el compromiso de convertirse en agentes replicadores de las conquistas sociales, derechos humanos y valores positivos.
Por su parte el grupo 4 autodenominado QUILOMBO (en referencia a su origen como palabra, ya que tiene raíz afro del este del quimbundu kilombo -"comunidad de guerreros"- y designaba a la comunidad de esclavos cimarrones que, durante la época colonial en América, se organizaban para su subsistencia y defensa independientemente de la autoridad colonial, término usado para denominar a los lugares o concentraciones políticamente organizadas de negros esclavos cimarrones, asociada a "espacio de libertad" como lugar de resistencia) plantea la necesidad de recuperar la memoria y rescatar las palabras en relación a la situación de invisibilidad de los adultos mayores, que en su experiencia y vivencia transmiten principalmente de manera oral la cultura e historia. De allí que proponga organizar un estudio guiado en la base de los datos censales en Misiones sobre la población afro y buscar acercarse a este sector etario para realizar una serie de entrevistas, recoger las historias de vida y desde ese material sistematizado rastrear y rescatar la cultura afro de la provincia.
Así mismo, en esa línea de indagación, el grupo 5, AFRICA VIVE (en homenaje de una de las primeras asociaciones afro en Bs. As.) propone rastrear las raíces afro en la música desde el campo educativo, mediante el análisis de distintos ritmos populares como el tango, chacarera, malambo, etc. Como también promover la visibilidad de esa raíz cultural mediante la incorporación del estudio de las raíces culturales afro en la currícula educativa de una escuela de música y plantear una política educativa amplia que incluya el aporte afro en la historia argentina.
Por su lado el grupo 6, llamado KATANGA (en homenaje al apodo de un conocido personaje afrodescendiente posadeño, apodo que hoy es llevado con orgullo por la familia como un legado) siguiendo con la problemática de la discriminación en la escuela principalmente, propone jornadas educativas integrales y transversales de concientización que involucren tanto a los alumnos como a directivos, docentes y no docentes.
Quedando expresada y explicitada la inquietud que ha generado la temática en los participantes se concluye que en todo proceso de transformación uno de los ejes debe ser la educación, con visión e hincapié en que todos somos sujetos de derechos, sujetos políticos y que el cambio inicia en nosotros, ya que de nada servirán, no tendrán valor todas las normativas que se generen si como sujetos, como ciudadanos, como personas no cambiamos nuestras actitudes. Estamos convocados a honrar nuestra libertad, democracia y nuestros derechos ejerciéndolos desde el núcleo central de la perspectiva colectiva del respeto al otro, el respeto a la otredad.
"Nosotros somos los que debemos cambiar la sociedad" fue la clara expresión del compromiso social que enmarcó la jornada y en función de las distintas propuestas se plantearon las posibles relaciones institucionales que se puedan generar y fortalecer para concretar las mismas (trabajo conjunto con la Universidad Nacional de Misiones – UNaM, con el Instituto Provincial de Estadística y Censo – IPEC, con el Consejo General de Educación CGE, los Centros de Educación Musical de la provincia – CEMU, la Subsecretaría de Derechos Humanos de Misiones, etc.)
Al final de la jornada es cuando las palabras de afromisioner@s presentes resuenan en los cuerpos de cada uno, la emoción de escuchar a una joven de 18 años cerrar el taller diciendo con orgullo que "nuestras raíces no van a ser olvidadas"; las palabras de una docente que por cincuenta años estuvo sin encontrarse integralmente en una sociedad, sintiendo que no tenía completamente un espacio y que por primera vez siente que es parte de algo… cuando pudo encontrarse con y en ese otro, con la ilusión a flor de piel por la futura conformación de una organización social que contenga a los afro descendientes de Misiones y les permita la visibilidad de la comunidad y la lucha contra el racismo.
El encuentro de afrodescendientes, de misioneros en su entera diversidad cultural, política, económica y social, ese encuentro fue posible y generó un espacio de reflexión y reconocimiento. Es aquí donde toma sentido el título de este informe: SER PARTE DE ALGO, ser parte de un colectivo, de una sociedad más inclusiva y democrática, pero no solo en el reconocimiento de una minoría, sino en el involucramiento en nuestra comunidad. En ese sentido, el trabajo por la visibilidad, el reconocimiento, promoción y defensa de los derechos de TODAS las minorías, de TODOS los sectores de nuestra sociedad, es cosa de TOD@S.
Lic. Sofía M. Stefan


"La colonialidad es uno de los elementos constitutivos y específicos del patrón mundial de poder capitalista. Se funda en la imposición de una clasificación racial/étnica de la población del mundo como piedra angular de dicho patrón de poder y opera en cada uno de los planos, ámbitos y dimensiones, materiales y subjetivas, de la existencia social cotidiana y a escala societal. Se origina y mundializa a partir de América." Aníbal Quijano, 2000. Necesijournal of world-systems research, vi, 2, summer/fall 2000, 342-386. Special Issue: Festchrift for Immanuel Wallerstein – Part I http://jwsr.ucr.edu issn 1076-156x
Para una mayor ampliación del tema recomendamos la lectura del libro "Afrodescendientes y derechos humanos: Normativas, documentos y recomendaciones "-Serie Normas y Acciones en un Estado de Derecho. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. Secretaría de Derechos Humanos, 2014
Entendemos la deconstrucción desde su acepción más básica del diccionario: Deshacer analíticamente los elementos que constituyen una estructura conceptual.



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