Sobre Ruídos e Reinscrições: Diálogos para uma Agenda Etnográfica das Margens

July 1, 2017 | Autor: John Fletcher | Categoria: Anthropology, Antropología Social, Antropologia
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PERSPECTIVAS Nro. 6 / Enero - Diciembre / 2014

Corporación Universitaria Comfacauca - Unicomfacauca

Pares evaluadores Claudia Zelmira Duarte Larrave Universidad Iberoamericana / México D.F Juan Carlos Aguirre García Universidad del Cauca / Colombia Giezzi Lasso Agredo Universidad del Cauca / Colombia Olga Lucia Cadena Durán Universidad del Cauca / Colombia Ricardo Adrián González Muñoz Corporación Universitaria Comfacauca / Colombia Francisco Javier Ortega Corporación Universitaria Comfacauca / Colombia Adriana María Vega Velásquez Universidad Pontificia Bolivariana / Colombia Directora Isabel Ramírez Mejía Editor Centro Editorial Unicomfacauca Comité Científico Vincent Gonzálvez Pérez (España) Beethoven Herrera Valencia (Colombia) Olga Lucía Cadena Durán (Colombia) Adriana María Vega (Colombia) Comité Editorial Jhonatan Alexander Moreno Delacruz Paulo Cesar Paz Ramos Ricardo Adrián González Muñoz Diego Fernando Chávez Narváez Francisco Javier Ortega Diseño y Diagramación Diego Fernando Chávez Narváez

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Impresión Litografía San José Nota de responsabilidad frente a los artículos Los conceptos y opiniones expresadas en los artículos son responsabilidad exclusiva de los autores y no representan necesariamente la opinión de la Corporación Universitaria Comfacauca ni el criterio editorial de la revista.

José Enrique Urreste Campo Universidad del Cauca / Colombia Francisco Emilio Argote Vega Universidad San Buenaventura / Colombia María Fernanda Peralta Goyes Corporación Universitaria Comfacauca / Colombia Alejandra María Rodríguez Guarín Corporación Universitaria Comfacauca / Colombia Paulo Cesar Paz Ramos Corporación Universitaria Comfacauca / Colombia Redacción, suscripción y canjes Corporación Universitaria Comfacauca Calle 4º Nº 8-30 / Popayán, Cauca, Colombia Tel. (5-72) 822 05 17 ext. 122 E-mail. [email protected] Revista Perspectivas Edición Número 6 – enero a diciembre de 2014 Periodicidad: Anual ISSN 1909-5775

Copyrigth © 2014 Unicomfacauca Se permite la copia, presentación pública y distribución de esta revista bajo los términos de la Licencia Creative Commons Reconocimiento – No Comercial, la cual establece que, en cualquier uso: 1) se de crédito a los autores; 2) no se utilice con fines comerciales; y 3) se dé a conocer los términos de esta licencia. La versión completa de la licencia se encuentra en la dirección web: http://creativecommons. org/licenses/by-nc/2.5/co/

PERSPECTIVAS Nro. 6 / Enero - Diciembre / 2014

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EDITORIAL

Contenido

SECCIÓN PERSPECTIVAS DE CULTURA Y SOCIEDAD

7-24 25-36 37-44 45-50

Sobre ruídos e reinscrições: diálogos para uma agenda etnográfica das margens John Fletcher Couston Junior

La creación del sujeto

Javier Orlando Muñoz Bastidas

El desarrollo, lo incorpóreo y lo material. Elucidaciones sobre el vínculo entre comunicación, poder y desarrollo. Alexandra Molina Trujillo

Decolonizar el pensamiento como acto liberador del sujeto latinoamericano Silvia María Salazar Giraldo

SECCIÓN PERSPECTIVAS DE ECONOMÍA Y POLÍTICA

53-60 61-66 67-78

Derechos colectivos y desarrollo insostenible Freire Roberto Santander Ñañez

Actores, acción social y sus prácticas en la autogestión de espacios de ciudadanía y democracia. Kelly Giovanna Muñoz Balcázar

Elementos de evaluación en la implementación del sistema de responsabilidad penal para adolescentes desde el paradigma del neoinstitucionalismo: estudio de caso para el municipio de Palmira. María del Mar Osorio Arias

79-92

Caracterización económica del sector cafetero en el departamento del Cauca, Colombia, 2009 - 2014. Jhonatan Alexander Moreno Delacruz

SECCIÓN PERSPECTIVAS DE COMUNICACIÓN Y CIUDADANÍA

Yoli Marcela Hernández, Ulises Hernández Pino, María del Pilar Sáenz

105-114

Una comunidad virtual para construir ciudad

115-120

Whatsapp y la generación del pulgar

123

Carlos Fernando Valencia Peñuela

Francisco Javier Rodríguez Ledezma

GUÍA DE AUTORES

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95-104

Creative Commons como respuesta a las restricciones que el Derecho de Autor genera en las prácticas docentes.

Corporación Universitaria Comfacauca - Unicomfacauca

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Editorial

esde hace seis años la Revista PERSPECTIVAS asumió el reto de ser un espacio de articulación científica, buscando con ello el acercamiento de las comunidades académicas a partir del debate de tendencias y posturas en el campo de la comunicación social, con especial énfasis en la dimensión ciudadana. En su sexta edición, la revista presenta un cambio en la orientación editorial, este viraje temático se establece frente a la necesidad de generar sinergias entre los distintos campos del conocimiento y problemas de la sociedad contemporánea. Con ello se pretende una integración interdisciplinaria a partir de la articulación de las investigaciones adelantadas desde múltiples enfoques, logrando que el dialogo de saberes permita la interconexión de culturas, visiones del mundo y creencias, entre otros aspectos, dando un sentido diverso y plural a la razón de ser de la revista. En este contexto, los aportes desde la antropología, economía, política, comunicación, gastronomía y derecho tiene como objetivo potenciar la capacidad transformadora y reflexiva del sujeto, permitiéndole aportar a la mejora de las condiciones de vida de la región y el mundo, tal como lo promueve la Corporación Universitaria Comfacauca desde cada uno de sus programas académicos.

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Editorial

De este modo, la revista presenta tres secciones, la primera de ellas Perspectivas de cultura y sociedad, en la cual se presenta el trabajo del PhD (c) John Fletcher Couston, quien reflexiona sobre los conflictos y diálogos presentados después del periodo de postguerra entre las relaciones de sociedad y cultura, los cuales afectaron las convenciones conceptuales hegemónicas y etnográficas. Por su parte, el PhD (c) Javier Orlando Muñoz, analiza la creación del sujeto a partir de sí mismo, a través de una denominada acción creadora. La Mg (c). Alexandra Molina Trujillo, discute la noción de desarrollo como discurso, planteando un único horizonte a perseguir por los países periféricos, llevado a través de procesos de colonización de la comunicación y el poder. Finalmente, la Mg. Silvia María Salazar establece una reflexión crítica sobre la necesidad de abandonar las categorías presentadas por un proyecto moderno/colonial que han ultrajado a los pueblos americanos e invita a “pensar con cabeza propia” como acto de liberación. La segunda sección, Perspectivas de Economía y Política, presenta el trabajo del PhD (c) Freire Santander Ñañez, quién analiza cómo el concepto de desarrollo sostenible ha servido de plataforma para que multinacionales, organismos multilaterales y gobiernos evadan responsabilidades con el medio ambiente. De otro lado, la PhD (c) Kelly Giovanna Muñoz, discute sobre el concepto de ciudadanía ampliada, que concibe prácticas de autogestión de las comunidades desde la resistencia para lograr la inserción de sus demandas en la agenda pública. Por su parte, la Mg. María del Mar Osorio, presenta algunos aportes desde el institucionalismo a la evaluación del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes (SRPA); y el Esp.(c) Jhonatan Alexander Moreno, presenta una caracterización de la economía cafetera en el Cauca durante el periodo 2009 – 2014. En la última sección, Perspectivas de Comunicación y Ciudadanía, la Mg. Yoli Marcela Hernández, el PhD. (c) Ulises Hernández Pino y la Mg. María del Pilar Sáenz, revelan los avances de un proyecto de creación colaborativa de recursos educativos abiertos, que pretende fomentar la adopción de licencias de uso Creative Commons como alternativa legal y coherente frente a los derechos de autor. El Mg. Carlos Fernando Valencia presenta una propuesta conceptual y las características de un posible modelo de comunidad virtual para la construcción de cultura ciudadana y participación de la población adulta joven de Palmira Valle; y finalmente, el Esp. Francisco Javier Rodríguez evidencia las dinámicas que ha desencadenado el Whatsapp en el rendimiento académico de los estudiantes universitarios. De este modo, esta nueva edición se convierte en un importante referente para discusiones futuras en el avance de las ciencias y, en especial, para promover la cooperación y articulación desde distintos saberes y perspectivas.

ISABEL RAMÍREZ MEJÍA Rectora

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Sobre ruídos e reinscrições: diálogos para uma agenda etnográfica das margens Recepción: 20/06/14 / Aceptación: 18/08/14

John Fletcher Couston Junior [email protected] Universidade Federal do Pará

Advogado da Universidade Federal do Amapá, Mestre em Artes da Universidade Federal do Pará e Aluno de Doutorado em Antropologia da Universidade Federal do Pará. Possui experiência como curador independente e propositor visual, além de pesquisa a qual envolve Teoria Antropológica, PósColonialismo, Decolonialismo, Etnografia Urbana e Arte Contemporânea Paraense. É integrante do coletivo NovasMedias!? e do “Grupo de Estudos Culturais da Amazônia” (GECA). Resumo: Neste artigo, discutiremos algumas trajetórias do pensamento filosófico, sociológico e antropológico em suas interfaces com a Modernidade, a Pós-Modernidade, o Pós-Colonialismo e o Decolonialismo. O objetivo central é trafegar por uma discussão em torno de alguns dos diversos diálogos e conflitos conceituais que se instalaram nas relações entre sociedade e cultura a partir do pós-guerra, os quais provocaram ruídos que desestabilizaram convenções conceituais e etnográficas hegemônicas. Ao mesmo tempo, estes debates apontaram premissas teóricas alternativas capazes de permitir a compreensão de tramas culturais em suas variadas dimensões. Nessa perspectiva, e a partir do entendimento de que as relações socioculturais devem melhor ser compreendidas sob o foco dialógico e intercultural, problematizamos convenções e situamos traduções culturais, dissensos e ambiguidades presentes nas periferias do mundo globalizado como constituintes de um novo mapa interpretativo da experiência social contemporânea.

Abstract: In this article we are going to discuss some of the trajectories of the philosophical, sociological and anthropological thought within their interfaces with Modernity, Post Modernity, Post Colonialism and Decolonialism. The central objective is to traffic through a discussion around some of the various dialogues and conceptual conflicts that were settled in the relations between society and culture after the post-war period, which provoked noises that destabilized hegemonic and ethnographic conceptual conventions. At the same time, these discussions indicated alternative theoretical assumptions that allow the comprehension of cultural frames in their various dimensions. In this perspective, and from the understanding that the sociocultural relations should be better understood from the dialogical and intercultural focus, we problematize conventions and situate cultural translations, disagreements and ambiguities present in the peripheries of the globalized world as constituents of a new interpretive map of the contemporary social experience.

Palavras-chave: Sociedades contemporâneas, pósmodernidade; pós-colonialismo; decolonialismo; etnografia do pensamento.

Keywords: Contemporary societies; post modernity; post colonialism; decolonialism; ethnography of thought.

A experiência cotidiana mostra quão facilmente um conflito entre dois indivíduos transforma cada um deles, não apenas em sua relação um com o outro, mas também consigo mesmo (Simmel, 1983, p. 150). Um dos exercícios mais frutíferos ao debate das ciências humanas é o de problematizar seus percursos em torno de suas interpretações culturais para a vida em sociedade. Observado o fato do mundo intercultural brasileiro viver hoje um afloramento mais

característico de emergências e reinscrições empíricas e teóricas1 (estas postas em maior evidência por uma vivência tecnológica e em redes intensa), detecta-se não menos urgente compreender tais engrenagens, como também as reconfigurantes de posições que já não se visibilizam tão claramente como eram pretendidas outrora (Cuche, 2002). Como observou Stuart Hall, passamos a nos deparar com um mundo marcado por diferenças não mais 1 Observamos a reinscrição a partir de Bhabha (2003a), quando este emprega o termo como a rearticulação do signo para as identificações culturais. Reinscrição é um território conflituoso, mas produtivo, que emerge no interior das fronteiras reguladas do discurso social.

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Considerações Iniciais

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irrelevantes, porém altercadas por desestabilizadores como: [...] a nova divisão internacional do trabalho, as novas tecnologias de informação global, um “descentramento nacional do capitalismo”, a ligação oferecida pela corporação transnacional, a transnacionalização da produção, o aparecimento do modo capitalista de produção [...] como “uma abstração autenticamente global”, a fragmentação cultural e o multiculturalismo, a rearticulação das culturas nativas em uma narrativa capitalista [...], o enfraquecimento das fronteiras, a multiplicação em sociedades antes coloniais das desigualdades associadas às diferenças coloniais, a “desorganização de um mundo concebido em termos de três mundos”, o fluxo da cultura ao mesmo tempo homogeneizador e heterogeneizador, uma modernidade que “não é mais euro-americana somente”, formas de controle que não podem ser impostas, mas têm que ser negociadas, a reconstituição de subjetividades nas fronteiras nacionais (Hall, 2003a, p. 116).

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De certa forma, frente ao desvelar dessa nova percepção de mundo, foi possível indagar se já não seria mais oportuno investir esforços para se compreender as culturas transnacionais em seus intensos deslocamentos e conflitos geo-históricos, políticos e econômicos interdependentes. Ou ainda, questionar se zonas de instabilidades não fariam parte desse novo mapa da experiência humana em tempos contemporâneos, ainda mais que estas zonas não poderiam ser lidas como meras situações degenerescentes, mas campos férteis para a faísca da transformação (ver Hannerz, 1997; Carvalho 2001). São com esses enredos questionadores, metaforicamente apreendidos como toque de caixa, que o presente texto se propõe a trafegar por uma discussão em torno dos diversos diálogos e conflitos conceituais que se instalaram nas relações entre sociedade e cultura nos limites do contemporâneo a partir do pós-guerra – diálogos os quais atravessam os campos da Filosofia e da Sociologia Pós-Moderna iniciais, da Antropologia Pós-Moderna inscrita a partir do Seminário de Santa Fé e das abordagens Pós-Coloniais e Decoloniais –, de maneira a provocar ruídos que possam desestabilizar convenções conceituais hegemônicas e, ao mesmo tempo, buscar premissas teóricas alternativas capazes de permitir a

compreensão de tramas culturais em suas diferenças, assimetrias, desigualdades, resistências, sem perder de vista as relacionais trocas, negociações e contágios entre povos, grupos e pessoas de distintas nações, sexo, etnia, classe, religião, dentre outros agrupamentos sociais. Conversa Um: Primeiros Ruídos Alguns ecos das mudanças teóricas em torno das noções de cultura hoje podem ser encontrados com os cientistas tributários a Clifford Geertz. Pode-se ressaltar, por sinal, o quanto continuamente se faz necessário refletir acerca dos meandros formulados a partir do seu interpretativismo cultural, uma vez que foi nesse horizonte mais específico de eventos que também se fraturaram as concepções modernas das ciências humanas; fraturas estas as quais nos trouxeram uma série de filiações, dissensões e contrarrespostas características de um presente heterogêneo e plurivocal (Caldeira, 1988). O antropólogo americano, adepto de uma visão de cultura em torno da “multiplicidade de estruturas conceptuais complexas, muitas delas sobrepostas ou amarradas umas às outras, que são simultaneamente estranhas, irregulares e inexplícitas” (Geertz, 2011, p. 07), mesmo passível às inúmeras críticas advindas da antropologia que o seguiu, assim como daquelas ligadas a outros campos do conhecimento, bem demonstrou uma transformação a partir de um período que lhe era contextual. O mundo de então, meados da década de 1960, podemos observar, vivia os efeitos avassaladores do declínio da narrativa tradicional – uma forma de entendimento refletida por Benjamin (2011), quando antecipou o aparecimento de uma transmissão fragmentária ante os eventos do holocausto e da Shoat –, de maneira que Geertz (2011), assim como inúmeros de seus contemporâneos, foi inspirador, nos próprios centros de poder e de “controle” conhecimento, para se vir sucumbir algumas das anteriores abordagens sociais, as quais agora tentavam buscar novas formas de agir sobre o presente e revelar outras lógicas científicas e histórias, postas anteriormente no subterrâneo (Gagnebin, 2001; Seligmann-Silva, 2006). As reinscrições teóricas de Clifford Geertz trouxeram perspectivas de enxergar culturas e mundo como fenômenos questionáveis e estranháveis. Foram suas considerações antropológicas que anteciparam algumas das crises epistemológicas para o que ficou

Sobre ruídos e reinscrições: diálogos para uma agenda etnográfica das margens / John Fletcher Couston Junior

No que concerne a esta implosão de paradigmas tradicionais sob a alcunha de condição Pós-Moderna, tornaram-se referenciais as publicações de La Condition Postmoderne, de Jean François Lyotard, em 1979; de Postmodernism: or the Cultural Logic of Late Capitalism, de Fredric Jameson, em 1984; e dos discursos promovidos por Jean Baudrillard, a partir da segunda metade dos anos 1970 (ênfase para o livro Simulacra and Simulation, em 1981), uma vez que tais reflexões cooptaram para reinserir e questionar outra consciência, indeterminante e vestigial como a que melhor daria conta de analisar e buscar um entendimento crítico para essa nova lógica global. Jean-François Lyotard (2009), nosso autor abre-alas para este recorte da análise, teve sua proeminência por ser um dos primeiros nomes a chamar a atenção para uma relação interdisciplinar entre política, economia e estética, já sob o impacto da eletrônica e de um mundo imerso em uma condição de estilhaçamento via o declínio Moderno. Foi ele quem, para melhor enriquecer um encadeamento dessa mudança

empírica, tratou de destacar como a alteração de estatuto do saber, concomitante à entrada das sociedades na fase dita pós-industrial, passou a vir entremeada por informações tecnológicas – uma nova função de transmissão narrativa a qual modificou as operações de aquisição, classificação, acesso e exploração informacionais. Por trazer como consequência o fato de que uma mudança gera oscilações na estrutura de sentimento social, Lyotard (2009) ainda reinscreveu um emergente conhecimento e conjecturou a respeito de uma variação de comportamentos a partir dessa distinta etapa tecnológica. O filósofo, em seu corpus de reflexão, então revelou uma multiplicação de centros de poder e de atividade associados à dissolução de todas as tradicionais formas de transmissão informacionais. Tais novos centros, muito mais plenos de si e objetivados em campos autônomos e autorregulares, instauraram o fim das chamadas metanarrativas2 e sentiram urgir por outros instrumentos conceituais. Interessando-se pelos indecidíveis, nos limites da precisão do controle, pelos quanta, pelos conflitos de informação não completa, pelos ‘fracta’, pelas catástrofes, pelos paradoxos paradigmáticos, a ciência Pós-Moderna torna a teoria de sua própria evolução descontínua, catastrófica, não retificável, paradoxal. Muda 2 As metanarrativas eram formadas por um conjunto de regras pragmáticas que constituíam o vínculo social e que subordinavam, organizavam e explicavam outras narrativas, como era o caso do marxismo e do positivismo (Lyotard, 2009).

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conhecido por condição Pós-Moderna – condição “no interior e entre algumas disciplinas acadêmicas e áreas culturais, na filosofia, na sociologia, na arquitetura, nos estudos sobre o cinema e em assuntos literários” (Connor, 2004, p. 13) – e se aliaram, mesmo discretamente, às teorias feministas e às culturais do grupo de Birmingham para nos fazer problematizar e reagir contra os cânones da cultura masculina, branca e europeia (Kellner, 2001).

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o sentido da palavra saber e não diz como esta mudança pode se fazer. Produz, não o conhecido, mas o desconhecido (Lyotard, 2009, p. 108).

o autor assinalava que tais relações entre significado e significante deveriam ser vistas como complexos que se separavam e se reuniam continuamente em novas combinações.

Neste fluxo de agentes e reagentes, Lyotard, portanto, ressalvou que as duas principais narrativas a que a ciência recorria para receber autoridade e propósito, a política e a filosofia, passaram a sofrer uma perda gradativa de seus poderes a partir da Segunda Guerra Mundial (mais precisamente, no que concerne ao fato delas fornecerem uma estrutura legitimadora ao trabalho científico). A narrativa política, relacionada com o gradual desvencilhamento da escravidão e da opressão de classe, e a narrativa filosófica, relacionada com o conhecimento como parte integrante de um processo histórico, comprimiram-se para dar lugar a uma configuração da iniciativa capitalista ante um desenvolvimento tecnocientífico e disperso.

Como uma presumível consequência de muitas das tentativas de responder aos tempos constituintes e moventes nos quais nos encontramos, esta disseminada teoria de Lyotard foi (e continua sendo) uma janela de entrada para determinados posicionamentos de indivíduos integrados nessa macro rede global. As suas interpretações, todavia, desvelaram ainda um olhar peremptório, por abarcarem uma inscrição duplamente totalizadora, não somente pela afirmação do colapso total da metanarrativa, em toda parte e continuamente, como também por uma crença inquestionável do domínio absoluto da metanarrativa antes do contexto “Pós-Moderno” (Connor, 2004; Harvey, 2011).

É presumível que o autor em questão não findaria nesses desenvolvimentos as suas leituras, mas ainda traria sua grande apoteose teórica. Em meio a esse cenário reestruturante, destacou jogos de linguagem múltiplos e, muitas vezes, incompatíveis (por escolha) entre si, que, ao mesmo tempo, passaram a florescer e incorreram em um dialogismo entre a consolidação de um sistema e a promoção da pluralidade interior a ele. Conforme interpretado por Harvey (2011), as teorias do filósofo francês aliaram o domínio cultural/estético ao domínio socioeconômico das práticas sociais, a ponto de o poder organizador da ciência entrar em crise, enfraquecer-se, ver emergir uma práxis da fragmentação e do vir-a-ser em espaços exercitados localmente (algo que poderia ganhar a alcunha de autonomia fragmentadora das micronarrativas, com princípios próprios e intransferíveis de autolegitimação).

É bem possível conjecturar que uma das perspectivas não vislumbradas no trabalho de Lyotard foi a de não discutir as sociedades como agrupamentos de realidades distintas e atravessadas por variados processos políticos, econômicos, geográficos e culturais. A proposição de uma horizontalização interpretativa das sociedades pelo autor (uma espécie de unilateralidade), para muitos destituída de análises em torno da cultura da mídia, mostraram-se sujeitas a questionamentos diversos, principalmente daqueles que, contrariamente, preferiam enxergar o mundo como um tecido permeado por heterogeneizações (e não homogeneizações) (Kellner, 2001).

De certa forma, a observação lyotardiana acerca desse novo território de microrregiões, muito mais orgânico e conflituoso, indeferiu o pressuposto de adesão a discursos metafísicos, promulgou o abandono de fábulas, fez com que “os ‘jogadores’ assumissem a responsabilidade não somente dos enunciados que eles propunham, mas também das regras as quais eles os submetem para torná-los aceitáveis” (Lyotard, 2009, p. 113). Contiguamente, o intelectual propôs uma relação totalmente diversa daquela inscrita pelos modernistas, principalmente por estes últimos pressuporem uma correspondência rígida e identificável entre o que era dito e o modo como estava sendo dito, ao passo que

Fredric Jameson, segundo teórico a compor este cenário de mudanças interpretativas, é o autor de Postmodernism: or the Cultural Logic of Late Capitalism, versão posterior e ampliada do debate já iniciado em Postmodernism and Consumer Society. Muito aproximado de algumas das inscrições de Jean-François Lyotard, o teórico aqui em questão ainda pôde ser considerado um relator dos aspectos formais-estilísticos do que foi por ele tido como o horizonte Pós-Moderno, além de importante crítico marxista para redirecionar, de acordo com o assinalado por Bhabha (2003a), o Estado e sua estrutura estética composicional em categorias disciplinárias idealizadas em direção aos espaços irrequietos e emergentes da paisagem urbana. Ao analisar a correlação entre a emergência de novas características formais na cultura com a de um novo

Sobre ruídos e reinscrições: diálogos para uma agenda etnográfica das margens / John Fletcher Couston Junior

Algumas das características identificadoras da cultura Pós-Moderna, na ótica de Jameson, ganhariam destaque em: a) Uma nova falta de profundidade, delongada tanto para a teoria contemporânea quanto para a cultura da imagem vivenciada; b) O enfraquecimento da historicidade, seja em nossas relações com a história pública, seja em nossas novas formas de temporalidade privada, de maneira que uma estrutura esquizofrênica (e lacaniana) passou a determinar “novos tipos de sintaxe e de relação sintagmática nas formas mais temporais de representação” (Jameson, 2007, p. 32) – daí uma circulação social e ênfase na cultura do simulacro; c) Matiz emocional outro (na qual saem de cena, conforme observado anteriormente, as teorias mais antigas do sublime, em substituição por outras instantâneas e rapidamente perecíveis); d) Uma profunda relação de todos os aspectos da vida social com a nova tecnologia, transformada em uma das protagonistas de um novo sistema econômico mundial; e) O pastiche, ou a multiplicação e colagem sem relevo de estilos, paródia vazia sem senso de humor (Jameson, 1993), o que passou a implicar no “desaparecimento do sujeito individual, ao lado de sua consequência formal, a crescente inviabilidade de um estilo pessoal” (Jameson, 2007, p.43); f) A ausência de qualquer grande projeto coletivo, bem como o desmonte de conceitos modernos como o de identidade, em virtude da experiência da perda do eu no tempo indiferenciado, e da proliferação de grupos sociais os quais passam a

falar línguas particulares (profissões desenvolvendo seus códigos ou termos privados, e os indivíduos tornando-se um exemplo de isolamento linguístico, separados de todos os outros). Neste enredo, ainda que superficialmente fosse muito admissível ser guiado pelas observações do autor, muito se ressaltou sobre o quanto o mesmo apresentou uma dificuldade para mapear um espaço internacional de realidades históricas descontínuas, haja vista sua falta de preocupação para dar conta das passagens intersticiais e dos processos de diferenças culturais presentes nas categorias que fogem das nomenclaturas. Sua dificuldade de mobilização ante sua condição e situacionalidade3 parcial quando as “circunstâncias individuais são tão instáveis e sem identidade, que não podem servir como objeto de reflexão prolongada” (Rabinow, 1999, p. 93), de certa forma, trouxeram alguns dos inúmeros diálogos contraproducentes ao seu corpo teórico. Segundo evidenciado por Bhabha (2003a), Jameson, pelo menos sob a ótica de seus discursos PósModernos iniciais, não soube encontrar o potencial da lógica política do futuro como questão aberta, e preferiu assimilar o conhecimento como um fenômeno estabelecido por limites, os quais são ordenados em uma divisão binária do espaço. [...] A dialética do irrepresentável (que enquadra as realidades incomensuráveis do espaço internacional) torna-se de súbito por demais visível, conhecido de modo por demais previsível. [...] Os significados desconectados do presente são fixados nas periodizações pontuais do mercado, do monopólio e do capital multinacional; os movimentos erráticos, intersticiais, que significam as temporalidades transnacionais da cultura são rejuntados aos espaços teleológicos do capital global. E, através do enquadramento do presente dentro das ‘três fases’ do capital, a energia inovadora do ‘terceiro’ espaço de certa forma se perde (Bhabha, 2003a, p. 302). É, inclusive, pertinente problematizar o eixo espacialvisual das apreensões de Jameson (2007), uma vez que, dado o atual afastamento temporal nosso em relação a suas publicações, escutamos ruídos frequentes de 3 Rabinow (1999) alude à aproximação de Fredric Jameson com o trabalho dos situacionistas, grupo de críticos sociais radicais, cujas escrituras ganharam ressonância na França dos anos 1960. Para este grupo, a vida contemporânea fora aplainada por uma sociedade do espetáculo, na qual a imagem valia mais que o produto em si.

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tipo de vida social e de uma ordem econômica, Jameson (2007) identificou o fim de uma determinada estrutura de lógica cultural, ou a derrocada do que ficou estabelecido como a metafísica moderna (o sublime, em uma concepção hegeliana; a dissolução artística de atingir o absoluto, o estrutural, o explicável e comensurável dentro de assertivas lógicas e captáveis), e viu o mundo mais relacionado à sua dimensão visual. Foi a respeito de como esta simbiose imagética passou a ganhar importância notável na vida do homem, por conseguinte, que o autor pôs-se a repensar os novos tempos como o retorno do belo e do decorativo no lugar do antigo sublime moderno, o abandono da arte e da procura pelo absoluto e pela verdade e sua redefinição como uma fonte de puro prazer e gratificação (Jameson, 2007).

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como este autor parece ter sido levado principalmente por impressões menos avaliativas das culturas, derrogando a elas uma visão rasteira a unidimensional, sem substância, significado e nexo com o passado. De acordo com pontuado por Kellner (2001, p. 302), os textos aqui pensados de Fredric Jameson colocaram em xeque a continuidade da pertinência dos modelos de profundidade hermenêutica, como é o caso do “marxista, de essência e aparência, consciência verdadeira e falsa, ideologia e verdade; o freudiano, de significados latentes e manifestos; o existencialista, da existência autêntica e inautêntica; o semiótico, de significante e significado”, modelos de profundidade estes que nos são cada vez mais revisados. Contra algumas das expectativas de leituras efetuadas por Jameson e sua possível postura em favor de uma morte da hermenêutica, é constantemente debatido o quanto o autor não propiciou um acesso mais denso a uma análise interpretativa da imagem, da narrativa, das ideologias e dos significados, os quais continuam presentes na proposta de uma visão Pós-Moderna da cultura (Kellner, 2001). Mais relacionado hoje a um cego envolvimento quanto às críticas do suposto apogeu do poderio neocolonialista cultural norte-americano (ou até do capitalismo como protagonista de tal papel), Fredric Jameson bloqueou, passionalmente, a possibilidade de aceite da tradução cultural como algo negociável e irregular para qualquer indivíduo encontrado na trama intersubjetiva e contemporânea.

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Para adensar esta primeira etapa do ensaio, nosso terceiro ponto de reflexão sobre os debates iniciais em torno da Pós-Modernidade traz o nome do filósofo e sociólogo francês Jean Baudrillard (1990), cuja obra também realiza um entrelaçamento entre os domínios econômicos ou produtivos e os domínios da ideologia ou da cultura. Proximamente tributário de um revisionismo situacionista do mundo contemporâneo, este terceiro autor, sem embargo, consegue ser ainda mais radical quanto à sua interpretação pós-moderna das sociedades contemporâneas, se comparado com os posicionamentos de Jean-François Lyotard e Fredric Jameson. Para o filósofo e sociólogo Jean Baudrillard, o mundo contemporâneo passou a viver uma explosão e aceleração de suas mercadorias culturais, de forma que as mesmas passaram a refletir o que ele chamou de operacionalização geral do significante: etapa de mercantilização de toda e qualquer engrenagem social constituinte. Seus escritos geralmente buscaram

tratar de um momento em que “os artefatos culturais, as imagens, as representações e até os sentimentos e estruturas psíquicas tornaram-se parte do mundo contemporâneo” (Connor, 2004, p. 48), de maneira a desencadear um estado alegórico de utopias realizadas, onde é preciso paradoxalmente continuar a viver como se elas não o tivessem (Baudrillard, 1990). Sob o vislumbre do que seria uma serialização de eventos e sentimentos cotidianos, o autor observou que passamos a um contexto de hiper-realização de ideais e de experiências em uma simulação indefinida; viramos retroalimentadores de uma rede fadada à comutação incessante e, portanto, à indeterminação crescente e ao princípio de incerteza (Baudrillard, 1990). Seus conceitos de simulacro e simulação4, dois sustentáculos ligados à maneira com a qual o indivíduo passou a perceber a realidade e a si mesmo, advieram na qualidade de efeitos máximos de coerência da classificação do valor – valor este agora fractal após passar pelas etapas do natural (valor de uso), do mercantil (valor de troca) e do estrutural (valor de signo) (Baudrillard, 1994). No quarto estágio, o estágio fractal, ou estágio viral, ou ainda estágio irradiado do valor, já não há nenhuma referência: o valor irradia em todas as direções, em todos os interstícios, sem referência ao que quer que seja, por pura contiguidade. No estágio fractal, já não há equivalência, nem natural nem geral, nem há lei do valor propriamente dita: só há uma espécie de epidemia do valor, de metástase geral do valor, de proliferação e de dispersão aleatória. Em rigor, já não se deveria falar de valor, já que essa espécie de multiplicação e de reação em cadeia torna impossível qualquer avaliação (Baudrillard, 1990, p. 11-12). Sem dúvida, para Baudrillard, não havia mais escapatória, pois tudo sofrera uma nadificação completa ante a falsificação do mundo por si mesmo; falsificação esta tal que o autor nem mais parecia identificar o que seria real, ou se sofria de uma nostalgia que simplesmente não deixou vestígios. Como bem detectado por ele mesmo, “o movimento glorioso da modernidade levou não a uma transmutação de todos os valores, como 4 A simulação constitui o grupo dos objetos e experiências manufaturados e voltados para representar a realidade além de suas circunscrições – o que incorre em um evento hiper-real – e simulacro um estado de dormência dos sentidos para se perceber as reais fronteiras dos limites apagados pelo efeito da simulação (Baudrillard, 1994).

Sobre ruídos e reinscrições: diálogos para uma agenda etnográfica das margens / John Fletcher Couston Junior

Assim como Jean-François Lyotard e Fredric Jameson, Jean Baudrillard pareceu seguir alguns rastros do que Hall (2003b) chamou de centro da aspiração universalista e panóptica da globalização, drama mítico relacionado mais com uma experiência de fantasia do que com uma realidade de autorreconhecimento; ambiguidade conceitual ao se estabelecer em um horizonte de quebra da metafísica moderna e uma praxis da não problematização de suas próprias respostas neopositivistas e irreversíveis. Igual participante da crença de que os sujeitos Pós-Modernos haviam se perdido para sempre numa sucessão fragmentária de espelhos, jogo infinito de imagens supérfluas e sem significados (Kellner, 2001), este autor em questão, mesmo estando no front de um debate acerca dos limites do contemporâneo nas sociedades, não permitiu admitir uma nova agenda polissêmica para indivíduos e eventos culturais, inseridos em uma nova arte de governar e viver mundos. Jean Baudrillard, ao que indica muitos debates ocorridos na esteira dos primeiros textos Pós-

Modernos, igualmente apresentou uma tendência a generalizar em demasia o presente, tomando exemplos de novas tendências emergentes, e fundindo-as para formar uma nova dominante cultural (Kellner, 2001). Ainda que suas reflexões não tragam dados completamente inaplicáveis, bem como é o caso similar do pensamento de Jameson e do de Lyotard – e aqui podemos pensá-los como fornecedores de fragmentos cambiantes para um mundo que não pode mais ser limitado por explicações perenes (Hannerz, 1997) –, as estabilizações deste pensador francês também detonaram um universo empírico rígido, que enxergava, independentemente de para o bem ou para o mal, os EUA como o único centro da geografia econômica e cultural global; sinalizavam um período ainda pós-queda do Muro de Berlim, inconsciente de uma próxima etapa global multipolar, compartilhada e permeada por civilizações “colaborativas” e, muitas vezes, fragilmente pacíficas (Huntington; 1997; Costa Lima, 2008; García Canclini, 2012). Conversa Dois: o Barulho da Antropologia PósModerna. E aqui recolocamos Geertz, ou melhor, os pensamentos antropológicos inscritos na crença de naufrágio de algumas das anteriores abordagens sociais, os quais

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havíamos sonhado, mas a uma dispersão e involução do valor, cujo resultado é para nós a confusão total” (Baudrillard, 1990, p. 16), ou ao menos uma confusão interpretativa mais equivalente.

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tiveram o autor como principal cabeça de linhagem, como bem observou Trajano Filho (1986). E retornamos ao barulho5 emergente após o interpretativismo cultural, conscientes desta retomada de discussão não como um passo a um evento simples e natural, sem maiores dissensões e conflitos internos e externos. Os tempos e as formas de apreender o mundo continuaram a mudar vertiginosamente, e a tradição hermenêutica (com suas devidas reformulações, vale observar) trouxe rumos e rupturas para aqueles momentos de incertezas, quando os discursos da Modernidade nas ciências humanas estavam sendo colocados à prova. Para Luis Eduardo Soares (1988), por exemplo, estes tempos, para um entendimento mais didático, ainda que generalista, puderam ser divididos: 1) por uma facção interpretativa atuante, leitora de Heidegger à luz de Nietzsche, e que hesitava “entre o elogio do saber fragmentário correspondente a um real parcializado, que resiste às totalizações impostas pela unidade do conceito, e um ‘neo-positivismo’ crítico” (Soares, 1988, p. 102) – o que poderia ser atribuído às reflexões Pós-Modernas de Lyotard, Jameson e Baudrillard; 2) por outra porção científica interpretativa (ou de indivíduos ao menos afluentes a ele), a qual já retomava Heidegger submetido ao desafio do passado – porção encabeçada principalmente pela obra de Hans-Georg Gadamer (filósofo ao qual Geertz era deveras referente). Foi a partir deste entendimento do segundo agrupamento de Soares (1988), mais especificamente, que se esquadrinhou uma direção distinta da do pensamento Pós-Moderno emergente (pensamento situado entre a filosofia e a sociologia), ainda que ambos fossem contemporâneos um ao outro. Nesse sentido, esta proposta outra de análises, tomada pelo campo da antropologia, buscou “situar-se num horizonte marcado pelo primado da categoria relativizadora de pertencimento, pelo foco na diferença e no particular” (Soares, 1988, p. 102) – elementos os quais travaram uma autocrítica para o processo de produção de interpretações culturais, e que deram espaço para uma maior discussão das narrativas totalizantes.

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[Estes] Pós-Modernos vão tentar romper tanto com o caráter de separação das culturas, quanto 5 Utilizamos o termo barulho para evidenciar um número de vozes que cresceu vertiginosamente no período do pós-guerra, cujas fontes, ironicamente, beberam também em alguns dos mesmos nomes da condição pós-moderna, vendo-se resultantes de tempos assombrados por tradições em migalhas.

com o de re-criação da totalidade. Para eles a etnografia não deve ser uma interpretação sobre, mas uma negociação com, um diálogo, a expressão das trocas entre uma multiplicidade de vozes. [...] o objetivo final, no que diz respeito ao autor, seria fazer com que ele agora se diluísse no texto, minimizando em muito a sua presença, dando espaço aos outros, que antes apareciam só através dele (Caldeira, 1988, p. 141). O Seminário de Santa Fé6, por exemplo, marcou este período de questionamentos para a antropologia feita em solo americano e gerou uma coletânea de ensaios chamada Writing Culture, cujo tema central girou em torno do escrever etnográfico. Então concebido como incentivador à experimentação da pesquisa antropológica e, “se por nada mais, por trazer uma consciência estética e ética para a antropologia e por advogar etnografias menos aborrecidas” (Trajano Filho, 1986, p. 150), o mencionado seminário também ocasionou, como refinador de suas operações, a forma polifônica, advinda do Círculo Linguístico de Mikhail Bakhtin (Fischer, 1986; Tedlock, 1986; Crapanzano, 1986; Clifford, 1998). Foi sob esse aspecto, por conseguinte – e por esse reconhecimento das culturas como a junção de várias redes dialógicas em movimento, um plurilinguismo a fazer trocas, interceptando-se num ir e vir em relação ao fluxo temporal, sem categorizações em relação ao passado, presente ou futuro (Bakhtin, 2003) –, que se buscou melhor avaliar os contextos, os diálogos, as análises de peculiaridades e as relações intersubjetivas entre antropólogo e interlocutores como referenciais para uma pesquisa coerente7, feita em um mundo muito mais entremeado pelas reinscrições do que pelas semelhanças. Para muitos antropólogos os quais se voltaram a analisar esse período de mudanças, os etnógrafos Pós-Modernos estabeleceram um patamar de objetivação da desnorteante complexidade do mundo, pressuporam sua irredutibilidade e negaram a possibilidade de reconstruir uma totalidade que desse sentido a todas as posições diversas (Caldeira, 1988). Inseridos numa nova tradição de questionar a produção verossímil de saberes, este grupo passou a fornecer, no mínimo, perguntas reverberantes 6 O Seminário de Santa Fé ocorreu na Escola de Investigação Americana de Santa Fé, Nuevo México, em 1984, e teve seu tema central em torno da redação do texto antropológico, da autoridade etnográfica e da relação entre pesquisador e seus pesquisados (Rocha & Eckert, 1998). 7 Como observou James Clifford (1998), uma pesquisa coerente pressupõe um modo controlador de autoridade.

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James Clifford (1986), um dos nomes que compôs esse time de autores8 do Writing Culture, por exemplo, ressaltou a dimensão política e ética da escrita etnográfica. Essa proposição, demarcada pelo reconhecimento da alegoria como constituinte do texto etnográfico, denotava o quanto, para ele, outros pesquisadores poderiam posicionar seus textos como enunciados que não poderiam ser controlados, nem estabelecidos como verdadeiros em suas totalidades. A forma polifônica bakhtiniana, ponto deveras considerado pelo antropólogo, seria uma estratégia que nem mesmo poderia ser tomada como libertadora para o texto interpretativo (ou espécie de autenticação de uma proximidade plena do mundo real), visto que, uma análise de culturas a qual tentasse trazer inúmeras vozes para enriquecer sua abordagem representaria, sem embargo, um exemplar de uma utopia da autoria plural (também conhecida como heteroglossia domesticada) e sujeita à autoridade do antropólogo, visto seu poder final de assumir uma tarefa executiva, editorial, em seu texto. Outro aspecto ressaltado, e também não menos importante, para Clifford, é o de que a pluralidade de vozes não teria o poder de modificar a profunda identificação ocidental de qualquer organização de texto com a intenção de um único autor (Clifford, 1998). O americano acreditava que todos os modos de escrita, modos potenciais de autoridade, estavam disponíveis a todos, porém mereciam o olhar da suspeição hermenêutica; constantes autocríticas para se obter um estremecimento contínuo da autoridade que repousava no fazer do etnógrafo. Michael Fischer, também componente da compilação Writing Culture, percebeu como práticas de autobiografias étnicas dos anos 1970 e 1980 eram destacáveis para revitalizar nossas formas de pensar sobre como a cultura opera e reelabora nossa prática de etnografia como um modo de crítica cultural (Fischer, 1986). Para o pesquisador em questão, tais autobiografias poderiam oferecer ao tema da interpretação novos modos de escrever e ler a diferença, de forma a responder mais pertinentemente 8 Além de James Clifford, os outros autores que compuseram esta frente crítica da antropologia foram Mary Louise Pratt, Vincent Crapanzano, Renato Rosaldo, Stephen Tyler, Talal Asad, George Marcus, Michael Fischer e Paul Rabinow (Rocha & Eckert, 1998).

à realidade crítica, se comparada com o teor das abordagens da sociologia tradicional. Até mesmo de acordo com Trajano Filho (1986), as análises autobiográficas correspondiam mais refinadamente ao fato de a etnicidade requerer um olhar dinâmico, sempre reinventado e reinterpretado, orientado mais para o futuro do que para o passado. A preocupação de Fischer em relação aos dilemas das ciências humanas de sua época não poderia deixar de se ater ao fato de que os homens agiam dentro de mundos intersubjetivos, socialmente constituídos; traziam experiências as quais eram mediadas pela linguagem, pela participação social (as relações dos outros) e por símbolos culturais (Fischer, 1985). Destacadamente através do uso de estratégias estilísticas, as quais foram, por sinal, empregadas/ detectadas nas autobiografias por ele consideradas (e que compreendiam a transferência, o trabalho com sonhos, a bifocalidade, a interferência e o humor irônico), é que uma prática etnográfica poderia dar conta de se situar em um mundo cuja natureza dialógica era determinante. De maneira crescente, as ciências sociais em todo o globo passaram a relevar pressupostos narrativos outros, mais inclusivos, menos autoritários, bem como se impregnou de uma expansão metodológica para prover distintos acessos ao mundo vivido. Michael Fischer, James Clifford, Vincent Crapanzano, entre outros, não necessariamente foram os únicos divisores de horizontes para esse pensar plural, quebrador de rígidas considerações etapistas da cronologia do pensamento científico nos centros hegemônicos de saber e de poder (vide semelhante tipo de efervescência cultural no interior dos discursos acadêmicos do grupo de Birmingham), mas suas colocações, junto das inúmeras posturas etnográficas emergentes, puderam desvelar uma ampliação de uma escrita social, a qual não mais se estabelecia como autoridade infalível e finalizada. Foi em meio aos debates e constantes contraargumentações dessa geração de antropólogos – geração posterior ao pensamento de Geertz e contemporânea aos traumas sobreviventes do pósguerra –, que se ampliaram alguns procedimentos diferenciados de narrativas sobre os outros e sobre os tipos de críticas, de políticas efetuadas e de formas de enxergar a diversidade (Carvalho, 2001). Os antropólogos Pós-Modernos aqui problematizados foram destacáveis por trazer uma maior flexibilidade

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para o trabalho da antropologia, em antigos centros hegemônicas de pesquisa, na virada do século XXI.

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ao exercício antropológico (ver também Caldeira, 1988; Rabinow, 1999), ainda que não plenamente atentos às relações de interdependência entre as sociedades mesmo na diferença (interdependência esta que somente a história subsequente ratificaria e problematizaria). Suas pesquisas e questionamentos erigiram, no interior de suas próprias instituições centrais, algumas das fendas para a ampliação global de um pensamento em que os outros, as margens, tiveram outra participação; puderam se entrelaçar ao global e vice-versa. Os nomes emergentes a este horizonte trabalhado pela antropologia, muitos advindos de localidades antes silenciadas, podem hoje ser produtivos para se pensar uma geopolítica do conhecimento distinta, ainda que prenhe de fantasmas e de ressalvas. Conversa Três: o Pensamento Pós-Colonial como Contrarresposta. Com alguns dos inúmeros rastros das ciências sociais, o olhar etnográfico foi continuamente descentrado, possibilitou com que as referências ditas dominantes pudessem ser problematizadas e deixassem de ser consideradas unicamente decisivas para o pensamento cultural (uma forma de buscar, nas margens, a transformação do cânone e a relocação da cultura como estratégia transnacional e de tradução) (Bhabha, 2003b).

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Em um cenário de práticas empíricas e teóricas entrecruzadas, vimos surgir a opção de alternativas outras que dessem conta de um mundo diverso, incerto e assinalado por contextos, ruídos e reinscrições, multipolaridades e interdependências – contexto de diferenças este não mais irrelevante após a Queda das Torres Gêmeas do World Trade Center, em Nova York, e ao ataque a Washington, em 11 de Setembro de 2001, episódio trágico e elucidativo para contrapor os que encaravam a atuação global norte-americana como algo sem respostas (Said, 2003; Costa Lima, 2008; García Canclini, 2012). Carvalho (2001, p. 110-111) destacou que após o estabelecimento da antropologia como disciplina acadêmica e, muito mais tarde, com a sua “crescente politização a partir das lutas anti-imperialistas e PósColoniais, pôde melhor ser sustentado o argumento de que ao nativo foi possibilitado construir sua alteridade segundo o modo em que retruca, de um lugar subalterno, o olhar do colonizador sobre si”. De certa forma, a partir dessa noção, e observado o

fato de tantos viverem em localizações situadas fora dos holofotes da produção teórica, social e artística (sujeitos vários, mas que, ironicamente, tentavam responder às suas emergências a partir de um pensamento criado para uma realidade empírica que não lhes cabia completamente), que se reiteraram os enunciados Pós-Coloniais e Decoloniais9 para propor uma opção de deserção do excesso de narrativas do centro (Mignolo, 2010) e de implementação de uma nova agenda etnográfica para recuperar explicitamente sua crítica a nossa posição de periferia do Ocidente (Carvalho, 2001). Diferente de inúmeras abordagens conceituais em voga na contemporaneidade, haja vista uma recusa de “conceber o conhecimento como diletantismo ou fazer dele um exercício de proselitismo” (Schmidt, 2011, p. 27), os posicionamentos subalternos (termo assumido pelos Pós-Coloniais e Decoloniais os quais ganharam destaque no cenário internacional) não precisaram ser lidos como rendições ao ceticismo radical de algumas disposições teóricas do Pós-Modernismo e do PósEstruturalismo, muito menos como uma mera analogia de relativismo radical. Seja por abrir fendas no entre curso das teses pósestruturalistas, sinalizando os limites de certos enquadramentos e comprometimentos, seja por possuírem um compromisso político e afetivo com as subjetividades marginalizadas, os intelectuais deste pensamento se estabeleceram em outra dimensão interpretativa e enfaticamente declinaram do princípio ético e estético que está no centro da oposição das referidas teorias ao humanismo da episteme Moderna (Schmidt, 2011). As abordagens aqui referidas descortinaram uma proposta hermenêutica pluritópica10 para mudar a política dos olhares sobre os modos culturais de viver 9 Decolonial é um movimento mental e epistemológico de crítica e rompimento com ordens coloniais, concepções de vida eurocêntricas e discursos de modernidade os quais excluíram grupos sociais indígenas e africanos na América (Sarraf, 2013). Não podemos deixar de destacar que algumas das insinuações para esta problemática da colonialidade do ver e do ser na América Latina já apareceram, mesmo sem uma organização ainda demarcada, por volta dos anos 1970 nos escritos do antropólogo Darcy Ribeiro; nos debates iniciados pela teoria da dependência, com Aníbal Quijano; na filosofia e sociologia de Enrique Dussel e Orlando Fals Borda; através dos debates de Robert Ricard; e, alguns anos mais tarde, pela teoria da colonização do imaginário de Serge Gruzinski (Mignolo, 2010). 10 Para esse entendimento de uma hermenêutica feita às margens, devemos considerar as observações críticas de Mignolo (2003), quando postula um saber não enredado por doxas ou epistemes colonialistas.

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De acordo com García Canclini (2005, p. 23), “adotar o ponto de vista dos oprimidos ou dos excluídos pode servir na etapa da descoberta, para gerar hipóteses ou contra hipóteses que desafiem os saberes constituídos”. Entretanto, para além de descortinar cenários de tensão, encontro e conflito, falar de culturas em metrópoles e localidades de nações periféricas ou pós-coloniais (metrópoles estas desnudadas com suas tramas de negociações e neuroses), igualmente implica em se colocar nas intersecções nas quais se desconstroem os condicionamentos da ordem e da tradição e que dão vislumbre a algumas das razões que escapam dos reconhecimentos correntes (Spivak, 2012). Em termos inaugurais desse modus operandi das margens, muito se recorre à figura do filósofo e psiquiatra martinicano Frantz Fanon, visto suas pesquisas, as quais datam da década de 1950 e 1960, terem se tornado reverberantes e renitentes por apontar estruturas de sentimentos fantasmagóricas nos povos colonizados, cujos “complexos de inferioridade, devido ao sepultamento de suas originalidades culturais, tomou posição diante das linguagens das nações civilizadoras, isto é, das culturas metropolitanas” (Fanon, 2008, p. 34). Foram estas estruturas fantasmagóricas, espécie de enfeitiçamento à distância sofrido pelos indivíduos cujas histórias traziam a pecha da subordinação, algumas das integrantes para se ampliar os efeitos assimétricos e o arsenal de complexos germinados no seio da situação social de nações indeferidas pelo eixo do pensamento oficial.

Este autor, negro e na condição de imigrante durante seus estudos na França, com experiência decisiva à formulação de sua teoria no mundo africano, teve uma tomada de consciência das realidades econômicas e sociais inferiorizadas, as quais assolavam seu país, quando se predispôs a pensar uma situação que não somente lhe era própria (situação repetida com variados indivíduos da mesma localidade), e que mostrava uma conjuntura de um povo arraigada pela sombra histórica das metrópoles europeias (nações colonizadoras e, portanto, eternamente “mais avançadas”). Por ilustrar seu pensamento, neste caso em questão, com reflexões em torno do romance autobiográfico Je suis Martiniquaise, de Mayotte Capécia, do romance Présence Africaine, de Abdoulaye Sadji, e do romance autobiográfico Un homme pareil aux autres, de René Maran, pôde destacar, em vias concretas, um processo bilateral e psicologicamente desigual entre a sua sociedade e a sociedade do “colonizador”, bem como a ocorrência, nele e entre seus compatriotas, de uma “aquisição por interiorização de valores originalmente proibidos” (Fanon, 2008, p. 66) para uma admissão ilusória no mundo branco. Fanon, não obstante, acentuava que não havia como excluir da explicação do homem a possibilidade de assumir ou negar uma situação dada. Uma vez que o problema da colonização comportava, portanto, “não apenas a intersecção de condições objetivas e históricas, mas também a atitude do homem diante dessas condições” (Fanon, 2008, p. 84), sua nuance política e perene para desaprender as narrativas e inferiorizações promulgadas pelo centro se mantinha constante. Conforme observou Homi Bhabha, Frantz Fanon, ao tentar empreender essas transformações audaciosas, frequentemente impossíveis, da verdade e do valor, o testemunho áspero da deslocação colonial, seu deslocamento de tempo e pessoa, sua profanação de cultura e território, recusou a ambição de qualquer teoria total da opressão colonial (Bhabha, 2003c, p. 71). A obra do martinicano, muito além de ser uma observação fenomenológica do Eu e do Outro, estudo da ambivalência psicanalítica do inconsciente, também pôde ser historicamente considerada como uma das primeiras, corajosamente, para o Pós-Colonialismo, a tratar de uma dialética da libertação empírica e

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dos indivíduos, e, colocado em pauta a presença de autores de procedências diversas como Frantz Fanon, Edward Said, Stuart Hall, Homi Bhabha, Gayatri Spivak, Walter Mignolo e Nestor García Canclini, para citar os principais autores com os quais trabalhamos neste trabalho, tal rearticulação teórica se delineou insurgente ao relocar conflitos enunciativos e “descrever ou caracterizar a mudança nas relações globais que marcam a transição (necessariamente irregular) da era dos Impérios Colonizadores para o momento da pós-independência ou da pós-descolonização” (Hall, 2003a, p. 101); por destacar ainda um estar-junto de localidades fragmentadas em contingências históricas amplamente dispersas, onde elites locais administram os efeitos contraditórios do subdesenvolvimento e as vozes subalternas negociam interesses nesses territórios (Bhabha, 2003b).

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epistemológica em relação aos espectros históricos da sujeição; a perceber possibilidades no indivíduo periférico de escolha entre a ação ou a passividade a respeito da verdadeira origem de seus conflitos culturais, isto é, a respeito das suas orientações neuróticas das estruturas sociais (Bhabha, 2003c; Fanon, 2008). Outro nome relevante para se pensar um viés de colapso do que, por muitos, é tido como pontos aclamados do pensamento ocidental é o do palestino e crítico literário Edward Said. Com a repercussão, mais especificamente, de sua obra Orientalismo, o autor, como observado por Tailche e El Gebaly (2012), foi um dos mais ferozes a tecer uma crítica contrapontual ao discurso acadêmico colonial eurocêntrico, que, em alguns casos, foi responsável por controlar, manipular e até incorporar o que se tratava de um mundo manifestadamente diferente (Said, 2007). O intelectual palestino contribuiu para todo um horizonte de novos pensamentos sociais formulados a partir da fala dos oprimidos que deveriam exercitar seus direitos de narrar suas experiências, suas insurreições, suas memórias, suas tradições, suas histórias (Carvalho, 2001). Ele denotou ainda a precariedade da autoridade cultural, na qual a periferia se encontrava submetida, passível de reformulações em novos atos enunciativos sob o signo do confronto.

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Ao se utilizar do mote do Oriente como invenção do Ocidente, Said (2007) apontou: Orientalismo não é um simples tema ou campo político refletido passivamente pela cultura. [...] É antes a distribuição de consciência geopolítica em textos estéticos, eruditos, econômicos, sociológicos, históricos e filológicos; é a elaboração não só de uma distinção geográfica básica (o mundo é composto de duas metades desiguais, o Oriente e o Ocidente), mas também de toda uma série de “interesses” que, por meios como a descoberta erudita, a reconstrução filológica, a análise psicológica, a descrição paisagística e sociológica, o Orientalismo não só cria, mas igualmente mantém; é, mais do que expressa, uma certa vontade ou intenção de compreender, em alguns casos controlar, manipular e até incorporar o que é um mundo manifestamente diferente (ou alternativo e novo) (Said, 2007, p. 41).

Para este autor, sua ideia de ver o Ocidente como promulgador de referências para outros povos (e aqui, inclusive, percebe-se o Oriente como algo além da palavra, e que implica regiões fora do eixo América do Norte e Europa Ocidental) seria, sobretudo um discurso que não poderia ser encontrado em uma relação direta com o poder político ao natural. De certa forma, estes saberes forjados seriam produzidos e existiriam em intercâmbio cultural com o poder político (como um regime imperial ou intelectual), o poder intelectual (aqui entraria o papel das ciências dominantes, como é o caso da linguística ou da anatomia comparadas, ou ainda qualquer uma das modernas ciências políticas); o poder cultural (bem o caso das ideias sobre o que fazemos e o que o outro não pode fazer ou compreender a respeito de nós); e o poder econômico. Embora lembrado o fato de que “cada campo individual está ligado a todos os outros, e que nada do que acontece em nosso mundo se dá isoladamente e isento de influências externas” (Said, 2007: 19), as preocupações do autor se convergiram para as polarizações redutivas, as quais gradualmente se faziam mais presentes no pensamento das sociedades ocidentais - binarismos limitantes os quais eclipsaram a memória, o passado histórico e as lógicas próprias das diversas etnias que compõem o chamado mundo subalterno. Grosso modo, o demarcador teórico do cientista palestino se estabeleceu, juntamente com a obra de Frantz Fanon, como uma denúncia feroz àqueles tempos a urgir por arquiteturas reflexivas de desaprender o modo dominador inerente (Said, 2007). No que tange a uma discussão hodierna das culturas periféricas, mesmo que uma série de propostas interpretativas tenha eclodido desde as primeiras reverberações dos pensamentos de Frantz Fanon e Edward Said, é verificável, todavia, que ainda não é possível crer que podemos compreender nossos limites do contemporâneo se abdicarmos da ideia de que sobrepujamos o colonial – este, não obstante, sobrevive através de seus efeitos secundários, como é o caso de outras relações de poder deslocadas e descentradas por novos conjuntos de vetores. Nesta conjuntura desestruturante, também não é admissível estabelecer criticidade em uma compreensão mais plena da realidade hoje se esquecermos das noções sinalizadoras, Pós-Coloniais e Decoloniais primeiras, mas não últimas, de características neuróticas e neurotizantes “concretas” em nossas vivências nas fronteiras do presente. Como bem destacou Mignolo

Sobre ruídos e reinscrições: diálogos para uma agenda etnográfica das margens / John Fletcher Couston Junior

E pelo menos no que pode ser visualizado por inferências diversas a esse pensamento “subalterno”; pela não mudança do estatuto empírico e perverso do estar-junto subjugado, o debate das margens globais, distante de confundir deserção colonialista com xenofobia, trata de destacar a proliferação de narrativas, temporalidades e um estatuto de poder sustentado pelos pilares da epistemologia, da hermenêutica e da estética de países que impuseram suas tradições científicas (Mignolo, 2010), principalmente hoje, em nosso repensar global, após os efeitos marcantes dos últimos grandes impasses sofridos pela humanidade (Hall, 2003a; Bhabha, 2003b; García Canclini, 2012). Conforme acentuado por Schmidt (2011), e ressaltado o fato do capitalismo em sua dimensão produtiva difusa operar um procedimento intenso de neocolonização, o qual se articula em mesmos moldes da temporalidade imperial, a batalha pela Pós-Colonialidade do saber, ainda urgente para desmantelar a falsa promessa da superação material e de pensamento binário, marcou o sistema global produtor de centro, semiperiferias e periferias. Este processo foi capaz de gerar guerras culturais como a dos cânones, dos valores, dos direitos, dos acessos, o que deixa claro que as fronteiras se reconstituem e se renovam na geração de margens, exclusões, fragmentação social e emergência de novos modos de pensar, agir e produzir conhecimentos (ver também Santos, 2007). Uma operação deveras elucidativa atualmente, contra a falácia do paradigma realista, é a desenvolvida por Homi Bhabha (2003a), no que concerne à produção de sentidos nas sociedades. Apropriando-se de noções derridadianas, na perspectiva do signo em movimento, o autor indiano reivindicou a interpretação das culturas como uma estratégia de mobilização dos sentidos, uma vez que todas as suas significações, geradas como efeito da relação ativa e passiva entre presença e ausência, seriam mais bem apreendidas sempre com certo grau de indeterminação ou indecidibilidade significatória (Schmidt, 2011).

Distante da noção clássica da condição do signo linguístico definida por Saussurre, Bhabha passou a detectar como qualquer rede discursiva se constitui como um jogo de diferenças em que “o jogo é também um ato de diferenciação, pois compreende diferenças e espaçamentos necessários aos relacionamentos dos signos entre si e sem os quais os significantes não podem significar” (Schmidt, 2011: 25). O autor indiano, vale destacar, estabeleceu uma crítica para as avaliações pura e simples de significados sociais como sendo as mais ou menos autênticas (e aqui devemos pensar nos territórios não mapeados e compostos por imagens híbridas, as quais fogem das tentativas cada vez mais infrutíferas das nomenclaturas), haja vista a necessidade de significação plurivalente, composta por um terceiro lócus contextual de enunciações justapostas, incomensuráveis, moventes e deliberadamente contraditórias – característica integrante de uma das operações mais atuais para se pensar as sociedades sob um benéfico olhar fenomenológico e contra os fechamentos arbitrários dos saberes importados (Bhabha, 2003b; Menezes de Souza, 2004). A postura desconstrucionista, que elimina o conceito de uma realidade transcendental e não mediada, abre uma fenda entre o significante e o significado, postulando o texto não como representação de algo exterior – um logos – mas sim como um processo produtivo de significados, através do qual várias posições de sujeito ideológicas e historicamente situadas podem ser estabelecidas, posições a partir das quais o significado é construído e o leitor e o autor são posicionados (Menezes de Souza, 2004, p. 117). Voltamos, neste caso, à polissemia bakhtiniana para revelar as camadas escondidas das interpretações dos outros. Contudo, retomamos o linguista russo já sob uma semântica que aceita a ambiguidade como parte do tempo social (o que aqui é distinto da refração11 do signo, conforme proposto pelo linguista russo), sob a urgência da expansão de um sistema sensório em direção a dimensões novas, ainda inimagináveis (o alerta dos significados desnaturalizados por operações liminares e culturais) (Pagano & Magalhães, 2005). O estatuto bhabhadiano da produção de sentidos, estrategicamente político, reverbera uma lógica além 11 A refração é um conceito que admite a polissemia sígnica a partir de seus contextos de enunciação (Bakhtin, 2003).

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(2003, p. 66), “a crítica moderna da Modernidade (PósModernidade) pode até ser uma prática necessária, mas que [continuamente] termina onde começam as diferenças coloniais”. É nesse solo da diversidade colonial, por outro lado, que devemos problematizar nossa morada, não deixando de pôr em alerta os nossos passados e os significados impostos a nós e por nós.

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de suas limitações, capaz de aceitar “uma forma liminar de significação, sem anterioridade em relação à contingência da experiência, sem uma representação refém do empirismo e sem a exterioridade relativa à intenção originária de um ‘autor’” (Schmidt, 2011, p. 35). É, por conseguinte, através destas operações de enfrentamento dos pedaços teimosos das sociedades na atualidade, que podemos nos aproximar das naturezas performativas das identificações distintas do mundo e fazer emergir um acesso aos problematizadores da regulação e da negociação dos espaços os quais são continuamente, contingencialmente, passíveis de expansões; espaços cujas fronteiras são retraçadas e expõem os limites de qualquer alegação de um signo singular ou autônomo de diferença, seja ele classe, gênero ou etnia (Bhabha, 2003b).

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Se o nosso presente, o qual aparece através do colapso da temporalidade, significa uma intermediatidade histórica (Bhabha, 2003a), este, então, exala uma questão aberta, continuamente carente por posturas renováveis; denota, muito claramente, vivências em uma trama de descontinuidades culturais, deformações sociais e de estruturas de sentimento: memórias e imaginários os quais misturam o privado e o público, o masculino e o feminino, o imigrante e o entrevistador, variedades linguísticas hegemônicas e não hegemônicas, atores centrais e marginais, a lógica monocultural e a multicultural, a periferia e a tecnologia, entre outros aparentes binômios continuamente interrelacionais (Martín-Barbero, 2000; García Canclini, 2003; Moita Lopes & Bastos, 2010). O presente reinscrito é a ruptura que possibilita desmascarar as novas formas de visões rígidas e/ou estacionadas para as culturas, visto a necessidade da autocrítica, da não reincidência, “onde a diferença não é nem o Um nem o Outro, mas algo além, intervalar [...]; um futuro intersticial, que emerge no entre-meio entre as exigências do passado e as necessidades do presente” (Bhabha, 2003b, p. 301). Seja pelo fato de entender que os conflitos estarão sempre presentes, emudecendo novos grupos, lugares, e encontrando alternativas de burlar nossas políticas teóricas plurais, as quais insistentemente devem ficar à procura de chaves de leitura para além dos últimos limites, a abordagem a partir das margens, vale acrescentar, acredita em informar e refletir sobre os novos lugares que deram outra vez um sentido humano ao mundo (Gagnebin, 2001).

As articulações conceituais desta rede de intelectuais são alguns dos vagalumes a pedir (e nesse ponto, de maneira incansável, espera-se), em nós, por uma tentativa de um pensamento liminar entre as sociedades de procedências ditas irrelevantes, como as africanas, as latino-americana, as brasileiras, as amazônicas, entre tantas outras silenciadas – pensamento o qual busca as margens externas do sistema mundial moderno (Mignolo, 2003). Se este é o caso de nos fazer lutar para explorar possibilidades enunciativas como “estratégias de empoderamento de sujeitos que se posicionam criticamente no lugar fronteiriço da identidade e que, por isso mesmo, suas articulações estão livres do binarismo investido de que se valem as contrapolíticas de exclusão” (Schmidt, 2011, p. 35), então, sob esta problemática permanente no fugaz contemporâneo, temos ainda um longo caminho pela frente. Algumas Considerações Desde os estilhaços narrativos e os estranhamentos conceituais desvelados a partir do pós-guerra, o mundo contemporâneo, com suas sociedades complexas e intermitentemente colaborativas, se viu diferente. Quando pensamos hoje em alternativas de entender as mudanças nos diversos estatutos do interpretar culturas, vemos um emaranhado de discursos e práticas permeado por alianças, dissidências e contrarrespostas aos pressupostos ora interpretativos Pós-Modernos, ora interpretativos relativistas, ora distintos dos modos de interpretação dominadores inerentes. Se de um lado conseguimos ler ruídos e rupturas já nas inscrições desveladas por Clifford Geertz, ou mesmo pelos diversos cientistas tributários ao seu interpretativismo cultural, de outro encontramos uma geração da filosofia, da sociologia e da antropologia Pós-Modernas, mesmo em seus passos iniciais, a perceber os efeitos contraditórios e nada celebratórios de uma nova dimensão intercultural das nações. Em todo caso, por um efeito pertinente, mas não ausente de constantes problematizações, esse barulho no qual o mundo das humanidades passou a se ver tratou de abrir fendas para que minorias reclamassem para si o papel de entender e ler suas próprias diferenças a partir de instrumentos conceituais cada vez mais próprios, ausentes do excesso de análises interpretativas do centro – algo, atualmente, vislumbrado nas novas geografias de saber do sudoeste da Ásia, da América Latina, da África e do Oriente Médio, bem como através de cientistas diaspóricos atuantes nos interiores das próprias instituições do eixo dominante Ocidental.

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Homi Bhabha é um dos nomes que, atualmente, nos ajuda nessa sublevação de um terceiro lugar da interpretação, espaço autocrítico e perambulante de imagens híbridas, que busca acompanhar a transformação social sem a promessa de clausura celebratória, sem a transcendência das condições complexas e conflitantes que acompanham o ato de tradução cultural (Bhabha, 2003b). Talvez por apostarmos algumas de nossas cartas de apreciação nesse entendimento e por essa crença teimosa na existência de instantes voláteis, porém rapidamente apreensíveis (visto serem ora fulgurantes, ora diáfanos), que ainda é possível insistir nessa extenuante procura por signos que estejam em um entre, em um estilhaço, em um sem título a mais. Hall (2003ª, p. 118) já tinha previsto que “o desmantelamento do paradigma colonial faria emergir das profundezas estranhos demônios, e que esses monstros viriam arrastando todo tipo de material subterrâneo” para por nossas frágeis tentativas de certeza em alerta – efeito característico, hoje, quando buscamos remover o local da diferença cultural do espaço da pluralidade demográfica12 para o das negociações fronteiriças da tradução cultural (Bhabha, 2003a). Em todo caso, o mesmo autor também pôde alertar acerca do fato de haver uma predisposição da razão em encontrar seu leito de sono, festim diabólico do poder e do saber unicamente na lógica passível de ritualização e instrumentalização dos interstícios – outro lado da abordagem, portanto, que deve ser constantemente estranhado e colocado em alerta para se pensar o solo fértil das transformações sociais. 12 Para maior esclarecimento da pluralidade demográfica, devemos assinalar o que Bhabha chamou de imposição da homogeneidade sobre as populações ‘minoritárias’ em nome da diversidade cultural ou do pluralismo (2003a).

Adotar uma trama discursiva a partir de um pensamento Pós-Colonial e/ ou Decolonial, o qual não indefere um acesso a outras abordagens interpretativas – uma concepção para horizontalizar saberes –, é, não obstante, operação capaz de inscrever, no espaço da textualidade e da etnografia, um deslocamento político e afetivo quanto a sua vinculação tradicional (Giroux & Giroux, 2003). Muito além do relacionado aos procedimentos de uma crítica engajada, estes discursos são uma prática de significação a qual busca fazer da teoria uma porta para nos tornar mais conscientes de que o povo, a comunidade, a luta de classes, o antirracismo, a diferença de gênero, a afirmação antiimperialista, negra ou terceira não existem com um sentido primordial, naturalista (Bhabha, 2003d). Devemos ratificar que nossas vivências em temporalidades complexas, transformacionais, requerem uma rearticulação, ou tradução de algo que foge das nomenclaturas mais simplistas. É, de certa forma, na negociação entre gêneros e classe que observamos o enfrentamento das “fronteiras deslocadas e diferenciadas de sua representação como grupo e os lugares enunciativos nos quais os limites e limitações do poder social são confrontados em uma relação agonística” (Bhabha, 2003d, p. 55) – o que sugere nosso lugar de fala e articulação política a partir das margens, sejam elas margens da África, da Ásia, da América Latina, do Brasil ou dos territórios Amazônicos. No fim das contas, para além de nossas ações (e isso é muito mais complicado de ser subjugado pelas garras da política perversa e do pensamento simplificante), o maior combustível para esse constante mover-se entre ruídos e silêncios vem de um termo já utilizado por Mauss (1972), que é o de solidariedade, ação entre sujeitos amparada pela crença que ultrapassa até mesmo nossos comportamentos culturalmente formatados. Muito apropriadamente como reinscrição de significado, é esta intenção de solidariedade, um colocar-se no futuro como questão aberta, autocrítica e consciente de nossos limites e os dos outros, que nos fazem apostar não podermos mais encontrar uma resposta final (pois sua pergunta já não estará mais lá), mas fortaleceremos um debate para, continuamente, aproximarmo-nos de novos limites, conflitos reconfigurados com o passar do tempo, quase respostas, contínuos migrantes, assimetrias, traduções inesgotáveis, vozes submersas a clamar por reconhecimento, eternos pontos em seguida.

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Devemos reinterar que a tentativa de encontrar um mapa mais ou menos coerente com essas tramas moventes de articulações incita discursos que ainda podem soar misteriosos e nos enganar em face de seus poucos segundos de realidade, as quais correspondem às breves estabilidades antes das objetivações cruéis que as encerram em lógicas de leis próprias e, por vezes, irradiáveis (vide os malefícios promovidos por um discurso neoliberal e instrumentalizador da diferença). Todavia, por sabermos que não podemos adentrar um mundo polissêmico de mensagens e imagens dinâmicas com protocolos definitivos e não temporários, nos é crível, mais do que nunca, a abordagem de pares contextuais, inclusive epistemológica e etnográfica, como uma faceta relevante para um mundo culturalmente diverso.

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Os autores agradecem ao CNPq, pela concessão de bolsa de Doutorado, e a pesquisadora Dra. Cristina Donza Cancela (UFPA), pelas preciosas contribuições.

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La creación del sujeto Javier Orlando Muñoz Bastidas [email protected] Universidad del Cauca

Recepción: 26/02/14 / Aceptación: 21/04/14

Profesor del Departamento de Filosofía, Universidad del Cauca y Estudiante de Doctorado en Filosofía (PhD) en la Universidad Pontificia Bolivariana.

Palabras claves: Deseo, creación, idea, conciencia, perfección. Abstract: In this text the author supports that the human being is a possibility of self creation as long as he is able to configure desire, which is supported at the same time from a perfect force or from suitable ideas. The human, therefore, is not something given, but something that can be determined by himself in a creative action. Keywords: perfection.

Desire,

creation,

idea,

conscience,

Introducción Para Spinoza la esencia del hombre es el deseo, porque el hombre siempre es “movido a hacer algo” (1983). Esta definición podría ser válida también para todo lo existente, pero Spinoza la aplica especialmente al hombre porque el propósito de su Ética, es comprender la posibilidad de la libertad y felicidad humana, y porque es en el hombre en donde el deseo da la posibilidad de generar conciencia, más que en las demás especies vivientes. Queremos enfatizar que no es únicamente en el hombre en donde se da esa posibilidad de conciencia, porque si se comprende bien que los animales y las plantas también participan de dos modos de los atributos de la substancia, se podrá concluir que el modo extenso y, sobre todo, el modo cogitante también está presente en ellos, solo que, precisamente, de modo diferente. Ese interés especial en la posibilidad de la conciencia del hombre

es lo que le hace afirmar a Spinoza que el deseo es “el apetito acompañado de la conciencia de sí mismo” (1983) y que, en efecto, él no encuentra diferencia entre deseo y apetito. Pero esta conciencia antes mencionada, no se la debe entender como un estado eidético superior y elaborado, porque en esa concepción de deseo spinosista se afirma que el hombre es movido a hacer algo por la acción externa de otros cuerpos y no por sí mismo (causa de sí), de forma que no siempre se puede llegar a tener una conciencia de lo que mueve a un cuerpo y lo hace desear. Esa conciencia quiere decir, mejor, una reacción del cuerpo y su correspondiente implicación en el alma (cogito). Por esto, a continuación de lo afirmado, Spinoza dirá que entiende por deseo lo mismo que por apetito “se tenga o no conciencia del mismo” (1983). Esta idea se desarrollará ampliamente en el psicoanálisis y en la concepción de sujeto de la filosofía contemporánea. El primero enfatizará en el carácter deseante del hombre, y del carácter inconciente del mismo, identificando una intencionalidad y un sentido en los mismos. Lacan, por ejemplo, afirmaba que en la manifestación sintomática del inconciente se podía identificar y reconstruir una estructura; a diferencia de la concepción freudiana de un inconciente amorfo, Lacan logró identificar una estructura intencional. Y del amplio panorama del segundo, podemos rescatar la comprensión del sujeto como algo que es construido por la acción de un poder, que el sujeto mismo no siempre puede identificar, porque no se trata de un poder evidenciado en la acción de fuerza y ley de un Estado, sino de un poder que, como afirmaría Foucault, se ejerce desde la vida cotidiana de los individuos y, sobre todo, desde las relaciones de lenguaje de los mismos (biopoder). Pero lo que nos interesa en este punto es el carácter impulsor que el deseo tiene, porque es ese impulso

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Resumen: En el presente texto se sustenta que el sujeto es una posibilidad de creación de sí mismo, en tanto que se pueda configurar el deseo, sustentada (la configuración) a su vez desde una fuerza ideal o desde las ideas adecuadas. El sujeto, entonces, no es algo determinado, sino algo que se puede determinar a sí mismo, en una acción creadora.

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el que define no solo la esencia del hombre, sino también la posibilidad de una creación del hombre mismo. Benjamin, al referirse al porvenir de la filosofía, decía que la tarea de esta debía ser la de hacer posible un empirismo transcendental, que consiste, como también lo afirmará Deleuze, en la creación de lo real desde unos preceptos de la razón como los planteados por Kant. El deseo no mueve hacia algo determinado, o, mejor, no podemos decir que hay un límite y un destino preciso en los movimientos que el deseo conlleva, sino todo lo contrario: que el deseo puede mover hacia donde se haga posible que mueva. Por eso la pregunta fundamental es: ¿cómo hacer para que el deseo mueva hacia algo en particular? Como nuestro propósito es el estudio del deseo, mediante el que se comprenda la posibilidad de una autopoiesis del sujeto, la pregunta más precisa sería: ¿cómo hacer para que el deseo mueva y permita la creación de un sujeto, desde una fuerza propia?

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I Lo anterior es uno de los más importantes y difíciles problemas con los que se ha enfrentado la filosofía contemporánea, y con los que se enfrentará en el futuro, porque si bien es cierto que se ha estudiado con suficiencia lo subjetivo y, sobre todo, su constitución y la influencia que tiene para ésta lo social, político, inconciente, económico, etc., todavía falta un poco pensar en seriedad cómo podría el sujeto crearse a sí mismo. Incluso todavía no se tiene muy claro si esto es posible o no. Pero desde lo planteado por una gran variedad de autores, se podría intentar construir teóricamente esta posibilidad. El objetivo se presenta como el poder reconstruir una simploké de teorías del deseo, en donde ese reconstruir debe hacer posible la creación de la posibilidad planteada. Para Spinoza el deseo es movido y mueve, por las relaciones de afección que un cuerpo tiene con los cuerpos exteriores; lo anterior se hace posible comprendiendo que esas relaciones de afección son posibles por “la calidad y naturaleza de la afección y por la calidad y naturaleza del cuerpo que afecta” (Spinoza, 1983), esto quiere decir, en efecto, que “una misma afección puede afectar de maneras distintas a cuerpos diferentes” y también que “afecciones distintas pueden afectar de una misma manera a cuerpos diferentes” (1983). Es esa naturaleza de la afección externa, y la naturaleza del cuerpo afectado, lo que determinará el movimiento del cuerpo y el alma. Esta concepción es importante porque esa “naturaleza” de la que Spinoza habla, no es un estado definitivo sino

un estado de aptitud, es decir, de lo que el cuerpo ha llegado a ser, por su relación con los otros cuerpos, y de lo que a partir de ahí podría llegar a ser. Si un cuerpo es lo que las afecciones de los otros cuerpos le han permitido ser, lo que pudiera llegar a ser también está, en un primer término, determinado por esas afecciones, sólo que ya no de las afecciones actuales, sino de las afecciones posibles. Esto demandaría una acción de planeación de las afecciones. Sloterdijk en su libro Has de cambiar tu vida, estudia las ascesis de sí mismo, que, en términos amplios, consisten en un análisis de aquello que impide y permite tanto la conciencia de sí, como la elevación de sí; los planes ascéticos consisten tanto en evitar y superar lo primero (lo que impide), como en el ejercicio continuo de lo segundo (lo que permite). Pero como hemos dicho, las afecciones y determinaciones del cuerpo se implican en la posibilidad de conciencia del alma. La diferencia cuerpo-alma que realiza Spinoza no se la debería entender como un dualismo estricto, sino mejor como la expresión de dos modos distintos de una misma fuerza (la substancia). Habría dualismo si se determinara una diferencia radical entre cuerpo y alma (al modo de Descartes), pero en Spinoza el cuerpo y alma son dos modos distintos de expresión de una misma y única substancia, por lo que cuerpo y alma son la substancia misma manifestada de dos modos diferentes. Esto es así: primero para que la confrontación de los dos modos genere conciencia de sí, y segundo porque la substancia se expresa infinitamente de infinitos modos, donde cuerpo y alma serían sólo dos de esos infinitos. Esto también sería válido, en consecuencia, para los otros infinitos atributos de la substancia, de las que el hombre no participa, pero que se manifiestan necesariamente: que son la manifestación de lo mismo, pero en infinitos modos diferentes. Lo que sucede es algo que Spinoza afirma claramente: nuestro entendimiento solo comprende la participación en dos de esos infinitos modos, por lo que la diferencia cuerpo-alma es más cognitiva que real. Pero lo importante es que las afecciones del cuerpo determinan la posibilidad de la conciencia del alma y viceversa, es decir, que según la calidad y naturaleza de un cuerpo, será la calidad y naturaleza de la conciencia que el alma correspondiente pueda generar. Y esa conciencia, en un nivel superior y elaborado, es lo que va a hacer posibles las ideas. Y, de la misma forma, son las ideas las que podrán realizar el acto de planeación de las afecciones antes mencionado.

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II La concepción que Platón tiene de la belleza posee vital importancia por lo siguiente: la belleza o un objeto bello mueve el alma de quien lo percibe hacia la intuición de lo ideal en sí, porque la belleza aquí es concebida como la manifestación de la verdad, y en el caso de un objeto como la manifestación objetual de esa verdad. Para Platón lo ideal en sí o la verdad, siempre es anterior a toda manifestación o, para ser exactos, a su manifestación; y en dichas manifestaciones esa verdad se encuentra latente, de manera que permita en quien las observe y comprenda, la cognición de la verdad misma de la que son manifestación. Ahora bien: ¿hay una verdad no manifestada? La respuesta es que la verdad o lo ideal para Platón es manifestación infinita, inagotable. Esto permite: 1. Que la verdad siempre se esté manifestando y no se la pueda comprender más que en esas manifestaciones,

2. Que aunque el hombre solo puede comprender un sector de dichas manifestaciones, puede también comprenderlo en sí de las manifestaciones, como una posibilidad infinita de manifestación. Lo que queremos decir es que lo ideal o verdadero en sí no se agota en una manifestación determinada, sino que siempre se puede manifestar de infinitas formas nuevas. Lo que se debe comprender es la generalidad de esa infinitud. Por la intervención de la belleza, el deseo es entonces transformado en amor, porque ya no se trata de un deseo cualquiera, sino del deseo de elevarse hacia la verdad que se intuye en lo bello. La concepción de amor en Platón es muy similar a la de Spinoza; para este último el “amor es una alegría acompañada de la idea de una causa exterior” (1983), que hace posible el aumento de la perfección de quien ama; para el primero, como lo dijimos, el amor es lo que hace posible la elevación hacia lo ideal. La similitud consiste en que cuando algo aumenta su perfección, por efecto del amor, aumenta también su capacidad cognitiva o de pensamiento; en los dos autores el conocimiento solo es posible como un estado de potencia (perfección en Spinoza, elevación para Platón). Pero como el deseo no siempre es deseo de lo ideal, sino que el deseo tiene unas manifestaciones inesperadas, el poder lograr que el deseo haga posible la idea, es lo que realmente le interesa a Platón. Foucault, en su estudio sobre el uso de los placeres, afirmaba que para los griegos y estoicos lo importante era el control del placer, de manera que se permitiera el goce (hedoné), pero también la integridad del individuo. El deseo es una fuerza que puede aniquilar. Es en esta dirección en la que Bataille afirmaba que el erotismo es, por excelencia, un acto transgresor: porque en la experiencia erótica, que es una experiencia interior,

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La posibilidad que el deseo tiene de determinar las ideas, en el sentido de un impulso afectivo, que dispone al alma de una forma en la que sus posibilidades cognitivas se hacen tales por ese impulso de deseo, lo comprendió muy bien Platón. La concepción fundamental de Platón es que el amor es la fuerza que hace posible la contemplación de la idea, una contemplación que no es pasiva sino que es una acción de pensamiento en donde se comprende la causa universal y necesaria de algo, solo que Platón la denomina como contemplación en el sentido que dicha acción consiste en recuperar el estado real de lo existente, que es lo ideal. Es por esto que el deseo tendría, por encima de todo, esa función fundamental: hacer posible la contemplación de lo ideal. Entonces, una cuestión fundamental sería saber, en un primer momento, cómo el deseo se convierte en amor, para que permita la función mencionada.

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hay también una experiencia con la muerte. Solo cuando algo tiene la capacidad de poner en cuestión los fundamentos sobre los que nos sostenemos, es posible afirmar la experiencia erótica.

más y los menos, con una consigna de: “Yo aquí me separo de la realidad habitual” (Sloterdijk, 2012), que comprende al sujeto no solo como algo deseante sino como el que puede desear de forma superior.

Por esto, según Foucault, la importancia en poder ejercer un control sobre los placeres, porque no se trata e sucumbir a ellos, sino de poder tener una experiencia vital en los mismos. No se trata de reprimir los placeres, sino de controlarlos. Deleuze y Guattari sostuvieron un debate con los planteamientos sobre el deseo del psicoanálisis freudiano, en el que distinguían entre deseo y placer, en el sentido que, según afirmaban, en el deseo no había una carencia, mientras que en el placer sí. El deseo era la expresión de una fuerza afirmativa y creadora, el placer una búsqueda de satisfacción sustentada en un deseo previamente agenciado o determinado, es decir, que cuando a un sujeto se le construía, por acción de un poder social, aquello que debía desear, se obtenía un placer entendido como la consecuencia y la intensión necesaria de la determinación del deseo; mientras que el deseo en su manifestación plena no tenía la colmación de un fin necesario tal.

Pero ¿qué es lo ideal? Más que en la ya mencionada concepción platónica de la verdad y su manifestación (aletheia y kalos), quisiéramos sustentar lo ideal en una concepción contemporánea de lo mismo, en especial desde Deleuze y Guattari. En el libro ¿Qué es la filosofía? Deleuze y Guattari afirman que una de las posibilidades del pensar, es la de crear conceptos. A diferencia de la concepción platónica de la contemplación, estos autores afirman la necesidad de la creación de sentido. Sólo que esta creación se la debe hacer en una relación directa con el caos. ¿Qué es el caos? El caos es la posibilidad en sí, de la que el pensar puede crear conceptos, pero que no se agota en dicha conceptualización. El caos es lo incognoscible que, no obstante eso, permite que se lo comprenda mediante un concepto que debe crear el pensar. Esta tarea creadora, Deleuze y Guattari la comprenden como algo difícil y peligroso. Nietzsche en un pequeño pero importante texto titulado: “Sobre la verdad y la mentira en sentido extramoral”, comprendía que la necesidad del concepto en el hombre era el resultado: 1. De sus limitaciones y su inferioridad con respecto a otras especies, y 2. De lo caótico e incomprensible que era la naturaleza. El concepto es una forma de hacer comprensible aquello que, en sí mismo, es incomprensible. Es por esto que para hacer posible el concepto se requiere un plan de inmanencia, porque si el pensar se arriesgara solo en este intento de creación conceptual, podría fracasar y: 1. Rupturarse y perder la noción de lo real, o 2. Negar el caos y determinar conceptos trascendentales en los que se comprendería lo real como un todo ordenado (la tradición metafísica, según Derrida). Es ese caos el que asumiremos como lo ideal.

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No quiere decir lo anterior que en la expresión del deseo no se sienta un goce, lo que sucede es que, según Deleuze y Guattari, ese goce no es determinado en las relaciones de poder que construyen al sujeto. En esa expresión del deseo, lo que hay es lo que Nietzsche llamaba el sentimiento de un “aumento de la fuerza”. Por eso Platón, al igual que Foucault, no se referían a una represión del deseo-placer sino de un control. Queremos afirmar que para nosotros el placer es también una sensación de la afirmación del deseo y de la fuerza, porque el placer es una forma de la alegría que, a su vez, es una evidenciación del aumento de la potencia o del aumento de la perfección del sujeto. Pero el estudio de Foucault está más enfocado hacia una distinción entre sujetos, es decir: en comprender cómo un sujeto puede distinguirse de otro y habilitarse, en esa distinción, para unas funciones más que para otras. Platón también afirma que el problema es de continencia, más que de negación del placer. Pero, a diferencia de Foucault, lo que a Platón le interesa es cómo se deben controlar los deseos y los placeres, para que ese control haga posible la contemplación de lo ideal. Sloterdijk diría que en quien hay un deseo de perfección o elevación, hay también un deseo se escisión o separación de lo que se considera cotidiano o normal, en una intención claramente diferenciadora entre los

Entonces el control debe ejercerse tanto sobre el deseo como sobre lo ideal. Para Platón sólo el sabio es el virtuoso, pero en la forma de adquirir ese saber ya se da por hecha la transformación del deseo en amor. Aristóteles, por su parte, ubica la virtud en un estado de tensión entre la carencia y el exceso; el virtuoso es quien logra un termino medio entre lo carente y lo excesivo, siendo diferente de un sujeto a otro este término medio, según como sea su naturaleza o particularidad. En los dos autores anteriores está presente la idea que el control implica un cierto conocimiento y propósito. Si se logra hacer que el deseo, en su manifestación

o expresión, logre configurarse en un deseo hacia lo ideal, esto no solo garantizará una genuina cognición de ese ideal, sino la creación misma de lo deseado. La relación, entonces, que hay entre deseo e ideal es de mutua afección.

de Bataille, vemos los personajes que encuentran lo sagrado en todo: en La historia del ojo, dos adolecentes ven y experimentan lo trascendental en lo execrable, lo herético y en el crimen. Esto es lo que Álvarez llamaba las manifestaciones del “Dios salvaje”.

La concepción platónica de la belleza nos permite comprender en qué consiste la mutua afección que hay entre deseo e ideal. Lo primero que debemos decir es que tanto para Platón como para Deleuze y Guattari, lo ideal es el estado real de lo existente, y es anterior a sus manifestaciones o concreciones. Lo posible, asumido como infinita posibilidad de creación, es lo que fundamenta esas creaciones. Las creaciones conceptuales que se realicen, se refieran o no a lo ideal, son posibles por el estado de posibilidad en sí que es lo ideal, y por la fuerza particular de quien creó el concepto. Ahora la pregunta es: ¿por qué las manifestaciones de lo ideal-caos, son percibidas y comprendidas como bellas? La primera respuesta es que para Platón, en la manifestación de lo ideal hay una intención inteligente, un logos, que hace que el objeto manifestado tenga una armonía y una proporción. En efecto, si observamos y comprendemos todo lo existente, se hará evidente que no pudo surgir por sí solo, sino por algo previo que tuvo la intención o la conciencia de hacerlo así; esta intención la tiene lo ideal. Y Deleuze y Guattari dan una respuesta un poco más compleja, y es que en lo manifestado o creado podemos ver y comprender el caos mismo, pero en una forma o estilo singular; lo bello está en el asombro (pathos) que genera lo caótico singularizado.

Entonces entre lo bello y lo ideal hay una relación de mutua implicación: mediante la contemplación de un objeto bello, se puede lograr intuir y comprender la presencia de una fuerza ideal que lo hizo posible. Esta definición de belleza, implica un objeto bello extrínseco de quien lo percibe (el sujeto). Pero, siguiendo a Benjamin, en su estudio sobre El concepto de crítica de arte en el romanticismo alemán, podemos decir que lo bello también se puede comprender como la manifestación objetiva de un Yo infinito y autoconsciente, que en esa manifestación encuentra el despliegue de esa infinitud; esta es una belleza de la obra, pero también del desenvolvimiento existencial del Yo. Pero aunque el Yo sea infinito, requiere de el desenvolvimiento y de la manifestación para lograr una clara conciencia de sí; algo muy similar al proceso de la conciencia de Hegel, sólo que sin ser planteado como un movimiento dialéctico.

En Diferencia y repetición, Deleuze comprendió que lo ideal es la actualización de la diferencia, es decir, que en lo existente siempre hay expresión novedosa de lo posible. Además, Deleuze reconoce que su afirmación es una reinterpretación de lo ideal platónico, en tanto que para Platón lo ideal es la fuerza impulsora fundamental que hace posible toda realidad. Incluso Deleuze reconsidera el término reminiscencia, para referirse al acto de elevación hacia la comprensión de lo ideal, porque ésta no consiste en un rememorar, sino en comprender e intuir esa fuerza anterior. En una dirección similar comprende Bataille lo sagrado, como aquel estado primordial que hace posible y está presente en todo lo existente. No hay, según Bataille y de una manera similar a Spinoza, un solo objeto que no participe y que no se sostenga en la fuerza de lo sagrado. Como dijimos, esa es una experiencia erótica e interior que transgrede. En las obras literarias

III De esta forma, la manifestación de todo lo vivo es un esfuerzo de conciencia, en la que se pretende la comprensión de aquello que hace posible esa existencia misma, con la complejidad y nivel de caos que demanda; el caos no niega la conciencia, sino que la implica. En el estudio sobre el deseo se debe comprender la fuerza ideal que hay en el deseo mismo como impulso, y que logra que el desenvolvimiento existencial pueda crear la conciencia. La conciencia necesita ese desenvolvimiento, que es mundano, porque sin ese contraste con lo objetivo o con el mundo (Heidegger), no se lograría tampoco la conciencia de la infinitud. Sólo que, entonces, ese mundo o esa mundanidad ya no se la debe entender como lo contrario de lo ideal, sino, todo lo contrario, se debe entender al mundo como lo que hace posible el desenvolvimiento expresivo de lo ideal. Pero además se debe entender al mundo como aquello que es susceptible de una transformación, que puede ser operada desde una fuerza deseante e ideal. Spinoza afirmaba tres formas de conocimiento: la intuición, la imaginación y las ideas; pero también afirmaba que toda percepción es ya una forma de ideación (o de idear), porque no se perciben objetos sino estructuras y sistemas, de igual modo la intuición y la imaginación son ya modos de conocimiento ideal, solo que no

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simplemente de modos diferentes sino con conciencias diferentes. Y es la dinámica de todo lo anterior lo que puede transformar y, sobre todo, crear lo real. De hecho lo hace, solo que la mayoría de las veces sin una conciencia y sin un plan para los mismos.

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Lo último lo planteará Platón en el Timeo, donde además de afirmar que el universo fue creado por la intervención de la inteligencia y de la necesidad, afirma también que desde la inteligencia se puede transformar lo real. Este es ya un proyecto mucho más osado, pero que desde la filosofía contemporánea se lo puede reconsiderar en su posibilidad. Para Platón, la inteligencia como fuerza actuante, fue la que diseñó e hizo posible el universo, es por eso que en el universo podemos ver y comprender ese diseño a manera de intencionalidad. Más allá de la recepción gnóstica del Timeo, lo que nos interesa es lo siguiente: que la inteligencia dispuso el universo de una forma que este pudiera funcionar y que pudiera permitir la comprensión de lo ideal, para los seres que en él viven; la distinción cuerpo y alma en Platón es más epistémica que real (igual que en Spinoza), es más ética que concreta, porque además del Timeo, también el en Banquete y en La república queda claro que entre estos dos aspectos hay una intensa relación y mutua afección; en lo que estamos intentando plantear, lo vemos con claridad en tanto que en todo lo creado y lo existente no podría haber un devenir existencial y de conciencia, si no hubiera una intención ideal previa que lo hiciera posible. En la concepción de fuerza de Nietzsche se puede comprender algo similar, porque para este filósofo aun en la fuerza instintiva (o sobre todo en ella), hay una justificación de la misma que tiene que ver con la conservación de la vida. Es decir, que esa anterioridad de la inteligencia y de la idea es solo de facto, más no de esencia, porque en todo lo manifestado hay una intencionalidad y un sentido, que hacen de lo mismo algo bello. O más precisamente: en lo bello está latente la intencionalidad y el sentido de lo ideal, que solo es posible en tanto lo pueda asimilar como y en el deseo. Pero al final del Timeo Platón afirma que es posible, en una acción similar a la del Demiurgo creador, que los seres particulares mediante la acción de la inteligencia y luego de una contemplación de lo ideal, puedan realizar un acto de transformación sobre el mundo. Esto quiere decir que los seres pueden continuar la creación del universo desde la transformación de un mundo particular. De llevarse a cabo esta posibilidad, dicha transformación del mundo consistirá en un

acto de creación de belleza, en otras palabras: se pueden realizar actos creadores, en tanto que luego de una contemplación de lo ideal se intente imprimir esa idealidad en el mundo. Si tomamos el cuerpo, nuestro interés es comprender: ¿cómo transformar la corporalidad, desde unos preceptos de idealidad como los planteados? Si tomamos el sujeto, nuestro interés es: ¿cómo crear el sujeto desde una fuerza ideal, teniendo presente no el sujeto como es sino como podría ser? Sin lugar a dudas, para responder a la primera pregunta debemos recurrir a la noción de cuerpo sin órganos planteada por Artaud, que consiste en asumir al cuerpo como una entidad no acabada, que no tiene ni una estructura ni una funcionalidad definida, sino que, por el contrario, éstas se pueden determinar en un acto de creación. También podemos servirnos de lo planteado por Arnold Gehlen, quien en su libro El hombre afirma que éste es entendido como un ser práxico, es decir llevado necesariamente a actuar, pero un actuar que consiste en intentar darse forma a sí mismo. El sujeto, para concluir, es algo que puede y debe ser creado. IV Pero la importancia que tienen las ideas es que permiten comprender esa presencia inconciente del deseo para, después, poder intentar transformar el deseo mismo. Si el deseo inconciente se expresara y no hubiera posibilidad de transformarlo, entonces no tendría sentido el deseo de saber (filosofía), porque dicho saber sería ineficaz. Ya habíamos dicho que para Platón lo real puede ser transformado por la intervención de la inteligencia que contempla lo ideal, con Spinoza podemos también decir que las ideas adecuadas no solo son una correspondencia con el objeto, sino también la emergencia de una nueva comprensión de la realidad misma. Si el objetivo ético del sujeto, para Spinoza, es que este pueda alcanzar la libertad y la felicidad, entonces éstas sólo se pueden alcanzar cuando la inteligencia asume y controla lo real, pero, además, cuando puede transformarla, porque de esta forma hará que la acción de lo real sea conforme a la expresión de su propia potencia. Por supuesto que esta transformación no puede ser absoluta, en el sentido de que todo el mundo se corresponda a la potencia de un sujeto, pero sí puede ser afectiva, en el sentido de intentar una acción transformadora. Esta acción, que es también un sentimiento, tendría elementos más trágicos que optimistas, porque aunque el intento es honesto, se comprende que no siempre será absoluto.

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lo contrario: es la más elevada y fuerte de las personas. Y esa excepcionalidad es la que nos interesa. Pero ¿cómo puede transformar y crear lo real, ese sentimiento de infinitud del sujeto? En primer lugar, ese sentimiento lo asumimos como un proceso, es decir, el infinito proceso de creación del sujeto. En segundo lugar, cuando se comprende la infinitud implícita del sujeto, en tanto que expresión de la substancia, se comprende que lo real como tal no es diferente al sujeto, no es lo mismo, pero tampoco se lo podría diferenciar de forma radical, como si fuera un nuevo dualismo sujeto/realidad; la realidad externa también es manifestación de la substancia, y también está implícita en ella la infinitud posible o a desarrollar; lo real también es un proceso en el que todas las creaturas vivas tienen una activa participación. Solo que en lo que denominamos “lo cotidiano”, esa participación no es muy activa, no siendo del todo pasiva; es aquí donde comprendemos la importancia de lo “ideal” o de las ideas adecuadas, porque desde una instancia de creación de la idea o del sentido, es donde se puede comprender una participación activa en el mutuo desenvolvimiento o develamiento del infinito. Pero lo infinito no es tan importante, porque como dijimos con Kierkegaard es lo incomprensible, sino mejor el desarrollo mismo, en el que el sujeto en particular pueda elevarse y perfeccionarse, en un acto de creación de sí mismo; queremos enfatizar que esa elevación no consiste en llegar a un lugar superior ya establecido, sino que el sujeto se eleva en la medida en que se construye a sí mismo como tal; al elevarse crea el topos mismo en el que se eleva. En el Prefacio del libro IV, Spinoza afirma: “entenderé en adelante por “bueno” aquello que sabemos con certeza ser un medio para acercarnos cada vez más al modelo ideal de la naturaleza humana que nos proponemos” (1983); en la afirmación anterior hay varios elementos importantes para nuestro proyecto: 1. Se afirma que lo bueno es lo que sabemos con certeza, es decir aquello de lo que tenemos una idea

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Lo que intentamos decir es que, desde Spinoza y Kierkegaard, hay en el sujeto una tensión entre lo finito de su condición y lo infinito de su posibilidad, de esta forma, Spinoza dice que todos los objetos concretos y particulares son una expresión de la substancia, esto quiere decir que al mismo tiempo que son modos finitos, también hay en ellos una participación de la substancia que los haría infinitos, solo que esta infinitud es latente y no explícita; digamos que es una infinitud posible y por desarrollar; como dirían algunos místicos, el sujeto es un Dios dormido. ¿Cómo se podría, según Spinoza, desarrollar dicha infinitud? La respuesta que él da en el libro V de la Ética, es que cuando se concibe una idea adecuada de lo infinito (substancia), se participa de lo infinito mismo. Para algunos comentadores de Spinoza, como Vidal Peña, esto es una consolación, porque no se trataría tanto de una participación sino del deseo y la posibilidad de ser infinito. Pero si tenemos en cuenta que para Spinoza lo infinito es aquello que no tiene nada que lo limite, se puede pensar que la finitud del hombre no es propia, sino un estado propio de la relaciones necesarias en las que él es constituido; pero también se puede preguntar si de no existir aquello que lo limite, podría alcanzar la infinitud; la respuesta desde la ética sería que las ideas adecuadas permiten que hayan cada vez menos cosas que puedan limitar a un sujeto, lo que hará que sus posibilidades de actuar y pensar aumenten. Lo infinito del sujeto no sería un estado definitivo sino el proceso de potenciación o perfeccionamiento. Algo similar sucede en Kierkegaard, quien en Temblor y temblor presenta la tensión que tiene el caballero de la fe entre un infinito presente (aunque misterioso y terrible) y lo finito como cotidianidad; la diferencia importante que hay entre Kierkegaard y Spinoza, es que para el primero el infinito ya está presente en el sujeto, pero de una manera que no niega ni elimina lo finito como tal, pero tampoco lo asimila; esto Kierkegaard no lo llama un estado trágico, sino un estado de absurdo, porque el infinito se lo siente sin ser comprendido, acontece, transgrede, pero escapa a todo comprensión. Sólo que este caballero de la fe no es una persona normal, todo

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adecuada; de ningún modo Spinoza está afirmando que lo bueno sea una perspectiva, aunque tampoco la niega, pero con el objetivo del acercamiento al modelo ideal, se hace necesario que se tenga conocimiento de aquello que lo permite. 2. ¿En qué consiste ese modelo ideal de la naturaleza humana? Esto es complejo porque para Spinoza no hay un telos o un destino que sea propio de lo humano, por el contrario, se puede afirmar que lo humano es aquello que, al carecer de destino, debe crearlo; ese modelo se debe asumir como una posibilidad ideal, es decir, como aquello que la naturaleza humana podría llegar a crear. La potenciación y el perfeccionamiento tienen el sentido que en ese acto se determina el sentido del mismo; entonces la certeza de lo bueno debe utilizarse para esa creación. 3. Cuando Spinoza dice “que nos proponemos” (1983), se refiere al proyecto de la Ética: la substancia se expresa infinitamente de infinitos modos, y en cada expresión concreta y particular hay participación inmanente de la substancia (que sería lo infinito de lo concreto), y como el desarrollo de lo infinito de los modos es el proceso, entonces hacia donde o aquello que constituye el proceso no está determinado por la substancia, sino que ese desarrollo es indeterminado. Por eso Spinoza sólo define lo bueno, como lo que nos permite desarrollar esa posibilidad infinita. La creación del sujeto es, entonces, una acción de deseo, en la que el deseo mismo debe ser configurado para que permita, a su vez, dicha creación; es un acto recíproco de creación. Y dicha configuración del deseo, en un estado de deseo superior o de desear lo superior, es posible por la creación del sentido o de la idea. Podemos decir que Spinoza diferencia un afecto de una pasión, en el control que una idea adecuada ejerce sobre el primero; en la Proposición III del Libro V, afirma: “Un afecto que es una pasión deja de ser pasión tan pronto como nos formamos de él una idea clara y distinta” (Spinoza, 1983), porque en términos estrictos solo se debería llamar afecto a aquel deseo o afección de la que se tiene una idea clara y distinta y que, por lo tanto, se puede controlar, mientras que a aquel deseo o afección del que no nos hemos hecho una idea clara y distinta y que, por tanto, nos es confuso y no podemos controlar, lo debemos llamar pasión. Es por esto que el esfuerzo ético del sujeto debe consistir en concebir el máximo de ideas adecuadas (claras y distintas) de sus deseos o afecciones, para que estas redunden en un conocimientos de sí, que permitirá una creación de sí mismo.

Pero el sentido en el que asumimos lo superior también tiene dos definiciones más: un sujeto está en un estado superior o de elevación constante cuando tiene la capacidad de asumir un alto nivel de presión y cuando puede ir más allá de sí mismo. La ética de Spinoza tiene mucho de estoica en la necesidad de una auto observación constante de sí mismo, y en el hecho que el propósito del conocimiento o el saber está en la posibilidad que este tiene de permitir un modo de vivir, mas no en el saber en sí mismo, pero se aleja también un poco de la anterior porque en su filosofía es claro que lo bueno es lo que aumenta la perfección, y que se debe procurar, con todas las dificultades que esto tiene, siempre lo bueno/perfecto. V Con lo anterior podemos ubicar a Spinoza en el lugar de los filósofos del superhombre, junto con Nietzsche y Sloterdijk, entre otros. Pero este proyecto del superhombre ha tenido una recepción un tanto problemática durante el siglo XX. Dos grandes filósofos que se refirieron al respecto, afirmaron lo siguiente: Heidegger se pregunta si el proyecto del superhombre es una posibilidad fisiológica o una alegoría que Nietzsche utiliza para expresar y explicar su concepto de voluntad de poder, a lo que el filósofo alemán responde la segunda. Deleuze, por su parte, se hace la misma pregunta y responde que en el momento en el que él escribe no hay posibilidades ni fundamentos para responder afirmativamente a que el superhombre sea una posibilidad fisiológica, pero niega rotundamente que el superhombre sea sólo una alegoría. Estas dos respuestas, como se podrá comprender, no nos sirven para desarrollar el proyecto, además de que pueden ser superadas fácilmente; por eso nos asombran un poco las mismas. El superhombre puede ser considerado una posibilidad fisiológica en tanto que en Nietzsche, y en toda una tradición de pensamiento contemporáneo (en la que también se debe incluir a Spinoza y la recepción del mismo), el cuerpo no es considerado un entidad dada, no es una estructura determinada, es algo que tiene determinación, que se expresa mediante formas muy particulares y concretas, pero que no dan cuenta de lo que el cuerpo es o podría llegar a ser. Lo que el cuerpo es se lo puede comprender en términos de esa posibilidad, el cuerpo es lo que pudo llegar a ser y lo que puede llegar a ser. Una genealogía del cuerpo, tipo Foucault, llevaría a afirmar que hay un saber/ poder que ha determinado al cuerpo como lo que tiene una estructura y una funcionalidad determinada,

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De modo similar Gehlen plantea que el hombre es un ser incompleto física y psíquicamente, y que la función de las instituciones culturales es crear las condiciones necesarias para que ese estado de incomplitud no tenga consecuencias tan graves, en una naturaleza tan adversa como en la que el hombre nace, y para que pueda completarse a sí mismo; las instituciones culturales son una necesidad biológica. Esto tiene también una relación intensa con algunos planteamientos sobre bioética actuales, en donde se afirma, con justa razón, la necesidad biológica de lo ético, porque en un sujeto que no haya control de sí, ni reflexión, ni observación, ni prudencia hay altas posibilidades de un bajo nivel de vida y de que su vida se exponga a toda clase de peligros circundantes posibles; entonces se debe ser ético para garantizar la vida individual y social. Además, Geheln muestra que el nivel de desarrollo instintivo del hombre es mínimo, en comparación al de los animales, en términos del deseo, por ejemplo, los animales ya tienen definido en alto grado aquello que deben y necesitan desear para vivir, en tanto que en el hombre los deseos con los que nace son mínimos y básicos, por lo que su desear es vital y creativo. Un ejemplo de lo último es el deseo sexual, no hay bases biológicas firmes que determinen el deseo sexual humano, todo lo contrario, la vivencia de lo sexual es múltiple; pero otra cosa es que en un campo social se lo determine en una forma concreta. Para Nietzsche, entonces, el superhombre quiere decir la posibilidad que el cuerpo tiene de expresarse en formas y funciones siempre nuevas. Para Nietzsche el cuerpo se puede crear; es una tensión siempre constante entre lo que ya se es, que se determinó por lo genético y hasta por lo transgenético, y entre lo que se comprende que se puede y desea llegar a ser. La voluntad de poder la asumimos como esa fuerza epistémica: se comprende que se es posibilidad de creación de sí mismo.

Pero no es una posibilidad de creación de sí mismo cualquiera, sino una creación siempre mejor, cada vez más fuerte; si lo que se pone en juego en la filosofía de Nietzsche es la fuerza vital del sujeto, entonces no es posible sostener que el crearse sí mismo consiste en determinar una forma de sí mismo y en mantenerla, porque en ese mantenimiento la fuerza creadora como tal se perdería, y se retornaría al cuerpo determinado o al sujeto entendido como los más. La expresión “super” indica una renovación de la fuerza creadora. El superhombre es el sujeto que se renueva constantemente a sí mismo y asume el caos y la angustia que implica el querer hacer posible lo imposible. Pero además de lo anterior, nosotros vamos a asumir la concepción de superhombre desde las dos concepciones que ya anunciamos: capacidad de asumir un alto nivel de presión y posibilidad de ir más allá de sí mismo, para lo que estudiaremos la obra de Peter Sloterdijk. La primera tiene que ver con un estudio que el mencionado autor hace sobre la situación del sujeto en el mundo: la vida es esfuerzo; todo el “parque humano” (Sloterdijk, 2000) se lo debe comprender como el infatigable esfuerzo del hombre por sobrevivir, comprenderse a sí mismo y al mundo, sólo que este esfuerzo es más un ejercicio, una práctica, una disciplina que un proceso epistémico, sin decir que lo epistémico no sea también lo anterior, pero enfatizando que la vida implica un ponerse en marcha en el mundo. Lo importante no es lo que el sujeto es, incluso tampoco lo que puede ser, sino lo que ha tenido que hacer para poder ser lo que es o lo que puede. Sloterdijk afirma radicalmente que no hay religiones sino ejercicios, prácticas ejercitantes; podemos afirmar en una dirección similar que no hay filosofía, sino el acto de pensar, sin importar incluso el contenido del pensamiento mismo, sino ejercicio de pensamiento; que no hay deseo sino el acto de desear. Desde esta perspectiva todo lo que existe seria superior, porque vivir implica tensión, y esto es fundamental decirlo para quitarle el tono elitista y hasta de desprecio (Nietzsche) que la concepción de superhombre podría conllevar. Pero, por otro lado, que también es posible una renuncia del esfuerzo y una aceptación de un estado de realidad determinada; La explicación de esto, aunque suene redundante, es por la dificultad misma de asumir la tensión vital.

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que se puede y debe conocer; esto sustentaría la medicina como ciencia. Pero un poco más allá de Foucault, se puede afirmar también con Sloterdijk que ese saber/poder es una necesidad de control de algo que es en sí mismo incontrolable e incomprensible; el interés de comprender al cuerpo modu científico denota lo contrario de lo que se proponen, que no hay estructura ni constantes, salvo que se las determine, lo que también es una posibilidad real y evidente. Pero más allá de este miedo al cuerpo imposible, se puede reafirmar su estado no determinado y su posibilidad de determinarlo en formas abiertas y susceptibles de ser transformadas continuamente.

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Por lo que para Sloterdijk los que se esfuerzan, los que se ejercitan y hacen del ejercicio su modo de vida, son una minoría; pero esa minoría no es Nietzsche y Zaratustra, sino que se puede encontrar a lo largo de la historia misma de la humanidad, incluidas algunas manifestaciones y prácticas cristianas. Esto es fundamental porque nos permite comprender al superhombre como una posibilidad real, que ya ha acontecido y de las que se pueden encontrar múltiples ejemplos, y no como una alegoría o, algo peor, como una utopía. No importa la verdad, sino que tanto nivel de verdad podemos soportar sin destruirnos. Recordemos que para Spinoza la naturaleza y calidad de un cuerpo y un alma, se comprende en la naturaleza y calidad de las afecciones que puede asimilar.

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La segunda se explica muy bien con el ejemplo que Sloterdijk estudia en su libro Has de cambiar tu vida. Se trata de la vida del “lisiado” Unthan, nacido en 1848 y muerto en 1929, quien en 1925 publico un libro sobre su vida, “mecanografiado, de facto, con el pie y con ayuda de un punzón” (Sloterdijk, 2012). Hay varias características importantes en esta vida: nace lisiado, pero ingresa al Conservatorio de Leipzig, adquiere un alto nivel de virtuosismo, fue escuchado y alabado por figuras de la música como Johann Strauss y Franz Liszt. Pero lo que nos interesa es lo que Sloterdijk afirma: que es incomprensible que una persona de su estado haya logrado hacer lo que hizo; aquí muy poco tiene que ver la naturaleza o el talento, sino solo el esfuerzo. Unthan pudo llegar a hacer algo que una persona normal no podría hacer ni mínimamente. Unthan pudo ir más haya de su naturaleza de lisiado, ir más allá de sí mismo. La pregunta es ¿podemos considerarlo un superhombre? La respuesta es sí porque ningún ser vivo tiene determinado su ser, ni lo que puede llegar a ser, ni los animales y las plantas, mucho menos los humanos, pero tampoco tiene una expectativa o límites de eso que podría llegar a ser y hacer, es decir, no hay algo que podríamos denominar como lo humano, sino que lo que se puede llegar a ser y hacer es, en sentido estricto, ilimitado. Utilizando una poética afirmación de Sloterdijk, todo lo vivo puede hacer posible lo imposible, o lo que en algún momento se considera imposible. Ir más allá de sí mismo, en el proceso de creación de sí del sujeto, implica una posibilidad ilimitada. Esto es deseable.

las que se pretende determinar una esencia o estado particular del mismo, nosotros afirmamos que el hombre, y en nuestro caso el sujeto como tal, es una posibilidad de creación de sí mismo. De hecho podemos afirmar un axioma, a partir del cual se pueden determinar cuatro conclusiones; el axioma es: Todo es posibilidad de creación; y las conclusiones: El sujeto es posibilidad de creación, el sujeto se crea en tanto cree un sentido de sí mismo, la realidad como tal se puede transformar y crear, y todo lo anterior tiene la posibilidad de crearse en formas superiores. Referencias Aristóteles. (1985). Ética Nicomaquea. Madrid: Editorial Gredos. Aristóteles. (1994). Metafísica. Madrid: Editorial Gredos. Argullol, R. (1999). El héroe y el único. Taurus. Artaud, A. (1975). Para terminar con el juicio de Dios y otros poemas. Buenos Aires: Ediciones Caldén Artaud, A. (1978). El teatro y su doble. Barcelona: Editorial Edhasa. Artaud, A. (1985). Los Tarahumara. Madrid: Editorial Tusquets. Bataille, G. (1973). La experiencia interior. Madrid: Editorial Taurus. Bataille, G. (1978). Historia del ojo. España: Editorial Tusquets. Bataille, G. (1981). Madame Edwarda. España: Editorial Tusquets. Bataille, G. (1981). La literatura y el mal. Madrid: Editorial Taurus. Bataille, G. (1997). Las lágrimas de Eros. España: Editorial Tusquets. Bataille, G. (2007). El erotismo. España: Editorial Tusquets. Bauman, Z. (2004). Modernidad líquida. Argentina: Fondo de Cultura Económica. Benjamin, W (1972). Iluminaciones II: Baudelaire. Madrid: Editorial Taurus. Benjamin, W. (1975). El concepto de crítica de arte en el romanticismo alemán. Barcelona: Ediciones Península.

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El desarrollo, lo incorpóreo y lo material. Elucidaciones sobre el vínculo entre comunicación, poder y desarrollo Alexandra Molina Trujillo Universidad del Cauca [email protected]

Recepción: 17/04/14 / Aceptación: 20/06/14

Comunicadora Social y Periodista, Maestrante en Estudios Interdisciplinarios del Desarrollo de la Universidad del Cauca.

Palabras claves: Desarrollo, comunicación, poder, modernidad. Abstract: This paper presents an approach to the notion of development as discourse and its articulation with communication processes and power, assuming beforehand that various institutions have thinking developmentalists to the peripheral countries as a universal and essential task, whose strategic planning routes all peoples around of the world towards a single “ideal horizon modern welfare”. That is, a critical perspective of development epistemic approach seen as the unbeatable solution to different “problems” based on a colonialist/eurocentric view, betting on the agency “correct” of processes and potentialities, the “appropriate” guidance of cultures, worldviews, feelings and meanings towards a singular goal: the urbanization, the industrialization, the modernization and overall the acceptance and naturalization of the logics of domination and (neo) colonization. Keywords: Development, communication, power, modernity.

Introducción En el presente artículo es producto de una reflexión sobre la representación de la alteridad, la diferencia, como una construcción y clasificación social que obedece a criterios de nominación ideológica, política, cultural y económica. Lo que conlleva a formar parte de un proceso de creación de una imagen social, y del resultado de un complejo conflicto de intereses que promueven mantener el status quo, sobre lo cual, los medios masivos de comunicación han sido unos aliados importantes para que lograr ese objetivo. Sin embargo, también se muestra que es posible hacer un proceso de resistencia al trabajo ideológico desde procesos comunicativos propios, para dejar de lado la idea de desarrollo económico que descuida los otros factores sociales como la cultura, el medio ambiente y economías diversas; y se pasa a conocer y fortalecer saberes, significados y valores desde lo local; que en algunos casos particulares pueden tener como principal aliado a la internet, relacionando la comunicación digital y mediática con los procesos de empoderamiento, recordando que la comunicación es un proceso y no se reduce al hecho de emitir y recibir mensajes, de tal modo que puede ser estratégica en todo propósito de transformación. La clasificación social del mundo Existe una clasificación social del mundo, ésta se da través de distintos aparatos y dispositivos de poder que ponen en marcha diferentes mecanismos de dominación, persuasión, negación y representación totalizante del universo complejo que es “el otro”, la diferencia. El desarrollo, entendido como construcción discursiva (Escobar, [1996] 2012) y tema recurrente en

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Resumen: Este trabajo presenta una aproximación a la noción de desarrollo como discurso y su articulación con procesos de comunicación y poder, asumiendo de antemano que diversas instituciones presentan ideas desarrollistas a los países periféricos como una tarea universal e imprescindible, cuya planeación estratégica encamina a todos los pueblos del mundo hacia un único “horizonte ideal de bienestar moderno”. Esto es, un acercamiento crítico al planteamiento epistémico del desarrollo visto como la insuperable solución a diferentes “problemáticas” planteadas desde una visión colonizadora/eurocentrista, apostándole al “correcto” agenciamiento de procesos y potencialidades, la “adecuada” orientación de las culturas, visiones de mundo, sentires y significados hacia una meta singular: la urbanización, industrialización, modernización y en general, la aceptación y naturalización de las lógicas de dominación y (neo)colonización.

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las agendas públicas, privadas y de tercer sector, ha jugado un papel determinante en dicha tarea. Hablar del desarrollo como narrativa maestra de poder y como régimen representacional es hablar de una densa imposición (a veces sutil, a veces directa) de políticas coloniales, imbricación de intereses, exclusiones, fuertes debates, desposesiones, injusticias, encubrimientos y exterminios de la diversidad; es hablar de recetas de antaño y de hoy que velaron y continúan velando por mantener la concentración no solo del poder sino también del bienestar económico y social en unos pocos; de proyectos que en vez de disminuir el deterioro social, económico, ambiental y cultural de los pueblos, lo nutrieron y persisten en nutrirlo en la actualidad.

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Esa narrativa es trabajada por diversas disputas de un solo patrón de poder que se ha venido construyendo desde siglos atrás, vinculando diversos espacios – tiempos que son históricamente heterogéneos, anulando alternativas de gobierno, autonomía, economía y política, para configurar un único y universal orden mundial, criminal (Galeano & Ziegler) por demás, puesto que desde esa distribución surgen innumerables injusticias sociales y cognitivas. De la mano de esta maquinaria ha sido imprescindible, como pensaba Foucault, ejercer el poder a partir de nominar al otro, enfatizando en la necesidad de promover aquello que el “yo” moderno tiene y aquello que al “otro” tradicional “le falta”.

sistema o cuadrícula del mundo se apropia de la alteridad y la delimita a un todo homogéneo, efecto o herencia del colonialismo. Entonces, un discurso va más allá de nominar haciéndose práctica, es articulado desde el poder por una hegemonía que disciplina y controla, que esconde unas realidades y pone énfasis en otras, aquellas que se hacen imprescindibles para la construcción de la experiencia en el mundo, de la realidad. “Es necesario concebir el discurso como una violencia que se ejerce sobre las cosas, en todo caso, como una práctica que les imponemos; es en esta práctica donde los acontecimientos del discurso encuentran el principio de realidad” (Foucault, 1970, p. 53). En otras palabras, el lenguaje y las representaciones nutren la concentración del poder en algunos grupos dominantes no solo porque pertenecen al mundo de lo simbólico y lo discursivo sino porque “…este carácter abstracto, genérico, categorial, del significado del signo depende la capacidad del Lenguaje de producir la realidad, es decir, para ordenar, prever, modificar… o hacer soportable lo real” (Gonzáles Requena, 2014). Así, el saber y el discurso como poder naturalizan la dominación, permean y persuaden alimentando la construcción histórica de la sociedad capitalista.

“El concepto de clasificación social, en esta propuesta, se refiere a los procesos de largo plazo en los cuales las gentes disputan por el control de los ámbitos básicos de existencia social y de cuyos resultados se configura un patrón de distribución del poder centrado en relaciones de explotación / dominación / conflicto entre la población de una sociedad y en una historia determinadas” (Quijano A. , 2000, p. 367).

“La “occidentalización del mundo” podría ser en palabras de Latouche (2004), como de Sachs (1996), el espíritu que ha orientado y aún hoy orienta los proyectos expansivos y hegemónicos, en los que diversos dispositivos integran la arquitectura discursiva y las efectuaciones de la dominación. La modernidad y sus distintos dispositivos de captura y disciplinamiento –desarrollo, modernización, cientifización, monocultura-, integran la plataforma desde donde se edifican las líneas clasificatorias geopolíticas y geoculturales, siempre inscritas en el horizonte de desenvolvimiento y consolidación del mundo occidental” (Quijano O. , 2012, p. 94).

A este proceso de nominación y clasificación de mundo se le puede llamar occidentalización, “representación colectiva” que legitima la modernidad y la cohesión social desde una sola perspectiva: paquete de bienestar y vida utópica, producto elevado en lo concerniente al tipo de sociedad, a la política, economía y progreso indefinido (porque también las clasificaciones son infinitas y deben reinventarse, estar en constante movimiento, dinamizándose y recreándose). Este

Cabe detenerse en la lógica dualista del desarrollo como la forma de reorganización geopolítica del mundo, un dispositivo aliado a la modernidad, la modernización y en línea directa, al evolucionismo y a la colonialidad. Por ende, se edifica en la idea de que hay superioridad e inferioridad de visiones de mundo e identidades. Por ejemplo, el evolucionismo en la conquista de América y la expansión del capitalismo, clasificó socialmente la población del mundo y se ha

El desarrollo, lo incorpóreo y lo material. Elucidaciones sobre el vínculo entre comunicación, poder y desarrollo / Alexandra Molina Trujillo

La colonialidad por su parte, “es uno de los elementos constitutivos y específicos del patrón mundial de poder capitalista. Se funda en la imposición de una clasificaicón racial/étnica de la población del mundo como piedra angular de dicho patrón de poder y opera en cada uno de los planos, ámbitos y dimensiones, materiales y subjetivas, de la existencia social cotidiana y a escala societal” y, además, apoya la configuración del universo de dominación eurocéntrico que fue denominado como la modernidad, (Quijano, 2000). La lógica dualista del desarrollo En América Latina surgieron pensamientos de la economía de corte liberal (años 40 y 50), donde el derrotero del desarrollo era el crecimiento económico, el cual redundaría en la mejora en las condiciones de vida a partir del perfeccionamiento de la ciencia, técnica, industria y urbanización. En Colombia, la planeación de la gestión pública también tiró sus redes al proyecto modernizador, que estaba atado al Estado desarrollista, “cuya misión es promover el desarrollo económico y la acumulación de capital, proveer las garantías sociales necesarias para la consolidación del capitalismo y asegurar los consensos políticos requeridos para el éxito del proyecto modernizante” (Velásquez, 1996, p. 61). Pareciera que durante el siglo XX se presentaban maneras aparentemente distintas de alcanzar el “desarrollo”, pero si se hila de fondo, si se remueve el andamiaje discursivo, puede verse algo que subyace, algo que permea. Para citar un ejemplo, el modelo

propuesto por el comunismo, aunque distinto al que proponía el capitalismo eurocentrista, apuntaba al desarrollo económico tal cual lo hacía la ideología capitalista. “Un movimiento comunista alcanza el poder: ¿qué impedirá a esta nueva forma social compartir la suerte de sus antecesores y desvanecerse en el aire moderno?” (Berman, 1988, p. 8). La urbanización, tecnificación e industrialización como objetivos prioritarios que responderían a la necesidad de mejorar la calidad de vida de las personas, a partir de sumergirse en las lógicas del crecimiento económico y del mercado de la economía hegemónica, seguiría siendo la única necesidad para lograr el ideal de “bienestar”. Así, aún muchas de las críticas al desarrollo se presentan como tendencias que juegan desde las mismas lógicas economicistas. En la segunda posguerra se refuerza el desarrollo como construcción discursiva (Escobar, La invención del desarrollo, [1996] 2012) con un auge significativo entre los años 50 y 60. El paralelo agudizó una nueva politización: los países “desarrollados” y los “subdesarrollados”, que se enfrentaron como aquello que la modernidad enfrenta: el yo y el otro. En términos de geopolítica, el discurso emprendió con fuerza desde la década del 40 cuando Harry S. Truman, en ese entonces presidente de Estados Unidos, recobrando sentidos de lo que antaño era el progreso, separó a los países desarrollados de los subdesarrollados, haciendo una sola creación de todos los pueblos que no alcanzaban a pasar el umbral, convirtiéndolos en una alteridad adecuada para intervenir y desarrollar, quienes, como expuso Esteva, (2010, p.2), “dejaron de ser lo que eran, en toda su diversidad y se metamorfosearon en un espejo que los desprecia y los envía al final de la cola, un espejo que reduce la definición de su identidad, la de una mayoría heterogénea y diversa, a los términos de una minoría pequeña y homogeneizante”.

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resignificado en los proyectos desarrollistas, no solo poniendo en marcha el motor del movimiento creciente que ubica en una posición lineal a todos los pueblos sino al seguir otorgándole un valor significativo a la meta preestablecida como universal.

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Así, desde las nuevas construcciones, el otro (distinto por ontología al moderno) al que habría que modernizar fue transfigurado en una “nueva” contraposición: desarrollado y subdesarrollado: desarrollado el pueblo que alcanzó la meta a través de la ciencia, la tecnología y el saber eurocentrista, y subdesarrollado el que continuaba en un mundo tradicional, atrasado y por ende pertinente para la puesta en marcha de proyectos desarrollistas netamente economicistas, que desatendían los tramos que componen el todo social, cultural, político, económico e ideológico de la diferencia. Ese paralelo, o lógica de contraste, sigue sustantivando el planeta, cartografiándolo desde el enfrentamiento de ese yo moderno con el otro tradicional, naturalizando, como dice Gustavo Esteva la “percepción de uno mismo como alguien –quetodavía – no –es- pero –será” (1992, p. 16), ignorando y desechando sentires, saberes y conocimientos (algunos chamánicos, para abordar el tema desde la perspectiva de (Escobar, 2011), esto es, mitos, rituales que dan cuenta de otras formas de ser - estar y ordenar el mundo). “Habría que subrayar que la teoría del desarrollo o el desarrollo como problema analítico, surgió en los primeros años de la posguerra, cuando se descubrió que habían diferencias sustantivas en términos de tasas de crecimiento, de igualdad en la distribución del ingreso, y otros indicadores entre los países desarrollados y los subdesarrollados; ello provocó una reacción muy fuerte especialmente en América Latina, para buscar que el Plan Marshall de la reconstrucción europea fuera aplicado en la región.” (Bejarano, 2002, p. 27).

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Durante esa y las siguientes 5 décadas, las preocupaciones teóricas rondaban sobre el optimismo del ideal de progreso moderno1 a partir de identificar problemáticas que se podían solucionar de arriba hacia abajo y desde los postulados de la economía hegemónica. Cabe señalar también, que se puede hablar de distintas adjetivaciones del concepto de desarrollo, pero siempre de un mismo sustantivo: desarrollo sostenible, desarrollo local, desarrollo endógeno, etc., lo que de alguna forma u otra, persiste en someter a los pueblos a la dependencia de las lógicas del crecimiento económico. 1 Años 40 y 50 desde la mirada liberal, 50 y 60 desde la crítica marxista en la mirada reflexiva de los teóricos de “la dependencia, finalmente, 80 y 90, desde la mirada del posestructuralismo para hablar del postdesarrollo como horizonte teórico y posibilidad práctica”.

Nominar a la diferencia como desarrollado o subdesarrollado o en vías de desarrollo, organiza el orden mundial con aparatos de adoctrinamiento y persuasión en detrimento de toda la diversidad social, política, económica, cultural e incluso ambiental del planeta; define al otro violentamente, lo encasilla, lo discrimina, lo reduce, niega sus espacios, significados, visiones, sentires, pensamientos, símbolos, representaciones y sentidos. Esta manera de clasificar y reducir el mundo promueve nuevamente muchas dicotomías: bueno / malo, pobre / rico, desarrollado / subdesarrollado, primer mundo / tercer mundo. Mantener ese orden como verdad universal, como método y paquete universal, se convierte en la necesidad prioritaria de los países de “primer mundo” que se encargan de otorgar un sentido a la realidad y de agenciarla. Podría surgir un cuestionamiento alrededor de la comunicación como poder, particularmente en el proceso comunicativo de masas ligado a la hegemonía cultural, siguiendo el concepto de Gramsci, citado por Pablo Dávalos, “la condición de posibilidad de ejercer el poder a través de la violencia de los discursos y de la imposición que permite que la dominación se realice por consenso, ha sido dominada como ‘hegemonía’” (Dávalos, 2011, p. 37). Así, la reflexión sería orientada a los primeros estudios sobre la comunicación, pero se conoce que en dicha mirada “crítica” se atisbaban miradas eurocéntricas y lo suficientemente limitantes dado el vasto sentido que conlleva la comunicación como proceso y acción que no lo reduce, ciertamente, a un aliado del poder y que en sus efectos en lo que fue llamado “masa”, también intervienen filtros (lo cultural, social, las prácticas, los usos y sentidos) que permiten la resignificación de los mensajes. “La atención que se le ha otorgado, en especial en Latinoamérica, a la hibridización cultural, es otro intento de hacer visible el encuentro dinámico de las prácticas que se originan en muchas matrices culturales y temporales, y la medida en la que los grupos locales, lejos de ser receptores pasivos de condiciones transnacionales, configuran activamente el proceso de construir identidades, relaciones sociales y prácticas económicas. La investigación etnográfica de este tipo -que definitivamente continuará por muchos años- ha sido importante en esclarecer los discursos de las diferencias culturales, ecológicas y económicas entre las comunidades del Tercer Mundo en contextos de globalización y desarrollo.” (Escobar, 2000, p. 127).

El desarrollo, lo incorpóreo y lo material. Elucidaciones sobre el vínculo entre comunicación, poder y desarrollo / Alexandra Molina Trujillo

«La lucha del hombre contra el poder es la lucha de la memoria contra el olvido» Milan Kundera No se pueden desconocer los incontables estudios sobre el proceso comunicativo y las conclusiones que se han tomado a partir de analizarlo, reconociendo de antemano que “el mercado de las fusiones de medios mueve miles de millones de dólares al año. […] Cuando la economía capitalista goza de buena salud (en medio de sus crisis cíclicas), las adquisiciones y fusiones de medios crecen en cantidad y calidad (o montos). Luego, la tendencia a la monopolización del control de los medios es un resultado natural del buen funcionamiento de la economía capitalista, y por tanto lo es también el crecimiento del poder que los mismos detentan en la sociedad” (Segovia, 2010, p. 110). Los medios tienen una creciente responsabilidad en lo que respecta al suministro de la base sobre la cual los grupos y clases construyen imaginarios sociales, valores y significados de los otros grupos y clases o del conjunto social que está compuesto por varias piezas y expresado como una “totalidad”. “Esta es la primera de las grandes funciones culturales de los medios modernos de comunicación: el suministro y construcción selectiva del conocimiento social, de la imaginería social por cuyo medio percibimos los “mundos”, las “realidades vividas” de los otros y reconstruimos imaginariamente sus vidas y las nuestras en un “mundo global” inteligible, en una “totalidad vivida” (Hall, 1977, p. 384). Al reconocer los medios de comunicación masivos, como cuarto poder, siguiendo la idea de los tres poderes clásicos de Montesquieu (ejecutivo, legislativo

y judicial), y reconociendo su rol en la sociedad, se puede pensar también en la posibilidad de resistencia a partir de ejercer un quinto poder, concepto reciente que está encaminado a describir la fuerza de la ciudadanía organizada o no, con posibilidades comunicativas más allá de sus entornos próximos. Se está hablando de la gente que desde sus locus de enunciación puede ser contestataria e infatigable, apoyarse en los nuevos medios de comunicación y en la Internet debido al carácter libertario y democratizador de esta última, para erigirse como sujeto y actor partícipe de los mensajes que lee y emite, posibilitando una autorrepresentación - circulación de diversidad de productos simbólicos, procesos de inclusión, participación y visibilización de la pluriversidad de voces, encuentros, diálogos, negociaciones y resistencias. No se intenta subyugar el proceso comunicativo a los entornos tecnológicos, que de alguna manera siguen abordando el desarrollo desde una mirada desarrollista, sino desde un proceso individual o colectivo que le aporte a la sociedad la posibilidad de deshacerse de las vendas que han oprimido a los distintos pueblos dominados, quienes han construido sus imaginarios y subjetividades muchas veces desde la referencia del bloque hegemónico. Así, la idea es apoyarse en pensamientos otros, lógicas otras, saberes otros; lo propio, lo de cada pueblo, letra o cultura, para ver con mayor claridad aquello que ha sido impuesto y contra lo que habría que luchar. Mirar las promesas de lo que ha sido el desarrollo, la modernidad y modernización, sin dejar de lado un examen crítico y reflexivo que devele sus ambivalencias y contradicciones en cada definición, en tanto complejo paquete que promete e interpela múltiples formas y sentidos, ocultando los daños y las marcas dejadas tras su paso: graves problemas económicos,

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Los medios de comunicación, el quinto poder

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sociales, ambientales y culturales. Dudar de eso que se ha planteado y naturalizado como único camino para aportar desde el discurso y la práctica política, ideas de resistencia y transformación. Asumir la particularidad de cada contexto y la creatividad de cada pueblo para crear, fortalecer y mantener sociedades distintas. Y bien, si se puede, si se tienen los recursos, desde la internet y el quinto poder, “un “quinto poder” que nos permita oponer una fuerza cívica ciudadana a la nueva coalición dominante. Un “quinto poder” cuya función sería denunciar el superpoder de los medios de comunicación, de los grandes grupos mediáticos, cómplices y difusores de la globalización liberal. Esos medios de comunicación que, en determinadas circunstancias, no solo dejaron de defender a los ciudadanos, sino que a veces actúan en contra del pueblo en su conjunto.” (Ramonet, 2003). Transformar el mundo como posibilidad “Tenemos que obligar a la realidad a que responda a nuestros sueños, hay que seguir soñando hasta abolir la falsa frontera entre lo ilusorio y lo tangible, hasta realizarnos y descubrir que el paraíso perdido está ahí, a la vuelta de la esquina” Julio Cortázar

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Para develar y contrarrestar ese poderoso andamiaje se hace necesario un cambio, esta vez no pensado de manera universal sino desde las particularidades de cada sociedad en su totalidad, esto es, desde una visión holística de una cultura, sociedad o pueblo cartografiando sus dimensiones históricas, políticas, sociales, ambientales y económicas. Conocer lo local, caminar los mundos, conversar, entrar en los ámbitos de las comunidades, los saberes, formas de ser y vivir en comunidad para visibilizar la diferencia y difundir socialmente procesos culturales propios desde las comunidades y su contexto y perspectiva. Como afirmó Escobar, el conocimiento moderno ya no se da abasto frente a todas las problemáticas actuales. “Mi argumento es que la complejidad del conocimiento académico y la aparente simplicidad del pachamámico son efectos de discurso y, por tanto, de poder –es decir, tienen un comienzo, un periodo de hegemonía, y posiblemente un final, del cual ya pudiéramos estar presenciando los primeros atisbos. [...] Pero ahora me interesa pasar a un tercer nivel de análisis para sugerir por

un lado que los conocimientos modérnicos (cMs) son limitados para iluminar caminos ante la crisis social, ecológica, y cultural actual y, por el otro, que los conocimientos pachamámicos (cPs) son vitales para ello”. (Escobar, 2011, p. 268). ¿Cómo pensar, entonces, en las personas que desde su lugar como espacio histórico y social pueden reflexionar sobre sus imaginarios sociales, realidades, problemáticas, líneas y planes de acción hacia una transformación? ¿Es necesaria? La investigación siempre deja más preguntas que respuestas. Entre tanto, acercarse al conocimiento de lo local es una posibilidad para escuchar a los pueblos, desde su oralidad, por ejemplo, desde aquello que es rebelde e inasible: fluir, movimiento, palabra que no se doma, sabiduría y alegría. Pensarlo, como dice Escobar, (2011, p. 126), dejando de lado el modelo capitalo – céntrico (Gibson & Graham, 2011), esto es, anulando el capitalismo como centro de la narrativa del desarrollo y encontrando otras prácticas sociales y económicas como alternativa, por ejemplo economías biodiversificadas, cooperativas locales, etc. Cabe decir que el análisis debe ser contextualizado, para ello la comunicación, la investigación, el encuentro, la gente empoderada desde su propio interés, el entorno, la conversa2, puede guiar el propósito hacia opciones distintas a todo este bloque de poder, clasificación y sentido de mundo. Un trabajo situado, como diría Sousa Santos, empezando desde la justicia cognitiva, desde la justicia social. Son los mismos pueblos quienes pueden analizar y reflexionar ante el enorme trabajo ideológico que, desde la modernidad y el discurso – práctica del desarrollo, se consolida, unifica, legitima y difunde en un gran consenso: las necesidades acomodadas a las relaciones mercantiles de la economía capitalista, ideales de éxito, estereotipos, regulaciones, morales, ideales de bienestar. “Dicho de otra manera, una reafirmación del lugar, el no capitalismo, y la cultura local opuestos al dominio del espacio, el capital y la modernidad, los cuales son centrales al discurso de la globalización, debe resultar en teorías que hagan viables las posibilidades para reconcebir y reconstruir el mundo desde una perspectiva de prácticas basadas en-el-lugar.” (Escobar, 2000, p. 115). Resistencia, participación real en la que se acuerden procesos, se lea y comprendan realidades otras, se 2 “Que el mundo charle, converse entre sí con más ideas” Boaventura de Sousa Santos.

El desarrollo, lo incorpóreo y lo material. Elucidaciones sobre el vínculo entre comunicación, poder y desarrollo / Alexandra Molina Trujillo

Son los mismos pueblos quienes pueden replantear o fortalecer otros caminos posibles. En cuanto a “empoderar”, se revela la necesidad de alejarse de los rezagos del pasado en el que lustros tras lustros se intentó acabar con el otro, “empoderarándole” desde una participación simbólica, y actuar desde el propio ser y sentir de los pueblos. “los Pobres llevan su propio ritmo de empoderamiento: un ritmo que surge de la sabiduría y de la experiencia y no de personas sentadas bajo un ventilador, en un cómodo despacho urbano, haciendo planes sobre una pizarra. Los Pobres saben de sobra que si quieren empoderarse –y lo quieren– tienen que ser prudentes. Sabemos muy bien que, en un entorno que nos es desfavorable en todos los sentidos, nuestra mejor herramienta es la estrategia – no es la fuerza ni el poder–.” (Menike, 1993, p. 3). No obstante, hay que tener cuidado con ser demasiado radicales, en 2011, Escobar reflexionó en torno a la necesidad de saber de antemano que “el conocimiento local no es “puro”, ni libre de dominación; los lugares pueden tener sus propias formas de opresión y hasta de terror; son históricos y están conectados al mundo a través de relaciones de poder, y de muchas maneras, están determinados por ellas. La defensa del conocimiento local que se propone aquí es política y epistemológica, y surge del compromiso con un discurso anti-escencialista de lo diferente” (p. 129). Conclusiones Como se ha dicho, la representación de la alteridad, de la diferencia, es una construcción y clasificación social que obedece a criterios de nominación ideológica, política, cultural y económica. Hace parte de un proceso de creación de una imagen social, de una forma de “orden criminal del mundo” y del resultado de

un complejo entramado de intereses que se proponen mantener el status quo. Los medios han sido aliados fuertes en ese trabajo. El ideal moderno promovido por el modelo occidental genera una dependencia desde el centro, desde la palabra, la comunicación, la representación. Siguiendo las ideas de Althusser, la escuela se encarga de reproducir la fuerza de trabajo y los medios de comunicación, por su parte, de producir no solo nuevos mercados sino también de reforzar la dominación, concepciones de mundo, ideales de éxito, estereotipos estandarizados y regulación de concepciones contradictorias, representaciones diversas, sentidos3 y caminos que aseguren que el orden mundial impuesto siga nutriéndose de ideas favorables a los intereses de los grandes centros organizados o clases dominantes desplazando, en efecto, los de las clases no favorecidas. Pero siempre se puede resistir al trabajo ideológico desde procesos comunicativos propios, para que ya no se hable más de la idea de desarrollo económico que descuida los otros factores sociales como la cultura, el medio ambiente y economías diversas; se podría comenzar por conocer y fortalecer saberes, significados y valores desde lo local, aliándose ¿por qué no?, en casos particulares, a la internet, relacionando la comunicación digital y mediática con los procesos de empoderamiento, recordando que la comunicación es un proceso y no se reduce al hecho de emitir y recibir mensajes de tal modo que puede ser estratégica en todo propósito de transformación. Referencias Bejarano, J. (2002). Teorías y modelos del desarrollo. Papel Político, 25-36. Berman, M. (1988). Todo lo sólido se desvanece en el aire. La experiencia de la modernidad. Madrid : Siglo XXI de España Editores, S.A. Cortázar, J. (1964). (A. 29, Entrevistador) Dávalos, P. (2011). La democracia disciplinaria. El proyecto posneoliberal para América Latina. Bogotá: Ediciones desde abajo . 3 Los medios como entes que dotan y construyen el conocimiento de mundo en tanto imaginario social que asegure la cohesión y coherencia a este orden mundial, como reguladores y clasificadores de significados que integren en un gran consenso los distintos puntos de vista. Un trabajo ideológico de unificación y consolidación sin precedentes.

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gesten formas de organización, comunidad, solidaridad; hombres y mujeres que comunican, contestan, se fortalecen, y erigen como sujetos y actores de su propio mundo, universo y representación. Gilbert Rist dijo: “los numerosos fracasos del desarrollo, son también el triunfo de la diversidad cultural” (Rist, 2002, pág. 277). De ello se pueden concluir muchas cosas, que son los mismos pueblos quienes pueden discernir entorno a las promesas de la modernidad y el desarrollo para develar sus paradójicas definiciones pues “en el seno de la civilización occidental, la elevación del nivel de la vida está gangrenado por el descenso de la calidad de la vida. El malestar parasita el bienestar” (Morin, 1998, p. 154).

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Decolonizar el pensamiento como acto liberador del sujeto latinoamericano Silvia María Salazar Giraldo [email protected] Universidad del Cauca

Recepción: 14/04/14 / Aceptación: 06/06/14

Abogada, Magister en Estudios Interdisciplinarios del Desarrollo de la Universidad del Cauca, defensora de Derechos Humanos, educadora popular; trabajadora comunitaria y cultural. practices of what constitutes the “other” (population groups and nature) existing outside their logic. It’s not only a description of facts and a story, but above all, it aims to show that the only way to think of a truly liberating project is dismantling and not only rethinking and re-reading this reality; it means removing the entire epistemic, ontological, cultural and social framework that has shaped and determined behaviors and ways of being, doing and being in this world. It sums up, to “think for onesefl” means decolonizing the thinking, and that is the only option for freedom.

Resumen: Este trabajo presenta una reflexión crítica al proyecto moderno/colonial, desarrollado en “Nuestra América”, a partir de finales del siglo XV, con el “descubrimiento” – “invención” del continente, en el entendido que la colonialidad es parte constitutiva del proyecto de modernidad, que trajo como consecuencia las prácticas excluyentes, discriminadoras, invisibilizadoras y exterminadoras de todo lo que constituye “el otro” (grupos poblacionales y naturaleza) existente por fuera de sus lógicas. No sólo es una descripción de hechos y de una historia, sino, ante todo, pretende mostrar que la única manera de pensar en un proyecto verdaderamente liberador, es desmantelando y no solo re-pensando o re-leyendo esta realidad; significa desmontar todo un andamiaje epistémico, ontológico, cultural y social que ha moldeado y ha determinado los comportamientos y la manera de ser, hacer y estar en este mundo. Termina planteando que, “pensar con cabeza propia”, significa decolonizar el pensamiento, y que es la única opción para la liberación. Palabras clave: Modernidad decolonialidad, cultura, naturaleza.

colonialidad

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Abstract: This paper presents a critical reflection of the modern/colonial project, developed in ‘Our América’, from the late fifteenth century, with the “discovery invention” of the continent, with the understanding that coloniality is a constitutive part of the project of modernity, which resulted in exclusionary, discriminatory, invisibilizing and exterminating

Keyword: modernity - coloniality - decoloniality, culture, nature.

Introducción Esta reflexión parte de la realidad y contexto de la autora, situándose en el presente de la existencia y recogiendo las experiencias que a lo largo de más de treinta años de lucha por la defensa de unos ideales sociales y políticos, permiten continuar la ´decantación´ de paradigmas rígidos/occidentalizados que no han permitido que de manera real se dé un salto cualitativo en el logro de los sueños. Pensar en la posibilidad de deconstruir toda una estructura epistémica, ontológica, lingüística, social y cultural enseñada por más de cinco siglos - (de manera vertical y autoritaria) desde el hogar (donde se tejen toda clase de micropoderes, de sujeciones y tiranías), pasando por la escuela (espacio castrador de las posibilidades creativas y estéticas), para desembocar en la universidad (espacio unidimensional, fragmentador de la vida y de las disciplinas, jerarquizado, arribista y competitivo) - no es una tarea fácil; significa una empresa titánica y hasta cierto punto quijotesca, que nos exige el mayor esfuerzo y la mayor coherencia entre la teoría y la praxis. Aquí se ubica la mayor dificultad: desmontar los discursos impuestos (unas veces de manera contundente y arrolladora, otras

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“[…] Pensar con cabeza propia no significa asumir posturas de chovinismo epistémico y cerrarse a los aportes del pensamiento provenientes de cualquier parte del mundo, así como de pensadores con los cuales se puede coincidir parcial o totalmente. Por el contrario, significa asumirlos, pero no indiferenciadamente sino en correspondencia con las exigencias cognoscitivas, axiológicas e ideológicas que cada momento reclama […]” (Guadarrama, 2002).

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sutilmente) que por siglos han determinado nuestra vida personal y colectiva y, por ende, ha colocado aquí y ahora cumpliendo un papel en dos sentidos concretos: bien, perpetuando y avalando el discurso colonial (por ignorancia o por convicción) o, en el mejor de los casos, atacando un proyecto dominante y hegemónico (práctica “subversiva”) que cambió el rumbo de “nuestra historia”, haciendo internalizar la idea de ser: “bárbaros”, “inferiores” y “subdesarrollados” (sin desconocer las “insurgencias” y rebeliones constantes). Desde la realidad concreta como mujer, como habitante de este lugar y entorno, como persona comprometida con la transformación de la realidad, se proyecta esta reflexión, partiendo de la conciencia sobre la necesidad de la “transformación epistémica geopolítica-corporal” (Mignolo, 2007, p. 12) como premisa fundamental para revolucionar las estructuras construidas durante más de cinco siglos en América Latina, aterrizando este discurso a la práctica social y política cotidiana. Soñar con la utopía de la revolución económica, social, política y cultural obliga a conocer el discurso hegemónico de la modernidad y su componente fundamental, la colonialidad; conocerlo permite la posibilidad de deconstruirlo, desnaturalizarlo para ir forjando nuevas relaciones que le den a la vida otro sentido más profundo y edificante. Así, se empieza por reconocer el propio pensamiento, que a pesar de todos los esfuerzos académicos y políticos, sigue colonizado por una estructura pesada que moldeó nuestra manera de pensar, actuar, ser y estar en el mundo y que, de alguna manera, es un obstáculo grande para trascender y lograr cambios substanciales en la sociedad. Estos comportamientos colonizados se reflejan en la manera de actuar y de relacionarse, en la concepción que tenemos sobre vida, política, cultura, arte y en las prácticas cotidianas que reflejan la educación impartida que nada tienen que ver con la liberación humana en consonancia con el respeto a la naturaleza.

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La “invención” de un continente Génesis: La creación. 1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas […] (La Santa Biblia, 1986, cap. 1 – vers. 2).

En esta premisa de la Biblia descansa el mito fundante de la creación y el orden del cosmos; así, en la aplicación de un proyecto hegemónico que “inventa” a América Latina se fue estructurando toda una matriz de poder que sigue incólume hasta ahora y que ha utilizado todas las formas para ejercer su poder intimidatorio basado en la culpa y el terror a la condena y al sufrimiento eterno. De esta manera, sobre la concepción mítico-cristiana se fue imponiendo una sola cultura, lengua, un solo Dios. Nuestro continente, habitado por culturas milenarias y sabias como los aztecas, los mayas, los incas, los muiscas, entre otros, a finales del siglo XV empezaron a ser ´borradas´ tanto física como culturalmente. Se ´creó´ el cuarto continente que fue anexado a los otros tres que la cristiandad había imaginado. Durante todo el tiempo de formación académica, desde la primaria pasando por el bachillerato y la universidad, nuestro pensamiento, cuerpo y sensaciones fueron moldeadas de acuerdo a este paradigma moderno-colonial que ha servido para encubrir y justificar la esencia de la colonialidad; éste hace parte de una estructura de poder convertido en un verdadero panóptico que todo lo vigila, pero que no es vigilado ni cuestionado por quienes son víctimas de su seguimiento y vigilancia. Así, “El poder fabrica a los individuos, crea sus gestos y sus cuerpos, engendra placer y saber. El poder no es la represión, ni un aparato de estado (como lo creyó el marxismo), ni una superestructura, sino que el poder “transforma a los individuos en sujetos” (Dreyfus & Rabimow, 1984, p.302). Siguiendo con la idea de la “invención” de América (siglo XVI) y de América Latina (siglo XIX), es menester señalar que es desde la perspectiva de la colonialidad – lo que es igual a hurgar las bases del constructo imperial/colonial -, donde se puede desentrañar el proyecto de la modernidad; los relatos europeos se forjan desde esta perspectiva. Europa y sus intelectuales reconocen la existencia de unos pueblos y un mundo por fuera de sus fronteras, pero éstos sencillamente han sido tratados como “objetos”, como seres de categorías inferiores, nunca a la “altura” del “blanco” y “civilizado”. Es decir, este continente, desde finales del siglo XV fue invisibilizado, cargando hasta hoy con el “INRI” de “subdesarrollado”. Nos consideraron gentes sin historia a quienes había que “enseñarles” las normas del ´comportamiento correcto´. No es gratuito lo que hoy sucede en Estados Unidos, donde en las

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escuelas se les enseña a los niños que la Amazonía pertenece a este país1. Entonces, este continente es la consecuencia de la primera expansión comercial europea y el motor del capitalismo. Lo que nunca nos enseñaron, es que el proyecto de la modernidad se construyó sobre el exterminio y el genocidio de indios y negros; bien por el contrario, nos enseñaron a adular al invasor, o si no, ¿por qué construyen estatuas a los conquistadores? ¿Por qué Santiago de Cali está señalada por el dedo inquisidor de Sebastián de Belalcázar? Vale la pena traer en esta ocasión al maestro Estanislao Zuleta, cuando planteó: […] Dostoyevski entendió, hace más de un siglo, que la dificultad de nuestra liberación procede de nuestro amor a las cadenas. Amamos las cadenas, los amos, las seguridades porque nos evitan la angustia de la razón. (Zuleta, 1980/1994).

La historia oficial (la de los poderosos y vencedores) nos ha enseñado que la “Madre Patria” (España) “descubrió” (invadió) a América y que nos hizo un favor al enseñarnos (imponernos) el idioma español, a adorar un Dios castigador e implacable que puede condenarnos o salvarnos, a tener una actitud genuflexa ante cualquier imperio, a aceptar todo lo foráneo, aprendiendo a avergonzarnos de lo que somos. Así, 1 Aparte del texto de geografía de 6to. grado en EEUU donde se señala, que ellos tomarán el control del amazonas para salvaguardar el agua y el oxígeno del planeta, ya que el amazonas está rodeado de países bárbaros que van a acabarlo: …”3.5-5.- PRIMERA RESERVA INTERNACIONAL DE LA SELVA AMAZÓNICA. Desde mediados de los años 80, la más importante floresta del mundo pasó a ser responsabilidad de los Estados Unidos y de las Naciones Unidas. Es llamada PRINFA (PRIMERA RESERVA INTERNACIONAL DE LA FLORESTA AMAZÓNICA), y su fundación fue dado por el hecho de que la Amazonía está localizada en América del Sur, una de las regiones más pobres del mundo y cercada por países irresponsables, crueles y autoritarios. Fue parte de ocho países diferentes y extraños, los cuales son en su mayoría, reinos de la violencia, tráfico de drogas, ignorancia y de pueblos sin inteligencia y primitivos. Ver más en: http://www.rompecadenas.com.ar/hoaxes/amazonia.htm, publicado el 24/06/2004.

el proyecto colonial/imperial, expuso su cara visible a través del Renacimiento europeo y la Ilustración. Ésta es la cara que nos enseñaron. Claro, no se puede negar la importancia que tuvo para la humanidad (más que todo para ellos, los europeos), la “superación” del oscurantismo con su Tribunal de la Santa Inquisición; el aporte en la pintura, la literatura, la escultura, y en general, en el arte y la ciencia, al igual que en la filosofía y la política, en fin, se da el triunfo de la razón sobre la superstición y el fetichismo. Pero, ¿dónde quedó el lado oscuro de la modernidad? Para los cristianos europeos, “el descubrimiento y la conquista” de nuestro continente fue algo fenomenal desde que Dios creó el mundo. “Pero para el pueblo aimara que hoy ocupan Bolivia y Perú consideraban ese hecho histórico como un pachakuti, es decir, un trastorno total del espacio y el tiempo, una revolución invertida, por así decirlo, que no trajo aparejadas las consecuencias “progresistas” asociadas con la Revolución Francesa y la Revolución Industrial”(Mignolo, 2007, p. 19). Antes de la llegada de los españoles y portugueses a América, ésta no existía en ningún mapa; pero desde que recibió el nombre de América (siglo XVI) y América Latina (siglo XIX), es como si así se hubiera llamado

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Para comprender cómo se creó el orden mundial moderno y el nacimiento de Occidente, se hace necesario entender y comprender el cómo y el por qué de la “Invención” de América Latina. No hay otra manera de abordar este tema desde una visión crítica y deconstructora del discurso sobre nuestro continente, y la idea de desarrollo que se impuso desde estas lógicas.

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siempre. Esto de “descubrimiento” jamás perteneció a nuestros habitantes aborígenes, sino a los europeos. Desde este sencillo escrito, partiendo del criterio de que la neutralidad no existe, se hace una ruptura epistemológica con intelectuales y pensadores que afirman que el “descubrimiento” de América no es un determinante constitutivo de la Modernidad, y acojo la tesis de Dussel cuando plantea: … América Latina desde 1492, es un momento constitutivo de la Modernidad, y España y Portugal como su momento originario2. Esta diferencia epistémica y geopolítica es significativa y permite colocarse en una orilla definida para una praxis política concreta. Mientras que para Europa, la Modernidad se refiere a un período de la historia llamado Renacimiento y “descubrimiento” de América o a la Ilustración europea, para los habitantes de este continente, la propuesta de intelectuales y académicos europeos ha significado la implementación de la violencia colonial, como parte fundante del proyecto Moderno. Ubicándonos en el “lugar de enunciación”, esta formación “colonizada” sigue vigente en la vida cotidiana, reflejándose en todos los espacios donde las personas desarrollan sus actividades y en los que generan relaciones instrumentales, negándo la posibilidad de transformación de esas realidades inmediatas. Allí se refleja lo que se ha concebido como el trabajo “intelectual” (de los profesionales que llegan) y el trabajo material de los que habitan el lugar. De la supuesta contradicción entre naturaleza y cultura.

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El proyecto hegemónico de Modernidad que “inventó” a América para expandirse como imperio y creó un modo de vida que mostró como progreso de la humanidad, tiene su cimiento y razón de ser en la “colonialidad”, “que denota la estructura lógica del dominio colonial que subyace en el control español, holandés, británico y estadounidense de la economía y política del Atlántico, desde donde se extiende a casi todo el mundo. “La colonialidad es la lógica del dominio en el mundo moderno/colonial, que trasciende el hecho de que el país imperial/colonial sea España, Inglaterra o Estados Unidos” (Mignolo, 2007, p. 33). Pero en esta coetaneidad entre Modernidad/ Colonialidad, subyace una postura epistémica, cual es la de mostrar una “contradicción” entre naturaleza 2 Dussel, Enrique. El encubrimiento del Otro. Conferencia 2: De la “invención” al “descubrimiento” del nuevo mundo, Pág. 29.

(objeto) y cultura (sujeto), pues para el proyecto Moderno, la naturaleza es sinónimo de “salvajismo” y “barbarie” y por ende hay que dominarla y explotarla; la cultura, en cambio, es el producto de la construcción humana, del conocimiento elaborado de los hombres. Al respecto, dice Mignolo: […] Una visión general de la evolución que han tenido esos conceptos (“naturaleza” y “cultura”) mostraría cómo las categorías europeas han dado forma a la “idea” de América Latina dentro de su propio seno (el componente europeizado de la población) y desde afuera (la “otredad” que la mirada de Europa Occidental y Estados Unidos ha establecido para el subcontinente), y cómo influyen las perspectivas emergentes. (Cursiva fuera de texto) (Mignolo, 2007, p.21). Esta extrapolación entre “naturaleza” y “cultura” ha servido de base para subyugar y dominar a los que ellos denominaron “inferiores”, elaborando toda una tesis filosófica que ha servido de justificación de la violencia colonial del poder. Al respecto, Dussel critica las nociones de Kant, (en su obra El encubrimiento del otro) por ejemplo, cuando sostiene la tesis de que la “inmadurez” o “minoría de edad” es culpable; la “pereza” y la “cobardía” constituyen el ethos de esta posición existencial. En el ejercicio crítico de deconstruir los discursos filosóficos que han servido de sustento para la práctica del genocidio, y el exterminio del “otro” que existe por “fuera” del centro del universo (Europa, del norte, claro está), se encuentra que la escuela y la universidad repite y enaltece estas tesis, negando el lado oscuro y para nada “neutral” de esos filósofos. Sólo desde la “desnaturalización” y la contextualización de sus discursos, podremos entender y comprender el papel que han cumplido a través de la historia. “Para Hegel, la Europa cristiana moderna nada tiene que aprender de otros mundos, otras culturas. Tiene un principio en sí misma y es su plena “realización”. “El principio se ha cumplido, y por ello el Fin de los Días ha llegado: la idea del Cristianismo ha alcanzado su plena realización” (Dussel, 1992, p. 26). Una arrogancia vergonzosa, veamos: “La inmadurez es total, física (hasta los vegetales y los animales son más primitivos, brutales, monstruosos; o simplemente más

Decolonizar el pensamiento como acto liberador del sujeto latinoamericano / Silvia María Salazar Giraldo

En la actualidad, el imperio Norteamericano (y otras potencias también) ejerce la colonialidad de manera despiadada; como mencioné anteriormente, éste ha practicado un pachakuti (trastorno del tiempo y del espacio), no sólo desde la criminal invasión a Irak en el año 2003, sino desde que se erige como amo y señor de la vida del planeta con toda su carga de horror y muerte. Para corroborar aún más esta verdad histórica, revisemos la declaración de un grupo de expertos congregados por Naciones Unidas, donde diseñaban políticas económicas para América Latina, con el objetivo de “contribuir al desarrollo económico de los países subdesarrollados”: Hay un sentido en el que el progreso económico acelerado es imposible sin ajustes dolorosos. Las filosofías ancestrales deben ser erradicadas; las viejas instituciones sociales tienen que desintegrarse; los lazos de casta, credo y raza deben romperse; y grandes masas de personas incapaces de seguir el ritmo del progreso deberán ver frustradas sus expectativas de una vida cómoda. Muy pocas comunidades están dispuestas a pagar el precio del progreso económico (cursiva fuera de texto) (United Nations, 1951, p. 15). Utilizar el argumento de que la naturaleza es igual a barbarie, y la cultura a civilización, conduce inevitablemente a justificar lo injustificable: saqueo y expoliación de los territorios para satisfacer intereses voraces de grandes empresas que buscan sólo el lucro desmedido; colocar las categorías de razas perfectas y

3 Antonello Gerbi, en su obra La naturaleza de las Indias Nuevas. FCE, México 1978, muestra que los europeos y el mismo Hegel, pensaban que hasta la geología (las piedras), la fauna y la flora eran las Indias más brutales, primitivas, salvajes. Citado por Dussel en El encubrimiento del otro, p. 22.

puras y otras condenadas a la marginalidad; mostrar que el “desarrollo” de los países fuertes y poderosos es el paradigma que deben seguir los países considerados por ellos mismos como “en vías de desarrollo”. En fin, es una matriz de colonialidad del poder, del conocimiento, del lenguaje y de la cultura. “Pensar con cabeza propia”, o lo que es lo mismo, decolonizar el pensamiento: única opción para la liberación. En el ejercicio del poder, éste debe albergarse en la cabeza del dominado y llevarlo a considerar como natural lo que desde el origen se le está imponiendo. Es decir, que desde el preciso momento en que nuestro continente fue invadido por los conquistadores, en el imaginario colectivo ha quedado instalada la idea de “subdesarrollo” y de “atraso”; nos han hecho sentir que no tenemos capacidad para transitar con nuestros propios medios por los caminos de la historia, que requerimos de potencias extranjeras para poder sobrevivir, que estamos condenados a contar con amos que controlan y definen nuestro rumbo. Transcurridos más de quinientos años en que fuimos “inventados” y ubicados como países periféricos, “atrasados” o “subdesarrollados”, tiempos estos de muchas turbulencias, luchas incesantes y agitaciones sociales, hoy, Nuestramérica empieza a resurgir, empieza a buscar su identidad, sus propias raíces y a re-construir su historia. Se viene gestando un discurso contra-hegemónico desde la alteridad, tanto en intelectuales como en líderes y luchadores populares, indígenas, sindicales, etc. Recuerdo aquí, “la figura de Quintín Lame (1833-1965), quien en su libro Los pensamientos del indio que se educó dentro de la selva Colombiana (terminado de escribir en 1939), fundamenta la relación entre la naturaleza como la madre de todos nuestros conocimientos. Quintín Lame sostiene que el verdadero conocimiento se adquiere en el contacto prolongado con ella: …Porque ahí en ese bosque solitario se encuentra el Libro de los Amores, el Libro de la Filosofía; porque ahí está la verdadera poesía, la verdadera filosofía, la verdadera Literatura, porque ahí la naturaleza tiene un coro de cantos que son interminables, un coro de filósofos que todos los días cambian de pensamientos; pero nunca saltan las murallas donde está colocado el Ministerio de las leyes sagradas de la Naturaleza humana (Quintín Lame, en Gutierres Penagos, 2007, p. 11).

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débiles, degenerados)3, es el signo de América (Latina). Por ello: “En lo que se refiere a sus elementos, América no ha terminado aún su formación […]. [Latino-] América es, por consiguiente, la tierra del futuro. En tiempos futuros se mostrará su importancia histórica […]. Más como país del futuro América no nos interesa, pues el filósofo no hace profecías”.

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Continúa el autor: en Quintín Lame, según Fernando Romero Loaiza (profesor de la Facultad de Educación de la Universidad Tecnológica de Pereira), la naturaleza constituye un concepto fundante, tanto en el sentido epistemológico, cultural como político. Como concepto fundante es el núcleo a partir del cual deriva sus nociones de educación y saber pedagógico, así como es el concepto que le permite establecer diferencias entre el blanco y el indígena, entre la cultura del europeo y la cultura natural indígena, para así derivar una noción de educación indígena natural. El pensamiento de Quintín Lame va en contravía de esa concepción absurda creada por el proyecto moderno/colonial, de la naturaleza versus cultura. Aquí, la naturaleza es la fuente de la cultura, es la inspiración para el arte, la filosofía, la literatura. Este pensamiento insurgente recorre hoy todo el continente, con los Zapatistas en México, con Evo en Bolivia, con los indígenas ecuatorianos, pero también con los negros que desde sus territorios resisten la voracidad de los traficantes de palma africana, de las grandes transnacionales que violan permanentemente la madre naturaleza para extraerle hasta la última gota de riqueza.

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Conclusión Es menester, entonces, poner en cuestión los discursos del poder, sus dispositivos, sus maneras sutiles o reveladas como se han instalado en nuestra subjetividad y, cómo, a través de este ejercicio, se ha venido considerando como pueblos “salvajes” y “bárbaros”. Significa entonces, deconstruir el discurso hegemónico que ha colonizado el pensamiento del sujeto latinoamericano, - desde el momento en que a nuestro continente llegan (inicialmente) los conquistadores españoles a finales del siglo XV, en un proceso violento y evangelizador, y que posteriormente, a comienzos de la segunda postguerra (mediados del siglo XX), creó el “Tercer Mundo”, utilizando discursos y prácticas sobre el “desarrollo”-, para mirarnos desde nuestras raíces, “nuestro contexto”, “nuestras potencialidades”, e ir encontrando el camino para hacer realidad propuestas auténticas y que de verdad signifiquen un desarrollo holístico de los seres humanos con su entorno. Tal vez sea ésta la utopía más trascendente para cualquier pueblo del mundo, pues significa nada menos que la defensa del planeta y, por tanto, la dignificación de vida humana.

Esta reflexión termina invocando el epígrafe introductorio: “Pensar con cabeza propia” (Guadarrana, 2002, p.385), significa, para esta reflexión, atreverse a reivindicar nuestras raíces sin vergüenza alguna, empezar por “desmantelar” el discurso de los poderosos valorando los aportes hechos por pensadores latinoamericanos que han marcado un sendero en el camino hacia la construcción de un continente verdaderamente libre y soberano… Y con Guadarrama (2002): la misión de la intelectualidad comprometida… es desarrollar, ante todo, el rasgo principal de todo ejercicio epistémico: pensar con cabeza propia. (Lo que significa decolonizar el pensamiento). Referencias Dreyfus, H. & Rabimow, P. (1984) Michael Foucault un parouis philosophique. París: Gallimard. Dussel, E. (1992) El encubrimiento del Otro. Conferencia 2: De la “invención” al “descubrimiento” del nuevo mundo. Guadarrana, P. (2002). Humanismo en el pensamiento Latinoamericano. Colección: Estudios Sociales, Culturales, de la Mujer y de América Latina. Pereira: Universidad Pedagógica y Tecnológica de Pereira. Gutiérrez Penagos, M. A. (2007). Caminando la Educación Propia. Elementos de reflexión para liberar la herencia de nuestros ancestros. Santiago de Cali: Universidad del Valle. La Santa Biblia. (1986). Libro 1º de Moisés, Capítulo 1, versículo 2. Editorial Sociedades Bíblicas Unidas. Mignolo, W. D. (2007). La idea de América Latina. La herida colonial y la opción decolonial. Barcelona: Editorial Gedisa. Zuleta, E. (1980/1994). “Elogio de la Dificultad”. En: Elogio de la dificultad y otros ensayos. Cali: Fundación Estanislao Zuleta.

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Derechos colectivos y desarrollo insostenible Freire Roberto Santander Ñañez [email protected] Universidad del Cauca

Recepción: 05/06/14 / Aceptación: 06/08/14

Licenciado en Filosofía y Abogado, Especialista en Derechos Humanos, Especialista en Derecho Constitucional, Especialista en Derecho Administrativo, Magister en Problemas Políticos Latinoamericanos, y aspirante a Doctor en Derecho de la Universidad de Buenos Aires – Argentina.

Este concepto etiquetado inadecuadamente de ser el que permite mejorar la condición de vida de sociedades empobrecidas, es insertado en los órdenes normativos para darle legitimidad y coadyuvar al consenso ideológico global. Con este tipo de discursos se busca, por un lado, fortalecer la hegemonía en la aplicación unánime del modelo Neoliberal y, por otro, que los países industrializados evadan su responsabilidad frente al problema medio ambiental, pobreza y depredación del planeta. De ahí que el Desarrollo Sostenible se convierte en una necesidad inducida por las grandes corporaciones mundiales y gobernantes de turno, que facilitan la aplicación de medidas económicas dentro de la lógica del neoliberalismo. Palabras claves: Desarrollo Sostenible, derechos colectivos, desarrollo económico, políticas autónomas, Naciones Unidas, empresas transnacionales, países subdesarrollados, modelo económico, derecho al agua, tercer mundo, Abstract: The concept of sustainable development today, it is a conceptual category that has a close relationship with the economic model in the world of capitalism. This concept of being improperly labeling helps improve living conditions of impoverished societies is inserted in order to legitimize policy and contribute to global ideological consensus. With this kind of discourse on the one hand seeks to strengthen the hegemony of the neoliberal model unanimous application and other industrialized

countries to evade their responsibility to environmental problems, poverty and depredation of the planet. Hence, the sustainable development becomes a necessity induced by large global corporations and governments on duty to facilitate the implementation of economic measures within the logic of neoliberalism. Keywords: Sustainable Development, collective rights, economic development, autonomous policies, United Nations, multinational corporations, developing countries, economic model, water rights, third world.

Introducción A partir del Artículo 4 literal c de la Ley 472 de 1998, que desarrolla el Artículo 88 de la Constitución Política de Colombia, se hace un intento por reflexionar sobre los Derechos e intereses colectivos relacionados con la existencia del equilibrio ecológico y el manejo y aprovechamiento racional de los recursos naturales garantizando su desarrollo sostenible, su conservación, restauración o sustitución. La reflexión se direcciona apelando al concepto de Desarrollo Sostenible que está inmerso en la ley y que ante todo debe verse no como una premisa o un abonado más de la ley, sino que tiene grandes implicaciones que se intentan abordar con una postura en lo posible crítica. Es importante llevar un hilo conductor en el escrito y hacer notar como, sistemáticamente, se ha logrado crear la necesidad de un discurso medio ambiental y de esta manera involucrar a los estados y sus sociedades en la importancia prioritaria frente a los problemas de contaminación. Para el caso de Colombia, es también observar como el discurso del desarrollo sostenible tiene notables implicaciones desde el Derecho.

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Resumen: El concepto de Desarrollo Sostenible es, hoy por hoy, una categoría conceptual que tiene una relación estrecha con el modelo económico imperante en el mundo del capitalismo.

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El discurso del desarrollo sostenible Comencemos diciendo que la declaración de Estocolmo, celebrada en 1972, se considera como el soporte donde se sentaron las bases del derecho ambiental internacional y que dio origen al programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). En la misma declaratoria se intenta buscar soluciones a los problemas de contaminación. Se considera que el desarrollo es prioritario para todos los pueblos, por eso no puede detenerse. Ahora bien, en el juicio de responsabilidades no se diferencia entre el hombre de una nación desarrollada, ni entre el hombre de un país del tercer mundo. Se llama a los países del tercer mundo a asumir su culpa por su subdesarrollo, por no orientar sus esfuerzos a acelerar su proceso de desarrollo para no afectar el medio ambiente y por no recurrir a la cooperación internacional1. Esta declaratoria le da primacía a una visión tecnocrática como opción para resolver los problemas ambientales, es decir, la responsabilidad ambiental es una responsabilidad por cuotas partes iguales, sin determinar quiénes son los que más contaminan y depredan el planeta. En la declaratoria se puede inferir que por la destrucción del medio ambiente respondemos todos, que por tener la condición de país subdesarrollado lo hace culpable por los daños a la naturaleza, razón que explica, entre otras, que se debe aceptar la ayuda financiera y tecnológica de los países más desarrollados, asimismo que es imprescindible la acción del mundo occidental para ayudar y acabar con los problemas del medio ambiente, que los países del tercer mundo son minusválidos para tomar políticas correctivas, por lo tanto, debido a su incapacidad, es urgente su intervención.

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El discurso del desarrollo sostenible se difumina por todas las sociedades del mundo, intentando universalizar su concepto y su legitimación, de este modo, el discurso se presenta reiterativamente bajo el manto de expresiones y adjetivaciones como “futuro común”, “administración de espacios comunes”, “ecosistemas compartidos”, “espacios mundiales”, “comunidad mundial”, “humanidad”, entre otros. Pero al final, el uso de tales expresiones tiene como fin socializar las responsabilidades de la degradación ambiental y social. Con este tipo de discursos se 1 El principio 12 de la declaración de Estocolmo, no sólo involucra a los Estados como tal, sino también a los ciudadanos, a las empresas e instituciones para que participen por igual en la “tarea común” de salvaguardar el medio ambiente. Sin embargo estos mecanismos están ligados a una apología al endeudamiento externo para favorecer las labores de conservación y preservación del medio ambiente.

busca que los países industrializados evadan su responsabilidad frente al problema. La forma en que se presenta el discurso deja la sensación de que las normas expresadas en la declaratoria de Estocolmo son imposiciones morales, que deben ser asumidas por todos los países, de lo contrario son señalados de antiambientalistas; lo cual implica que para los países de América Latina es un imperativo categórico la adopción de estas medidas. En ese orden de ideas, el desarrollo sostenible es un concepto atado a una política pública de carácter universal, pero que compromete de la misma manera a los sectores privados. Implicaciones económicas del desarrollo sostenible Aunque en la década de los 70 el concepto de desarrollo sostenible no estaba explícitamente determinado, ya en los años 80 es cuando el concepto toma un formalismo y se universaliza. En 1987 la ONU introdujo formalmente el concepto de Desarrollo Sostenible definido como “un desarrollo que satisfaga las necesidades del presente sin poner en peligro la capacidad de las generaciones futuras para atender sus propias necesidades”2. Nos encontramos con que el concepto propone una racionalidad hegemónica, basada en intentar eliminar la puesta en peligro la existencia del ser humano, evitando la degradación de su medio de vida. Sin embargo, la existencia del mercado y la producción indiscriminada de bienes y servicios, el afianzamiento de las nuevas relaciones económicas, hacen que este postulado sea un instrumento importante para la economía capitalista, incrementándose las relaciones sociales mercantiles, lo cual implica que el mercado es el mecanismo fundamental para la economía capitalista, quedando claro de ante mano que el capitalismo mercantilizó la naturaleza y con ello los graves problemas de la crisis ambiental, lo cual permite inferir que la complejidad del modelo de producción capitalista a propiciado un uso desmedido de los recursos naturales, acelerando la degradación ambiental; de tal manera que es la dinámica del mercado capitalista y su racionalidad la que ocasiona crisis en las condiciones humanas y la existencia del mismo hombre. Así, no se puede suponer que las 2 Comisión Mundial del Medio Ambiente, organismo adjunto a la ONU, creada en 1983. Las Naciones Unidas se han erigido como pionera al tratar el tema del desarrollo sostenible, haciendo énfasis en el estudio y la utilización de los recursos naturales e insistir para que los países desarrollados ejerzan control de sus propios recursos naturales.

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formas jurídicas propias de este sistema tengan la intensión de transformar de manera radical este comportamiento (Bermejo, 1995, p. 48). Es claro entonces que el concepto de desarrollo tiene implicaciones económicas, no es algo que se construye por fuera de la realidad de los pueblos, sino que está inmerso en sus propias dinámicas. Lo cual significa que el desarrollo sostenible está instalado en una teleología donde las sociedades de manera autónoma rediseñan, de manera organizada, el impulso de cambios y alternativas inclusive tecnológicas que permitan la satisfacción de sus necesidades. Pero nos encontramos que paralelo a esta realidad y propósito, si se quiere noble, aparecen otras expresiones que parecieran acompañar propósitos universales y legítimos, pero que son sofismas si los miramos a la luz de los propósitos que persiguen.

Como acto teleológico o propositivo es positivo vincular planes de desarrollo a las comunidades que así lo consideren, sin embargo, hoy nos encontramos con un fenómeno mundial que distancia el propósito, debido a que diseños de esta naturaleza se convierten en políticas homogeneizadas más para los países del tercer mundo y para evitar su desarticulación entre las medidas adoptadas y su aplicación en las comunidades, son legitimadas por los gobiernos de turno de cada país latinoamericano, que a la luz pública aparecen como políticas urgentes y necesarias, acompañadas de planes y estrategias muy bien articuladas y de exegética aplicación, pregonando la prosperidad y el bienestar como parte del discurso. Este fenómeno no es otra cosa que las políticas globalizadoras preconizadas por todos los territorios del mundo, argumentando la modernización de las sociedades. De ahí que, bajo esta dinámica, el desarrollo adquiere otra significación, toda vez que lo vemos direccionado a ser consecuente con las leyes de mercado, redefiniéndose en las empresas privadas alabando el mercado y no en la satisfacción de las comunidades.

En efecto, la globalización crea variables que indican que las sociedades se mueven al ritmo del mercado. De esta manera, la cultura del desarrollo comienza a transitar en el imaginario colectivo de las sociedades, respaldando e interiorizando una forma de vida, con la cual creemos identificarnos, y que nos estamos desarrollando, pero que lo que se percibe es la priorización del mercado mundial por encima de las necesidades reales. Estamos enfrentados en hacer aparecer el desarrollo de manera globalizada, con la premisa que las sociedades de esta forma, ingresan a la modernización y, por ende, al progreso. El desarrollo entonces, concebido desde afuera, es un Derecho pero que bajo el manto del discurso neoliberal deja enormes vacíos sociales, porque va direccionado al mercado mundial para rediseñar otra forma de crear dependencia económica en el mundo, que afianza el proyecto hegemónico neoliberal. De este modo, podemos decir que las relaciones productivas hegemónicas del capitalismo no han variado y que, lejos de ser modificada esta dinámica, la naturaleza sigue siendo mercantilizada. Es allí donde surge la explicación del por qué del proteccionismo

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“La expresión desarrollo de la comunidad se ha incorporado al uso internacional para designar aquellos procesos en cuya virtud los esfuerzos de una población se suman a los de su gobierno para mejorar las condiciones económicas, sociales y culturales de las comunidades e integrar éstas en la vida del país y permitirles contribuir plenamente al progreso nacional” (Machado, 2012, p. 6.)

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ambiental actual. El deterioro de las condiciones del sistema no permite ni deja la posibilidad de la acumulación, es por eso que el mantenimiento del medio ambiente cobra vigencia, pues permite seguir ampliando y garantizando las condiciones bióticas y físicas necesarias para tal propósito (O´conor, 1998, p. 548.). De ahí que el discurso medio ambiental sea desde los llamados países del primer mundo hacia los países periféricos, pues los primeros aceleran el agotamiento de los recursos naturales para continuar con la acumulación y, como consecuencia de ello, de riqueza. Las políticas ambientalistas están cargadas de un tinte economicista, que lejos de ser contundentes y radicales, mantienen la necesidad de reproducir el sistema capitalista (Roll, 1996, p. 196). Nos enfrentamos a evidenciar contradicciones que se ponen de manifiesto cuando vemos políticas de restricción ambiental que se reducen, por un lado, a la intervención del Estado en la protección de recursos y, por otro, a la aplicabilidad de las fuerzas del mercado a los recursos de la naturaleza. Desarrollo sostenible como derecho Anterior a conceptualizar el Desarrollo sostenible por las Naciones Unidas, también fue de trascendental importancia el hacer la declaratoria del Desarrollo Sostenible como derecho, y fue en 1986 después de muchos años de debate, que los gobiernos del mundo proclamaron por primera vez, que el derecho al desarrollo, era un derecho humano inalienable, consolidando el propósito de los ideales de las Naciones Unidas al proclamar que, “La persona humana es el sujeto central del desarrollo y debe ser el participante activo y el beneficiario del derecho al desarrollo”3.

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Como lo muestra la declaratoria, la realización de los derechos parte de la condición de sujeto, persona natural, de tal manera que es imposible la plena realización de los derechos de todo orden, sin el disfrute de los derechos económicos, sociales y culturales. La misma declaratoria establece la importancia de 3 La Declaración del Derecho al Desarrollo de 1986, no fue bien acogida por los países industrializados, así como también fue vista con cierta reserva por las corporaciones transnacionales. La declaratoria consagra entre otros el derecho de los pueblos a ejercer su soberanía plena y completa sobre todos sus recursos y riquezas naturales. De la misma manera azuza a los pueblos a establecer un nuevo orden económico internacional e insta a los países desarrollados a involucrar el desarme acompañado del desarrollo económico y social al bienestar de todos los pueblos. Con esto se intenta notar implícitamente que hay una contradicción entre las dos figuras.

la cooperación mutua entre los estados, y establece la responsabilidad del derecho al desarrollo a los gobiernos nacionales, lo cual significa que obliga a los estados a que el desarrollo como derecho se pueda materializar, sin el menoscabo de los intereses propios de sus gentes. En el terreno normativo y para el caso colombiano, la Constitución Política considera que para la defensa de los derechos colectivos, es menester utilizar las acciones populares y lo consagra en el Artículo 88 del texto Constitucional, regulado por la Ley 472 de 1998. Instalados en la ley vemos que en el texto legal se inserta el concepto de desarrollo sostenible en el literal c de la citada ley, proporcionándole carácter legal al concepto. Ahora bien, como es señalado por la ley, se podría decir que los derechos son todos aquellos en las cuales son reconocidos por las normas. El planteamiento toma un matiz más contundente cuando se puede asimilar con los fallos de la Corte Constitucional, toda vez que relacionamos el Desarrollo Sostenible con respecto al derecho a un ambiente sano desde la perspectiva del agua como derecho; entonces y como lo plantea la sentencia SU-067 de 1993 que dice: La conexión que los derechos colectivos pueden presentar, en el caso concreto, con otros derechos fundamentales, es de tal naturaleza que sin la debida protección de aquellos, estos prácticamente desaparecerían o se haría imposible una protección eficaz (Apartes de los argumentos de la Sentencia SU-067 de 1993 de tutela interpuesta contra el Consejo Nacional de Estupefacientes). Aquí encontramos que para este caso la interpretación, tanto del desarrollo sostenible como el derecho al agua, se requiere de una interpretación que abarque de manera global los derechos fundamentales y los derechos colectivos para respaldar con suficiencia la decisión. De tal manera, que demostrar la conexidad entre lo individual y lo colectivo puede llevar a la contundencia y a la eficacia a la hora de aplicar las normas constitucionales y legales. El Artículo 4, literal c, de la Ley 472 de 1998, es un pretexto para la reflexión sobre los Derechos colectivos, de tal manera que traer al debate el tema del agua pone de manifiesto la discusión proclive hacia la imperiosa necesidad de proteger este recurso natural finito, e involucra necesaria y abiertamente, el criterio de ver el agua como un derecho y no como una

Derechos colectivos y desarrollo insostenible / Freire Roberto Santander Ñañez

Estamos enfrentados a un modelo de desarrollo económico hegemónico. Transitamos de una concepción de Desarrollo Sostenible, figurado en la ley, a una forma de desarrollo amparado en un modelo económico homogéneo y dominante, orquestado

Las Naciones Unidas de manera contundente, en asamblea el 22 de julio de 2010 reunida en Nueva York, acogen la propuesta del gobierno de Bolivia, respaldada fundamentalmente por los países árabes, proponiendo el agua como derecho esencial de la humanidad, el acceso al agua potable y el saneamiento básico. Tal propuesta tuvo la oposición del gobierno de Estados Unidos, Canadá y Australia. Es decir, ha quedado consignada en la carta de derechos de la humanidad, que antes llamábamos los Derechos del Hombre desde la perspectiva del siglo XVIII, el derecho al acceso al agua y el saneamiento básico para toda la humanidad. Para el caso colombiano, el gobierno no ha hablado del agua, más que proponer en su discurso presidencial una agencia nacional del agua, modelo administrativo que tiene el Perú, que no ha funcionado, y del cual el

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mercancía o un interés. Sacar el agua de la magnitud que hoy tiene de mercancía y erigirlo a la magnitud que debe tener de derecho. Por lo tanto, no es una exageración al hablar del agua como la “revolución del agua”, puesto que tiene una diversidad de aristas alrededor de las fuentes del agua, del esquema de servicios públicos, de agua potable, alrededor del saneamiento básico, de la navegabilidad de los ríos, del tema del mar. Revolución al agua que está ligada a otra tesis básica de lo que producimos, la opción que tiene Colombia para articularse al mundo pasa económicamente por la producción de alimento. La tierra fértil, que es tierra y agua; de ahí el debate de lo que se conoce como la democratización en función de convertirla en instrumento productivo, en función de la producción de alimento.

desde afuera por el gran capital mundial. De tal manera, que una política de democratización del agua puede conducir a una salida importante para Colombia y Latinoamérica.

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gobierno colombiano desechó; sin embargo, a la fecha ya no se está hablando de una agencia nacional del agua, sino que se nombró una alta consejera para la biodiversidad del medio ambiente y el agua. Ni en los estrados normativos actuales, ni en los escenarios académicos, ni la sociedad colombiana se ha comenzado a discutir sobre el tema; ni en las leyes ni en los foros públicos que implicación tiene la resolución de las Naciones Unidas de fecha julio 22 de 20104, más aun, la mayoría de la población desconoce que lo que habían planteado las personas que lideraron el referendo por el agua, cuyas firmas fueron alrededor de dos millones, y cuyo proyecto fue hundido en el Congreso de la República por el tradicionalismo bipartidista, es un intento importante para reflexionar de manera urgente sobre el agua. En consecuencia, la declaratoria de las Naciones Unidas ha convertido la discusión del agua en una realidad jurídica. La decisión de las Naciones Unidas de julio de 2010, votada por la asamblea de miembros, y cuya ratificación la hizo Colombia, cambia el panorama constitucional colombiano, toda vez que la Constitución colombiana establece que todo tratado internacional de Derechos Humanos, del cual Colombia sea signatario, hace parte del bloque de Constitucionalidad (Constitución Política colombiana Artículo 93). Aquí Colombia hace parte vinculante de esa realidad jurídica, porque Colombia ya ratificó esa decisión de Naciones Unidas. Entonces la tesis es que, al ser parte del bloque de constitucionalidad, ya el Derecho al agua potable y saneamiento básico es un derecho fundamental en Colombia ¿Qué significa que el agua sea un Derecho? Por definición significa universal y gratuito, o no sería Derecho. Si el derecho se cobra, el que no tiene como pagar, no puede tener derecho, y si alguien no tiene acceso al derecho, no es un derecho universal; es un derecho de unos, luego, pierde la connotación del derecho fundamental. El derecho es para todos, no se puede cobrar por el derecho, por que automáticamente se está excluyendo al que no puede pagar, los conceptos gratuidad y universalidad son inherentes al concepto de derecho.

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Lo cierto es que en un acto anticipado y antes de que se le ponga límites a la tutela, hoy el acceso al agua 4 En asamblea realizada el 22 de julio de 2010 y nuevamente convocada para el 28 de julio de 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas y a través de una moción presentada por el embajador de Bolivia, Pablo Solón, y apoyada por otros veintitrés países, se declara por primera vez a nivel mundial, el derecho al agua potable, limpia y segura y al saneamiento”. En línea: http:// agendaglobal.redtercermundo.org. Octubre 1 de 2010.

potable es tutelable por instancias judiciales, lo que significaría y guardadas las proporciones con la salud, que habría una cantidad de tutelas por el derecho al agua potable, servicio de acueducto, entre otros. Se sigue que, sumado a la declaratoria de las Naciones Unidas, cobra vigencia la tesis del consumo mínimo vital, que es una cantidad establecida científicamente similar para todas las personas, que sin él no se puede vivir, por lo tanto si es Derecho debe ser gratuito, lo que conlleva necesariamente a cambios tarifarios de servicios públicos y revisar la privatización. El agua no tiene reemplazo, es un elemento esencial de la vida en el planeta, sin agua no hay vida, otros recursos como el petróleo puede ser remplazado por gas, el hierro por el níquel, pero el agua es irremplazable. De ahí viene la disyuntiva, por un lado, la explotación industrial del agua, para la energía, para la pesca, para los riegos, y por otro lado es un recurso vital para la existencia humana, entonces allí hay una tensión importante entre la industria del agua y el derecho fundamental de las poblaciones a tener agua para el consumo diario. Lo que nos permite inferir, cobra vigencia el plantear la gratuidad del mínimo vital del agua, precisamente se trata desde la lógica del mercado, es desmontar cualquier forma de acceder gratuitamente al mínimo vital, para con esto, cobrar sin restricciones el acceso al agua sin gratuidad. Esta discusión no se puede aplazar, porque el agua es cada vez más limitada, no por razones químicas, sino por el calentamiento global, es decir cada vez será más limitada, por tanto la priorización se impone, porque el agua no es un recurso ilimitado es limitado. Si partimos de la premisa, que las fuentes del agua son de uso público indispensable para garantizar el derecho al agua potable de los colombianos, las personas que viven alrededor de las fuentes del agua, por su papel de cuidadores, deberían tener un tratamiento especial por su dedicación a la protección, a la luz de la declaratoria de las Naciones Unidas del 22 de julio de 2010. De lo anteriormente anotado, es claro que para las multinacionales, esta tendencia de mirar el agua como bien colectivo o común, es un obstáculo que impide alcanzar metas y atrasa el propósito de transformar todas las sociedades en una mercancía y declarar el mercado total de todo cuanto existe. Prueba que la negativa del voto de los Estados Unidos, Canadá y Australia en la Asamblea de las Naciones Unidas de julio 22 de 2010 es nefasta, porque ven el agua como una mercancía.

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Al considerar la situación del agua en todo el mundo, se puede determinar que hay escasez aun cuando existe, en algunos países latinoamericanos, una buena calidad de agua, entonces la extracción del agua es inminente desde la mirada del mercado. Lo cual muestra que los estudios de impacto ambiental en estos países no proliferan, por evitar poner en evidencian la contradicción entre las necesidades de comercialización y el uso común. Cualquier Estado en Latinoamérica que quiera exportar agua, con fines comerciales, activa el tratado de Libre Comercio, entonces el agua se vuelve un producto tal como los autos o cualquier otra mercancía. Una vez se abra las puertas al TLC, no se podrán poner restricciones ambientales, pues es un intercambio comercial entre ambos países, soportado por las normas comerciales internacionales. En consecuencia, aquí estamos frente a otra contradicción puesta en escena, pues por un lado las Naciones Unidas ratifican los derechos inalienables de los hombres, como el caso que nos ocupa, el desarrollo sostenible, el agua entre otros, y, por otro lado, a través de los tratados de Libre Comercio imponen restricciones para menguar los intereses de los pueblos y preconizar que todo en el planeta es mercancía.

pero si vemos la posibilidad de desarrollo a los países subdesarrollados y dado que el modelo económico imperante genera unas asimetrías económicas de ventajas y desventajas, es la razón que explica el porqué de la negativa de los países desarrollados con respecto a la figura del Desarrollo Sostenible, y el derecho al agua que ha sido un avance significativos para los pueblos del tercer mundo.

Conclusiones

El Desarrollo Sostenible como está proyectado no nace de políticas autónomas ni autárquicas, así se defiendan normativamente desde las Naciones Unidas, sino que han sido formuladas hegemónicamente a la usanza de las empresas transnacionales, sin tener en cuenta las dinámicas de cada sociedad; esto significa que a la existencia de un Desarrollo Sostenible existe

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El concepto de Desarrollo Sostenible se ha puesto en la escena formal desde la declaratoria de las Naciones Unidas, sin embargo, es de anotar que poner de manifiesto la necesidad del desarrollo encaminado a los países desarrollados no tendría ninguna implicación,

El Desarrollo Sostenible, al igual que el agua, presentan dos posiciones pudiera decirse, por un lado, las Naciones Unidas los consideran Derechos expresamente; sin embargo, nos encontramos con la declaratoria, de algunos países como los Estados Unidos, que no lo consideran como derecho en los términos como aparece en la declaratoria de las Naciones Unidas. El Desarrollo Sostenible, al igual que el agua dentro de la lógica del primer mundo, no son derechos, sino que obedecen a intereses económicos, de ahí que las diferencias sean notables entre los países del tercer mundo y los países desarrollados, y las empresas multinacionales que ven con reserva tal declaración.

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un desarrollo económico, que es lo que hace que se produzcan las contradicciones irreconciliables, expuestas en el escrito, por los distintos intereses que se juegan. Referencias Bermejo, R. (1995). Ecología Versus Mercado Capitalista. En de la Economía a la Ecología. Jorge Riechmann. Editorial Trotta. Colombia, Congreso de la República. (1991). Constitución Política de Colombia. Bogotá D.C: Edición Virtual. Colombia, Corte Constitucional. (1993). Sentencia SU-067 de 1993. M.P. Fabio Morón Díaz & Ciro Angarita Baron. Bogotá D.C. Machado, A. (2012). Cambio Institucional para el desarrollo rural: El caso Colombia. Serie de documentos Institucionales Nº 003 Oficina del IICA. Pág. 6. Las políticas de desarrollo rural en América Latina: Balance y perspectivas. Bogotá D.C: PNUD Colombia. Naciones Unidas. (1972). Declaración de Estocolmo sobre Medio Ambiente Humano. Recuperado de: http:// www.ordenjuridico.gob.mx/TratInt/Derechos%20 Humanos/INST%2005.pdf. Naciones Unidas. (1987). Informe de la Comisión Mundial sobre medio ambiente y el desarrollo - Informe Brundtland Recuperado de: http://www.un.org/es/ comun/docs/index.asp?symbol=A/42/427&referer=/ spanish/&Lang=S. Naciones Unidas. (2010). Resolución 64/292 - El derecho humano al agua y al saneamiento. Recuperado de: http://www.un.org/ga/search/view_doc. asp?symbol=A/RES/64/292&Lang=S

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O`conor, J. (1998). Las Condiciones de producción. Por un Marxismo Ecológico. Una introducción Teórica. En: Marx y el Siglo XXI hacia un marxismo ecológico y crítico del progreso. Red del Tercer Mundo. Foros globales del sur sobre distribución justa de los recursos del planeta y de formas de desarrollo humanas y ecológicamente sustentables. Recuperado de: http://agendaglobal. redtercermundo.org.uy/

Roll, E. (1996). Historia de las doctrinas económicas. 2. Ed. Bogotá D.C: Fondo de Cultura Económica. Vega Cantor, R. (1998). Historia, conocimiento y enseñanza 1886-1910. Bogotá D.C: Editorial Antropos.

PERSPECTIVAS Nro. 6 / Enero - Diciembre / 2014

Actores, acción social y sus prácticas en la autogestión de espacios de ciudadanía y democracia Kelly Giovanna Muñoz Balcázar [email protected] Universidad Iberoamericana - México

Recepción: 20/06/14 / Aceptación: 15/08/14

Comunicadora Social, Especialista y Maestra en Desarrollo Rural, Universidad Autónoma MetropolitanaXochimilco, México, Candidata a Doctora en Ciencias Sociales y Políticas Universidad Iberoamericana, México. Docente-investigadora del Sistema de Investigación SIDI, Fundación Universitaria de Popayán, miembro Grupo de Trabajo CLACSO, Patrimonio biocultural, territorio y sociedades afroindoamericanas en movimiento, Líder Grupo de Investigación CONVOCA.

Palabras clave: Acción social, actores, ciudadanía, democracia. Abstract: This essay, as the social actors acknowledge, uses the extended citizenship perspective, to shed light on their possibilities of agency, the implications of a leading role in organizational social processes and the self-management of their economic, cultural and social demands that promote their common goals. In this proposition, the subjects of rights need spaces of resistance, in which participation is part of a strategy that serves the inclusion of the collectivity in the State” s public and political agenda. Keywords: democracy

Social

action,

subjects,

citizenship,

Introducción Las prácticas sociales tienen una función relevante para el posicionamiento de los actores frente a demandas ciudadanas específicas, se explica esto como la acción simbólica y de movilización colectiva que ejercen

en determinada coyuntura que afecte sus intereses con respecto a otros. Se trata de la convalidación o legitimación de derechos y necesidades ciudadanas frente a la coerción del poder del Gobierno o el Estado. En este ensayo se hará una reflexión sobre las pugnas que están mediadas, muchas veces, por la intervención del capital1 en las escalas de valor de las estructuras sociales como los lazos comunitarios y la organización social, que afecta directamente a la descomposición cultural, territorial, económica o medioambiental de un grupo o población. Así, O’Donnell (2004) hace referencia a un desafío de las masas a la credibilidad del Estado y su débil política democrática, que detenta un orden que no es igualitario con relaciones de poder asimétricas, “Este es un Estado que, por sí mismo y por los insumos que operan desde esferas socialmente privilegiadas, es también un Estado angosto: se resiste a admitir como sujetos de pleno derecho a diversos sectores sociales y sus demandas e identidades, a los que suele encarar con prácticas clientelísticas y, a veces, con violencia”. Frente a estas contradicciones, autores como Norman Long (2001, p. 23), hacen alusión a eventualidades colectivas como “teorías de la acción” desde los entramados de las relaciones sociales de poder que se establecen. En este tipo de interaccionismo simbólico “nos comportamos según se comporta el otro”, así pues ante una medida de represión o de injusticia 1 Se hace alusión al capital como una estructura de poder económico de los monopolios y el mercado.

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Resumen: En este ensayo se aborda, desde una perspectiva de ciudadanía ampliada, cómo reconocen los actores sociales, su capacidad de agencia, lo que implica un papel protagónico en los procesos de organización social y la autogestión de sus demandas económicas, culturales, sociales, que promueven la movilización de objetivos comunes. En esta propuesta, como sujetos de derecho se requiere ejercer espacios de resistencia, en donde la participación es parte de una estrategia para la inserción de las colectividades en la agenda pública y política del Estado.

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social, tendiente a la antidemocracia, la respuesta será equivalente a la del adversario o antagónico. En este orden, los actores son receptores de una serie de cambios (recorte de programas sociales, subsidios y apoyos al campo), que van en detrimento de su calidad de vida, algunos tienen sus estrategias individuales para la sobrevivencia, pero desde la agencia se permite el análisis de un nivel detallado y macro de cómo están planteados desde la diversidad los puntos de convergencia, que finalmente hacen sinergia y reúnen fuerzas en pro de movilizar objetivos comunes. No obstante, los actores sociales a pesar de que crean estructuras de composición horizontales intrínsecas, están inmersos en un sistema global en donde se evidencia un cierto desprecio, exclusión y desconocimiento de las minorías. “Es también consecuencia de las políticas neoliberales (disminución de los ingresos personales, limitación en las perspectivas profesionales, malas condiciones laborales, ámbito político hostil), que genera un caldo de cultivo favorable a la corrupción” (O’Doneell, 2004), esto da pie a la lucha de clases o bien a la reivindicación social por la expansión de otras dimensiones de la ciudadanía. Ciudadanos que se reconocen como actores sociales políticos. En la anterior introducción se hace una acotación de conceptos que hace énfasis en dar un valor a las personas y a los grupos y su capacidad para generar proyectos (agencia) y reconocerse a su vez como actores. El autor lo explica como una incursión en la ciudadanía política que instituye “la visión de ciudadano/agente capaz de tomar decisiones” (O´Doneell, 2004).

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En la perspectiva de Alain Turain (1995), la acción social lleva a la subjetividad, priman aquí los valores, los elementos constitutivos de sus vivencias, esas partes escondidas que no son tan evidentes, que son principios generadores de su propio entorno. En este punto, no sólo está el hombre como actor, sino su ubicación en un medio preconcebido como la tierra, la naturaleza, porque de otro modo sería la expresión del utilitarismo. Esto implica que su incidencia como grupo deba remitirse no sólo a la adquisición de recursos, bienes y servicios, sino más ampliamente a asumir su nueva identidad colectiva, enfocada hacia una dimensión

política de ciudadanía, en donde el discurso simbólico se presenta como una reunión de fuerzas culturales que se visibilizan de manera distinta, haciendo frente al abuso o manipulación por parte de las fuerzas globales. Así, la exclusión y la marginalidad, más que un lugar de privación, como lo explica Andrea Cornwall, (2003) se han vuelto para ellos un lugar de posibilidades, “un espacio de resistencia” que ha permitido que movimientos ciudadanos desarrollen otro tipo de potencialidades, ampliando su margen de acción. Estos espacios implican el empoderamiento a través de la movilización de recursos simbólicos (Giménez, 2007), el mismo territorio habitado, propuestas de liderazgo político en donde juegan un papel importante las asambleas y la comunalidad donde se gestan esas resistencias. Pero la realidad social de estos actores implica un esfuerzo más grande de lo común, por ser una minoría de ciudadanos, muchos de sus procesos y desafíos son limitados en las esferas institucionales, los espacios sociales del poder político no permiten que tengan voz ni voto, ejerciendo así una política de exclusión que mitiga sus fuerzas para emprender acciones emancipadoras, y más bien implica un paternalismo gubernamental que los mantiene al margen. ¿Habrá una democracia que permita un posicionamiento colectivo sin apelar a la represión? o ¿Es posible ver un resultado para impulsar el cambio social y subvertir la lógica del Estado, el capital y, al menos, obtener un espacio para la toma de decisiones y la participación en la construcción de las políticas públicas? El problema aquí obedece a una apatía general atravesada por la división de los movimientos, grupos y actores que median entre las instancias y además renegocian el poder para no perder su posición y ventajas. Muchas veces el discurso del líder es un eco de los conocimientos dominantes y, de hecho, tiene una influencia restringida para aquellos que buscan otras formas alternativas de gestión de los programas y proyectos, ante la pérdida del control, lo que se puede generar es quitar legitimidad a otros espacios de expresión, pues es permeado por las relaciones de poder (Cornwal, 2003, p. 10).

Actores, acción social y sus prácticas en la autogestión de espacios de ciudadanía y democracia / Kelly Giovanna Muñoz Balcázar

Así, la agencia da la posibilidad del florecimiento humano, de cómo se constituye un actor y en esa forma es la respuesta de su accionar. En el entendimiento de esta heterogeneidad social, la diversidad cultural y los conflictos inherentes a los procesos colectivos se da la génesis de un proyecto de democracia plural, que como lo explica Mouffe (1999), se requiere de la existencia de la multiplicidad y del conflicto para ver en ellos la razón de ser de la política. Esto incluye la articulación de las posiciones subjetivas de las luchas democráticas, no como sujetos unitarios sino como “sujetos múltiples y contradictorios” (Mouffe, 1999), este es un aporte que construye una variedad de discursos.

Este tipo de ciudadanía compleja, como lo llama Chantal M., hace alusión a una comprensión del otro y de su entorno para la integración y la convivencia. A su vez, esta integración es el punto de partida para la generación de una revolución democrática, en la medida de que las diferencias coexisten y tienen sus propias prácticas; de esta forma, la democracia participativa se sustenta en el dialogo y en la forma de hacer las cosas de modo que sea para el bien común. Territorios de lo colectivo no estatal que amplían la ciudadanía. El Estado en su calidad de benefactor, como vehículo para la construcción de ciudadanía, ha creado ciertas condiciones en su lógica de lo que puede ser amparar a comunidades de ciudadanos, sin tener en cuenta su participación en la formulación de políticas públicas, limitando así la posibilidad de generar cambios estructurales intrínsecos en la mayoría de países de Latinoamérica, en donde los regímenes solo se convierten en un obstáculo para la ampliación de una democracia de ciudadanos para ciudadanos.

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Sin embargo, es pertinente reconocer que en los grupos de ciudadanos donde hay una agencia es más factible generar procesos comunes, “agencia, que significa tener agenda, un futuro”, (Long, 2001). En este sentido, se explica que cuando existe una agenda ya hay un adelanto para hablar de desarrollo.

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Pero como benefactor se ha subvertido su papel a ente paternalista que garantiza mínimas condiciones de derechos, que aparentemente apaciguan las inconformidades sociales, y en el “hacer parecer” conduce a “la pasividad social y a la dependencia” (Cunill, 2006), estos son mecanismos de control que llevan al individualismo. Programas como Oportunidades en México o Familias en Acción en Colombia, son el modelo de lo que implica la gestión individual de ciudadanos por obtener rubros gubernamentales proteccionistas que llevan al conformismo, los intereses particulares y la disolución de las acciones de gestión comunitaria para el desarrollo local. Otra razón por la cual se encaminan los programas de apoyo gubernamental a intereses de capital externos de monopolios, y no de intereses comunitarios o ciudadanos, es la visión neoliberal que se enfoca hacia un desarrollo económico en donde priman las relaciones de dependencia global-locales obedeciendo a dinámicas del mercado. Como un ejemplo de estas contradicciones tenemos casos en donde el Estado ha decretado ciertas áreas rurales, donde habitan las comunidades, como reservas ecológicas, aquí las reglas del territorio cambian ya que los lugareños no tendrán más acceso a su hábitat que también tiene la función de espacio para la producción local. Es cuando los enfrentamientos de proyectos externos interfieren con el mundo de vida de los sujetos sociales y se marca una contienda por intereses con fines y objetivos opuestos.

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El dialogo para adelantar procesos de construcción ciudadana de desarrollo no se da y se imponen las decisiones gubernamentales, se contrapone la racionalidad ambiental, étnica y cultural. Queda por fuera una negociación de la perspectiva ética y política, de género, lo tecnológico, la cosmogonía tradicional, lo campesino y los derechos de propiedad intelectual, que finalmente se relacionan en un sistema complejo desde las diferentes perspectivas que aborda. Conceptos como desarrollo territorial, planeación participativa y el pacto social son vendidos al mejor postor y no se reflejan en una política de equidad y justicia económica, lo que crea un campo de tensiones entre el Estado y la sociedad. Desde las múltiples expresiones de la búsqueda de una ciudadanía ampliada, además de los movimientos

sociales, grupos de ciudadanos de las zonas urbanas y rurales se han concienciado para organizarse socialmente y de este modo subvertir la forma de relación con el Gobierno desde local hacia lo global. Tiene que ver con el asociacionismo de organizaciones especializadas, que además de ambicionar ser cogestores de bienes y servicios colectivos, se encargan de hacer veeduría de los recursos públicos para su canalización hacia sus procesos de gestión. A esto se le puede llamar una forma de civilidad como lo explica Cunill: “La civilidad que hace posible la democracia política sólo puede ser aprendida en las redes asociacionistas (Walzer, 1995; Putnam, 1994), en tanto ellas constituyen un espacio privilegiado para cultivar la responsabilidad personal, la mutua obligación, la autolimitación y la cooperación voluntaria” (Cunill, 2006). Este sería para Cunill un encuentro de necesidades que llevan al cumplimiento de los derechos y deberes, abriendo perspectivas de inversión del paradigma dominante que puede incidir en la reforma de la administración de los recursos públicos, generando así grados de autonomía y a su vez establecen alianzas con el Estado. En esta parte se hará énfasis en el análisis de experiencias de iniciativas realizadas por instituciones civiles y gubernamentales, como propuestas metodológicas con base en iniciativas y procesos de construcción del espacio, a través de proyectos alternativos de gestión y desarrollo territorial de carácter participativo, que han sido trabajados como modelos interinstitucionales de apoyo con comunidades y grupos productivos. Teniendo en cuenta los planteamientos de los autores, se dijo que muchas veces las instituciones llegan a las comunidades tratando de implantar un esquema que al parecer puede funcionar y parece tan perfecto como una receta, pero la realidad es que se parte de una negación del sujeto actuante en conjunto, como de sus conocimientos que para los expertos funcionarios o especialistas y técnicos son errados, así que se duda de sus capacidades para proponer otras iniciativas alternas. Así, en la planificación participativa es necesario que las actividades y proyectos dejen de ser iniciativas externas, ya que deben partir de las necesidades que la misma comunidad ha manifestado.

Actores, acción social y sus prácticas en la autogestión de espacios de ciudadanía y democracia / Kelly Giovanna Muñoz Balcázar

Otra de las tendencias con estos programas es su mecanismo de intervención, ya que se insertan para modificar, de cierta forma, la visión de la comunidad con respecto a sus problemáticas, con la idea de que hay que cambiar las cosas para mejorar. Partiendo de estos elementos, se expone que algunos de estos modelos de acción participativa son trampas para ejercer el dominio político. Con respecto a este punto se cuestiona que el Estado también tiene una posición clientelar y que hace parte de su manipulación negociar su injerencia en ciertas organizaciones sociales y con cierta población cautiva. Así lo indica Nuria Cunill cuando habla de “el combate contra el clientelismo, el rentismo, el corporativismo y, en general, contra la captura del Estado por intereses particulares, remite en gran medida a la democratización de la administración pública”. En esta reflexión se menciona además que para las instituciones estatales la diversidad de actores se toma como un obstáculo en su intervención, pues tiende a utilizar políticas y líneas de acción con un proceso homogenizante para tener mayor control sobre el territorio. Esta problemática también se explica a partir de que en algunas de las comunidades existen intereses

propios y escalas jerárquicas que reproducen el modelo hegemónico de poder, lo que obstaculiza y centraliza la toma de decisiones para la concertación de proyectos, de allí derivaban muchos de los conflictos de organización interna. A su vez, las instituciones interventoras cumplen con un papel solamente temporal, mientras están en ejecución los recursos y luego se retiran dejando a medias los procesos, lo que conlleva a la pérdida de la credibilidad gubernamental y al estancamiento de los mismos. Conclusión En este análisis se hace pertinente entonces que los entes gubernamentales, y desde los núcleos organizativos comunitarios, motiven a la acción participativa, a fin de que las organizaciones sociales se apropien de las propuestas, les den continuidad y amplíen su espectro de acción social hacia la descentralización y la autogestión de alianzas estratégicas. Pero no obstante, sin dejar que el Estado se desligue de sus responsabilidades ejerciendo presión sobre la aplicación de políticas de cambio social como lo sugiere Nuria Cunill, se requieren actores sociales “capaces de desarrollar organizaciones de base para difundir sus intereses e influenciar la política social, siempre que a su vez esté asegurado un financiamiento estable de parte del Estado en la provisión de los servicios y responsabilidades en su producción. Así, son necesarios los espacios de resistencia en donde los sujetos generen estrategias de lucha y activismo en la agenda política, basados en la

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Por otra parte, muchos grupos de líderes han sido manipulados para que acepten propuestas obligadas, dadas las condiciones de pobreza, exclusión y desintegración del tejido social en los sectores más deprimidos, estas debilidades son utilizadas a favor de planes y programas de apropiación y despojo de comunidades ante la falta de alternativas para la obtención de recursos.

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organización e identificación, reconocimiento y solución de problemáticas prioritarias que obren en pro del beneficio colectivo y social. Referencias Cornwall, A. (2003). Creando espacios, cambiando lugares: la ubicación de la participación en el desarrollo”, Cuaderno de investigación, México. Giménez, G. (2007). “La concepción simbólica de la cultura”, en Estudios sobre la cultura y las identidades sociales. México: Conaculta-Iteso. Mouffe, C. (1999). El retorno de lo político. Comunidad, ciudadanía, pluralismo, democracia radical, Barcelona: Paidós. PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo). (2004). La democracia en América Latina. Hacia una democracia de ciudadanas y ciudadanos, Buenos Aires: PNUD/Aguilar/Altea/Taurus/Alfaguara. O’Donnell, G. (2004a). “Notas sobre la democracia en América Latina”, en La democracia en América Latina. Hacia una democracia de ciudadanas y ciudadanos. El debate conceptual sobre la democracia, Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Buenos Aires: Aguilar/Altea/Taurus/Alfaguara. Long, N. (2001). Development Actor Perspectives. Routledge. Inglaterra. Touraine, A. (1995). Las clases sociales como actores históricos en La producción de la sociedad. México: UNAM-IIS.

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Cunill, N. (2008). “La construcción de ciudadanía desde una institucionalidad pública ampliada”, en PNUD, Democracia/Estado/Ciudadanía: Hacia un Estado de y para la Democracia en América Latina (pp. 113-138). Lima: PNUD.

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Elementos de evaluación en la implementación del sistema de responsabilidad penal para adolescentes desde el paradigma del neoinstitucionalismo: estudio de caso para el municipio de Palmira María del Mar Osorio Arias [email protected] Universidad del Valle - Colombia

Recepción: 26/06/14 / Aceptación: 22/08/14

Psicóloga y Magister en Políticas Públicas de la Universidad del Valle, Facultad de Ciencias de la Administración.

Palabras claves: Neoinstitucionalismo, evaluación, sistema de responsabilidad penal para adolescentes, política juvenil. Abstract: The modernization of the State and the transfer of policies appear as a phenomena that have transcended to the administration of Justice in the national system. This document seeks to provide elements that contribute to the evaluation of the System of Penalty Responsibility for Adolescents (SRPA)

in the municipality of Palmira. Proposed variables are based on the recognition of the actors involved in the process, specifically three interviews with a prosecutor specialized in juvenile, a lawyer who is part of the Judicial Services for Juvenile Offender Centre (CESPA). The perspective from which the evaluation is based is the new institutionalism; in its first part the article offers a reflection on the integration between its sociological, economical and politological sides. The second paragraph defines the problem presenting some statistics of violence and criminality, highlighting the participation of minors in these realities and defined risk situations that skirt the issue. Finally the structural flaw in the prevention of youth violence it´s revealing, presenting a diagram that summarizes the variables to assess the implementation of the SRPA. It is expected to transform the variables into indicators and validate the schema in order to offers elements for the improvement of the application of the system, as a contribution in decision-making in of youth policy´s field. Keywords: NeoInstiiutionalism, evaluation, adolescent criminal responsibility system, youht policy.

Introducción En Colombia, las políticas públicas de administración de Justicia en el caso de adolescentes en conflicto con la ley, han sido reglamentadas con el cambio de la doctrina tutelar establecido en el Código del Menor, Decreto 2737 de 1989, hacia el dogma de la protección integral materializada en la Ley 1098 de 2006, que reconoce la condición de titularidad de derechos en niños, niñas y adolescentes, aún en condiciones de irregularidad. Sin embargo, las evaluaciones para la nación han sido reducidas. En 2011 se definió la

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Resumen: La modernización del Estado y la transferencia de políticas aparecen como fenómenos que han trascendido a la administración de justicia en el sistema nacional. El presente documento busca ofrecer elementos de análisis que aporten a la evaluación del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes (SRPA) en el municipio de Palmira. Las variables propuestas parten del reconocimiento de los actores involucrados en el proceso, específicamente de tres entrevistas realizadas con un fiscal especializado en menores, un abogado que forma parte del Centro de Servicios Judiciales para Adolescentes (CESPA) y un menor infractor. La perspectiva desde la que se fundamenta la evaluación es el neoinstitucionalismo. En su primera parte, el artículo ofrece una reflexión sobre la integración entre sus vertientes sociológica, económica y politológica. En el segundo apartado, se define la problemática presentando algunas estadísticas sobre violencia y criminalidad, resaltando la participación de los menores en estas realidades y señalando algunas situaciones de riesgo que develan la falla estructural en materia de prevención de la violencia juvenil. Finalmente, se presenta un esquema que sintetiza las variables para evaluar la implementación del SRPA. Se espera transformar las variables en indicadores y validar el esquema, de manera que ofrezca elementos para el mejoramiento de la aplicación del sistema y aporte sustantivamente en la toma de decisiones en materia de política juvenil.

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necesidad de establecer la primera evaluación del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes (SRPA), luego de su implementación progresiva desde el año 2007. Esta evaluación tuvo como propósito fundamental verificar si el sistema cumplía o no con la finalidad pedagógica, específica y diferenciada y, si en efecto, aseguraba la justicia restaurativa, la verdad y la reparación del daño. Como parte de sus hallazgos, el informe identifica la ausencia de un ente rector, la falta de lineamientos administrativos y pedagógicos que incentivaran medidas distintas a la privación de la libertad, fallas en la infraestructura de los centros especializados; debilidades profundas en la oferta en salud y educación, especialmente para el tratamiento en toxicomanías y adicciones; cupos insuficientes, reincidencias en la comisión de delitos, desconocimiento profundo del dogma de protección integral que sustenta el SRPA por parte de los profesionales psicosociales que acompañan el proceso de restablecimiento de derechos y, fundamentalmente, la ausencia de un marco analítico que reconociera el papel de la instituciones, la norma, el adolescente y su red de apoyo. En consecuencia, este artículo presenta elementos de análisis que aportan a la comprensión de estos factores.

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En su primer título, el artículo restituye el lugar que cumplen las instituciones en la implementación de las políticas públicas, presentando, desde el paradigma del neoinstitucionalismo, las formas en que las organizaciones han dado respuesta a sus propósitos misionales, para este caso, la de cumplir con los fines del SRPA y el ciclo de la política pública que enfrenta: la implementación por procesos. En su segundo título, se presentan datos estadísticos, mapas georeferenciados y entrevistas a adolescentes que forman parte del SRPA, que permiten caracterizar el fenómeno de la violencia juvenil en el municipio de Palmira, asumido, en algunos casos, como elecciones de vida culturalmente promovidos por redes familiares y amigos de los adolescentes que proveen estatus social, siendo la instrumentalización del crimen lo que favorece el cumplimiento de roles de proveedores económicos. Entre los datos estadísticos se reconoce las edades simples, los rangos, el tipo de victimización, las conductas de riesgo, posibles móviles, la vulneración de derechos y algunas estrategias asumidas por el ente territorial, en articulación con las autoridades de gobierno y justicia, para hacer frente al incremento de la victimización homicida en adolescentes.

El tercer título reconoce, a manera de conclusión, los principales elementos a considerar en la evaluación del SRPA, proponiendo ejes de análisis que deben integrarse a los procesos sobre los que opera el Sistema. 1. La perspectiva neoinstitucionalista en el marco de la evolución de las políticas públicas. Desde los avances teóricos propuestos en el marco de la ciencia política, se retoma la perspectiva del neo institucionalismo, considerando que permite revalorizar el papel de las instituciones en los procesos de implementación de las políticas públicas. Para este artículo se retoman algunas consideraciones respecto al neoinstitucionalismo económico, sociológico y politológico, que conservan en común conceptos fundamentales factibles de operacionalizar en el proceso de evaluación de la política pública de responsabilidad para adolescentes. A continuación se presentan algunas consideraciones teóricas1 que permitirán ofrecer elementos de análisis en materia de evaluación de políticas públicas, las dinámicas de la estatalidad y el cambio institucional. Las instituciones y el neo institucionalismo: Desde el desarrollo de las ciencias de la administración y su paso por la teoría de las organizaciones hasta el paradigma de la Nueva Gerencia Pública (Guerrero, 1986), el papel que cumplen las instituciones ha ocupado un lugar estructural en las dinámicas de la gobernanza, siendo objeto de análisis en materia de su acoplamiento, la calidad de su operación, el cambio institucional y la forma en que coordinan esfuerzos con el resto de actores que inciden en la arena política. Las instituciones personifican el medio por el cual se estructura el Estado puesto en acción: “la relevancia de las instituciones estriba, sea cual sea la perspectiva o el tipo de gobierno, en que conforman el principal medio y pivote a través del cual se estructuran no sólo la democracia, el sistema político, sino además y de manera especial, nuestras prácticas políticas, conductas, reglas, normas, rutinas, códigos y naturalmente los procesos de socialización, participación e interacción social y política.” (Rivas, 2003). 1 Desde la división propuesta por Rivas, L. (2003), el desarrollo del neo institucionalismo retoma sus elementos fundacionales de disciplinas como el derecho, la economía y la sociología, siendo sus principales representantes James March y Johan Olsen, 1997; Douglass North, 1993; Peter Hall y Rosemary Taylor, 1996; Colin Hay, 1997; Ira Cohen, 1996; T. A. Koeble, 1995; Noel Roth, André.

Elementos de evaluación en la implementación del sistema de responsabilidad penal... / María del Mar Osorio Arias

El tránsito del estudio del Estado como estructura política de dominación legal y de poder, propio de la tradición institucionalista al análisis de los actores, los procedimientos, los costos de transacción y los fines, exigió la materialización del neo institucionalismo que otorga especial atención a las relaciones, las conductas institucionales, el comportamiento de los gobiernos y, en general, en su papel de producción y reproducción de la sociedad (Giddens, 1996; Cohen, 1996). En palabras de Rhodes “el nuevo institucionalismo es producto del encuentro entre la historia con la teoría de las organizaciones” Rhodes, 1997. (p. 53-67). De manera concreta, el neo institucionalismo define: - La noción de que la conducta individual toma fuerza y es conducida en la medida en que alcanza mayores niveles de institucionalidad: “las instituciones proporcionan maneras de actuar por medio de las cuales es modelada y obligada a marchar la conducta humana, en canales que la sociedad considera los más convenientes” (Berger, 2000). “Las instituciones son las reglas del juego en una sociedad o, más formalmente, son las limitaciones ideadas por el hombre que dan forma a la interacción humana” (North, 1993, p. 13). - Las instituciones son en un sentido amplio “las reglas, normas, costumbres de operación del sistema; son al mismo tiempo las redes que sirven para enlazar y encauzar institucionalmente las relaciones de intercambio económico, social y político entre los subsistemas.” Rivas, L. (2003, p. 4). - Una visión mucho más autónoma de las instituciones políticas, sin negar el rol que juegan los actores individuales, los grupos de control, la sociedad civil y el Estado en el ejercicio la participación ciudadana en el proceso de toma de decisiones. - Un reconocimiento del contexto donde se mueven las organizaciones y la influencia de éste en términos políticos, culturales (valores y prácticas), económicos y sociales.

- Una visión de movimiento constante factible de explicar la estabilidad y el cambio en razón de las actitudes, lo moral, legal y político. El neo institucionalismo también otorga particular atención a los fenómenos del cambio institucional, desde donde se reconocen tres elementos fundamentales en relación al ciclo de las políticas públicas: a) La formación institucional; b) El desarrollo institucional; c) La desinstitucionalización; y d) La reinstitucionalización (Powello y DiMaggio, pp. 193–215.) Aun reconociendo la posibilidad del cambio, las instituciones vehiculan los sentidos cotidianos: “reducen la incertidumbre por el hecho de que proporcionan una estructura a la vida diaria. Constituyen una guía para la interacción humana” (North, 1993, p.14). En esencia y de acuerdo con la clasificación realizada por Rivas, L. (2003), el neoinsititucionalismo se ha agrupado en tres vertientes, primero el neoinstitucionalismo sociológico que “hará hincapié en los procesos de socialización, pues es a partir de este último que los ciudadanos conforman sus patrones, valores y marcos de referencia.” (Ibid, p. 5). En esta vía, las categorías de análisis se sintetizan en los valores, normas, hábitos y los roles que se logran materializar en el performance que se genera al interior de las organizaciones. André Noel Roth señala que: “la vertiente sociológica del neoinstitucionalismo se inserta en una renovación de las orientaciones y conclusiones de la sociología de las organizaciones, pues contrariamente a ésta, la sociología neoinstitucional postula que la mayoría de las formas y procedimientos pueden ser entendidos como prácticas particulares de origen cultural parecidas a los mitos y ceremonias inventadas en numerosas sociedades. De esta forma, el análisis de las organizaciones integra el estudio de las variables culturales en la aprehensión de las condiciones de formación y funcionamiento de las organizaciones” (Roth, 2002, p. 41, citado por Rivas, L. 2003). En esta corriente se insertan teóricos como Anthony Giddens (1996), Ira Cohen (1996), Walter Powell y Paul J. DiMaggio (1999), March y Olsen (1997). Los últimos resaltan los elementos cognitivos que emergen en la relación entre los individuos y las instituciones. En este sentido, las instituciones configuran un marco de refe-

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En esta perspectiva, el neoinstitucionalismo considera que la acción individual toma asidero sólo mediante el velo de la institución, trascendiendo el individualismo metodológico y consolidando estructuras móviles que operan en relación al intercambio que se genera con el poder, es decir “el institucionalismo ha surgido como una orientación vigorosa en el análisis político” (Morán, 1995 y1998, p.22).

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rencia que conduce el flujo de acción de los individuos, de manera que las prácticas son productos culturales dotados de valores socialmente construidos: “Las instituciones y los procesos que se estructuran alrededor de ellas (socialización- deliberación-participación) son antes que nada creación humana, las mismas tienen como fin no sólo servir de soporte social, sino además imponen roles, conductas, usos, costumbres, sancionan y premian, incentivan y castigan tanto al ciudadano como a los grupos respectivamente y, en fin, moldean y canalizan nuestras expectativas y preferencias sociales, políticas, económicas, culturales” (Rivas, 2003, p.6). El énfasis de esta corriente del pensamiento se centrará en los procesos de interacción entre los ciudadanos, las organizaciones y los entornos políticos o culturales donde se inscriben. Siendo la familia, una institución, en su sentido sociológico, se deben considerar el tipo de valores, patrones de comportamiento y roles que son promovidos a manera de matriz simbólica en las esferas de desarrollo primario de los adolescentes infractores. Para autores como Garland (2001) las tasas altas de delito en las sociedades contemporáneas se deben entender como un fenómeno social normal y esperado: “La criminología contemporánea ve el delito cada vez más como un aspecto normal, rutinario, común de la sociedad moderna, cometido por individuos que son, en todo sentido, perfectamente normales” (Garland, 2001, p. 27) En la sociedad contemporánea se reclama al poder legislativo respuestas más contundentes al fenómeno de la criminalidad juvenil, debido a que los ciudadanos ya no creen en los mecanismos de rehabilitación y/o resocialización para los jóvenes delincuentes2. Por lo tanto, el reajustar las leyes y las instituciones es una constante en el mundo moderno:

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“las imágenes conjuradas para acompañar la nueva legislación tienden a ser descripciones estereotípicas de jóvenes ingobernables, 2 Para el caso de Palmira, la percepción de desconfianza frente a las instituciones fue rastreada en el 2011 mediante la construcción del Manual de Convivencia y Cultura Ciudadana. Desde la percepción de los participantes, las acciones estatales debían dirigirse hacia el incremento de costos penales en la comisión de delitos y el fortalecimiento de la fuerza pública.

depredadores y peligrosos delincuentes de carrera incorregibles. Acompañando estas imágenes proyectadas y como una respuesta retórica a ellas, el nuevo discurso de la política criminal invoca sistemáticamente un público lleno de ira, cansado de vivir con temor, que exige medidas fuertes de castigo y protección”(Garland, 2001) En igual sentido, se expresa Michael Rutter (2000, p. 121) al afirmar que la “exigencia” del público va orientada a pedir el castigo para aquellos que han transgredido las leyes y que en la actualidad el “afán populista” por castigar ha evidenciado que la “actitud del público”, familias y sociedad, frente a esta problemática ha cambiado, volviéndose cada vez más permisiva con respecto a la delincuencia juvenil. La resocialización de jóvenes infractores procesados por delitos ha sido objeto de críticas, en primer lugar, por los crecientes niveles de delincuencia en jóvenes. Sumado a ello los llamados “multi reincidentes”, ha ocasionado que no se tenga mayor convencimiento en los procesos de resocialización. La falta de confianza en los programas encaminados a resocializar adolescentes, con conductas delictivas, en la modernidad es una constante en la ciudadanía. Garland (2001) resume esta problemática retomando una frase que Francis Allen acuñó en 1971: “el declive del ideal de la rehabilitación” (p. 41). Para este autor, los programas de rehabilitación y/o resocialización dirigidos a individuos considerados en alto riesgo, para el caso de los EE.UU. e Inglaterra, han tenido un debilitamiento en los últimos treinta años. Al respecto afirma: “esta caída en desgracia de la rehabilitación ha sido inmensamente significativa. Su declive fue el primer indicador de que el esquema de la modernidad estaba comenzando a desarticularse” (Ibid). Garland califica el caso del sistema carcelario para adultos, o los centros de detención de menores, como verdaderas escuelas del crimen y la delincuencia, donde los individuos internos, una vez libres, ponen en práctica lo aprendido durante el confinamiento, situación que lleva a considerar que las respuestas sociales al delito exigen cada vez más el endurecimiento en las penas para aquellos que han trasgredido la ley, en otras palabras, hacer más costosa la comisión de delitos y pensar de manera cuidadosa la forma en que la política de resocialización está siendo aplicada. Para el autor las políticas de rehabilitación y/o resocialización en la modernidad apuntan a otros

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Analizando, para el caso colombiano, los aspectos señalados por Garland (2001) respecto a la protección al público, puede rastrearse en la nueva Ley de Responsabilidad Penal Juvenil ciertas similitudes. La ley aparece como la respuesta social esperada para hacerle frente al incremento inusitado de delitos violentos en los que se ven involucrados adolescentes. El aumento de penas en esta nueva ley tiene implícito el proteger al “público”, puesto que el tener separados de la sociedad a “delincuentes” de alto riesgo y reincidentes, es una garantía de protección para el bien colectivo. Para el caso de los adolescentes procesados judicialmente, el interrogante debe conducir a indagar por la forma en que el Estado procura efectividad en el proceso de resocialización y, finalmente, la forma en que está concebido el sujeto y el objeto de la política. En el proceso de resocialización de adolescentes, la educación cumple un papel fundamental, básicamente a través de la instrucción y capacitación puede convertirse en un mecanismo alterno, contemplado por la legislación, que busca generar en el sujeto las motivaciones para encontrar en el trabajo la generación de recursos legales, que lo ubiquen de nuevo como un miembro útil para su sociedad, al menos en el ideal, sin embargo, y tomando como referencia las entrevistas dadas por familiares y adolescentes que se encuentran bajo modalidad de libertad asistida, los ingresos económicos que obtienen estos adolescentes como producto de la actividad delincuencial aportan sustancialmente a la satisfacción de las necesidades básicas de sus familias. En los 10 casos revisados los adolescentes cumplían con roles de proveedores económicos para su red inmediata, conformada fundamentalmente por madres que apoyan la dejación de la comisión de delitos, hermanos menores que reconocen en ellos un modelo a seguir y padres policonsumidores o ausentes, que exigen al mismo tiempo las dádivas de aportes económicos para los gastos del hogar. En estos casos, la significación de la transgresión de la norma está también relacionada con el posicionamiento de un rol de protección asumido por los adolescentes, en el 80% hombres, de cuidadores,

independientes económicamente, proveedores de sus familias y consumidores de sustancias psicoactivas, siendo el crimen una acción instrumental que favorece sus propósitos. En segundo lugar, Rivas, L. (2003) reconoce el neoinstitucionalismo económico, desde donde se concibe a las instituciones como: “conjuntos de reglas que son obedecidas debido a la amenaza de una posible sanción. De manera que desde esta posición asumiríamos que los individuos se despeñan como seres racionales capaces de calcular si el beneficio de no obedecer las reglas es mayor o menor que la sanción, o cuál es la probabilidad -en caso de romper una regla- de ser descubiertos y sancionados” (March y Olsen, 1997, p. 23). Desde esta lógica, los cambios institucionales, y en los individuos, se generan a partir de la puesta en marcha de mecanismos que obedecen a la racionalidad instrumental, que opera bajo el principio de la minimización de los costos de transacción vía maximización de las ventajas competitivas. En tal sentido, puede identificarse la interpretación de un actor, adolescente racional, que establece procesos de deliberación entre las ventajas y desventajas derivadas de la comisión de un delito. La protección dada por la norma en oposición a la posibilidad de obtener bienes o servicios de su interés por vías ilegales. Las rutinas en las instituciones cumplen la función de favorecer esta transacción: “las rutinas institucionales existen sobre todo para reducir los costos entre individuos y grupos con el objetivo central de aumentar la eficiencia en términos de fines y ganancias. Es decir, las instituciones son importantes como elementos fundamentales del contexto estratégico, dado que imponen una serie de restricciones al comportamiento basado en el interés personal, es decir, definen o restringen las estrategias que los actores políticos, sociales y económicos adoptan en la lucha y en los procesos por alcanzar sus objetivos.” (Rivas, 2003, p.7). De esta manera, las rutinas y su derivación en los procesos evitan el desgaste de la toma de decisiones y reducen la incertidumbre, pues se basan en los apren-

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objetivos que no tienen como único fin el sujeto transgresor, por el contrario la protección de los ciudadanos ha cobrado vital importancia: “son las futuras víctimas las que ahora son rescatadas a través de la rehabilitación, en lugar de los delincuentes. Proteger al público se ha convertido en el tema dominante de la política penal.” (Garland, 2001, p.287)

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dizajes adquiridos tras las experiencias que definen la vida organizacional. Desde esta perspectiva, las categorías que priman corresponden a la calidad, eficiencia y eficacia, nivel de desempeño, los procesos, planeación estratégica y las evaluaciones, aspectos que guardan relación con los avances del paradigma de la Nueva Gerencia Pública y las tendencias de modernización del Estado. (Guerrero, O (1986); Aguilar V., L. F. (2009); Saravia, E. (1997); Longo M., F. (2000); Oszlak, O (2003); Ospina, S. (2002); Caiden, G. E. y Caiden, N. J. (1998)). En la tercera vertiente, Rivas, L. (2003) reconoce el neoinstitucionalismo politológico que corresponde a la “vertiente del enfoque neoinstitucional que integra los presupuestos del análisis racional (economía) y del análisis institucional aportado por la sociología en el estudio de la política. Se concede gran atención a los mecanismos a partir de los cuales individuos y organizaciones toman decisiones. Dicho enfoque, aparte de abordar el estudio de las instituciones tal cual como son y se desempeñan y no desde un plano normativo, revaloriza estudios referidos al liderazgo, los parlamentos, los gobiernos, el desempeño institucional, la burocracia, etc.” (p.7)

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Esta noción vincula el reconocimiento de nuevos actores políticos, la existencia de diversos juegos de poderes que influyen en los procesos de toma de decisiones. Así, el foco de atención es el papel del Estado en la producción de leyes que interactúan de la mano con los grupos de intereses y sociedad civil que ejercen control político. Dentro de las últimas tendencias en este tipo de neo institucionalismo se encuentra la inclusión del análisis de comportamiento individual y las redes de políticas. En palabras de Eslava, es necesario analizar “las relaciones de poder presentes en la agenda de prioridades, los mecanismos de decisión, la interacción entre actores e instituciones para implementar las decisiones, los resultados de las políticas y sus impactos en la evolución del diseño institucional” (Eslava, 2010, p. 105) Lo mencionado hasta el momento permite tener un marco de referencia para abordar la evaluación de la administración de justicia en adolescentes, reconociendo que en ella confluyen elementos de las tres concepciones del neoinstitucionalismo. Estos elementos ofrecen un marco interpretativo y de referencia en la definición de variables que

permitan evaluar la implementación del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes (SRPA), partiendo del reconocimiento de la perspectiva de los administradores de justicia y el adolescente infractor. A continuación se presentan algunas estadísticas que permiten caracterizar la problemática en materia de violencia juvenil para el municipio de Palmira. 2. Violencia juvenil: la legitimación de un proyecto de vida. La definición de la problemática requiere, entre otros elementos, la presentación de algunos indicadores de violencia que permiten operativizar la noción de “crimen” y “delito”, que finalmente son los que sustentan la aplicación del SRPA, desde el cambio generado en 2006 con la entrada en vigencia de la ley 1098. La evaluación de las políticas públicas requiere, dentro de sus múltiples requisitos, de un sistema de información unificada, que permita hacer seguimiento y monitorear el comportamiento de los objetos de evaluación, para este caso, la violencia juvenil. Como fuente de información se retoma el Observatorio de Seguridad, Convivencia y Cultura Ciudadana – OSCCC –definido como un espacio permanente de encuentro entre actores públicos y privados que actúan en red para discutir, investigar y proponer líneas de acción frente a eventos o fenómenos sociales que afectan la seguridad y la convivencia ciudadana, es decir, acompañar el proceso de toma de decisiones y construcción de herramientas de política pública.3 Una observación por edades en Palmira señala que, en el 2012 y 2014, los rangos de mayor afectación por la violencia homicida se encuentran entre los 15 y 29 años, allí se concentró el 55% de los casos. Tomando la variable del género, se identifica que para las mujeres, el rango de edad de mayor victimización estuvo entre los 20 y 29 años con el 43%. Al observar la distribución de las víctimas por edades simples, se identifica que el 35% tenían 17 años y el 31% 16 años. El 2,3% de las víctimas tenían menos de 5 años y el 14% eran menores de 14 años. 3 Para profundizar en el tema se puede consultar el artículo “Acercamiento a la aplicación del sistema de responsabilidad penal para adolescentes en el municipio de Palmira: un reto en la transferencia y la coordinación de políticas públicas” (2013), de la misma autora, donde se presentó de manera detallada una caracterización de la violencia homicida y la victimización de menores durante el 2012 en el municipio de Palmira.

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Gráfica 1. Homicidios de menores de 18 años. 20052012. Municipio de Palmira - Valle.

Esta situación llamó fuertemente la atención de los gobernantes de la municipalidad, quienes diseñaron estrategias de política social focalizadas especialmente para jóvenes de los sectores más vulnerables. La estrategia denominada Plan Especial de Inclusión Social (PEIS) también contempló un componente focalizado en los adolescentes infractores de Palmira que formaban parte del Sistema de Responsabilidad para Adolescentes (SRPA), el cual entró en vigencia para Colombia mediante el CONPES 3629 de 2009. Si se analizan los factores de vulnerabilidad de las víctimas, entre 2005 y 2012 el 30% tenían algún tipo de conductas de riesgo tales como consumo de sustancia psicoactivas, pertenecían a grupos delincuenciales o poseían sindicaciones por conductas delictivas. Un

hecho fundamental es que en el 2012, 48 casos que representan el 28% de los homicidios a menores, obedecieron a posibles móviles instrumentales, es decir, asociados a ajustes de cuentas, venganzas, retaliaciones entre bandas y hurtos. Las estadísticas permiten también establecer un hecho: existen coincidencias espaciales entre las condiciones de pobreza, violencia y criminalidad. Al revisar la distribución de los homicidios por comunas, y los móviles, se observa que de los 42 homicidios a menores ocurridos entre 2005 y 2012 en la comuna 1, el 38% fueron instrumentales y el 17% fueron impulsivos. De los 25 homicidios a menores

ocurridos en la comuna 7 el 44% obedecieron a móviles instrumentales. La focalización de la violencia homicida hacia menores definió tres territorios donde se intensifica progresivamente la problemática; en la comuna 1 se perpetraron 42 homicidios a menores de edad, seguido por la comuna 7 con 25 homicidios y la comuna 5 con 22 homicidios. El análisis periódico de esta información condujo a las autoridades de gobierno y justicia al establecimiento de algunas hipótesis, la principal está relacionada con la vinculación de menores para la comisión de delitos como homicidios, tráfico de drogas, micro extorsión y hurtos. Desde esta interpretación, los adolescentes posiblemente estén siendo víctimas de intereses superiores de sujetos con amplio historial criminal, quienes utilizan la condición de protección de la que

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Durante el periodo 2005-2012 169 menores de 18 años perdieron la vida en el municipio de Palmira, siendo víctimas de homicidio. Durante el periodo 2005-2008 el número de casos de homicidios a menores representó en promedio el 7,9% del total de las muertes violentas ocurridas en este periodo, situación que se agudizó durante el periodo 2009-2012, con un promedio de 8.5% del total de muertes ocurridas durante los últimos cuatro años. El 2011 marcó una alza histórica con el 11,4% de la estadística de victimización de menores.

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gozan los menores de 14 años cobijados por la ley 1098 de 2006, ley de infancia y adolescencia4. Desde un perfil geográfico, la violencia homicida en la extensión del municipio de Palmira se focaliza como puede observarse en la gráfica 2. Gráfica 2. Perfil geográfico de la violencia homicida en el Municipio de Palmira Valle.

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Producto de ello, la Administración Municipal priorizó 8 barrios para la implementación del Plan Integral de Seguridad, Convivencia y Cultura Ciudadana así: Zamorano, Emilia, Centro, Trinidad, Delicias, San Pedro, Colombia, El Sembrador. Los medios de comunicación también han rastreado los hechos de violencia que ocurren en Palmira. Como noticia importante se rescata la desarticulación de la “banda del Loreto” dedicado al sicariato, al hurto, el narcomenudeo y al microtráfico. De acuerdo con el reporte de las autoridades, se dio lugar a la “captura de ocho personas, entre ellas tres menores de edad, según indicó el comandante de la Policía Valle, coronel Nelson Ramírez, esta banda era una de las más peligrosas y 4 Extractos de jurisprudencia. Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes, Ley 1098 de 2006. Corte Suprema de Justicia. Sala de casación penal.

tenía desde hace meses azotada a la Villa de las Palmas con su accionar delictivo”5. Hacia el mes de Junio de 2012, la revista semana publicó un artículo titulado “Violencia en Palmira, la ‘Ciudad de Dios’ de Colombia”6que señala: “Desde 2010 los homicidios crecen por encima de los 200 casos al año y la tasa de muertos por cada 100.000 habitantes supera

con creces la de ciudades más grandes como Bogotá, Medellín y Cali. Quizá la violencia que azota a Palmira no difiera en nada del fenómeno de inseguridad urbana que por estos tiempos se enquistó en el resto del país a raíz de la expansión del microtráfico; pero la diferencia está en que, en este caso y gracias a una investigación de las autoridades, se sabe con pelos y señales el reto al que se enfrentan con esas bandas, la manera escandalosa como operan, el poder que ostentan y el terror que imparten”. En relación con el Sistema de Responsabilidad Penal Para Adolescentes, se menciona que el CONPES inicia 5 Ver información al respecto en: http://www.elpais.com.co/ elpais/judicial/noticias/capturan-miembros-banda-dedicada-sicariato-en-palmira 6 Ver información al respecto en: http://www.semana.com/ nacion/articulo/violencia-palmira-ciudad-dios-colombia/259986-3

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El título quinto del Código del Menor, denominado Menor Autor o Partícipe de una Infracción Penal, regulaba situaciones de delitos cometidos por niños de 12 a 18 años a través de un sistema inquisitivo. Estableció que esta población era penalmente inimputable (Decreto 2337 de 1989, Artículo 165.). El juez de menores era la autoridad que investigaba, juzgaba y controlaba la medida impuesta, la cual se dictaba teniendo presente las condiciones del adolescente y con la asesoría de un equipo interdisciplinario del ICBF. El Código del Menor diferenció a los niños infractores de otros niños que ameritaban protección. En tal sentido, derogó lo establecido en la Ley 98 de 1920, bajo la cual el operador de justicia, en la práctica, aplicaba las mismas medidas para ambas poblaciones. Su finalidad era el logro de la plena formación del niño y su integración familiar y comunitaria (Decreto 2337 de 1989, Artículo 169.); su administración era competencia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ICBF, en coordinación con el Sistema Nacional de Bienestar Familiar (SNBF), Ley 7 de 1979, por la cual se dictan normas para la protección de la niñez, se establece el Sistema Nacional de Bienestar Familiar, se reorganiza el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y se dictan otras disposiciones y con el concurso de las entidades territoriales; particularmente, en la creación,

organización y funcionamiento de la oferta institucional para la reeducación del menor infractor, de acuerdo con el Decreto 2337 de 1989, Artículo 204, parágrafo 2. De acuerdo con la ley 1098, los menores de 14 años no serán juzgados, declarados responsables penalmente ni privados de la libertad por delito. Condición que también aplica para las personas mayores de 14 y menores de 18 con discapacidad psíquica o mental. La privación de la libertad de adolescentes, en los casos que proceda, se cumpliría en establecimientos de atención especializada en programas del Sistema Nacional de Bienestar Familiar, siempre separados de los adultos. Cuando no existen establecimientos con estas características, como ocurre en el caso de Palmira, estas funciones son cumplidas por escenarios de centralización como el Centro Especializado de Servicios Jurídicos para Adolescentes (CESPA). Tomando como referencia los extractos de Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia, a los menores de 14 años que cometan delitos se les impondrán medidas de protección y se vincularán a procesos de educación. Las sanciones que se imponen a los adolescentes declarados con responsabilidad penal es la amonestación, reglas de conducta, prestación de servicios a la comunidad, libertad asistida, internación en medio semicerrado y privación de libertad en centros de atención especializada. Los objetivos sobre los que se erige el SRPA, deben ofrecer las condiciones de evaluación que permitan medir el impacto de su implementación. Los objetivos propuestos se observan en el gráfico 3. Gráfico 3. Árbol de objetivos del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes - SRPA

Fuente: Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes (p.75)

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como objeto legal para regular situaciones de riesgo excepcional en menores. La noción de sujeto que se maneja es “La nueva doctrina de Protección Integral concibe al niño como sujeto activo de derechos y no como objeto de protección, que era precisamente la característica fundamental del sistema tutelar anterior” (Pérez, 2009).

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3. Elementos para la evaluación del sistema de responsabilidad penal para adolescentes. La finalización de este artículo pretende ofrecer elementos de análisis para la evaluación de la aplicación del SRPA, de manera que reconozca la perspectiva no solo institucional, en este caso en representación de los operadores de justicia7 sino también partiendo del reconocimiento de la significación del adolescente infractor frente a la comisión de delitos. En primer lugar, la visión institucional señala la necesidad de fortalecer los sistemas de información, trascendiendo la unidad de medida del número de aprehensiones y fallos emitidos para menores a variables que se focalicen en los adolescentes, como las reincidencias y las condiciones socio demográficas que bordean a los sectores oprimidos del municipio de Palmira. Esta información aportará sustancialmente a la toma de decisiones en materia de política juvenil y prevención de la violencia urbana. En segundo lugar, el abordaje de la política social, en materia de prevención de la violencia juvenil, y el proceso de reinserción a la sociedad civil de los menores que ya se encuentran dentro del Sistema, debe constituirse en un eje transversal del desarrollo del municipio. Esto quiere decir que la prevención no solo debe reconocerse en el fortalecimiento de la oferta social, vía garantía de derechos y vinculación del sector empresarial, sino en el fortalecimiento de proyectos de vida por vías legales; considerando que de acuerdo con lo evidenciado, en este momento los menores de 14 años que incurren en conductas punibles han legitimado la idea de un proyecto de vida operado bajo elementos de un actor racional, que coloca en relación los costos (tiempo invertido en las medidas cautelares) y los beneficios (retribución económica por efecto de la conducta delictiva).

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Esta realidad invita a considerar la transformación de valores culturales y prácticas sociales que se muestran en “ideales”, “estereotipos” y “modelos deseables” a seguir, personificados en el “éxito” que obtienen los líderes de pandillas, mayores o menores de edad, quienes finalmente movilizan la oferta del desarrollo para los de menor edad, influyendo sustancialmente en las elecciones de vida que realizan. 7 Para el caso del presente documento, se reconoce la perspectiva institucional en la voz del fiscal y defensor de familia que aportaron información valiosa a través de entrevistas.

En tercer lugar, la adhesión de Colombia a los pactos internacionales como las Reglas de las Naciones Unidas para la administración de justicia, Reglas de Beijing (1990); la prevención de la delincuencia juvenil: Reglas de Riad (1990); la protección de los menores privados de la libertad: Reglas de la Habana (1990); las Reglas de Naciones Unidas sobre medidas no privativas de la libertad: Reglas de Tokio (1990); así como la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948); los Derechos del Niño (1959); el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos (1966); el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1966) y la Convención Interamericana de Derechos Humana (1969), exigen trascender la idea de transferencia de políticas y centrarse en la posibilidad de desarrollar modelos focalizados de política que transformen los ideales culturales y morales. Para el caso de Palmira, se reconocen grandes avances en materia de focalización de la intervención social sobre las zonas identificadas con factores de riesgo y pobreza, así como la existencia de información estadística consolidada que permite establecer líneas de base para la medición, seguimiento y evaluación. Este eje también está apuntando a la armonización de los procesos terapéuticos orientados a la reparación del daño frente a la sociedad y la restauración en los entornos donde se han cometido los hechos, asumiendo que las vulneraciones han provenido del Estado al no garantizar el goce efectivo de derechos en los sectores de residencia de estos adolescentes. En cuarto lugar, y en relación al modelo del SRPA, se reconoce que, desde la perspectiva de los actores institucionales entrevistados, existen esfuerzos de coordinación visibles en materia de definición de funciones institucionales, las que fortalecen la ruta jurídica con la que opera el SRPA. Esta ganancia ha sido producto del aprendizaje colectivo entre las instituciones involucradas8 y la posibilidad de conformar mesas y comités técnicos, donde se evalúen concienzudamente las fallas en los primeros dos años de implementación. En este sentido, el reto que se impone para la intervención psicosocial y toxicológica, es la trascendencia de una justicia retributiva, caracterizada por la aplicación de castigos y condenas, tal como ocurre en el sistema penal ordinario, hacia una justicia restaurativa que comporta el fin del SRPA, orientada a la reparación del daño, “ su interés no es el castigo por tanto sus medidas tienen un carácter pedagógico, específico y diferenciado respecto del sistema de 8 Policía de Infancia y Adolescencia, Fiscalía, ICBF, Medicina Legal, Comisaría de Familia, Caivas, Cavif, entre otros.

Elementos de evaluación en la implementación del sistema de responsabilidad penal... / María del Mar Osorio Arias

adultos conforme a la protección integral (…) la justicia restaurativa considera que el delito afecta a las personas y sus relaciones, ergo, el logro de la justicia demanda subsanar el daño. El enfoque de la justicia restaurativa es cooperativa. No le “interesa abstractamente el derecho violado”, sino el hecho concreto que una persona fue lesionado por las acciones ilícitas de otra y es el daño el que debe ser reparado” (Jhonstone, Jerry, citado por Rojas, 2009, p.108) en Conpes 3629 (2009. P.27).

Aguilar V., L. F. (2009). Gestión estratégica. En: Sánchez A., F. (2003). Planificación estratégica y gestión pública por objetivos. Santiago de Chile: Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y Social – ILPES. Caiden, G. E. & Caiden, N. J. (1998). Enfoques y lineamientos para el seguimiento, la medición y la evaluación del desempeño en programas del sector público. Caracas: Revista del CLAD Reforma y Democracia, No. 12. Colombia, Departamento Nacional de Planeación. (2009). CONPES 3629. Sistema de responsabilidad penal para adolescentes – SRPA: Política de atención al adolescente en conflicto con la ley. Bogotá D.C: DNP Colombia.

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Para finalizar, se presenta a continuación un esquema de ejes de análisis, que pretende servir de referencia para la posterior definición de indicadores, los cuales faciliten la medición del impacto de la implementación del SRPA. Gráfica 4. Elementos de evaluación para la medición de impacto en el Sistema de Responsabilidad Penal para Adolecentes – SRPA.

Referencias:

Fuente: Elaboración propia

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Caracterización económica del sector cafetero en el departamento del Cauca, Colombia, 2009 - 2014 Recepción: 29/06/14 / Aceptación: 21/08/14

Jhonatan Alexander Moreno Delacruz [email protected] Corporación Universitaria Comfacauca

Economista y Esp. (c) en Gobierno y Políticas Públicas, docente del Programa de Contaduría Pública de la Corporación Universitaria Comfacauca. Además se desempeña como Director Ejecutivo de Finanzas de la Corporación Saberes del Cauca – Corposaberes.

Palabras claves: Café, agricultura alternativa, economía cafetera, departamento del Cauca. Abstrac: This article presents a characterization of the coffee culture of the Department of Cauca, considering its peculiarity of being studied as an alternative agriculture that promotes a friendly environment strategy, stating that the attributes of coffee in the region have achieved international recognition its quality, since it has a “designation of origin” that makes it more attractive in sophisticated markets that pay more for organic products, while recognizing the important economic growth that has taken the sector in recent years, increasing coffee farmers, coffee farms and cultivated hectares, and the relationship of these variables statistically, while the dynamics of foreign trade is evident, with significant growth in exports of

Cauca coffee to all continents, finally considered challenges and future prospects of the sector in the region. Keywords: Coffee, alternative agriculture, coffee economy, Cauca.

Introducción El presente documento pretender realizar una caracterización de la economía cafetera del departamento del Cauca durante el periodo 20092014, toda vez que ha sido un sector de gran relevancia para esta región, pues ha representado una fuente de empleo para los campesinos e indígenas del amplio sector rural de la región. Asimismo, es un sector que ha presentado drásticos cambios a lo largo de la historia, siendo uno de los que consolidó la economía de Colombia en el siglo XX como principal producto de exportación y que hoy conserva una importancia en el sector agrícola, sustento de miles de familias que se dedican a su cultivo, logradondo un posicionamiento a partir de estándares importantes en la producción del grano, a tal punto que el café del Cauca es considerado como uno de los de mayor calidad en el mundo. De esta manera, la realidad económica del sector ha presentado variaciones que merecen ser expuestas, buscando observar las relaciones entre las variables que inciden para su sostenimiento, mas cuando ha sido un sector prioritario para la Visión Cauca 2032 y en el que se apostó la inversión de grandes recursos de regalías para mejorar su desempeño.

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Resumen: El artículo presenta una caracterización de la caficultura del departamento del Cauca, teniendo en cuenta su particularidad como agricultura alternativa que promueve una estrategia amigable con el medio ambiente, manifestando que los atributos del café de la región han logrado un reconocimiento internacional por su calidad, toda vez que cuenta con una “denominación de origen” que lo hace más atractivo en mercados sofisticados que pagan un mayor valor por productos orgánicos, además de reconocer el importante crecimiento económico que ha tenido ese sector en los últimos años, en el aumento de los caficultores, las fincas cafeteras y las hectáreas cultivadas, al igual que la relación de esas variables estadísticamente, al tiempo que se evidencia la dinámica del comercio exterior, con un crecimiento notable de las exportaciones del café caucano hacia todos los continentes. Finalmente, se consideran las dificultades y perspectivas a futuro del sector en la región.

PERSPECTIVAS Nro. 6 / Enero - Diciembre / 2014

Aproximación teórico/metodológica: cafetero como agricultura alternativa.

el

sector

La producción de café puede ser entendida desde la agroecología, que se enfoca en el manejo de recursos naturales a través de formas de acción colectiva y promueve acciones para mejorar las opciones de satisfacción de necesidades prioritarias de las comunidades, de tal manera que las distintas asociaciones de campesinos, específicamente de cafeteros, presentan aspectos relacionados con estrategias sistémicas, a saber, consideraciones de la finca, la organización comunitaria y las relaciones con el entorno local que guardan estrecha relación con los saberes propios de lo campesino y/o indígena, quienes generan potencialidades para fomentar la biodiversidad ecológica y sociocultural. Así, se caracterizan como agriculturas alternativas desde los movimientos sociales (Sevilla Guzmán & Woodgate, 2013). Este tipo de agricultura contempla los procesos de forma armoniosa con el ambiente, propende por el rendimiento y fertilidad de los suelos de forma sostenida y el control natural de plagas, esto es posible por la diversificación de productos y el empleo de tecnologías autosostenidas. Así, las “estrategias se apoyan en conceptos ecológicos, de tal manera que el manejo da como resultado un óptimo ciclaje de nutrientes y materia orgánica, flujos cerrados de energía, poblaciones balanceadas de plagas y un uso múltiple del suelo y del paisaje” (Altieri & Nicholls, 2000, pág. 15), y tiene correspondencia con la combinación de cultivos, plantas y algunas especies domésticas.

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Históricamente, el café ha sido uno de los productos de trascendencia en el país y de reconocimiento a nivel internacional por ser de los más suaves del mundo, como quiera que la consolidación económica del país obedece a las bonanzas cafeteras presentadas a lo largo del siglo XX, lo que permitió el avance en otras esferas de la economía. Sin embargo, en principio el ciclo económico del país dependía fuertemente del precio internacional del grano, según Ocampo (1996): “El precio del café también cumplió un papel protagónico en la determinación del ciclo económico durante buena parte del siglo pasado. Como las exportaciones de café representaron en promedio el 70% de las exportaciones totales entre 1910 y 1990, un aumento en el precio externo rápidamente se traducía en un mayor ingreso para los caficultores” (Cardenas, 2013).

En este contexto, la investigación aquí propuesta utilizó métodos de valoración básicos de tipo descriptivo cualitativo y descriptivo cuantitativo, utilizando fuente de información secundaria, informes, estadísticas y trabajos previos sobre la temática, los cuales permiten observar las características del cultivo del café y hacer un análisis de correlación entre las hectáreas de producción, las fincas y el número de caficultores de las distintas regiones del departamento del Cauca, como también observar el comportamiento económico de la producción interna y su comercialización a nivel internacional. Finalmente, se anotan algunas perspectivas a futuro de esta actividad. El café del Cauca: atributos y participación económica. El Cauca junto a otros departamentos vecinos, por sus características geográficas y variedad climática, gozan de características especiales, al ubicarse en una altitud y temperatura menos elevada de los tradicionales del centro del país, logrando producir cafés de tipos especiales, que son valorados y tienen gran potencial de demanda en mercados sofisticados, debido a que son cafés con gran consistencia y homogeneidad, fragancia y aromas muy fuertes y acaramelados, de mayor acidez y otras particularidades como cuerpo medio, impresión global balanceada, taza limpia, suave y con algunas notas dulces y florales, lo que llevó al Cauca a constituirse en uno de los primeros departamentos en tener las IGPs/DO (Denominación de Origen) regional en el país, garantizando que el producto es de un territorio específico (Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, 2014). Es así como el compromiso de alrededor de 90 mil familias cafeteras, que cultivan en promedio cerca de 86 mil hectáreas de café, garantiza un importante aporte al desarrollo económico del departamento y la industria nacional. Los suelos caucanos que dan nacimiento a los dos grandes ríos colombianos, Cauca y Magdalena, y a las cordilleras Central y Occidental, aportan cerca de un 8% de la producción cafetera nacional en los últimos años. De otro lado, el gremio de caficultores caucanos sobresale en exigentes competencias de cafés especiales (Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, 2014). En el Cauca el grano de café se cultiva desde el Valle de Pubenza hasta los extremos de las cordilleras Central y Occidental, una de las principales actividades agrícolas de este departamento. El cultivo es realizado

Caracterización económica del sector cafetero en el departamento del Cauca, Colombia, 2009 - 2014 / Jhonatan Alexander Moreno Delacruz

por caficultores de diversas etnias (blancos, mestizos, afrodescendiente e indígenas, Paeces y Guambianos en su mayoría), por lo que el resultado de este esfuerzo cafetero es una combinación bastante particular, al igual que lo es su cultura y expresión regional. Las expresiones en cuanto a su sabor, aroma y bebida se deben a unas condiciones de cultivo, origen, forma de hacer las cosas bien, pero sobre todo de quienes se encargan del proceso, quehacer que ha forjado un nombre que es hoy reconocido como el fruto del esfuerzo y empeño del hombre en la búsqueda por la armonía con el entorno que le rodea. Así, en los últimos años ha tenido un crecimiento importante, al punto que la producción cafetera del Cauca ha logrado llegar a países de los 5 continentes (Moreno Delacruz, 2014). Gráfica 1. Atributos del café caucano

Fuente: Almacafé

Gráfica 2. Participación de la producción del Cauca en la producción nacional de café, 2009 – 2013

Fuente: Elaboración propia, datos del DANE.

Lo anterior, para el Cauca tiene su explicación en el aumento que han presentado las áreas cultivadas en la región, pasando de tener 73.34 a 91.61 miles de hectáreas cultivadas, representando una variación de 24.91% de 2009 a 2013. Sin embargo, a 2014 se presentó un leve descenso de 3% en la producción. En el 2013 en el país se cultivaron 974.01 mil hectáreas, lo que equivale a que el Cauca tiene incidencia de 9.41% del total de área cultivada, pero en 2014 disminuyó a 9.36% (ver gráfica 3). Gráfica 3. Área cultivada de café en el departamento del Cauca, 2009 – 2014.

Las condiciones especiales del café caucano, mostradas a través de esos indicadores geográficos de procedencia, verifican la autenticidad de las marcas, mostrando lo extraordinario del producto y de las condiciones climáticas que lo permiten, es así como se ve reflejado el esfuerzo de las diferentes comunidades que se dedican a su producción.

1 El Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas – DANE, debido a las metodologías del cálculo de las cuentas nacionales, solo presenta datos hasta 2013.

Fuente: Elaboración propia, datos de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia.

Si bien este sector para el Cauca comienza a cobrar mayor trascendencia, su aporte a la producción interna bruta del departamento viene en retroceso con un leve repunte en el 2014; en promedio para el periodo 2009-2013 la participación estuvo en alrededor del 3.2% (ver gráfica 4). Esto se explica por la caída del

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En términos de las cuentas nacionales departamentales, la participación de la producción del café del Cauca respecto a Colombia, viene tomando relativamente una mayor importancia. El departamento pasó de tener una producción de 181 mil millones de pesos en 2009 (pesos constantes), con una participación del 7.66% en la producción nacional de café, a 271 mil millones de pesos en 20131, con un peso de 8.97 por ciento de la producción en el país (Ver gráfica 2).

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sector agropecuario en general, pues otras actividades comienzan a tener mejores condiciones, dado que aportan mayor valor agregado en la producción, es el caso del sector servicios, que a 2013 representó un 22.4% y el sector agropecuario que representó un 9.7% del total del PIB del departamento. Gráfica 4. Participación de la producción de café en el PIB del departamento del Cauca, 2009 – 2013.

Fuente: Elaboración propia, datos del DANE.

Análisis de relación y correlación de variables: caficultores, fincas y hectáreas producidas.

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Al tener en cuenta variables como caficultores, fincas cafeteras y hectáreas de producción de café, en los años 2011-2014, el promedio para esos años evidencia que los municipios de El Tambo y Cajibío son los mayores productores de café en el Departamento del Cauca, los cuales se encuentran en la región de meseta, rodeada por las cordilleras central y occidental, en la cual se desarrolla el 65% de la producción del departamento. Además, son los municipios con mayor extensión de área cultivada y número de caficultores. Aquellos municipios con menor producción del grano son: Miranda, Florencia y Puracé. Mientras que los que carecen de producción son: Guachene, Padilla, Villarica, Puracé, Silvia, Piamonte, Puerto Tejada, Guapi, López de Micay, Santa Rosa y Timbiqui, debido a que son municipios dedicados a otras actividades agrícolas y cuyo clima no es adecuado para el cultivo de café (véase la relación de cada municipio en el Anexo 1). Ahora bien, un acercamiento gráfico de dispersión permite observar la relación positiva entre el número de caficultores y el número de hectáreas de cosecha de café, es decir, que durante el periodo 2011 – 2014 se

presenta una relación directa, donde a mayor número de caficultores mayor número de hectáreas presenta el cultivo, esto concuerda con la información y los análisis previos. Gráfico 5. Relación entre número de caficultores y número de hectáreas cultivadas periodo 2011 - 2014.

Caracterización económica del sector cafetero en el departamento del Cauca, Colombia, 2009 - 2014 / Jhonatan Alexander Moreno Delacruz

Fuente: Elaboración propia con datos de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia procesados a partir del software SPSS

Analizando cada región se puede observar que aquella que cuenta con más caficultores, en el Cauca, es la región de Morales, que en promedio anual cuenta con 15.051 caficultores. La región de Suarez es la que cuenta con menor participación en cuanto a caficultores, con 4.464 en promedio. En términos de variación porcentual, del número de caficultores, se observa con mayor relevancia que los cambios producidos se establecen en la región Popayán, teniendo el mayor crecimiento en 2014, con un 30.1%, y la región Tambo que tuvo la caída más notoria en -55.3%. Gráfica No. 6. Número de caficultores por región en el Cauca.

En cuanto al número de fincas, se presenta una relación igual a la anterior, la región Morales, en promedio anual para el periodo, cuenta con 18.651 fincas. La región Suarez cuenta con 5.458 fincas en promedio. En términos porcentuales, en los últimos años se observa el mismo comportamiento de los caficultores, esto debido a que las fincas no dedicadas a la producción de café no son reportadas en los datos obtenidos durante el censo de la Federación de Cafeteros.

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Fuente: Elaboración propia con datos de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia

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Gráfica 7. Número de fincas cafeteras por región en el Cauca

Fuente: Elaboración propia con datos de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia

Para el caso de número de hectáreas cultivadas, se comprueba la relación establecida previamente, entre más caficultores existan mayores hectáreas producidas se encuentran, aplicado en términos regionales también (Ver Gráfico No. 6). Asimismo, se presentan las mismas situaciones anteriores, la región Popayán aumentó considerablemente los cultivos en hectáreas (35,5%), mientras que la región Tambo tuvo una dramática disminución (-47,8%). Gráfica 8. Número de hectáreas cultivadas de café por región en el Cauca

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Fuente: Elaboración propia con datos de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia

Interesaba determinar si el número de hectáreas producidas de un año respecto a los demás presenta algún grado de correlación, y en efecto es muy alta la relación. Por ejemplo, de acuerdo a la correlación de Pearson, del año

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2011 a 2012 la relación es 0,999, prácticamente 1, una correlación muy fuerte, al tiempo que ese año, 2011, va influyendo cada vez menos en los sucesivos (ver tabla 1), esto se explica porque los hechos pasados determinan totalmente los resultados a futuro, lo cual se asimila a las expectativas adaptativas y racionales propuestas por Friedman (Lora, 2008). Además, todas las correlaciones son estadísticamente significativas porque se tiene una significancia menor a 0,05. Tabla 1. Correlación de hectáreas producidas en el periodo 2011-2014. Correlaciones  

Número de hectáreas de café 2011

Número de hectáreas de café 2012 Número de hectáreas de café 2013 Número de hectáreas de café 2014

Pearson Correlation Sig. (2-tailed) N Pearson Correlation Sig. (2-tailed) N Pearson Correlation

Número de hectáreas de café 2011

Número de hectáreas de café 2012

Número de hectáreas de café 2013

Número de hectáreas de café 2014

1

,999**

,997**

,914**

  43

,000 43

,000 43

,000 43

,999**

1

,999**

,916**

,000 43

  43

,000 43

,000 43

,997**

,999**

1

,921**

Sig. (2-tailed) N Pearson Correlation

,000 43

,000 43

  43

,000 43

,914**

,916**

,921**

1

Sig. (2-tailed)

,000

,000

,000

 

N

43

43

43

43

**. Correlation is significant at the 0.01 level (2-tailed).

Para saber la relación del comportamiento entre regiones, en términos de las hectáreas cultivadas, se realiza un análisis de varianza (ANOVA) de un factor, que “sirve para comparar varios grupos en una variable cuantitativa. Esta prueba es una generalización del contraste de igualdad de medias para dos muestras independientes. Se aplica para contrastar la igualdad de medias de tres o más poblaciones independientes y con distribución normal” (Bakieva, González Such, & Jornet, 2014, pág. 1). El resultado muestra que hay diferencia significativa entre las hectáreas cultivadas según la región donde se produce en el departamento del Cauca, porque la significancia es menor que 0.05, es decir, que todas la regiones se comportan diferente en todo el periodo de 2011-2014, de manera que no hay razones para decir que una región afecta a otra en términos de áreas cultivadas.

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Fuente: Elaboración propia con datos de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, y procesamiento en el software SPSS

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Tabla 2. Análisis de varianza (ANOVA) de las hectáreas cultivadas.

ANOVA  

Sum of Squares Número de hectáreas de café 2011

Número de hectáreas de café 2012

Número de hectáreas de café 2013

Número de hectáreas de café 2014

df

Mean Square

Between Groups

149660614,770

Within Groups

29411728,300

33

Total

179072343,070

42

Between Groups

164449019,553

Within Groups

31107694,633

33

Total

195556714,186

42

Between Groups

199460602,327

Within Groups

38047533,533

33

Total

237508135,860

42

Between Groups

150997365,174

Within Groups

72988654,733

33

Total

223986019,907

42

F

9 16628957,197 18,658

 

891264,494

 

 

 

 

9 18272113,284 19,384

 

942657,413

 

 

 

 

9 22162289,147 19,222

 

1152955,562

9 16777485,019

 

2211777,416

Sig.

 

 

 

 

 

7,586

 

 

,000

,000

,000

,000

 

Fuente: Elaboración propia con datos de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia y procesamiento en el software SPSS

Comercio exterior del café del Cauca

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Durante los años 2013 y 2014 el comportamiento del precio internacional del café ha sido muy volátil, para el primer año se venía presentando una excesiva oferta, llevando a un cambio en las expectativas de los actores involucrados en la cotización del precio del café, y alentó a apostar sobre la caída del precio del producto. Sin embargo, a principios de 2014, ante los cambios repentinos del clima y posibles daños en las cosechas del mayor productor mundial, Brasil, otra fue la perspectiva sobre el grano, explicando los aumentos de precio que se reflejaron durante ese año, pues se pasó del nivel más bajo, un precio de alrededor de 101 dólares la libra, en noviembre de 2013, a 172.9 en el nivel más alto, en octubre de 2014. Pero a pesar de esto, después se estableció un descenso, ubicándose en 150.7 en diciembre (Ver comportamiento en Anexos 2 y 3). Ahora bien, en términos de comercio exterior, el café es uno de los productos que más se exporta en el Cauca, en los últimos cuatro años alcanzó su mayor valor en dólares FOB, en US$111.881.146,40 en el año 2014, y el de menor valor fue en 2012, con US$63.675.005,06. El crecimiento desde 2012 ha sido notable, con un 75,7%.

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Gráfica 9. Exportaciones de café del Cauca, 2010 – 2014

Fuente: Elaboración propia, datos de Procolombia Es posible evidenciar que si bien en algunos años los volúmenes exportados son mayores, éstos no reflejan un incremento de los valores en dinero, caso de 2013 para el Cauca que muestra niveles de exportación mayores, pero reflejado en términos de dólares es menor que en otros años, lo que se explica por las variaciones de los precios internacionales del café a los que se hicieron alusión sobre su volatilidad. Gráfica 10. Volúmenes de exportación de café del Cauca, 2010 – 2014

Por otra parte, los países de destino hacia donde es exportado el café del Cauca, para el año 2013, el primer socio comercial cafetero fue Estados Unidos, a donde se exportó casi la mitad de la producción, seguido de otros países de Asia y Europa, en los cuales se prefiere consumir tipos de cafés con características especiales como los producidos en la región, pues sus certificaciones orgánicas y de origen los hacen atractivos para este tipo de mercados, donde los consumidores son exigentes en términos de calidad para sus alimentos.

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Fuente: Elaboración propia, datos de Procolombia

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Gráfica 11. Destino de la exportación de café del departamento del Cauca – 2013

En la categoría otros aumentó la participación de países que no habían exportado el año inmediatamente anterior, lo que pone en evidencia que el Cauca lleva su café a países de todos los continentes, entre ellos: Australia, Noruega, Nueva Zelanda, Malasia, Taiwán, Antillas Holandesas, México, Portugal, Italia, Países Bajos, Francia, Vietnam, Egipto, China, Israel, República de Sudáfrica, Georgia, Letonia y Singapur. Perspectivas de la caficultura en la región

Fuente: Elaboración propia, datos de Procolombia

Entre los países que suman el 5.6%, catalogado como otros en la gráfica 11, están: Australia, Suecia, Malasia, Taiwán, Finlandia, Eslovenia, Países Bajos, Nueva Zelanda, Grecia, Francia, Noruega, Rusia, China, México, Dinamarca, Antillas, Egipto y Marruecos. Para el año 2014 se mantienen los principales socios comerciales de exportación de café para el Cauca, cambiando las posiciones de participación para algunos, es así como se observan los nichos de mercado para la producción de este grano en el mundo. Estados Unidos sigue siendo el principal socio comercial, pues “la estrategia de diferenciación del café verde colombiano en el mercado estadounidense fue exitosa en el aumento (sostenimiento) de las exportaciones colombianas a este destino, la competencia que Colombia libró allí con su principal competidor, Brasil, fue una en cantidades” (Rendón Cardona, 2013, p. 101). Gráfica 12. Destino de la exportación de café del departamento del Cauca – 2014.

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Fuente: Elaboración propia, datos de Procolombia

Se debe tener en cuenta que “el procesamiento y la topografía de los países productores influyen en la estructura de costos de las caficulturas que soportan” (Rendón Cardona, 2013, p. 104), para el caso de Colombia y el Cauca, debido a su abrupta topografía así como al método de procesamiento, se hace de la caficultura una actividad intensiva en la utilización de mano de obra. Aunque la importancia macroeconómica de la economía cafetera en Colombia ha disminuido (solo representa el 6% de las exportaciones, cuando en la década de los cincuenta llegó a casi el 80%), su relevancia social prevalece, pues en el Cauca cerca de 90.000 familias derivan su sustento del cultivo del grano, lo cual representa buena parte del empleo rural. Además se debe reconocer que: “Detrás de toda la importancia que ha cobrado el café en Colombia y en el exterior, está su institucionalidad. Ésta, representada en la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia (FNC) y el Fondo Nacional del Café (FoNC), ha sido determinante en los logros sociales que ha acumulado el café en algunas regiones del país. También, en el posicionamiento del grano como uno de calidad en los mercados internacionales” (Rendón Cardona, 2013, p. 106). Sin embargo, esa institucionalidad ha servido para tener logros a nivel internacional, pues es excluyente al interior del país, debido a que los roles de poder se manifiestan en ese sentido, asimilando la noción que plantean los autores Robinson y Acemoglu (2013) en su libro ¿Por qué fracasan los países?, donde presentan razones históricas para demostrar que unas instituciones políticas excluyentes determinan en instituciones económicas del mismo tenor y, el Cauca, es un ejemplo palpable de esa relación, pues si bien se tienen éxitos en términos económicos en algunos

Caracterización económica del sector cafetero en el departamento del Cauca, Colombia, 2009 - 2014 / Jhonatan Alexander Moreno Delacruz

Ahora bien, para los productores de café se presentan algunas dificultades, que de acuerdo a Olga Lucia Cadena y Carlos Enrique Corredor, expertos en economía campesina de la Universidad de Cauca, se convierten en desventajas, pues éstos con el paso de los años han generado dependencia de insumos externos, llevando a perder autonomía en múltiples aspectos de la vida rural campesina, tal es el caso de la soberanía alimentaria, debido a que el producto tiende a convertirse en monocultivo (Moreno Delacruz, 2014). Si se tiene en cuenta la forma de producción, muchos caficultores tienen un legado de herencia respecto al tema, han cultivado toda su vida pero deben mejorar muchos aspectos de la cadena productiva, lo cual les permitiría tener un mejor acceso a los mercados. De ahí que se deban seguir propiciando tecnologías y un fortalecimiento organizacional de base, pues en su mayoría son pequeños productores en parcelas que cultivan para subsistir. Siguiendo esa misma línea, se tiende a producir por producir, es decir, no hay estudios reales de las especificaciones de demanda de otros mercados. Así, los productores dependen de intermediarios que compran a precios bajos el café verde, siendo pocos los que realizan procesos de transformación, en tanto existe poca innovación. Respecto al futuro de café en la región Corredor argumenta: “creo que es un producto que seguirá estando en las tierra de los pequeños campesinos caucanos, ya se ha generado un cultura alrededor de este producto y se tienen experiencias y conocimientos en diferentes instancias locales sobre sus particularidades y el desarrollo de formas diferentes de actuar, tanto en el ámbito productivo como del mercado” (Moreno Delacruz, 2014). De otra parte, Cadena sugiere que debe haber un proceso para repensarse la caficultura en el departamento, siendo ahí donde “la Federación Nacional de Cafeteros es un actor principal para la generación de políticas cafeteras, haciendo presencia constante en el campo junto a las comunidades, siendo intermediario e informador de primer orden, al tiempo que deben promover incentivos a la diversificación de

subproductos del café para aprovechar los distintos mercados” (Moreno Delacruz, 2014). Las apuestas en el Cauca apuntan a mejorar este sector a través de una inversión que suma $16.700 millones, con el proyecto de regalías “implementación y conformación del parque tecnológico de innovación para la agregación de valor a la caficultura caucana”, y el segundo con una inversión de $10.235 millones, para la “consolidación de un centro de investigación, promoción e innovación social para el desarrollo de la caficultura caucana”. Conclusiones En el periodo 2009 – 2014, el desenvolvimiento de la caficultura caucana ha tenido un importante dinamismo, toda vez que se han aprovechado las características de la agricultura alternativa desde lo orgánico, con la “denominación de origen” que le ha permitido tener un reconocimiento a nivel internacional por la calidad que le confieren sus atributos, entre los cuales se encuentran su consistencia y homogeneidad, fragancia y aromas muy fuertes y acaramelados, mayor acidez y otras particularidades como cuerpo medio, impresión global balanceada, taza limpia, suave y con algunas notas dulces y florales. En este sentido, el contexto de la región y las políticas institucionales han generado las condiciones para que el sector tenga un crecimiento importante, en términos de caficultores, fincas cafeteras y área cultivada, además de un importante repunte en el crecimiento de las exportaciones que se consolidan en países de todos los continentes. Finalmente, en el Cauca se ha generado una cultura alrededor del café, debido a que se ha territorializado el proceso, siendo de vital importancia para alrededor de 90.000 familias que viven del grano. Como reto para la institucionalidad, está generar las condiciones para propender por la seguridad alimentaria de ese sector, el cual presenta dificultades por la variación del precio internacional y la dependencia frente a la compra de insumos, por lo cual es necesario que las épocas de bonanza se aprovechen y vean reflejadas en el mejoramiento de las condiciones de vida de los caficultores rurales y no solo en las esferas de poder que manejan el gremio a través de la Federación de Caficultores de Colombia.

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sectores como el café, no se traduce en mejores condiciones de vida para los campesinos, pues la forma de gobierno de élites gamonalistas no permite mejorar las condiciones.

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90

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Caracterización económica del sector cafetero en el departamento del Cauca, Colombia, 2009 - 2014 / Jhonatan Alexander Moreno Delacruz

Anexos Anexo 1. Promedio de caficultores, fincas cafeteras y hectáreas producidas en municipios del Cauca, 2011-2014.

Municipio

Promedio Fincas

Promedio Hectáreas

Sin Región

Guachene

0

0

0

Sin Región

Villaric

0

0

0

Sin Región Sin Región Sin Región Sin Región Sin Región Sin Región Sin Región Sin Región Sin Región

Región Popayán Sin Región

Región Santander Región Rosas

Región Popayán Región Popayán Región Bordo

Región Santander Región Bordo

Región Suarez

Región Santander Región Bordo Región Bordo

Región Santander Región Rosas Región Rosas Región Rosas

Región Suarez Región Bordo

Región Santander Región Santander Región Oriente Región Bordo Región Rosas

Región Popayán Región Oriente

Padilla

Purace Silvia

Piamonte

Puerto Tejada Guapi

López de Micay Santa Rosa Timbiqui

0 0 0 0 0 0 0 0 0

0 0 0 0 0 0 0 0 0

0 0 0 0 0 0 0 0 0

Puracé

226

257

231

Miranda

459

571

549

Florencia San Sebastián Totoró

260 483

367 544

251 203

872

1052

Sucre

1425

2070

1210

Patia

1456

1878

1661

Sotara

Jambalo Buenos Aires Corinto

Mercaderes Argelia Caloto

Almaguer Rosas

La Sierra Suarez

Balboa

Toribio

Santander Paez

Bolivar

La Vega

Popayán Inza

953

1447 1545 1577 1639 1724 1870 2058 2160 2476 2920 2949 3159 3429 3578 3659 3888 4273 4545

1167 1982 1844 1813 2270 2113 2476 3016 2836 3300 3615 3748 4045 4272 4236 5557 5576 5148 6033

523 864

1040 1640 1699 1560 1524 1624 1046 1420 1632 3136 2875 2447 3270 4058 2521 2770 3803 4403

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Región

Promedio Caficultores

PERSPECTIVAS Nro. 6 / Enero - Diciembre / 2014

Región Piendamó

Caldono

4895

5948

4262

Región Morales

Morales

6377

8049

6524

Región Popayán

Región Piendamó Región Morales Región Tambo TOTALES

Timbio

Piendamo Cajibio

El Tambo

5633 6422

7231 8263

8175

10603

95177

123026

8647

11153

Fuente: Elaboración propia con software SPSS

Anexo 2. Variación del precio internacional del café – Junio (2013) a Diciembre (2014)

Fuente: Elaboración propia - Datos de: Organización Internacional de Café - ICO

Anexo 3. Precio internacional del Café - Junio (2013) – Diciembre (2014)

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Fuente: Elaboración propia - Datos de: Organización Internacional de Café - ICO

5432 7824 6864 7517

86379

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PERSPECTIVAS Nro. 6 / Enero - Diciembre / 2014

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Corporación Universitaria Comfacauca - Unicomfacauca

PERSPECTIVAS Nro. 6 / Enero - Diciembre / 2014

Creative Commons como respuesta a las restricciones que el derecho de autor genera en las prácticas docentes1 Recepción: 15/05/14 / Aceptación: 04/07/14

Yoli Marcela Hernández [email protected] Red de Investigación Educativa - ieRed

Magíster en Tecnología Educativa y Medios Innovadores para la Educación del convenio UNAB - TEC. Dinamizadora de la Red de Investigación Educativa - ieRed. Popayán.

Ulises Hernández Pino [email protected] Proyecto coKREA de la Fundación Karisma

María del Pilar Sáenz [email protected] Proyecto coKREA de la Fundación Karisma

Candidato a Doctor en Ciencias de la Educación de la Universidad del Cauca. Investigador del Proyecto coKREA de la Fundación Karisma. Popayán.

Magíster en Ciencias Físicas de la Universidad Nacional de Colombia. Coordinadora del Proyecto de Investigación coKREA de la Fundación Karisma. Bogotá.

Resumen: La sociedad del conocimiento demanda del sistema educativo profundos cambios asociados al acceso, producción e intercambio de información. Prácticas que no encuentran en la interpretación tradicional del Derecho de Autor las garantías necesarias para su desarrollo. Así, aunque se anima al docente a crear, adaptar, compartir y publicar, aprovechando las oportunidades que generan las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones - TIC, lo cierto es que las excepciones y limitaciones frente a obras con “Todos los derechos reservados” son muy restringidas, haciendo ilegal compartirlas, adaptarlas o presentarlas públicamente. Este artículo comenta una experiencia de creación colaborativa de Recursos Educativos Abiertos con docentes, donde se fomenta la adopción de Licencias de Uso Creative Commons como alternativa legal y coherente frente a esta realidad.

fact is that exceptions and limitations against works with “All rights reserved” are severely restricted, making it illegal to share, adapt or present them publicly. This paper discusses an experience of collaborative creation of Open Educational Resources with teachers, where the adoption of Creative Commons Licenses use is promoted, as a legal alternative and coherent response to this reality.

Abstrac: The knowledge society demand of education system, profound changes associated with access, production and exchange of information. Practices that are not in the traditional interpretation of copyright the guarantees necessary for their development. So, although it encourages teachers to create, adapt, share and publish, using the opportunities created by the Information Technology and Communication - TIC, the

1. Introducción Las transformaciones sociales y culturales del siglo XXI proponen grandes desafíos a la educación, los cuales se han traducido en políticas globales vinculadas a la incorporación de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) en contextos escolares, a través de la dotación masiva de infraestructura, la generación de contenidos digitales y el desarrollo de diversos procesos de formación para su apropiación pedagógica. El propósito es fortalecer en las personas 1. Este artículo se publica con una licencia Creative Commons Atribución - Compartir Igual: https://creativecommons.org/ licenses/by-sa/4.0/deed.es

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Palabras clave: Derecho de Autor, licencias Creative Commons, educación, TIC, coKREA

Keywords: Copyright , Licenses Creative Commons , Education , TIC, coKREA

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las competencias de acceso, producción e intercambio de información, como ejes para la generación de conocimientos en contexto, a fin de propiciar mayores oportunidades para participar en las dinámicas productivas del mundo de hoy y, con ello, mejorar su calidad de vida (Ministerio de Educación Nacional, 2013). Sin embargo, este propósito requiere el fomento de acciones como compartir, adaptar, modificar y remezclar información constantemente, siendo prácticas que van en contravía a la interpretación tradicional del Derecho de Autor. El problema radica en que las facilidades que dan las nuevas tecnologías y la manera como se fomenta su uso, promueven acciones no garantizadas en la ley colombiana por su restringido marco de excepciones y limitaciones cuando una obra tiene “todos los derechos reservados”. Esto implica que desde el sector público y privado no se han asumido responsabilidades concretas para promover el uso de las TIC en el marco de prácticas que, además de legales, sean coherentes con el discurso de apalancar cambios sociales con estas tecnologías. En consecuencia, las personas terminan realizando actividades tipificadas como delitos según el código penal del país, muchas veces sin tener claridad sobre los límites de sus acciones entre lo que permite la tecnología y lo que permite la ley.

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A partir de la reflexión planteada, el Derecho de Autor y las Licencias de Uso se asumieron como ejes de trabajo del proyecto coKREA, una iniciativa desde la Investigación-Acción Participativa que vincula a docentes de educación básica y media, del suroccidente colombiano, en la creación colaborativa de Recursos Educativos Abiertos (REA). El proyecto busca propiciar experiencias que pongan en evidencia las dificultades de asumir la interpretación tradicional del Derecho de Autor en el trabajo docente para promover una interpretación alternativa a través del uso de licencias Creative Commons, reconociendo y contribuyendo a bancos de recursos educativos cuya filosofía es la de permitir su adaptación, modificación y re-mezcla, acorde con las dinámicas y retos de la sociedad del conocimiento. Así, este artículo recoge algunas reflexiones iniciales que han surgido en el trabajo y diálogo sostenidos en torno a estos temas con los docentes que participan del proyecto coKREA, además de presentar un contexto general sobre el Derecho de Autor en Colombia y las licencias Creative Commons.

2. Los desafíos de la educación en la sociedad del conocimiento. Ser competitivos hoy significa asumir e impulsar el conocimiento como factor de desarrollo económico y social, desde el aprovechamiento de la ciencia, tecnología e innovación. Esto significa saber organizarse y gestionar, no en torno a la tierra, el capital o el trabajo para generar riqueza como se hacía en el pasado, sino en torno al conocimiento, un recurso intangible que no se puede adquirir, entregar o transferir, sino que emerge en cada persona cuando se dan las condiciones para que haga un uso inteligente y aplicado de la información (Arboníes, 2005). De este modo, lo que define la sociedad del conocimiento es la capacidad de las personas y organizaciones para utilizar, producir e intercambiar información en el momento oportuno y bajo un propósito determinado, sin intermediarios y de inmediato, comprendiendo que es en esta dinámica donde el conocimiento se da. Por ello, no se trata de gestionar conocimiento de manera directa sino de propiciar y fortalecer los escenarios de interacción y encuentro entre las personas, y entre ellas y los contenidos afines a sus intereses para que éste emerja. Este es un nuevo panorama social que requiere cambios en el sistema educativo, tanto porque ya no es la única fuente de información, ni el único espacio de aprendizaje, como porque la gestión del conocimiento llama a la transformación de los roles asumidos en el aula. Se trata entonces de transitar de la lógica de autoridad y jerarquía centrada en productos disciplinares, a la orientación para la participación y construcción colaborativa centrada en procesos transversales y articulados al contexto. En este sentido, el sistema educativo tiene el reto de formar ciudadanos capaces de participar de esta sociedad dinámica, diversa y altamente cambiante, siendo un consenso de diversos autores (Salinas, 2004; Gértrudix et al., 2007; Cabero, 2008; Hernández et al., 2011; Schwartzman y Odetti, 2011), indicar como competencias necesarias en el mundo de hoy: ·

La capacidad crítica para la búsqueda avanzada de información. · El trabajo colaborativo, sustentado en una interacción continua entre estudiantes, estudiantes y docentes, y entre ambos con actores del contexto.

Creative Commons como respuesta a las restricciones que el Derecho de Autor genera en las Prácticas Docentes / Yoli Hernández, Ulises Hernández, María Sáenz

·

El aprendizaje situado, significativo y transformador del entorno. El dominio de diversos modos semióticos para el acceso, pero también para la producción, intercambio e interacción con múltiples contenidos, desde una postura legal y ética.

En otras palabras, es desarrollar la capacidad de gestionar conocimiento para transformar el propio contexto, haciendo uso de los recursos al alcance para lograrlo (Arboníes, 2005). Esto es, aprender, aprender a aprender y comunicar aquello que se aprende como una espiral incremental de aprendizaje individual y colectivo, el cual impulse mejoras constantes sobre lo que se piensa, se es y se hace. Todo lo anterior, reconociendo las TIC como artefactos y dinámicas que potencian los procesos mentales y que, por tanto, transforman las maneras en que circula la información, se interactúa con otros y se genera conocimiento (Hernandez et al., 2011). Esta es la perspectiva que viene marcando la política internacional, adoptando la calidad educativa como apuesta para brindar mayores oportunidades a todos, donde las TIC son la estrategia para apalancar los cambios necesarios que ello implica (Ministerio de Educación Nacional 2011, 2013).

En Colombia esta política inicia en el año 2000 con la aprobación del documento CONPES 3072, denominado Agenda de Conectividad, en el cual se indica que para alcanzar el desarrollo económico y social como país se requiere facilitar el acceso a las TIC a todas las personas, así como mejorar la calidad de la educación para insertarse en los mercados de la Sociedad del Conocimiento (Departamento Nacional de Planeación, 2000). Política que se ha mantenido en los años posteriores y que se sintetiza en el objetivo del Plan Nacional de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones publicado en el año 2008, por el entonces Ministerio de Comunicaciones, “que todos los colombianos estén conectados e informados haciendo un uso eficiente de estas tecnologías para mejorar la inclusión social y la competitividad en el 2019” (Hernandez & Benavides, 2012). En este escenario se soporta el surgimiento y progresiva consolidación de programas de alfabetización y apropiación digital a nivel nacional como Computadores para Educar, TemáTICas para Directivos Docentes, A Que Te Cojo Ratón, y los recientes Centros de Innovación Educativa, así como todas las iniciativas del actual Gobierno bajo la política Vive Digital del Ministerio TIC, como Redvolución, En TIC Confío, Empresario Digital, Ciudadanía Digital, Apps.co, entre otros. Todos programas que incentivan la apropiación

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·

PERSPECTIVAS Nro. 6 / Enero - Diciembre / 2014

de las TIC con el propósito de cerrar brechas sociales y regionales, ampliando el acceso a más y mejores oportunidades que contribuyan a la calidad de vida de los individuos y la sociedad (Ministerio de TIC, 2014). Sin embargo, en estos procesos no hay un ejercicio de reconocimiento del Derecho de Autor, ni una construcción de reflexiones, criterios y acciones sobre la conveniencia de adoptar determinadas Licencias de Uso en el marco de las acciones que impulsan. No se hace pese a que las decisiones tomadas, así sea por omisión, implican posturas que impactan el fomento no solo de la ciencia, tecnología e innovación, sino también de otras formas de conocimiento, así como de las expresiones culturales y el conjunto de aspectos que determinan el desarrollo de una sociedad. Hay entonces una permanente insistencia en incorporar las TIC como respuesta a la necesidad de propiciar cambios que propicien la generación de conocimientos, con un énfasis particular en hacerlo de manera colaborativa, sin advertir los derechos y deberes legales frente al acceso, modificación, distribución o adaptación de contenidos. Aspecto que cobra especial relevancia al pensar en las competencias que un ciudadano digital debe desarrollar para desempeñarse en la sociedad actual. De esta manera, la realidad es que el Derecho de Autor y las Licencias de Uso evidencian cómo las decisiones y acciones sobre el acceso, producción y distribución de contenidos representan posturas sobre cómo se entiende el aprendizaje y qué tipo de relaciones se fomentan para propiciarlo. Esto es, sin duda, un nuevo elemento a considerar cuando se afirma que no es suficiente la dotación y acceso a la tecnología para propiciar innovaciones educativas, pues éstas dependerán de lo que decide o no hacer el docente en su práctica cotidiana, lo que, en otras palabras, son sus apuestas frente a cómo propician la generación de conocimientos (Kaplún, 2005; Cabrol y Severín, 2010).

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3. El Derecho de Autor y las licencias abiertas en la incorporación de las TIC. En Colombia el Derecho de Autor está regulado por la Ley 23 de 1982. En ella se marcan las condiciones jurídicas frente al acceso, producción, modificación y distribución de contenidos, pese a que se concibió hace más de 30 años, cuando no se vivía plenamente la masificación de Internet y sus dinámicas de circulación de información.

Es una responsabilidad ciudadana conocer lo que plantea, no sólo por identificar los derechos y deberes frente a la producción propia y de otros, sino porque permite ganar criterios y argumentos para participar como sociedad civil en su reforma, velando porque en ella se defienda el equilibrio necesario entre el beneficio particular y social frente al conocimiento. Ayuda a entender este concepto el caso de Diego Gómez, un biólogo de la Universidad de Quindío (Colombia), quien enfrenta un juicio en su contra por publicar en un servicio web un trabajo de investigación que encontró en una red social, sin contar con la autorización del autor. Su historia personifica y da vida a la situación que cualquier colombiano podría enfrentar hoy si el autor de cualquier contenido descargado tan fácilmente en Internet, decidiera hacer valer sus derechos según la Ley que actualmente nos rige (Fundación Karisma, 2014). Y es que este es el punto: Todos, alguna vez, han compartido información con otros, sobre todo en Internet, porque se asume erróneamente que si está publicada, y se puede acceder a ella, se tiene el permiso de utilizarla de cualquier manera. Pero la realidad es otra. Si los documentos, fotografías, videos o cualquier pieza de información en papel, en un CD, una memoria USB o en Internet no tienen una licencia explícita donde se indique que se permite copiarla o compartirla, no se debe hacer. Por el contrario, se debe asumir que “todos los derechos están reservados” para el autor o para quien tenga los derechos patrimoniales, en caso que los haya cedido. Asimismo, si los recursos que se encuentran en cualquier soporte o medio no tienen una licencia que permita modificarlos, no se deben modificar. Y si el material no tiene la autorización explícita para presentarlo de forma pública tampoco se debe realizar esta acción, dado que esto es lo que establece la Ley de Derechos de Autor (Congreso de la República, 1982). Así, la clave está en la Licencia de Uso de una obra. Esto es el texto legal a través del cual se indican las condiciones bajo las cuales se publica o comparte una producción propia, estableciendo los permisos y las restricciones en torno a ella. Es entonces importante recordar que si una persona no la ha explicitado, la Ley asigna a la obra automáticamente la licencia denominada “todos los derechos reservados”.

Creative Commons como respuesta a las restricciones que el Derecho de Autor genera en las Prácticas Docentes / Yoli Hernández, Ulises Hernández, María Sáenz

La respuesta a las dos primeras preguntas se responden de forma rápida: porque así está estipulado en la Ley 23 de 1982 o Ley de Derecho de Autor. La protección del Derecho de Autor empieza desde el mismo momento de la creación, sin necesidad de hacer ningún tipo de registro. Esta protección significa que el autor tiene la potestad de decidir quién y en qué casos puede compartir la obra, quién la puede adaptar o transformar, quién la puede presentar de forma pública, y si no especifica esto, por defecto, todos estos derechos están reservados única y exclusivamente al autor o a quien éste haya cedido los derechos patrimoniales. De otro lado, la cita, que es copia de un fragmento de texto dentro de otro documento, se puede hacer porque la Ley 23 de 1982 tiene un capítulo de limitaciones y excepciones al Derecho de Autor en la que se autoriza hacer esto sin necesidad de pedir permiso al autor, siempre que se respeten algunas condiciones, como reconocer la autoría de forma explícita. Sin embargo, esta excepción no aplica para imágenes (Congreso de la República, 1982). La última pregunta no es tan fácil de responder, porque lo público tiene diferentes definiciones. Desde el Derecho de Autor, el acceso público es poner una obra al alcance del público, pero esto no significa que se haga de forma gratuita, ni que se estén cediendo los derechos patrimoniales. Por tanto, en el caso de una obra digital, sólo se puede observar en el lugar donde se encuentra, sin que sea posible, en términos legales, descargarla, modificarla o presentarla de forma pública, a menos que se indique explícitamente lo contrario. El principio general del Derecho de Autor es entonces la protección del derecho moral y el derecho patrimonial sobre una obra. El primero, hace referencia al reconocimiento de la autoría y, el segundo, representa la voluntad de quien puede definir los permisos y condiciones en relación con ella o quien determina la licencia de uso, indicando en qué casos se puede modificar, adaptar, compartir, vender, etc. Valga en este

sentido aclarar que el derecho moral es irrenunciable, mientras el derecho patrimonial se puede ceder a otros. En consecuencia, la protección del derecho de autor busca, desde el derecho moral, evitar la omisión o desconocimiento del autor, así como el plagio. Esto es, que siempre y en todo caso se cite o se reconozca la autoría de una obra. Y desde el derecho patrimonial, evitar que se dé un uso no estipulado de acuerdo a quien tiene la potestad de decidir qué se hace o no con la obra. Contrario a lo que dicta la práctica habitual, cuando se encuentran recursos que han sido publicados pero no tienen licencia, o su licencia indica que todos los derechos están reservados, no se deben descargar, modificar, distribuir o presentar de forma pública sin una autorización previa. Sólo se pueden conocer y utilizar en el lugar y con el formato con el que fue publicado porque la licencia, que es la voluntad expresa del autor sobre la obra, se debe cumplir, no sólo por las sanciones estipuladas por la legislación sobre Derechos de Autor, sino por respeto al otro como persona. Sin duda, un valor esencial en la formación de ciudadanos desde el espacio educativo. Sin embargo, no todo tiene que ser publicado con “Todos los derechos reservados”. Muchas personas realizan diapositivas, documentos, videos, entre otros recursos, con la intención de que sean compartidos, lo cual es muy afín a las prácticas en las instituciones educativas. En estos casos, lo adecuado es licenciar estas obras, a fin de indicar expresamente los permisos que se quiere dar como autor a los demás, sea la posibilidad de copiarlo o descargarlo, distribuirlo e incluso usarlo dentro de otras obras. Para estos casos es que existen las licencias Creative Commons. La ventaja de utilizar las Licencias Creative Commons es que son documentos legales estandarizados y revisados por abogados, que expresan permisos y restricciones que un autor puede dar a su obra. Además, han creado una nomenclatura e iconografía para cada una de las seis licencias que integra, lo cual hace más sencillo reconocerlas, sea como autor o como usuario de una obra. Estas licencias tienen como condición común el reconocimiento al autor o atribución del Derecho

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Estrellarse con esta realidad jurídica empieza a generar diversos interrogantes, entre ellos ¿Por qué asumir que una obra tiene “todos los derechos reservados” si no hay ninguna licencia o nota de Derechos de Autor o de Copyright? ¿Por qué se puede hacer citas de texto sin tener una autorización del autor, pero no es permitido descargar imágenes y citarlas dentro de unas diapositivas? ¿Por qué si una obra es de acceso público no se puede usar con cualquier propósito?

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Moral, así como otorgar el permiso para compartir y difundir la obra. Ahora bien, difieren entre ellas según si se quiere permitir la modificación de la obra o no, si se quiere permitir el lucro económico directo o indirecto con ella, así como si se desea que una obra derivada tenga o no la misma licencia. En la siguiente tabla se encuentra una síntesis de las seis licencias (Creative Commons, s.f.). Licencia Creative Commons Reconocimiento

Creative Commons Reconocimiento – Compartir Igual

Creative Commons Reconocimiento – Sin Fines Comerciales Creative Commons Reconocimiento – Sin Fines Comerciales – Compartir Igual Creative Commons Reconocimiento – Sin Obras Derivadas Creative Commons Reconocimiento – Sin Obras Derivadas – Sin Fines Comerciales

Los recursos con licencias abiertas abren posibilidades reales para desarrollar las habilidades que requiere la sociedad del conocimiento. Por tanto, se constituyen en una herramienta esencial para que el trabajo docente sea pertinente y, al mismo tiempo, legal. Sin

Descripción Permite a otros compartir, mezclar, adaptar y construir a partir de su obra, incluso con fines comerciales, siempre que sea reconocida la autoría de la creación original. Permite a otros remezclar, adaptar y crear a partir de su obra, incluso con fines comerciales, siempre y cuando den crédito y licencien sus nuevas creaciones bajo las mismas condiciones. Las nuevas obras basadas en la suya portarán la misma licencia. Permite a otros distribuir, remezclar, adaptar y crear a partir de su obra de manera no comercial.

Nomenclatura

Iconografía

CC By

CC By-SA

CC By-NC

Permite a otros distribuir, remezclar, adaptar y crear a partir de su obra de modo no comercial, siempre y cuando den CC By-NC-SA el crédito y licencien sus nuevas creaciones bajo las mismas condiciones. Permite la redistribución, comercial o no comercial, siempre y cuando la obra circule CC By-ND íntegra y sin cambios, dando el crédito. Solo permite que otros puedan descargar las obras y compartirlas con otras personas, siempre que se reconozca la autoría, pero CC By-NC-ND no se puede cambiar de ninguna manera ni se puede utilizar comercialmente.

Existen miles de textos, imágenes, videos y otro tipo de recursos, en papel y formato digital, que se encuentran con este tipo de licencias que permiten su descarga y uso.

100

ccMixter, donde se publican acordes, pero también producciones discográficas completas con licencia Creative Commons.

A nivel de texto, proyectos como Wikipedia aloja millones de artículos en cientos de lenguas con licencia Creative Commons Reconocimiento – Compartir Igual. En cuanto a imágenes, Flickr y Wikimedia Commons contienen millones de recursos con diferentes licencias Creative Commons. En videos está Youtube y Vimeo, donde se cuenta con cientos de miles de recursos abiertos. Finalmente, también existen proyectos que promueven y divulgan las creaciones de músicos independientes, como es el caso de Jamendo y

embargo, esto implica un mayor conocimiento de estas posibilidades e ingresar en la dinámica de usar y compartir lo que se crea con licencias de este tipo. 4. co-KREA: reaccionando ante las prácticas cotidianas de gestión de contenidos. El proyecto coKREA es una iniciativa de InvestigaciónAcción Participativa (IAP), que impulsa la creación colaborativa de Recursos Educativos Abiertos (REA) con equipos de docentes de educación básica y media en el suroccidente colombiano, teniendo como marco legal el Derecho de Autor, así como las posibilidades que representan las licencias Creative Commons para superar las restricciones que convencionalmente plantea.

Creative Commons como respuesta a las restricciones que el Derecho de Autor genera en las Prácticas Docentes / Yoli Hernández, Ulises Hernández, María Sáenz

Es de precisar que los REA son materiales creados o usados con un propósito educativo, cuya licencia de uso permite a cualquier persona el acceso, distribución, publicación y modificación, sin que tenga restricciones de tipo técnico, jurídico o económico (UNESCO, 2012). En consecuencia, su diferencia respecto a otros recursos que también cumplen un propósito educativo, es la licencia. Aspecto que se dice fácilmente, pero que cuesta asimilar y poner en práctica en la cotidianidad, porque significa replantear hábitos y posturas frente a la gestión de todos los contenidos que se utilizan en el aula. Así, el propósito del proyecto es identificar los beneficios y limitaciones de adaptar colaborativamente los REA, desde la construcción de estrategias pedagógicas que giran en torno a su creación, adaptación y uso. Esto, entendiendo que trabajar con REA significa comprender y apropiar el Derecho de Autor, así como la filosofía detrás de las licencias abiertas (Saenz, Hernandez & Hernandez, 2014). Para lograr este propósito el proyecto conjuga la orientación y acompañamiento a los equipos de docentes en torno a los REA, con un proceso de Investigación - Acción Participativa que promueve el diálogo y reflexión en torno a sus experiencias y expectativas, desde encuentros virtuales y presenciales que han permitido ir sistematizando el proceso vivido. El desarrollo de este proyecto, programado para ejecutarse entre abril de 2014 y junio de 2015, integra cuatro momentos de trabajo: 1) Seminario virtual de iniciación sobre REA, donde se abordaron conceptos, metodologías y herramientas desde los enfoques legal, técnico y pedagógico, 2) co-KREAción, que constituye la etapa de trabajo por equipos, planeando, diseñando y construyendo las prácticas pedagógicas y los REA a utilizar con sus estudiantes, 3) Implementación de las prácticas pedagógicas de aula y registro o documentación de la experiencia, 4) Sistematización de los aprendizajes como etapa de reflexión, organización, estructuración y publicación sobre los beneficios y dificultades que encontraron en el trabajo con REA.

Es de destacar que, como suele darse en todo proceso de formación que se sustente sobre la base del uso de tecnologías, inicialmente los docentes estaban dispuestos a aprender y desarrollar competencias para la elaboración de recursos educativos digitales, primando un interés en lo tecnológico, seguido por lo pedagógico (Kaplún, 2005; Hernandez y Benavides, 2012). Sin embargo, abordar el aspecto legal en torno a los contenidos a usar en los REA mostró a los docentes un nuevo escenario en la apropiación de las TIC, moviendo su eje de interés hacia las implicaciones del tema en la formación de sus estudiantes. Identificar esta reacción sugiere que el Derecho de Autor y las Licencias de Uso pueden ser una posible alternativa para orientar los procesos de formación, a fin de generar una mayor comprensión en torno a lo que implica la generación de conocimientos más allá de la tecnología, y lo que representa en la formación de competencias para un mundo digital. De hecho, el desarrollo del proyecto permitió explicitar tres fases por las que los docentes transitan cuando se enfrentan al tema del Derecho de Autor en el aula, mostrando una posible ruta de formación y acompañamiento para fomentar prácticas de aula, tanto reflexivas como más responsables en torno a la generación de conocimientos en contexto. Fase 1: Tensión y ansiedad. En esta fase es común escuchar expresiones como: “… ¡No es justo!... con qué se supone entonces que trabaje en las clases”, “Me siento con las manos atadas…”, “¿Entonces no podemos hacer nada? ¿Ni sacar una fotocopia?”. Cada una de ellas refleja las inquietudes que despierta reconocer los propios hábitos cotidianos frente a la información en el marco de la Ley del Derecho de Autor, y el malestar que esto genera. Les impacta saber que muchas de las acciones que realizan en el día a día implica dejar la puerta abierta a procesos penales que tienen como consecuencia la cárcel y multas que representan las ganancias de toda una vida de trabajo, pero, más allá de lo que hacen, les preocupa entender que están fomentando y enseñando a hacer en el aula cosas que no deberían. Este momento lleva entonces a cuestionar las acciones propias, tanto como las acciones del Gobierno y el sector privado en relación con las Licencias de Uso, planteándose reflexiones sobre las posturas en relación con los contenidos que se promueven, usan

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Hace parte de los 16 proyectos que integran el programa internacional de investigación Research into Open Educational Resources for Development in Postsecondary Education in the Global South (ROER4D), siendo liderado en Colombia por la Fundación Karisma, junto a la Red de Investigación Educativa – ieRed como aliado local.

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y se producen en el aula, y la manera como esto se refleja en las licencias. Es así un acto educativo que inspira y mueve la acción en las personas (Naval y Altarejos, 2011). Fase 2: Interés por conocer. Tras la ansiedad que genera la primera fase, surge el interés por entender y aclarar qué pueden y qué no hacer en relación con los contenidos que utilizan o necesitan. De un lado, es el deseo de saber cuáles son las excepciones y limitaciones del Derecho de Autor que operan para las acciones en el aula y, de otro, el querer aprender cómo identificar contenidos de acuerdo a las Licencias de Uso, generando búsquedas de información que tengan en cuenta este aspecto. Este ánimo se ha aprovechado para reforzar las consideraciones asociadas al Derecho Moral. Esto significa, orientar la búsqueda de contenidos, pero enfatizando en la citación o atribución, como condición o restricción ineludible frente al uso de cualquier obra. Igualmente, permite reforzar la invitación a privilegiar el uso de contenidos con licencias abiertas, enfatizando no sólo en la posibilidad de acceder y compartir la producción de otras personas, sino también en el compromiso de producir bajo este tipo de licencias, fomentando una cultura acorde a las dinámicas necesarias para una sociedad del conocimiento verdaderamente incluyente y democrática.

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Expresiones como “Hacer el ejercicio de licenciar me ha hecho más consciente frente a la información que utilizo, y la manera como la utilizo”, y “Al principio nos quedamos en una visión reduccionista porque sentimos que no se podía hacer nada sin ser ilegal… Pero luego lo tomamos como una invitación para crear y compartir… y ahora son los mismos estudiantes los que están pendientes de las licencias”, evidencia el tipo de cambios que se están propiciando al trabajar este tema. Si bien el interés inicial es saber cómo aprovechar lo que otros han licenciado como abierto, el hecho de invitar a producir y licenciar la propia producción genera reflexiones sobre las acciones propias, fortaleciendo valores necesarios en la sociedad actual como el respeto a la voluntad del otro, su reconocimiento y el interés por compartir como principio de mutua colaboración. Fase 3: Voluntad de compartir. “Estoy muy emocionado con el tema… las personas se asustan al principio

porque no saben cómo es, pero es de explicar. Yo quiero hablarle a todo el mundo de esto”, “Una vez se conoce sobre las licencias de esta manera, ya no se puede volver a mirar un libro, ni una foto, ni una presentación, sin mirar si se está reconociendo al autor, o si se tienen los permisos”, son comentarios que sintetizan la reacción cuando se empiezan a apropiar los conceptos desde la práctica. Es la necesidad imperante de compartirlo con otros, de asumir la responsabilidad, como docentes, de dar a conocer los límites y condiciones frente a la información que encontramos cotidianamente. Así, se empezó con un grupo de docentes, pero como un dominó se llegó a los estudiantes y a través de ellos a otros docentes, siendo un tema que contagia la reflexión y la acción. Se inició entonces con experiencias de uso y creación de recursos con licencias abiertas en el seno de equipos de docentes vinculados con el Proyecto coKREA, y varios de ellos han derivado hacia el incluir este tema en el plan de estudio de sus materias, preparar charlas o talleres para sus colegas o gestionar visitas del equipo coordinador para ampliar el trabajo en sus instituciones educativas, replicando los contenidos y experiencias que se les han propuesto desde el acompañamiento recibido. En este sentido, involucrarse en este proyecto implicó a los docentes, entre otros aspectos: entender las excepciones y limitaciones del Derecho de Autor en determinados contextos de acción, reconocer y aplicar prácticas para la búsqueda y acceso a contenidos con licencias abiertas, especialmente de tipo Creative Commons, entender la compatibilidad entre estas licencias para la producción de obras derivadas, ganar el hábito de atribuir, citar o reconocer todo contenido compartido o adaptado, así como saber qué licencia de uso se adecúa mejor a los permisos y condiciones que se quieren conceder sobre una obra propia al momento de disponer su acceso a otros. 5. A manera de conclusión A través del proyecto se logró identificar cómo al dinamizar procesos de producción colaborativa y licenciamiento de contenidos los docentes se asumieron conscientemente como autores con derechos, pero especialmente con deberes respecto a las obras de otros, replicando además esta vivencia con sus estudiantes. Lo mismos docentes destacan que integrar este concepto en las dinámicas de aula les permitió, de un lado, aportar en procesos de convivencia y reconstrucción social al propiciar el

Creative Commons como respuesta a las restricciones que el Derecho de Autor genera en las Prácticas Docentes / Yoli Hernández, Ulises Hernández, María Sáenz

Por tanto, trabajar en torno al Derecho de Autor y el fomento de licencias abiertas va más allá del reconocimiento de la legalidad detrás de las prácticas cotidianas de uso y producción de contenidos. Es una apuesta por ambientes escolares donde la apropiación, uso, publicación y adaptación de información son el eje, aprovechando todos los recursos y tecnología que se tiene al alcance, sobre la base del licenciamiento abierto. Esto significa apoyarse y aportar al compromiso de millones de personas en el mundo que están publicando sus obras con licencias abiertas, permitiendo compartir, adaptar, re-mezclar y presentar de forma pública el conocimiento expresado, poniéndolo al alcance de todos. Así, el uso y creación de Recursos Educativos Abiertos, como experiencia pedagógica en el aula, es una dinámica posible y deseable de asumir para hacer frente a los retos de la sociedad del conocimiento. Esto es, adoptar el licenciamiento abierto en la educación como una postura que contribuya a edificar una sociedad más incluyente y participativa, sobre una voluntad explícita que motiva la mutua colaboración y el respeto desde lo que usamos y producimos en el aula. Referencias Arboníes, Á. (2005). Conocimiento para innovar: cómo evitar la miopía en la gestión del conocimiento. 2ª ed. España: Díaz de Santos. Cabero, J. (2008). Innovación en la formación y desarrollo profesional docente. En Salinas, J. (Ed.), Innovación Educativa y uso de las TIC. España: Universidad Internacional de Andalucía. Recuperado de: http:// dspace.unia.es/bitstream/handle/10334/130/004tic_ cabero.pdf?sequence=1 Cabrol, M. & Severin, E. (2010). TICs en Educación: Una innovación disruptiva. Aportes, 2. Washington: BID. Recuperado de: http://www.iadb.org/es/ publicaciones/detalle,7101.html?id=7742 Colombia, Congreso de la República. (1982). Ley 23 de 1982: Sobre Derechos de Autor. Bogotá. Diario Oficial. Recuperado de: http://www.alcaldiabogota.gov.co/ sisjur/normas/Norma1.jsp?i=3431

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mutuo reconocimiento, el respeto por el otro y la colaboración, siendo valores imprescindibles para la reconciliación. Asimismo, que al asumirse junto a los estudiantes, como autores, se generaron nuevas relaciones en el aula, estableciendo diálogos desde nuevos roles y escenarios de enseñanza y aprendizaje.

Corporación Universitaria Comfacauca - Unicomfacauca

Naval, C. y Altarejos, F. (2004) Filosofía de la educación. España: Eunsa. Saenz, M.P.; Hernandez, U. & Hernandez, Y.M. (2014). Contenidos y tecnologías abiertas: Un enfoque para repensar la formación del sujeto cognoscente. En: L.C. Certuche (Ed.) Constructivismo, Competencias y Escuela (pp. 117-137). Almaguer (Cauca): Escuela Normal Santa Clara. Recuperado de: https:// openlibrary.org/books/OL25636699M/ Salinas, J. (2004). Cambios metodológicos con las TIC: Estrategias didácticas y entornos virtuales de enseñanza-aprendizaje. Bordón 56 (3-4). 469-481. Recuperado de: http://biblioteca.universia.net/html_ bura/ficha/params/title/cambios-metodologicostic-estrategias-didacticas-entornos-vir tualesense%C3%B1anza-aprendizaje/id/38133749.html Schwartzman, G. y Odetti, V. (2011, abril). Los materiales didácticos en la educación en línea: sentidos, perspectivas y experiencias. Trabajo presentado en el III Foro Internacional de Educación Superior en Entornos Virtuales – ICDE-UNQ International Conference 2011, Buenos Aires, Argentina. Recuperado de: http://www. pent.org.ar/publicaciones/materiales-didacticoseducacion-linea-sentidos-perspectivas-experiencias UNESCO. (2012). Declaración de París de 2012 sobre los REA. Recuperado de: http://www.unesco.org/new/ fileadmin/MULTIMEDIA/HQ/CI/CI/pdf/Events/ Spanish_Paris_OER_Declaration.pdf

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Este artículo se publica con una licencia Creative Commons Atribución - Compartir Igual. Usted puede copiar, distribuir, ejecutar y comunicar públicamente este artículo, incluso si el uso que hace es comercial, siempre y cuando de los créditos correspondientes. Puede hacer obras derivadas si la nueva obra es distribuida con una licencia idéntica a ésta. Conozca el texto completo de esta licencia en: https:// creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/deed.es

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Una comunidad virtual para construir ciudad Recepción: 16/05/14 / Aceptación: 11/07/14

Carlos Fernando Valencia Peñuela Universidad Pontificia Bolivariana [email protected]

Comunicador Social – Periodista, Especialista en Administración de Empresas, Magíster en Comunicación Digital, Director Programa de Publicidad de la Universidad Pontificia Bolivariana - Seccional Palmira.

Palabras clave: Comunidades virtuales, cultura ciudadana, ciberciudadanía, adulto joven, Palmira digital. Abstract: Palmira is a city located 15 minutes from Cali city that is the capital of Valle del Cauca. It is an intermediate city in which young adults between 20 and 35 years old represent 15% of the population, this population is influenced by digital mobility since they often use connections to Internet through mobile devices. As a result of this academic work is established the way in which young adults from 20 to 35 can take part of the initiative and it is also conceptually investigated which are the characteristics that the proposal model of a virtual community that focuses on building civic culture should have. Keywords: Virtual communities, cultural citizenship, cyber citizenship, young adult, Palmira digital.

Introducción La incorporación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en la vida cotidiana del ser humano ha permitido la construcción de nuevos espacios de encuentro y uso social, en los que la interacción entre los individuos traspasa fronteras

temporales y espaciales, apoyadas en plataformas digitales y dispositivos móviles. En este sentido, las TIC también han dado vida al desarrollo de comunidades virtuales que encuentran en la red un espacio de interacción y comunicación en medio de la diferencia social, espacio que se ha popularizado con la llegada de Internet. Como punto de partida en el proceso investigativo se hizo necesario indagar el concepto de comunidad virtual, su definición, características, antecedentes y evolución; y conocer las posturas teóricas de investigadores en el tema como Castells, Rheingold, Bauman y Lévy, entre otros. Esta búsqueda revela también posiciones encontradas: por un lado, entre lo que en una primera mirada, parecen dos términos opuestos: “comunidad” y “virtual”, pero que unidos dan lugar a una nueva forma de socialización del individuo; y por otro lado, lo que expresa Tomás Maldonado, citado por Francisco Javier Valiente en un artículo de 2004, quien plantea que los miembros de este tipo de comunidades solamente comparten intereses comunes y la interacción es débil, debido a su baja incidencia en la sociedad. Sin embargo, ya se evidencia cómo las nuevas prácticas ciudadanas en Internet, basadas en estrategias digitales, han transformado el concepto tradicional de ciudadanía y estimulan el ejercicio de prácticas democráticas que indaguen, exploren y permitan la participación del sujeto en las decisiones públicas que afecten su entorno. Aparece entonces la ciberciudadanía como otro concepto objeto de análisis, el cual encuentra en las TIC el espacio ideal para el ejercicio y consolidación de movimientos sociales que luchen por intereses comunes y exijan la inclusión de temas de ciudad en las agendas públicas de los

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Resumen: Palmira, población elegida para el desarrollo de la investigación, está ubicada a 15 minutos de Cali, capital del Valle del Cauca. Es una ciudad intermedia en la que los jóvenes adultos entre 20 y 35 años de edad constituyen el 15% de la población y conforman un sector influenciado por la movilidad digital, que con frecuencia usa conexiones a Internet a través de dispositivos móviles. Como resultado de la investigación, se establece el modo en el que pueden participar de la iniciativa los adultos jóvenes de 20 a 35 años de edad y se indaga de forma conceptual, cuáles son las características que debe tener la propuesta modelo de una comunidad virtual que se enfoque en la construcción de cultura ciudadana.

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políticos de turno. Lo anterior, sumado a los hallazgos encontrados gracias a la metodología aplicada al público objetivo, lo que permite al investigador fijar una postura conceptual para la formulación de una comunidad virtual, la cual no tiene antecedentes en el municipio de Palmira y, mucho menos, en este tipo de estrategias de comunicación digital para el desarrollo social. Los esfuerzos del sector público también deben destacarse. En Colombia, el Ministerio de las Tecnologías de la Información y la Comunicación emprendió, desde 2011, el programa presidencial “Vive Digital”, un plan de tecnología del gobierno de Juan Manuel Santos, que busca que Colombia dé un gran salto tecnológico mediante la masificación de Internet y el desarrollo del ecosistema digital nacional. A enero de 2013, por ejemplo, estudiantes e instituciones educativas urbanas y rurales de Palmira (Valle del Cauca), lugar donde se desarrolló el estudio, ya se habían beneficiado del programa con 2.435 equipos de cómputo, de los cuales 1.850 son portátiles y 585 tabletas digitales; y un Punto Vive Digital, con 32 computadores portátiles para el beneficio de la comunidad.

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Desde el punto de vista técnico estos avances son importantes, pero falta una mayor infraestructura en el municipio para conectar la ciudad con la era de la globalización. Desde el punto de vista social, ese 15% de la población activa de Palmira son jóvenes entre 20 y 35 años, ciberciudadanos en potencia, quienes encontrarán en la formulación de la comunidad virtual la oportunidad de ejercer nuevas prácticas ciudadanas, las cuales contribuyan al fortalecimiento de su entorno. Allí radica la esencia y el impacto de la presente propuesta, y para ello el investigador formuló como objetivo general proponer un modelo de comunidad virtual que permita la construcción de cultura ciudadana, con la participación de adultos jóvenes de 20 a 35 años del municipio de Palmira. Para alcanzar el objetivo fue necesario establecer las características que debe tener una comunidad virtual que permita la construcción de cultura ciudadana en el municipio; establecer el modo en que deben participar los adultos jóvenes de 20 a 35 años de edad en la comunidad virtual e identificar el nivel de interacción que debe tener una comunidad virtual que permita la construcción de cultura ciudadana.

Revisando el concepto de comunidad virtual El trabajo de investigación inició con la revisión del estado del arte de comunidades virtuales o portales web en el ámbito local, nacional e internacional, filtrando y enfocando la búsqueda en aquellas comunidades que trabajen la construcción de cultura ciudadana, desde los ámbitos público o privado. Los criterios para el análisis de cada portal web se establecieron teniendo en cuenta los puntos de encuentro conceptual sobre las características de una comunidad virtual, expresados por autores como Lévy, Rheingold y Castells. Parafraseando a Lévy (1996) hoy en día las comunidades virtuales son espacios con características especiales, en los que sus miembros comparten conocimientos, trabajan conjuntamente e intercambian informaciones e iniciativas (p 36). Lo anterior se puede evidenciar formulando variables que den cuenta de la interactividad con y por el usuario, la periodicidad en la actualización de contenidos propios o construidos por los miembros de la comunidad, los recursos disponibles que se ofrezcan en línea y la usabilidad del sitio. Cada variable se analizará en una escala de bajo - medio - alto, determinándose también el enfoque de cada portal o comunidad: informativo, educativo, periodístico. Cabe anotar que en el rastreo documental y cibergráfico, realizado entre el cuatro de septiembre y el once de diciembre de 2012, no se encontró en la ciudad de Palmira una comunidad virtual que cumpla con los criterios anteriormente definidos y, mucho menos, con un enfoque similar o igual al planteado en este trabajo de investigación. La mayoría de las propuestas digitales son sitios o portales informativos y/o con baja interactividad, dedicados a noticias locales, regionales o del sector oficial, temas de actualidad, eventos comerciales o educativos. A pesar de que el Gobierno local desarrolla las jornadas de capacitación gratuitas del programa Ciudadano Digital, iniciativa estatal para capacitar a los colombianos en el desarrollo de e-competencias que permitan acceder a la red, los esfuerzos no se han orientado a la construcción de comunidades virtuales, ni a la generación de nuevas prácticas ciudadanas en Internet sino a la creación de espacios informativos con baja interacción por parte del ciudadano. Sin embargo, el investigador considera importante contextualizar desde lo local hasta lo global la situación actual como punto de partida.

Una comunidad virtual para construir ciudad / Carlos Fernando Valencia Peñuela

Internet abre múltiples posibilidades para el desarrollo de estrategias de comunicación digital que fortalezcan las redes de cooperación ciudadana y mejoren la participación del sujeto en las decisiones públicas. Gracias a esto el concepto de ciudadanía ha evolucionado del escenario tradicional, en el que la decisión sobre lo público estaba mediado por el más poderoso, a un escenario de ciberciudadanía, en el que “presenciamos la constitución de grupos organizados de la sociedad civil que luchan por hacer oír su voz y que han encontrado en las redes sociales y en las Tecnologías de la Información y la Comunicación, su vía de mediación para el ejercicio de prácticas ciudadanas”. (Pineda, 2010, p. 14) En esas nuevas prácticas ciudadanas, la comunicación continúa siendo el factor estructural para la creación de un clima democrático que hace posible la tolerancia, la opinión, el acuerdo, pero también el disenso, elementos fundamentales cuando se trata de organizar movimientos sociales (Pineda, 2010). Por ello, frente a la crisis de valores que se vive en gran parte del mundo es necesario recomponer el concepto de ciudadanía, haciendo uso de las TIC y de una serie de ventajas que ofrece la comunicación digital, para así formular estrategias que propendan por una sociedad civil más activa y dialogante. En este entorno, aparecen las comunidades virtuales como una nueva forma de socialización para el ejercicio de la nueva ciudadanía. Y ese nuevo uso debe conllevar

a la construcción colectiva de lo que se comprende como cultura ciudadana; una de las pocas soluciones efectivas para vivir en entornos socialmente agradables. Pero para entender lo que es una comunidad virtual es necesario comprender, desde la mirada de Ferri (1999) citado por Valiente (2004), el concepto del sustantivo “comunidad” como un conjunto de personas unido por factores de diversa índole que les llevan a relacionarse e interactuar entre ellos más que con miembros de otros grupos. Y es necesario también revisar la propuesta del antropólogo Ugo Fabietti que en 1999 afirmó que para que se pueda hablar de comunidad deben verificarse las características de sentido de pertenencia, de exclusión y de identidad. Dependiendo del contexto y de connotaciones diferentes, que esas características puedan adquirir, las comunidades serán diversas. Junto a esa definición se debe analizar también la del término “virtual” que se asocia con lo opuesto a lo real, entendiéndose como falso o ilusorio. Pero cuando se pone el adjetivo a la palabra comunidad y se habla en el contexto de “comunidad virtual” ya no se puede entender bajo esta premisa, sino como plantea Lévy (2001), citado por Valiente (2004), considerándolo como una posibilidad o extensión de lo real, en este caso como una forma distinta de hacer comunidad, que se logra gracias a la tecnología de la comunicación que se utiliza para ponerse en relación con los otros. Al hablar de las comunidades virtuales no se habla de la sustitución de las comunidades tradicionales que se organizan fuera del ciberespacio (p.11).

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El ejercicio de una nueva ciudadanía

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Castells (2001) plantea que ese nuevo tipo de socialización es permitido gracias a los avances tecnológicos y aunque sea diferente en cuanto al uso de espacio y tiempo, “no por ello es inferior a las formas anteriores de interacción social existentes” (p.42). Para Valiente (2004) la diferencia se presenta en la memoria, que en el caso de las comunidades virtuales es una memoria sin espacio ni tiempo; el espacio es anulado pues lo que cuenta es la posibilidad de conexión que depende de la velocidad y que determina el tiempo. Para el investigador, el rompimiento de las fronteras espacio – temporales, que otorgan las comunidades virtuales, facilita la creación de la inteligencia colectiva planteada por Lévy (1996). Por eso la velocidad con que las sociedades hoy desarrollan sus procesos marca la diferencia entre una comunidad tradicional de contacto directo y de linderos, y una comunidad virtual que ofrece nuevos lugares sin territorio para la formación y el compartir del saber. Uno de los autores que se ha atrevido a clasificar las comunidades virtuales es el investigador Francisco Javier Valiente, quién ya se ha referenciado debidamente en este trabajo, profesor de la Universidad de San Pablo (Madrid – España), quien muestra la diversidad y amplitud de este fenómeno mundial. Valiente (2004) clasifica las comunidades en cuatro géneros, a saber: Comunidades de debate y discusión en tiempo real: A las cuales pertenecen muchos sujetos y son las más visitadas. Se enmarcan aquí todos los canales de discusión o chat en tiempo real; desde el correo electrónico hasta las aplicaciones que permiten cámaras web y micrófono. El tipo de relación que se establece es muy efímero, flexible en el que cualquiera entra, permanece y abandona cuando quiera.

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Comunidades de socialización, información, discusión o juego: Respecto a las anteriores tienen características técnicas más avanzadas relacionadas con la multimedia; las relaciones son un poco más estables y para pertenecer a ellas es necesario inscribirse, dar algunos datos personales o aceptar un código de conducta. Este tipo de comunidades es más estructurado y organizado, las relaciones que se establecen son más duraderas y exigen mayor compromiso del individuo para interactuar en comunidad. Comunidades temáticas de investigación o acción política: Se diferencian de las anteriores porque reúnen a sus miembros en torno a temas en concreto

o una actividad de investigación. Por su enfoque el nivel de compromiso es mayor y la confrontación entre personas de diferentes lugares del mundo suele ser muy enriquecedora para sus miembros. Dentro de este grupo el autor incluye a las comunidades de acción política o con ideologías afines. Comunidades de organizaciones e instituciones: Valiente (2004) incluye dentro de éstas a las comunidades que surgen paralelas a instituciones del Estado, políticas o sociales, es decir, redes internas que operan al servicio de cada institución. Suelen tener posibilidades de acceso restringido para cualquier navegante que quiera ingresar y se limitan a manejar relaciones con el grupo de empleados o con los grupos de interés para la organización (p.16). Teniendo en cuenta esta clasificación, la Comunidad Virtual que se propone en el presente trabajo tiene un corte específico, relacionado con el uso y direccionamiento hacia actividades que construyan cultura ciudadana y podría enmarcarse en las comunidades temáticas de investigación o acción política. Es importante también reconocer que uno de los aspectos más importantes en la construcción de comunidades virtuales es el diseño de las dinámicas de interacción, de tal manera que se pueda garantizar la participación activa de los usuarios. Cumplir con los objetivos y propuestas de valor de la comunidad planteada implica, desde el punto de vista teórico y práctico, que el diseño de actividades debe permitir integrar, enriquecer y socializar las experiencias desarrolladas alrededor del trabajo colaborativo que se da en la misma comunidad, y que se fundamenta en el fomento a la interacción y la activa participación entre sus miembros y procesos de aprendizaje social. También es necesario, en este marco conceptual, delimitar el significado de los términos que se emplean con mayor frecuencia y sobre los cuáles el investigador basa su proceso de observación, descripción y explicación a lo largo del presente trabajo. Comunidad: Es el concepto base de análisis en la investigación, pues la interacción del ser humano exige un “otro” y se da en comunidad. Según Ferri (1999), citado por Valiente (2004), la comunidad se entiende como un conjunto de personas unidas por factores de diversa índole como lengua, etnia, religión, territorio y otros, que les llevan a relacionarse e interactuar entre sí más que con miembros de otros grupos.

Una comunidad virtual para construir ciudad / Carlos Fernando Valencia Peñuela

Comunidad virtual: Teniendo en cuenta las definiciones de “comunidad” y “virtual”, se evidencia un punto de encuentro interesante en medio de dos términos que parecen contrapuestos: la comunidad virtual como una nueva forma de socialización. Varios autores han definido el término, por ejemplo Rheingold (2011) considera la comunidad virtual como una nueva forma de evolución para el autor “las comunidades virtuales son agregaciones sociales que emergen de la red cuando un número suficiente de personas entablan discusiones públicas durante un tiempo lo suficientemente largo, con suficiente sentimiento humano, para formar redes de relaciones personales en el espacio” (p.18). Otro concepto se encuentra en Lévy (1996) quien define la comunidad virtual como el lugar en donde los miembros comparten sus conocimientos, trabajan conjuntamente, intercambian informaciones e iniciativas y ponen en común las propias adquisiciones. Allí nace para este autor “una inteligencia que está distribuida entre todos, que se coordina en tiempo real utilizando la red y que aprovecha las competencias de cada individuo”; planteado por Lévy como inteligencia colectiva. Lee et al. (2002) también define comunidad virtual como un espacio soportado por la tecnología, centrado en la comunicación y la interacción de los participantes y que tiene como resultado las relaciones entre ellos. En estas definiciones de comunidad virtual aparece una antítesis planteada por Maldonado (1997) citado por Valiente (2004), quien pone de manifiesto “la precariedad de las relaciones en las comunidades virtuales, pues son formas de interacción débiles y se basan sólo en compartir intereses comunes”. Así, para el presente trabajo de investigación se comprenderá como comunidad virtual un grupo de

personas, que participan en actividades, comparten experiencias y conocimientos, funcionando como una red interdependiente entre sí, en un periodo de tiempo ilimitado utilizando la tecnología para superar la barrera del tiempo y el espacio, y comunicándose unos con otros como se haría de forma presencial, con el objetivo de profundizar en sus prácticas ciudadanas para construir ciudad. Cultura ciudadana: Mockus (2005) la define como un “Conjunto de valores, actitudes, comportamientos y reglas mínimas compartidas que generan sentido de pertenencia, impulsan el progreso, facilitan la convivencia y conducen al respeto del patrimonio común y al reconocimiento de los derechos y deberes ciudadanos”. Para Calderón, Hopenhayn y Ottone (1993), una cultura de ciudadanía no se construye por decreto o programa, sino que es producto de un proceso abierto y de una continua resignificación de nuestra identidad. Así, la formación para una cultura ciudadana se caracterizada por las visiones y tensiones propias de la educación en valores, una nueva manera de enfrentar los conflictos y estar presente transversalmente en todos los esfuerzos educativos de la sociedad, sean estos formales, no formales o informales. La construcción de cultura ciudadana que se pretende generar a través de la interacción de los jóvenes, en la comunidad virtual propuesta, busca re-conceptualizar en el habitante de Palmira el amor por su entorno y la construcción de procesos sociales que aporten al fortalecimiento de valores ciudadanos. Adulto joven: Según la Organización Mundial de la Salud, a este grupo pertenecen las personas entre 21 y 24 años de edad y corresponde con la consolidación del rol social. Sin embargo, para efectos de inclusión del proyecto se amplía esta caracterización a edades entre los 20 y 35 años, época de participación activa del ciudadano en la toma de decisiones de su entorno. Lo anterior no excluye de participar en la comunidad virtual al resto de la población Palmirana, simplemente busca estimular la fuerza social en red que pueden tener estos jóvenes como punto de partida para posicionar la estrategia de comunicación digital en la población. TIC: Según la definición expresada en la Ley 1341 de julio 30 de 2009, de la República de Colombia, por la cual se definen principios y conceptos sobre la Sociedad de la Información y la organización de las

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Virtual: Se suele entender como lo opuesto a lo real, aquello que no tiene presencia física sino mediante el uso de tecnología. Turke (1997) lo define como “Espacios metafóricos que emergen solamente a través de la interacción con el computador, donde la gente navega con un hardware particular”. Para efectos de este trabajo de investigación, se usará la definición de virtual como la tecnología utilizada para que la comunidad opere y que en palabras de Castells (2001) “permite un nuevo tipo de socialización diferente, pero no por ello inferior a las formas anteriores de interacción social”.

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Tecnologías de la Información y la Comunicación, se define en su Artículo Sexto que las TIC son el conjunto de recursos, herramientas, equipos, programas informáticos, aplicaciones, redes y medios que permiten la compilación, procesamiento, almacenamiento, transmisión de información como voz, datos, texto, video e imágenes. Se encuentran también múltiples definiciones recogidas por Cobo Romaní (2009), de las que se destacan para la investigación las siguientes: Las TIC se definen colectivamente como innovaciones en microelectrónica, computación (hardware y software), telecomunicaciones y optoelectrónica microprocesadores, semiconductores, fibra óptica - que permiten el procesamiento y acumulación de enormes cantidades de información, además de una rápida distribución de la información a través de redes de comunicación. También son definidas como herramientas que las personas usan para compartir, distribuir y reunir información, y comunicarse entre sí, o en grupos, por medio de las computadoras o las redes de computadoras interconectadas. Es decir, que cuando se habla de TIC se trata de medios que utilizan tanto las telecomunicaciones como las tecnologías de la computación para transmitir información.

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Interactividad: Abellán (2003), en la búsqueda de un concepto más actual de interactividad, la define como la acción recíproca entre un ser vivo y otra realidad, de manera que ambas resultan afectadas y unidas en beneficio del perfeccionamiento mutuo (p. 26). De acuerdo a este concepto, en una comunidad virtual el grado de interactividad será mayor cuando los actores de la interacción tengan mayor autonomía y sean capaces de realizar operaciones más íntimas, por ello se pretende que los adultos jóvenes ejerzan la interactividad no solamente con la intención de pertenecer a un grupo social en la web, sino en apropiarse de la elaboración de contenidos y la formulación de temas socialmente relevantes para su municipio. Actualización de contenidos: Más que encontrar una concepción etimológica del término, el investigador aborda la actualización de contenidos como un proceso básico y necesario para que los miembros de la comunidad virtual generen interactividad. La generación periódica de contenidos, en este caso, debe estar orientada a la construcción de cultura ciudadana; es decir, mensajes constructivos, rescate de valores, participación de los ciudadanos en procesos

públicos, debates y foros sobre ciudad, etc. Cualquier miembro de la comunidad virtual podrá generar o actualizar contenidos, pero es necesario que haya un equipo de moderadores que filtre aquellos contenidos lesivos contra algún miembro de la comunidad. Recursos: Se entiende como todo tipo de herramientas en línea puestas al servicio del usuario y que permiten, al navegante de la comunidad virtual, acceder a enlaces, conexiones y usar la convergencia de medios para trabajar en red. Usabilidad: Se determina como la rapidez y facilidad con que los usuarios de la comunidad virtual pueden utilizar una herramienta. Para esta investigación se profundiza en el concepto y se toma la definición de Tobarra, Montero y Gallud (2008) quienes la determinan como la efectividad, eficiencia y satisfacción con la que un producto permite alcanzar objetivos específicos a un grupo de usuarios concretos en un contexto de uso específico y colaborativo o, en su caso atendiendo al producto, como la capacidad de un software de ser comprendido, aprendido, usado y ser atractivo para un grupo de usuarios en condiciones específicas de uso. Una comunidad virtual debe tener un alto grado de usabilidad, que le facilite la participación e interacción al usuario y que éste se sienta cómodo en su acceso. También que tenga una fácil navegación e imagen visualmente agradable. Ciudad: Ledrut (1974), mencionado por Rizo (2006), apuntó que la ciudad no es una suma de cosas, ni una de éstas en particular. Tampoco es el conjunto de edificios y calles, ni siquiera de funciones. Es una reunión de hombres que mantienen relaciones diversas. Desde la antropología de lo urbano se ha considerado a la ciudad como escenario colectivo de encuentro, de contestación y acomodo, de dominio o subalternidad, de contacto o conflicto de culturas diferentes (Pratt, 1991, citado por Rizo, 2006). Ciberciudadanía: El concepto de ciudadanía ha evolucionado gracias a las redes sociales y a la presencia de las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Parafraseando a Pineda (2010) se puede definir la ciberciudadanía como las nuevas prácticas ciudadanas mediadas por TIC, que ofrecen la oportunidad al sujeto para el desarrollo de políticas de comunicación participativas, que buscan ejercer una especie de contrapoder y presión para el logro de objetivos comunes de interés social y colectivo. Esos intereses pueden sobrepasar lo político, en el sentido

Una comunidad virtual para construir ciudad / Carlos Fernando Valencia Peñuela

estricto del término, abarcando preocupaciones más globales que van más allá del ejercicio del voto y de la elección de los gobernantes (p. 22). Según Cardoso (2008), citado por Pineda (2010), “ese nuevo concepto de ciudadanía necesita de un sujeto no solamente informado sino especialmente dialogante” que interactúe con los demás para definir intereses colectivos. Bajo este aspecto, la ciberciudadanía debe favorecer la construcción de cultura ciudadana, “permitiendo la participación activa en los procesos de cambio social, para lograr crear nuevos escenarios que hagan posible la plena vigencia de la democracia y los derechos de todos los ciudadanos” (Villalobos, 2007, citado por Pineda, 2010).

Según O’Reilly hay siete características que diferencian la Web 2.0: la web como plataforma, el enlace de inteligencia colectiva, la importancia de las bases de datos, la renovación continua de software, la programación simple, la importancia del software sobre el computador y el enriquecimiento de experiencias para los navegantes. La población objeto de investigación corresponde a adultos jóvenes entre 20 y 35 años de edad, habitantes de diferentes barrios de la ciudad, que se caracterizan por el gusto y dominio de herramientas digitales, el uso frecuente de dispositivos móviles y la participación activa en comunidades como clubes juveniles, organizaciones sociales y deportivas. Para el investigador esta población activa es la llamada a generar procesos de transformación social, para la re-construcción del tejido social del municipio y aprovechando los intereses y gusto de los jóvenes por interactuar en la web, se enfoca en ellos.

Se seleccionó una muestra no representativa de forma aleatoria, convocada a través de Facebook para realizar un Focus Group con el objetivo de indagar sus gustos, hábitos y preferencia de interacción en la web, percepción de los jóvenes con respecto a términos como ciudad, comunidad virtual, cultura ciudadana, entre otros; y conceptualizar ideas sobre la formulación de la comunidad virtual y la participación de éstos en la misma. Después de analizar dichos resultados se diseñó una encuesta para ser aplicada a otros jóvenes y conocer los gustos y preferencias en temas relacionados con la web y las comunidades virtuales.

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Web 2.0: Este es un concepto acuñado en 2003 por Tim O’Reilly, fundador de O`Reilly Media. Término asociado a las aplicaciones web que facilitan el intercambio interactivo de información, interoperabilidad, con diseños centrados en el usuario y que facilitan la colaboración en la red World Wide Web. Se considera como la segunda fase de la WWW y la evolución de las aplicaciones tradicionales hacia aplicaciones web enfocadas al usuario final. “En la Web 2.0 cualquiera puede producir, cualquiera puede consumir. La información está al alcance de todos y cada uno; todos pueden accederla, interpretarla, transformarla y ponerla nuevamente en común” (Sánchez, Botero y Giraldo, 2012).

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Los jóvenes opinan La mayoría de los adultos jóvenes que se presentaron en el grupo focal tienen o han tenido contacto con Internet y todos usan las redes sociales como medio de contacto y comunicación con sus amigos y conocidos. Durante el desarrollo del conversatorio, liderado por el investigador, se evidencia que el grupo en común relaciona los términos de ciudad y urbano como elementos que hacen parte del entorno en el que viven y los asocian con un conjunto de elementos o personas que incluyen el barrio y su comunidad. El término Cultura lo asocian con las costumbres y creencias arraigadas dentro de su comunidad y como el resultado de un proceso histórico que se transmite de generación en generación, mientras que el término comunidad virtual lo relacionan con tecnología, interacción, contacto con el otro, redes sociales. Coinciden en que esta palabra está muy ligada a las redes sociales y a Internet y todos manifiestan hacer parte de alguna comunidad virtual, en las que sobresalen Facebook y Twitter. Al dar sus apreciaciones sobre lo que significa para ellos cultura ciudadana, la mayoría del grupo lo relaciona con los hábitos, estilos de vida que lleva una comunidad y las reglas que deben seguir para convivir Dos de los participantes lo asimilaron a un patrón de conducta o comportamiento que les exige la sociedad.

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Una de las inquietudes del investigador durante el Grupo Focal era consultar a los jóvenes asistentes sobre cuáles creen ellos deben ser los mecanismos de participación en la construcción de cultura ciudadana. En este ejercicio definieron grupalmente los siguientes factores de mayor importancia: creación de mesas de participación lideradas por el Gobierno municipal para tratar políticas de inclusión juvenil, impulso a las actividades deportivas, campañas de conciencia ambiental lideradas por jóvenes, a través de foros o comunidades virtuales, y mayores oportunidades en educación e inversión en nuevos empleos para jóvenes de estratos bajos del municipio. Algunos de ellos hacen énfasis en que la creación de este tipo de espacios de participación corresponde a los gobernantes de turno, a la Alcaldía del municipio. En cuanto al tipo de eventos que los jóvenes consideran que se deben crear para fortalecer la cultura ciudadana mencionan jornadas ambientales, foros con expertos en temas de ciudad, eventos musicales, de baile, arte

y cultura en general; eventos didácticos en donde los jóvenes aprendan, cursos de manualidades y jornadas de desarme a cambio de beneficios sociales o becas para estudiar. Cabe destacar que los adultos jóvenes participantes del Grupo Focal consideran que una Comunidad Virtual que quiera fortalecer la cultura ciudadana en Palmira, debe tener una serie de secciones que informe sobre eventos culturales, temas ambientales, manejo de problemáticas juveniles como el suicidio y la fármaco dependencia; psicólogos o asesores en línea, foros y chats de participación y mucho apoyo en redes sociales como Facebook y Twitter. El grupo coincide en que el diseño de la Comunidad Virtual debe ser muy atractivo, fresco y visual. Se debe manejar un lenguaje juvenil, urbano y usar palabras en segunda persona para que los jóvenes se sientan en confianza y más cercanos a la plataforma. También están de acuerdo en que la Comunidad Virtual brinde la posibilidad de transmitir eventos culturales en vivo e impacte en gran medida en el grupo, la idea de que cualquier ciudadano se convierta en reportero, pueda tomar fotos y elaborar noticias positivas de lo que pasa en su barrio o comuna. El grupo también plantea un mecanismo para controlar aquellas personas que quieran sabotear la comunidad o publicar palabras soeces o agresivas frente a otros miembros de la comunidad. Por esta razón, si la propuesta pasa a una segunda fase de elaboración, dos de los participantes proponen que el primer acceso del sea dirigido a la visualización de un video introductorio corto que contextualice a la persona y use en su desarrollo música de impacto, para que sea agradable el ingreso a esta comunidad. Características de una comunidad virtual al servicio de la construcción de cultura ciudadana. El desarrollo y fortalecimiento de una Comunidad Virtual, con recursos multimedia, debe permitir a sus miembros la construcción de procesos de comunicación orientados a la estructuración de cultura ciudadana y la participación de los adultos jóvenes en la toma de decisiones en el ámbito local. De lo contrario, será un sitio web más de los miles que proliferan en la red. Elementos como la interactividad, elaboración y actualización de contenidos, los recursos disponibles y la usabilidad deben ser características fundamentales para el fomento de la sana convivencia y el sentido de pertenencia por la Comunidad Virtual.

Una comunidad virtual para construir ciudad / Carlos Fernando Valencia Peñuela

Es muy importante para cumplir con el objeto de resaltar la actividad ciudadana, en el marco geográfico local, añadir las aplicaciones sociales Foursquare y Waze que ayudarán a tejer red en torno a la comunidad, informar sobre sitios de interés, estado del tráfico en las vías y llevar a la práctica el concepto de la ubicuidad, condición intrínseca de la sociedad digital. Además, la alimentación de la información en línea facilitará el crecimiento del producto y la relación entre los usuarios; para ello la comunidad debe contar con un facilitador o gestor del proyecto, que pueda recepcionar comentarios, noticias o actos ciudadanos que considere como un aporte interesante a la Comunidad Virtual. También es necesario que existan principios rectores de la Comunidad Virtual, los cuales permitan la autorregulación de contenidos y normas de conducta para que ésta no sea un espacio difícil de habitar, sino una estrategia para romper las fronteras físicas y pasar de lo local a lo global. Todo fundamentado en valores y principios éticos, morales, políticos y administrativos que regirán el desempeño y comportamiento de cada uno de sus miembros como empresa de servicios socialmente responsable. Todo avance que se realice en la Comunidad Virtual tiene como prioridad fundamental fortalecer la dimensión ética del proyecto digital, con base en la exigencia y compromiso de sus miembros. Conclusiones Como resultado de lo anterior y los hallazgos recopilados tanto del grupo focal, la encuesta y la revisión de documentos, experiencias, portales web y comunidades virtuales relacionadas con el objeto de investigación, se puede concluir que la formulación de una Comunidad Virtual enfocada en la construcción de cultura ciudadana, es una herramienta significativa para los adultos jóvenes de Palmira, que ven en ella,

una oportunidad de desarrollo personal y de resignificación y valoración de su entorno. La mayoría de los adultos jóvenes con los que se aplicaron las herramientas de investigación muestran interés en participar activamente en la comunidad y no sólo como espectadores, sino como actores en las decisiones de su municipio. También se concluye que los jóvenes prefieren estar conectados a Internet de forma permanente usando en su mayoría dispositivos móviles, a través de planes pospago, prepago o accediendo a puntos de conexión gratuitos ubicados en sus hogares, universidades, centros comerciales y puntos Vive Digital instalados en la ciudad; y que a pesar de que falta mucho por hacer en infraestructura tecnológica en el Municipio de Palmira, el tema de la movilidad y la conexión ya no es una excusa para decir que los jóvenes no acceden a la Web. En comparación a lo que sucedía en la ciudad hace diez años, hoy ya no es difícil mantener la movilidad en Internet, gracias al mejoramiento en el acceso, la baja de precios por la competencia de las compañías de telefonía móvil y la optimización de los puntos gratuitos de conexión. Se reconoce también por parte de los jóvenes participantes, que si la Comunidad Virtual propuesta se lleva a una segunda fase de implementación, sería una excelente iniciativa para aprovechar la conexión móvil y poder ejercer el periodismo ciudadano desde el barrio, la comuna, la universidad o cualquier lugar de la ciudad en el que se encuentren. Este gusto va más allá de ser miembro de la Comunidad y se percibe en la intención de participar en la construcción de contenidos, en el debate de temas ciudadanos y en la divulgación de noticias positivas en los que ellos se vean involucrados y se sientan escuchados. Referencias Abellán, A. (2003). Hacia un concepto “distinto actual” de la interactividad. Recuperado de: http://www.e-aquinas. net/pdf/abellan.pdf Alcaldía del Municipio de Palmira. Plan de Desarrollo 2012 215. Recuperado de: http://www.palmiraavanza.com/ plan-de-desarrollo-2012-2015 Bedoya, A. (1997). ¿Qué es interactividad? Revista Electrónica Usuario. Universidad Autónoma de México. Recuperado de: http://blogs.enap.unam. mx/asignatura/francisco_alarcon/wp-content/ uploads/2011/06/interactividad.pdf

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Se debe tener en cuenta un diseño interactivo que permita la apropiación y adecuación de las herramientas web 2.0, tales como el desarrollo de noticias actualizadas sobre actividades culturales, muestra de hechos positivos y de relevancia social, fomento de actos que fortalezcan la apropiación y el ejercicio del periodismo ciudadano, foros que permitan la discusión y el aporte de ideas a la solución de conflictos, conexión con redes sociales como Facebook, Twitter, YouTube, Foursquare e Instagram y visualización a través de videos e imágenes de actividades sociales y sindicación social (RSS).

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Whatsapp y la generación del pulgar Francisco Javier Rodríguez Ledezma Corporación Universitaria Comfacauca [email protected]

Recepción: 25/04/14 / Aceptación: 20/06/14

Comunicador Social, Especialista en Administración de Tecnologías de la Información para la Comunicación Virtual, y Mg. (c) en Comunicación Digital. Se ha desempeñado como redactor del diario El Liberal y magazines.

Palabras clave: Comunicación, virtual, mensaje, Whatsapp, aplicación, celular. Abstract: The world famous App known as WhatsApp, has revolutionized the way in which youngsters communicate, and in the university field, the consequences have not been favorable. The lack of concentration in the classroom and the addiction to be all the time checking the cellphone for new incoming messages, are now part of the new dynamics that are reflected somehow in the detriment of academic performance. Keywords: Communication, virtual, Whatsapp, application, cell phone.

message,

Lo que inició como un servicio de mensajería instantánea, el cual permitía escribir y recibir mensajes virtuales sin intermediarios, se ha convertido en pocos meses en la forma más popular, poderosa y sencilla de mantener contacto entre las personas. Así, el uso de Whatsapp se ha masificado igual o más que la red social Facebook. La unión virtual Aún está por definirse si es una red social, lo que sí es cierto es que es una aplicación de chat para teléfonos

móviles de última generación, también llamados smartphones, en donde sólo se requiere conocer el número celular de alguien para tenerlo en la lista de contactos y así iniciar con ‘la magia’ de empezar a reír, sufrir, aconsejar, distraer, discutir, entretener y ayudar, entre otras opciones, con quien se tiene al otro lado de la línea. Sin embargo, es ineludible que tanto emisor como receptor tengan un servicio de internet (WiFi o plan de datos). La popularidad de Whatsapp entre los estudiantes universitarios ha alcanzado niveles inimaginables. Por ejemplo, cuando buscan entablar una relación con alguien una de las preguntas iniciales que hacen es ¿tienes Whatspp?, respuesta que al ser afirmativa, se sobreentiende que está pidiendo el número del teléfono móvil a fin de agregarlo a los contactos y así formalizar la nueva amistad. De este modo, primero se relacionan virtualmente y si hay entendimiento, continuarán con una cita personal más subjetiva o cualquier otra actividad donde puedan tratarse cara a cara. De ahí la preferencia por parte de los jóvenes en anteponer Whatsapp y ocasionalmente Facebook como sus sitios favoritos para crear, mantener y hasta deteriorar relaciones. Para no ir más lejos, los actuales estudiantes universitarios, quienes podrían ser denominados como nativos digitales1, porque en su mayoría llegaron a este mundo en la década de los 90s cuando tecnologías como el celular ya empezaba a masificarse, tras un primer contacto visual entre sus compañeros, en el aula o los pasillos de la universidad, siguen con un 1 Poseen una configuración psicocognitiva diferente que les permite asimilar con mayor rapidez el uso de las nuevas tecnologías como Internet. Ver más en: www.protecciononline.com

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Resumen: La aplicación mundialmente conocida como Whatsapp ha revolucionado la manera en que los jóvenes se comunican, lo que ha ocasionado en el campo universitario graves consecuencias. La distracción dentro del aula de clases y la adicción por mantener un contacto continuo con el teléfono revisando mensajes, notas, imágenes y demás, hacen parte de las nuevas dinámicas que empiezan a afectar ampliamente las calificaciones de los estudiantes.

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diálogo virtual en una red social, y a partir de allí deducen si esa persona es importante para su vida, para luego decidir si lo añaden a su lista de contactos en Whatspp o lo descartan de forma permanente de cualquier medio de comunicación virtual, eliminación que automáticamente significa el fin de la amistad; “No me busques, no me llames, no me escribas porque no me interesas”. De acuerdo con la entrevista realizada2 a Rocío Leticia Cortés Campos, académica de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán, en México, “algunos contactan personalmente a la gente que solo conocían por la red y tienen diferentes encuentros, exitosos o fraudulentos. En la generación de vínculos afectivos, llámese de parejas, amigos o familiares hay una importante fuerza en estos contactos”, indicó.

Whatsapp

fue fundada en el 2009, tiene 600 millones de usuarios, un tráfico diario de 10.000 millones de mensajes, y en octubre de 2014 fue adquirida por Facebook por 21.800 millones de dólares (44 mil 650 millones de pesos).

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Sin embargo, la docente también destaca que este grupo de nativos digitales pertenece a una clase socioeconómica media, radicada prioritariamente en una zona urbana donde las conexiones a la web son aceptables, a diferencia de los jóvenes que habitan zonas rurales que pueden tener condiciones precarias de acceso a internet por la misma escases de antenas para telefonía móvil. Ahora bien, no hay discusión frente a que los estudiantes universitarios tienen la necesidad de tener internet, puesto que al estar conectados y con las aplicaciones descargadas en su celular, logran satisfacer un sinnúmero de necesidades que van más allá de hablar simplemente por su teléfono, acción que ya no es suficiente porque en ocasiones parece que es el uso menos importante que le dan a su teléfono móvil, en la mayoría de ocasiones por falta de créditos para llamar (minutos) y que es más divertido chatear y jugar con los cientos de emoticones que establecer un contacto voz a voz. 2

Diario de Yucatán, México. 2014.

Una tecnología que distrae No han pasado 10 minutos de una clase y generalmente hay un estudiante que consulta de manera permanente su celular. El motivo principal, le ha llegado un mensaje y el deseo de saber qué y quién le ha escrito es más fuerte que la explicación dada por el docente, quien indica cómo será la próxima evaluación y cuáles serán los temas que calificará, entre muchos otros temas. En otras palabras, la concentración acaba en el mismo instante en que el estudiante decide tomar con sus manos el celular, el cual seguramente no volvera a dejar hasta no recibir una respuesta de lo que acaba de escribir, volviéndose en un vaivén de mensajes que termina por despistar en su totalidad a cualquier estudiante, que para ese momento ya no merece ese apelativo porque hace de todo menos estudiar. Según una encuesta aplicada a universitarios de la ciudad de Popayán3, las tecnologías, en especial el celular y sus aplicaciones, han embelesado a toda clase de estudiantes, desde los que tienen el promedio de notas más bajo como a los que son considerados los más sobresalientes en el aula. Una leve diferencia radica en que quienes obtienen mejores calificaciones son más responsables usando estas tecnologías al interior del aula, mientras que los que no son tan brillantes permanecen muy pendientes de los mensajes, dejando de lado lo expresado por el docente. Otro resultado arrojado por la encuesta aplicada a 100 estudiantes de diferentes programas, fue que tras empezar a hacer un trabajo en grupo dentro del aula, en la mayor parte de los casos uno de sus miembros del toma un celular tras ocho minutos de estar reunidos y empieza a chatear por lapsos cortos de tiempo, mientras rara vez realiza aportes al taller. Y como un efecto dominó, este comportamiento iba siendo copiado por el resto de compañeros hasta que todos terminan ‘pegados’, como ellos mismos lo expresan, de su celular, quedando el trabajo suspendido. El 80% de los jóvenes contestó que no puede iniciar una tarea sin tener a la vista su teléfono móvil, y añaden que el no ver este dispositivo cerca es motivo de desconcentración, porque están pensando más sobre el lugar donde dejaron su celular, en la posible llamada de alguien que no se ha comprometido a llamarlos o un mensaje que deberán responder con 3 La encuesta se aplicó entre septiembre y octubre de 2014 a 100 estudiantes de la Corporación Universitaria Comfacauca, Unicomfacauca. -Popayán, Cauca, Colombia-.

Whatsapp y la generación del pulgar / Francisco Javier Rodríguez Ledezma

prontitud. Así que, de aglún modo, la tecnología está brindando paz y tranquilidad cuando está en la mano de su dueño. Charlar por Whatsapp y hacer un trabajo de forma simultánea es una actividad que no complica a los nativos digitales, según lo señaló el 90% de los encuestados, que además aseguraron que mientras el profesor hacia anotaciones en el tablero y estaba dando la espalda a sus estudiantes, ellos aprovechaban para enviar mensajes y poco les importaba no alcanzar a escribir en sus libretas los apuntes del profesor. ¿Qué hace cuando por estar chateando no alcanza a copiar lo que está en el tablero?: Respuesta general: “Intento tomar una foto al tablero antes de que borren”. El 75% de lo que hablan por Whatsapp o Facebook, no tienen relación directa con lo que se está tratando en clase, incluso en ocasiones no les llega ningún mensaje pero sienten la necesidad de leer por enésima vez lo enviado o recibido con anterioridad, así que el tema ya pasa a convertirse en una adicción por revisar la pantalla del móvil y repasar una vez más todos los archivos descargados, ya sean fotos, videos, correos, juegos, saludos, etc. De igual manera, los universitarios manifestaron que no pueden pasar 20 minutos sin revisar su celular, tampoco pueden salir de sus casas sin llevarlo consigo y a pesar de las consecuencias nefastas para la salud, el 95% de los encuestados aseguró que duerme con el teléfono encendido y en lo posible cerca de su mano (en muchos casos bajo la almohada). Bajas calificaciones

Otra perspectiva sobre esta situación la entregó, para el diario chileno La Tercera, María Domeyko, directora académica de la Red de Colegios EducaUC4. La pedagoga expresó que las redes sociales no son productoras de malas calificaciones, por el contrario, 4 La Pontificia Universidad Católica de Chile crea EducaUC, un modelo educativo que ha adoptado 10 colegios chilenos.

el chat que permiten es de gran ayuda, porque al igual que sucede con el computador, cuando están en una conversación virtual pueden aprovechar para hacerse preguntas. Hay que aclarar que las redes sociales no son perjudiciales, sino el mal uso que les puedan dar. Esta visión es compartida por los estudiantes de Unicomfacauca, añadiendo que dentro de sus hábitos de estudio se halla el estar conectado con algún aparato digital y en lo posible dentro de Whatsapp o Facebook, seguido de Youtube, una emisora virtual, el correo electrónico y Google como buscador privilegiado para realizar cualquier tipo de consulta. Así, se está frente a jóvenes que al llegar a la edad adulta serán auténticos expertos en nuevas tecnologías, tal y como lo explica Reynol Junco (2007), sicólogo

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Para Rubier Jiménez Orejuela, docente del programa de Comunicación Social y Periodismo de la Corporación Universitaria Comfacauca, es preocupante que los estudiantes establezcan mayor interés en quién pueda estar conectado (en línea), que cumplir a cabalidad su papel de estudiantes universitarios. “Muchos de ellos no hacen o no entregan trabajos, y no es debido a que les falte capacidad sino porque mientras se explica en qué consiste el trabajo, ellos están pendientes del celular y su mente lejos del salón de clase.

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e investigador de redes sociales de la Universidad de Harvard, al referirse a que la generación digital son niños, adolescentes y jóvenes a la cabeza de la sociedad de la información, grupo poblacional al que también se ha llamado la ‘generación del pulgar’, debido a su habilidad con el teclado del teléfono, para jugar y enviar mensajes de texto. Conforme a un trabajo realizado por María Frick (2007), en el marco del Programa de Investigación en Economía y Negocios en América Latina, se señala a partir de una radiografía digital de España que los más hábiles en el manejo de ordenadores, internet, móviles y otros aparatos de nuevo cuño son efectivamente los más jóvenes. Y no sólo navegan de una forma cada vez más intensiva sino que utilizan más servicios y, sobre todo, conciben internet como una herramienta ideal para las relaciones personales.

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El hecho es que en la península ibérica el 64% de los menores de 11 años de edad navega habitualmente sólo por internet, mientras que el 75% de los menores, de entre 9 y 11 años, dispone de Internet en su domicilio familiar. En general, el 21% de estos menores usa Internet para asuntos relacionados con sus estudios, mientras que un 51% lo hace para chatear, un 42% para jugar y un 39% para descargar películas y música. De otro lado, la autora retoma un informe del Instituto de la Juventud Injuve, el cual plantea que quienes están entre los 12 y 29 años consideran las nuevas tecnologías y el uso del Messenger como bienes de primera necesidad, los cuales les dan independencia con respecto al mundo exterior, lo que ha provocado cambios en la forma de socializarse. Lo anterior puede verse relacionado con el uso desmedido de Whatsapp dentro y fuera del aula de clases, actividad que está ocasionando que un número considerable de estudiantes universitarios no estén obteniendo buenas calificaciones por centrar su concentración más en el móvil que en sus obligaciones académicas. Este planteamiento coincide con uno de los planteamientos de Larry Rosen (2011), psicólogo y educador de la Universidad Estatal de California. Domínguez Hills, quien ha sido testigo de los efectos positivos y negativos del uso de esta tecnología por las mentes jóvenes, incluso afirmó que estar constantemente dentro de un sistema de mensajería instantánea virtual o consultando redes sociales, puede originar un problema en el desarrollo de las habilidades comunicativas, sumado a volverse menos sociables y más deprimidos.

Ante ese panorama, Rosen revela que la solución no está en luchar contra la tecnología, tampoco en prohibir el uso del Whatsapp o Facebook para chatear, sino en poner en práctica una sencilla fórmula: antes de estudiar, usar hasta dos minutos para revisar computador y celular. Luego estar 15 minutos concentrados. Esperar a que suene la alarma y volver a darse unos dos minutos. La meta es ir subiendo paulatinamente esos 15 minutos hasta llegar a 30 minutos de total concentración.

El 50% de los encuestados manifestó que emplea Whatsapp por los mensajes de texto, un 25% para compartir imágenes y videos, un 15% para grabar y enviar mensajes de voz y el 10% restante lo usa sólo para saber quiénes están en línea o han actualizado la foto de perfil. Potenciar la educación No hay que desconocer que el entorno educativo es permeable a los impactos que implican el uso de tecnologías de la comunicación, puesto que éstas ayudan a ver la educación no como una dinámica estática e impedida, sino como un conjunto de procesos de construcción de conocimientos, que necesariamente tiene que readecuarse echando mano de las oportunidades que le brindan las Tics. Es evidente que utilizar un celular en clase puede afectar el proceso educativo del universitario, sin embargo, es factible ver este aparato no como una amenaza al ejercicio de enseñanza-aprendizaje, sino como un potencial que, bien concebido, multiplica las posibilidades de interacción desde y en la educación. Como lo plantea Diego Santos en su artículo Aprendizaje Móvil, ¿Realidad o Ficción?5, el servirse de aplicaciones educativas e instructivas pueden ser parte de lo que se conoce como el aprendizaje móvil, el cual no pretende ser un método educativo exclusivo sino un complemento a otros métodos más tradicionales como las clases presenciales o el aprendizaje a través de ordenadores y clases virtuales. De ahí, el Aprendizaje Móvil (M-Learning) puede resultar el método idóneo en determinadas ocasiones, ya sea cuando se requiera consultar un dato o 5 Sahttps://www.examtime.com/es/blog/aprendizaje-movil/

Whatsapp y la generación del pulgar / Francisco Javier Rodríguez Ledezma

Por su parte, el docente debe saber incorporar el móvil a su clase y ser vanguardista en el uso de este medio para facilitar el aprendizaje. Por supuesto, se le ha de dar una real intencionalidad educativa, lo que implica planificar adecuadamente su utilización y, sobre todo, estar actualizado en las funciones que ofrece este medio de comunicación. Entre tanto, para la asesora y formadora en nuevas tecnologías aplicadas a la educación, Meritxell Viñas, la situación que trae consigo el uso de los teléfonos móviles es válida si se compara con la experiencia de algunos centros educativos en España, como es el proyecto de QRcodificación de las calles de Rubí6, en donde los alumnos de varios colegios de la zona han aprendido a capturar textos, imágenes, videos y audio con el teléfono móvil y codificar la información para que esté disponible a los ciudadanos. “Las experiencias de aprendizaje más enriquecedoras surgen cuando un estudiante busca respuesta a una pregunta interna. En ese momento de curiosidad, el alumno está altamente motivado para aprender y recordar. El móvil permite satisfacer la necesidad de conocer con inmediatez y seguir explorando más allá del curriculum escolar. En este sentido, existen aplicaciones que nos proporcionan acceso rápido y respuestas a contenido educativo como en Wikipedia o Google Traductor”7, expresó Viñas. De igual forma, es útil conocer lo que está ocurriendo en España con el uso del teléfono móvil dentro del aula. De acuerdo con el artículo “El aula está en todas partes8”, escrito por Cláudia Vasconcelos, la generación U-Learning (Formación Ubicua -aprendizaje donde quiera que estés) está enterrando el concepto de “aula” que hemos tenido hace más de dos siglos. Según una entrevista que la autora del artículo sostuvo con la experta en tecnologías educativas, Mar Camacho, 6 http://qrcodificacionvoc3.blogspot.com.es/ 7 El móvil en el aula: ¿Distracción o potencial de aprendizaje?. http://www.totemguard.com/aulatotem/2012/05/se-puedeaprender-con-el-movil-dentro-y-fuera-del-aula/ 8 http://noticias.lainformacion.com/asuntos-sociales/elaula-esta-en-todas-partes_0f3JhYM0CXk0qrSU7mCd83/

los adolescentes aprenden estén donde estén y son capaces de producir contenido educativo con sus propios dispositivos móviles. Para la experta en la materia, “los padres y algunos profesores probablemente dirán que los móviles distraen a los estudiantes y que son una amenaza, pero nosotros pensamos que son una oportunidad, en el sentido de que son una herramienta que los adolescentes conocen muy bien y que les permite compartir contenidos que ellos mismos producen. Los profesores deben tener la capacidad para usarlos e insistir en su uso”, plantea Mar Camacho, Ph.D en Tecnología Educativa y docente de la Facultad de Educación de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona. Moda o adicción La costumbre de estar conectados es algo que se vuelve cada vez más natural en los jóvenes, así como preguntar por la clave de acceso en cuanto hallan una red de WiFi9. Las aplicaciones descargadas a sus celulares, la mensajería instantánea y los juegos on line, se han tornado en aliados inseparables para estos nativos digitales, tanto así que para algunos se ha convertido en una obsesión el estar siempre conectados, sin importar las consecuencias para sus estudios y vida personal. Así lo reconoce el 80% de los jóvenes encuestados*, quienes de 0 a 10 calificaron entre 7.5 y 9.0 el estar siempre pendientes del Whatsapp. “En varias oportunidades me han llamado la atención en clase por estar chateando desde mi celular, pero yo lo guardo un par de minutos y cuando empiezan a llegar los mensajes no aguanto la incertidumbre y de nuevo me doy las formas de empezar a responder los mensajes, no sé por qué pero no puedo esperar hasta el final de la clase para escribir desde mi celular”, así lo reconoció una estudiante de III semestre de Ingeniería Industrial, quien además aseguró que sus calificaciones habían bajado por esta situación. Que llegue una notificación, grabación de voz, imagen, mensaje o cualquier cosa que haga sonar, vibrar o encender una luz en el celular, de inmediato hace poner la mirada en el teléfono para entrar y revisar Whatsapp. Aunque muchos no captan por ahora el daño que esto puede generar, con el paso de las semanas los malos hábitos se convierten en cosa de todos los días. La 9 ������������������������������������������������������������ WiFi: Wireless Fidelity (Fidelidad inalámbrica). ����������� Es un mecanismo de conexión de dispositivos electrónicos de forma inalámbrica.

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pequeñas cantidades de información en un momento determinado. Así, el ejercicio educativo no se vería como una práctica interrumpida o alterada por ese “incómodo” elemento en el aula (y a la mano de cada estudiante), sino como una práctica revitalizada y transformada que requiere creatividad para volverlo una herramienta de trabajo y no un problema.

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mejor manera de hacer algo para evitar la distracción es desconectarnos de la red por unas horas y aprender a no depender de ella. No obstante, decirlo es muy fácil, pero para un joven es como pedirle que escale el Everest sin chaqueta ni botas impermeables. Entre tanto, el experto en imagen de sitios web, Mariano Jofré, publicó en su blog las ideas para superar la adicción al Whatsapp10, destacando que la gratuidad de esta aplicación es sin dudas un arma de doble filo. Por un lado, es buenísimo que sea gratis, ya que ahorra un costo enorme de comunicación. Pero, por otro, es el gancho para volverse adicto a la aplicación. “Sin embargo, me doy cuenta de que algo no anda bien. No puede ser que esté revisando el teléfono unas treinta veces por día (mínimo) tanto si hay mensajes como si no los hay. No solo es desgastante, sino que tampoco tiene sentido mantener este tipo de conducta en el mediano y largo plazo”, puntualizó Jofré. Por último, las autoridades policiales han advertido que con estos nuevos sistemas de comunicación, adolescentes y jóvenes están llevando hacia los entornos digitales una burla que antes y habitualmente se desarrollaría en el patio de los centros educativos o aulas. “El ciberacoso es la herramienta grupal más poderosa para ejecutar el acoso escolar y se manifiesta con mensajes insultantes, humillantes y crueles”, indica la Policía Nacional. Por eso aconsejan a los usuarios que si se sienten víctimas de acoso en su entorno educativo acudan e informen siempre a un adulto o las directivas de la institución para intentar pone fin a esa situación y buscar soluciones al conflicto. Referencias Diario de Yucatán. Yucatán, México. Whatsapp, lo más popular entre nativos digitales. Mayo 2 de 2014. Sección Tecnología. Disponible en: http://yucatan. com.mx/tecnologia/redes-sociales/whatsapp-lomas-popular-entre-nativos-digitales [Consulta: 15 de septiembre de 2014]

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Frick, M. (2007). Niños y jóvenes en la Sociedad de la Información, Acceso y uso de Internet en América Latina. Centro Euro- Latinoamericano (CEULA), Instituto de Empresa (IE). Telefónica. España. Disponible en: http://www.nativos-digitales.net/wp-content/ninosy-jovenes-en-la-sociedad-de-la-informacion-mariafrick.pdf [Consulta: 25 de agosto de 2014]

10 http://www.glidea.com.ar/blog/ideas-para-superar-laadiccion-al-whatsapp

García, S. (2014). Tesis, Desarrollo de contenidos en comunicación digital y procomún para la actualización virtual de docentes de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE). Universidad Internacional del Ecuador. Facultad de Ciencias Sociales y Comunicación Escuela de Comunicación. Disponible en: http://dspace.internacional.edu.ec:8080/jspui/ handle/123456789/452 [Consultado el 30 de agosto de 2014] Junco, R. y Mastrodicasa, J. (2007). Connecting to the Net. Generation: What Higher Education Professionals Need to Know About Today’s College Students. NASPA Ed. Disponible en: http://207.97.193.139/index.asp?P ageAction=VIEWPROD&ProdID=35 [consulta: 28 de agosto de 2014] Martínez, F. (2013). Los nuevos medios y el periodismo de medios sociales. Tesis doctoral, Análisis y aplicación de las redes sociales en los medios digitales españoles. Universidad Complutense de Madrid, Facultad de Ciencias de la Información. Departamento de Periodismo II. Disponible en: http://eprints.ucm. es/24592/1/T35106.pdf [Consulta: 20 de octubre de 2014] Pedrero, E, Rodríguez, M. T. & Sánchez de León, J. M. (2012). Adicción o abuso del teléfono móvil. Revisión de la literatura. Revista Adicciones. Volumen 24, No 2. España. Disponible en: http://www.adicciones.es/ files/pedrero%20139-152.pdf [Consulta: 28 de octubre de 2014] Prensky, M. (2010). Nativos e Inmigrantes Digitales. Cuadernos SEK 2.0. Edita: Distribuidora SEK, S.A. Disponible en: http://www.marcprensky.com/writing/ Prensky-NATIVOS%20E%20INMIGRANTES%20 DIGITALES%20(SEK).pdf [Consulta: 20 de septiembre de 2014] Vasconcelos, C. (2012). El aula está en todas partes. Disponible en: http://noticias.lainformacion. com/asuntos-sociales/el-aula-esta-en-todaspartes_0f3JhYM0CXk0qrSU7mCd83/ [Consulta: 10 de abril de 2015] Viñas, M. (2012). El móvil en el aula: ¿Distracción o potencial de aprendizaje?. Disponible en: http://www.totemguard. com/aulatotem/2012/05/se-puede-aprender-con-elmovil-dentro-y-fuera-del-aula/ [Consulta: 1 de abril de 2015] Zunino, N. (2013). Diario La Tercera. 180 segundos para estudiar (antes de que Whatsapp interrumpa). Sección Tendencias. Chile. Disponible en: http://papeldigital. info/tendencias/?2013083101# [Consulta: 15 de septiembre de 2014]

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a Revista Perspectivas es una publicación anual de carácter académico, que tiene como propósito divulgar artículos inéditos y ser un espacio para el debate de distintos aspectos, tendencias y posturas que se desarrollan bajo la mirada de diversos campos de estudio, a través de avances y resultados de proyectos de investigación con carácter interdisciplinario.

A continuación presentamos las principales consideraciones que deben tenerse en cuenta para proponer la publicación de un artículo en la Revista Perspectivas. NORMAS PARA LA PRESENTACIÓN DE ARTÍCULOS Tipos de Artículos La revista PERSPECTIVAS dará preferencia a los trabajos de calidad científica, que según la tipología del Sistema Nacional de Indexación de Publicaciones Científicas de Colciencias, cumplen con las siguientes características: 1) Artículo de investigación científica y tecnológica. Documento que presenta, de manera detallada, los resultados originales de proyectos terminados de investigación. La estructura generalmente utilizada contiene cuatro apartes importantes: introducción, metodología, resultados y conclusiones. 2) Artículo de reflexión. Documento que presenta resultados de investigación terminada desde una perspectiva analítica, interpretativa o crítica del autor sobre un tema específico, recurriendo a fuentes originales. 3) Artículo de revisión. Documento resultado de una investigación terminada, donde se analizan, sistematizan e integran los resultados de investigaciones publicadas o no publicadas, sobre un campo en ciencia o tecnología, con el fin de dar cuenta de los avances y las tendencias de desarrollo. Se caracteriza por presentar una cuidadosa revisión bibliográfica de por lo menos 50 referencias. INSTRUCCIONES GENERALES DE PRESENTACIÓN Los artículos que se presenten a consideración del Comité Editorial de la Revista, para su publicación, deben seguir estas consideraciones:

Guía de Autores

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Las tablas, figuras y fotografías deben ser originales del (los) autor(es); en caso contrario es necesario solicitar un permiso del autor correspondiente o señalar la categoría creative commons a la que pertenece.

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• El autor deberá enviar el articulo al siguiente correo electrónico: [email protected]. co, junto al Formato de Remisión del Artículo y Cesión de Derechos (los cuales podrán ser descargados de la página web www.unicomfacauca.edu.co) en los que se postula el artículo para su evaluación, se anexa información general del autor (es), y se afirma que es un producto original, que no ha sido presentado a ninguna otra publicación y que no será puesto a consideración de otra revista mientras permanezca en el proceso de arbitraje. • Los artículos deben ser entregados en formato digital utilizando Microsoft Word (.docx), a espacio sencillo, en una columna, con márgenes iguales a 3.0 cm., fuente Times New Roman tamaño 12 puntos. En la primera página debe incluir: Titulo del artículo, resumen y palabras claves. • Los idiomas oficiales para presentar los artículos son español, inglés y portugués, y su redacción debe ser realizada en tercera persona. • La extensión de los textos debe tener como mínimo 3000 y máximo 5000 palabras (incluyendo imágenes y tablas, no puede superar las 10 páginas) • Si el artículo incluye ecuaciones matemáticas, éstas deben realizarse en el editor de ecuaciones que ofrece Word, debidamente numeradas. • El material gráfico (imágenes, figuras y tablas) debe ser de alta calidad, 150 a 300 ppp, para asegurar una adecuada impresión, por lo cual se recomienda hacer uso de editores gráficos, presentando este material en formatos JEPG, GIFF, PSD o BMP). En algunos casos el material gráfico podrá ser colocado en tamaño completo (carta), por lo cual los autores deben asegurar un material con suficiente calidad y resolución, de tal forma que se reproduzca sin dañar su legibilidad. Cada material gráfico debe incluir el título y su numeración en orden de aparición. Éste debe enviarse en archivo electrónico independiente al del texto. De no hacer uso de elementos gráficos específicos, el autor debe recomendar las características que debierán tener si el diagramador decide incluirlos para mejorar la estética del artículo.

Corporación Universitaria Comfacauca - Unicomfacauca Todos los artículos deben incluir: 1. Título. Debe ser breve pero descriptivo del contenido del artículo, de fácil comprensión para el lector no especializado. Se señalará con un asterisco en el título la naturaleza del mismo, especificando si es producto de una investigación, reflexión o revisión. Si es producto de una investigación deberá señalarse el título del proyecto, fecha de realización y centro, semillero o grupo de investigación que lo avala. 2. Autores. Señalar con asteriscos los nombres y apellidos completos del (los) autor (es), ciudad, nivel 1 de escolaridad, filiación institucional actual, cargo, dirección, correo electrónico, ciudad y país. 3. Resumen. Descripción breve del tópico central del artículo, en el cual se sintetizan los objetivos, metodología, resultados y conclusiones del artículo. Su extensión máxima será de 150 palabras, en el idioma original y en inglés, y debe ser escrito en un solo párrafo. No deberán coincidir con porciones completas tomadas literalmente del cuerpo del texto (p. ej. De la introducción o conclusiones). El mismo deberá ser traducido al español, inglés o portugés dependiendo del caso. 4. Palabras claves. Se deben presentar hasta 5 palabras claves, traducidas al español, inglés o portugés dependiendo del caso. 5. Introducción. Presentación de los objetivos generales del trabajo y la importancia de éste. 6. Desarrollo del tema por puntos. 7. Conclusiones. Reflexión de los logros del trabajo con respecto a los objetivos planteados y discusión breve del futuro del tema. 8. Referencias bibliográficas. Para las referencias se usarán las normas APA Sexta Edición 9. Agradecimientos. Sección opcional EVALUACIÓN DE ARTÍCULOS. La revista se rige por un código de ética para autores que se publicará en la página institucional de la Corporación Universitaria Comfacauca – Unicomfacauca. El proceso de evaluación consiste en una preselección de los artículos por parte del Comité Editorial y, posteriormente, una evaluación por parte de pares académicos especializados en el tema teniendo en cuenta el área de análisis del artículo. El resultado de la evaluación se emite en tres sentidos: • Aprobado para publicación sin modificaciones. • Aprobado par publicación previa realización de modificaciones a cargo del autor y verificación de las mismas por parte de la Revista. • No Aprobado para publicación. En caso de que el artículo sea evaluado pero requiera modificaciones, el Comité Editorial se encargará de enviar las sugerencias para que el autor realice las respectivas correcciones si es del caso, estableciéndose un plazo máximo de 15 días calendario, los cuales empezarán al día siguiente en que se remita el trabajo con las modificaciones sugeridas por el árbitro. Luego de haber establecido este proceso satisfactoriamente se dará la aprobación inicial. El tiempo para decidir la aprobación de un artículo será de 2 meses. Una vez el artículo sea aprobado inicialmente, será el Comité Editorial el encargado de seleccionar los artículos que cumplan con todos los elementos de formato y calidad, estableciendo la aprobación final. En este sentido, la recepción de las contribuciones no implica la obligatoriedad de su publicación. Cuando se apruebe la publicación del artículo, el autor recibirá notificación por correo electrónico, resaltando que la Corporación Universitaria Comfacauca – Unicomfacauca no será responsable de los conceptos emitidos en las publicaciones y contra ella no podrá proceder ningún reclamo. La responsabilidad de los conceptos es exclusivamente de sus autores.

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Finalmente, es preciso resaltar que la preparación del artículo en forma apropiada para su publicación (incluyendo su ortografía, redacción y estructura) recae sobre el (los) autor (es). Los artículos que no cumplan con las normas establecidas no serán tenidos en cuenta para la publicación. Comité Editorial Revista Perspectivas

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