Gramática árabe comentada. Prólogo

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Gramática ár rbe comentada

Morales Delgado, Antonio.

Gramática árabe comentada 3ñIl .rel3s 3áj.r..¡dl

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Autor: Morales Delgado, Antonio.

Coordinación editorial y redacción: Albujayra SL. Diseño, maquetación y edición: Albujayra SL. Colaboradores: Aguilar Cobos, J. David. García Castillo, Alejandro. Palas S¿ínchez, Sergio. Roser Nebot, Nicolás.

Tadorián Ramos, Blanca.

Portada: Paco Quirosa.

Queda prohibida cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con la autorización de los titulares de la propiedad intelectual. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual.

ISBN: 978-84-940519-0-6 Depósito legal: AL-03 ll-2014 lmpreso en España.

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Albujoyro

Apartado de Correos 171. 04080 Almería. www.albujayra.com albuj ay r a@albuj ayra. c om

@Albujayra SL. O Morales Delgado, Antonio.

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Gr.,r:tritielt PROLOGO Cuando en octubre de 1982, inicié mis estudios de Filología Semítica en laUniversidad de Granada y entré, por vezprimera, en la clase de árabe, no sabía que el profesor que impartiría el curso de primero de ese idioma, el profesorAntonio Morales, era novel en esa experiencia de enseñar los rudimentos y las bases de esa maravillosa lengua a los estudiantes recién ingresados en la Facultad.

No lo advertí en ese momento. Lo he descubierto ahora cuando preparo el prólogo de este libro, que debería haber visto la hnhace decenios y que, felizmente y después de circular durante décadas en forma de apuntes que se han trasladado hasta los más recónditos lugares de esta península (y, por supuesto, fuera de e11a), se ha convertido en una realidad vindicada y refrendada por el valor cuantioso del material que encierra y por el beneficio que reporta a todo aquel que 1o elija como guía en su aprendizaje del énabe. La edición del presente manual de iírabe proviene de una exigencia insistente y postergada. A treinta y pico años de su confección, el contenido de este libro sigue siendo, de una manera oficiosa, el material usado parula iniciación a la lengua árabe; lengua bella pero difícil, sobre todo en sus primeros tramos. Porque es, precisamente, en los principios de los trebejos con la lengua arabe donde se produce la comprensión de su naturaleza lingüística o la turbación y confusión ante la misma. Una u otra condición determina, de manera inexorable, el futuro del estudiante de la lengua árabe, en el sentido de convertirlo en alguien capaz o no de valerse de ella; casi podría decirse para el resto de su carrera como arabista o, al menos, usuario, en diferentes registros y circunstancias, de la lenguaárabe.

Efectivamente, como sucede en toda lengua adquirida con posterioridad a la lengua se revelan fundamentales para convencer al alumno de la transcendencia y consecuencias del estudio al que se dedica, de la posibilidad de llevarlo a cabo, del camino que tiene que seguir para ello y de que sus referentes en la materia son los correctos. Todo esto con el fln de que él mismo, el alumno, construya su propia base cognitiva sobre la que alzar el edificio de su maestría, mayor o menor, en la ciencia que sea o en la lengua de que se trate. materna o a la lengua de instrucción, los estadios iniciales de aprendizaje de esa lengua

Y si eso es así en todo objeto de estudio, lo es más en las lenguas, y dentro de las lenguas, en la adquisición del árabe y de otras lenguas con una categoría de complejidad semejante a la lengua del Corán en relación con las lenguas europeas occidentales y, en particular, con el español.

Y en este aspecto, la enseñanza del arabe en nuestro país, y también en el resto de los países de Europa Occidental, adolece, todavía hoy, de métodos y manuales que representen una introducción efectiva a la lengua árabe y proporcionen los datos adecuados e irreemplazables, en primer lugar para una cabal comprensión de la esencia de dicha lengua y, en segundo lugar, para una plena asimilación de los mismos, en tanto que punto de partida de un aprendizaje posterior, ya sea autodidacta o contando con la orientación de un profesor. Si algo nos ha aleccionado el aprendizaje del. árabe y su docencia durante estos cuarenta años desde que el profesor Morales nos enseñó, con pasión y método, las bases de lengua de la letra dad,tal como la denominan los árabes mismos, ha sido que el árabe, al igual que otras lenguas con un mismo grado de dificultad con respecto a los hablantes de lenguas europeas sintéticas tales como el español, precisa de un profesor que proporcione al alumno, en sus comienzos, los ítems indispensables en cada momento y le oriente en cómo debe discurrir su proceso de aprendizaje,para,después, pasar a controlar él mismo y planiflcar su auto-aprendizaje.

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'tJ -,t Auto-aprendizaje que no concluye lutra vez finalizadala etapa universitaria, en nuestro caso, o de enseñanzarcglada fuera de la Universidad, en otros casos, sino que continúa durante toda la vida, sobre todo si uno, más adelante, como ha sido mi sino, se transforma en profesor de lengua árabe en un departamento universitario. Hasta ahora, no disponemos en español, ni que yo sepa en ninguna lengua europea, de un método que pudiera califlcarse de apropiado y de efectivo para colmar el espacio que se extiende entre el aprendizaje fonológico y grafemático de los sonidos de la lenguaérabe y las letras de su alfabeto y el apercibimiento y utilización de la sintaxis, la estilísticay lapragmática del discurso en árabe; ese amplio espacio morfológico y sintáctico, o morfo-sintáctico como lo denomina -con gran acierto- el profesor Morales, en el que se sitúan la conjugación verbal árabe, las distintas clases de sustantivos y adjetivos, las partículas y las preposiciones, los elativos,... Cuestiones todas que, en árabe, presentan una indisoluble relación entre la forma "fisica" de estos elementos lingiiísticos y su carga o dimensión semánticas. Esta ilación íntima, inseparable, entre la forma del signif,cante y la índole del significado que uno constata en la lengua árabe, sorprende al principio y subyuga, más adelante, por las posibilidades de pensamiento y expresión que encierra y que se explicitan en los enunciados elaborados en esa lengua. Esa flsicidad del arabe en sus agentes constitutivos lo dotan de una

belleza singular y de una maleabilidad que hace las delicias de quien lo maneja. Pero para disfrutar de ese manejo del ¿irabe y de su aceptación del moldeo, casi tangible, en manos de sus hablantes, está estipulado el conocer las reglas de empleo y los materiales que se han de utilizar. Y son precisamente las normas de funcionamiento del árabey sus componentes lingüísticos lo que nos aporta este libro al que el profesor Antonio Morales, con la humildad de los sabios, llama "Apuntes de gramática árabe". No son apuntes, se trata de un manual, un perfecto manual de enseñanza de la lengua árabe para neófitos y también un magnífico vademécum pam quienes, después de haber accedido a etapas posteriores de perfeccionamiento de su lengua átrabe, sienten la necesidad de, en algún momento, refrescar los conocimientos esenciales de la misma. Coyuntura que sucede de vez en cuando y de forma reiterativa, pues todas las adquisiciones cognoscitivas tienen que revalidarse y reciclarse en alguna ocasión.

Por ello, los objetivos pedagógicos que el profesor Morales aduce como imperativo e incentivo paralaredacción de sus "apuntes", de su manual, y que se refieren al alumno pueden ser transferidos al profesor de iirabe o al usuario habitual de esta lengua en tanto que lengua adquirida: 1.- Establecer un material teórico práctico ordenado y de carácter progresivo. 2.- Exposición ordenaday progresiva de la información gramatical (morfológica, sintáctica

y léxica). 3.- Procurar únicamente la información básica e ineludible para entender los contenidos del aprendizaje y asimilarlos de la forma más rápida y eflciente posible. 4.- Disponer de un manual de consulta ante cualquier duda posterior al aprendizaje de los contenidos expuestos. En cuanto al alumno, ya sea autodidacta o que tenga un profesor, el manual de árabe que aquí presentamos, prodiga un programa de aprendizaje completo que le facilita todas las claves prácticas y teóricas del árabe, cuya pericia se precepttnparu progresar en la adquisición de dicha lengua.

En este sentido, el manual de arabe del profesor Morales funciona como w matn (cp ú¡L e), es decir, como un texto fundacional de aprendizaje y de consulta de una ciencia determinada, la lengua árabe en su particular, según el sistema de los compendios establecido por la cultura arabo-isl¿ímica, cuando ya los amplios desarrollos en los distintos campos de

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investigación aconsejaron el recurso de obras de introducción a los mismos con objeto de allanar el camino a los aprendices de los mismos y suministrarles una explanación simple y atractiva de sus principios, a fin de animar al estudio y cultivo de cualquier disciplina.

Lapalabra matn posee en árabe, según explica Ibn Jaldün en su Prolegómeno al libro de los ejemplos y registro del sujeto y el atributo en la historia de los árabes, los no árabes y los bereberes (muqaddima -L:ii.Jl-¡, el sentido de texto fundacional o autoritativo de una ciencia. Y de esta manera se entienden el Corán y el conjunto de hadices (noticias transmitidas acerca del Profeta) como los mutun (plural de matn) que conforman las fuentes lingüísticas y estilísticas del árabe y el venero jurídico del ordenamiento legal islámico denominado íart'a fo+jl.

Y esta función la cumple, en todo su esplendor, el manual de árabe del profesor Antonio Morales. Por este motivo, se le puede considerar, mutatis mutandis, un ejemplo más y un continuador de los compendios de enseñanza del árabe. Compendios tales como ol-úflafu ('la aclaración') de Abü 'A1Í Al-Fárisi (288-377 H. I 900-987 d.C.), Kifib al-Idah f ilal al-nahw ('el libro de Ia aclaración de las razones gramaticales') de Abu-l-Qásim al-Zayy-ayi (m. 337 H. I 949 d.C.), Kiñb tashll al-fawa'id wa takmTl al-maqasid ('el libro de la facilitación de los beneflcios y de la consecución de los fines') de Ibn Málik (600-672 H. I 1203-1274 d.C.) de Jaén, al-Mufa;gal ('el libro detallado') de al-Zanaj§art (467-538 H. I 1074-1143 d.C.) y la introducción con la que Ibn al-fláf ib (570-646 H. I 1174-1249 d.C.) principia su comentario (al-I/d|1fi §arl.t al-Mufa6al) del mencionado libro de al-Zamaj§arr, tal como reseña Ibn Jaldün ensu Muqaddima:

tLYl Jr= k+ ¡_ro+ ci¡LialJ 6J$áii¡ !s tg]e\;jJl f-,tilt +i: et:dl é si ¿..J p ¡g.t-;:-,l ¿^ ",JlJl dli ,¡ lJ¡S lJ).-iil.i ,;L-ii)l u+ Ce+I.+ ¿:jliJl "L¡-9 [..] .tuüS é 4l'! t-S ,üJ,i.ll ÍJrqJl .,Jc ¿;t-;Il Ji .4ltii3 dla¡,ill +tis é eIL uJl 41,¡ 1-S ,cjil L CJ^J .41LrLll é t-rs..lJl ülr ¿lÉüll ,-.i fJFli-jJl Abú

Al-Farist y Abu-l-Qasim al-ZajfA![fJ compusieron compendios para los estudiantes, siguiendo el ejemplo que había instaurado el Imam con su Kitabt.1...1 Más adelante aparecieron los eruditos postreros con sus diversas tendencias en cuanto a la forma de extractar los conocimientos. Y así sintetizaron mucho de aquellos desarrollos precedentes teniendo en cuenta todo lo que les fue transmitido en el tema. Eso fue lo que hizo lbn Malik en su libro La facilitacióny en otros similares. O se centrayon en resumir los principios generales para quienes querían aprenderlos, tal como hizo al-Zamaj§ari en su libro al-Mufassal e lbn alHAiib en la introducción que escribió para ese mismo libro lal proceder a su paráfrasis]. Después,

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Sin embargo, se le escapa a Ibn Jaldün que el primer lingüista árabe que ideó un epítome gramatical es Abü Isl.rAq al-Zayyary Q4l-3ll H. I 855-923 d.C.) de quien son discípulos tanto Abü 'Ah Al-Farisl como Abü-l-Qásim al-ZajyáyÍ, al que confunde con su maestro en el fragmento citado. En este punto debemos señalar lafelizcoincidencia de ser Ibn Málik originario de Jaén, lo mismo que el profesor, el doctor, Antonio Morales, quien procede, alapar que otros arabistas, del Castillo de Locubín (Hi;n al-'Uqbtn, 'el castillo de las águilas'), población jienense de rancio abolengo andalusí. Parece pues que, a pesar de ser JéÍivay Denia las dos ciudades que, tras la desmembración del califato de Córdoba -hace ahora mil años- en entidades políticas menores, acogieron a los especialistas en lengua arabe de toda la península y a los estudiantes deseosos de alcanzar ma excelente formación en esta especialización, Jaén proporcionó el enseñante de lengua árabe I AludeaSibawayhi(140-189H.1760-'196 d.C.)primerrecopiladordelagramáticaárabeensucélebreKilábfial-naltw ('ellibrodegramática' ) cu) a calidad y transcendencia le valió el título de Imam (guí4 dirigente, maestro, padre de una ciencia) en la gramática á.rabe. Y de ahí su ret-erencia a él como tal Imam por parte de Ibn Jaldun.

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andalusí más famoso en todo el orbe islámico

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y árabe,Ibn Málik.

No resulta extraño, pues, que el profesor Morales, jienense de pro como Ibn Malik, sea, por gracia y mérito de su manual de árabe, el mayor experto en pedagogía de la lengua énabe que hemos conocido en estos tiempos en nuestro país. El mejor sucesor para el mejor antecesor (.jL.JSJ ' ;l:' ¡51 según rczalaexpresión árabe. El manual de árabe del profesorAntonio Morales no sólo enseña esta lengua de una forma asequible, ordenada, metódica, prácticay atractiva, también encierra toda una teoríapedagógica, pues, como el profesor Morales deflende, cada lengua adquirida demanda una aproximación diferente dependiendo del idioma desde el que se realiza esa aproximación. Y éste representa el punto de partida de la teoría pedagógica en la enseñatua del arabe del profesor Morales. Teoría que se deduce de la estructura del libro, cuando se observa, con cierto detenimiento, la manera en que aparecen distribuidos y explicados sus temas. A ello ayuda, además, la presentación del manual que precede al mismo por parte del profesor Morales, donde se expone de modo claro y contundente, con una expresión alejada por completo de cualquier jerga pedagógica pseudocientífica, las pretensiones que 1o han propulsado a Ia existencia. En una ocasión, en ese primer año de estudio del arabe bajo el magisterio del profesor Morales, y al manifestarle 1o elemental y lo, a la vez, sólido de los fundamentos lingüísticos árabes reunidos en sus "apuntes", élhizo una observación que el tiempo y la experiencia docente han confirmado en toda su plenitud: "El aprendizaje es algo serio y requiere esfuerzo. No se puede aprender nada sin tesón ni sin aplicarse con diligencia a ello".

El profesor Morales se refería a que el aprendizaje no es un juego ni tiene por qué ser divertido, tal y como planteaban, y continúan en ello, muchos pedagogos que defendían un acercamiento lúdico y desenfadado a cualquier disciplina como la fórmula ideal para penetrar en la médula de cualquier erudición o habilidad. De las palabras del profesor Morales se inquiere que el aprendizaje es costoso pero gratificante y que está al alcance de quien quiera con la sola condición del empeño. Lo mismo defiende el gran jurista musulman al-§af,'l (l5O-204H. I 767-

820 d.C.) cuando, entre sus poemas sapienciales, anota:

En la medida en que sea el empeño, así se alcanzarán las altas metas Y aquél que pretende elevadas miras, la noche pasa en vela Quien desea llegar alto sin ningún esfuerzo, en pedir lo imposible desperdicia el tiempo ¿Aspiras a la gloria y de noche duermes? Quien perlas busca, en el mar bucea.

En la teoría (y la práctica) pedagógica del profesor Morales, junto a la simplicidad y la transcendencia de los contenidos, se encuentra la preocupación constante por graduar el proceso de aprendizaje. Y es ésta una cuestión en la que el profesor Morales ha invertido mucho tiempo en vislumbrar el modo de conseguir la graduación más idónea. Este hecho se constata en la progresión de la materia en el manual, pero también en las reflexiones y en los proyectos del profesor Morales.

El profesor Morales siempre ha defendido la perentoriedad de analizar cuáles son los aspectos gramaticales, morfológicos y sintácticos, de los que se ha de apropiar el estudiante primerizo de este idioma. Y, una vez, sabidos estos aspectos imprescindibles para alcanzar un uso de la lengua árabe en su base primordial y comprender a los arabófonos y entenderse con

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ellos, determinar el nivel de dificultad de cada cuestión lingüística para los hispanohablantes (o para cualquier otro grupo idiomático) y ordenarlos de forma escalonada, atendiendo a su cota de complicación para los aprendices de arabistas o a quienes están en proceso de arabización lingüística por el móvil que sea. Este plan pedagógico aparcce patente en su manual, pero el profesor Morales nunca ha cejado de reclamar esta gradación sistemática de los constituyentes lingüísticos árabes a lo largo

de la formación establecida para los ciclos universitarios, o para cualquier otro programa de enseñanza del áxabe; adaptándose, como es natural, al tiempo asignado y al período concreto, con vistas a lograr un dominio del árabe por parte de los hispanohablantes que lo quieren aprender.

Quien su objetivo sea cultivarse en la lengua de los árabes y adoptarla como vehículo de expresión y de comunicación, ha acertado en haber elegido este libro, pues, de seguir sus indicaciones, le proveerá de los medios necesarios para, con el vocabulario requerido, arribar a su destino.

Yo soy testigo y prueba de ello. Si domino la lengua árabe en la medida en que sé y puedo testimoniar, se lo debo, en gran parte, al profesor Morales y a sus "apuntes". Y por esta razón le estaré agradecido toda la vida. Yo y mis alumnos. Pues cada vez que veo alguien que estudia el árabe con denuedo y con la pasión del que ama su objeto de estudio, le hago partícipe del tesoro y el regalo intelectual que supone contar con los "apuntes" de Antonio Morales a la hora de adentrarse en el ámbito de aquellos que hablan con propiedad, que es 1o que significa, etimológicamente, árabes

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).

Como dicen los hablantes de la lengua viva con mayor antigüedad en el mundo: "Todo saber tiene su puerta" (.Jl+ & t.JS\. V este manual, estos "apuntes", son la puerta de la lengua árabe.

Málaga,01 de abril de 2014. Nicolás Roser Nebot

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