tener cultura visual o saber de arte

Apreciar y entender el arte ¿cómo logralo?
Por Carmen Castañeda Pineda

La propuesta de este escrito es que para estudiar el arte necesitamos
comprender la sociedad, pero mucho más particularmente la cultura visual en
que las sociedades de desenvuelven.

Hacia una definición de cultura visual

El término cultura visual es un concepto nuevo y de moda, es
transdisciplinario. Algunos programas en escuelas de arte, comunicación y
diseño lo están utilizando para describir su interés principal, o sea que
en lugar de estar enseñando arte, prefieren estudiar la cultura visual.
Sin embargo hay diferencias en lo que se entiende en general por este
término; algunos entenderían que se refiere al estudio conjunto de la
pintura, dibujo, grabados, esculturas, arquitectura, cine, etc.; otros se
enfocan en experiencias culturales contemporáneas como la televisión, la
internet, los videojuegos, etc. Se ha definido cultura visual como "las
influencias visuales en nuestras vidas hechas por el hombre" o como "lo que
se refiere a memorias visuales". Lo que se revisará en este artículo es la
forma en que la cultura visual es de gran utilidad en lo que se refiere a
la educación en el arte. Especialmente cuando el estudio del arte se
inscribe en un campo más general como la comunicación visual o el diseño
gráfico.

Cuando hablamos de cultura visual, nos referimos a un sin fin de campos de
estudio, sabemos que ahora más que nunca en la historia, vivimos nuestra
vida cotidiana a través de imágenes visuales, se habla de "una nueva
cultura de la imagen" y también existe el término de "homo videns" (en
oposición con el "homo sapiens"). En general, podemos distinguir dos ideas
generales cuando nos referimos a la cultura de lo visual: una idea de lo
visual muy global y una idea de lo visual como característica particular de
un fenómeno mayor. De la primera idea, que es un sistema global de vida, se
entiende que se vive y se piensa por cómo las imágenes van conformando
nuestras mentes, la imagen es lo central en las representaciones que
tenemos del mundo (la manera en que nos formulamos el conocimiento) cito a
Mirzeoff, quien dice que estamos en una cultura visual por "la tendencia
que tenemos a trazar o visualizar la experiencia".
La otra idea es pensar en formas particulares de la cultura visual, en el
carácter especial que tendría la cultura por el papel que juegan las
imágenes en ella.
No es que vivamos en la cultura visual, sino que nuestra cultura tiene un
carácter particular. Las imágenes en nuestra cultura se caracterizan porque
son autoreferenciales y porque son superficiales. Por ejemplo, las imágenes
posmodernas involucran sensaciones inmediatas, cortas e intensas. Se dice
que se refieren a ellas mismas más que a algo que vaya más allá de la
imagen, por ejemplo, los anuncios de revistas se refieren a programas de
televisión, que se refieren al cine, que se refieren a las marcas de
productos, que aparecieron en los anuncios de revistas. Es como una espiral
que empieza y termina en el mismo sitio.
Estas dos ideas generales de la cultura visual –como una manera visual de
ver y vivir la vida, y como cultura de imágenes autoreferentes,
superficiales- causa disparidad cuando de estudiar la imagen se trata. Si
la imagen es una forma de entender el mundo, pero las imágenes que nos
rodean son superficiales, entonces nos enfrentamos a una inadecuación
epistemológica de las imágenes al pensamiento sólido, que además concierne
a la sociedad civil. Una cultura de la imagen debería estar profundamente
involucrada con y en la sociedad, pero la propuesta postmoderna de la
superficialidad de la imagen es deplorable. No sólo temenos y vemos más
imágenes que antes, no sólo la imagen está más que nunca ligada a la
ecomonía y a nuestras vidas cotidianas, sino que se va refirendo más y más
a sí misma que a lo real. Las imágenes posmodernas privilegian forma sobre
contenido, el rol de la superficie sobre lo narrativo, espectáculo sobre
caracterización. Para aquellos que sospechan de la cultura visual, se pinta
un escenario peligroso.
Alternativamente, otros ven la cultura visual actual, como una nueva
libertad de expresión. Se mira a la gente como con la posibilidad de que se
resistan a unos significados y que prefieran otros, se les ofrece la
posibilidad de recrearse en la forma. Y por supuesto no es de ninguna
manera dañino, no destruye a la civilización, sino que dota de placer y
significado a la vida.
No importa la perspectiva que se tome, nadie duda de la ascendencia de la
imagen, si las imágenes no vienen a remplazar a las palabras, por lo menos
sabemos que tienen una influencia sin precedentes acerca de lo que sabemos
del mundo que nos rodea, y la manera en que sentimos y pensamos, más allá
de la experiencia personal. Parece ser que esta revolución en la
comunicación nos lleva a reflexionar acerca de la importancia de teorizar
lo visual como una forma de comunicación que se aplica extensamente en
varias disciplinas y circunstancias sociales más que formas especializadas
de expresión o de buen gusto. La cultura visual representa un intento por
teorizar esta parte visual como una parte de una teoría general de la
comunicación, no sólo como una actividad especializada. Conceptualizar lo
visual de esa manera, lejos del arte, nos lleva necesariamente al estudio
de la proliferación de la imagen como parte de la vida cotidiana. Esto ha
sido posible también gracias a un distinción modernista entre un arte
exclusivo y un arte popular, la cual habría hecho la distinción entre
niveles de producción y recepción. Durante el periodo modernista, los
profesores de arte se enfocaban al estudio de las obras de arte, y por lo
tanto se mantenía una clara separación entre "obras de arte" y arte
popular, ahora se reconoce que esta separación no debería existir. Muchos
artistas toman sus referencias del arte popular, y las pequeñas audiencias
que se acercaban a esas galerías exclusivas, se mueven con bastante
libertad entre lo popular y lo de "más elite". Ambas situaciones proveen
gustos y puntos de referencia para la vida cotidiana. Además tiene más
sentido el no pensar en estos dos tipos de arte como oposiciones binarias,
sino como un modelo de cultura mucho más pluralista o digamos
multicultural.
En esta era de información rápida y nuevas tecnologías, se incrementa el
uso de recursos visuales porque proponen ser más eficientes que las
antiguas maneras de comunicación escrita (para el objetivo que buscan,
información rápida, sencilla).
En la sociedad capitalista el propósito de la comunicación es la expansión
de los mercados de consumo, de tal forma que la estética de la producción
se ha ligado a la comodidad de la producción.
Es en estas últimas líneas que yace el principal motivo de un enfoque en la
educación del arte compartido con la cultura visual. Se reconoce que la
sociedad consumista y la sociedad civil son fundamentales; la primera
enfatiza el individualismo y la segunda la responsabilidad civil. Estudiar
arte sólo por la manera en que la obra nos atrae y seduce es débil en el
sentido que se pretende esbozar, las imágenes son textos visuales,
argumentan y sirven para un propósito determinado. ¿Quién resultaría
beneficiado de que las habilidades de hacer y apreciar arte sea saber de
unos cuantos?.
La educación en cultura visual mantendría el impulso a mantener los
procesos democráticos y las instituciones, los estudiantes necesitan
espacios en los que puedan articular sus roles y posiciones en la cultura
visual. Y ya que mucho del material visual es reaccionario, innovador, su
estudio es ver los efectos que provoca, para así ofrecer herramientas para
el pensamiento transformador y la acción.



Vincular la cultura visual en la enseñanza del arte


Hasta ahora se ha intentado describir lo que es la cultura visual como una
descripción actual, pero ¿qué es la cultura visual cuando se le considera
como objeto de estudio con implicaciones para la enseñanza?. A estos
alcances pedagógicos se les nombra como; el ser alfabeto visual, el tener
acervo de imágenes, reconocer los usos de las imágenes y sus repercusiones
históricas. Es el tipo de conocimientos que se plantean para un alumno de
comunicación, cuyo quehacer tiene que ver con el uso de recursos gráficos:
artistas visuales, diseñadores gráficos, diseñadores de stands, diseñadores
de interactivos, páginas Web, etc.
Esta ambición pedagógica hace que se rompa la línea entre obras de arte y
otro tipo de imágenes, de hecho esa línea existe desde hace muy poco
tiempo. La imagen se tiene que abordar como un texto, a la cultura visual
le concierne el contexto del texto, es decir, las condiciones materiales
reales para la distribución, uso y producción de la imagen. Para este
proyecto se tienen que incorporar otras disciplinas, de tal forma que
hablar de cultura visual es un campo transdisciplinario. Parece que habrían
tres puntos principales a considerar en este plan de vinculación:
Lo primero sería abrir el espectro de estudio, de "obras de arte" a otro
tipo de imágenes y objetos. Lo segundo sería enfocarnos en la manera en
que miramos las imágenes y objetos además de las circunstancias bajo las
que las miramos. Lo tercero sería estudiar las imágenes en su contexto como
parte de una práctica social.

El primer punto parece el más controversial ¿qué tan amplio tienen que ser
el espectro?, además de que no podemos aislar la imagen de otros lenguajes,
por ejemplo en la televisión o la internet, aparecen además de imágenes,
sonidos, música, textos escritos y sonoros. (lo que ha traído a discusión
en distintos ámbitos temas como mensajes pliricódigos, el ser multiletrado
y el énfasis en la multimodalidad, e incluso la necesidad de la
comunicación intersemiótica) Lo que habría que subrayar de todo esto es que
se están buscando los modos de unir lo que tradicionalmente se ha estudiado
por separado.
Por otra parte hablar de cultura visual, es utilizar un término muy amplio,
su campo de interés se expande a campos como los sueños, la ceguera, la
cartografía, topografía, etc. , y que en lo que a arte se refiere, por lo
menos en esos campos, no hay puntos en común.
Si reducimos el estudiar arte, e incluirlo como parte de un campo mayor
llamado cultura visual, donde además tenemos un campo de referencia que es
el estudio del arte para efectos de aprender a comunicar bien, entonces la
tarea de elegir el espectro de imágenes se vuelve menos complicada, un
concepto central es el de imagen con fines funcionales. En la definición
de Brook de cultura visual encontramos que es "cualquier cosa visual
producida, interpretada o creada por humanos, que tenga, o le sean dadas,
intenciones comunicativas funcionales". Entran en esta definición imágenes
como las de señalética, carteles, portadas de libros, arte, sopts
publicitarios, páginas web, producciones multimedia, etc.
El segundo punto es retomar lo que se llama "visualidad", que es el proceso
por el que le atribuimos significado a lo que vemos. Esto involucra las muy
variadas y distintas maneras que tenemos para ver, observar, mirar, o
incluso tener goce visual. Los observadores de la cultura debaten en
discusiones acerca de las maneras en que la cultura moderna y posmoderna
observa y discrimina: tenemos por un lado las miradas prolongadas a
imágenes profundas y por el otro las miradas fugaces a imágenes superfluas.
La Visualidad también involucra las condiciones bajo las cuales se nos
permite ver, se nos prohíbe ver, o se regula lo que estamos mirando. Por
ejemplo, no dejamos que los niños miren imágenes de violencia o de sexo, y
en algunas religiones se tienen reglas muy estrictas acerca de quién puede
mirar objetos sagrados.
El tercer punto a considerar de la cultura visual como lugar
transdisciplinario y de estudio es el considerar la concentración de
imágenes como una práctica social más que un análisis textual. Lo cual
involucra tres dimensiones: la experiencia vivida por la gente, con todo y
su subjetividad; asuntos socioeconómicos; y la historia de la producción y
la recepción de la imagen. Eso es en otros términos, un intento por
estudiar la imagen más como una parte de las condiciones actuales de vida,
es ver el contexto bajo el cual las imágenes se producen y se usan.
Pensemos en un especial énfasis en el amplio rango de significados que la
gente hace de las imágenes, en este sentido, no se aceptan los
significados, también se prefieren unos sobre otros y se negocian. Es la
manera en que las imágenes se infiltran en las rutinas diarias. Llevar esta
idea más lejos, incluye también el estudio de imágenes como parte de la
lucha de poderes que se dan en distintos grupos sociales. Por ejemplo, que
ahora la imagen del Gobierno del Distrito Federal lleva los colores
amarillo y negro, del partido regente.
Resumiendo, la cultura visual incluye tres vertientes que deben ser
consideradas por los educadores de arte: un amplio rango de imágenes, que
no sea completamente incluyente; la visualidad, entendida como procesos de
significación; y la imagen como práctica social.

Con todo esto quiero recalcar la urgencia en el enfoque del estudio del
arte, el genio inspirado por la musa se ha esparcido por todos los rincones
del planeta, de tal forma que aquello que se dice innovador y creativo,
tendrá que descender a las prácticas de los mortales. La
reconceptualización y reconstrucción del estudio del arte es inaplazable y
la cultura visual es una disciplina por la que podemos empezar a tomar el
toro por los cuernos.