sistema Inmune

August 31, 2017 | Autor: Luis Ascanio | Categoria: Medicina
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República Bolivariana de Venezuela Universidad Experimental Rómulo Gallegos Medicina Integral Comunitaria Maracay. Estado Aragua Comunicación y Técnicas de Estudio.

SISTEMA INMUNE

Autores: LUIS ASCANIO INES CAMACHO EGLYZ MARTINEZ AILIAA MENDOZA JOSÈ ALVIAREZ MARÌA J SANCHEZ DRIAN SALAS YAXNOQUI MARTINEZ

Maracay OCTUBRE de 2014.-

Sistema Inmune. En los mamíferos el sistema inmune está constituido por una serie de células, tejidos y órganos, distribuidos ampliamente por todo el cuerpo. Participa en la defensa del organismo contra agentes infecciosos y también en la respuesta frente a partículas extrañas. Los órganos del sistema inmune están interconectados por vasos sanguíneos y linfáticos de modo que constituyen un sistema unificado e intercomunicado dentro del cual se transportan las células que participa en él Conceptos Básicos. 1. TEJIDO LINFOIDE: Se puede definir como un tejido conectivo reticular en el cual los linfocitos representan la mayor parte de las células. 2. ANTÍGENO: Es cualquier sustancia que cuando ingresas al organismo y se reconoce como extraña, provoca una respuesta inmune. Esta puede inducir a la producción de anticuerpos específicos para producir una reacción. 3. ANTICUERPO: Es un producto de la respuesta inmune que reacciona con el antígeno correspondiente. Los anticuerpos son inmunoglobulinas que se encuentran en la fracción de las gammaglobulinas plasmáticas. Se dividen en 5 categorías : IgG, IgM, IgA, IgD, IgE Barreras y tipos de inmunidad 1. Las barreras inmunológicas • Las primeras barreras inmunológicas son de tipo mecánico, biológico y químicos .Algunos ejemplos de mecánicas pueden ser la cutícula que cubre las hojas, el exoesqueleto de los insectos, la cascara de los huevos entre otros. • A nivel químico se producen enzimas antibacteriales en la saliva, las lagrimas, la leche materna, entre otras. 2. La respuesta inmune • Si las barreras inmunológicas no son suficientes y el patógeno penetra en el cuerpo, se desencadena en el organismo una respuesta inmune. Existen dos tipos de respuesta inmune innata y adaptiva.

Tipos de inmunidad Inmunidad natural

Existe la inmunidad natural, que traemos al nacer debido a los Anticuerpos presentes en la Sangre. Esto explica que de un grupo de niños recién nacidos en contacto con el Germen de una Enfermedad, sólo se enfermen algunos; el resto tendría inmunidad natural para dicho germen. Inmunidad adquirida La inmunidad adquirida es la que aparece durante la vida: cuando un germen entra en contacto con nosotros, despierta las defensas y comenzamos a producirAnticuerpos, o porque ante una sustancia tóxica o extraña, el organismo produce otra que la contrarresta, la neutraliza (no la deja actuar), y permanece en la sangre aún cuando la que es tóxica desaparece, por lo que si vuelve, el organismo es capaz de enfrentarla de nuevo. Inmunidad artificial La inmunidad Artificial también es adquirida pero con las Vacunas, cuyo objetivo es inmunizar a los Individuos. La inmunización consiste en introducir mediante una Inyección Sustancias que ayuden al organismo a reconocer y resistir una Enfermedad determinada.

Inmunidad pasiva Para que un individuo sea inmune tiene que producir Sustancias llamadas Anticuerpos, que son proteínas con función de Defensa; a esto se llama inmunidad Activa. Inmunidad activa Si hay que transferir Anticuerpos o Células inmunes de un Animal inmune a uno no inmune, entonces estamos frente a la inmunidad Pasiva.

Componentes del Sistema Inmunológico El Sistema Inmunológico está compuesto de distintos tipos de células y proteínas. Cada componente tiene una tarea especial enfocada a reconocer el material extraño (antígenos) y/o reaccionar en contra de los materiales extraños. Algunos componentes tienen como función única y principal el reconocer el material extraño. Otros componentes tienen la función principal de

reaccionar contra el material extraño. Y algunos otros componentes funcionan para ambos, reconocer y reaccionar en contra de materiales extraños. Como las funciones del Sistema Inmunológico son tan importantes para sobrevivir, existen mecanismos de respaldo. Si un componente del sistema faltara o no funcionara correctamente, otro componente puede hacer por lo menos algunas de sus funciones. Los componentes del Sistema Inmunológico son: Linfocitos B Linfocitos T Fagocitos Complemento

Linfocitos B: Son células especializadas del Sistema Inmunológico (también conocidas como células B) que tienen como función principal producir anticuerpos (también llamados inmunoglobulinas o gamaglobulinas). Los linfocitos B se desarrollan de células primitivas (células madre) en la médula ósea. Cuando maduran, los linfocitos B se encuentran en la médula ósea, nodos linfáticos, baso, ciertas áreas del intestino, y en menos extensión en el fluido sanguíneo. Cuando las células B se estimulan con un material extraño (antígenos), responden madurando en otros tipos de células llamadas células plasmáticas. Las células plasmáticas producen anticuerpos. Los anticuerpos encuentran su camino hacia el fluido sanguíneo, secreciones respiratorias, secreciones intestinales, y hasta en las lágrimas.

Los anticuerpos son moléculas de proteína altamente especializadas. Para cada antígeno existen anticuerpos moleculares con diseños específicos. Por lo tanto, hay anticuerpos moleculares que embonan, como llave y chapa, al virus del polio, otros que específicamente apuntan a la bacteria que causa la difteria, y otros que son compatibles con el virus de paperas. La variedad de anticuerpos moleculares es tan extensa que las células B tienen la habilidad de producirlos contra virtualmente todos los micro-organismos en el medio ambiente.

Cuando las moléculas de los anticuerpos reconocen a los micro-organismos extraños, se unen físicamente al micro-organismo e inician una compleja cadena de reacciones involucrando a otros componentes del Sistema Inmunológico que eventualmente destruyen al micro-organismo. Los nombres químicos para las proteínas de los anticuerpos es inmunoglobulinas o gamaglobulinas. Así como los anticuerpos pueden cambiar de molécula a molécula con respecto a el micro-organismo al que se unen, también pueden variar con respecto a sus funciones especializadas en el cuerpo. Este tipo de variación en función especializada es determinada por la estructura química del anticuerpo, que a su vez determina el tipo de anticuerpo (inmunoglobulina).

Los Anticuerpos Hay 5 grandes clases de anticuerpos o gamaglobulinas: Inmunoglobulinas G (IgG) Inmunoglobulinas A (IgA) Inmunoglobulinas M (IgM) Inmunoglobulinas E (IgE) Inmunoglobulinas D (IgD) Cada clase de inmunoglobulina tiene una característica química especial que le brinda ciertas ventajas. Por ejemplo, los anticuerpos en la fracción IgG se forman en grandes cantidades y pueden viajar del fluido sanguíneo a los tejidos. Estas inmunoglobulinas (anticuerpos) son la única clase que cruza la placenta y le pasa inmunidad de la madre al recién nacido. Los anticuerpos en la fracción IgA se producen cerca de las membranas mucosas y llegan hasta secreciones como las lágrimas, bilis, saliva, mucosa, donde protegen contra infecciones en el tracto respiratorio y los intestinos. Los anticuerpos de la clase IgM son los primeros anticuerpos que se forman en respuesta a las infecciones y por lo tanto son importantes para proteger durante los primeros días de una infección. Los anticuerpos en la clase IgE se encargan de reacciones alérgicas. La función especializada de IgD todavía no se entiende por completo.

Los Anticuerpos

Los anticuerpos nos protegen contra las infecciones de distintas maneras. Por ejemplo, algunos micro-organismos se tienen que pegar a células del cuerpo para poder causar una infección, pero anticuerpos en la superficie pueden interferir con la habilidad del micro-organismo de adherirse a la célula. Y además, los anticuerpos sujetados en la superficie de algún micro-organismo pueden activar a un grupo de proteínas llamadas el Sistema del Complemento que pueden matar directamente a las bacterias y virus. Bacterias cubiertas por anticuerpos también son mucho más fáciles de ingerir y matar por los fagocitos, que las bacterias que no están cubiertas por anticuerpos. Todos estas acciones de los anticuerpos previenen que los microorganismos invadan tejidos del cuerpo donde pueden causar infecciones serias.

Linfocitos T: Los linfocitos T (algunas veces llamadas células T) son otro tipo de células inmunológicas. Los linfocitos T no producen anticuerpos moleculares. Las funciones especializadas de los linfocitos T son 1) atacar directamente antígenos extraños como virus, hongos, tejidos transplantados y 2) para actuar como reguladores del Sistema Inmunológico. Linfocito (ampliar imagen)

T

Los linfocitos T se desarrollan de células madre en la médula ósea. Temprano en la vida del feto, células inmaduras migran al timo, un órgano especializado del Sistema Inmunológico

en el pecho. En el timo, los linfocitos inmaduros se desarrollan a linfocitos T maduros ("T" por el Timo). El Timo es esencial para este proceso, y los linfocitos T no se pueden desarrollar en el feto si no tiene Timo. Linfocitos T maduros dejan el Timo y se van a otros organos del Sistema Inmunológico, como el baso, nodos linfáticos, médula ósea y la sangre. Cada linfocito T reacciona con un antígeno específico, así como cada anticuerpo reacciona con un antígeno específico. De hecho, los linfocitos T tienen moléculas en la superficie que son como anticuerpos que reconocen antígenos.

La variedad de linfocitos T es tan grande que el cuerpo tiene linfocitos T que pueden reaccionar contra virtualmente cualquier antígeno. Los linfocitos T también varían con respecto a su función. Hay 1) linfocitos T destructores ("killer" o "effector"), 2) linfocitos T de ayuda ("helper"), y 3) linfocitos T supresores ("suppressor"). Cada uno juega distintas partes en el Sistema Inmunológico. Los linfocitos T destructores son los linfocitos que destruyen al microorganismo invasor. Estos linfocitos T protegen al cuerpo de bacterias especificas y virus que tienen la habilidad de sobrevivir y reproducirse en las células del cuerpo. Los linfocitos T destructores también responden a tejidos extraños en el cuerpo, como por ejemplo un hígado transplantado. Los linfocitos T destructores migran al sitio de la infección o al tejido transplantado. Cuando llegan, los linfocitos T destructores se fijan a su blanco y lo destruyen. Los linfocitos T de ayuda, ayudan a los linfocitos B a producir anticuerpos y ayudan a los linfocitos T destructores en el ataque a sustancias extrañas. Los linfocitos T de ayuda hacen mas efectiva la función de los linfocitos B, provocando una mejor y mas rápida producción de anticuerpos. Los linfocitos T de ayuda también hacen mas efectiva la función de destrucción de los linfocitos T destructores. Por otra parte los linfocitos T supresores, suprimen o apagan a los linfocitos T de ayuda. Sin esta supresión, el Sistema Inmunológico seguiría trabajando después de la infección. Juntos los linfocitos T de ayuda y supresores actuan como el termostato de todo el sistema de linfocitos y los dejan prendidos el tiempo suficiente - no mucho tiempo y no muy poco tiempo.

Fagocitos: Los fagocitos son células especializadas de el sistema inmunológico cuya función primaria es ingerir o matar micro-organismos. Estas células, como otras en el sistema inmunológico, se desarrollan de células madre en la médula osea. Cuando maduran, migran a todos los tejidos del cuerpo pero especialmente en la sangre, baso, hígado, nódulos linfáticos y pulmones. Hay diferentes tipos de fagocitos. Leucocitos Polimorfonucleares (neutrófilos o granulocitos) son comunmente localizados en la sangre y pueden migrar a sitios de infección en minutos. Son estos fagocitos los que se incrementan en la sangre durante una infección y es responsable en gran parte de las cuentas grandes en las biometrías hemáticas.

Los fagocitos son también los que dejan el fluido sanguíneo y se acumula en los tejidos durante las primeras horas de la infección y es responsable de la formación de pus. Los monocitos son otro tipo de fagocitos en la sangre. También cubren las paredes de las venas en órganos como el hígado y el baso. Aquí actúan para capturar micro-organismos que pasan por la sangre. Cuando los monocitos salen del fluido sanguíneo y entran en los tejidos, cambian de forma y tamaño Macrófago en acción. para convertirse en macrófagos. (ampliar imagen) Los fagocitos sirven distintas funciones críticas en el cuerpo contra infecciones. Tienen la habilidad de salir del fluido sanguíneo y moverse hacia los tejidos al sitio de la infección. Cuando llegan al sitio de la infección, se comen al micro-organismo invasor. La ingestión de los micro-organismos es mucho mas fácil cuanto están cubiertos de anticuerpos o complemento o ambos. Una vez que el fagocito se come al micro-organismo, inicia una serie de reacciones químicas dentro de la célula que resultan en la muerte del micro-organismo.

Complemento: El sistema del complemento tiene 18 proteínas que funcionan de manera ordenada e integrada para ayudar en la defensa contra infecciones y producen inflamación. Algunas de las proteínas del complemento las produce el hígado, y otras las producen ciertos fagocitos, los macrófagos. Para realizar sus funciones de protección, los componentes del complemento deben convertirse de formas inactivas a formas activas. en algunos casos, los micro-organismos primero tienen que combinarse con anticuerpos para poder activar el complemento. En Otros casos los micro-organismos pueden activar el complemento sin la ayuda de los anticuerpos. Ya activado, el complemento puede realizar funciones de defensa contra infecciones. Como mencionamos una de las proteínas del complemento cubre a los micro-organismos para que puedan ser ingeridas con mayor facilidad por los fagocitos. Otros componentes del complemento mandan señales químicas para atraer fagocitos a los lugares de infección. Cuando todo el sistema se encuentra en la superficie de algunos micro-organismos, puede romper la membrana de la célula, y matarla.

ORGANOS DEL SISTEMA INMUNE. Los órganos que forman parte del sistema inmune se diferencian en primarios y secundarios según su función inmunitaria. Primarios, centrales o generadores: Son la médula ósea y el timo. Las células del sistema inmune se generan, maduran y alcanzan la inmunocompetencia en ellos: en la médula ósea se producen las células inmunes de la sangre, y en el timo maduran los linfocitos T. Secundarios o periféricos: Son el bazo y los ganglios linfáticos. En ellos ocurre la respuesta inmune. En el primer contacto con un antígeno determinado son el unico órgano donde se da la respuesta. Cuando es el segundo contacto con ese antígeno, la respuesta puede darse en otros puntos del organismo.

Medula osea Aquí se originan todos los linfocitos T y B. Además, madurán los linfocitos B1.

Timo Es el órgano encargado de la maduración de los linfocitos T. Se va llenando de protimocitos, y estos van pasando a lo largo de los días desde la corteza hacia la médula del timo, y una vez allí entran en contacto con las células de su estroma. Así, en contacto con esas células, los protimocitos van madurando y aprendido a ser tolerantes con los autoantígenos, con “lo propio” , a lo que se denomina educación tímica. Ganglio linfatico Aquí comienza la respuesta de la inmunidad adaptativa a los antígenos que hayan penetrado a través de los epitelios o que estén presentes en los tejidos. Los antígenos que lleguen a los tejidos serán drenados al sistema linfoide para llegar hasta los ganglios y activar a los linfocitos. Es un órgano encapsulado con unas trabéculas en su interior. A través de la cápsula pasan conductos linfáticos aferentes, con la linfa que transporta los antígenos (bien solubles o bien unidos a células dendríticas). En el ganglio hay linfocitos B y T, que se instalan en él durante unos días; el ganglio es, por tanto, un sitio de asentamiento. Esos linfocitos llegan por las arterias de entrada y salen al ganglio por las vénulas de endotelio alto. Los linfocitos B se encuentran en la corteza (formando los folículos primarios) mientras que los linfocitos T se instalan en la paracorteza. Los macrófagos, células plasmáticas… se sitúan en la zona profunda, la médula del ganglio. Así, los diferentes tipos celulares no se mezclan unos con otros gracias a las citocinas que les indican dónde deben ubicarse. Una vez pasados unos días si no han encontrado ningún antígeno salen por el vaso linfático eferente para dirigirse a otro lugar y ver si allí encuentran algún antígeno. Cuando se activan los linfocitos B (ubicados en los folículos primarios) aparecen en el centro de los folículos una serie de cambios. A esa zona cambiada se le denomina centro germinal, y el folículo pasa a ser secundario. Teniendo en cuenta el vaso eferente de los ganglios, vemos 2 tipos de ganglios linfáticos: Hay ganglios cuyo vaso eferente llega a conducto torácico directamente, para más tarde llegar al ángulo yugosubclavio izquierdo y drenar al sistema venoso.

Otros ganglios por el contario, su vaso eferente se convierte en el aferente de otro ganglio linfático; hasta llegar al último que drenará al conducto torácico. Bazo En él se disponen los linfocitos de una manera semejante a como lo hacen en los ganglios. Tiene una pulpa roja y una pulpa blanca. En la pulpa blanca es donde se acumulan los linfocitos, separados los B de los T. En los folículos de linfocitos B del bazo también se pueden ver los centros germinales cuando se produce su activación. El bazo es esencial cuando los antígenos están circulando en la sangre (viajando por ella, a causa de una infección…), porque filtra toda esa sangre atrapando los antígenos y produciéndose la respuesta inmune en él. Para los antígenos que entran por mucosas o piel, la respuesta inmune suele darse en los ganglios linfáticos. MALT (Tejidos Linfoides Asociados a Mucosas) Están especializados en las puertas de entrada de los patógenos. Están en todas las mucosas que contactan con el exterior, e intervienen en la formación de los linfocitos. 



Masas compactas de tejido linfoide. No suele ser encapsulada: amigdalas, adenoides (amigdalas faríngeos o vegetaciones), apéndice intestinal, placa de peyer… Difuso. En mucosa respiratoria, gastrointestinal y urogenital; lugares muy expuesto a hidratos de carbono, sales…(constituyentes comunes a bacterias), por lo que tendrán que discriminar las moléculas perjudiciales. 2 partes: o Superficial, entre células epiteliales de la mucosa. o Profundo, en la submucosa

Tráfico linfocitario Conjunto de procesos que incluyen la recirculación linfocitaria a través de los sistemas sanguíneo y linfático, así como su posterior extravasación a los tejidos linfoides o no linfoides.

El patrón de tráfico linfocitario depende del estado de la activación del linfocito: los linfocitos vírgenes se extravasan en los tejidos linfoides, mientras que los activados se extravasan en los sitios de la inflamación.

Hipersensibilidad. Las reacciones de hipersensibilidad son respuestas inmunes exageradas a antígenos extraños inocuos que ocurren en individuos previamente sensibilizados. Según su mecanismo de acción, las reacciones de hipersensibilidad se dividen en cuatro tipos: 1. Tipo I 2. Tipo II 3. Tipo III 4. Tipo IV Hipersensibilidad de Tipo I. Se denomina también hipersensibilidad inmediata o alérgia atópica. Se produce minutos después del contacto con el alérgeno. Está causada por alérgenos que a través de una respuesta TH2, inducen la síntesis de IgE. Esta inmunoglobulinase une a las células cebadas y produce la liberación de los componentes vasoactivos contenidos en los gránulos citoplásmicos de estas células. Algunos de estos componentes son quimiotácticos y otros producen vasoconstricción. Las maifestaciones clínicas de la alergia dependen de la ruta por la que se toma contacto con el alérgeno. Diferentes tipos de hipersensibilidad de Tipo I Ruta de entrada Enfermedad

Alérgeno Medicamentos

Intravenosa

Anafilaxis sistémica

Venenos de abejas Contraste radiológico

Subcutánea

Inflamación local

Picaduras de insectos

Respuesta Edema Vasodilatación Colapso circulatorio Muerte Vasodilatación local Edema local

Polen Rinitis alérgica Respiratoria Asma bronquial

Digestiva

Alergia alimentaria

Polvo con restos de insectos o animales

Edema e irritación de la mucosa nasal y bronqiial

Leche

Vómitos

Huevos

Diarrea

Pescado

Urticaria

Hipersensibilidad de Tipo II. Está causada por antígenos que se unen a las células del paciente y son reconocidos por anticuerpos IgG que activan el complemento, los fagocitos y las células K. Ejemplos de esta hipersensiblidad son la anemia hemolítica del recién nacido asociada a la incompatibilidad Rh y la anemia hemolítica tras la administración de penicilina. Hipersensibilidad de Tipo III. Está causada por acumulación de complejos antígeno-anticuerpo que se depositan en las paredes vasculares, articulaciones y riñón y activan el complemento y la acción de los fagocitos y las células K. Ejemplos de esta hipersensiblidad son el pulmón de granjero, la reacción de Arthus, y las vasculitis, artritis y nefritis por inmunocomplejos. Hipersensibilidad de Tipo IV. Se denomina también hipersensibilidad retarda ya que se produce 48 horas despues del contacto con el antígeno. Está causada por antígenos que inducen una respuesta TH1 que activa a los macrófagos y linfocitos Tc. Según su mecanismo de acción, las reacciones de hipersensibilidad de Tipo IV se dividen en cuatro grupos: 1. Hipersensibilidad por contacto. El antígeno penetra por la epidermis. 2. Hipersensibilidad tuberculínica. Prueba dela tuberculina. 3. Hipersensibilidad granulomatosa. Se produce al fagocitar los macrófagos sustancias que no pueden destruir como el berilio y el silicio. 4. Hipersensibilidad por linfocitos Tc. Antígenos liposolubles que penetran en las células y modifican las proteínas citoplasmáticas, siendo presentados por antígenos de clase I.

Enfermedades o trastornos que pueden afectar al sistema inmunológico Los trastornos del sistema inmunológico se pueden dividir en cuatro categorías principales: 1. Trastornos por inmunodeficiencia (primaria o adquirida) 2. Trastornos auto inmunitarios (en los cuales el sistema inmunológico del organismo ataca a sus propios tejidos como si fueran tejidos ajenos) 3. Trastornos alérgicos (en los cuales el sistema inmunológico reacciona de forma desproporcionada ante determinados antígenos) 4. Cánceres del sistema inmunológico Trastornos por inmunodeficiencia La inmunodeficiencia ocurre debido a la ausencia o al funcionamiento incorrecto de una parte del sistema inmunológico. Algunas personas nacen con una inmunodeficiencia, lo que se conoce como inmunodeficiencia primaria. (Aunque las inmunodeficiencias primarias son trastornos con los que se nace, es posible que sus síntomas no se manifiesten hasta momentos posteriores de la vida.) Las inmunodeficiencias también se pueden adquirir a través de infecciones o al someterse a ciertos tratamientos farmacológicos. A veces se denominan inmunodeficiencias secundarias. Las inmunodeficiencias pueden afectar a los linfocitos B, los linfocitos T o los fagocitos. El trastorno por inmunodeficiencia más frecuente es la deficiencia de IgA, en la cual el organismo no fabrica suficientes anticuerpos IgA, una inmunoglobulina que se encuentra prioritariamente en la saliva y otros fluidos corporales que ayuda a proteger las entradas del cuerpo. Las personas con deficiencia de IgA son más proclives a las alergias o a contraer catarros y otras infecciones de las vías respiratorias, pero esta afección no suele ser grave. Las inmunodeficiencias adquiridas (o secundarias) se suelen desarrollar después de que un apersona contraiga una enfermedad, aunque también pueden estar provocadas por la desnutrición, las quemaduras u otros problemas médicos. Ciertos fármacos también pueden provocar problemas en el funcionamiento del sistema inmunológico. Las inmunodeficiencias adquiridas (secundarias) incluyen: 

La infección por el VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) y el SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida). Esta enfermedad va destruyendo lenta y progresivamente el sistema inmunológico. Está provocada por el VIH, que aniquila ciertos tipos de linfocitos denominados células T cooperadoras. Sin este tipo de células, el sistema inmunológico es

incapaz de defender el cuerpo contra organismos normalmente inofensivos pero que pueden provocar infecciones muy peligrosas en una persona con SIDA. Los bebés pueden contraer una infección por VIH en el caso de que sus madres estén infectadas, mientras están en el útero materno, durante el parto o durante la lactancia materna. Los jóvenes y adultos pueden contraer esta infección al mantener relaciones sexuales sin protección con una persona infectada o al compartir agujas contaminadas para inyectarse drogas o esteroides o hacerse tatuajes.  



Las inmunodeficiencias provocadas por medicamentos.Hay varios fármacos que deprimen la respuesta del sistema inmunológico. Por ejemplo, uno de los inconvenientes de la quimioterapia que se utiliza para tratar el cáncer es que no solo destruye las células cancerosas, sino también otras células sanas y de rápido crecimiento, incluyendo las que se producen en la médula ósea y otras partes del sistema inmunológico. Asimismo, las personas con trastornos autoinmunitarios o que se han sometido a un trasplante de órganos pueden necesitar medicarse con fármacos inmunodepresores. Estos fármacos también pueden reducir la capacidad del sistema inmunológico de luchar contra las infecciones, pudiendo provocar una inmunodeficiencia secundaria.

Trastornos autoinmunitarios En los trastornos autoinmunitarios, el sistema inmunológico ataca equivocadamente órganos y tejidos sanos del cuerpo como si fueran organismos invasores. Las enfermedades autoinmunitarias incluyen: 





El lupus es una enfermedad crónica caracterizada por el dolor y la inflamación de músculos y articulaciones. La respuesta inmunitaria anómala también puede atacar a los riñones y otros órganos. La artritis reumatoide juvenil es una enfermedad en que el sistema inmunológico actúa como si determinadas partes del cuerpo, como las articulaciones de las rodillas, las manos y los pies, fueran tejidos ajenos y los ataca. La esclerodermia es una enfermedad autoinmunitaria crónica que puede provocar inflamación y lesiones en la piel, las articulaciones y los órganos internos.





La espondilitis anquilosante es una enfermedad caracterizada por la inflamación de la columna vertebral y de las articulaciones, cursando con dolor y rigidez. La dermatomiositis juvenil es un trastorno que se caracteriza por la inflamación y las lesiones en las piel y los músculos.

Trastornos alérgicos Los trastornos alérgicos ocurren cuando el sistema inmunológico reacciona desproporcionadamente ante determinados antígenos ambientales. Las sustancias que provocan estos ataques se denominan alergenos. La respuesta inmunitaria puede provocar síntomas como hinchazón, ojos llorosos y estornudos, e incluso una reacción que puede poner en peligro la vida denominada anafilaxia. La toma de unos medicamentos denominados antihistamínicos puede aliviar la mayoría de estos síntomas. Los trastornos alérgicos incluyen: 





El asma es un trastorno del sistema respiratorio que puede provocar dificultades para respirar. A menudo obedece a una reacción alérgica que afecta a los pulmones. Si estos órganos reaccionan de forma desproporcionada a determinados alergenos (como el polen, el moho, la caspa animal o los ácaros del polvo), se puede desencadenar un estrechamiento de las vías respiratorias que hay en su interior, lo que provoca una reducción del aporte de aire y dificultades para respirar. El eccema es una erupción asociada a picor también conocida como dermatitis atópica. Aunque la dermatitis atópica no siempre está provocada por una reacción alérgica, es más frecuente en aquellos niños y adolescentes que padecen alergia, fiebre del heno (también conocida como rinitis alérgica estacional) o asma o que tienen antecedentes familiares de estas afecciones. Existen distintos tipos de alergias que pueden afectar a los adolescentes. Las alergias ambientales (por ejemplo, a los ácaros del polvo), las alergias estacionales (como la fiebre del heno), las alergias a medicamentos (reacciones a fármacos específicos), las alergias alimentarias (como a los frutos secos) y las alergias a las toxinas (por ejemplo, a la picadura de abeja) son las afecciones más frecuentes a que la gente se suele referir como alergias.

Cánceres del sistema inmunológico El cáncer ocurre cuando las células se reproducen de forma descontrolada. Esto también les puede ocurrir a las células del sistema inmunológico. El

linfoma afecta al tejido linfoide y es uno de los cánceres más frecuentes en la infancia. La leucemia, asociada a una producción anómala y excesiva de leucocitos, es el cáncer infantil más frecuente. Con los medicamentos actuales, la mayoría de casos de ambos tipos de cáncer en niños y adolescentes se pueden curar. A pesar de que los trastornos del sistema inmunológico generalmente no se pueden prevenir, puedes contribuir a que tu sistema inmunológico permanezca fuerte y luche contra las enfermedades manteniéndote bien informado sobre el trastorno que padezcas y colaborando estrechamente con tu médico. Y, si tienes la suerte de estar sano, puedes ayudar a tu sistema inmunológico a mantenerte así lavándote las manos a menudo para evitar las infecciones, alimentándote bien, practicando mucho ejercicio y haciéndote revisiones médicas regularmente.

Trasplantes e inmunología. Un trasplante o injerto es la transferencia de células vivas, órganos o tejidos de una parte del organismo a otra o de un individuo a otro. Según la relación existente entre donante y receptor, existen diferentes tipos de trasplante. Así, se denomina autotrasplante aquel injerto en el que donante y receptor son el mismo individuo, como ocurre, por ejemplo, en trasplantes de piel; trasplante singénico es aquel que se realiza entre dos individuos que son genéticamente idénticos (gemelos univitelinos o animales de experimentación seleccionados);alotrasplante es el que se realiza entre dos individuos diferentes pertenecientes a la misma especie y xenotrasplante, el efectuado entre dos individuos de especies distintas La práctica de los trasplantes en clínica humana se ha extendido considerablemente en los últimos años al llegar a convertirse en el tratamiento de elección en el fracaso renal, hepático o cardiaco. Igualmente, el trasplante de médula ósea representa, hoy en día, la terapia mas adecuada para determinadas inmunodeficiencias y síndromes linfoproliferativos, especialmente leucemias. En ambas situaciones se trata de alotrasplantes en los que donante y receptor son en la mayoría de los casos individuos genéticamente distintos. Precisamente estas diferencias genéticas son las responsables de que el receptor ponga en marcha una respuesta inmunitaria de rechazo dirigida contra las estructuras extrañas presentes en las células del injerto que, en la clínica, tratamos de evitar mediante el uso de diversas sustancias inmunosupresoras

El trasplante de médula ósea es, desde el punto de vista inmunológico, un caso especial, pues el injerto contiene células inmunocompetentes. En esta situación la respuesta inmunitaria es bidireccional: una reacción de rechazo, promovida por el receptor contra el injerto, y una inversa, denominada de injerto contra hospedador, también conocida por las siglas GVHD (del inglés graft versus host disease) producida por la respuesta inmunitaria de las células inmunocompetentes del injerto contra el organismo receptor TIPOS DE RECHAZO Dependiendo de la velocidad con la que se produzca, se distinguen 4 tipos de rechazo: El rechazo hiperagudo, que se produce sólo horas o incluso minutos después de realizado el injerto, y el rechazo acelerado que se manifiesta durante los primeros días postrasplante se producen, en la mayoría de los casos, por la presencia de anticuerpos preexistentes en el suero del receptor frente a las moléculas HLA del donante. El rechazo agudo, es aquel que se produce en el primer mes postrasplante. No se conoce el mecanismo exacto por el que se produce un rechazo agudo, pero los hallazgos histológicos y la respuesta a la terapia inmunosupresora indican que en él intervienen tanto la inmunidad específica (humoral y celular) como otros mecanismos no específicos (respuesta inflamatoria con estimulación de polimorfonucleares, plaquetas y macrófagos, etc.). Por último, el rechazo crónico, se produce meses o años después del trasplante y su etiología no se conoce con exactitud. Factores que influyen en el rechazo de órganos Nos hemos referido ya a que el éxito o el fracaso de un determinado trasplante, depende en gran medida de la relación genética existente entre donante y receptor. Pues bien, cada especie animal posee un conjunto de genes denominado genéricamente Complejo Mayor deHistocompatibilidad (MHC), y en el caso de los humanos sistema HLA (del inglés Human Leukocyte Antigens), que ha sido estudiado en el capítulo 5, que codifica para una serie de moléculas presentes en la superficie de las células, que son las que determinan en gran parte el grado de compatibilidad o incompatibilidad en el trasplante de órganos Influencia de la compatibilidad HLA Si se analiza el tiempo de supervivencia del injerto, se demuestra que cuanto mayor es la compatibilidad HLA mayor es la supervivencia de los mismos. En efecto, la supervivencia a largo plazo (sobre todo después de los 5 primeros años), es mayor cuanto mayor sea el grado de compatibilidad HLA, sobre todo en lo que se refiere a las moléculas de clase II. Por ello, es necesario realizar la tipificación HLA de aquellos pacientes que entran en lista de espera para recibir un determinado órgano. En el momento en que se produce una donación de

cadáver, se realiza la tipificación HLA del donante, lo que nos permite seleccionar los mejores receptores de entre todos los candidatos que figuran en la lista de espera. Influencia de otros factores genéticos Un hecho demostrado repetidamente es que la supervivencia del injerto es mayor entre individuos emparentados HLA compatibles que entre individuos no emparentados con el mismo grado de compatibilidad HLA, esto puede ser originado por tres causas. En primer lugar, en un estudio familiar, los hermanos que presentan los mismos haplotipos son HLA idénticos. Sin embargo, cuando se trata de individuos no emparentados no se puede hablar de individuos HLA idénticos, ya que aunque dos individuos presenten aparentemente las mismas moléculas HLA, el polimorfismo del sistema es tan elevado que pueden existir diferencias que no se puedan apreciar con la técnica de tipaje serológico que es la que habitualmente se utiliza. En segundo lugar, normalmente sólo se estudian 3 ó 4 loci del MHC (normalmente los loci HLA-A, HLA-B, HLA-C y HLA-DRB1), en el caso de hermanos, y debido al desequilibrio de ligamiento entre todos los genes de la región MHC, los loci no estudiados serán también idénticos, salvo en aquellos raros casos en los que se haya producido alguna recombinación. Sin embargo, entre individuos no emparentados los loci no estudiados pueden ser diferentes. Por último, la compatibilidad MHC es importante en la supervivencia del injerto,

MÉTODOS INMUNOLÓGICOS

Los métodos inmunológicos o inmunoensayos son métodos analíticos basado en la reacción Antígeno- Anticuerpo (Ag-Ac). Se entiende como antígeno (Ag) cualquier molécula que puede ser reconocida específicamente por cualquiera de los componentes sistema inmunitario (SI) que protege al organismo de una amplia variedad de agentes infecciosos. En un sentido más restrictivo un Ag es cualquier molécula capaz de inducir la producción de anticuerpos (Ac) específicos. Los anticuerpos (Ac), también conocidos como inmunoglobulinas, son un grupo de moléculas séricas que producen los linfocitos B. Los diferentes tipos de Ac tienen una estructura básica común a todos ellos, siendo específico de cada uno el sitio por el que se unen al Ag. La zona de la molécula del Ag a la que se

une el Ac se denomina epítopo. Un antígeno puede presentar un número variable de epítopos de estructura única o repetitiva. La complejidad estructural de las proteínas favorece que éstas presenten por lo general un número elevado de epítopos. Los reactivos para anticuerpo se desarrollan a partir de anticuerpos policlonales y monoclonales.

Los inmunoesayos se pueden clasificar en:

1) Inmunoensayos Directos. Medida directa del complejo Ag-Ac.

2) Inmunoensayos con Reactivos Marcados o Indirectos. Requieren el uso de material marcado para medir la concentración de antígeno o anticuerpo presente. Estos a su vez se clasifican: A) Según el TIPO DE MARCADOR Radioinmunoensayos La reacción Ag-Ac se pone de manifiesto por la competición entre el Antígeno o el Anticuerpo que estemos estudiando y una concentración conocida del mismo compuesto marcado radiactivamente. Fluoroinmunoensayos Para la realización de estas técnicas el anticuerpo se marca con un fluorocromo detectándose la formación del complejo Ag-Ac por la fluorescencia emitida. Enzimoinmunoensayos Utilizan una enzima como marcador para amplificar la señal obtenida de la reacción entre un antígeno y un anticuerpo. Dentro de los enzimoinmunoensayos hay que destacar los Quimioinmunoensayos, en los cuales la enzima cataliza la oxidación de un sustratio. B) Según el MÉTODO DE SEPARACIÓN Heterogéneos. El Ag marcado unido al Ac (Ac-Ag*) debe de ser físicamente separado del Ag marcado que permanece libre en la disolución (Ag*). El procedimiento de separación puede llevarse a cabo por precipitación de los Ac o por la adición de un segundo Ac que atrapa y precipita el Ac original. Homogéneos. No requieren la separación de la unión anti Ac-Ag*del Ag* libre. C) Según el DISEÑO DEL ENSAYO Competitivos. En los formatos competitivos, el analito sin marcar (generalmente antígeno) en la muestra se mide por su capacidad para competir

con un antígeno marcado en el inmunoensayo. El antígeno sin marcar bloquea la capacidad del antígeno marcado de unirse puesto que ese punto de unión en el anticuerpo ya se encuentra ocupado. En el formato competitivo de un solo paso tanto

el reactivo del antígeno marcado (Ag*) como la muestra sin marcar (o analito de la muestra) compiten por una cantidad limitada de anticuerpo. La concentración de antígeno es inversamente proporcional a la concentración de la señal. No competitivos o “sandwich”. El analito está unido (como un sandwich) entre dos reactivos de anticuerpo muy específicos. En los ensayos no competitivos, la medición del analito marcado, generalmente un anticuerpo, es directamente proporcional a la concentración de antígeno presente en la muestra, lo que puede representarse por medio de una curva de respuesta a la concentración. El eje X traza la concentración de un antígeno. El eje Y traza la respuesta, que en este caso se trata de la señal. Así, cuanto mayor sea la cantidad de antígeno presente, más anticuerpos marcados se unirán. En el Laboratorio de control de dopaje de la AEA, los métodos inmunológicos se utilizan para la detección y confirmación de las hormonas peptídicas que se encuentran prohibidas en la Lista de Sustancias y métodos prohibidos publicada por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), dichas sustancias son; La Hormona gonadotropina corionica (hCG) que promueve el mantenimiento del cuerpo luteo durante el inicio del embarazo, la Hormona Luteneizante (LH) puede inducir también la ovulación y la producción de testicular de testosterona. Ambas hormonas presentan una gran similitud estructural y La Hormona del crecimiento (GH) también se le llama somatotropina, es un compuesto de naturaleza polipeptídica constituida por una solo cadena que se produce en las células somatótrofas y en la glándula pituitaria. Interaccion Farmacos –nutrientes. Es ampliamente conocido que los alimentos pueden alterar la absorción y el efecto de los fármacos, aunque afortunadamente la mayoría de los fármacos se absorben bien en el tracto gastrointestinal, independientemente de si son tomados con la comida o en ayunas. La interacción con los alimentos es diferente para cada fármaco y no tiene la misma relevancia en todos los pacientes. Suelen ser más importante en ancianos, en diabéticos y en pacientes con enfermedades cardiovasculares o con malnutrición.

Por este motivo se debe aconsejar al paciente sobre el modo de ingestión de la medicación y su relación con las comidas. Por otro lado, el asociar la dosificación del fármaco con actividades rutinarias diarias como las comidas suelen mejorar el cumplimiento terapéutico del paciente. Pueden ocurrir numerosas interacciones entre alimentos y fármacos, aunque sólo unas pocas son clínicamente relevantes y pueden dar lugar a una disminución de la eficacia de un tratamiento o a la aparición de efectos adversos.

Tabla 1. Interacciones importantes entre los alimentos y fármacos. Fármaco

Tipo de interacción

Recomendación

Anticoagulantes orales

Los alimentos ricos en vitamina K (brócoli, coles, coles de Bruselas, espinacas, nabo, lechuga,...) antagonizan su efecto

Mantener una dieta equilibrada sin comer de repente grandes cantidades de estos alimentos

Azitromicina

Disminuye la absorción, se reduce la biodisponibilidad un 43%

Separar la ingesta del fármaco de la comida al menos 2 horas

Digoxina

Los alimentos ricos en fibra y pectina se unen el fármaco

Tomar el fármaco todos los días a la misma hora en relación con las comidas y no tomarlo con comidas ricas en fibra

Eritromicina

Disminuye la absorción de eritromicina base o estearato

Separar la ingesta del fármaco de la comida al menos 2 horas

Fluorquinolonas

Disminuye la absorción un 50% porque se forman complejos con cationes divalentes (Fe, Mg, Zn, Ca)

Separar la ingesta del fármaco de la comida al menos 2 horas

Inhibidores de la monoaminooxidasa (fenelcina, isocarboxacida, tranilcipronina)

Crisis hipertensivas si se toman alimentos con alto contenido en tiramina (quesos fermentados, alimentos escabechados, en conservas o ahumados, vino tinto)

Evitar estos alimentos

Levodopa

Los aminoácidos inhiben de forma competitiva la absorción

No tomar el fármaco con alimentos ricos en proteínas

Acetaminofén

Los alimentos ricos en pectina retrasan la absorción

Tomar con el estómago vacío si se tolera

Penicilinas orales

Disminución de la absorción

Separar la ingesta del fármaco de la comida al menos 2 horas

Teofilina de liberación retardada

Las comidas ricas en grasa pueden alterar la velocidad de absorción produciendo concentraciones elevadas de teofilina

No administrar junto con comidas ricas en grasa o tomar 1 hora antes de las comidas

Tetraciclina

Los productos lácteos y el hierro disminuyen la absorción de tetraciclina por su efecto quelante

Separar la ingesta del fármaco de la comida al menos 2 horas

Tabla 2. Algunos fármacos que se deben tomar con los alimentos.

Fármaco

Tipo de interacción

Aspirina y antiinflamatorios no esteroideos

La comida disminuye la irritación gastrointestinal.

Carbamacepina

Los alimentos aumentan la producción de sales biliares con lo que mejoran la disolución y absorción de carbamacepina.

Claritromicina

Los alimentos aumentan la absorción en un 50%.

Ciclosporina

La comida aumenta la biodisponibilidad y tiene mejor sabor si se toma con leche. Administrar todos los días igual y monitorizar los niveles plasmáticos de ciclosporina.

Diazepan

Los alimentos mejoran la biodisponibilidad, pero se deben separar al menos 1 hora de la leche y los antiácidos.

Eritromicina etilsuccinato

Los alimentos pueden incrementar la absorción.

Fenitoína

El retraso del vaciamiento gástrico y el aumento de la secreción biliar mejora la disolución y la absorción, por lo que se debe tomar todos los días a la misma hora en relación con las comidas.

Griseofulvina

La comidas ricas en grasa aumentan la absorción.

Itraconazol

Los alimentos pueden hacer que la biodisponibilidad llegue al 100%.

Litio

El efecto purgante disminuye la absorción por lo que se debe tomar con el estómago lleno.

Existen múltiples interacciones entre los alimentos y los fármacos. En unos casos pueden ser beneficiosas porque disminuyen los efectos adversos o aumentan la eficacia del medicamento, pero en otros casos pueden ser no deseables y conllevar al fracaso del tratamiento. Por este motivo es importante que se indique al paciente la forma correcta de tomar el fármaco a fin de obtener el efecto terapéutico deseado.

Efectos de los alimentos sobre los fármacos. Estamos acostumbrados a leer información relativa a interacción entre medicamentos, a los que pueden provocar determinados trastornos digestivos... pero pocas veces sabemos cómo es la interacción entre los alimentos que comemos y los medicamentos que nos recetan. Desde Consumer se explica cuáles son los fármacos que interaccionan con más frecuencia con los alimentos, qué nutrientes influyen en el efecto de los medicamentos, cómo deben tomarse ciertos fármacos en relación con las ingestas y ofrece consejos prácticos para tener siempre a mano. En un documento elaborado en 2011, el Ministerio de Sanidad advierte de que las interacciones entre medicamentos y alimentos pueden producir efectos

negativos en la seguridad y eficacia del tratamiento farmacológico y, también, en el estado nutricional del paciente. No obstante, estas interacciones pueden prevenirse mediante una actuación conjunta por parte del equipo de profesionales sanitarios: médico, farmacéutico, dietista-nutricionsita y enfermero. En la actualidad existe un amplio consenso sobre la importancia de que los profesionales sanitarios estén familiarizados con las interacciones entre fármacos y nutrientes, y que además reciban una educación continuada para optimizar la terapéutica y mantener un estado nutricional adecuado del paciente. Interacciones más frecuentes Pocas veces sabemos cómo es la interacción entre los alimentos que comemos y los medicamentos que nos recetanLos fármacos más susceptibles de interaccionar con alimentos son los siguientes: Fármacos con un margen terapéutico estrecho, es decir, cuya dosis terapéutica es próxima a la dosis tóxica, tales como warfarina, fenitoína, hipoglucemiantes orales, antihipertensivos, digoxina, contraceptivos orales o litio. Medicamentos que tienen una curva dosis-efecto de gran pendiente, de forma que los cambios pequeños en la dosis producen grandes cambios en el efecto. Esto es muy importante en aquellas interacciones que reducen el efecto del fármaco. Fármacos que para ser eficaces deben mantener una concentración en sangre sostenida. Este es el caso, por ejemplo, de los antibióticos, cuya eficacia puede comprometerse si durante el tratamiento no se mantienen unos niveles plasmáticos constantes. Los grupos de población con un riesgo de interacciones más elevado deben recibir especial atención. Este es el caso de los ancianos, las personas de bajo peso corporal, las personas con insuficiencia renal y las mujeres embarazadas, además de aquellas personas con enfermedades crónicas (como cáncer o sida), u que reciben tratamiento con anticoagulantes. Alimentos que potencian, disminuyen o bloquean el efecto de medicamentos Dificultan la absorción de un medicamento: Las proteínas: interfieren en la absorción de la L-DOPA, el tratamiento de la enfermedad de Parkinson. Si un paciente con esta enfermedad detecta que la medicación no hace el efecto esperado, debe eliminar las proteínas en el desayuno, el almuerzo y la comida (carnes, pescados, huevos, lácteos y legumbres sobre todo), y consumirlas solo en la cena. La vitamina K: presente en coles, remolacha, lechuga, té verde, espinacas, guisantes, acelga, brócoli, coles de bruselas, y también en el hígado, limita la eficacia de los anticoagulantes orales. Las grasas: disminuyen la eficacia de medicamentos que se emplean en el tratamiento del sida (zidovudina, indinavir y didanosina). Al igual que los alimentos ricos en vitamina K, las grasas también disminuyen la acción de los anticoagulantes orales. Una opción es tomar estos medicamentos en ayunas. Los lácteos: reducen la absorción y la eficacia de varios medicamentos. Entre ellos, los antibióticos (tetraciclinas) y las penicilinas orales. También dificultan la absorción de los suplementos de hierro, cuando se prescribe en el tratamiento de anemias o en el embarazo, y de los laxantes que contengan magnesio. Por ello se

recomienda que deben pasar al menos 2 horas entre el consumo de uno y otro. Bloquean la acción de un medicamento: El regaliz (también presente en chicles, bombones, cigarrillos o cervezas para mejorar su sabor) anula la acción de ciertos antihipertensivos, diuréticos y betabloqueadores. La soja anula la acción del tamoxifeno, fármaco de acción antiestrogénica para la prevención del cáncer de mama. El té, por su alto contenido en taninos, impide la absorción de los suplementos de hierro. En general, los alimentos muy calientes. Potencian la acción de un medicamento: El ajo abundante en la dieta potencia la acción de los anticoagulantes orales (warfarina y acenocumarol), lo que aumenta el riesgo de hemorragias y sangrados. El zumo de naranja aumenta la absorción de complementos de hierro para el tratamiento de la anemia y durante el embarazo. Se trata de un efecto beneficioso. Provocan efectos adversos al coincidir con algunos medicamentos: El zumo de pomelo produce reacciones de toxicidad al mezclarse con bastantes medicamentos: algunos utilizados para tratar la hipertensión, fármacos antirrechazo de transplantes, antihistamínicos e hipocolesterolemiantes. La soja produce toxicidad cuando se consume junto con el haloperidol (para alteraciones del sistema nervioso) y la warfarina. La tiramina (presente en quesos maduros como cheddar, azul, gorgonzola, camembert y brie, la cerveza, carnes ahumadas y embutidos, el vino tinto, los alimentos en escabeche, en conserva o marinados y los productos fermentados) reacciona con los antidepresivos como los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) y produce efectos vasoconstrictores, crisis hipertensivas, cefaleas intensas, náuseas y palpitaciones. Disminuyen la acción de un medicamento: El ajo reduce el nivel plasmático del saquinavir, utilizado en el tratamiento del VIH. Con qué comidas tomar ciertos medicamentos En ayunas: Antiulceroso sucralfato (o dos horas antes de las comidas). El hierro (o dos horas antes y después de las comidas). Lo ideal es tomarlo antes de irse a dormir. Acompañados de alimento: Los AINES (antiinflamatorios no esteroideos), porque producen irritación en el estómago. Los antibióticos, cuyo suministro suele durar 7 días. Esa semana es aconsejable consumir abundante yogur con lactobacillus para recuperar la flora intestinal y vaginal, que nos protege ambos órganos. No obstante, es preciso espaciar la ingesta de yogur (lácteo) del momento en que se toma el antibiótico. Nunca mezclados con alcohol: Los antibióticos (en especial, el metronidazol y algunas cefalosporinas), con el fin de evitar dificultad respiratoria, sudoración y vómitos. Efectos e los fármacos sobre los nutrientes. Las interacciones entre fármacos y nutrientes vienen condicionadas por una serie de determinantes que dependen de tres variables:

1. Las características del principio activo y la forma farmacéutica: dependerán de las propiedades fisicoquímicas, la formulación, la posología y la actividad farmacológica del medicamento. 2. La dieta seguida y el estado nutritivo: dependerán del valor nutritivo de la dieta y la distribución de nutrientes y otros componentes de los alimentos, la función gastrointestinal, la distribución periódica de las comidas y el modo de administración, también puede afectar a las interacciones fármacos-nutrientes. 3. La situación fisiopatológica del paciente: dependerán de las características individuales del paciente como la edad, el sexo, la herencia genética, la propia situación fisiopatológica del enfermo y su estado nutritivo (obesidad, desnutrición, deficiencias,etc.) Existen algunas poblaciones más susceptibles de sufrir interacciones como son los niños, las mujeres embarazadas, los ancianos, los enfermos crónicos y los alcohólicos, debido a que estos individuos son más susceptibles de sufrir alteraciones en los procesos de absorción, metabolización y excreción como consecuencia de su situación fisiopatológica. También deben considerarse la duración del tratamiento, el número de fármacos administrados y las patologías que afectan al tracto gastrointestinal, el sistema hepatobiliar y la función renal. ¿Cómo influye la alimentación en la respuesta farmacológica? La alimentación puede influir en la eficacia, tolerancia y seguridad de los medicamentos a través de diferentes mecanismos. Así, los alimentos pueden interaccionar con los medicamentos a través de cambios en los procesos de liberación, absorción, distribución, metabolismo y eliminación de fármacos. También influyen sobre la seguridad y eficacia terapeútica las características de la adminsitración y la técnica culinaria y el estado nutritivo previo del paciente. Los alimentos alteran la viscosidad y el ph del medio así como la forma química, la solubilidad y la disociación de los fármacos, todo lo cual influye en su absorción. La ingestión de bebidas conjuntamente con los alimentos también influye sobre la absorción a través de cambios en la disolución, osmolaridad, distensión de la pared intestinal y velocidad del tránsito gastrointestinal.

¿Cómo influye el estado nutritivo en la eficacia terapéutica de los fármacos? La acción farmacológica está en función del estado nutritivo o grado de salud dependiente de la nutrición del paciente en etapas previas. Así, la composición corporal (contenido en grasa, masa magra y agua) juega un papel importante en la distribución de formas de naturaleza liposoluble o hidrosoluble y su efecto terapéutico, mientras que situaciones de desnutrición proteico-calorica provocan una menor degradación de los medicamentos así como una potenciación de las acciones farmacológicas. ¿Cómo influyen los medicamentos sobre la nutrición? Una interacción de los medicamentos sobre el aprovechamiento de los alimentos puede resultar en situaciones de malnutrición por mecanismos diversos. Pueden modificar el apetito, bien como un efecto directo o como un efecto secundario del fármaco, pueden producir cambios en el gusto y en el olfato, alteraciones a nivel gástrico dificultando la absorción de nutrientes o por ejemplo alteraciones de la excreción de determinados nutrientes provocando una excesiva pérdida o por el contrario provocando retención de nutrientes con la consiguiente toxicidad. ¿Cómo pueden evitarse las interacciones? La prevención y la evaluación del riesgo de interacciones comprenden el conocimiento de la historia dietética y la historia clínica del paciente, incluyendo los tratamientos farmacológicos previos y actuales. 

Se debe seleccionar la posología de administración y pautas del fármaco de acuerdo con los conocimientos actuales y vigentes.



Se deben mantener los hábitos alimentarios de forma estable a lo largo del tratamiento farmacológico.



Se debe informar de posibles efectos no deseables.



Se debe informar de posibles efectos sobre el estado nutritivo.

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