Tamayo Acosta, vías de acceso a Jesús
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Curso: Cristología bíblica
Sesión 2 Aporte Colaborador: Otilio R. Herrera Ruiz Fecha: 22/01/15 La realidad histórica y la experiencia de marginación: vías de acceso a Jesús 1. Desde que el evangelista Marcos nos sigue presente. Se basa en las presenta la pregunta “¿Quién dice la definiciones fundadas en el concilio de gente que soy yo?”, nos hemos Calcedonia. Mira a Jesús como persona planteado la interrogante sobre quién de dos naturalezas. Tiene una es Jesús. Hay un interés por Jesús definición fija y usa la Escritura para incluso en ambientes no cristianos. que encaje en ella. El problema es que Jesús no es patrimonio exclusivo de no agota a Cristo, al uniformarlo los cristianos, las instituciones o empobrece su noción, tiene lenguaje alguna interpretación específica. Más helenista, no transcultural y bien, Jesús es universal porque existe presupone lo que ha de demostrar. sintonía con su causa, su utopía, su Por tanto, nos deja con una imagen imaginación creadora; en fin, porque abstracta. ¿Qué puede salvar si está puede llegar a la profundidad del ser. fuera de la realidad? 2. Si los cristianos decimos que sólo en 3.2 A Jesús, por la Biblia. El modelo Cristo hay salvación, ¿cómo puede histórico-‐evolutivo parte de la estar en él y sólo en él la salvación? Escritura. Parte de la esperanza ¿Cómo y dónde se manifiesta esa mesiánica en el AT y muestra cómo salvación? En un mundo donde parece Jesús cumple esa esperanza, sigue por que la salvación no llega, el los Padres de la Iglesia y el Magisterio cristianismo suena a verdadera locura. hasta nuestros días. Se centra en Hoy vivimos una pobreza mostrar que Jesús es el Hijo de Dios. antropológica y es preciso liberarnos Para ello utiliza los títulos atribuidos a de lo que se relaciona con el poder o el Jesús y los acontecimientos dominio. Los cristianos necesitamos principales de su vida. Mientras la situar a Jesús en nuestro contexto, vuelta a las fuentes y una mayor abriendo espacios seculares y no flexibilidad son una buena propuesta, solamente religiosos. Si vamos a decir no deja de ser una imagen más que Jesús es salvación, hemos de apologética que manifestación. El hacerlo desde el corazón de la historia, método no tiene rigor exegético y, al en clave de liberación y en el horizonte tratar de armonizar la diversidad, de sentido de la existencia humana. Es elimina la pluralidad que hallamos en preciso, pues, elaborar una cristología el NT. Nos deja con una imagen a-‐ históricamente significativa para histórica de Jesús. nuestro tiempo. 4. Nuestro punto de partida debe 3. ¿Qué caminos nos llevan al radicar en el problema sobre el hombre encuentro con Jesús de Nazaret? Jesús. La vía del Jesús histórico, que 3.1 A Jesús, por el dogma. La vía supera el escepticismo de Bultmann, dogmática es la más socorrida, sirvió parte de su humanidad y se centra en durante 15 siglos, e incluso ahora su mensaje y destino, así como en su
práctica liberadora. La lectura del Así, Jesús se convierte en una persona Primer mundo responde desde una viviente. propuesta más filosófica. La lectura 6. Si llevamos todo este al terreno de del Tercer Mundo responde desde la la praxis, la teología es social. Ya que injusticia estructural que vive día a nuestro contexto social se vive en la día. Ambas visiones no se excluyen, marginación, hacemos teología desde sino se complementan. la marginación. Ésta es el lugar de la 5. No hay otra posibilidad de acceder al práctica liberadora y un proyecto Jesús histórico que partiendo de solidario, el lugar donde nace una nuestro horizonte histórico. Así se teología profética. Tenemos a Jesús y inaugura un círculo hermenéutico que su opción fundamental por los pobres tiene, de un lado, a Jesús, su contexto y de un lado, y a la Cristología desde la humanidad, y por el otro, al intérprete marginación por el otro: un círculo con su contexto. En esta dinámica, la hermenéutico que busca crear una realidad del intérprete interpela a la Cristología que verdaderamente Palabra y ésta incide en la vida del presente la salvación de Jesús en el intérprete. Todo queda en clave de contexto histórico de su destinatario, interpretación, pues gracias a ella los más concreta y más viva que antes. textos cobran vida y adquieren sentido. 1. ¿Observas en nuestra cultura actual un nuevo interés por Jesús, a pesar del clima secularizado en que vivimos? ¿En qué ámbitos? ¿A qué crees que puede deberse? Creo que sí existe un interés por Jesús, pero más desde el lado de quien busca una explicación historicista para el acontecimiento de Jesús, de quien busca en su vida una propuesta para seguir una ética determinada. Los ámbitos secularizados lo miran más como un líder o un soñador utópico. En una sociedad que adolece de figuras morales, de cohesión y de sentido, Jesús es “una propuesta más” en el concierto de voces que se levantan para llamar al hombre a recuperar el sentido de su existencia. 2. Tras el análisis de los diferentes lugares sociales desde donde preguntarse por Jesús, ¿cuál o cuáles los más acordes con el evangelio y con los desafíos actuales? El lugar de la marginación –planteada como un sitio donde la fe se manifiesta en maneras más sencillas, más ricas, más honestas, incluso– es el privilegiado, pero no agota toda la realidad del evangelio. El desafío radica en un mundo que convierte al hombre en objeto, en “fuerza de trabajo dispensable” o “recurso” y lo despoja de su sacralidad permea todos los sectores, pero golpea más crudamente los lugares marginados. Ahí es donde debe llegar con más urgencia el Evangelio. 3. ¿Por qué crees necesario recurrir a la interpretación en el estudio de Jesús de Nazaret? Porque es necesario apelar al hombre desde su propia realidad, y la interpretación parte del punto de vista hermenéutico, donde un mismo acontecimiento (Jesús) puede llegar a distintas audiencias de distintos modos. Un mensaje tan universal como el Evangelio sólo llega a serlo si se manifiesta en la experiencia humana concreta.
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