Taller de Música Contemporánea UC. Obras de Cámara
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Ta l l e r d e M ú s i c a C o n te m p o rá n ea d e l a U n i v e rs i d a d C ató l i ca d e C h i l e Obras de Cámara
vivie ndo una etapa formativa, el Taller se constituyó como u n
espacio de estrecho
contacto entre éstos y la Nueva Música, siendo abordadas, con apasionado compromiso ético y estético, obras patrimoniales de la cultura occidental, pertenecientes a compositores de recon ocida trayectori a (Webern , B erio, Feldman), junto a trabajos de compositores
Obras: Daniel Osario: Musa (2003) I Alejandro Guarello: DALE!!! (2003) / Cirilo Vila: De sueíios y evanescencias (2003) I Pablo Aranda: Masped (2003)/ Antonio Carvallo: D (2000)/ Francisco Silva : Nubra (2000)/ Rafael Díaz: Salmo al pueblo de Lora (2002) Intérpretes: Taller de Música Contemporánea de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Pablo Aranda, dirección. I n ge n i ero de s o n i d o : C r i s t i an M o y a . C D . FONDART, 2002.
chilenos, jóvenes en su mayoría. El registro aquí reseñado está integrado por siete de estas últimas, casi todas encomendadas por el Taller para l a confección de este CD. Cinco de ellas i ncorporan la voz humana y tres lo hacen sobre textos poéticos preexistentes a la obra. El tratamiento más bien convencional de la voz ( e l canto de notas, la abierta inteligibilidad del texto en muchos casos) sumado a l a agrupación instrumental que, exceptuando la guitarra, remite cl aramente a la tradición de la música de cámara europea, brinda al disco un colorido sonoro "romántico",
Este disco fue lanzado oficialmente el viernes
4 de j unio de 2004, durante el concierto de clausura del Primer Encuentro Internacional de Compositores, organizado precisamente por el Ta ller de Música Conte mporánea de la Pont ifi c i a Uni versi dad Católica de C h i l e . Además d e s u s méritos puramente artísticos, este C D posee, a m i j uicio, un cierto valor documental, al testimoniar la reflexiva labor que un grupo de i nstrumenti stas, bajo l a dirección del compositor Pablo Aranda, h a realizado sistemáticamente en torno a l a Nueva Música. El trabajo de este Taller, gestado a fines de
1 999 y formalizado a part i r de 2000, fue entendido desde sus inicios como eje de un proceso educativo, en el más amplio sentido del término. integrado en parte por músicos que en aquellos años aún se encon traban
p l e n am e n te c o ncordante c o n el carácter e x pres i v o de Ja m ayoría de l as obras. Al poeta peruano César Val l ejo pertenece el texto de Masa (2003), l a obra de Daniel Osorio
que abre el disco. Fragmentado, irreconocible, el poema proporciona en un comienzo material puramente sonoro. Independiente de su valor semántico y pretextual, el texto se sumerge y
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se pierde en el orgánico formado por las voces
obsesiva i n s i sten cia no e s Guarello, sino
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y los i n s trumento s . La m ú s i ca se mueve
Aranda, pues el compositor deja a decisión
m e d i ante c o n t i n u a s d e t o n ac i o n e s . Las
del director la prolongación definitiva de este
resonancias que éstas dejan, conforman texturas
curioso final.
de d e n s i dad y colorido variable, en u n a atmósfera que s e rearticula permanentemente.
Medi ante un discurso armónico sumamente
El arco dramátic o pareciera estar controlado
sensual
a partir de la relación entre las voces y el texto.
i n strumenta c i ó n , J a obra
y
una
d e l i c ada
y
pre c i s a
De sueños y
(2003 ) , del Premio Nacional
Éstas avanzan desde un estado inmerso en el
evanescencias
total sonoro, hacia la asunción de un rol cada
de Arte Cirilo Vila, propone una musicalidad
vez más protagónico, adquiriendo el poema
que i ntenta identificarse con los ingrávi dos
progresiva inteligibilidad, al punto de concluir
versos del q u i llotano Pedro Lastra. Cinco
la p i e z a c o n l a s p a l ab r a s de Va l l ej o
brevísimos poemas de este autor, sirven de
serenamente recitadas, figura clara sobre un
fu n d a m e n t o a l o s i g u a l m e n t e f u g a c e s
fondo
estático.
fragmentos musicales q u e integran la obra.
A continuación se produce u n enorme contraste
fin de permitir su claro entendimiento, emergen
i nstrumental
por
fin
Los poemas, convencio nalmente cantados a estilístico.
DALE!!! (2003 ) ,
de Alejandro
en todos los casos desde la sutil atmósfera
Guarello, es la obra que más notoriamente se
que previamente instala el o los i nstrumentos
d i ferencia del c l i ma u n tanto literario que
parti cipantes.
i m p e r a e n e l C D . Para q u i e n e s e s t á n
(permítaseme ocupar este término en e l sentido
relacionados con l a música de este compositor,
DALE!!!
no constituirá una sorpresa, pues en
C o n grac i a y l e vedad
otorgado p o r C a l v i n o Propuestas")
D e sueños
en y
sus "Seis
evanescencias
esta pieza aparecen rasgos presentes en otras
exhi be, según m i apreciación, una doble
c o mo
son la contundente
condición de variedad y consi stencia, obtenida
claridad f01mal, obtenida mediante la sucesión
fundamentalmente a través del multicolor
de "paneles" con distinta in strumentación y
tratamiento organológico y el manejo certero
figura, o la consecución de una homogeneidad
de la i nterv á l ica, q u e , ya sea en forma
sonora y gestual que muchas veces justifica
horizontal o vertical y con contornos más o
obras de Guarcllo,
de manera transparente l a uti l i zación de
menos definidos, permite al auditor percibir
recursos i nstrumentales no tradicionales, como
y verificar las relaciones de contenido que se
son en este caso la preparación del piano o los
producen entre las parte s.
glissandi "de clavija" que suenan en la guitarra. Avanzando a través de figuras que utilizan
En medio del hondo debate estético-musical
desde un austero puntillismo hasta l a instalación
que caracterizó al período romántico, E. T. A .
de
Hoffmann afirmó que el objeto d e l a música
ostinati vigorosos, DALE!!! concluye con frenético moto del piano y el violoncello,
i n s trumental, tan men ospreci ada por el
irregularmente interferido por las s i ncronías
i l uminismo, no era si no el i nfinito. Hago
producidas entre la flauta y la guitarra. Este
mención de esta idea, típicamente romántica,
q u e e v i d e n c i a de manera q u i z á
porque es la que mejor resume las i mpresiones
un
moro,
demasi ado n ítida el p a s ado rockero del
que la audición de
compositor, desemboca abruptamente en la
Aranda, dejó en mi memoria. Compuesta para
extensa repetición de l a nota Sol, a cargo de
l a tradi c i o n a l agrup ación piano, viol ín y
todo el conjunto. El responsable de esta
violoncello y además vinculada, según aclara
Masped (2003),
de Pablo
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el propio compositor, a la obra camerística
s e n s i b l e sob re todo e n s u s s e c c i o n e s
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de Johannes Brahms, Masped, cuya actividad
"Menguante", q u e funciona como preludio a
sensible enmarca la metáfora de la estaticidad,
otras cuatro donde lo sustantivo es el poema,
es una reflexión sonora sobre lo que sucede
y "Luna nueva'', una suerte de síntesis que
al interior de lo que se percibe como inmóvil.
reúne por única vez a todo el conjunto. E l
Mientras, según Platón, el Tiempo no es más
desarrollo de D es casi demasiado lógico: los
que apariencia en tránsito de su arquetipo, se
i nstrumentos pierden presencia en beneficio
diferenci a de
de la importancia creciente de las palabras,
aquél por no implicar sucesión ni continuidad
cuya ejecución avanza desde la alternancia
alguna: la Eternidad es la suma inmóv i l de
canto-recitación en "Luna l lena", hasta l a
t o d o s l o s t i e m p o s , l a c o n v e rg e n c i a
simple y desnuda declamación e n "Cuarto
i nimaginable d e todas las direcciones e n u n
menguante". La casi inmediata y variopinta
presente perpetuo. Inimaginable, e s cierto,
presenc i a de la nota Re, funciona como
pero no i nexperienciable. De hecho, es l a
adjetivo de las palabras, recayendo sobre l a
este último, la Eternidad,
paradoja! intuición de l o infinito l a expeiiencia
declamación el sentido dramático q u e fluye
a l a que la música, en general, nos invita y
desde un nivel semántico hasta la morfología
sobre la que Masped, en particular, parece
general de la obra.
trabajar. La estaticidad aquí aparece expresada a través de la permanencia y ésta, conseguida
Cuando se revisa la partitura de Nuhra (2000),
no solo mediante la longitud de las duraciones,
se aprecia que l a disposición de los intérpretes
si no que también en base a l a repetición.
solicitada por el compositor Francisco Si lva,
Especial interés toma este recurso desde que
está pensada en beneficio del equilibiio sonoro
la macroforma de Masped parece dividirse,
de todo e l conj unto. Esta voluntad, por
cuando la repetición de l a repetición adquiere resonancias casi motívicas. Este gesto, s i n
A diferencia de las demás obras que
embargo, no podrá vencer al tenuto, quedando
voz humana en este CD, Nuhra, al no poseer
supuesto, aniquila la posibilidad de un solista. incorporan
el auditor con la sensación de que nada ha
un texto semántico, sitúa a la soprano en un
terminado y que los sucesos escondidos en l a
nivel de relevancia absolutamente equivalente
inmóvil armonía, continúan s u vida m á s allá
a l o s demás i n strumentos. De hecho, e l
del horizonte acústico.
tratamiento vocal se integra a l a compleja textura que configura el total organológico,
A Masped, que además de ser eje de simetría
donde la contraseña común es la mimesis
del registro, es su segunda y última pieza
constante, independiente de l o s rasgos
puramente i nstrumental, sucede D ( 2000).
idiomáticos de cada voz. Si utilizo l a palabra
Esta obra, de A n t o n i o Carv a l l o , e s t á
"voz" para referirme a cada una de las partes
emparentada, dentro de la estructura del disco,
instrumentales, es porque creo reconocer en
con De sueños y evanescencias: ambas son
Nubra el anhelo del vínculo con un contexto
una colección de brevísimos fragmentos, donde un texto poético
es
trabajado con l a
poiético en donde hablar de escritura es hablar de polifonía. Efectivamente, Nubra posee, a
v o l untad d e que sea comprendido. N o
mi juicio,
obstante, l a brevedad e n ambas piezas no
que pode mos encontrar en un motete de
el carácter serenamente especulativo
responde al mismo principio estilístico. En D
Ockeghem, más allá de la utilización de l a
enc on tramos
una música claramente vinculada
i m i t a c i ó n , l l evada a todos l o s p l anos
al concepto weberniano de "micropi eza",
estructurales, como elemento unificador.
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Recordando l a noción de "responsabilidad"
concluye este impo1tante trabajo di scográfico.
que Boulez atribuye a cada una de las voces
Antes de fi nal i zar e s t a re seña, q u i s iera
participantes en una polifonía, destaco la
mencionar un solo detall e : de acuerdo a l a
relación sistémica que en Nubra todo adquiere
importancia que las palabras poseen en varias
con todo. No existe evento que no encuentre
de las obras registradas, pienso que habría sido
en el pasado su impulso y en el futuro su eco.
pertinente la inclusión de los textos completos
Quizá esta apreciación peca de simplista y no
en el lib r ill o que acompaña al CD. Salvo esta
se re laciona para nada con la escritura de
omisión, que q u i zá obedece a una decisión
Francisco Silva, que precisamente experimenta
voluntaria y sabia, el resto de la papelería me
con la multidireccionalidad. Es sencillamente
parece muy adecuada: la infomrnción bilingüe
la opinión de un auditor, para el que finalmente
acerca de los composi tores y sus obras es
la factura de una obra es un misterio necesario
ó p t i m a y el trabaj o de arte termi n a de
y cuyo eventual desentrañamiento no posee
evi denciar a un grupo humano feli zmente
el deber de incidir en la experiencia estética.
comprometido con su hacer.
Tras esta pieza, que podría considerarse como
Gabriel Gálvez Silva
una composición insu-umental , j unto a DALE!!!
Departamento de Música Universidad de La Serena
y a Masped, la obra de Rafael Díaz Salmo al pueblo de Lota ( 2002) cierra s imétricamente
el CD. Ésta obra, de Ja misma manera que
Masa, ocupa las tres voces ofrecidas por el Taller. Las posibilidades del conjunto son uti l i zadas en l a construcción de una música que recrea l a act i v i dad m i nera de Lota, adquiriendo cada uno de los eventos sonoros un sentido representativo según el anclaje semántico que impone el título. Parece ser Ja vol untad del composi tor
O b ras p a ra G u i ta rra C o m p o s i t o r e s C h i lenos , s i g lo XX
que el auditor
escuche, en versión fantasmal si se quiere, sirenas, martillos y jadeos, en medio de las
ansiosas o cansadas conversaciones mineras, donde las urgentes preocupaciones se ven reducidas a cifras. Hacia el final de Ja pieza surge un solo de piano que, muy a la manera de Crumb, parece describir la lluvia o bien la mecánica y desoladora realidad. Durante los l apsos resonantes que este solo deja. D íaz
Violeta Parra: Antirnecas nºs 1, 2, 3, 4, 5 ;
Travesuras: Tema Lihre nº 2; El joven Sergio Las Pascua/as (Tema con Varia ciones) I E d m u n do V á s q u e z : Suite Transistorial; Au::.iel/e; Suite Popular I Renán C orté s : Duo Est I J ai m e G o n z á l e z : Por Diversos Motivos I Violeta Parra (en versión
I Gustavo Becerra:
i ncorpora al ya uti l i zado personaj e popular
para trío de g u itarras de Pablo U l l oa ) :
(un afilador de cuchillos en Lárica, ahora un
Ma:::.úrquica Modérnica; A usencia (tan cruel): Cantores que re.flexionan.
pregonero) , que entonando s u diatónico y repetitivo canto, se pierde en l a distanci a .
Intérpre t e s : M aría Luz L ó p e z , H é c t o r De esta manera, con las dramáticas vivencias
S e p ú l veda ,
de nue stro pueblo transfiguradas e n arte,
Edición: FONDART, 2003
Felipe
Moya:
g u i t a rra .
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