Palabras Foro Violencia y Memoria 28 03 2016 FEUAH

June 5, 2017 | Autor: Evelyn Hevia Jordán | Categoria: Violence, Political Violence and Terrorism, Memory Studies, Violencia Política, Memoria
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La importancia de las “otras memorias”: a propósito de los jóvenes combatientes y su recuerdo. Es difícil referirse de manera reflexiva o analítica cuando se está en presencia de una instancia de recuerdo colectivo, porque recordar, precisamente significa volver a pasar por el corazón. Como sabemos, cuando acontecimientos importantes, que nos han marcado se vuelven a pasar por el corazón adquieren tonalidades emotivas diferentes… el recuerdo, así como la memoria siempre implica una referencia al pasado en el presente. Es así, que en esta ocasión no queremos referirnos al pasado, sino al presente y la importancia que tiene para la construcción de nuestro presente, de lo que somos: recordar colectivamente y hacer memoria. En los últimos años hemos asistido a algo que algunos autores han denominado como un “exceso de memoria”, pero en esta ocasión quisiera interrogar junto a ustedes esa idea, ya que la idea misma de “exceso de memoria” implicaría que como sociedad estaríamos padeciendo algo así como el Síndrome de Funes, el “memorioso de Borges”, lo que nos traería la imposibilidad de vivir el presente, ya que estaríamos permanentemente en un estado contemplativo de nuestro pasado. Sin embargo, la noción de memoria, adquiere potencia precisamente porque nos permite pensar a la luz del presente sobre nuestro pasado. Como propusiera una colega, si pensamos la memoria bajo la analogía de una partitura musical, para que pueda ser tocada y, por cierto, oída requiere de silencios

y, es precisamente el silencio lo que nos permite la emergencia del recuerdo. Y para hacer referencia a las otras memorias, a las memorias de jóvenes combatientes es que resulta necesario introducir un silencio en la partitura que ha musicalizado una versión oficial de nuestro pasado reciente. Hoy, hacemos memoria de aquellos jóvenes que combatieron la tiranía de la dictadura cívico militar: Eduardo, Rafael, Pablo, Araceli, Paulina, Marisol y tantos otros…. que en la década de los 80 tomaron el camino de desafiar sus proyectos individuales siendo jóvenes como ustedes y asumieron un camino de lucha colectiva en pos del sueño de heredarnos, a nosotros, los que veníamos después, un país libre de dictadura. Sin embargo, han pasado 26 años del fin a la dictadura y nuestra sociedad aún sigue en deuda con la reivindicación de sus memorias, las memorias de esos jóvenes que durante los 80 salieron a las calles a protestar venciendo el miedo frente al terrorismo de Estado que ya llevaba más de una década operando de norte a sur y contaba con todo un aparataje de inteligencia y soplonaje y complicidad de civiles que ampararon el secuestro, la tortura, la desaparición y asesinato de cualquiera que se le opusiera. Así, fue que su decisión de romper con el miedo, el silencio y el individualismo les significó la vida. Ahora bien, ¿cuál es la importancia de recordarlos hoy? El pasado y su construcción en el presente implica una batalla, el pasado es un territorio en disputa, la memoria por lo mismo es peligrosa, subversiva, porque implica confrontar los silencios, las

omisiones, los pactos que se han establecido al construir de manera oficial una narrativa de los hechos pasados. Así, la memoria de los jóvenes combatientes tensiona la noción de reconciliación nacional como un imperativo impuesto de manera oficial con la finalidad de alcanzar la paz social. Como he señalado, la memoria implica situar el pasado en el presente y de esta manera no es una traducción literal del pasado sino que éste se performa en el aquí y en el ahora. De esta manera, los proyectos, las luchas, las consignas de los jóvenes combatientes de los 80 adquieren nuevos sentidos a la luz del presente y es importante hacer la reflexión sobre cuál es el sentido o los sentidos que HOY queremos darle a ese pasado. La memoria de los hermanos Vergara Toledo, de Paulina Aguirre Tobar y de tantos otros jóvenes son una fuente de inspiración para la emergencia de nuevos jóvenes combatientes,

pero resulta necesario actualizar las vías y las formas de lucha.

Quizás esto es algo que no les guste mucho escuchar, pero sobre lo cual vale la pena reflexionar sobre nuestras formas y nuestras luchas en el presente: ¿qué sentido tiene para ustedes el “hasta vencer o morir”? ¿es necesario poner como moneda de cambio la vida de un joven para conquistar transformaciones sociales? Yo creo que NO. Lamentablemente nuestra historia reciente, la fecha que hoy conmemoramos y nuestro presente nos dan cuenta de una larga lista de héroes-mártires de una causa justa, pero no quisiéramos que más jóvenes dieran su vida por perseguir el sueño de

un país más democrático y más justo. Ahí tenemos un gran desafío sobre el cual seguir construyendo todos y todas. Agradecemos la porfía de estas otras memorias y, por cierto, agradecemos a quienes han porfiado y disputado la versión oficial del pasado, producto de pactos concertados, estas memorias subalternas, subterráneas, nos hacen posible matizar las versiones oficialistas y banales que explican el fin de la dictadura, hacer un homenaje a los jóvenes que en las poblaciones y en las jornadas de protesta perdieron la vida, develando las prácticas de montajes propios de la dictadura para encubrir sus crímenes. Hacer memoria de ello y de ellos, nos hace posible que hoy podamos asumir una posición crítica respecto de nuestro presente, que nos pone un tremendo desafío en la construcción del devenir de nuestra sociedad. Y los jóvenes son y somos los convocados a esos cambios, con el rescate de nuestro pasado, aprendiendo de éste, para combatir con nuevas armas y en nuestras prácticas cotidianas la sumisión sin cuestionamiento alguno a la imposición irracional de un orden social establecido. Muchas gracias. Evelyn Hevia Jordán Académica Psicología UAH Foro: Violencia y Memoria, FeUAH, 28 de marzo de 2016.

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