UNA CULTURA DE CONSUMO

May 18, 2017 | Autor: M. Gutiérrez Hern... | Categoria: Consumo, El malestar en la cultura de masas
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“UNA CULTURA DE CONSUMO”

Vicente Verdú y Tú y yo, objetos de lujo. El personismo: la primera revolución cultural del siglo XXI; Aldous Huxley y Un mundo feliz. Sin duda, una exacta descripción de la situación actual del mundo occidental se encuentra en el (prólogo del) libro Tú y yo, objetos de lujo. El personismo: la primera revolución cultural del siglo XXI de Vicente Verdú. Nos encontramos inmersos en un estilo de vida desenfrenado y consumista, rodeados de productos basura, manipulación y trivialidad en los medios de comunicación, corrupción política… Sin embargo, y aun siendo partícipes de buena gana, “nuestra época tiene mala prensa”1. Aunque resulte una hipocresía, no está bien visto un positivismo ante la actual forma de vida. Popularmente, criticarla y despotricar es lo más convencional, desde la economía capitalista y la democracia de baja calidad hasta la desigual distribución de los recursos –nacional e internacionalmente-. Nuestra realidad es casi tal cual Verdú nos la enseña. No obstante, en Un mundo feliz, de Aldous Huxley, también se refleja esa realidad, extremadamente palpable, independientemente de tratarse de una ficción. Se podría considerar nuestra verdad llevada a la literatura. La verdad de un mundo cínico y superficial.

Al referirnos a la cultura nos pueden venir multitud de imágenes a la mente. Es tan extensa como la historia, pero claramente condicionada por cada época. Y la nuestra es una cultura poco profunda. De unas décadas para atrás, se solía apreciar el reto intelectual que suponía leer una novela o admirar un cuadro, mientras que ahora lo superficial no nos supone problema alguno. Es más, el principal fin actualmente es el entretenimiento –fácil y en masa. Es lo que tiene el sistema capitalista, que propicia un modelo de vida (hiper)individualista y un consumo superfluo. “Lo necesario fue antes esencial para vivir, pero hoy lo necesario se encuentra siempre más allá de lo indispensable”2.

La pasividad intelectual que padece la sociedad actual se va forjando desde el día que nacemos. Crecemos en un entorno consumista y agitado, donde priman el “aquí y ahora” y el beneficio a corto plazo. Se ha pasado de leer a los grandes filósofos de la historia a leer éxitos mediáticos que crean sensación y cuya finalidad principal es buscar el beneficio económico, como por ejemplo la saga de Harry Potter. Esa aspiración intelectual de antes se pierde, no habiendo siquiera el mismo interés que había en obtener, por ejemplo, un título universitario. Cada vez más jóvenes abandonan la universidad, y pocos profesores se adaptan a los tiempos. Marie Duru-Bellat, socióloga francesa, reconoce que “el bac (bachiller) ha perdido su valor de mercado. Es necesario VERDÚ, Vicente. “Tú y yo, objetos de lujo. El personismo: la revolución cultural del siglo XXI”. Editorial Debate. Madrid, 2005. Prólogo. 2 VERDÚ, Vicente. “Tú y yo, objetos de lujo. El personismo: la revolución cultural del siglo XXI”. Editorial Debate. Madrid, 2005. Capítulo 7. 1

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pero no es suficiente”.3 En España, hace unos años, obtener un título universitario era sinónimo de encontrar trabajo, pero ya sucede que muchos jóvenes tienen que salir del país para labrarse un futuro. Se ha vendido una idea equivocada y ahora se presenta una situación muy diferente a la esperada.

Nos hemos visto consumidos por una cultura audiovisual, hermana de un capitalismo de ficción, donde abunda la publicidad y la manipulación de los medios de comunicación. Somos conscientes de las estrategias de promoción utilizadas en marketing, pero aun así hemos levantado una cultura a partir de las marcas. La identidad de estas marcas es “el pilar sobre el que giran las máximas estrategias de promoción y desarrollo”4, pero si el receptor-público no genera una respuesta será inútil. Ya lo “declaraba Sony en 2004: ()”. A pesar de conocer estas estrategias, no hacemos nada por frenarlas y nos zambullimos en un modo de vida bastante frívolo. Esta realidad capitalista se refleja en Un mundo feliz. En primer lugar está la idea que se nos ha hecho creer que comprar y tener nos da la felicidad, y que eso está bien. Todo mediante la publicidad. En el libro de Huxley es “el soma, el delicioso soma”5; una droga que despreocupa a las personas y hace que no se den cuenta de que están siendo controladas. En segundo lugar está la Hipnopedia, que en Un mundo feliz se utiliza para lavar el cerebro a los niños (especialmente) durante su crecimiento en condicionamiento para moldear sus pensamientos y personalidad. En nuestro caso es la publicidad que nos rodea, bombardeándonos desde que nacemos, insertando en nuestra cabeza esas convenciones sociales y el estilo de vida correcto que debemos seguir. Por último, está la idea de la muerte como hecho feliz, provocado por el soma, es resultado de esa despreocupación. El constante consumo hace que solo nos preocupemos por el ahora y no pensemos en la muerte ni en el futuro.

Otra forma de manipulación de las masas se lleva a cabo a través del sexo, la sensualidad y la belleza. En el mundo de Huxley estaba prohibido enamorarse, pero sí que fomentaban las relaciones sexuales. Se trataba de una técnica del gobierno para mantener a la población contenta y bajo control. En nuestro mundo sucede algo similar, puesto que mediante la publicidad se utiliza el sexo y la sensualidad para atraer al público, hacerles creer que comprar dicho producto hará que se vean como en el anuncio. Un claro ejemplo son los anuncios de perfumes, todos muy provocativos y sensuales. Esta técnica no deja de ser un aspecto (en parte) negativo de un hecho beneficioso para la sociedad, como es la revolución sexual que se ha ido produciendo a lo largo de las últimas décadas. En un principio, esta “revolución sexual constituía una revolución social y política. Pero ahora nadie asocia el sexo ni sus perversiones a liberación social o política alguna. Se trata de un mundo que ha salido del sistema de BRIZARD, Caroline. “Faut-il supprimer le bac?”. Citando a Marie Duru-Bellat en una publicación de Le Nouvel Observateur. Francia, junio 2005. 4 VERDÚ, Vicente. “Tú y yo, objetos de lujo. El personismo: la revolución cultural del siglo XXI”. Editorial Debate. Madrid, 2005. Capítulo 9. 5 HUXLEY, Aldous. “Un mundo feliz”. Editorial Chatto & Windus. Reino Unido, 1932. Capítulo 3. Página 46. 3

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producción para ingresar en el sistema del consumo”6. Ahora el sexo solo es parte de esa cultura audiovisual de entretenimiento.

La liberación de la mujer permitió que accediese al mundo laboral y que ganase en libertades y derechos. No obstante, todavía existen convencionalismos y desigualdades en todos los ámbitos. Uno de los ejemplos que aparecen en el libro de Vicente Verdú nos revela que en las directivas de las grandes multinacionales se estima que solo una de cada diez personas es mujer. Es solo uno de los casos que muestran esas desigualdades, y eso sin tener en cuenta el papel de la mujer en países del tercer mundo. Asimismo (y paralelamente), este cambio en la vida femenina ha supuesto también un cambio en la vida del hombre, puesto que ya no tiene un rol tan marcado en la sociedad, sino que puede abrirse a un nuevo estilo de vida que no consista solo en formar una familia y progresar en los negocios. A diferencia del siglo pasado, ahora muchos de los padres también crían a los hijos y ayudan en las tareas del hogar, lo cual es realmente un gran cambio. Se podría incluso decir que ha sido un proceso de sensibilización del género masculino.

Sabemos que estamos siendo manipulados, pero ¿realmente estamos haciendo todo lo posible por cambiarlo? ¿Queremos cambiarlo? En Un mundo feliz, John se suicida porque no encaja en ese mundo, porque se enamora, porque –simplemente- va a contracorriente del resto. En nuestro caso es casi imposible desprenderse de este modo de vida, y para los valientes que lo hacen los tachan poco menos de perroflautas. No obstante, ¿hasta donde estamos siendo controlados y hasta donde nos gusta conscientemente el funcionamiento de este sistema de consumo? Quizás solo esté mal enfocado. Un modelo capitalista respetuoso con el medio ambiente por ejemplo, que aun buscando el beneficio empresarial, no necesariamente a corto plazo, ¿supondría alguna diferencia? Actualmente, a simple vista, no se avecina ningún cambio. Incluso sabiendo que es un sistema que no se sostiene medioambientalmente, que no es respetuoso con todas las naciones. Eso dice mucho del mundo occidental. Es egocéntrico, inconsciente y vive con ello. No hace nada para cambiarlo.

Marcos Gutiérrez Hernández

VERDÚ, Vicente. “Tú y yo, objetos de lujo. El personismo: la revolución cultural del siglo XXI”. Editorial Debate. Madrid, 2005. Capítulo 13. 6

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BIBLIOGRAFÍA:

1 VERDÚ, Vicente. “Tú y yo, objetos de lujo. El personismo: la revolución cultural del siglo XXI”. Editorial Debate. Madrid, 2005.

2 HUXLEY, Aldous. “Un mundo feliz”. Editorial Chatto & Windus. Reino Unido, 1932.

RECURSOS WEB:

1 L’OBS. Le Nouvel Observateur. http://tempsreel.nouvelobs.com/education/20120618.OBS8995/faut-il-supprimer-lebac.html

2 RAE. http://www.rae.es/

3 Wikipedia. https://es.wikipedia.org/wiki/Vicente_Verd%C3%BA https://es.wikipedia.org/wiki/Aldous_Huxley

4 Blogger.com. http://santisimocapitalismo.blogspot.com.es/2007/11/qu-es-capitalismo-de-ficcin-segnverd_13.html

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